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MUNDIAL
desde los orígenes
por
GEORGES SADOUL
apéndices de
ICAIC
m
siglo
veintiuno
editores
M É X IC O
ESPAÑA
ARGENTINA
COLOMBIA
m ____________________________________
FRANCIA
ITALIA
ESTADOS UNIDOS
GRAN BRETAÑA
A p a rtir de 1950 varios jóvenes cineastas se agruparon en el Free
Cinema alrededor del crítico Lindsay Anderson. Reanudaban so
bre bases nuevas el docum entalism o de G rierson; criticaron sus
m étodos y se propusieron producir con toda independencia sus
cortom etrajes, que se orientaron hacia la vida popular inglesa.
Por otra parte, se afiliaron al movimiento literario de los "jóve
nes iracundos”.
480 EL “FREE CINEMA”. RICHARDSON, LESTER
URSS
POLONIA
CHECOSLOVAQUIA
HUNGRÍA
SUECIA
ESPAÑA
ARGENTINA
MÉXICO
BRASIL ‘
Se habló prim ero para este país de una bossa nova (nueva ola),
pero habiendo sido acaparada esta expresión p o r un baile de*
moda, los jóvenes cineastas brasileños prefirieron cinema novo.
Eligieron como "abuelo” de su movimiento a Luis Nelson Pereira
dos Santos, de menos de cuarenta años, cuyo Río 40° les había
abierto el camino en otro tiem po por su visión directa de la vida
nacional.
Tras una inacción forzosa, Nelson Pereira realizó un film más
im portante aún, Vidas secas (1964), historia siem pre actual de
JAPON 487
una fam ilia cam pesina acosada por el ham bre y errante por los
desiertos del Sertao. Esas tierras trágicas del nordeste, marco
de num erosas novelas, fueron para el cinema nóvo algo así como
lo que había sido Sicilia para el neorrealism o italiano.
Glauber Rocha, después de Barravento, sobre los pescadores
de su Bahía natal, situó en el Sertao Dios y el diablo en la tierra
del sol. Aquí un cangaceiro y un profeta mesiánico fueron prota
gonistas de una ópera ultrabarroca, que se refería, tanto como
Que viva México, a la realidad histórica y presente del país. "Nues
tra neurosis no es una form a de m odernism o, sino una conse
cuencia de n u estra m iseria social”, había de declarar a ese pro
pósito este joven realizador excepcional.
Citemos entre los m ejores del cinema nóvo, cuyo centro es Río
de Janeiro, a Ruy Guerra (Los fusiles), León Hirszm an (A f(de
cida, Mayoría absoluta), Paulo César Saraceni (Integración racial,
P orto. de Caixas), L. S. Person (Sao Paulo, Sociedad Anónima),
Carlos Diegues, W alter Lima Jr., Joachim Pedro y de Andrade. Los
acontecim ientos políticos de 1964 han podido molestar, pero no
interrum pir, el vigoroso impulso de un cine nuevo dominado por
la crítica social y que en 1966 resultaba ser el más audaz y el
m ás nuevo del mundo.
JAPÓN
CANADÁ
EN b o l iv ia Y e l p e r ü s e p r o d u j o , e n f i n , u n f e n ó m e n o i n t e r e s a n t e
c o n e l e s b o z o d e u n c in e a u t é n t ic a m e n t e in d io , h a b la d o e n la s
le n g u a s d e la s a n tig u a s ' c iv iliz a c io n e s .
En el Perú, cerca de Cuzco, ex capital del Im perio inca, el inca
Jorge Chambi realizó en las altas m esetas sorprendentes docu*
m entales en colores, y el inca Jorge Huaco Los hijos del sol, semi-
docum ental social interpretado por indios en su lengua quechua.
Desde 1960 los jóvenes intelectuales indios establecidos en Cuzco
fundaron un m ovimiento para renovar y desarrollar la antigua
cultura precolom bina. Enlazados con ese grupo de 1961 a 1965
se realizaron cinco o seis largom etrajes incas.
