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Disforia de género
(Incongruencia de género)
La identidad sexual se refiere al género al que una persona se siente atraída sexualmente (si es
que se siente atraída por algún género).
Sexo se refiere al papel público y al rol vivido por una persona como niño o niña, hombre o mujer.
Las culturas occidentales son más tolerantes con las conductas no conformistas de género (marimacho)
en las niñas (lo que generalmente no se considera un trastorno de género) que con las conductas
afeminadas o de "mariquitas" en los varones. Muchos varones juegan como niñas o actúan como sus
madres, lo que incluye probarse la ropa de su hermana o su madre. En general este comportamiento es
parte del desarrollo normal. La disconformidad de género (conducta que difiere de las normas culturales
para el sexo de nacimiento de un individuo) en los niños no se considera un trastorno y rara vez persiste
en la edad adulta o conduce a la disforia de género, aunque los niños que manifiestan disconformidad
persistente pueden ser más propensos a eventualmente ser homosexuales o bisexuales en su adultez.
Disforia de género
Para la mayoría de las personas, hay congruencia entre sexo biológico (nacimiento), identidad de género
y rol sexual. Sin embargo, los sujetos que tienen disforia de género experimentan cierto grado de
incongruencia entre su sexo de nacimiento y su identidad sexual.
Aunque faltan cifras precisas, se estima que entre el 0,005 y el 0,014% de los varones al nacer y el 0,002 a
el 0,003% de las mujeres al nacer cumplen con los criterios diagnósticos de disforia de género, como se
establece en el Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, quinta edición (DSM-5). Muchas
más personas se identificarían como personas transgénero, pero no cumplen con los criterios de disforia
de género.
Algunos estudiosos sostienen que el diagnóstico de la disforia de género es principalmente una condición
médica con síntomas psiquiátricos acompañantes, similar a los trastornos del desarrollo sexual, y no
principalmente un trastorno mental. Por el contrario, algunas personas con disforia de género en la
comunidad transgénero consideran que incluso las formas extremas de incongruencia de género son
variantes normales raras en el espectro de la identidad y la expresión de género humano con síntomas
psiquiátricos acompañantes.
Pocas veces, la disforia de género se asocia con ambigüedad genital (afecciones intersexuales [trastornos
del desarrollo sexual]) o una anomalía genética (p. ej., síndrome de Turner, síndrome de Klinefelter).
Cuando la clasificación sexual y la situación en que se cría el niño son confusas (p. ej., en casos de
genitales ambiguos o síndromes genéticos que alteran el aspecto de los genitales, como los síndromes de
insensibilidad a los andrógenos), los niños pueden no estar seguros sobre su identidad o su rol sexual,
aunque el nivel de importancia de los factores ambientales sigue siendo controvertido. Sin embargo,
cuando la clasificación sexual y la forma en que se cría el niño son claras, ni siquiera la presencia de
genitales ambiguos puede afectar el desarrollo de su identidad sexual.
Solo una minoría de niños diagnosticados con disforia de género siguen siendo disfóricos de género en la
adultez. Existe una considerable controversia sobre cuándo o si se debe apoyar la transición social y/o
médica de niños prepúberes con disforia de género; no hay investigaciones concluyentes para guiar esta
decisión (1, 2).
El matrimonio y el servicio militar son comunes entre las personas con disforia de género que buscan
huir de sus sentimientos de género cruzado (transgénero). Una vez que aceptan sus sentimientos de
género cruzado y la transición pública, muchas personas transgénero se adaptan a la perfección al tejido
de la sociedad en su género percibido, con o sin terapia hormonal o cirugía de confirmación de género.
Algunos varones de nacimiento que se identifican como mujeres están satisfechos con dominar esa
apariencia más femenina y obtener documentos de identidad como mujeres (p. ej., licencia de conducir,
pasaporte) que los ayuden a trabajar y vivir en la sociedad como mujeres. Otros tienen problemas, que
pueden incluir la ansiedad, la depresión y una conducta suicida. Estos problemas pueden estar
relacionados con factores de estrés sociales y familiares asociados con la falta de aceptación de
comportamientos no conformes con el género y con la marginación. Las disparidades de salud en el
acceso a la salud mental y a los servicios generales de salud están bien documentadas en personas con
disforia de género y pueden estar asociadas con pobreza e incomodidad del médico para proporcionar la
atención adecuada.
