Está en la página 1de 46

no debe alzarse farisaicamente de hombros ante la situación de los obreros industriales y agrícolas

El Capital ingleses, ni tranquilizarse optimistamente, pensando que en Alemania las cosas no están tan mal, ni
mucho menos. Por si acaso, bueno será que le advirtamos: de te fabula narratur! (I)
tomo I Lo que de por si nos interesa, aquí, no es precisamente el grado más o menos alto de desarrollo
Karl Marx
de las contradicciones sociales que brotan de las leyes naturales de la producción capitalista. Nos
interesan más bien estas leyes de por sí, estas tendencias, que actúan y se imponen con férrea
PROLOGO DE MARX A LA PRIMERA EDICION necesidad. Los países industrialmente más desarrollados no hacen mas que poner delante de los países
menos progresivos el espejo de su propio porvenir.
La obra cuyo primer volumen entrego al público constituye la continuación de mi libro Pero dejemos esto a un lado. Allí donde en nuestro país la producción capitalista se halla ya
Contribución a la crítica de la economía política, publicado en 1859. El largo intervalo que separa el plenamente aclimatada, por ejemplo en las verdaderas fábricas, la realidad alemana es mucho peor
comienzo de esta obra y su continuación fue debido a una larga enfermedad que vino a interrumpir todavía que la inglesa, pues falta el contrapeso de las leyes fabriles. En todos los demás campos,
continuamente mi labor. nuestro país, como el resto del occidente de la Europa continental, no sólo padece los males que
En el capítulo primero del presente volumen se resume el contenido de aquella obra. Y no entraña el desarrollo de la producción capitalista, sino también los que supone su falta de desarrollo.
simplemente por razones de hilación e integridad. La exposición de los problemas ha sido mejorada. Junto a las miserias modernas, nos agobia toda una serie de miserias heredadas, fruto de la
Aquí aparecen desarrollados, en la medida en que lo consentía la materia, muchos puntos que allí no supervivencia de tipos de producción antiquísimos y ya caducos, con todo su séquito de relaciones
hacían mas que esbozarse; en cambio, algunas de las cosas que allí se desarrollaban por extenso han políticas y sociales anacrónicas. No sólo nos atormentan los vivos, sino también los muertos. Le mort
quedado reducidas aquí a un simple esquema. Se han suprimido en su totalidad, naturalmente, los saisit le vif! (II)
capítulos sobre la historia de la teoría del valor y del dinero. Sin embargo, el lector de aquella obra Comparada con la inglesa, la estadística social de Alemania y de los demás países del occidente
encontrará citadas en las notas que acompañan al primer capítulo nuevas fuentes sobre la historia de de la Europa continental es verdaderamente pobre. Pero, con todo, descorre el velo lo suficiente para
dicha teoría. permitirnos atisbar la cabeza de Medusa que detrás de ella se esconde.
Aquello de que los primeros pasos son siempre difíciles, vale para todas las ciencias. Por eso el Y si nuestros gobiernos y parlamentos instituyesen periódicamente, como se hace en Inglaterra,
capítulo primero, sobre todo en la parte que trata del análisis de la mercancía, será para el lector el de comisiones de investigación para estudiar las condiciones económicas, si estas comisiones se lanzasen
más difícil comprensión. He procurado exponer con la mayor claridad posible lo que se refiere al a la búsqueda de la verdad pertrechadas con la misma plenitud de poderes de que gozan en Inglaterra, y
análisis de la sustancia y magnitud del valor.1 La forma del valor, que cobra cuerpo definitivo en la si el desempeño de esta tarea corriese a cargo de hombres tan peritos, imparciales e intransigentes
forma dinero, no puede ser más sencilla y llana. Y sin embargo, el espíritu del hombre se ha pasado como los inspectores de fábricas de aquel país, los inspectores médicos que tienen a su cargo la
más de dos mil años forcejeando en vano por explicársela, a pesar de haber conseguido, por lo menos redacción de los informes sobre "Public Health" (sanidad pública), los comisarios ingleses encargados
de un modo aproximado, analizar formas mucho más complicadas y preñadas de contenido. ¿Por qué? de investigar la explotación de la mujer y del niño, el estado de la vivienda y la alimentación, etc., nos
Porque es más fácil estudiar el organismo desarrollado que la simple célula. En el análisis de las aterraríamos ante nuestra propia realidad. Perseo se envolvía en un manto de niebla para perseguir a
formas económicas de nada sirven el microscopio ni los reactivos químicos. El único medio de que los monstruos. Nosotros nos tapamos con nuestro embozo de niebla los oídos y los ojos para no ver ni
disponemos, en este terreno, es la capacidad de abstracción. La forma de mercancía que adopta el oír las monstruosidades y poder negarlas.
