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PRESENTACIÓN

UNIVERSIDAD: ALFA Y OMEGA

EXTENSIÓN.: IGNACIO ALLENDE

CARRERA: LIC. PEDAGOGÍA

SEMESTRE: 5to

MAESTRO:

MATERIA:

TEORIAS DE LA PERSONALIDAD

ALUMNA:

ESBEYDI NALLEY REYES DE LA CRUZ

FECHA DE ENTREGA:

VIERNES 20 DE OCTUBRE DEL 2023


Título del capítulo:

2-Sigmund Freud /Psicoanálisis: la evidencia clínica

3-Sigmund Freud /Psicoanálisis el modelo dinámico de la mente

Autor: N. Sollod Robert.

Referencia bibliográfica: N. Sollod Robert,” Teorías de la personalidad debajo


de la máscara, octava edición.

Síntesis del documento consultado

Debajo de la Máscara presenta teorías clásicas sobre la naturaleza humana. A


través de un enfoque teórico, este trabajo continúa explorando las ideas de los
teóricos del desarrollo de la personalidad. Under the Mask presenta las
"cadenas de pensamiento" de más de 20 teóricos y muestra cómo el
pensamiento que condujo a las principales teorías estaba arraigado en las
experiencias de vida de estos teóricos en el contexto cultural circundante. Los
autores enfatizan la historia de vida de cada teórico como base de las
narrativas que dan forma a sus teorías, haciéndolas más comprensibles que las
"imágenes de la naturaleza humana".

La postura del autor en este documento

Como primer punto; en el año 1895, la presencia de impulsos eróticos


frustrados o cargados de culpa constituía el común denominador que Freud
creía haber descubierto entre sus pacientes; consideraba que dichos impulsos
eran perturbadores porque activaban recuerdos reprimidos de traumas
originales en la forma de experiencias sexuales de la niñez temprana
(Silverstein, 2003, pp. 46-53). Por tanto, para tomar dos ejemplos, la señorita
Weiss sufría el dolor del deseo inaceptable de su cuñado porque este deseo
chocaba con su sentido de responsabilidad moral; el ritual para dormir del niño
de 11 años incluía el estrés producido por una seducción placentera, pero
cargada de culpa. En cada uno de esos casos, de 1895 a 1896, Freud creía
que era capaz de remontar los temas sexuales a incidentes y experiencias
sexuales reales ocurridas en la niñez de sus pacientes. En ese tiempo, Freud
pensaba que, en condiciones normales, la capacidad de los niños para la
excitación sexual era subdesarrollada o inexistente. No obstante, creía que los
recuerdos reprimidos del abuso sexual en la niñez podían causar en los
pacientes histéricos adultos excitación sexual y conflicto emocional que se
localizaban en la raíz de sus síntomas (Silverstein. 2003. 46-53).

Así que, al pensar en la relación entre sexualidad y neurosis, Freud desarrolló


una teoría que hacía hincapié en los aspectos fisiológicos y psicológicos de la
sexualidad. En 1895, pensaba que el nivel de hormonas sexuales en el torrente
sanguíneo influía en el nivel de excitación del sistema nervioso. En los adultos,
un nivel demasiado alto de hormonas sexuales podría sobreexcitar al sistema
nervioso y dar lugar a una neurosis de causa física llamada neurosis de
angustia Por otro lado, un nivel demasiado bajo de hormonas sexuales podía
conducir a una neurosis debilitada, propensa a la fatiga y de causa física
llamada neurastenia. Freud concebía a la histeria, las ideas obsesivas y las
fobias como neurosis de defensa, los productos de los intentos del yo por
defenderse contra pensamientos que suponían una amenaza sexual. Aunque el
tratamiento de Freud para las psiconeurosis era puramente psicológico, una
"cura por la palabra", su teoría para explicar las neurosis anclaba la fuerza de
las ideas sexuales a una base orgánica en la fisiología sexual

De este modo intrigado por la dirección que tomaban sus investigaciones


clínicas, Freud se planteó la pregunta lógica: ¿por qué deberían ser las
experiencias y los motivos sexuales el denominador común en los casos que
había observado? Sospechaba que la respuesta sólo podría encontrarse
mediante el examen de la respuesta defensiva fundamental del neurótico: la
represión.

Freud no permaneció por mucho tiempo en ese estado de desconcierto.


