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GESTION DEL TURISMO - FACULTAD DE

HUMANIDADES

HISTORIA Y
EVOLUCION DE LA
CINEMATOGRAFIA.

MATERIA: HISTORIA DEL ARTE


GRUPO: 7
DOCENTE: MSc EDGAR MARCOS RUIZ
MENDIZABAL.
INTEGRANTES: Anyi Ibeth Huallpa Zoto
Maria Mercedes Carrasco Patiño
Maria Alejandra Condori Andrade
Estefany Rachell Duran Mansilla
Fanny Jackelin Ledezma Rojas
 HISTORIA DEL CINE MUNDIAL
Como su nombre lo indica, la historia del cine es la rememoración de los inventos,
inventores y eventos que dieron nacimiento a la cinematografía. Se extiende desde sus
inicios mudos en blanco y negro, hasta sus vertientes contemporáneas, digitales y
abundantes en efectos especiales computarizados.
Esta es una historia que comprende casi dos siglos, desde finales del XIX hasta el
tiempo presente, y que va de la mano de la invención fotográfica. El cine es una
técnica de captura, edición y reproducción de imágenes y sonido. Opera en base a
soportes fotosensibles, aparatos de computación y proyectores especializados, para
ofrecer al público espectador la impresión del movimiento.
Esta técnica se ha perfeccionado en nuestros días con la incorporación de la tecnología
digital y la profesionalización del oficio cinematográfico. Se ha logrado un lenguaje
artístico propio que hoy en día es reconocido como el “noveno arte” y que, en tanto
industria del entretenimiento, moviliza cuantiosas cantidades de dinero en el mundo
entero.

Origen del cine

La primera proyección fílmica exhibida al público fue obra de los hermanos Lumière.
El origen formal del cine se remonta al siglo XIX, con la invención de la fotografía. Con
ella se dieron los primeros pasos hacia la generación de la impresión del movimiento,
gracias a la persistencia retiniana (la mínima perduración de las imágenes vistas en la
retina humana cuando se proyectan a gran velocidad) y al principio de la cámara
oscura.
La primera proyección fílmica exhibida al público tuvo lugar en París el 28 de diciembre
de 1895. Consistía en una proyección de la salida de unos obreros de una fábrica en
Lyon. Fue grabada por los célebres hermanos Lumière, quienes en un año produjeron
más de 500 películas de no más de un minuto de duración.
A esa primera proyección acudieron apenas 35 personas, pero la voz se corrió muy
rápidamente en París y pronto hubo multitudes deseosas de ver el nuevo invento,
anunciado como Cinématographe Lumière.
También es célebre la anécdota de que una de sus primeras proyecciones involucró la
filmación frontal de un tren que llegaba a la estación. El público asistente, temeroso de
que el tren los atropellara, huía de la sala.

Antecedentes del cine

La linterna mágica simulaba el movimiento con imágenes rotativas.


Para que la invención de los Lumière pudiera existir, numerosos descubrimientos
tuvieron que darse previamente. Algunos incluso se remontan al siglo XVI, cuando el
sacerdote alemán Atanasio Kircher inventó la linterna mágica, un aparato de imágenes
rotativas que simulaba el movimiento y servía para entretener a los niños.
En el siglo XVIII, Gaspard Robert popularizó la proyección pública de imágenes pintadas
sobre placas de cristal, que bautizó como Fantasmagories. En el siglo XIX hubo más
experimentos con imágenes en movimiento. Uno de los más importantes fue el
estroboscopio (1833) de Simon von Stampfer que permitía ver a velocidades muy
lentas (o quieto) un objeto que giraba sobre sí mismo.
En 1874 fue inventada la fotografía. Basándose en este invento, el francés Jules
Janssen creó el “revólver fotográfico”, un antepasado de la cámara fotográfica de hoy.
Poco después, el estadounidense Edward Muybridge logró reproducir el galopar de un
caballo a partir de fotografías tomadas en serie de su carrera.
Pero el cine como tal sólo fue posible cuando Thomas Alva Edison inventó la bombilla
incandescente en 1889, y luego el kinetógrafo, un aparato que sincronizaba el sonido y
la captura de una imagen, intentando capturar el momento vivido. Este último dio pie
a la posterior inclusión del audio en el cine.
La magia de Georges Méliès

Méliès creaba historias de ficción dotadas de efectos especiales.


