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Técnicas de Pruebas No Funcionales
Técnicas de Pruebas No Funcionales
La calidad del software es un aspecto crítico en el mundo actual, donde la tecnología desempeña
un papel esencial en casi todos los aspectos de la vida. A menudo, se tiende a centrar la atención
en la funcionalidad del software, es decir, si cumple con los requisitos previamente definidos. Sin
embargo, la calidad de un programa va más allá de simplemente hacer que funcione; también se
refiere a su capacidad para enfrentar desafíos no funcionales. Las técnicas de pruebas no
funcionales son un componente vital en la evaluación y mejora de la calidad del software, ya que
abordan aspectos críticos como el rendimiento, la seguridad, la usabilidad y la escalabilidad.
Una de las áreas clave en las pruebas no funcionales es la evaluación del rendimiento del software.
Esto incluye no solo la velocidad con la que se ejecuta el programa, sino también la capacidad de
manejar grandes cantidades de datos o de usuarios simultáneos. Técnicas de pruebas como las
pruebas de carga, estrés y rendimiento permiten simular situaciones reales y evaluar cómo el
software se comporta bajo diferentes condiciones. Identificar cuellos de botella, optimizar el
rendimiento y garantizar que las expectativas de los usuarios se cumplan son objetivos críticos en
esta área.
La usabilidad se centra en la experiencia del usuario al interactuar con el software. Las técnicas de
pruebas de usabilidad implican la evaluación de la interfaz de usuario, la navegación y la
accesibilidad del software. Se busca asegurar que el software sea intuitivo y fácil de usar para los
usuarios finales. Las pruebas de usabilidad suelen incluir pruebas de usuarios reales que
proporcionan retroalimentación valiosa sobre la experiencia de usuario y las áreas que requieren
mejoras.
**Escalabilidad: Crecimiento sin Problemas**
**Mantenimiento y Conclusión**