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- EL DOMICILIO
1.1.- Definición:

El domicilio es un derecho fundamental de la persona, protege su privacidad,

intimidad y la de su familia, lugar real de su residencia, previstos en el Art. 2
inciso 9 de la Constitución Política del Perú. Es la ubicación legal de una
persona natural y jurídica; se entiende como un lazo o vínculo jurídico que une
al hombre con determinado lugar donde desarrolla su actividad habitualmente y
el derecho ante la necesidad de situar a la persona de manera permanente. Es
decir, es el estado territorial que toda persona debe tener para poder cumplir
con sus deberes y obligaciones y ejercer sus derechos (Díaz de León, 2008,
pp.1-2).

Coello de Portugal, (2018) menciona, que la residencia es privado, es donde

comienza a aprender poco después de nacer, donde una persona natural crece
y desarrolla muchos aspectos de su personalidad, donde domina el proceso de
aprendizaje y suele ejercer varios derechos básicos, se convierte en la sede de
las relaciones jurídicas de una persona (pp. 68-69).

Es el lugar designado por la ley como domicilio o sede de una persona y

utilizado para producir efectos jurídicos. Es decir, es la ubicación del territorio
que toda persona debe tener para cumplir con sus deberes y responsabilidades
y ejercer sus derechos. Nadie puede registrar domicilios, sólo jueces
competentes. La Constitución establece que el domicilio de las personas es
inviolable.

1.2. Importancia de acuerdo al Código Civil Art. 33: El domicilio se

constituye por la residencia habitual de la persona en un
lugar.

El domicilio tiene una gran importancia, porque es la constancia de estar en un

domicilio, consiste en la residencia permanente de la persona, les permite
realizar legalmente las relaciones jurídicas con los terceros y el cumplimiento
de sus obligaciones o el reclamo de sus derechos, en un determinado lugar del
territorio. En este artículo, es necesario aclarar que estamos hablando de
domicilio civil, que es el domicilio para todos los efectos de la vida cotidiana y
privada de la persona.

1.3. Para una mejor comprensión, citaremos a algunos doctrinarios:

“La persona, en su vida de relación jurídica necesita ser ubicada en un lugar

del espacio. El domicilio es el asiento jurídico de la persona, su sede legal, el
territorio donde se le encuentra para imputar (atribuir) posiciones jurídicas, con
derechos o deberes” (Carlos Fernández Sessarego).
“La residencia es un dato de hecho, de carácter sociológico, verificable
objetivamente: es el lugar donde una persona vive usualmente, sola o con su
familia de ser el caso” (Marcial Rubio).

“Basta con constatar, verificar en qué lugar reside, vive habitualmente una
persona, dónde pernocta generalmente, dónde comparte con los suyos un
espacio de vida familiar, dónde tiene sus cosas de uso personal y diario”
(Víctor Guevara Pezo).

Cifuentes, Carlos, señala que, "El domicilio, por sus efectos, se identifica con
la vida jurídica de la persona y tal personalizada con condición de presencia,
puesto que legalmente responde a un aspecto de su modo de ser en el
derecho en función de la relación jurídica" (Álvarez Villararay, 1953, pp. 552-
553).
Los doctrinarios se encargan de hacer un análisis, en lo que se refiere al
domicilio de las personas naturales y jurídicas, de cómo se constituye, sus
características, clases o tipos y utilidad, a fin de aclarar doctrinariamente lo que
la legislación no ha considerado pertinente desarrollar.

En el domicilio se puede realizar legalmente las relaciones jurídicas con

los terceros, les permite ubicarlos para el cumplimiento de sus
obligaciones o reclamos de sus derechos, en un determinado lugar del
territorio. Se relaciona con lo económico y jurídico, es donde los pueden
encontrar los demás, para hacer negocios como compra y venta. Así
mismo cualquier administración pública, juzgado o tribunal, empresas o
personas que tengan algún tipo de correspondencia les pueden hacer
saber a su domicilio donde tienen que dirigirse, con notificaciones,
estados de cuenta, recibos de pago de los servicios básicos, cartas,
invitaciones, etc. Tienen que estar seguros de que recibieron su
correspondencia o, si no la recibieron, pueden demostrar que han
intentado ponerse en contacto de manera adecuada.