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INDICE

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CAPITULO 1 FEMINICIDIO..................................................................................5
1.1. Feminicidio(concepto).................................................................................5
1.2. Antecedentes del feminicidio.......................................................................8
TRABAJO DE INVESTIGACION
1.3. ¿Feminicidio o Femicidio?.........................................................................11
1.4. Homicidio y Feminicidio............................................................................13
1.5. Tipos de feminicidios.................................................................................15
“FEMINICIDIO”
CAPITULO II EL DELITO DE FEMINICIDIO......................................................17
2.1. Por qué lo consideramos feminicidio y no homicidio....................................17
2.2. Discriminación..............................................................................................18
2.3. ¿Son necesarias las marchas?....................................................................21
2.4. Leyes contra el feminicidio enLICENCIATURA EN DERECHO
México.........................................................24
2.5. Raíces profundas de la violación feminicida................................................30
CAPITULO III DUELES MEXICO........................................................................31
3.1 Tasa de Feminicidios en México...................................................................31
3°. CUATRIMESTRE.

PRESENTA RUTH AMERICA SOLANO HERNÁNDEZ


PARA ACREDITAR LA MATERIA DE PRACTICA DE LA
INVESTIGACION
(RODRIGO, 2017) (Vásquez, 2009)

(Isabel, 2020)

(union, 2019)

(JESUS, 2007)

(México, 2019)
INTRODUCCION

El femicidio es uno de los temas más preocupantes que enfrenta México en la actualidad, no
sólo en cuanto a cantidad de hechos, sino también en la forma cada vez más aberrante en
que se producen. En México los índices de mortalidad de mujeres en manos de hombres van
creciendo día a día, lo vemos a diario por los medios de comunicación, redes sociales, donde
una mujer es asesinada cada 30 horas. Esta problemática social data de muchos años atrás.
Si bien sabemos que la muerte violenta de las mujeres por razones de género, es tipificada
en nuestro sistema penal como feminicidio, es la forma más extrema de violencia contra la
mujer.
“Es sabido que quién comete el delito de feminicidio es quien priva de la vida a una mujer por
razones de género. Se considera que existen razones de género cuando concurra alguna de
las siguientes circunstancias:
 La victima presente signos de violencia sexual de cualquier tipo;
 A la víctima se le hayan infligido lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes,
previas o posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia;
 Existan antecedentes o datos de cualquier tipo de violencia en el ámbito familiar,
laboral o escolar, del sujeto activo en contra de la víctima;
 Haya existido entre el activo y la victima una relación sentimental, afectiva o de
confianza;
 Existan datos que establezcan que hubo amenazas relacionadas con el hecho
delictuoso, acoso o lesiones del sujeto activo en contra de la víctima;
 La victima haya sido incomunicada, cualquiera que sea el tiempo previo a la privación
de la vida;
 El cuerpo de la víctima sea expuesto o exhibido en un lugar público.”
Es por hecho que comúnmente los asesinatos que se cometen contra las mujeres no son
investigados tomando en consideración que podrían tratarse de feminicidios. Por esta razón,
el Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas de mujeres
por razones de género recomienda que todas las muertes violentas de mujeres que en
principio parecerían haber sido causadas por motivos criminales, suicidio y
accidentes, deben analizarse con perspectiva de género, para poder determinar si hubo o
no razones de género en la causa de la muerte y para poder confirmar o descartar el motivo
de ésta.
El hecho de dar una denominación específica a la figura legal denota la importancia de la
figura y es el puntapié inicial para visibilizar el tema como una problemática que necesita ser
abordado, para comprender sus causas, dimensiones y efectos. La lucha por la igualdad que
han tenido las mujeres demuestra la poca importancia y la subestimación del género
masculino hacia las mujeres. Es así que a pesar de los años de lucha en búsqueda del
reconocimiento de las mujeres como seres capaces de elegir y decidir se ve truncado por las
agresiones y maltratos que ellas reciben, considerándolas a pesar de todos sus logros como
seres inferiores e incapaces. De esta manera, los hombres hacen prevalecer su posición
dominante.
El feminicidio en México se ha convertido en práctica común, las cifras superan cualquier
expectativa. Ante la indiferencia del gobierno y el pésimo manejo de las autoridades, es
cruelmente normal que mueran mujeres violadas, secuestrada, lapidadas, estranguladas, a
manos de asaltantes, violadores, familiares, incluso de sus esposos o parejas sentimentales.
El problema no sólo ocurre en las clases más necesitadas del país.
Es por mucho, un recuento de nota roja, es un llamado para atender con leyes efectivas los
actos criminales y, sobre todo, una respuesta humana y conmovedora a este creciente
problema social.
CAPITULO 1 FEMINICIDIO
1.1. Feminicidio(concepto).

El concepto de feminicidio está apenas en construcción. Sin embargo, es claro que enmarca
una serie de fenómenos que inician en la violencia sistemática dada en la violación a la
dignidad, libertad e igualdad de la mujer, pasando por el silencio de la víctima, generado este
último, por los actos de control y sometimiento encuadrados en discriminación. Cuando la
víctima reacciona, comienza a hablar, a exigir sus derechos, y denunciar su maltrato y se
pasa a una segunda etapa en donde se reactiva la violencia. Es la fase de reincidencia y
termina el ciclo con el fin de la existencia de la mujer.
Para algunas mujeres, la violencia la comienzan ejerciendo sus padres, seguidos de sus
novios, luego por sus esposos y hasta sus propios hijos, siendo víctimas en ocasiones de
conocidos y amigos. Es probable que las víctimas eleven su queja ante madres y amigas y
que éstas comiencen el manto de impunidad con expresiones como: “es que usted lo
provoca”, “es su marido”, “para qué se casó”, entre otras. Tales expresiones dan inicio a la
fase de ejecución del fallecimiento de la mujer.
La violencia contra la mujer hasta su muerte y el padecimiento de la violencia de género en la
mayoría de casos emprende una primera fase conocida como la etapa de adaptación hacia
las situaciones de agresividad en su contra. En ésta, se hace cada vez mayor la habilidad de
la víctima para afrontar los estímulos adversos y minimizar el dolor (por lo menos
exteriormente y de manera consiente), tornándose imprecisa y desorientada, llegando a
renunciar a su propia identidad y atribuyendo al victimario aspectos positivos que la ayudan a
negar la realidad. Además, la mujer va perdiendo el sentido propio de su vida y deja que sea
el agresor quien se lo dé. En este punto, el victimario tiende a generar un aislamiento de la
víctima, para desarrollar definitivamente su poder sobre ella.
El femicidio también representa el extremo de un continuo de terror antifemenino que incluye
una amplia variedad de abusos verbales y físicos, tales como violación, tortura, esclavitud
sexual (particularmente por prostitución), abuso sexual infantil incestuoso o extrafamiliar,
golpizas físicas y emocionales, acoso sexual (por teléfono, en las calles, en la oficina, y en el
aula), mutilación genital (escisión, infibulaciones), operaciones ginecológicas innecesarias
(histerectomías gratuitas), heterosexualidad forzada, esterilización forzada, maternidad
forzada (por la criminalización de la contracepción y del aborto), psicocirugía, negación de
comida para mujeres en algunas culturas, cirugía plástica, y otras mutilaciones en nombre
del embellecimiento. Siempre que estas formas de terrorismo resultan en muerte, ellas se
transforman en femicidios.
En desarrollo de estos conceptos, la investigadora mexicana Marcela Lagarde acuñó el
término “feminicidio”, y lo definió como el acto de matar a una mujer sólo por el hecho de su
pertenencia al sexo femenino pero confirió a ese concepto un significado político con el
propósito de denunciar la falta de respuesta del Estado en esos casos y el incumplimiento de
sus obligaciones internacionales de garantía, incluso el deber de investigar y de sancionar.
De acuerdo al Modelo de protocolo latinoamericano de investigación de las muertes violentas
de mujeres por razones de género3, el femicidio / feminicidio se entiende como la muerte
violenta de mujeres por razones de género, ya sea que tenga lugar dentro de la familia,
unidad doméstica o en cualquier otra relación interpersonal, en la comunidad, por parte de
cualquier persona, o que sea perpetrada o tolerada por el Estado y sus agentes, por acción u
omisión
De acuerdo a datos de la CEPAL, en 2016 se registraron 1831 casos de femicidio/feminicidio
en 16 países de América Latina y el Caribe, mientras que en 2015 se registraron 1661. Entre
los años 2010 y 2014 se registraron cada año cerca de 1000 feminicidios/femicidios.
Sin embargo, estos datos no reflejan las cifras de algunos países de la región como Brasil,
Colombia o México que registran un elevado número de casos de femicidio/feminicidio, por lo
que las dimensiones son mucho mayores. A esto debe sumarse el subregistro de los casos
que no son adecuadamente tipificados como femicidios/feminicidios.
A nivel de Centroamérica, las dimensiones son especialmente devastadoras, donde 2 de
cada 3 mujeres asesinadas mueren por razón de su género
Si bien se han logrado avances legislativos con 16 países con leyes que tipifican el
feminicidio , se cuenta con mecanismos institucionales para el Adelanto de las Mujeres y
avances en materia legislativa que protegen los derechos de las víctimas y sobrevivientes de
violencia, esto no ha sido suficiente para garantizar la seguridad y protección de las mujeres
y las niñas latinoamericanas y caribeñas.

