Está en la página 1de 9

Resumen Teoría de la dependencia.

Dos Santos, T. (2002). Teoría de la dependencia. (Bruckmann, M., Trad.) Balance y perspectivas,
México, Plaza y Janés.
¿Qué aspectos subsisten de la cultura hispana que impiden la modernidad?

Parte 1

DE LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA A LA TEORÍA DEL SISTEMA MUNDIAL

Cuadro Teórico e histórico de la teoría del desarrollo

Después de la segunda guerra mundial, la URSS se estableció como una potencia, y empezó a implantar

economías y Estados socialistas, en busca de imponer nuevo modelo de sociedad y cultura post-

capitalista, lo que llegó a presionar a países de la EUA e Inglaterra, hecho que aconteció en la guerra fría,

que fue una medida de contención de la expansión del régimen soviético. Tal como lo afirma Dos Santos

“la guerra fría fue implantada por los EUA para consolidar su hegemonía sobre el llamado mundo

occidental.” (2002, p. 5) Lo que trajo consecuencias negativas tanto para la URSS como los demás países

socialistas.

Dentro de esto, surgen los Estados nacionales soberanos, algunos extremadamente poderosos dentro de

los que se encuentran China e India. Y otros países que por su ubicación geopolítica estratégica se

convierten en interés de locales e internacionales.

Los países de América Latina a pesar de haberse “independizado” en el Siglo XIX, todavía siguen siendo

dependientes económica, militar y políticamente de países potencia, y está dentro de sus aspiraciones está

lograr su independencia; “una independencia económica que viabilice sus Estados nacionales, su

desarrollo y su bienestar” (Dos Santos, 2002, p. 6)

Las ciencias sociales pasaron a reflejar esta nueva realidad. Constituidas éstas en torno a la Revolución

Industrial y el surgimiento de la civilización occidental, y esto es visto como el gran proceso que le dio

origen a la modernidad. La modernidad es vista como una serie de atributos y condiciones que deben
cumplir los países para ser considerados modernos, algunos se ven desde la perspectiva del liberalismo

norteamericano e inglés y otros desde el socialismo ruso.

Es aquí donde nace la teoría del desarrollo, que tiene como característica principal la concepción de

desarrollo como “la adopción de normas de comportamiento, actitudes y valores identificados con la

racionalidad económica moderna, caracterizada por la búsqueda de la máxima productividad, la

generación de ahorro y la creación de inversiones” (Dos Santos, 2002, p. 7). Y se encarga de analizar los

distintos procesos mediante los cuales los países subdesarrollados tuvieron éxito o fracasaron siguiendo

las perspectivas de uno o del otro. Así como también, los que siguieron sus propias propuestas de gestión

socialistas del desarrollo económico, siendo influenciados por las teorías de grandes pensadores, y

aplicándolos a sus contextos y realidades sociales para llegar a ser modernos e industrializados. Esta

teoría buscó, además, localizar los obstáculos de la implantación de la modernidad, así como identificar

los mecanismos que ayudasen a alcanzar los resultados esperados. Esas construcciones teóricas no fueron

neutras en términos de valores, debido a que las metas sociopolíticas e ideales a alcanzar eran Estados

Unidos y Europa.

Los regímenes de los partidos comunistas se propusieron realizar la modernización que las burguesías

colonizadas y dependientes no habían podido. Esta modernización se realizaba con base en la clase

obrera, representada por un partido que seguía una ideología de la denominada “democracia popular”.

Algunos de los países de regímenes comunistas no contaban con una clase obrera preparada para conducir

este proceso político, así como tampoco contaba con la industria moderna que pudiera sustentar una

producción post-capitalista. Razón por la cual, presentaron problemas en la implementación de la

modernización pretendida. Esos regímenes de transición al socialismo tenían como fin la fusión de una

economía estatal y en parte socialista.