Uno de los grandes precursores del cine fue Georges Méliès. Debido al entusiasmo que
le causó, decidió invertir en la tecnología de los hermanos Lumière. Propuso
importantes innovaciones que cambiaron el carácter naturalista, realista y pasivo de
las grabaciones de los Lumière.
Por el contrario, Méliès creaba historias de ficción dotadas de efectos especiales,
escenografías de cartón, maquillaje y saltos en la edición. Se trataba de fábulas
infantiles y relatos fantásticos, gracias a los que aún hoy es recordado como el “mago
del cine”. Entre ellas estuvieron “Viaje a la luna” (1902) y “El viaje imposible” (1904),
inspiradas en los libros de Julio Verne.

Pioneros: León Gaumont y Alice Guy Blaché


Otros importantes precursores del cine a finales del siglo XIX fueron León Gaumont y
Alice Guy Blaché, su secretaria y asociada. Esta última, luego de presenciar las
proyecciones de los hermanos Lumière, convenció a su jefe, quien era dueño de una
venta de aparatos fotográficos, de incursionar en el cine.
Juntos emprendieron la producción de filmes, que la propia Guy guionaba y filmaba,
entre ellos uno de los primeros largometrajes de ficción: La fée aux choux, “el hada de
las coles” en 1896. En estos primeros filmes había una importante presencia de
técnicas teatrales, y posteriormente se incorporó tintura por primera vez, permitiendo
que las imágenes fueran a color.

Pionero: Charles Pathé

Charles Pathé fundó una empresa cinematográfica llamada Pathé Frères.


Pathé fue otro emprendedor del cine fruto de las exhibiciones de los hermanos
Lumière. Fabricó sus propias cámaras con las que inició sus producciones. Además,
intentó combinar el fonógrafo con el cinematógrafo, para captar audio y vídeo al
mismo tiempo, aunque sin mucho éxito.
Posteriormente, sí prosperó en el mundo empresarial del cine: fundó la primera
empresa cinematográfica que combinó las tres ramas de la industria del cine:
producción, distribución y exhibición, llamada Pathé Frères (“Hermanos Pathé”).
En esta empresa tuvieron lugar muchas innovaciones del lenguaje cinematográfico,
como los planos cinematográficos cercanos, no generales. Se debieron especialmente
a Ferdinand Zecca, quien hacía de actor, director, guionista y decorador.
Cine mudo y cine sonoro
Charles Chaplin - historia del cine
Las proyecciones de películas mudas se acompañaban con música en vivo.
Ya en 1902, Edison dio los primeros pasos hacia el registro de audio e imagen a la vez,
aunque con muy poca calidad todavía. Además, gracias al cronófono de León Gaumont
en 1910, la posibilidad de incluir sonido en los filmes comenzó a vislumbrarse.
Sin embargo, el cine fue mudo durante sus primeros 30 años. Se continuó
acompañando las proyecciones con música en vivo hasta 1927, cuando el primer
largometraje sonoro fue posible, a través de la sincronización de un disco reproducido
al mismo tiempo que el film. Esta primera película sonora fue El cantor de Jazz de la
Warner Brothers en Estados Unidos.

El lenguaje cinematográfico

La obra clave de Sergei Eisenstein fue El acorazado Potemkin (1925).


Los pioneros del lenguaje cinematográfico, que acabaron con la tendencia de filmar el
cine como si fuera teatro grabado, fueron dos:
David W. Griffith. Cineasta estadounidense, autor de El nacimiento de una nación
(1915), un filme mudo que relataba la fundación de los Estados Unidos y que fue la
primera superproducción fílmica de la historia. Empleó por primera vez planos
alternados y no fijos, una cámara móvil, planos y tomas totales o parciales y otros
cambios que fundaron parte del modo de hacer cine que aún entendemos.
Sergei Eisenstein. Cineasta de la Unión Soviética cuya obra clave es El acorazado
Potemkin (1925), filme mudo que narra el motín dentro de un acorazado zarista en
plena Revolución de Octubre. Es considerada la mejor película de la historia y es de las
más estudiadas del cine, dada su técnica de montaje, que hizo escuela desde entonces.
Es el primer filme en usar imágenes chocantes para generar una reacción emocional en
la audiencia.
El cine a color
La invención del cine a color fue una preocupación de los pioneros del cine, que como
Méliès procedían a colorear uno por uno los fotogramas de sus filmes. Era una técnica
muy poco eficaz y costosa.
Sin embargo, en 1915 apareció Technicolor, una compañía que trabajó durante años
en la producción de sistemas fílmicos a base de colores primarios, que permitieron
inicialmente insertar secuencias de color en filmes de blanco y negro. Recién en 1929
se proyectó el primer largometraje a colores: On with the Show!
En 1932 se incorporó un tercer color a la paleta y se logró un sistema en base a los tres
primarios, que daba grandes resultados. Fue empleado por Disney en sus animaciones.
Finalmente, este sistema fue reemplazado en 1950 por el propuesto por la empresa
Eastman Kodak, mucho más sencillo y eficaz.

