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Non più andrai, aria de la ópera Le nozze di Figaro de W.A.Mozart.

El aria Non più andrai la encontramos al final del acto primero de la ópera, y es la que canta Figaro a
Cherubino. Cherubino es un joven paje al servicio del Conde de Almaviva, y es, en leguaje coloquial, un
mariposón (farfallone) que va detrás de todas las mujeres del palacio, lo que no deja de crear multitud de
situaciones embarazosas. Por esto, al pobre Cherubino lo mandan a la milicia.

Figaro le toma el pelo, y burlándose de él le dice que sus correrías en pos de cualquier mujer se han
acabado, y que su futuro va a ser el de un «glorioso» militar.

El aria es alegre y vivaz. Reforzada por las trompas y timbales, para darle un aire más militar e imitar el
sonido de la guerra.

Traducción al español al concierto de trombones,

de bombardas, de cañones,
No irás más, mariposón amoroso que las balas en todos los tonos
día y noche rondando alrededor al oído hacen silbar.
de las bellas, turbándoles el reposo, Cherubino a la victoria,
Narcisito, pequeño Adonis del amor. a la gloria militar.
No tendrás ya estos bellos penachos,

ese sombrero ligero y galante, Texto del aria Non più andrai
esa cabellera, ese aire brillante,

ese sonrosado color femenino. Non più andrai, farfallone amoroso,

Entre guerreros ¡voto a Baco! notte e giorno d'intorno girando;

Grandes mostachos, ajustada casaca, delle belle turbando il riposo

el fusil a la espalda, el sable al flanco, Narcisetto, Adoncino d'amor.

cuello erguido, gesto franco, Non più avrai questi bei pennacchini,

un gran casco, un gran turbante, quel cappello leggero e galante,

mucho honor, poco dinero, quella chioma, quell'aria brillante,

Y en vez del fandango quel vermiglio donnesco color.

una marcha por el fango, Tra guerrieri, poffar Bacco!

por montañas, por valles, Gran mustacchi, stretto sacco.

con las nieves y los grandes calores Schioppo in spalla, sciabola al fianco,
collo dritto, muso franco, Al concerto di tromboni,

un gran casco, o un gran turbante, di bombarde, di cannoni,

molto onor, poco contante, che le palle in tutti i tuoni

Ed invece del fandango, all'orecchio fan fischiar.

una marcia per il fango. Cherubino alla vittoria:

Per montagne, per valloni, alla gloria militar.

con le nevi e i solleoni.

Ambientada en la Sevilla del siglo XVIII, Las bodas de Fígaro relata los amores y desamores de los Condes
de Almaviva y sus sirvientes –Fígaro, Susanna y Cherubino

Argumento[editar]
Lugar y época: En el palacio del Conde y la Condesa Almaviva, en las cercanías de Sevilla, España, a finales
del siglo XVIII.
Acto I[editar]