En Bolivia, el indio Jorge Ruiz es considerado a justo título
p o r G rierson como uno de los m ejores docum entalistas contem
poráneos, sobre todo después de Vuelve Sebastián.
m undo árabe
i
496 PUESTA AL DIA (1965-1971)
ciencia, vacío que aum enta cuanto más reprim idos y estrangu
lados se sienten por el mundo exterior. El sujeto "se reconoce
a sí mismo como algo inanim ado, virtualm ente m uerto” (Adorno).
Hay entonces una sublimación de la sentim entalidad, del sufri
m iento individual, del gusto por la soledad, se destruyen los
últim os residuos de relación con el exterior para caer en la m as
turbación y el m asoquism o subjetivos. El subjetivismo es una
dim ensión órfico-narcisista que busca dialectizar autoanálisis y
m undo con éxito y soluciones diversas: del juego complaciente
a la revelación del abismo, el reconocimiento de la destrucción
de un m undo, de la ruina de la sociedad b urguesa; comproba
ción, a través del horizonte individual, del fin de unos valores.
Ingm ar Bergm an trata los problem as de la crisis de la con
ciencia burguesa con un rigor ejem plar: la salida al mundo es
sólo m uerte, los significados colectivos ya no tienen ningún valor,
el yo reconoce su im potencia (Luces de invierno), se pierde en la
obsesión narcisista de A través del espejo, en el simbolismo ma
crocéfalo de E t silencio, en la equivalencia del arte y los fantas
m as interiores de La hora del lobo. Bergman desplaza la contra
dicción histórico-existencial a la m etahistoria, pero profundiza en
las motivaciones de la crisis personal en relación con la historia.
Antonioni, en su búsqueda de esas motivaciones, se apoya en la
repetición de gestos y hechos exteriores, m ostrando la crisis en
su superficialidad e incipiencia. Algunos cineastas franceses,
Malle en E l fuego fatuo y sobre todo Eric Rohmer en E l colec
cionista y Ma nuit chez Maud, llevan su discurso sobre la nega-
tividad, sobre la ru p tu ra entre el yo y el mundo, al plano del
intelectualism o, del juego de los sentim ientos ficticios como rela
ción auténtica, de la complacencia en el com portam iento elegante.
La aventura pasoliniana, de Accatone a Porcile, sigue la espiral
de la laceración interior, de las contradicciones en las cuales se
debate la conciencia burguesa. Para los personajes de sus films
no hay posibilidad histórica de vivir, para el burgués no existe
salvación (expresado ejem plarm ente en Teorem a; la relación pro
blem ática que instaura con el mundo y consigo mismo no puede
term in ar de otra m anera que con la degradación y la destruc
ción). Toda experiencia tiene un sentido de precariedad, de im
potencia total. En la negación de toda posibilidad de integración
se m anifiesta el sentido de la nada como pivote de la aventura
subjetiva. Esta interiorización del conflicto histórico, por otra
parte, refleja la m anera como se estructura el dram a individual:
la burguesía vive la relación de antagonismo social como neuro
sis, abismo in terio r de la conciencia, contradicción del ser, diso
lución del yo (una variante norteam ericana y por lo tanto desde
una perspectiva diferente se da en E t arreglo, de Elia Kazan).
E ste tipo de análisis de las contradicciones del yo burgués se
resuelve en instancias de carácter órfico-narcisista, en la subli
508 PUESTA AL DIA (1965-1971)
EL CINE POLÍTICO
8 Revista C ine Club, México, D. F., suplemento núm. 1, “Hacia una teo
ría del tercer cine en México”, julio de 1971.
o Pascal Bonitzer, “Cinéma/Politique", en C ahiers du C iném a, Pans,
núm. 222, p. 37.
516 PUESTA AL DIA (1965-1971)
CINE ERÓTICO
EL CINE EN EL MUNDO
Estados Unidos
Francia
Italia
El cine italiano, con un prom edio de 150 films anuales, es uno
de los más sólidos de Europa. Su buena posición económica se
debe en parte a la inyección de capitales norteam ericanos y le
perm ite participar en coproducciones con otros países, en form a
m ayoritaria, m inoritaria o en partes iguales. Tiene en su contra
una censura estrecha que no perm ite abordar ciertos aspectos
considerados intocables. Además, basta la simple denuncia de un
particular para que las autoridades secuestren la obra en cues
tión y lleven a sus autores a los tribunales.