(RODRIGO, 2017) pág. 29/30

Hacen falta datos de calidad, recursos presupuestarios para la implementación de políticas


públicas, continuidad y coordinación en las políticas y planes nacionales, acceso a la justicia
con visión de cero impunidad, y un cambio en los patrones culturales patriarcales que
naturalizan la violencia contra las mujeres de la región.
ONU Mujeres reitera su compromiso de continuar trabajando junto a los gobiernos, la
sociedad civil, el poder judicial y las víctimas de violencia contra las mujeres para poner fin a
la violencia de género. ONU Mujeres expresa su condena a todas las violencias hacia
mujeres y niñas por razones de género y su solidaridad con las familias y amistades de las
mujeres que han sido asesinadas en nuestro continente.
Estas acciones requieren del esfuerzo de todos los sectores, y el llamado es urgente, pues la
muerte violenta de cada mujer es un paso atrás en el desarrollo de la región. Alto al
femicidio. ¡Ni una menos!
1

1
1 (RODRIGO, 2017) pág. 29/30
2 (Vásquez, 2009) pág. 26
3 (México, 2019)
1.2. Antecedentes del feminicidio.

Los grandes cambios sociale5 que ha vivido la capital del país en las décadas son de gran
relevancia para nuestra vida democrática la cual 5e ha reflejado en la promulgación de la
Constitución Política de la Ciudad de México. Es un referente trascendental que configuran el
andamiaje institucional y organizativo de la ciudad y que sin duda debe hacerse valer en toda
su dimensión. Asimismo esta Constitución reconoce los derechos fundamentales de las
mujeres, principalmente el de erradicar la discriminación, la desigualdad y toda forma de
violencia. Cabe destacar que en su Artículo 14 fracción B se establece que todas las
personas tienen derecho a la seguridad ciudadana y a vivir libre de amenazas generadas por
el ejercicio de la violencia y los delitos.
Las desigualdades hist6ricas que genera la discriminación hacia las mujeres son evidentes y
se transforman en relaciones opresoras de poder, abuso, misoginia, control y dominación
principal monte.
Estas conductas agresivas escalan y se reflejan en los tipos y expresiones de violencia; es
decir, la forma en que las mujeres son lastimadas, torturadas y asesinadas y la claridad del
abuso se hace evidente en ámbitos familiares, laborales e incluso docentes.
Pero para poder comprender el feminicidio es necesario hablar de género y de violencia
contra la mujer por razón de género. Hay que partir de conceptos tan básicos como sexo y
género; el primero como las diferencias físicas y biológicas entre hombres y mujeres, y el
segundo como una creación social. “La mujer no nace, se hace”.
Desdé niñas, se enseña a la persona cómo debe comportarse, qué debe hacer para ser
socialmente aceptada y qué se espera de ella. A las mujeres se les instruye que, por
naturaleza, deben ser dulces, tiernas, maternales; en tanto que la actitud que debe tomar en
la vida el varón es de fuerza, dureza, insensibilidad. El hombre protege, la mujer cuida.
El hombre puede tener relaciones sexuales de manera libre, con una o varias mujeres, exista
o no matrimonio de por medio. De la mujer se espera que permanezca virgen hasta el
matrimonio, casta y honesta durante toda la vida.
El hombre puede asistir a bares e ingerir bebidas alcohólicas libremente, la mujer no. El
hombre manda, la mujer obedece; el hombre grita, la mujer calla. El hombre está destinado a
la vida pública, la mujer a la casa y los hijos. Esas enseñanzas, transmitidas de una
generación a otra a través de la cultura, la escuela, la educación que se recibe en casa y,
más recientemente y de manera intensa, por los medios de comunicación, por mencionar
algunos, van creando una serie de estereotipos y prejuicios que se naturalizan y aceptan
como verdaderos. Prejuicios y estereotipos que crean.
Diferencias desfavorables para la mujer y la subordinan en su relación con el hombre. Si la
conducta esperada varía, surge la necesidad instintiva de hacer algo para que todo regrese a
ser de la forma como se nos dijo era correcto. Para ello, desde siempre, el hombre pudo
disciplinar a la mujer haciendo uso de la violencia o, incluso, disponiendo de su vida. De esto
hay múltiples ejemplos en la historia; los que se reprodujeron en la ley2 y jurisprudencia. La
historia incluye la de la antigua Roma y Grecia, en donde las mujeres eran consideradas
propiedad privada de los hombres. Esto no mejoró en el Estado moderno; durante los siglos
XVII y XIX no se les consideró ciudadanas ni se les reconocieron derechos. En la vida
pública, correspondía al Estado el poder de sancionar a quienes transgredían el orden social.
Dentro del hogar, ese derecho era del padre-esposo-hijo. Desde siempre la mujer luchó por
que le fuera reconocida su calidad como persona;4 a partir del siglo XIX, y en especial
después de la Segunda Guerra Mundial, esa lucha se intensifica. La gran guerra provocó que
el hombre fuera suplido en el trabajo por la mujer. Con ello, el comportamiento femenino se
modificó.
Fue ganando un lugar en la sociedad, salió de la vida privada a la que estaba confinada y se
desarrolló en la pública con éxito.
Cambió su comportamiento sexual y exigió la misma libertad que se daba al hombre.
Demostró que su naturaleza no es necesariamente maternal y que podía seguir su vida sin la
necesidad de tener hijos.
Esos cambios no vinieron aparejados con un cambio cultural. Finalmente, a todos y todas se
nos habían enseñado cosas diversas, y para aprender algo nuevo se requiere desaprender,
sin que hubiera intención de hacerlo. En la casa, la escuela, y los medios de comunicación
se seguían, y siguen, reproduciendo los modelos que supeditaban a la mujer frente al
hombre.
En 1997, como consecuencia principalmente de una fuerte presión económica externa sobre
el gobierno, sin descartar la que las mujeres hacían de manera interna, se hace una serie de
cambios en la legislación con la finalidad de proteger a la mujer. Entre otros, se modifica la
legislación para incluir como causal de divorcio la violencia familiar, se tipifica esa misma
conducta y se incluye un párrafo en el Código Penal Federal y para el Distrito Federal en lo
relativo a violación.
En diciembre de 1997 se adicionó, bajó el número 265 bis, un artículo al Código Penal
Federal y entonces también para la cuidad de México en el que se precisaba que la violación
sería perseguible por querella cuando se diera entre personas unidas por matrimonio o
concubinato. Con esto, sin decirlo, el legislador hacía evidente que la violación ya no sería
tolerada dentro del matrimonio, como tradicionalmente lo había sido.
A pesar de esto, y de manera general, los cambios legislativos que se hicieron fueron tibios;
el incluir la violencia familiar como causal de divorcio no fue suficiente para terminar con ésta.
El delito con el mismo nombre se tipificó de manera neutra,9 lo que, más que proteger a la
mujer, la colocó en riesgo. En mi calidad de jueza de paz en el entonces Distrito Federal me
tocó conocer de asuntos en el que el hombre era quien denunciaba.
El motivo era la “violencia” que él decía se ejercía en su contra por la esposa o concubina,
quien no lo obedecía de manera inmediata, no tenía la comida a tiempo, le contestaba,
quería salir a trabajar y situaciones similares. Para que la norma surta efectos entre la
población se requiere que vaya acompañada de un cambio cultural que se acepte e
interiorice el bien jurídico tutelado, sólo así la norma penal podrá lograr su papel de
prevención. Situación que fue resaltada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en el caso González y otras vs. México.
En nuestro país, en esa ocasión, se modificó la ley, sin que esto se acompañara de políticas
públicas que cambiaran la percepción de que los derechos de la mujer son distintos y
menores a los del hombre y, sobre todo, que la mujer no es propiedad del hombre.
Entre 1993 y 2006 causó alarma en México y el mundo entero el asesinato10 de más de 400
mujeres en Ciudad Juárez, municipio que en ese entonces tenía aproximadamente millón y
medio de habitantes. Ese evento convocó a activistas y académicas a su análisis, y se logró
resaltar la existencia de violencia contra la mujer, que llega al extremo de matarla por el
simple hecho de ser. En México destacan los estudios de Marcela Lagarde y de los Ríos y
Julia Estela Monárrez Fragoso. Marcela Lagarde y de los Ríos no limita su actuar a estudiar y
analizar el problema, sino que entre 2003 y 2006, en su calidad de diputada federal, impulsó
leyes que pretendían hacer un cambio efectivo. Fue así como se logró la Ley de Acceso de
las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, e incluso un proyecto para tipificar el feminicidio.
La Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, publicada el 1o. de febrero
de 2007, pretendía un cambio estructural en la sociedad. Por su parte, el proyecto para
tipificar el feminicidio quedó en eso. Sin embargo, ya estaban dadas las bases para que esto
se lograra. En 2011 se tipifica la conducta en Colima y en el entonces Distrito Federal ahora
cuidad de mexico. En la actualidad, prácticamente todas las entidades federativas lo
manejan, algunas como tipo autónomo y otras como calificativa.