Hollywood y la meca del cine

En Hollywood nacieron algunos de los grandes estudios fílmicos estadounidenses.


El éxito del cine en los Estados Unidos fue arrollador. Thomas Alva Edison, quien era ya
un poderoso empresario nacional, intentó quedarse con la propiedad intelectual del
cinematógrafo. Esto le causó enormes tensiones con los productores de cine
independientes, llegando el conflicto a juicios e incluso a los disparos.
Como consecuencia, muchos creadores emigraron de Nueva York hacia un pequeño
poblado cerca de la frontera con México, llamado Hollywood. Allí nacieron los que aún
son algunos de los grandes estudios fílmicos estadounidenses, como son 20th-Century
Fox, Paramount, Universal, Metro-Goldwin-Mayer, etc.
Los estudios no sólo producían y financiaban las películas, sino que también
controlaban íntegramente la distribución. En poco tiempo lograron alzarse como la
“meca del cine” estadounidense y dando inicio al llamado “Star System” de las grandes
celebridades del cine.

El cine digital

El espíritu del cine cambió enormemente luego de la aparición de las computadoras. El


mundo digital permitió, por un lado, la filmación directamente en formatos digitales
mucho más flexibles y de mejor rendimiento.
Por otro lado, se incorporaron efectos especiales digitales, que no requerían de
tramoyas y artificios técnicos, sino de programas de computación y post-producción.
Además, se crearon nuevas técnicas de animación y nuevos formatos fílmicos,
generando una verdadera revolución en la industria.

 El nuevo cine latinoamericano


En los años sesenta nace un fenómeno de cine llamado: el nuevo cine latinoamericano.
Este fenómeno está influido principalmente por el neorrealismo italiano y otros
movimientos de cine social. Su función era ir en contra de los modelos
estadounidenses y a favor de la conflictiva realidad. Era la esperanza y la nueva
posibilidad de restablecer una cinematografía a nivel continental, un nuevo cine.

El inicio se produjo con el Festival del Cine Latinoamericano de Pesaro en la década del
60, pero el momento clave fue el Encuentro de Cine Latinoamericano de 1967, que
tuvo su motor en el chileno Aldo Francia, del Cine Club de Viña del Mar, el cubano
Alfredo Guevara, del Instituto Cubano de Arte e lndustria Cinematográfico (ICAIC) y el
argentino Edgardo Pallero. Fue la primera vez que se reunieron hombres y mujeres de
cine de todos los países latinoamericanos.
Con su invento de la cámara cinematográfica, Lumiere recorrió el continente europeo
y apenas seis meses después se lanzaba a la conquista de Latinoamérica. Durante
1897, son varios los países del continente que ven nacer sus primeras cintas y otros las
verán antes que se acabe el siglo. El cine latinoamericano de los inicios ha
desaparecido en su mayoría, ha sido muy poco lo que se ha podido conservar. [3] La
mayor parte de las cintas encontradas datan de la etapa silente que llega
aproximadamente hasta comienzos de los años treinta.
Al comienzo Cinematografía Latinoamericana

Se denomina cine latinoamericano al conjunto de producciones cinematográficas de


los artistas, productores y técnicos de América Latina.
El cine llegó a América Latina en 1896, tras la primera exhibición de los hermanos
Lumiere en 1895 en la ciudad de Paris. Desde esa época llegaran los equipos de rodaje,
de proyección, y profesionales promoviendo el principio del desarrollo de
producciones en esa región.

Nace con un proceso de expansión de la industria y la tecnología y con un apoyo


principalmente del poder económico y político se comienza a instalar sobre la mayor
parte del mundo. Poco a poco va creciendo una poderosa industria cultural y
comunicacional que sirvió para alimentar la actividad cinematográfica y para
transnacionalizar modelos de producción y de uso que fueron rápidamente aplicados
sobre Latinoamérica.

¿Qué es cinematografía ejemplos?

La cinematografía, también llamada cine, es la técnica y el arte de capturar, almacenar


y retransmitir imágenes en movimiento, a menudo provistas de un soporte auditivo. …
De hecho, si enlenteciéramos una proyección cinematográfica, veríamos que la
reproducción de las imágenes se parece a un carrusel de diapositivo
 HISTORIA Y EVOLUCION DEL CINE NACIONAL
A diferencia de otros países de Latinoamérica que conocieron el cine durante la última
década del siglo XIX, tal como Colombia y Uruguay, Bolivia experimentó un desarrollo
fílmico con una temporalidad distinta.