El cine italiano estuvo alrededor de 1962 en la vanguardia de
la cinematografía mundial. Abajo de los "tres grandes”, Anto-
nioni, Fellini, Visconti, había un amplísimo estrato medio, reali
zadores con ciertas ambiciones artísticas, autores de film s de
buena factura artesanal y por últim o un cine "popular” en el
cual descansaba en buena parte el peso de la industria, un cine
con géneros propios como la comedia m eridional de trascenden
cia local y el llamado "peplum ” o cine de "aventuras mitológi
cas”, los Maciste, Ursus, Hércules, etcétera. Éste ha desaparecido
en los últimos años para dejar su lugar al “western-spaghetti”.
A p artir de los prim eros e im presionantes éxitos de taquilla
(Per un pugno di dollari, 1964, y Per qualche dollari in piü, 1965,
de Sergio Leone), todo Cinecittá, la m ayoría de las veces en com
plicidad y en coproducción con el cine español, se puso a fabricar
falsos westerns. El crítico italiano Goffredo Fofi (en la revista
francesa Positif, núm. 87, septiem bre de 1967) dice a propósito:
"El fenómeno más im presionante de pobreza cultural artesanal
y m ental está representado por el western a la italiana. Los wes
terns venidos después de los prim eros ensayos de Leone y Tessari
son simplemente m ierda, una invasión de balaceras y torturas,
un m uestrario de sadismo grosero y gratuito. El western italiano
se caracteriza por el plagio más desvergonzado, más deform ante,
en un delirio de violencia nauseabunda”. Los únicos casos que
se pueden salvar son los de Sergio Leone (los dos films arriba
citados, II buono, il bm tto, il cattivo, 1966, y C’era una volta il
west, 1968) por la estilización a fondo de una realidad cinemato
gráfica, y sobre todo el de Sergio Sollima (La rosa dei conti, 1966,
Facciaa faccia, 1967, y Corri uomo corri, 1968), que efectúa una
inteligente trasgresión de las convenciones del género.
El otro género es la comedia, "comedia del m ilagro”, ya que el
m otor es el contraste entre dos Italias y las situaciones que éste
origina: la Italia del "milagro económico”, industrializada "affai-
rista ”, viviendo la era de la m áquina y la tecnología y habiendo
dejado atrás algunos prejuicios ancestrales, y la Italia subdesa-
rrollada, pobre, víctima de los prejuicios, la ignorancia, la explo
tación, la religión. Este género prolonga una tradición miserabi-
ITALIA: LOS "TRES GRANDES” 529
lista y populista del siglo xix. Los films son siempre variación de
una m ism a receta, sus condim entos: populismo, pintoresquism o
hasta llegar al folklore, vulgaridad, m ucha malicia y habilidad
p ara dosificar sus efectos. En general se parte de una pretensión
crítica p ara desem bocar en el conformismo, en un moralismo
m uy pequeñoburgués. Los campeones del género son Pietro Germi
(■Signori y signore, 1966; L ’inmorale, 1967; Serafino, 1969) y Dino
Risi, au to r de innum erables y siempre exitosas comedias. Sólo
Germi parece com prender las posibilidades de crítica que ofrece
el género, sobre todo en Serafino. Otros adictos m enores son
V ittorio de Sica, Luigi Commencini, Alberto Lattuada, Luciano
Salce, etcétera. Sólo Marco Ferreri aprovecha plenamente esas
posibilidades, pero sus films rebasan am pliam ente los límites del
género.