(Marcela, 2010)

2
1 (Isabel, 2020) pág. 29/30
2 (Marcela, 2010) pág. 9
1.3. ¿Feminicidio o Femicidio?

Fue Marcela Lagarde y de los Ríos quien tradujo el término “femicide” a la lengua española,
a través de la locución “feminicidio” basándose en el castellano femicidio. “Preferí la voz
feminicidio y denominar así al conjunto de violaciones a los derechos humanos de las
mujeres que contienen los crímenes y las desapariciones de mujeres y que, estos fuesen
identificados como crímenes de lesa humanidad.”
“El concepto de feminicidio, fue utilizado por Marcela Lagarde para reiterar su carácter de
crimen de Estado. Un carácter derivado de la ausencia de programas estatales que
garanticen la libertad y la vida a las mujeres.” Al igual que la expresión femicide en
Norteamérica, el uso generalizado de las expresiones femicidio y feminicidio en
Latinoamérica se derivó de ciertos acontecimientos, los brutales asesinatos y desapariciones
de mujeres en el Estado de Chihuahua en México desde 1993, en especial en la ciudad de
Juárez. Estos casos han sido caracterizados, entre otros factores, por la grave negligencia
derivada de la impunidad en la reacción del sistema de justicia penal. A ello sumado al
incremento en los últimos años y la brutalidad en los homicidios de las mujeres en países
como Guatemala y el Salvador, también en contextos de alta impunidad y violencia.
En 2014, el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) incluyó en su 23ª edición
la palabra feminicidio, el cual definió como el “asesinato de una mujer por razón de su
sexo”.
El término feminicidio fue acuñado por la antropóloga mexicana Marcela Lagarde de los
Ríos, a partir de la palabra inglesa femicide.
Lagarde tradujo y reformuló el término inglés “femicide”, el cual fue utilizado por primera vez
en 1976 por Diana Russel en el Tribunal Internacional sobre los Crímenes contra la Mujer en
Bruselas.
Años más tarde, en 1992, Russel y Hill Radford revisaron el concepto “femicide” y lo
definieron como “el asesinato misógino de mujeres cometido por hombres”.
Antes de 2014, la Real Academia Española solo incluía en el diccionario la palabra
“femicidio”, como un término homólogo al “homicidio”; es decir, el significado de “femicidio” se
refería al asesinato de una mujer, sin considerar los componentes misóginos en el crimen.
En 2018, la RAE modificó la definición de feminicidios. En dicha actualización sí se
consideró el componente machista en el crimen.
Los términos ‘Femicidio’ y ‘Feminicidio’ están sonando en estos días como refiriéndose a lo
mismo, están siendo utilizados como términos homólogos,
indistintamente, como si fuesen sinónimos, sin embargo, ambos términos presentan distintos
matices.
Femicidio: Se denominan los asesinatos de mujeres considerándolos como homicidio, sin
destacar las relaciones de género, ni las acciones u omisiones del Estado.
Es decir, son los asesinatos contra niñas y mujeres que se sustentan en violencias que
acaecen en la comunidad y que no van dirigidas a las mujeres por ser mujeres,-
independientemente de que los hayan cometido hombres- pero tienen consecuencias
irremediables para ellas, y que deben ser tomados en consideración para efectos de
prevención y erradicación de la violencia comunitaria.
Feminicidio: Se consideran los asesinatos de mujeres por su condición de género, es decir
tomando en cuenta las relaciones de poder y se vincula con la participación del Estado por
acción u omisión, derivado de la impunidad existente.
El feminicidio es sistémico, es el asesinato de una niña/mujer cometido por un hombre,
donde se encuentran todos los elementos de la relación inequitativa entre los sexos: la
superioridad genérica del hombre frente a la subordinación genérica de la mujer, la
misoginia, el control y el sexismo. No sólo se asesina el cuerpo biológico de la mujer, se
asesina también lo que ha significado la construcción cultural de su cuerpo, con la pasividad
y la tolerancia de un Estado masculinizado.

(Inés, 2012)

3
1 (Inés, 2012) pág. 84
1.4. Homicidio y Feminicidio

El femicidio es el término femenino para homicidio, o sea, es el asesinato de una


mujer, un homicidio que especifica el sexo de la víctima. En cambio, feminicidio, es el
concepto que define que esa mujer fue asesinada por el simple hecho de ser mujer. Es un
concepto que hace referencia a una construcción social de la culminación de la violencia
contra las mujeres, a un crimen de estado, a la tolerancia de la violencia de género, a la
impunidad que conlleva asesinar mujeres solo por su género ya que unas de sus
características es la falta de esclarecimiento y castigo a los culpables.

Diferencias entre homicidio y feminicidio

Elemento Homicidio Feminicidio

Múltiple (vida, dignidad,


Bien jurídico Único (vida)
integridad)

Complejo (se configura con


Instantáneo (se configura cuando la conductas de odio anteriores o
Tiempo
víctima muere) posteriores a la muerte de la
víctima)

Víctima Cualquier persona Persona del género femenino

Se agrava cuando se utilizan ciertos


La razón de género no es un
Medios medios comisivos (veneno, alevosía,
medio comisivo, ni una
comisivos etc.) o circunstancias (premeditación,
circunstancia.
etc.)