1. Chen D, Edwards-Leeper L, Stancin T, et al: Advancing the practice of pediatric psychology with
transgender youth: State of the science, ongoing controversies, and future directions. Clin Pract Pediatr
Psychol 6(1):73-83, 2018. doi: 10.1037/cpp0000229
2. Travers A: The Trans Generation: How Trans Kids (and Their Parents) Are Creating a Gender Revolution. New
York New York University Press 2018
York, New York University Press, 2018.
Incongruencia marcada entre el sexo de nacimiento y la identidad de género que uno siente
(identificación con el sexo opuesto) que ha estado presente durante ≥ 6 meses
Un marcado deseo de ser o la insistencia de que son del género opuesto (o algún otro género)
Una fuerte preferencia por vestirse con ropa típica del sexo opuesto y, en las niñas, resistencia a
usar ropa típicamente femenina
Una marcada preferencia por los roles del sexo opuesto en los juegos
Una marcada preferencia por juguetes, juegos y actividades típicas del otro sexo
Un fuerte rechazo a juguetes, juegos y actividades típicas del sexo que coincide con su sexo de
nacimiento
Un fuerte deseo de los rasgos sexuales primarios y/o secundarios que concuerdan con la identidad
de género que se siente
La identificación con el sexo opuesto no debe ser simplemente un deseo de ventajas culturales
percibidas propias del sexo opuesto. Por ejemplo, un niño que dice que quiere ser niña sólo porque así
recibirá el mismo trato especial que su hermana pequeña es poco probable que tenga disforia de género.
Un fuerte deseo de no poseer sus rasgos sexuales primarios y/o secundarios (o en el caso de los
adolescentes, prevenir su desarrollo)
Un fuerte deseo de las características sexuales primarias y/o secundarias que corresponden al
género con que se identifican
Una fuerte convicción de que tienen sentimientos y reacciones típicas de otro género
El diagnóstico de disforia de género en los adultos se enfoca en determinar si existe una angustia
significativa o un deterioro evidente de las áreas sociales, laborales u otras áreas importantes de
funcionalidad. La disconformidad de género no es suficiente para el diagnóstico.
Psicoterapia
Para ciertos pacientes motivados mayores de cierta edad (típicamente 16 años o mayores), terapia
hormonal de afirmación de género y, a veces, cirugías de confirmación de género, con
consentimiento y confirmación según sea necesario.
Las conductas de disconformidad de género, por ejemplo vestirse como el sexo opuesto, no requiere
tratamiento si se produce sin una angustia psicológica o un deterioro funcional concurrentes. Esta
conducta no se considera un trastorno.
Cuando se requiere tratamiento, está dirigido a aliviar la angustia de los pacientes y a ayudarlos a
adaptarse en lugar de tratar de disuadirlos de su identidad. Los intentos de alterar la identidad de género
en los adultos no han demostrado eficacia y actualmente se considera poco ético.
En la mayoría de las culturas occidentales, la mayoría de los pacientes con disforia de género que
solicitan tratamiento son varones de nacimiento que reclaman una identidad sexual femenina y ven sus
genitales y sus características sexuales masculinas con repugnancia. Sin embargo, dado que los
tratamientos han mejorado, las personas transgénero femenino-masculinas se presentan cada vez con
más frecuencia en la práctica médica y psiquiátrica; aunque en las culturas occidentales su incidencia es
cerca de un tercio del transgénero masculino-femenino.
El objetivo principal por el cual la mayoría de las personas con disforia de género busca ayuda médica no
es obtener tratamiento psicológico sino hormonas y/o cirugía de confirmación de género (reasignación
de sexo o genital) que haga que su apariencia física se aproxime a su identidad de género. La
combinación de psicoterapia, terapia hormonal de afirmación de género, vivir al menos un año en el
género que se siente y las cirugías de confirmación de género pueden ser curativas cuando el trastorno
se diagnostica adecuadamente, y los médicos siguen los estándares de atención internacionalmente
aceptados para el tratamiento de los trastornos de identidad de género, disponibles en la World
Professional Association for Transgender Health (WPATH).