La actividad de los "tres grandes” en el últim o período no ha
sido tan constante como en otros años. Antonioni tuvo que ir a
Inglaterra p ara realizar en 1967 Blow-up y en 1968 va a los Es
tados Unidos p ara hacer Zabrisky Point. Fellini, después de su
fracaso de Giullieta degli spiriti (1965), realiza su extraordinario
Toby D am m it, episodio del film Histoires extraordinaires (1968),
Fellini-Satyricon, en 1969 y en 1970, I clowns, film-río, film-suma
que explica toda su obra. Luchino Visconti prosigue su crónica
de la decadencia: la burguesía italiana en Vaghe stelle dell’Orsa
(1965) y La caduta degli dei (1969) con la gran burguesía indus
trial de Alemania y el nazism o; al mismo tiem po dedica sus es
fuerzos a la ilustración de grandes obras lite ra rias: Camus en el
inútil L ’étranger (1967) y Thomas Mann en el tan inútil como
suntuoso La m orte a Venezia (1971).
E rm anno Olmi, Francesco Rosi y Valerio Zurlini dieron mucho
que h ab lar durante el gran auge italiano de los prim eros años 60.
En este últim o período sólo Rosi ha continuado una actividad
m ás o m enos regular: II m om ento delta verita (1965), un buen
film sobre la taurom aquia realizado en Italia, Cera una volta
(1966), em presa comercial a la m edida de Sofía Loren y por últi
m o Vom ini contro (1970), perorata antibélica. Olmi parece en
co n trar las cualidades de sus prim eros films con el único que ha
realizado últim am ente, Un certo giorno (1969), y Zurlini sólo rea
liza el ambicioso y frustrado Seduto alia sua destra (1967). Pier
Paolo Pasolini sigue siendo el cineasta más controvertido de Ita
lia con la fábula filosófica Uccellaci, uccellini (1965), Edipo re
(1967), Teorema (1968), Porcile y Medea (1969). Elio Petri, preo
cupado p o r los equilibrios de la form a, obtiene el reconocimiento
p or Indagine su un citadino al di sopm di ogni sospetto. Indis
cutiblem ente el cineasta italiano más interesante durante este pe
ríodo es Marco F erreri: Break-up (1964-68), Dillinger e morto
(1968), II sem e dell’uom o (1969). Los herm anos Paolo y Vittorio
Taviani ju n to con Valentino Orsini, que trabajaron largo tiempo
530 PUESTA AL DIA (1965-1971)
Inglaterra
cerers (1967), y una obra m aestra del horro r más puro The Witch-
finder General (1968).
La sangre nueva ha venido casi siempre de la televisión, aun
que por lo general esa sangre no ha sido tan nueva y se ha dedi
cado a continuar tranquilam ente algunos hábitos y tradiciones.
De esa generación salida de la televisión sobresalen: Ken Rus-
sell, quien después de inicios poco ambiciosos llama la atención
con una estupenda adaptación de D. H. Lawrence, W omen in
Love (1969), continúa con Music Lovers (1970) y por últim o The
Devils (1971); John Krish, autor de un interesante Decline and
Fall of a Bird Watcher (1967); Christopher Miles, autor de otra
adaptación de D. H. Lawrence, The Virgin and the Gypsy (1970),
y por encima de todos Kenneth Loach, autor de una dispareja
pero apasionante prim era obra, Poor Ccr.v (1968), y Kes que reanu
da y a la vez renueva las m ejores tradiciones del cine realista
inglés. Por último, entre los últim os debutantes hay que señalar
a Barney Platt-Mills: Bronco Bullfrog (1970) y Prívate Road
(1971); Simón H artog: M akin’it (1970), que trabajan de m anera
completamente independiente; Anthony Scott: Loving M emory
(1970), y habría que añadir el nom bre del polaco Jerzy Skoli-
mowski, que term ina en 1970 su prim er film inglés, Deep-End.