Subjetividad Puede ser doloso o culposo. Solo puede ser doloso

La diferencia entre homicidio y feminicidio es importante. El primero es definido así en el


artículo 302 del Código Penal Federal: "Comete el delito de homicidio: el que priva de la
vida a otro". El Código agrega además, en el artículo 307, que "Al responsable de cualquier
homicidio simple intencional que no tenga prevista una sanción especial en este Código,
se le impondrán de doce a veinticuatro años de prisión".
El feminicidio, por su parte, tiene implicaciones más complejas. En 2012, se incorporó el
delito de feminicidio al Código Penal Federal en el artículo 325, según el cual "Comete el
delito de feminicidio quien prive de la vida a una mujer por razones de género". La pena
actual para este delito es de 40 a 60 años de prisión y de 500 a mil días multa.
El asesinato de una mujer se considera como feminicidio, según el Código Penal, cuando se
incurre en alguna de las siguientes particularidades de género:4

4
1 (union, 2019) pág. 110
 La víctima presenta signos de violencia sexual.
 A la víctima se le infligieron lesiones o mutilaciones infamantes o degradantes, previas o
posteriores a la privación de la vida o actos de necrofilia.
 Existen antecedentes de violencia familiar, laboral o escolar del señalado en contra de la
víctima.
 La persona tuvo una relación sentimental, afectiva o de confianza con el supuesto
feminicida.
 Que se hayan presentado amenazas relacionadas con el delito, lesiones o acoso del
acusado contra la víctima.
 Que la afectada haya sido incomunicada previo al delito.
 El cuerpo fue expuesto o exhibido en un lugar público.
"El servidor público que retarde o entorpezca maliciosamente o por negligencia la
procuración o administración de justicia se le impondrá pena de prisión de tres a ocho años y
de quinientos a mil quinientos días multa, además será destituido e inhabilitado de tres a diez
años para desempeñar otro empleo, cargo o comisión públicos", destaca el Código Penal.

1.5. Tipos de feminicidios.


A partir de estudios realizados por Julia Monárrez y Patricia Olamendi, los feminicidios se
pueden clasificar de la siguiente manera, a partir de las circunstancias y modus operandi:

 Íntimo: Es la muerte de una mujer cometida por un hombre con quien la víctima tenía
o había tenido una relación o vinculo íntimo: marido, exmarido, compañero, novio,
exnovio o amante, persona con quien se procreó un niño o una niña. Se incluye el
supuesto del amigo que asesina a una mujer —amiga o conocida— que rechazó
entablar una relación íntima (sentimental o sexual) con esta.
 No íntimo. Es la muerte de una mujer cometida por un hombre desconocido con quien
la víctima no tenía ningún tipo de relación. Por ejemplo, una agresión sexual que
culmina en el asesinato de una mujer a manos de un extraño. También se considera el
caso del vecino que mata a su vecina sin que existiera entre ambos algún tipo de
relación o vinculo.
 Infantil. Es la muerte de una niña menor de edad cometida por un hombre en el
contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder que le otorga su
situación adulta sobre la minoría de edad de la niña.
 Familiar. Es la muerte de una mujer en el contexto de una relación de parentesco
entre la víctima y el victimario. El parentesco puede ser por consanguinidad, afinidad o
adopción.
 Por conexión. Hace referencia al caso de la muerte de una mujer “en la línea de
fuego” por parte de un hombre en el mismo lugar en el que mata o intenta matar a otra
mujer. Puede tratarse de una amiga, una pariente de la víctima, madre, hija, o de una
mujer extraña que se encontraba en el mismo escenario donde el victimario atacó a la
víctima.
 Sexual sistémico desorganizado. La muerte de las mujeres está acompañada por el
secuestro, la tortura y/o la violación. Se presume que los sujetos activos matan a la
víctima en un periodo determinado.
 Sexual sistémico organizado. Se presume que en estos casos los sujetos activos
pueden actuar como una red organizada de feminicidas sexuales, con un método
consciente y planificado en un largo e indeterminado periodo.
 Por prostitución o por ocupaciones estigmatizadas. Es la muerte de una mujer que
ejerce la prostitución y/u otra ocupación cometida por uno o varios hombres. Incluye
los casos en los que el victimario (o los victimarios) asesina a la mujer motivado por el
odio y la misoginia que despierta en este la condición de prostituta de la víctima.

 Por trata. Es la muerte de mujeres producida en una situación de trata de personas.


Por “trata” se entiende la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción
de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de
coacción, ya sean rapto, fraude, engaño, abuso de poder o la concesión o recepción
de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de la o las personas con fines
de explotación. Esta explotación incluye, como mínimo, la prostitución ajena u otras
formas de explotación sexual, los trabajos forzados o servicios forzados, la esclavitud
o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
 sea Por tráfico. Es la muerte de mujeres producida en una situación de tráfico de
migrantes. Por tráfico se entiende la facilitación de la entrada ilegal de una persona en
un Estado del cual dicha persona no nacional o residente permanente, con el fin de
obtener directa o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden
material.
 Transfóbico. Es la muerte de una mujer transgénero o transexual y en la que el
victimario (o los victimarios) la mata por su condición o identidad de género transexual,
por odio o rechazo de la misma.
 Lesbofóbicos. Es la muerte de una mujer lesbiana en la que el victimario (o los
victimarios) la mata por su orientación sexual, por el odio o rechazo de la misma.
 Racista. Es la muerte de una mujer por odio o rechazo hacia su origen étnico, racial o
sus rasgos fenotípicos.
 Por mutilación genital femenina. Es la muerte de una niña o mujer a consecuencia de
una práctica de mutilación genital.

CAPITULO II EL DELITO DE FEMINICIDIO


2.1. Por qué lo consideramos feminicidio y no homicidio
Como bien lo sabemos no podemos catalogar todos los delito sobre la privación de la
vida hacia una mujer como feminicidio. Ya que bien sabemos que para que al delito se le
llame feminicidio debe de ser la privación de la vida de una mujer por el simple hecho de
pertenecer al género femenino.
Como vemos día a día, en los noticieros, redes sociales, periódicos, notas que mencionan la
palabra “homicidio” y también seguro has escuchado el término “feminicidio” pero, ¿cuál es la
diferencia de considerarlo feminicidio a homicidio?
Primero debemos saber el significado de homicidio y según el Código Penal Federal, el
homicidio en palabras simples “es cuando alguien le quita la vida a otra persona por distintos
motivos, incluso accidentalmente”, mientras que feminicidio es quitarle la vida a una mujer
por cuestiones de género, es decir, en su mayoría lo cometen hombres y es motivado por la
idea general de que él o los de su sexo son superiores a las mujeres, gracias al machismo
con el cual los han educado.
Por ejemplo, ha habido casos en donde un marido le quita la vida a su esposa porque ella
amenazó con dejarlo después de una vida de maltratos.
Esta información te la damos porque notamos que a veces se cree que cualquier mujer que
lamentablemente pierde la vida, se considera feminicidio pero no es así o, en otros casos, no
se les da la suficiente importancia porque se comparan con los homicidios.
¿Sólo los hombres pueden cometer un feminicidio?
Y aquí tenemos que hacer dos aclaraciones: la primera es que el Código Penal no especifica
si un feminicidio solamente lo pueden cometer hombres, por lo que otra mujer podría ser
juzgada bajo este delito.
La segunda, que los asesinatos de mujeres bajo ciertas circunstancias sean tipificados como
feminicidio, no quiere decir que la violencia contra los hombres no exista, no importe o que
no haya muchos casos de homicidios, nada de eso.
Sin embargo, las razones por las que 229 mujeres fueron asesinadas durante el primer
trimestre del 2022 tuvieron origen en su género, es decir, únicamente por el hecho de ser
mujeres. Por lo tanto, si una persona priva de la vida a una mujer durante un asalto, NO sería
considerado un feminicidio; si por el contrario, fue su novio el que lo hizo y cumplía con
alguno de los puntos anteriores, entonces sí entraría dentro de dicho delito.