En 1912, tres años después de haberse realizado las primeras proyecciones, surgieron
las filmaciones realizadas en territorio boliviano por parte de Luis Castillo González,
entre las que destacó una galería de imágenes de aspectos cotidianos de La Paz,
titulada Vistas locales (1913). Posteriormente, en 1918, Castillo fundó una compañía
cinematográfica y en 1925, junto al antropólogo Arturo Posnansky, inició el proyecto
Condor Maiku Films, productora que se enfocó en la realización de cortometrajes,
documentales y largometrajes.

Otro paso significativo en la historia del cine de Bolivia llegó con la primera película de
larga duración: La profecía del lago (1925), dirigida por José María Velasco Maidana,
que narra la historia de un hombre adinerado y el conflicto que este enfrenta al
descubrir que su mujer está enamorada de un indígena que trabaja en su casa. La
temática de la historia causó controversia en el público por la relación que mostraba y
fue censurada sin poder ser vista en otros lugares. Ese mismo año, Pedro Sambarino,
director de cine de origen italiano, concluyó la película Corazón Aymara (1925), un
largometraje de ficción que narra una discordia amorosa entre un matrimonio que vive
en los nevados andinos y recurre a un juicio bajo las normas del pueblo aymara para
arreglar el descontento.

En estos ejemplos, los relatos del cine boliviano incluyeron personajes indígenas,
factor que poco a poco condujo al desarrollo de un cine indigenista y que en años
posteriores tendría un auge considerable. Sin embargo, durante los años veinte y los
treinta, la cinematografía nacional también tuvo algunos momentos de progreso
respecto a su capacidad narrativa. La gloria de la raza (1925), de Arturo Posnansky, es
ejemplo de ello, pues logra desarrollarse como un medio de difusión para mostrar sus
descubrimientos en una trama que lo incluye a él mismo como protagonista, guiado
por un nativo en su visita a unas ruinas precolombinas.
hasta 1930 Bolivia no se encontró en seria desventaja en cuanto a producción
cinematográfica se refiere.

El cine atravesando una crisis

La Guerra del Chaco y las limitaciones que implicó la llegada del cine sonoro, fueron los
dos motivos principales por los que el cine boliviano fue enterrado por más de 10 años.
Por un lado, el cine sonoro significó un serio problema para la producción nacional,
que tardó mucho tiempo en incorporarse plenamente a la vanguardia tecnológica. Por
otro, el enfrentamiento entre Bolivia y Paraguay —que estalló en 1932— fue una
catástrofe humana y económica que hundió a ambos paíse

En 1932, la película Hacia la gloriaem


(1932), una realización de Mario
Camacho, José Jiménez y Raúl Durán,
implicó el primer acercamiento del cine
boliviano con la sonorización. No
obstante, transcurrieron más de dos
décadas para que la sonoridad fuera parte elemental de los filmes, hecho que logró
concretarse en 1958 con el reestreno de La guerra del Chaco (1936), también conocida
El infierno verde em1958). La película fue el resultado de la labor de documentación y
registro de Luis Bazoberry, un fotógrafo que cubrió las actividades y enfrentamientos
durante la Guerra del Chaco.

Etapa de posguerra

Aunque el final del conflicto entre Bolivia y Uruguay hizo evidente la inactividad en el
campo cinematográfico de esa época, surgieron nuevos realizadores y aficionados,
como Jorge Ruiz y Augusto Roca, quienes trabajaron juntos hasta 1947 cuando se
unieron al norteamericano Kennet B. Wasson y fundaron Bolivia Films.
La empresa abrió una línea de producción de cortometrajes y documentales, entre los
que destacó Virgen India (1948), de la mancuerna integrada por Ruiz y Roca,
reconocido como el primer largometraje sonoro en blanco y negro. Un año después,
Donde nació un imperio (1949), dirigida por Alberto Perrin Pando, sobresalió por ser el
primer documental boliviano sonoro a color y Bolivia busca la verdad (1950), bajo la
dirección de Jorge Ruiz, obtuvo el mérito por ser la primer película en lograr una
escena con sonido sincronizado.
En abril de 1952 estalló la revolución boliviana, que tuvo su origen en la inestabilidad
política y monetaria del país, tras su derrota en la Guerra del Chaco y la Gran
Depresión que se vivía a nivel mundial que, en el caso específico de Bolivia, afectó la
actividad minera y el sector obrero reprimido por el gobierno en turno y el monopolio
minero. Durante este periodo, gran parte de las producciones de cine en Bolivia, se
limitaron a documentar los hechos que acontecieron en el país.

