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Pagar a través del móvil o de internet es una realidad, pero todavía no es un mercado
maduro.
Desde hace miles de años el ser humano ha tenido que realizar compras de bienes, de
servicios, de materiales o comida. Pero los billetes y monedas no siempre han sido como
hoy en día se conocen.
- EL TRUEQUE.
Las deficiencias que presentaba el trueque obligaron a las personas a escoger una
mercancía en especial, destinada a intervenir en el cambio y servir de patrón de
valores. Esto permitió a las comunidades cambiar sus bienes por monedas y con esta
moneda adquirir los bienes que deseaban.
Entre los pueblos cazadores las pieles constituyeron una mercancía apreciada por
todos. En los pueblos de pastores el ganado constituye la propiedad más estimada y
de más fácil transporte o desplazamiento, utilizaban como moneda al ganado.
Facilita la cotización que se hace de los bienes y servicios en términos de una sola
mercancía, permitiendo medir los valores.
No fue hasta el siglo V a. C., que los fenicios no usaron moneda en sus transacciones:
comenzaron a hacerlo en la fecha indicada coincidiendo con las Guerras Médicas (los
griegos se llamaban así mismos “medas”) entre Persia y Grecia.
Fue Alejandro Magno el primero que puso su efigie en una moneda, pues con
anterioridad a él los reyes se habían limitado a dejar constancia de su nombre.
Eran monedas mal troqueladas, hechas con métodos rudimentarios. Parece que la
primera máquina para acuñar moneda funcionó en París en 1553.
En cuanto a Europa, el primer uso de billetes fue en el siglo XVII, en que el banco de
Suecia lanzó a título provisional una serie de billetes en 1661.
Pero no fue hasta 1833 que tuvieron reconocimiento oficial como moneda legal. Los
primeros en merecer este honor fueron los avalados por el banco de Inglaterra.
• INTERROGANTES
¿Se convertirá el móvil en el medio preferido para pagar todas nuestras transacciones?