2.2. Discriminación

La discriminación, si bien ha sido abordada desde la literatura feminista, al hablar sobre el


concepto del patriarcado y la no existencia de las mujeres en un mundo concebido por los
varones, desde la óptica de los derechos humanos inició por primera vez su tratamiento en la
Declaración Universal de Derechos Humanos.
Artículo 2 Toda persona tiene todos los derechos y libertades, sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o
social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición.
Artículo 7 Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de
la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta
Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. Lamentablemente esta
Declaración no fue suficiente para provocar los grandes cambios legislativos que se
esperaban en el campo de los derechos humanos.
Mas adelante el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos en los años sesenta
retomó la igualdad entre los hombres y las mujeres tanto en el preámbulo “ conforme a los
principios enunciados en la Carta de las Naciones Unidas, la libertad, la justicia y la paz en el
mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad inherente a todos los miembros de la
familia humana y de sus derechos iguales e inalienables, además de reconocerlo en su
disposición tercera en la que indica que “Los Estados Parte en el presente Pacto se
comprometen a garantizar a hombres y mujeres la igualdad en el goce de todos los derechos
civiles y políticos”. No obstante este reconocimiento, la igualdad formal señalada tampoco
impactó en las Constituciones de los Estados Parte en la manera en que se esperaba. Hay
que recordar que en México la igualdad formal se logró con un cambio legislativo en 1974,
como un gesto de México a la primera Conferencia Mundial de la Mujer que tuvo lugar en la
Ciudad de México en el año de 1975. El principio de igualdad formal en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, permaneció por muchos años sin que modificara
la condición de la mujer ni la política pública imperante, igualmente sucedió en otros países
en el mundo. Por ello se tenía la preocupación y los consensos necesarios para construir la
CEDAW, con la idea de contar con una carta de derechos de las mujeres que orientaran a
las legislaciones de los Estados y la acción de los gobiernos hacia la igualdad.
Es así que la CEDAW inició el proceso de elaboración una vez pasada la primera
Conferencia Mundial de la Mujer en el año 1975, y concluyó con su aprobación el 18 de
diciembre de 1979. Es importante destacar que la CEDAW no pudo abordar los temas
amplios de violencia contra las mujeres, sino los concernientes a la discriminación.
Únicamente incorporó la prohibición de la explotación sexual y la trata en el artículo 6 “Los
Estados Parte tomarán las medidas apropiadas, incluso de carácter legislativo, para suprimir
todas las formas de trata de mujeres y explotación de la prostitución de la mujer.” Lo anterior
era evidente dado que reflejaba la opinión de que la violencia contra las mujeres era parte de
lo cotidiano y de la vida en pareja o esfera privada, de hecho en México era común utilizar la
frase “la ropa sucia se lava en casa”. La CEDAW entró en vigor el 3 de septiembre de 1981,
con la ratificación de 20 países y en 2012 había 187 países que habían ratificado la CEDAW.
Particularmente esta Convención, aunque logró la ratificación para entrar en vigor, acumuló
un gran número de reservas a diversos artículos, sobre todo lo relativo a la igualdad en el
matrimonio. Hoy en día la CEDAW es la Convención más ratificada en el mundo.
La CEDAW además establece la obligación de los Estados de actuar frente a la violencia
contra las mujeres, considerando la como una violación a derechos humanos y señala: “Ante
las violaciones de los derechos humanos, los Estados tienen el deber de actuar con la debida
diligencia; una responsabilidad que incluye la prevención, investigación, sanción y
compensación9 ”. Insistiendo que los actos de violencia contra las mujeres son acciones
graves de discriminación y la forma más generalizada de violación de los derechos humanos.
Es importante tomar en cuenta estos párrafos de la Recomendación General No.19 ya que
nos explican el vínculo entre la discriminación y la violencia, lo que nos permite reconocer
que la violencia de género ha sido provocada por factores sociales y culturales que
consideran a las mujeres como inferiores a través de la historia, así como la responsabilidad
del Estado para prevenirla y erradicarla.
Por otro lado y como consecuencia de dos declaraciones de la OEA sobre violencia contra
las mujeres y el trabajo realizado por organizaciones de mujeres en la región, en el año de
1992 la Organización de Estados Americanos OEA, acordó construir la primera Convención
contra la violencia hacia las mujeres, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar
y Erradicar la Violencia en Contra de la Mujer (Convención de Belém do Pará)11 en la que se
destaca que la violencia contra las mujeres es una ofensa a la dignidad humana y una
manifestación de las relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y
hombres, y que ésta trasciende a todos los sectores de la sociedad independientemente de
su clase, raza o grupo étnico, nivel de ingresos, cultural, nivel educacional, edad o religión y
afecta negativamente sus propias bases por lo que la erradicación de la violencia en contra
de las mujeres, es condición indispensable para su desarrollo individual y social y su plena e
igualitaria participación en todas las esferas de la vida.
Muchas mujeres sobrevivientes, sufren mucha discriminación por parte de la sociedad y
hasta por parte de su propia familia. Esto ocasiones que otras mujeres que están sufriendo
violencia no levanten la voz, que no pidan ayuda por el miedo de que no les crean, que no
las apoyen, que les den la espalda.
Debemos empezar a tener cambios como sociedad y como familia para que muchas cosas
en el país mejoren
Debemos apoyarnos entre mujeres y no juzgarnos, criticarnos, humillarnos, en algún
momento de nuestras vidas podemos estar en los zapatos de la otra o tener a un ser querido
en los mismos zapatos de la chica ala que estamos juzgando, discriminando sin ni siquiera
conocer su historia, sin ni siquiera conocer por lo que está pasando.
Debemos tener más empatía, ser más solidarios.
2.3. ¿Son necesarias las marchas?

