Involucramiento de la alta dirección y los empleados:

La alta dirección se vale de ella para enfocar al equipo a objetivos específicos,

impulsar la moral de los colaboradores al hacerlos saber que todos trabajan en la
misma línea, y fomentar la resolución de conflictos evitando los malos entendidos
y posibles rupturas en la comunicación.
Cuando hablamos de involucramiento del empleado, lo definimos como un
proceso participativo que usa la capacidad total de los empleados y está diseñada
para alentar un compromiso cada vez mayor, para el éxito de la Organización.
La lógica detrás de esto es que al involucrar a los empleados en algunas
decisiones y al incrementar su autonomía y control sobre sus vidas laborales, los
empleados se sentirán más motivados, más comprometidos con la Organización,
serán más productivos y estarán más satisfechos en sus trabajos.

Enfoque hacia la calidad:

Se trata de un enfoque sistemático para mejorar la calidad de lo que se produce,
desde el diseño hasta la entrega al cliente. Esto se puede lograr mediante el uso
de herramientas y técnicas de gestión de la calidad, como el control de calidad, la
planificación de calidad y la gestión de las devoluciones.

Enfoque hacia el cliente:

Las empresas de clase mundial de hoy son las que logran establecer con
solidez los enfoques al cliente como principal ventaja en la gestión y por tanto
conocen cómo piensan sus clientes, qué esperan de ella y cómo las ven, gracias a
que dedican esfuerzos para estudiar las percepciones y expectativas de estos.

Operaciones eficientes de producción:

La empresa maximiza la producción de bienes o servicios, utilizando la menor
cantidad de recursos posibles; este tipo de modalidad se caracteriza por emplear
una cantidad mínima de recursos para llegar a los objetivos deseados de la
empresa.

Desarrollo de tecnología:
Esta empresas tienen la creación de nuevas tecnologías o la mejora de
tecnologías existentes para resolver un problema o necesidad específica en tu
empresa.