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La escritura no es necesaria para tener cultura, pero permite conocer otras culturas y estar mejor informado sobre noticias. Las sociedades tradicionales usan la tradición oral y convivencia directa para transmitir su propia cultura. Aunque la escritura plasma el lenguaje articulado de forma tangible, también puede llevarlo al olvido si los signos escritos dejan de ser importantes y quedan olvidados en archivos.
La escritura no es necesaria para tener cultura, pero permite conocer otras culturas y estar mejor informado sobre noticias. Las sociedades tradicionales usan la tradición oral y convivencia directa para transmitir su propia cultura. Aunque la escritura plasma el lenguaje articulado de forma tangible, también puede llevarlo al olvido si los signos escritos dejan de ser importantes y quedan olvidados en archivos.
La escritura no es necesaria para tener cultura, pero permite conocer otras culturas y estar mejor informado sobre noticias. Las sociedades tradicionales usan la tradición oral y convivencia directa para transmitir su propia cultura. Aunque la escritura plasma el lenguaje articulado de forma tangible, también puede llevarlo al olvido si los signos escritos dejan de ser importantes y quedan olvidados en archivos.
No es necesario ser una persona con estudios para tener cultura el
desconocimiento de la lectura y escritura no invalida la cultura del hombre, sin
embargo el dominio de la escritura aumenta las oportunidades de conocer culturas externas a la propia e informarse mejor sobre las noticias nacionales e internacionales.
Las sociedades tradicionales no necesitan la escritura para conocer su propia
cultura: usan la tradición oral, sumada de la convivencia directa con las costumbres. Luego de siglos y milenios la palabra, que empezó siendo sonidos vocalizados, se llevó a la escritura, siendo esta una extensión de las palabras en una presentación escrita.
La escritura establece el lenguaje articulado, lo plasma. Porque este, según cita el
libro de Adolfo Colombres “Nuevo manual del promotor cultural”, es por esencia fugitivo como el viento, es decir que la vocalización solo puede escucharse sin dejar una huella tangible de lo que se expresa. En este sentido, la escritura puede darle fuerza a las palabras y salvarlas del olvido en el tiempo, pero paradójicamente también puede llevarla a la decadencia y empujarla a el olvido, a medida que su recuerdo puede hacerse débil y quedan olvidadas en forma de simples signos sin importancia dentro de un archivo