Si bien sabemos que, las protestas feministas de estos últimos años se han intensificado. El
país ha sufrido una ola de violencia e impunidad en contra de las mujeres, que hace que
ellas no dejen de luchar día a día para que esto termine. Y a pesar de las marchas que
hemos vivido se ha podido hacer un mejor control con los casos de feminicidio.
Si bien el feminismo es un movimiento social en el que su lucha tiene un solo objetivo:
la igualdad de derechos con los hombres.
Lo forman muchas mujeres organizadas que pretenden hacer un cambio en la sociedad,
cambiar ese orden establecido que por muchos años ha causado violencia hacia las mujeres
de cualquier tipo.
Si bien los derechos de las mujeres han cambiado y mejorado con el paso del tiempo,
también ha sido el modo de protestarlos. Podemos ver el ejemplo de las “sufragistas” en
Reino Unido, que a principios del siglo XX, hicieron protestas para que el derecho al voto
fuera para todas las mujeres y no sólo para quienes tuvieran propiedades, se fueron
intensificando porque muchas de ellas eran reprimidas, ocasionando que estas protestas se
volvieran más violentas, quemando cosas, rompiendo vidrios, incluso detonando una bomba.
Tras una ardua lucha de cerca de 10 años, el 6 de febrero de 1918 se aprobó que las
mujeres votaran. Pero en este movimiento también surgieron grupos en contra de este grupo
de mujeres organizadas, llamadas las “anti sufragistas”.
Como bien vimos en las últimas protestas de la Ciudad de México y recordando que el
gobierno de la misma ciudad ha hecho hincapié en que ninguna manifestación será
reprimida, éstas son cada vez más violentas. Se puede ver a las manifestantes, con el rostro
cubierto, pintando monumentos, dañando vidrios de diferentes negocios y edificios de
gobierno, la mayor parte de la población que se manifiestan haciendo destrozos a la cuidad
son las llamadas el plantón negro, su principal acción es levantar la voz con violencia ya que
las manifestaciones pacíficas no han funcionado recurren a la violencia para que sean
notadas y a pesar de que siempre tratan de que no pasen a mayores consecuencias sus
manifestaciones.
Y como bien se ha notado las manifestaciones del movimiento social feministas han servido
a lo largo de la historia para luchar por los derechos de las mujeres.
Pienso que la violencia no lleva a nada. Se podrá reponer un muro, se podrá reponer un
vidrio y se podrá apagar el fuego, pero una vida humana tiene más precio que todo esto. Si
ellas están luchando para que puedan tener derecho sobre su cuerpo, que sus vidas sean
protegidas y no más violencia hacia las mujeres ¿Por qué hacer lo mismo para protestar?
¿Es hacer un ojo por ojo para que podamos escucharlas? Este tipo de acciones solo hace
que la verdadera lucha de las mujeres por la igualdad de derechos solo pierda legitimidad y
con ello que se critique su modo de hacerlo.
Combatir la violencia con más violencia, no nos llevará a ningún lado. Si este
movimiento desea lograr algo, debe de cuidar a quienes sí aportan algo para esta
lucha, y no dañarla más.
#niunamenos
Como bien se vivió en la marcha que tuvo por nombre “Ni una menos” que partió de la
Victoria Alada, mejor conocida como Ángel de la Independencia, estuvo plagada de
consignas, gritos, exigencias como: “Si no luchamos juntas nos matan x separado”,
“Estoy indignada por todas mis hermanas asesinadas”, “No estamos todas, faltan las
asesinadas”, “Mujer ámate para la revolución”, “¿Cuántas más tienen que morir?”, “Si me
matan sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte”, “95% de los feminicidios en México
quedan impunes”, “Queremos caminar libres y volver sanas a casa”, “No más sangre
(mancha roja)”, “Ni sumisa, ni devota, te quiero linda y loca”, “Mujer no me gustas cuando
callas”, “Existo porque resisto”, “A palabras machistas, oídos violetas”, “Vivas nos queremos”,
“#No nos cuidan, nos violan”, “Somos el grito de las que ya no tienen voz”, “Vivir sin miedo es
nuestro derecho”, “Estado feminicida”, “Ni se perdona, ni se olvida”, “Nunca podrán
arrebatarnos la resistencia”, “Disculpen la molestia, pero nos están matando”, “Políticas sin
recurso, sólo es discurso”, “Yo decido cuándo, cómo y con quién”, “No nací mujer, para morir
por serlo”, “La revolución será feminista o no será”, y mi pregunta favorita ¿Cómo es que el
feminismo te incomoda más que los feminicidios?, entre otra más.
Todas las pancartas y las pintas nos hicieron clara referencia al contexto de violencia e
inseguridad que se vive en todo el país.
Y de acuerdo con Milenio, en lo que va del año 326 mujeres han sido víctimas de trata, 55 mil
de lesiones, 4 mil 543 de abuso sexual y mil 362 de acoso sexual. Por su parte, Animal
Político reporta que 2 mil 833 mujeres han sido asesinadas en México en el periodo que va
de enero a septiembre de 2019, de las cuales solo 726 se investigan como feminicidios, de
acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública
(SESNSP).
las mujeres se unan y alcen la voz ante un gobierno corrupto y mal organizado que no hace
nada por todas las hermanas desaparecidas.
Un claro ejemplo de las cosas buenas que han dejado las marchas es que en 2007 se creo
en México la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, la
cual tiene el objetivo de prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres, así
como los principios y modalidades para garantizar su acceso a una vida libre de violencia
que favorezca su desarrollo y bienestar conforme a los principios de igualdad y de no
discriminación.
Dicha ley tipificó cinco tipos de violencia:
 Física: todas aquellas lesiones internas, externas, o ambas, dirigidas al cuerpo de
la mujer por la fuerza física.
 Psicológica: cualquier acción que dañe la estabilidad psicológica o emocional,
como puede ser el abandono, insultos, humillaciones, etc.
 Patrimonial: acciones que afectan la supervivencia de las mujeres como destruir,
esconder o retener objetos y documentos personales, bienes y valores.
 Económica: limitar, controlar o retener el ingreso de las percepciones económicas
de la mujer.
 Sexual: Cualquier acto que degrada o daña el cuerpo y/o sexualidad de la mujer.

2.4. Leyes contra el feminicidio en México

El delito de feminicidio se sancionará conforme a lo dispuesto por la Ley General de Acceso


de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia. Artículo 248. Artículo 164 BIS. Comete el delito
de feminicidio y se sancionará con prisión de veinticinco a sesenta años, a quien por razones
de género prive de la vida a una mujer.
En la ley general de acceso en contra de las mujeres a una vida libre de violencia, en su
capítulo v del articulo 21 al 26, nos expresa la violencia feminicida y la alerta de violencia
hacia las mujeres.
ARTÍCULO 21. Violencia Feminicida: Es la forma extrema de violencia de género contra las
mujeres, producto de la violación de sus derechos humanos, en los ámbitos público y
privado, conformada por el conjunto de conductas misóginas que pueden conllevar
impunidad social y del Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte
violenta de mujeres.
ARTÍCULO 22. Alerta de violencia de género: Es el conjunto de acciones gubernamentales
de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida en un territorio determinado,
ya sea ejercida por individuos o por la propia comunidad.
ARTÍCULO 23. La alerta de violencia de género contra las mujeres tendrá como objetivo
fundamental garantizar la seguridad de las mismas, el cese de la violencia en su contra y
eliminar las desigualdades producidas por una legislación que agravia sus derechos
humanos, por lo que se deberá:
 Establecer un grupo interinstitucional y multidisciplinario con perspectiva de género
que dé el seguimiento respectivo;
 Implementar las acciones preventivas, de seguridad y justicia, para enfrentar y abatir
la violencia feminicida;
 Elaborar reportes especiales sobre la zona y el comportamiento de los indicadores de
la violencia contra las mujeres;
 Asignar los recursos presupuestales necesarios para hacer frente a la contingencia de
alerta de violencia de género contra las mujeres, y
 Hacer del conocimiento público el motivo de la alerta de violencia de género contra las
mujeres, y la zona territorial que abarcan las medidas a implementar.

ARTÍCULO 24. La declaratoria de alerta de violencia de género contra las mujeres, se