Aunque los pacientes con disforia de género ya no están obligados a recibir psicoterapia antes de
considerar la terapia hormonal de afirmación de género y los procedimientos quirúrgicos, los
profesionales de la salud mental pueden hacer lo siguiente para ayudar a los pacientes a tomar
decisiones informadas:
Evaluar y tratar los trastornos comórbidos (p. ej., la depresión, los trastornos por consumo de
sustancias)
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Ayudar a los pacientes a lidiar con los efectos negativos de la estigmatización (p. ej., la
desaprobación, la discriminación)
Ayudar a los pacientes a encontrar una expresión de género con la que se sientan bien
Muchas mujeres trans solicitan cirugía de confirmación de género. Aunque hay varios abordajes, la
cirugía más común consiste en la extirpación del pene y los testículos y la creación de una vagina
artificial. Se conserva una parte del glande peniano como clítoris, que por lo general es sexualmente
sensible y en la mayoría de los casos permite mantener la capacidad del orgasmo.
La decisión de realizar una cirugía de confirmación de género a menudo plantea importantes problemas
sociales para los pacientes. Muchos de ellos están casados y tienen hijos. Un padre o un esposo que
cambia de sexo y de rol de género tendrá problemas importantes de adaptación en las relaciones íntimas
y puede perder el amor de sus seres queridos en el proceso. En estudios de seguimiento, la cirugía
genital ha ayudado a muchas personas con disforia de género a vivir vidas más felices y productivas.
Como resultado, esta cirugía se considera médicamente necesaria en pacientes con disforia de género
altamente motivados, evaluados y tratados en forma adecuada que han completado al menos 1 año de
vida a tiempo completo en el papel del sexo opuesto.
Algunos pacientes también realizan procedimientos quirúrgicos no genitales que afirman el género, como
aumento del tamaño de las mamas, cirugías de feminización facial (p. ej., rinoplastia, estiramiento de
cejas, cambios en la línea del cabello, reconfiguración de la mandíbula, rasurado del cartílago traqueal
[reducción del cartílago laríngeo]) o cirugías de las cuerdas vocales para cambiar el tono de la voz
También suele ser útil participar en grupos de apoyo, disponibles en la mayoría de las grandes ciudades o
a través de internet.
Un falo artificial (neofalo) que se forma a partir de piel trasplantada de la cara interna del
antebrazo. pierna o abdomen (faloplastia)
Un micropene que se forma a partir de tejido adiposo del monte de Venus y se coloca alrededor del
clítoris hipertrofiado por testosterona (metoidioplastia)
En cualquiera de los procedimientos, también suele realizarse escrotoplastia; los labios mayores se
disecan para formar cavidades huecas con el fin de aproximar un escroto, y se insertan los implantes de
testículos para llenar el neoescroto.
La cirugía puede ayudar a algunas pacientes a conseguir una mejor adaptación y satisfacción con su vida.
Al igual que las mujeres trans, los hombres trans deben vivir en el rol de género masculino durante al
menos 1 año antes de la derivación para una cirugía genital irreversible.
Los resultados anatómicos de los procedimientos quirúrgicos para la creación de un neofalo a menudo
son menos satisfactorios en términos de función y apariencia que los procedimientos neovaginales para
las mujeres transgénero, lo que posiblemente resulte en relativamente menos solicitudes de cirugía de
confirmación de género por parte de los hombres transgénero. A medida que las técnicas para la
faloplastia continúan mejorando, las solicitudes de faloplastia han aumentado.
Las complicaciones quirúrgicas son frecuentes, en especial en aquellos procedimientos que implican
prolongar la uretra dentro del neofalo. Estas complicaciones pueden incluir infecciones urinarias, fístulas,
estenosis uretrales y flujo urinario desviado.
Conceptos clave
Solo una minoría de personas que se identifican como transgénero cumple con los criterios
para el diagnóstico de disforia de género.
El tratamiento de los niños prepúberes diagnosticados con disforia de género sigue siendo
controvertido.
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