El atraso de los países subdesarrollados se explica en sus problemas para poder modernizarse. Todo esto,

debido a su profunda dependencia económica y política de la economía internacional.


Capítulo 2: La categoría de la dependencia un balance:

La teoría de la dependencia surge en América latina en la década de los sesenta, intentando explicar las

nuevas características de desarrollo socioeconómico de la región, que se estaba encargando a sustituir

productos industriales importados por los de producción nacional.

Durante la década de 1930-1940 se implantó la industrialización en los países dependientes, y la

economía norteamericana mostró su hegemonía y expansión internacional, que estaba a cargo de las

multinacionales creadas entre 1940-1960. De esa nueva realidad, se abría camino hacia el planteamiento

que “el desarrollo y el subdesarrollo como resultado histórico del desarrollo del capitalismo, como un

sistema mundial que producía al mismo tiempo desarrollo y subdesarrollo.” (Dos Santos, 2002, p.12)

Según Dos Santos (2002):

La teoría de la dependencia representó un esfuerzo crítico para comprender las limitaciones de un

desarrollo iniciado en un período histórico en que la economía mundial estaba ya constituida bajo

la hegemonía de enormes grupos económicos y poderosas fuerzas imperialistas, aun cuando una

parte de ellas estaba en crisis y abría oportunidad para el proceso de descolonización.

De esta manera, se puede evidenciar la importancia de esta teoría para lo que se conoce como la intención

del proceso de descolonización en los Estados Latino Americanos. Los economistas Blomströn y Hettne

(citados por Dos Santos, 2002, p. 13) identifican puntos centrales que fundamentan esta teoría como lo

son: el hecho de que el subdesarrollo está ligado a la expansión de países industrializados(i); Tanto el

desarrollo como subdesarrollo están dentro de un mismo proceso global(ii); En un proceso evolucionista,

el subdesarrollo no puede ser la primera condición(iii); La dependencia no es solo un factor externo, sino

que se manifiesta en lo social, ideología y política(iv).

Por otra parte, en la historia de América Latina, hablando de gobiernos que, si bien han tenido intenciones

de brindar a su industria nacional un mayor apoyo, han tenido una serie de limitantes, dentro de los que se

encuentran los partidos de derecha que no han permitido su despegue total. Y quienes han terminado
haciendo alianzas con las economías potencia, especialmente la norteamericana. También, las burguesías

nacionales han sido participes en la medida de que, por no querer perder su poder, no han apoyado las

reformas necesarias para que se diera el cambio, y han optado por seguir en la relación de dependencia de

las economías internacionales, con el fin de asegurar fuerte capital financiero, estabilidad monetaria y

fiscal. Esto ha acrecentado unas profundas contradicciones socioeconómicas e ideológicas. Y además

llevó a que la autocracia se siguiera perpetuando en el poder y sometiéndose a Norte América.

Ahora bien, tal como lo afirma Dos Santos (2002) “La teoría de la dependencia proseguía y perfeccionaba

un enfoque global que pretendía comprender la formación y evolución del capitalismo como economía

mundial”.

PARTE 2 Desarrollo y dependencia en el pensamiento social latinoamericano

En América Latina la cuestión del desarrollo estuvo realmente presente. La región se ubicó en un punto

en el que se miraba a sí misma con atraso respecto al desarrollo de los países de Europa occidental, y esto

no solo era por temas de economía, sino porque no podía encontrar rasgos de la cultura europea. “Esta

percepción derrotista asume también la forma de localizar a América Latina en un polo negativo de la

dicotomía entre moderno y arcaico, urbano y rural, entre progreso y atraso.” (Dos Santos, 2002, p. 42)

Dicho progreso preocupaba a las clases medias latinoamericanas, quienes entendían esto desde buscar

estar a la altura de los sectores y clases dominantes a los que les exportaban materias primas y productos

agrícolas, e importaban manufactura y tecnología.

