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SISTEMA CORPORATIVO
Reforma del presente con visión de futuro
SEDE-Santiago
Hoja de Presentación
Matrícula: 1-21-1923
El Tratado de Aranjuez fue firmado entre España y Francia en 1777 y tenía como
objetivo definir las fronteras entre las posesiones coloniales de ambos países en
América del Sur. El tratado también permitió a España recuperar la isla de Santo
Domingo, que había sido ocupada por Francia en 1791 durante la Revolución
Haitiana. La restauración del control español sobre la parte oriental de la isla de
Santo Domingo (hoy en día la República Dominicana) permitió a España fortalecer
su presencia en la región y controlar el tráfico marítimo en el Mar Caribe.
El Tratado de Basilea, por otro lado, fue firmado entre Francia y España en 1795
durante las Guerras Revolucionarias Francesas. El tratado puso fin a la guerra entre
los dos países y reconoció la independencia de la parte occidental de la isla de Santo
Domingo, que se convirtió en la República de Haití en 1804. Como resultado, la isla
de Santo Domingo quedó dividida en dos naciones separadas, una colonia española
en el este y una nación libre en el oeste.
Estos tratados fueron importantes para la isla de Santo Domingo porque ayudaron a
definir su futuro político y territorial. La restauración del control español en la parte
oriental de la isla permitió a España mantener su presencia colonial en la región
durante varios años más, mientras que el reconocimiento de la independencia de la
parte occidental allanó el camino para la creación del primer estado negro
independiente en el mundo. Además, la división de la isla en dos naciones separadas,
con sistemas políticos y sociales muy diferentes, ha tenido un impacto duradero en la
historia y la cultura de la región.
En primer lugar, la Revolución Francesa inspiró a los esclavos y a los hombres
libres de color en la parte occidental de la isla, que estaban bajo el dominio francés,
a luchar por sus derechos y su libertad. En 1791, los esclavos haitianos se rebelaron
y comenzaron una lucha que se extendió por toda la isla. La revuelta llevó a la
abolición de la esclavitud en la parte francesa de la isla en 1793, aunque la lucha por
la libertad continuó durante varios años más.