Nuevo panorama del cine boliviano

Con el propósito de estimular el crecimiento del cine nacional como mecanismo de


prensa y propaganda, el gobierno creó en 1953 el Instituto Boliviano Cinematográfico
(IBC), a cargo de Waldo Cerruto. Bajo esta nueva consigna, se produjo La vertiente
(1958), de Jorge Ruiz. El largometraje, una combinación de ficción documental, narra
los esfuerzos de una comunidad selvática en su lucha por resguardar los derechos de
acceso al agua y la historia de dos personajes en romance.
Otro título emblemático con esta línea fue Las montañas no cambian (1962), también
de Jorge Ruiz, realizado en conmemoración de los diez años de la revolución y el cual
aborda algunos aspectos de la capacidad económica del país, haciendo referencia a las
zonas del Altiplano, los valles y la Amazonía, e intercalando esa narración informativa
con historias personales y personajes, entre campesinos, militares, y colonos, entre
otros.

En julio de 1976, durante la dictadura de Hugo Banzer y bajo el mandato de Mario


Mercado como alcalde de La Paz, se creó la Cinemateca Boliviana. Lo anterior, para
responder a la necesidad que destacaron algunos personajes de la escena cultural y
política de Bolivia sobre la urgencia de abrir un espacio para la preservación de los
filmes nacionales, puesto que gran parte de las producciones que se habían realizado
hasta ese momento estaban desaparecidas o acumuladas en lugares que no
aseguraban su conservación.

Desde entonces, la Cinemateca ha desempeñado un papel importante en la


conformación de un archivo cinematográfico boliviano, mismo que ha crecido gracias a
diversas donaciones. De igual manera, la institución ha expandido sus actividades y
objetivos a lo largo del tiempo, por lo que actualmente también se concentra en la
restauración de materiales y en el desarrollo académico a partir de investigaciones de
cine y la formación de nuevos realizadores y espectadores.

Ley general del cine

El Estado boliviano otorgó una mayor importancia al cine nacional hasta los últimos
años de la década de los setenta, con el decreto de la Ley general de cine en 1978. El
proyecto legal nació como una propuesta por parte de la ya establecida Cinemateca,
en la que convocó a otras dependencias, como la Cámara Nacional de Empresarios
Cinematográficos, la Asociación de Cineastas, la Asociación de críticos y el Centro de
Orientación Cinematográfica, para diseñar una iniciativa de ley que velara por el
interés de proteger y fomentar la producción fílmica a nivel nacional.
En junio de 1978, el anteproyecto fue aprobado y con ello se planteó el propósito de
crear el Consejo Nacional Autónomo del Cine (CONACINE), pero fue hasta 1982 que
inició sus actividades. En los años posteriores, la legislación tuvo algunas reformas,
entre las más importantes se encuentra aquella impulsada en 1991 por el Grupo
Nuevo Cine y Video Boliviano, remarcando los objetivos de normar, proteger e
impulsar las actividades cinematográficas, además de la obtención de los recursos para
su financiamiento, proporcionados por el Ministerio de Finanzas.
Cine boliviano contemporáneo
Entre saltos vertiginosos respecto a los avances técnicos y narrativos, películas
extraviadas, extensos periodos de uso propagandístico y los cimientos de una
legislación, el cine nacional llegó a la última parte del siglo XX. A principios de los
noventa comenzó un periodo que se caracterizó por un pequeño boom en la
producción, gracias al soporte legislativo logrado en 1991.
Así, la cinematografía de Bolivia comenzó a emplear nuevos recursos en sus
producciones y en algunos casos hizo énfasis en el carácter educativo, por ejemplo, la
realización de cuentos animados, tal como en Paulina y el cóndor (1994), de Marisol
Barragán, un cortometraje sobre la región andina y una niña aymara llamada Paulina,
que se relaciona con un cóndor y este le ayuda a escapar de una prestamista que
quiere llevarla a la ciudad.
Paralelo a esto, en 1995, se publicó la primera convocatoria del Fondo de Fomento
Cinematográfico (FFC), coordinado por el CONACINE, y alcanzó la meta de estrenar
cinco producciones durante ese año, una de ellas fue Viva Bolivia toda la vida (1995),
de Carlos Mérida, en la que aprovechando la euforia nacional ocasionada por la
clasificación del equipo boliviano de fútbol al Campeonato mundial de Estados Unidos
en 1994, empleó algunos segmentos de partidos y la ficción sobre un niño que anhela
convertirse en un futbolista profesional.