Anna Storace interpretó a la primera Susanna (retrato de Benjamin Van der Gucht).
Susanna y Fígaro están preparando su boda (Duettino: Cinque, dieci...), y él arregla la habitación que el
Conde les ha regalado para quedarse, pero Fígaro cree que es porque él le consiguió a Rosina hace tiempo
(Duettino con recitativo: Se a caso madama la notte ti chiama). Sin embargo, ella se encuentra perturbada:
el Conde quiere tomar a Susanna antes que su esposo volviendo al derecho de pernada que él mismo
abolió y se lo ha hecho saber por medio del maestro de música, Don Basilio. Así se inicia la acción: Fígaro
decide ponerse en guardia contra el Conde de Almaviva (Cavatina: Se vuol ballare signor Contino), que es
la parte más importante de la opera, de quien fuera cómplice para conquistar a Rosina, ahora Condesa de
Almaviva. Mientras tanto Marcellina, el ama de llaves del palacio, y Don Bartolo, el doctor en leyes, planean
casar a la dama con Fígaro, en cumplimiento a un contrato hecho tiempo atrás. Él la ayudará, como
venganza por su Rosina perdida (Aria: La vendetta). Luego Marcellina se enfrenta a Susanna, saliendo
Marcellina herida en su orgullo: su edad era mucho mayor que la de Susana (Duetto: Via resti servita).
Aparece luego el paje Cherubino, quien está huyendo del Conde de Almaviva, el cual quiere castigarlo por
haber hallado al paje con una de sus vasallas favoritas, Barbarina, y es perseguido por Don Basilio. Le
cuenta a Susanna su confusión amorosa (Aria: Non so più cosa son cosa faccio). Cuando se percatan que se
acerca el Conde Almaviva, Cherubino se esconde bajo un vestido que pone Susanna. Entra el Conde, quien
le da una moneda a Susanna pero luego escuchan una voz que es Don Basilio, el maestro de música. Ahora
es el Conde el que corre a esconderse y en el apuro lo hace junto a Cherubino. Don Basilio enreda la
situación al revelar que el Paje mira a la Condesa de una forma especial. El Conde de Almaviva, herido en su
orgullo sale de su escondite y ordena a Cherubino ingresar al ejército persa.
Acto II[editar]
Llega Susanna y le dice que le cuente lo que ha pasado. La condesa le dice a Susanna que vaya por Fígaro.
Fígaro sugiere que vistan a Cherubino de chica para burlar al conde, y la condesa le pregunta a Susanna
que qué le parece; Susanna le responde que no está mal. Sale Fígaro por Cherubino, quien está vestido de
oficial. A instancias de Susanna canta a la condesa su amor, Voi che sapete che cosa è amor (Vos que sabéis
qué es el amor). La condesa y Susanna le disfrazan de mujer, y citan al conde a una entrevista con Susanna,
a la que en realidad asistirá Cherubino, Susanna ve que Cherubino trae una venda en el brazo y la condesa
de Almaviva le pregunta que qué ha pasado. Luego Susanna se va a probar su vestido de boda a su cuarto y
después de que ella se va, aparece el conde de Almaviva, y Cherubino se tiene que encerrar en una
habitación. El conde de Almaviva pregunta a la condesa de Almaviva con quien hablaba y ésta le dice que
era Susanna que se fue a probar su vestido de boda a su cuarto. La condesa y el conde escuchan un ruido
que Cherubino hizo y el conde intenta derribar la puerta.
Acto III[editar]

El Conde y Susanna, acto III. Grabado de Heinrich Ramberg.