producto del trabajo o la forma de valor que reviste la mercancía es la célula económica de la sociedad
Pero no nos engañemos. Del mismo modo que la guerra de independencia de los Estados
burguesa. Al profano le parece que su análisis se pierde en un laberinto de sutilezas. Y son en efecto
Unidos en el siglo XVIII fue la gran campanada que hizo erguirse a la clase media de Europa, la guerra
sutilezas; las mismas que nos depara, por ejemplo, la anatomía micrológica.
norteamericana de Secesión es, en el siglo XIX, el toque de rebato que pone en pie a la clase obrera
Prescindiendo del capítulo sobre la forma del valor, no se podrá decir, por tanto, que este libro europea. En Inglaterra, este proceso revolucionario se toca con las manos. Cuando alcance cierto nivel,
resulte difícil de entender. Me refiero, naturalmente, a lectores deseosos de aprender algo nuevo y, por repercutirá por fuerza sobre el continente. Y, al llegar aquí, revestirá formas más brutales o más
consiguiente, de pensar por su cuenta. humanas, según el grado de desarrollo logrado en cada país por la propia clase obrera. Por eso, aun
El físico observa los procesos naturales allí donde éstos se presentan en la forma más ostensible haciendo caso omiso de otros motivos más nobles, el interés puramente egoísta aconseja a las clases
y menos velados por influencias perturbadoras, o procura realizar, en lo posible, sus experimentos en hoy dominantes suprimir todas las trabas legales que se oponen al progreso de la clase obrera. Esa es,
condiciones que garanticen el desarrollo del proceso investigado en toda su pureza. En la presente obra entre otras, la razón de que en este volumen se dedique tanto espacio a exponer la historia, el contenido
nos proponemos investigar el régimen capitalista de producción y las relaciones de producción y y los resultados de la legislación fabril inglesa. Las naciones pueden y deben escarmentar en cabeza
circulación que a él corresponden. El hogar clásico de este régimen es, hasta ahora, Inglaterra. Por eso ajena. Aunque una sociedad haya encontrado el rastro de la ley natural con arreglo a la cual se mueve
tomamos a este país como principal ejemplo de nuestras investigaciones teóricas. Pero el lector alemán "y la finalidad última de esta obra es, en efecto, descubrir la ley económica que preside el movimiento
de la sociedad moderna" jamás podrá saltar ni descartar por decreto las fases naturales de su POSTFACIO A LA SEGUNDA EDICION
desarrollo. Podrá únicamente acortar y mitigar los dolores del parto.
Un par de palabras para evitar posibles equívocos. En esta obra, las figuras del capitalista y del Quiero, ante todo, dar cuenta a los lectores de la primera edición de las modificaciones
terrateniente no aparecen pintadas, ni mucho menos, de color de rosa. Pero adviértase que aquí sólo nos introducidas en ésta. La ordenación más clara que se ha dado a la obra, salta a la vista. Las notas
referimos a las personas en cuanto personificación de categorías económicas, como representantes de adicionales aparecen designadas siempre como notas a la segunda edición. Por lo que se refiere al
determinados intereses y relaciones de clase. Quien como yo concibe el desarrollo de la formación texto, importa señalar lo siguiente:
económica de la sociedad como un proceso histórico"natural, no puede hacer al individuo responsable El capítulo I, 1, es una deducción del valor mediante el análisis de las ecuaciones en que se
de la existencia de relaciones de que él es socialmente criatura, aunque subjetivamente se considere expresa cualquier valor de cambio, deducción hecha con todo rigor científico, lo mismo que la relación
muy por encima de ellas. entre la sustancia del valor y la determinación de su magnitud por el tiempo de trabajo socialmente
En economía política, la libre investigación científica tiene que luchar con enemigos que otras necesario, que en la primera edición no hacíamos más que apuntar y que aquí se desarrolla
ciencias no conocen. El carácter especial de la materia investigada levanta contra ella las pasiones más cuidadosamente. El capítulo I, 3 (la forma del valor) ha sido totalmente modificado: así lo exigía, entre