Empezó a revisar su pensamiento a la luz de la nueva evidencia de que los
cuentos de seducción eran fantasías, productos de la imaginación.

Freud llegaba, de manera gradual, a la opinión de que los niños no son


participantes pasivos en las actividades eróticas que se les imponen, como
decía la hipótesis de la seducción, sino que son más bien iniciadores activos de
conductas autoeróticas. De esta manera, reemplazó la teoría de la seducción
con la idea de la sexualidad infantil. Además, Freud había empezado a
entender la importancia de la farmacia en la economía mental de sus
pacientes.

Se dio cuenta de que los sucesos imaginarios tenían el mismo estatus que los
acontecimientos reales en el inconsciente.

AUTORRECONOCIMIENTO DE LOS SENTIMIENTOS EDÍPICOS: LAS DOS


MADRES DE FREUD

Durante su autoanálisis, Freud descubrió en su interior varios componentes de


lo que luego llamaría el "complejo de Edipo ". A medida que su autoanálisis
avanzaba, pudo reconstruir y, con la ayuda de su madre, corroborar varios
recuerdos de la niñez. Esas reconstrucciones le permitieron armar una versión
bastante precisa de su vida emocional en la niñez. Uno de esos fragmentos de
memoria concernía al recuerdo de una anciana que había sido su niñera junto
con la memoria de un paseo en tren con su madre, al parecer desconectado,
pero de especial importancia.

Para el trabajo clínico inicial de Freud fue fundamental el concepto de que la


conducta observable es un producto disfrazado de los deseos inconscientes.
Los productos incluían síntomas neuróticos, actos fallidos y muchas conductas
contraproducentes. En este capítulo continúa la historia de exploración de
Freud con su estudio de los sueños como maneras disfrazadas de satisfacer
deseos prohibidos.

La lucha de Freud por entender la guerra entre las pulsiones y la razón dio
lugar a su modelo de una mente dividida. Se alejó del reporte directo de las
experiencias clínicas con los pacientes hacia una representación intelectual
cada vez más compleja de la división del yo en los seres humanos.

A la luz de la naturaleza disimulada del cumplimiento del deseo en los sueños


adultos, incluso la descripción más elemental de los procesos del sueño debe
incluir una distinción entre el disfraz de fácil acceso y las ideas menos
accesibles que se encuentran detrás de la distorsión. Freud mencionaba que la
fachada o máscara de los sueños consta de todas las vistas, imágenes, ideas,
sonidos y olores recordados que componen su trama. Detrás de la fachada,
debajo de la máscara de elementos recordables, se encuentran los impulsos
"perversos" e inaceptables que, igual que los "criminales enmascarados", son
más comunes en la vida mental que los impulsos sin dobleces ni disfraz.

El uso que hizo Freud de la metáfora de la máscara es Una analogía acertada


para su distinción más técnica entre el contenido manifiesto y el contenido
latente del sueño. El contenido manifiesto o superficial corresponde a la
máscara, mientras que los impulsos, disfrazados, como "criminales
enmascarados", reciben el nombre apropiado de contenido latente u oculto. Por
lo general, el soñador recuerda con facilidad el contenido manifiesto. En
contraste, sólo puede llegarse al contenido latente por medio de la
interpretación cuidadosa del contenido manifiesto.

La manera en que Freud usaba el termino inconsciente en sus primeros


trabajos dio lugar a cierta confusión acerca de las razones por las cuales una
idea podía ser expulsada de la conciencia. Por consiguiente, Freud distinguió
tres formas en que se empleaba el término inconsciente en el psicoanálisis.

En Más allá del principio del placer (1920), Freud creó una nueva imagen de
los trabajos de la mente. Esta visión modificada incluía su argumento de que el
sistema nervioso había evolucionado de tal manera que pudiese minimizar el
nivel de excitación del organismo encauzando sus esfuerzos a la satisfacción
inmediata de las necesidades. El propósito último de una pulsión es regresar al
organismo al estado insensible de la materia inorgánica, es decir, al estado de
muerte. Dado que no es posible la observación directa

de la pulsión de muerte la única evidencia manifiesta de su existencia son sus


derivados de odio enojo y agresión. Cuando las pulsiones de vida, o Eros como
llamaba Freud ahora a la combinación del yo y las pulsiones sexuales, se
oponen a la pulsión de muerte, la energía de la destrucción se extrae del
individuo y se desplaza hacia otras personas.