El conde reflexiona sobre la situación confundido por los eventos precedentes ("Che imbarazzo è mai
questo"). Incitada por la condesa, Susanna entra en escena y acuerda ver al conde más tarde esa noche,
aunque en realidad es la misma condesa la que planea encontrarse con el conde disfrazada de Susana.
Cuando Susana sale, el conde la escucha decir a Fígaro que ya ha ganado el caso (Hai giá vinta la causa).
Dándose cuenta de que ha sido engañado, decide vengarse de Fígaro haciéndole casarse con Marcelina o
pagar una gran cantidad de dinero.
El notario Don Curzio exige a Fígaro el cumplimiento del contrato con Marcellina (É decisa la lite), o pagarle
una gran suma de dinero, pero como este no tiene, le obliga a casarse con ella. Fígaro se excusa diciendo
que él es de familia noble, y que no puede casarse sin una autorización de sus padres desconocidos,
porque le robaron de pequeño unos bandidos, y los espera encontrar en 10 años. Como prueba de esta
nobleza, dice que tiene una señal en su brazo, que Marcelina y don Bartolo reconocen. Marcelina dice que
Fígaro es su hijo, que desapareció al poco de nacer, y que don Bartolo es su padre y que Fígaro se llama
Rafaelo, pero Fígaro llamó así porque él no sabía que se llamaba Rafaelo, así que ya no tiene que casarse
con ella ("Riconosci in questo amplesso"). Cuando llega Susanna, y ve abrazados a Marcellina y Fígaro, le
golpea en la cara, y Marcelina, junto con todos los demás, le explican la nueva situación.
La Condesa dicta a Susana una carta para el Conde de Almaviva, para confundir a su marido ("Canzoneta
sull'aria"). llegan al escritorio del conde de Almaviva y la condesa de Almaviva le da un alfiler a Susanna
para que cierre la carta y le dice que le ponga atrás de la carta que tiene que ser devuelto el alfiler,
mientras, entran un grupo de campesinas para ofrecerle flores a la Condesa de Almaviva, entre las que se
encuentra Cherubino vestido de mujer pero a la condesa y a Susanna se les hace conocido Cherubino y
entonces la condesa le pregunta a Barbarina, que también le está ofreciendo flores, que quien es
Cherubino y Barbarina le dice que es su prima que vino a la boda de Susanna y Fígaro. Antonio, el jardinero,
y el Conde descubren a Cherubino. Luego llega Fígaro a por las damas para la boda y a por Susanna, pero el
conde de Almaviva le dice a Fígaro que si va a bailar con el tobillo lastimado, a lo que Fígaro le dice que sí,
que ya casi no le duele y luego el jardinero le enseña a Cherubino.
Se celebra la boda entre Fígaro y Susanna y entre Don Bartolo y Marcelina, y durante el baile, Susana pasa
al conde de Almaviva la nota que escribió dictada por la Condesa, fijando una cita para esa noche y cuando
el conde está abriendo la carta se pincha con el alfiler. Posteriormente le dice a Barbarina que le devuelva
el alfiler a la bella Susanna pero el jardinero pega a Barbarina y entonces ella pierde el alfiler. La aguja con
la que está prendida la carta, debe ser devuelta, en señal de conformidad. El plan es que esa noche no se
encuentre con Susanna o con Cherubino, sino que se encuentre con la Condesa, así que ésta intercambia
su ropa con Susanna.
Acto IV[editar]
Fígaro sorprende a Barbarina buscando la aguja que sellaba la carta, ya que el Conde se la había dado a
Barbarina para que se la diera a Susanna, y ésta la había perdido. Fígaro entonces sabe, por Barbarina, que
Susanna se ha citado con el Conde porque Barbarina le dijo a Figaro que el conde le dijo a que le devolviera
el alfiler a la bella Susanna, pero ignora el plan. Enfadado, invita a don Bartolo y a don Basilio a ser testigos
de esa cita (Recitativo ed Aria: "Tutto è disposto).
Llegan la Condesa y Susana, con los trajes intercambiados, y se produce un encuentro complicado:
Cherubino, que había quedado con Barbarina, ve a la Condesa, que iba disfrazada de Susanna, e intenta
besarla, pero en ese momento llega el Conde, y es él quien recibe el beso. Este le responde con un
bofetón, que recibe Fígaro, que se había acercado para ver qué pasaba. Cuando Cherubino y Fígaro se van
("Partito é al fin l'audace"), el Conde comienza a seducir a la Condesa, pensando siempre que es Susana, lo
que enfurece a Fígaro, quien lanza un grito y asusta al Conde. Él y su esposa disfrazada salen hacia el
bosque, dejando a Fígaro desolado. De repente aparece Susana, y Fígaro piensa que es la Condesa. Para
vengarse del Conde, Fígaro comienza a cortejarla, aun cuando la reconoce por su voz, ("la volpe vuol
sorprendermi") lo que hace que Susanna se enfurezca, ya que no se dio cuenta de que había sido
reconocida por su esposo, Fígaro. Cuando se da cuenta ("pace, pace, mio dolce tesoro"), la pareja se
abraza y Fígaro le pone el zapato a Susanna. Escuchan la voz del Conde, que entra buscando a Susana.
Fígaro y Susana deciden entonces continuar con el plan de engañar al Conde, y Fígaro comienza a cortejar
a la Condesa falsa, lo que enfurece al Conde, que confunde a Susanna con la Condesa. Llama auxilio (Finale:
"Gente, gente, all'armi, all'armi") y aparecen don Bartolo y don Basilio, junto con Antonio y Marcellina.
Todos juntos pide perdón al Conde, pero él se niega, hasta que aparece la Condesa, dejando a todos muy
sorprendidos. El conde pide perdón a su esposa, por sus sospechas y por su mala conducta. La Condesa
responde “Più docile io sono e dico di sì” ("Soy más dócil [que tú], y digo que sí"). Ahora la boda entre Fígaro
y Susanna puede tener lugar.

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