Para la década de 1940-1950 la CEPAL fundamentó su pensamiento de análisis económico, en la

“búsqueda de bases autónomas de desarrollo”, dentro de la cual la industrialización cumplía el papel

principal para lograr el avance, modernización y progreso deseado. Especialmente en países como Brasil,

México, Colombia y Argentina.


Es así, como la temática del desarrollo buscó producir un debate en términos de desarrollo y

subdesarrollo, definiendo una estructura industrial moderna en oposición a estructura agraria o minera,

que debería ser progresivamente sustituida.

En las décadas de 1970-1980 surgen importantes evoluciones para la teoría del desarrollo en cuanto a su

direccionamiento, tal como lo expresa Dos Santos (2002) en la corriente de la CEPAL surge la necesidad

de elaborar una visión más global sobre el sistema mundo. Franzylbert analiza esta evolución de la

industrialización truncada, las empresas trasnacionales, así como la urgencia de establecer un modelo de

desarrollo más equitativo que permita una nueva inmersión en la economía mundial.

El mundo del siglo XXI contiene una nueva sociedad con una nueva perspectiva a nivel colectivo e

individual. Lo que hará que la cuestión del desarrollo tenga que abarcarse ampliamente dentro de

principios complejos. Y que este desarrollo dependerá de unos enfoques cualitativos de conocimiento y

acción económica. Esta nueva sociedad comparte un pensamiento colectivo, que se extiende a todos los

individuos, y tiene como fin respetar la diversidad y el pluralismo “en una sociedad que dará a cada uno

de acuerdo con su necesidad y pedirá a cada uno de acuerdo con su capacidad.” (Dos Santos, 2002, p. 67)

Ahora bien, tal como lo expresa Dos Santos (2002), para que este proceso de transformación se lleve a

cabo:

Se trata de la necesidad de superación del cuadro económico, social, político y cultural creado por

la civilización liberal burguesa, que se confundió históricamente con la hegemonía mundial de

Europa, y posteriormente de los Estados Unidos. Muchas características específicas de las

sociedades, economías y culturas europeas fueron identificadas con la propia civilización,

generando el euro centrismo.


PARTE 3

La CEPAL, como el ISEB en Brasil, representó el auge de la ideología nacional-desarrollista en América

Latina y en los países del llamado Tercer Mundo. Dicha ideología se presentó como fundamento de su

modernización, donde el proceso de industrialización se identificó como el desarrollo social, político y

económico de la región.

El concepto de dependencia permitía mostrar los lazos entre las sociedades latinoamericanas y sus

economías nacionales, regionales y locales con la economía mundial; y el crecimiento de las economías

centrales dependió de su vinculación con la expansión del imperialismo.

Y esto fue realmente un problema porque la teoría de la dependencia procuró demostrar que no podían

existir las consecuencias esperadas por la visión desarrollista y nacional democrática, debido a que esta

seguía siendo dependiente de la inversión extranjera a manos de los grandes grupos de poder de la

economía mundial.

La industrialización no traía distribución de renta, porque ocurría en la época del capitalismo

oligopólico y financiero, que tiende a concentrar en grandes grupos económicos el poder y la

riqueza. Al mismo tiempo, la tecnología moderna valorizaba el trabajo calificado y las actividades

de gerencia en detrimento de los asalariados sin calificación, provocando una fuerte

diferenciación de renta en el seno de la clase asalariada. (Dos Santos, 2002, 74)

Por otra parte, la burguesía era incapaz de sustentar una economía independiente porque ante un mayor o

menor control de los medios de producción internos existía un mayor o menor desarrollo.

Tanto en el pasado como en la actualidad, se buscó desarrollar una práctica y estilo científico

“caracterizado por un enfoque interdisciplinario, dialéctico e histórico-estructural que enfatiza

especialmente el análisis de la totalidad y su relación con las partes.” (Dos Santos, 2002, p. 75) Se trata de

una recolonización de la intelectualidad, que progresó especialmente bajo el oscurantismo de las

dictaduras militares en Latinoamérica.