violentas, más mezquinas y más repugnantes que anidan en el pecho humano: las furias del interés otras cosas, la doble exposición que de esta teoría se hace en la edición anterior. Advertiré de pasada
privado. La venerable Iglesia anglicana, por ejemplo, perdona de mejor grado que se nieguen 38 de sus que la iniciativa de aquella doble forma de exposición se debe a mi amigo el doctor L. Kugelmann, de
39 artículos de fe que el que se la prive de un 1/39 de sus ingresos pecuniarios. Hoy día, el ateísmo es Hannóver. Estaba yo en su casa pasando unos días, en la primavera de 1867, cuando me enviaron de
un pecado venial en comparación con el crimen que supone la pretensión de criticar el régimen de Hamburgo los primeros paquetes de pruebas de mi obra, y fue él quien me convenció de que para la
propiedad consagrado por el tiempo. Y, sin embargo, es innegable que también en esto se han hecho mayoría de los lectores sería conveniente completar el análisis de la forma del valor con otro de
progresos. Basta consultar, por ejemplo, el Libro azul publicado hace pocas semanas y titulado carácter más didáctico. La última sección del primer capítulo, titulado "El fetichismo de la mercancía,
Correspondence with Her Majesty's Missions Abroad, Regarding Industrial Questions and Trades etc. "ha sido modificado en gran parte. El capítulo III, I ("Medida del valor") ha sido cuidadosamente
Unions. En este libro, los representantes de la Corona inglesa en el los Estados Unidos de América, revisado, pues en la primera edición este capítulo aparecía descuidadamente escrito, por haber sido
declaraba al mismo tiempo, en una serie de asambleas, que una vez abolida la esclavitud, se ponía a la tratado ya el problema en mi obra Contribución a la crítica de la economía política, Berlín, 1859. El
orden del día la transformación del régimen del capital y de la propiedad del suelo. Son los signos de capítulo VII, principalmente la parte 2, ha sido considerablemente corregido.
los tiempos, y es inútil querer ocultarlos bajo mantos de púrpura o hábitos negros. No indican que No hay para qué pararse a examinar todos los pasajes del texto en que se han introducido
mañana vayan a ocurrir milagros. Pero demuestran cómo hasta las clases gobernantes empiezan a darse modificaciones, puramente estilísticas las más de ellas. Estas modificaciones se extienden a lo largo de
cuenta vagamente de que la sociedad actual no es algo pétreo e inconmovible, sino un organismo toda la obra. Al revisar la traducción francesa, pronta a publicarse en París, me he encontrado con que
susceptible de cambios y sujeto a un proceso constante de transformación. bastantes partes del original alemán hubieran debido ser, unas redactadas de nuevo, y otras sometidas a
El tomo segundo de esta obra tratará del proceso de circulación del capital ( libro II) y de las una corrección de estilo más a fondo o a una depuración más detenida de ciertos descuidos deslizados
modalidades del proceso visto en conjunto (libro III); en el volumen tercero y último (libro IV) se al pasar. Pero me faltó el tiempo para ello, pues la noticia de que se había agotado la obra no llegó a mi
expondrá la historia de la teoría.2 conocimiento hasta el otoño de 1871, hallándome yo solicitado por otros trabajos urgentes, y la
segunda edición hubo de comenzar a imprimirse ya en enero de 1872.
Acogeré con los brazos abiertos todos los juicios de la crítica científica. En cuanto a los
prejuicios de la llamada opinión pública, a la que jamás he hecho concesiones, seguiré ateniéndome al No podía apetecer mejor recompensa para mi trabajo que la rápida comprensión que El Capital
lema del gran florentino: ha encontrado en amplios sectores de la clase obrera alemana. Un hombre que económicamente pisa
terreno burgués, el señor Mayer, fabricante de Viena, dijo acertadamente en un folleto publicado
Segui il tuo corso, e lascia dir le genti! (III) durante la guerra franco!prusiana, que las llamadas clases cultas alemanas habían perdido por
Londres, 25 de julio de 1867. completo el gran sentido teórico considerado como patrimonio tradicional de Alemania, el cual revive,
en cambio, en su clase obrera.