Alemania Federal
Puedo afirm ar sin tem or a equivocarme que el cine alemán es
inexistente en un 95 % de 1933 a 1965: una colección de medio
cridades sin paralelo en el mundo. Sin contar el ensayo insólito
y fuera de serie que significó Die Parallelstrasse (La calle para
lela), de Ferdinand K hittl en 1964, que en todo caso sería un an
tecedente, un intento de ru p tu ra sin continuación inm ediata, el
renacimiento del cine alemán lo m arca Der funge Tórless, de
Volker Schlóndorff, en 1966, que es como una señal que va a de
sencadenar el movimiento renovador hacia un cine verdadera
mente nuevo. En 1970, el nuevo cine alemán es uno de los más
coherentes de toda Europa, com penetrado con nuestra época y
con sus problemas políticos, sociales, estéticos. Curiosamente, en
sus últim as m uestras hay una m arcada tendencia hacia el cine
histórico, lo que parece estar en contradicción con sus preocu
paciones actuales, pero para los nuevos cineastas se trata de
resolver un problem a: el del non-lieu histórico de la revolución
buerguesa en Alemania. De ahí que las m iras se tornen hacia el
siglo xix, en el que todo se decidió, en el que todos los intentos
de revolución burguesa o liberal abortaron. Para rem ontar ese
pasado el vehículo que parece ideal es el H eim atfilm (literalm en
te: film del país natal), género popular que en los prim eros años
de la posguerra describía la nostalgia de una campiña idealizada,
arcaica, pura y generosa, m otivada evidentemente por la voluntad
ALEMANIA FEDERAL. ESPAÑA 533
España y Portugal .
España es uno de los países europeos que m ás films produce ac
tualm ente: un prom edio de 120 films anuales. Su importancia
es cuantitativa y no cualitativa. La legislación cinematográfica en
vigor prevé dos tipos de film s: los "comerciales que reciben
como protección del Estado el 13 % de las entradas brutas y que
están destinados al consumo masivo interior, aunque tam bién de
dicados a los m ercados extranjeros, sobre todo las numerosas
coproducciones con Italia; los otros son los de calidad (de in
terés nacional” algunos) y reciben en el momento 'de su rodaje
un adelanto que se descuenta de ese 13 %, el cual en muchas oca
siones no llegan a cubrir. Es un cine "de prestigio dedicado a
festivales y m ínim os m ercados exteriores. En 1967 se creó el cii-
cuito de "arte y ensayo”, salas chicas destinadas a presentar el
cine "difícil” tanto nacional como extranjero. La censura aparen
tem ente se ha am pliado para este circuito reducido, donde por
prim era vez los films extranjeros se exhiben en versión ougm a
534 PUESTA AL DIA (1965-1971)
Países escandinavos
mosthene Theos con Kierion (1967), que fue totalm ente prohibido
en Grecia. En este período hubo las aportaciones de dos cineas
tas griegos radicados en Francia: Ado Kyrou que realizó Bloko
en 1965 y Nico Papatakis que realizó Los pastores del desorden,
en 1967.
Países socialistas
Checoslovaquia
Yugoslavia
Polonia ■
Alemania Democrática
Bulgaria
Rumania
Brasil
Canadá
Georges Sadoul apunta en la parte final de su libro que el eme
canadiense estaba en 1966 listo para levantarse a la prim era fila.
Esto se ha cumplido. Tal como lo establece Sadoul, el cine cana
diense propiam ente dicho nace entre 1937-39, cuando el gobierno,
haciéndose eco de una fuerte presión nacionalista que ve un pe
ligro en la invasión sin m edida del cine norteam ericano y la pe
netración cultural que implica, decide crear un organismo para
fundar y prom over el cine nacional: el National Film Board, en
inglés, u Office National du Film, en francés. Esto sucede en
1937 v en 1939 llega a Canadá para dirigir los destinos de este
organism o el docum entalista inglés John Grierson padre de la
escuela docum entalista inglesa. La m edida del gobierno es am
bigua, pues al mismo tiempo que decide ayudar a la creación de
un cine nacional lo lim ita a un tipo de cine didáctico, científico,
550 PUESTA AL DIA (1965-1971)
Suiza.
Senegal. Fue el prim ero en ab rir la vía del cine. Paulin Vieyra
y Sam bene Ousmane pueden ser considerados los precursores del
cine africano. Vieyra re dó en París el que se considera la prim era
expresión cinem atográfica africana en 1956, Afrique sur Seine, y
posteriorm ente dos m ediom etrajes en Senegal, Mol (1965) y Sin-
diely (1967). Ousmane es el más conocido en el mundo, sus corto
m etrajes Barón Sarret (1964) y Nyaye (1965) fueron prem iados en
varios festivales internacionales y lo mismo sucedió con sus dos
largom etrajes La noire d e ... (1966) y Le mandat (1968). Otros
cineastas en activo: Djbril Diop ( Contras City), Bacabar Samb
(E t la neige n ’était plus, 19.68), Momar Thiam (Sarzan, 1967,
N'Dakarou, 1969), Huham a Traoré (Diankha-Bi).