Freud procedió a hacer una revisión completa de su concepción de la mente.


Creó un modelo estructural que describía a la mente como una mezcla o fusión
amalgamada de fuerzas. El modelo estructural tenía tres divisiones: ello, yo y
superyó.

Postura personal frente al documento

Sigmund Freud, considerado el padre del psicoanálisis por sus diversas ideas
sobre la mente humana y el desarrollo individual, propuso una teoría sobre la
característica más compleja del tema, la forma de personalidad. A pesar de las
constantes críticas a su teoría, se consagró como un referente en diversas
comunidades académicas gracias a la explicación que brindaba sobre los
estados de desarrollo de la espiritualidad en el individuo y la formación de la
personalidad: “ese, el yo y el superyó.

Es importante mencionar que no sólo Freud estudió esta estructura, sino que
también lo hicieron muchos otros científicos. De hecho, este concepto ha sido
discutido durante décadas y provoca diversas reacciones debido a su impacto
en la vida diaria de un individuo.

Las experiencias que uno va acumulando a lo largo de la vida contribuyen a


forjar su personalidad o carácter como adulto. Freud creía que las experiencias
traumáticas tenían un efecto especialmente fuerte en esta etapa.
Indudablemente, cada trauma en particular podría tener su impacto específico
en una persona, lo cual solo podía explorarse y comprenderse sobre una base
individual. Pero, aquellos traumas asociados con los estadios de desarrollo por
los que todos pasamos tendrían mayor consistencia.

Si una persona presenta algún tipo de dificultad en cualquiera de las tareas


asociadas con estas etapas (el destete, el control de esfínteres o en la
búsqueda de la identidad sexual) tenderá a retener ciertos hábitos infantiles o
primitivos. A esto se le llama fijación.

La fijación provoca que cada problema de una etapa específica se prolongue


considerablemente en nuestro carácter o personalidad.

Finalmente, Freud estableció claramente una forma de terapia. Salvo para


algunas terapias conductuales, la técnica fundamental sigue siendo "la cura por
la palabra y envuelve todavía la misma atmósfera de relajación social y física. E
incluso cuando algunos autores no crean en la transferencia, la naturaleza
altamente personal de la relación terapéutica es considerada en general como
algo importante para lograr el éxito.

Algunas de las ideas de Freud están claramente atadas a su cultura y su


época. Otras no son tan fáciles de comprobar. Incluso algunas podrían
pertenecer más a la propia personalidad y experiencias de Freud. Pero este
autor fue un excelente observador de la condición humana y mucho de lo que
dijo aún tiene relevancia, tanto que Freud será parte de los libros de
personalidad en los años venideros. Incluso cuando algunos teóricos vengan
con nuevas teorías sobre cómo funcionamos, compararán sus ideas con las
freudianas.

Actualmente, se ha convertido en un pionero de diversas prácticas, entre ellas,


la clínica. Distintas patologías han sido abordadas desde el psicoanálisis para
detectar su origen y encaminar su tratamiento a resultados efectivos.

De cualquier manera, los autores convertidos en grandes pensadores de


corrientes psicológicas han basado parte de sus teorías en experiencias
personales significativas.

Ahora bien, el discutido concepto de personalidad varía de acuerdo con el


autor, sus experiencias, contexto cultural, percepciones sensoriales y forma de
pensamiento. Por lo tanto, encontrar una valoración definitiva y universal de
este concepto resulta un tanto absurdo.

Sin embargo, son esas mismas apreciaciones las que han contribuido al
proceso de construcción de dicho concepto y a la creación de diversos
programas de intervención que abonan resultados positivos a la práctica.

No se trata de intentar buscar una teoría de la personalidad aceptada por parte


de la mayoría, se trata de escrudiñar en las ideas principales de cada teoría
con el fin de ajustarlas a las prácticas de cada escenario psicológico.

En conclusión de acuerdo a la teoría de este autor y su análisis podemos ver


que relacionaba muchos factores del ser humano que nos lleva a identificar de
alguna manera nuestra personalidad , este libro documentado por Freud es una
introducción al yo y a nuestra personalidad que nos lleva a descubrir muchas
características del yo .

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