CARLOS MARX
La economía política ha sido siempre y sigue siendo en Alemania, hasta hoy, una ciencia
extranjera. Ya Gustav von Gülich hubo de explicar, en parte, en su obra Exposición histórica del
comercio, la industria, etc. principalmente en los dos primeros volúmenes, publicados en 1830, las
causas históricas que entorpecen en nuestro país el desarrollo del régimen de producción capitalista y,
por tanto, el avance de la moderna sociedad burguesa. Faltaba en Alemania el cimiento vivo sobre que
pudiera asentarse la economía política. Esta ciencia se importaba de Inglaterra y de Francia como un
producto elaborado; los profesores alemanes de economía seguían siendo simples aprendices. La
expresión teórica de una realidad extraña se convertía en sus manos en un catálogo de dogmas, que La burguesía había conquistado el poder político en Francia y en Inglaterra. A partir de este
ellos interpretaban, o mejor dicho deformaban, a tono con el mundo pequeñoburgués en que vivían. momento, la lucha de clases comienza a revestir, práctica y teóricamente, formas cada vez más
Para disfrazar un sentimiento de impotencia científica que no acertaban a reprimir del todo y la desazón acusadas y más amenazadoras. Había sonado la campana funeral de la ciencia económica burguesa. Ya
del que se ve obligado a poner cátedra en cosas que de hecho ignora, desplegaban la pompa de una no se trataba de si tal o cual teorema era o no verdadero, sino de si resultaba beneficioso o perjudicial,
gran erudición histórico!literaria o mezclaban la economía con materias ajenas a ella, tomadas de las cómodo o molesto, de si infringía o no las ordenanzas de policía. Los investigadores desinteresados
llamadas ciencias camerales (IV), batiburrillo de conocimientos por cuyo purgatorio tiene que pasar el fueron sustituidos por espadachines a sueldo y los estudios científicos imparciales dejaron el puesto a
prometedor candidato a la burocracia alemana. la conciencia turbia y a las perversas intenciones de la apologética. Y, sin embargo, hasta aquellos
folletitos insinuantes que lanzaba a voleo la Liga anticerealista, acaudillada por los fabricantes Cobden
Desde 1848, la producción capitalista comenzó a desarrollarse rápidamente en Alemania, y ya
y Bright, ofrecían, ya que no un interés científico, por lo menos cierto interés histórico, por su polémica
hoy da su floración de negocios turbios. Pero la suerte seguía siendo adversa a nuestros economistas.
contra la aristocracia terrateniente. Pero la legislación librecambista, desde sir Roberto Peel, cortó a la
Cuando habían podido investigar libremente la economía política, la realidad del país aparecía vuelta
de espaldas a las condiciones económicas modernas. Y, al aparecer estas condiciones, surgieron en economía vulgar este último espolón.
circunstancias que no consentían ya un estudio imparcial de aquéllas sin remontarse sobre el horizonte La revolución continental de 1848-1849 repercutió también en Inglaterra. Hombres que todavía
de la burguesía. La economía política, cuando es burguesa, es decir, cuando ve en el orden capitalista aspiraban a tener cierta importancia científica, a ser algo más que simples sofistas y sicofantes de las
no una fase históricamente transitoria de desarrollo, sino la forma absoluta y definitiva de la clases dominantes, esforzábanse en armonizar la economía política del capital con las aspiraciones del
producción social, sólo puede mantener su rango de ciencia mientras la lucha de clases permanece proletariado, que ya no era posible seguir ignorando por más tiempo. Sobreviene así un vacuo
latente o se trasluce simplemente en manifestaciones aisladas. sincretismo, cuyo mejor exponente es John Stuart Mill. Es la declaración en quiebra de la economía
#burguesa", expuesta ya de mano maestra, en su obra Apuntes de economía política según Stuart Mill
Fijémonos en Inglaterra. Su economía política clásica aparece en un período en que aún no se
por el gran erudito y crítico ruso N. Chernichevski.
ha desarrollado la lucha de clases. Es su último gran representante, Ricardo, quien por fin toma
conscientemente como eje de sus investigaciones la contradicción de los intereses de clase, la También en Alemania llegó a su madurez el régimen de producción capitalista en una época en
contradicción entre el salario y la ganancia y entre la ganancia y la renta del suelo, aunque viendo que su carácter antagónico había tenido ya ocasión de revelarse ruidosamente, en la serie de luchas
simplistamente en esta contradicción una ley natural de la sociedad. Al llegar aquí, la ciencia burguesa históricas sostenidas en Francia e Inglaterra, y en que el proletariado alemán poseía ya una conciencia
de la economía tropieza con una barrera para ella infranqueable. Todavía en vida de Ricardo y teórica de clase mucho más fuerte que la burguesía de su país. Pero, cuando parecía que iba a ser
enfrentándose con él, la economía burguesa encuentra su crítico en la persona de Sismondi.3 posible la existencia de una ciencia burguesa de la economía política, ésta habíase hecho de nuevo
El período siguiente, de 1820 a 1830, se caracteriza en Inglaterra por una gran efervescencia imposible.