emitirá cuando:
 Los delitos del orden común contra la vida, la libertad, la integridad y la seguridad de
las mujeres, perturben la paz social en un territorio determinado y la sociedad así lo
reclame;
 Exista un agravio comparado que impida el ejercicio pleno de los derechos humanos
de las mujeres, y
 Los organismos de derechos humanos a nivel nacional o de las entidades federativas,
los organismos de la sociedad civil y/o los organismos internacionales, así lo soliciten.
ARTÍCULO 25. Corresponderá al gobierno federal a través de la Secretaría de Gobernación
declarar la alerta de violencia de género y notificará la declaratoria al Poder Ejecutivo de la
entidad federativa de que se trate.
ARTÍCULO 26. Ante la violencia feminicida, el Estado mexicano deberá resarcir el daño
conforme a los parámetros establecidos en el Derecho Internacional de los Derechos
Humanos y considerar como reparación:
 El derecho a la justicia pronta, expedita e imparcial: Se deben investigar las
violaciones a los derechos de las mujeres y sancionar a los responsables;
 La rehabilitación: Se debe garantizar la prestación de servicios jurídicos, médicos y
psicológicos especializados y gratuitos para la recuperación de las víctimas directas o
indirectas;
 La satisfacción: Son las medidas que buscan una reparación orientada a la prevención
de violaciones. Entre las medidas a adoptar se encuentran:
 La aceptación del Estado de su responsabilidad ante el daño causado y su
compromiso de repararlo;
 La investigación y sanción de los actos de autoridades omisas o negligentes que
llevaron la violación de los derechos humanos de las Víctimas a la impunidad;
 El diseño e instrumentación de políticas públicas que eviten la comisión de delitos
contra las mujeres, y
 La verificación de los hechos y la publicidad de la verdad.
También podemos observar en el capitulo I nos habla sobre la violencia en el ámbito familiar
del articulo 7 al 8, en los cuales nos dicen:
ARTÍCULO 7. Violencia familiar: Es el acto abusivo de poder u omisión intencional,
dirigido a dominar, someter, controlar, o agredir de manera física, verbal, psicológica,
patrimonial, económica y sexual a las mujeres, dentro o fuera del domicilio familiar, cuyo
Agresor tenga o haya tenido relación de parentesco por consanguinidad o afinidad, de
matrimonio, concubinato o mantengan o hayan mantenido una relación de hecho.
ARTÍCULO 8. Los modelos de atención, prevención y sanción que establezcan la
Federación, las entidades federativas, el Distrito Federal y los municipios, son el conjunto
de medidas y acciones para proteger a las víctimas de violencia familiar, como parte de la
obligación del Estado, de garantizar a las mujeres su seguridad y el ejercicio pleno de sus
derechos humanos.
 Proporcionar atención, asesoría jurídica y tratamiento psicológico especializados y
gratuitos a las víctimas, que favorezcan su empoderamiento y reparen el daño
causado por dicha violencia;
 Brindar servicios reeducativos integrales, especializados y gratuitos al Agresor para
erradicar las conductas violentas a través de una educación que elimine los
estereotipos de supremacía masculina, y los patrones machistas que generaron su
violencia;
 Evitar que la atención que reciban la Víctima y el Agresor sea proporcionada por la
misma persona y en el mismo lugar. En ningún caso podrán brindar atención, aquellas
personas que hayan sido sancionadas por ejercer algún tipo de violencia;
 Evitar procedimientos de mediación o conciliación, por ser inviables en una relación de
sometimiento entre el Agresor y la Víctima;
 Favorecer la separación y alejamiento del Agresor con respecto a la Víctima, y
 Favorecer la instalación y el mantenimiento de refugios para las víctimas y sus hijas e
hijos; la información sobre su ubicación será secreta y proporcionarán apoyo
psicológico y legal especializados y gratuitos. Las personas que laboren en los
refugios deberán contar con la cédula profesional correspondiente a la especialidad en
que desarrollen su trabajo. En ningún caso podrán laborar en los refugios personas
que hayan sido sancionadas por ejercer algún tipo violencia.

ARTÍCULO 9. Con el objeto de contribuir a la erradicación de la violencia contra las


mujeres dentro de la familia, los Poderes Legislativos, Federal y Locales, en el
respectivo ámbito de sus competencias, considerarán:
 Tipificar el delito de violencia familiar, que incluya como elementos del tipo los
contenidos en la definición prevista en el artículo 7 de esta ley;
 Establecer la violencia familiar como causal de divorcio, de pérdida de la patria
potestad y de restricción para el régimen de visitas, así como impedimento para la
guarda y custodia de niñas y niños;
 Disponer que cuando la pérdida de la patria potestad sea por causa de violencia
familiar y/o incumplimiento de obligaciones alimentarias o de crianza, no podrá
recuperarse la misma, y
 Incluir como parte de la sentencia, la condena al Agresor a participar en servicios
reeducativos integrales, especializados y gratuitos.
En el capítulo II nos hace un brinca pie a la violencia laboral y docente del articulo 10 al 15 y
nos dicen:
ARTÍCULO 10. Violencia Laboral y Docente: Se ejerce por las personas que tienen un
vínculo laboral, docente o análogo con la víctima, independientemente de la relación
jerárquica, consistente en un acto o una omisión en abuso de poder que daña la autoestima,
salud, integridad, libertad y seguridad de la víctima, e impide su desarrollo y atenta contra la
igualdad.
Puede consistir en un solo evento dañino o en una serie de eventos cuya suma produce el
daño. También incluye el acoso o el hostigamiento sexual.
ARTÍCULO 11. Constituye violencia laboral: la negativa ilegal a contratar a la Víctima o a
respetar su permanencia o condiciones generales de trabajo; la descalificación del trabajo
realizado, las amenazas, la intimidación, las humillaciones, la explotación y todo tipo de
discriminación por condición de género.
ARTÍCULO 12. Constituyen violencia docente: aquellas conductas que dañen la autoestima
de las alumnas con actos de discriminación por su sexo, edad, condición social, académica,
limitaciones y/o características físicas, que les infligen maestras o maestros.
ARTÍCULO 13. El hostigamiento sexual es el ejercicio del poder, en una relación de
subordinación real de la víctima frente al agresor en los ámbitos laboral y/o escolar. Se
expresa en conductas verbales, físicas o ambas, relacionadas con la sexualidad de
connotación lasciva.
El acoso sexual es una forma de violencia en la que, si bien no existe la subordinación, hay
un ejercicio abusivo de poder que conlleva a un estado de indefensión y de riesgo para la
víctima, independientemente de que se realice en uno o varios eventos.
ARTÍCULO 14. Las entidades federativas y el Distrito Federal, en función de sus
atribuciones, tomarán en consideración
 Establecer las políticas públicas que garanticen el derecho de las mujeres a
una vida libre de violencia en sus relaciones laborales y/o de docencia;
 Fortalecer el marco penal y civil para asegurar la sanción a quienes hostigan y
acosan;
 Promover y difundir en la sociedad que el hostigamiento sexual y el acoso
sexual son delitos, y
 Diseñar programas que brinden servicios reeducativos integrales para víctimas
y agresores.
 ARTÍCULO 15. Para efectos del hostigamiento o el acoso sexual, los tres órdenes de
gobierno deberán:
 Reivindicar la dignidad de las mujeres en todos los ámbitos de la vida;
 Establecer mecanismos que favorezcan su erradicación en escuelas y centros
laborales privados o públicos, mediante acuerdos y convenios con instituciones
escolares, empresas y sindicatos;
 Crear procedimientos administrativos claros y precisos en las escuelas y los
centros laborales, para sancionar estos ilícitos e inhibir su comisión.
 En ningún caso se hará público el nombre de la víctima para evitar algún tipo
de sobre victimización o que sea boletinada o presionada para abandonar la
escuela o trabajo;
 Para los efectos de la fracción anterior, deberán sumarse las quejas anteriores
que sean sobre el mismo hostigador o acosador, guardando públicamente el
anonimato de la o las quejosas;
 Proporcionar atención psicológica y legal, especializada y gratuita a quien sea
víctima de hostigamiento o acoso sexual, y
 Implementar sanciones administrativas para los superiores jerárquicos del
hostigador o acosador cuando sean omisos en recibir y/o dar curso a una
queja.
En el capitulo III nos habla sobre la violencia que se vive en la comunidad en los artículos 16
y 17
ARTÍCULO 16. Violencia en la Comunidad: Son los actos individuales o colectivos que
transgreden derechos fundamentales de las mujeres y propician su denigración,
discriminación, marginación o exclusión en el ámbito público.
ARTÍCULO 17. El Estado mexicano debe garantizar a las mujeres la erradicación de la
violencia en la comunidad, a través de:
 La reeducación libre de estereotipos y la información de alerta sobre el estado
de riesgo que enfrentan las mujeres en una sociedad desigual y discriminatoria;
 El diseño de un sistema de monitoreo del comportamiento violento de los
individuos y de la sociedad contra las mujeres, y
 El establecimiento de un banco de datos sobre las órdenes de protección y de
las personas sujetas a ellas, para realizar las acciones de política criminal que
correspondan y faciliten el intercambio de información entre las instancias.
El capitulo IV nos habla sobre la violencia institucional en los artículos 18 al 20
ARTÍCULO 18. Violencia Institucional: Son los actos u omisiones de las y los servidores
públicos de cualquier orden de gobierno que discriminen o tengan como fin dilatar,
obstaculizar o impedir el goce y ejercicio de los derechos humanos de las mujeres así como
su acceso al disfrute de políticas públicas destinadas a prevenir, atender, investigar,
sancionar y erradicar los diferentes tipos de violencia.
ARTÍCULO 19. Los tres órdenes de gobierno, a través de los cuales se manifiesta el ejercicio
del poder público, tienen la obligación de organizar el aparato gubernamental de manera tal
que sean capaces de asegurar, en el ejercicio de sus funciones, el derecho de las mujeres a
una vida libre de violencia.
ARTÍCULO 20. Para cumplir con su obligación de garantizar el derecho de las mujeres a una
vida libre de violencia, los tres órdenes de gobierno deben prevenir, atender, investigar,
sancionar y reparar el daño que les inflige.5

51
(JESUS, 2007)
2.5. Raíces profundas de la violación feminicida.