Como conclusión se llega a que el desarrollo del capitalismo dependiente no genera mayor empleo, en su

lugar genera el efecto contrario, debido a que tiende a aumentar el desempleo y son más los marginados

dentro de estas economías. A menos que se dejase de ser dependientes, y se invirtiera en alta tecnología, y

mayormente en educación.

Además de que como lo expresa Dos Santos, “no existe un límite económico absoluto para el pleno

desarrollo de las fuerzas productivas en el capitalismo dependiente. Los límites son políticos” (2002, p.

79). Y en este sentido, cómo un país puede ser afectado en sus políticas nacionales y su dependencia,

cuando ocurren conflictos y cambios geopolíticos mundiales.

Ahora bien, el constante crecimiento de las deudas externas de los países en 1980 es otro factor

determinante que impide el desarrollo económico y una independencia. Y este hecho le da la razón a la

teoría de la dependencia, debido a que “los países centrales son captadores de excedentes económicos de

los países periféricos y dependientes”. De esta manera, Dos Santos realiza el siguiente análisis

La crisis de la deuda externa demostró muy claramente nuestra debilidad y nuestra condición de

exportadores de excedentes para los países centrales. Este hecho fue reconocido en todos los

análisis internacionales de la crisis de la deuda en la década de 1980, pues, aún con esta

metodología estadística tradicional, se reveló claramente nuestra condición de exportadores del

excedente económico aquí generado hacia los centros de la economía mundial. (2002, p. 87)

En el caso de Brasil, durante la década de 1980 se intentó bajo el gobierno de Fernando Henrique Cardoso

implementar una especie de independización comercial y económica, pero debido a decisiones no

acertadas, lo que se creó fue una especie de hiperinflación, y tal como lo explica Dos Santos (2002, p. 88)

“para evitar la hiperinflación pagamos a nuestros exportadores en títulos de deuda pública interna,

disminuyendo la necesidad de emisión de moneda pero generando otra sangría: los intereses de la deuda

interna”.
En este sentido, lo que pasó fue que gran parte de la deuda externa se cambia por la deuda interna

produciendo una nueva crisis fiscal y cambial a mediano plazo. Las clases dominantes, l os tecnócratas y

gobernantes para la época de 1990, se ampararon en la conservación de la dependencia, en la teoría

económica según la cual “la libertad del mercado financiero llevaría a una explosión de consumo y

eliminaría el ahorro” (Dos Santos, 2002, p. 89). La cual no hacía más que seguir ahondando las

desigualdades sociales, debido a que un grupo muy reducido de ciudadanos son los que siguen reteniendo

la renta nacional.

¿Qué aspectos subsisten de la cultura hispana que impiden la modernidad?

En conclusión, se puede ver que en lo que respecta a la teoría de la dependencia, Colombia todavía sigue

en la actualidad inmerso en esta dependencia de los países potencia, y en especial de Estados Unidos. En

la cual el papel que juega Colombia, así como la gran mayoría de países en América Latina, es ser

exportadores de materias primas a estos países, pero son ellos, y sus grupos de poder, quienes las

transforman y explotan los suelos y riquezas para luego vendérnoslo por medio de productos que se

importan de ellos. También, otro factor que sigue siendo el mismo son los pequeños grupos privilegiados

nacionales quienes ostentan la mayor parte de la renta nacional, donde se sobreexplota a la clase

trabajadora, y sigue causando una terrible desigualdad social. Todo lo anterior, sigue generando la

conservación de la dependencia, de la concentración de la renta, de la contención del crecimiento y del

pleno empleo, de la exclusión social; hace que se haga cada vez más difícil el proceso de independización

económica, política social y cultural. Para que se pueda lograr la tan anhelada modernización en los

términos requeridos, y un progresismo liberal en todos los aspectos, es necesario el ejercicio de la

democracia.

También podría gustarte