Esa misma década tuvo dos estrenos con buen recibimiento del público: La oscuridad
radiante (1996), dirigida por Hugo Ara, inicialmente en un formato de serie televisiva,
que después sería adaptada para su exhibición en salas de cine, en la que se narra la
historia de un sacerdote y sus memorias durante los tiempos de guerrilla. El otro filme
fueEl día que murió el silencio (1998), de Paolo Agazzi, que cuenta los hechos ocurridos
tras la llegada de Abelardo Ríos a Villaserena, quien instala una radio para transmitir
en las inmediaciones del pueblo y abriendo así un espacio para que los habitantes
expresen lo que no habían podido comunicar.
En el comienzo del siglo XXI, El triángulo del lago 2000), bajo la dirección de Mauricio
Calderón, fue reconocida como la primera producción boliviana de ciencia ficción. La
trama aborda la extraña desaparición de una mujer que se encontraba de vacaciones
cerca del Triángulo de las Bermudas y de los sucesos que el hecho desencadena. Por
otra parte, algunas películas comenzaron a tratar el tema de la migración, como
Dependencia sexual (2003), de Rodrigo Bellott, en donde unos jóvenes en Bolivia y
Estados Unidos definen sus preferencias sexuales y enfrentan las dificultades que estas
implican.
Dos años después se estrenó Lo más bonito y mis mejores años (2005), dirigida por
Martín Boulocq, con la historia de Berto, un joven boliviano que busca vender su auto
para poder viajar a Madrid y comenzar una nueva vida. También American visa (2005),
de Juan Carlos Valdivia, muestra la historia de un profesor boliviano al que le es
rechazada su petición de visado norteamericano y posteriormente se ve envuelto en
una red criminal.
Algunas producciones recientes del cine boliviano, han conseguido mostrar la
evolución de las miradas políticas e históricas a través de nuevas propuestas en sus
estructuras narrativas, que si bien se desarrollan en entornos habituales, descubren y
resignifican la identidad de los personajes como el resultado de una historia nacional.
Un caso que funciona como ejemplo de esto es el de las comunidades mineras,
reflejado en Viejo calavera (2016), de Kiro Russo, una de las producciones que ha
obtenido numerosos reconocimientos a nivel mundial. El filme resalta la habilidad de
construir el relato a través de la imagen y el empleo de recursos sonoros que el
ambiente natural ofrece, con los que se narra la historia de Elder Mamani, un minero
envuelto en el trabajo y el alcoholismo.

En apenas un siglo, el pueblo boliviano ha integrado al cine como un eslabón


fundamental de su cultura, consolidando entre algunas cosas, la capacidad de
reconocerse a sí mismo como productores de historias, con escenarios y
temporalidades distintas, pero que en suma, forman un relato nacional complejo.
Aunado a esto, se ha reconocido a su población indígena, ya no solo como una
otredad, sino más bien como un elemento importante para entender su identidad.

 EVOLUCION DEL CINE EN SANTA CRUZ


1978 (diciembre) El cine en Santa Cruz de la Sierra, la cartelera, refleja el auge del cine
en los 70
A finales de los años 70, el canal estatal (Canal 7) TV Boliviana, tenía el monopolio de
las transmisiones televisivas en el país, las universidades habían creado circuitos
cerrados de TV, que poco a poco fueron emitiendo sus transmisiones de forma abierta.
Es el caso de la Universidad Juan Misael Saracho de Tarija que fue la primera en
transmitir abiertamente sus emisiones, le siguieron las universidades de Sucre y Potosí
con la ventaja además de ser transmisiones en color.
Entre los programas de
Canal 7 de la época
mencionamos Hipper
Show conducido por el
ya fallecido
«Compadre» Carlos
Palenque y emitido los
domingos por la
mañana. También los
domingos por la noche,
era retransmitido el
programa emitido por
RTVE (Televisión Española) 300 Millones; programa cuyo nombre hacía referencia a los
300 millones de hispanohablantes (en ese entonces). Toto Arevalo conducía DeporTV,
eran sus primeros años en la televisión nacional.
Volviendo al tema, en esos años, la cartelera en Santa Cruz de la Sierra, también refleja
el auge del cine. Una revisión a los diarios de la época da cuenta de 10 salas y un
Autocine:
 Santa Cruz
 Palace
 Florida
 Camba’o
 Grigotá
 Edison
 Mau Mau
 René Moreno
 Metropolitano
 24 de septiembre
 Autocine
En la década de los 90, más precisamente en 1998 Yawar (Sangre) cortometraje en
película de 16 mm. dirigido por David Sordella y cuya filmación empezó en 1996 es
estrenada en Santa Cruz de la Sierra el 29 de enero, inaugurando la sala del Cine Arte
Santa Cruz, espacio cultural que contó con apoyo de instituciones tales como el
CONACINE, la Cinemateca Boliviana, el Cine 16 de Julio de La Paz y la Oficialía Mayor
de Cultura de Santa Cruz. Sin embargo no contó con el apoyo del público, situación que
condujo a su inevitable cierre.
En 1999, se realizó el Primer Festival Iberoamericano de Cine de Santa Cruz, festival
que pese a los tropiezos en su organización en el inicio, ha logrado mantenerse
vigente. Posteriormente desde el 2001 tomó oficialmente el nombre de FENAVID. Es
recordada la cuarta versión del festival el año 2002; por que tuvo como invitada de
honor a Raquel Welch en la gala de la clausura y entrega de premios. La diva, fue
además galardonada con una estatuilla Tatu Tumpa, como reconocimiento a su aporte
al cine mundial.
En Julio del 2002 se inician las obras para construir un complejo de 10 salas de cine,
dos años después, el 5 de Agosto del 2004 es inaugurado el cine Center con una
capacidad de 2670 butacas.
Hoy en día Santa Cruz, tiene al Multicine Center con 12 salas, El Palace con 3 salas, el
Bella Vista con 2 salas y el Centro Cultural Simón Patiño con 1 sala.
Primeros largometrajes bolivianos[editar]

