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El Único camino

Juan: 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al
Padre, sino por mí
Introducción
Jesús, en el aposento alto, les comenta a sus discípulos que ha llegado la hora de
volver al Padre. Los discípulos no entendían muy bien a qué se refería cuando
decía que iba a ir al Padre. Les decía que a donde Él iba, ellos no podrían ir.
Imaginen lo que pensaron los discípulos en ese momento; Ellos habían dejado sus
vidas, sus familias, sus trabajos, sus carreras, todo para seguir a Jesús. Y ahora,
Él les estaba diciendo que no lo iban a poder seguir más. Ellos querían saber a
dónde iba Cristo y sobre todo, querían saber cómo llegar a ese lugar. Ellos
querían seguirlo. Querían estar con Él. Querían ir al Padre. Pero no sabían cómo
hacer esto. Es en ese momento que Jesús les dice: “Yo soy el camino, la verdad y
la vida; nadie viene al Padre sino por Mí”
1. El camino
Camino está definido en el diccionario como una franja de terreno utilizada o
dispuesta para caminar o ir de un lugar a otro; en especial la que no está
asfaltada. A veces nos encontramos en discusiones que pretenden persuadirnos
de que todas las religiones son igualmente válidas y buenas. Que en definitiva,
todas llevan a Dios, el Cielo o la siguiente vida.
a) Hay 2 caminos: Jesús habló de esto en una ocasión. Lo vemos en el
sermón del monte en Mateo 7:13-14 donde dice que hay dos caminos: El
camino ancho y la puerta ancha son las que llevan a la destrucción. hay
mucho espacio para la debilidad moral, diferencia de opiniones. Es la senda
de la tolerancia y de la ausencia de restricciones. No tiene frenos ni límites
de pensamiento o conducta. Por el contrario, el camino angosto que
conduce a la puerta angosta, es aquel que tiene límites bien marcados.
Estos límites están dados por la Palabra de Dios. Por un lado, es difícil de
seguir, pero para quienes lo encuentran, la carga del pecado es
reemplazada por la carga de Cristo que es ligera y su yugo que es suave.
es el que conduce a la vida pero tristemente son pocos quienes lo hayan.
b) Jesús es el camino: Jesús no le da vueltas al asunto. Si alguien quiere ir a
Dios, el único camino es Él. La justicia de Dios demanda que seamos
castigados por nuestras transgresiones. Pero Dios nos ama. Es por eso que
mandó a su Hijo a que pague por el castigo que nosotros merecíamos. Él
vivió una vida de perfecta obediencia a la Ley de Dios, y se entregó para
ser crucificado, de forma que su perfecta obediencia es imputada a todo
aquel que en Él crea. Además resucitó, demostrando que su sacrificio fue
aceptado por Dios. El Dios Viviente y Eterno en forma de hombre murió por
nuestros pecados, no puede haber otro camino. Si fuera así, su sacrificio
habría sido en vano. Si fue necesario que Él diera su propia vida en la cruz,
es porque sin dudas es el único medio posible para nuestra salvación.

2. La verdad
En Hechos16: 30-32 aparece una pregunta muy importante: ¿Qué debo hacer
para ser salvo? Y No conozco algo de mayor valor que la respuesta a la
pregunta, porque con ella nos hallamos al comienzo de todo lo que se refiere a la
vida eterna. El hombre tiene que ser salvo antes de poder conseguir paz, gozo o
consuelo.

La respuesta a la pregunta es: «Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo.» Y la