MEDIO ORIENTE
Israel. 250 salas de cine para 2 300 000 habitantes contaba Israel
en 1966; uno de los índices de frecuentación más altos del mundo.
Su producción prom edio desde 1960 es de 10 films anuales y cer
ca de un centenar de cortom etrajes, estos últim os casi todos pro
ducidos por el Estado. El nivel técnico es bueno y el nivel artís
tico bastante aceptable. Pero, a pesar de estos factores en su
favor, el cine israelí no ha logrado sobresalir ni encontrar eco
en los m ercados internacionales. Se puede esperar que esto su
ceda m ás adelante ya que el nivel del cortom etraje, en el que se
están form ando los nuevos cineastas, es bastante honorable. El
m ejor film de este últim o período es sin duda Tres días y un niño
(1967), de Uri Zohar, prem iado en un festival de Cannes y un
logro por la m anera como Zohar plantea y define la relación en
tre sus tres personajes. El mismo Zohar se vuelve a destacar con
Every Bastará a King (1968). Con estos dos films Zohar confir
m a las buenas cualidades notadas en su prim er largom etraje, Un
agujero en la luna (1964). Otros films interesantes: La m ujer
del héroe (1964), de Peter Frye, Tuvya y sus siete hijas (1967),
de M enahamen Golan, E l sitio (1968), de Gilberto Tofano, La gran
excavación (1969), de Ephraim Kishon. Se han realizado también
coproducciones con otros países: Judith (1964), de Martin Ritt con
Estados Unidos, Pas question le samedi (1965), de Alex Joffé,
La cage de verre (1965), de Philippe Arthuys, ambos con Francia.
Irán. El país, que contaba en 1965 con 240 salas para 20 millones
de habitantes, produce desde 1960 de 8 a 12 films anuales, además
de un buen núm ero de cortom etrajes. E ntre los films interesan
tes de la nueva ^jneración están: La noche del jorobado (1964)
y Al sur de la ciudad (1966), de Farokh Gaffary, El ruiseñor de
los campos (1964), de Majid Mosheni, y sobre todo E l ladrillo y
el espejo (1965), prim er largom etraje de Ebrahim Golestan, céle
bre anteriorm ente por sus brillantes cortom etrajes. Es sobre todo
en este campo, el corto, donde destacan los cineastas iranios. Se
pueden citar a este respecto los nom bres de Houshang Shafti,
M anoutchehr Tayyab, Ahmad Faroughi, Hagir Daryouche.
LEJANO ORIENTE
India
Japón
P rim er país productor de film s en el m undo —un prom edio de
450 film s por año de 1964 a 1970—, es ademas uno de los mas
poderosos m ercados cinem atográficos: en 1964 contaba con 7 231
salas de exhibición sobre una población de 93 millones de habi
tantes. La industria cinem atográfica está regida por un bloque
562 PUESTA AL DIA (1965-1971)
mente a estas actividades, los críticos que form aban parte del
comité de selección em pujaron a la corporación a producir sus
propios films, lanzando al mismo tiem po a nuevos cineastas que
no tenían cabida en el sistema. Actualmente la a t g se encuentra
en plena actividad, utilizando dos fó rm ulas: la prim era de co
producción con los realizadores, la segunda distribuyendo films
de pequeños productores afiliados en una cadena de 27 salas.
La mayor parte de los films coproducidos o distribuidos por la
a t g están dentro de lo m ejor del cine japonés de los últim os años.
China
con Hong Kong. En 1966 el país contaba con 535 salas para once
millones de habitantes.
I I . ARGENTINA
III. BOLIVIA
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IV. BRASIL
V. COLOMBIA
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V III. MÉXICO
IX. URUGUAY