El fusilamiento de Alfredo Jáuregui del 5 de noviembre de 1927.


En 1923 llega a Bolivia el cineasta italiano Pedro Sambarino, que había trabajado ya
varios años en Argentina. El italiano crea la empresa S.A. Cinematográfica Boliviana,
que luego se convertiría en Bolivia Films. Una de las primeras producciones realizadas
en Bolivia por Pedro Sambarino es Actualidad de La Paz. En 1924, el italiano filma Por
mi Patria, documental que buscaba reflejar una visión global del país y sus costumbres,
realizado con vistas a los festejos del Centenario de la República.
El 14 de julio de 1925 se estrena Corazón Aymará, el cual es considerado el primer
largometraje boliviano. Realizado por Pedro Sambarino, es una adaptación de la obra
teatral La huerta de Ángel Salas. Aparentemente ese mismo año (1925) José María
Velasco Maidana produce otro largometraje titulado La profecía del lago; el filme no
llegó a presentarse ante el público debido a la censura, al tratarse de los amoríos entre
un 'pongo' y la esposa del dueño de una hacienda; esto transgredía las estructuras de
la época en las que predominaban prejuicios raciales y sociales, por lo que incluso se
llegó a intentar secuestrar la película para incinerarla.
El 9 de septiembre de 1926 se estrena otro largometraje boliviano: La gloria de la raza,
obra del arqueólogo Arturo Posnansky; presentaba cuatro actos a lo largo de los cuales
un científico, interpretado por el propio Posnansky, realiza un recorrido por varias
culturas precolombinas desde los Urus a Tiahuanacu, guiado por un anciano nativo. En
la filmación colaboró el realizador boliviano Luis del Castillo. De esta película
solamente queda un pequeño folleto editado para el estreno, en el que se describe
detalladamente el argumento y se incluyen algunas fotografías del rodaje.
En 1927 se realizaron dos películas que registran el fusilamiento de Alfredo Jáuregui,
hijo menor de una familia acusada del
asesinato del expresidente José Manuel
Pando, y cuyo caso judicial tuvo gran
repercusión en la sociedad. Una de estas
películas titulaba El fusilamiento de
Jáuregui y fue realizada por Del Castillo. La
otra, rodada por Posnansky, se llamaba La
sombría tragedia del Kenko. La exhibición
de ambas obras se intentó prohibir,
llegando incluso a detenerse a Del Castillo,
exigiendo que las películas sean
entregadas para ser archivadas en la Corte
Suprema junto a los obrados del proceso;
finalmente ambas pudieron ser
estrenadas. El fusilamiento de Jáuregui era
un cortometraje que se limitaba a mostrar
escenas de la ejecución. En cambio la obra
de Posnanky era un mediometraje que
reconstruía los hechos desde el asesinato
del expresidente, pasando por el juicio y
concluyendo en la ejecución. A finales de
2012 se encontró una copia de El
fusilamiento de Jáuregui con el nombre de
El Bolillo Fatal o el Emblema de la Muerte,
título distinto al de su exhibición inicial que, sin embargo, contiene, además del
nombre de Castillo como autor de la misma, todos los acontecimientos descritos como
pertenecientes a El Fusilamiento de Jáuregui, siendo la única copia conocida del
documental censurado en 1927.12
El fin del cine silente y la Guerra del Chaco