pregunta que viene a continuación de ésta, casi por parte de todos, es: ¿Qué es
lo que tengo que creer? Puedo creer de modo intelectual que Cristo Jesús es
poderoso para salvarme y está dispuesto a hacerlo y, con todo, estar tan lejos del
reino de Dios como el que nunca ha oído hablar de Jesucristo. El creer que Él
puede salvarte y está dispuesto a hacerlo no va a salvarte. Los profetas de Baal
creían en el poder de su dios y no pudieron ver que estaban en un error, hoy en
día el hombre cree en los horóscopos, en líderes sindicales, políticos y religiosos,
en seres increíbles y en la falsa afirmación de todas las religiones llevan a Dios,
pero esto no puede estar más lejos de la verdad.Y ¿Qué es la verdad? Pues es la
conformidad entre lo que una persona manifiesta y lo que ha experimentado,
piensa o siente. Esto tiene que ver también con la analogía del camino angosto.
Dijimos que los límites del camino están dados por la Palabra de Dios. Cristo es la
Palabra de Dios hecha carne. En Él se cumplen todas las profecías y todas las
demandas de la Ley de Dios. Él es la verdad. La Biblia habla enteramente de Él.
Si lo conocemos a Él, conocemos la verdad, que nos delimita el camino. Por lo
tanto podremos ir seguros por el camino.
3. La vida
El termino vida en la ciencia hace alusión a la duración de las cosas, y lo que
nosotros conocemos como vida, es la duración del ser humano en la tierra, es
decir que un día la vida llegara a su fin, es decir, llegara la muerte. En esta parte
del texto Jesús no dice que tiene vida sino que Él es la vida, eso implica que no
hay muerte para Él y si no hay muerte entonces esta vida es eterna. Habrá quien
nos diga “Jesús murió”, y si es verdad, pero la historia no termino ahí, Jesús
resucitó, demostrando que la muerte no tiene ninguna autoridad sobre la vida que
Jesús nos da. Juan nos dice en su evangelio que Jesús es la resurrección y la
vida. La Resurrección es una verdad fundamental del cristianismo. Cristo
verdaderamente resucitó por el poder de Dios. No se trata de un fantasma, ni una
mera fuerza de energía, ni de un cuerpo revivido como el de Lázaro que volvió a
morir. Esto nos indica que todos estamos sujetos a la muerte física, pero el
"aguijón" del pecado ha sido reemplazado por la esperanza cierta en la
resurrección. En Jesús encontramos la verdadera vida, una con propósitos claros
tanto para nuestros años sobre la tierra como para la eternidad.
4. Nadie viene al Padre, sino por mí
Esta frase está dirigida a todo ser humano, es decir, no hay excepción de
personas, al decir nadie implica que ninguna mujer, hombre, niño o anciano queda
excluido de la necesidad de confesar sus pecados ante Jesucristo para recibir el
galardón de la vida eterna. (Ilustración) En Diciembre del 2003 dos
estadounidenses recibieron luz verde para convertirse en los primeros turistas en
el espacio. Ellos consiguieron dos plazas para viajar en una nave rusa. Ellos
abonaron la suma de 20 millones de dólares cada uno para poder realizar vuelos
orbitales, es decir, no conocerán otros planetas, simplemente volaran a través de
nuestra orbita. El interés del hombre por descubrir el cielo, lo llevo a inventar el
avión y luego las naves espaciales. Ahora se vislumbra el turismo espacial. Mucha
gente abonará grandes sumas de dinero para “conocer el cielo” pero ninguna
cantidad de dinero o cosa material puede llevarnos a la morada celestial.
No hay otro camino, no existe otra forma de presentarnos ante el padre si no es
mediante Jesucristo, La Biblia dice que “solo Jesucristo es el único mediador entre
Dios y el Hombre”. Todo aquel quien cree en Jesucristo y lo recibe como su Señor
y Salvador, recibe también el Espíritu de Dios que es nuestra promesa de parte de
Dios para los que han de recibir la «Vida Eterna».

Conclusión
¡Qué grandioso camino el de la salvación! Este es el Camino por el cual los
apóstoles estuvieron dispuestos a dar sus vidas. El Camino angosto que
estuvieron dispuestos a caminar. El Camino que estableció Jesús, el de negarnos
a nosotros mismos, tomar nuestra cruz y seguirle. Pero no es todo sacrificio en la
vida del cristiano. La bendición de Dios y la autoridad de Cristo están con
nosotros. La felicidad de haber encontrado el mayor de los tesoros y de disfrutar el
amor eterno y el cuidado de nuestro Dios. El gozo de saber que Dios nos ha
escogido para caminar este Camino que lleva a la vida. Saber que nuestra vida
tiene un propósito: Glorificar a Dios y disfrutar de Él eternamente ¡Anunciemos el
evangelio! Mostremos al mundo que ¡Cristo es el Camino!
Yo le pregunto hermano ¿Refleja tu vida que Cristo vive en ti? ¿Sientes la
presencia de Dios a diario, el gozo y la esperanza de saber que él está contigo en
todo momento? ¿Buscas la dirección de Dios en oración cada día para que guíe
tus decisiones? Pidamos a Jesús que sea nuestro Señor y Salvador, abramos la
puerta a esa vida abundante que Dios nos quiere dar. Que su Espíritu Santo nos
llene con su fruto y nos capacite para vivir de acuerdo con la voluntad de Dios
para nosotros. Está en nosotros escoger si aceptaremos vivir cada día con él, por
la eternidad. Oremos

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