Las raíces profundas podemos encontrarlas en el seno de la familia, es el ámbito de


socialización principal de los menores. Un entorno que debería ser el apropiado: fuente de
cariño, estabilidad, educación, etc., para el óptimo desarrollo de los menores a todos los
niveles .Sin embargo, las estadísticas y teorías en base a éstas, revelan que la familia
constituye el lugar donde más violencia se produce. Siendo la familia nuestra principal raíz.
“Las conductas como el machismo, la misoginia y los estereotipos sexistas, que no han sido
atendidos y corregidos de manera eficaz y oportuna por el Estado mexicano, y por las
familias mexicanas, se debe de acabar con todas estas ideologías desde el principio de la
raíz, se configuran un atentado en contra de la dignidad, la libertad y la integridad de las
mujeres”.
La educación proporcionada por las familias (principalmente las mexicanas), tienen
demasiado que ver con la violencia en contra de la mujer. Ya que en muchos estudios
elaboradas en 2022 nos indican como en el 62% de los hogares en México aun se educa con
la idea de que el hombre es superior ala mujer y que la mujer es inferior al hombre y esta
para servirle al hombre.
Investigaciones nos muestran que el 95% de los agresores (feminicidas) vivían en un
entorno de violencia intrafamiliar, el cual para ellos era super normal ver a papá golpeando a
mamá por que no cumplir una simple indicación que le dio. Y que su único rol era el tener
una familia, trabajar y tener una esposa que cuide de su casa y de sus hijos, que su esposa
esta encadenada a él y a su familia.
Esto nos provoca una naturaleza en la violencia contra la mujer en el ámbito familiar ha
propiciado comparaciones con la tortura. Las agresiones están destinadas a lesionar la salud
psicológica de la mujer al igual que su cuerpo, y suelen ir acompañadas de humillación y
violencia física. Al igual que la tortura, las agresiones son impredecibles y guardan poca
relación con el comportamiento de la mujer. La violencia en la familia se da principalmente
porque no se tienen respeto los integrantes de esta, por el machismo, por la incredulidad de
las mujeres, y por la impotencia de estos.
Mientras tengamos a nuestras propias mujeres educando a sus hijos con ideas misóginas,
machistas y con los estereotipos sexistas, seguiremos sufriendo violencia en contra de la
mujer. Debemos de cortar la raíz desde lo más profundo y lamentablemente lo más profundo
son muchas madres que al ellas ser educadas con esos ideales continúan con esa cadena
de sufrimiento, arrastrando con ellas a sus hijas, y muchas de ellas por temor de alzar la voz
prefieren quedarse calladas y ver sufrir a sus hijas y sufrir ellas mismas, con todo este dolor
que vienen cargando de hace varios años pasados. Para poder tener un cambio debemos de
cambiar la raíz mas profunda.
CAPITULO III DUELES MEXICO
3.1 Tasa de Feminicidios en México.

La tasa de feminicidios en México a tenido un aumento muy importante en lo que a pasado


del 2020 al 2022.
Se está viviendo una epidemia de violencia, que tiene como uno de sus principales, la
violencia misógina, los tratos machistas, y en sus formas extremas se concreta en el
asesinato de mujeres, por el hecho de serlo. En ese sentido, la tasa de feminicidio en nuestro
país creció de manera muy importante entre 2022 y 2021 y desde entonces se ha mantenido
en niveles históricos.
En lo que va del año, el mes de enero ha sido el peor en el número de feminicidios en el
país, con una cifra de 107 feminicidios, el segundo mes con mayor número de casos fue
mayo, con 201 feminicidios. En el acumulado de los primeros siete meses del año se ha
llegado a 692 feminicidios, cifra que resulta superior a la registrada en el mismo periodo del
2020, cuando se tenía un registro de 649 feminicidios.
El lapso de tiempo que se vivió entre 2020 y 2021 se redujeron en un 1.55%. Asimismo, el
SESNSP dio a conocer que el mes con más asesinatos de mujeres en el país fue agosto,
registrando un total de 111 feminicidios y 271 homicidios dolosos.
Estamos viviendo en un México donde la tasa de feminicidios se ha vuelto en 11
feminicidios diarios en lo que va del año y obteniendo una respuesta de 0 casos resueltos.
Y así teniendo al Estado de México que es la entidad donde se registran más casos de
feminicidio, con un acumulado de 61 víctimas. En segunda posición se encuentra Nuevo
León con un total de 48 víctimas, seguido por Veracruz con 36 víctimas. Si hacemos la
comparación con los datos del reporte de abril, hubo 10 feminicidios más en el Estado de
México, 14 feminicidios más en Nuevo León y 5 feminicidios en Veracruz. Hasta el
momento, Colima es la única entidad que no reporta ningún feminicidio
En tanto, los estados con mayor número de feminicidios acumulados en el 2021 fueron
el Estado de México con 132, le sigue Jalisco y Veracruz con 66 casos ambas entidades;
la Ciudad de México (CDMX) registró 64 asesinatos de mujeres por razones de género y
Nuevo León 57.Las entidades que reportaron menos feminicidios son Tamaulipas con 4, 5
en Yucatán, Colima y Baja California Sur con 6 cada uno y Nayarit con 7.
Por su parte, las estadísticas oficiales señalaron que, de los 2,420 municipios que hay en el
territorio nacional, 420 tuvieron al menos un feminicidio en el año.
En los primeros lugares figuran Ciudad Juárez, Chihuahua, y Culiacán, Sinaloa, con 16 cada
uno; Tlaquepaque y Tlajomulco, Jalisco, con 14 y 13, respectivamente; y Gustavo A. Madero,
en la CDMX, con 12.
Le siguen los municipios de Chihuahua, Chihuahua, Puebla, Puebla, y Cancún, Quintana
Roo, con 11 cada uno; Guadalajara, Jalisco, con 10; y Tijuana, Baja California, con 9.
El Estado de México, la entidad con el mayor número de feminicidios:
De los 922 feminicidios registrados en el país en el año, el Estado de México sumó 132
casos, encontrándose 14 municipios de la entidad entre los 100 con presuntos delitos de
feminicidio, encabezado por Ecatepec de Morelos y Nezahualcóyotl.
Después se encuentran Chicoloapan, La Paz, Toluca y Tultitlán; Chimalhuacán, Naucalpan
de Juárez e Ixtapaluca, además de Almoloya de Juárez, Cuautitlán Izcalli, Huixquilucan,
Texcoco y Valle de Chalco Solidaridad.
Sin embargo al aumento tan brutal que se esta viviendo no vemos una respuesta por parte
de las FISCALIAS de cada entidad, para resolver todos los casos, muchas de estas
FISCALIAS presentan graves deficiencias por la inacción y negligencia de las autoridades, lo
que llevó a la pérdida de evidencias, al mal análisis de las líneas de investigación y a no
aplicar correctamente la perspectiva de género

…………

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