En junio de 1931, se realiza la primera proyección sonora en el Teatro Municipal de la


ciudad de La Paz, marcando el inicio del nuevo rumbo cinematográfico y el fin del cine
silente.
Entre 1932 y 1933 Mario Camacho, cochabambino que había participado en un rol
secundario en Wara Wara y al mismo tiempo en diferentes tareas técnicas, se une a
José Jiménez y Raúl Durán Crespo, e inician el rodaje de un nuevo largometraje de
ficción, El hijo de Choqueyapu, poco antes del inicio de la Guerra del Chaco, conflicto
bélico entre Bolivia y Paraguay. Luego, este proyecto daría lugar al filme Hacia la gloria,
drama bélico con las actuaciones de Matilde Garvía, Donato Olmos, Manuel Sagárnaga,
Enrique Mendoza, Valentina Arze y Arturo Borda, quien además dirigió algunas
escenas. Los realizadores de la película montaron un sistema de fonógrafos detrás de
la pantalla para el acompañamiento sonoro de la película, convirtiendo a Hacia la
gloria en la primera película sonora boliviana.
Entre 1933 y 1936, la Guerra del Chaco se convirtió en el tema central de los
realizadores cinematográficos en Bolivia, intentando realizarse varios proyectos como
Alerta de Mario Camacho, que no llegaron a concretarse.
En ese periodo, el fotógrafo Luis Bazoberry se incorporó al ejército como
aerofotogrametrista, por lo que pudo fotografiar el conflicto bélico, además de
registrar varias tomas con una pequeña cámara que Bazoberry llevó consigo. El clima
del Chaco dejó inservible buena parte del material fílmico de Bazoberry, pero con lo
que pudo conservar, concluida la guerra, Bazoberry montó en España la película La
Guerra del Chaco o Infierno verde, tomas de fotografías fijas y una banda sonora a sus
filmaciones. El filme no tuvo mucho éxito pero representa un testimonio de la guerra,
en el que se registran incluso la firma del armisticio y la confraternización entre tropas
de ambos bandos.
Juan Peñaranda Minchín colaborado por Mario Camacho y José María Velasco
Maidana realizó La Campaña del Chaco, largometraje con textos de Casto Rojas que se
estrenó el 1 de julio de 1933 con mucho éxito.
Entre las producciones extranjeras sobre el conflicto, se pueden mencionar Storm Over
the Andes (1935), y su versión española Alas sobre El Chaco (1935), ambas dirigidas
por Christy Cabanne, y producidas por la compañía estadounidense Paramount;13 y
Guerra en el Infierno Verde de la empresa alemana UFA.
A mediados de 1933 se presenta Historia de la decadencia aymará, largometraje que
consistía en la reposición de algunas de varias películas rodadas la década anterior. La
nueva tecnología del sonoro imposibilitó las producciones nacionales, condenando la
precariedad del cine boliviano a la dependencia de películas extranjeras por más de
una década.
Desde el año 2012, el director Tonchy Antezana prepara su película Boquerón,14 sobre
la cruenta batalla del Fortín Boquerón. Durante 2015 se encontraba en proceso de
postproducción.
En 2019 el director Leonardo Pacheco filma la película "Tres Pasos Al Frente" que narra
el pasaje histórico del que fueron protagonistas los cadetes del Colegio Militar del
Ejército en el año 1933.
El primer largometraje sonoro y el cine en color[editar]
En 1947 el norteamericano Kenneth Wasson funda la productora Bolivia Films, de
donde surge Jorge Ruiz, uno de los principales documentalistas del cine boliviano.
En 1948, la empresa Emelco rueda Al pie del Illimani en conmemoración al IV
Centenario de fundación de La Paz, largometraje documental que consiste en la
sucesión de varios cortos dedicados a aquella celebración y se considera como el
primer largometraje sonoro boliviano.
Ese mismo año, Ruiz conoce a Augusto Roca, brillante operador técnico con quien
formará una pareja inseparable y fundamental para esta nueva época del cine
boliviano.
En 1949, con la colaboración de Ruiz y Roca, Alberto Perrín Pando dirige una de las
primeras películas bolivianas en color: Donde nació un imperio, cortometraje filmado
en el lago Titicaca, acerca de los orígenes del Imperio incaico.

BIBLIOGRAFIA:

https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_cine
https://curiosfera-historia.com/historia-del-cine/
https://educomunicacion.es/cineyeducacion/comienzoscine.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Cine_de_Bolivia#El_D%C3%ADa_del_Cine_Boliviano
https://es.wikipedia.org/wiki/Cine_de_Am%C3%A9rica_Latina

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