científica en el campo de la economía política. Es el período en que se vulgariza y difunde la teoría En estas condiciones, los portavoces de la economía política burguesa alemana dividiéronse en
ricardiana y, al mismo tiempo, el período en que lucha con la vieja escuela. Se celebran brillantes dos campos. Unos, gentes listas, prácticas y ambiciosas, se enrolaron bajo la bandera de Bastiat, el
torneos. Al continente europeo llega muy poco de todo esto, pues se trata de polémicas desperdigadas representante más vacuo y, por tanto, el más genuino de la economía política vulgar; otros, celosos de
en gran parte en artículos de revista, folletos y publicaciones incidentales. Las condiciones de la época la dignidad profesoral de su ciencia, siguieron a J. Stuart Mill en la tentativa de conciliar lo
explican el carácter imparcial de estas polémicas, aunque la teoría ricardiana se esgrime ya, alguna que inconciliable. Pero los alemanes continuaron siendo, en esta época de decadencia de la economía
otra vez, como arma de ataque contra la economía burguesa. De una parte, la gran industria empezaba vulgar, lo mismo que habían sido en sus días clásicos: simples aprendices, ciegos émulos y adoradores,
por aquel entonces a salir de su infancia, como lo demuestra, entre otras cosas, el hecho de que la crisis modestos vendedores a domicilio de los mayoristas extranjeros.
de 1825 inaugure el ciclo periódico de su vida moderna. De otra parte, la lucha de clases entre el
El peculiar desarrollo histórico de la sociedad alemana impedía, pues, todo florecimiento
capital y el trabajo aparecía relegada a segundo plano, desplazada políticamente por el duelo que se
original de la economía "burguesa", lo que no era obstáculo para que se desarrollase la crítica de este
estaba librando entre los gobiernos agrupados en torno a la Santa Alianza (V), secundados por los
tipo de economía. Y esta crítica, en la medida en que una clase es capaz de representarla, sólo puede
poderes feudales, y la masa del pueblo acaudillada por la burguesía, y económicamente por el pleito
estar representada por aquella clase cuya misión histórica es derrocar el régimen de producción
que venía riñéndose entre el capital industrial y la propiedad señorial de la tierra, pleito que en Francia
capitalista y abolir definitivamente las clases: el proletariado.
se escondía detrás del conflicto entre la propiedad parcelaria y los grandes terratenientes, y que en
Inglaterra pusieron de manifiesto las leyes cerealistas (VI). La literatura de la economía política inglesa Al principio, los portavoces cultos y no cultos de la burguesía alemana pretendieron ahogar El
durante este período recuerda aquella época romántica de la economía francesa que sobreviene a la Capital en el silencio, como habían conseguido hacer con mis obras anteriores. Y cuando vieron que
muerte del doctor Quesnay, pero sólo al modo como el veranillo de San Martín recuerda a la esta táctica ya no les daba resultado, se lanzaron a escribir, bajo pretexto de criticar mi libro, una serie
primavera. Con el año 1830, sobreviene la crisis decisiva. de predicas #para apaciguar la conciencia burguesa$. Pero en la prensa obrera--véanse, por ejemplo, los
artículos de José Dietzgen publicados en el Volksstaat--(VII) les salieron al paso rivales de más talla
que ellos, a los que no han sido capaces de replicar.(4)
En la primavera de 1872 se publicó en San Petersburgo una excelente traducción rusa de El hombres, sino que además determinan su voluntad, conciencia e intenciones. Basta fijarse en el papel
Capital. La tirada, de 3,000 ejemplares, se halla casi agotada. Ya en 1871, el señor N. Sieber, profesor tan secundario que el elemento consciente representa en la historia de la cultura y se comprenderá sin
de Economía política en la Universidad de Kiev, en una obra titulada Teoría Zennosti i Kapitala D. ningún esfuerzo que la crítica que versa sobre la misma cultura es la que menos puede tener por base
Rikardo ("La teoría del valor y del capital en D. Ricardo"), había informado sobre mi teoría del valor, una forma o un resultado cualquiera de la conciencia. Por tanto, lo que puede servirle de punto de
del dinero y del capital, en sus rasgos fundamentales, presentándola como el necesario desarrollo de la partida no es la idea, sino la manifestación externa, exclusivamente. La crítica tiene que limitarse a
doctrina de Smith y Ricardo. El lector occidental de este insólito libro se encuentra sorprendido ante la comparar y contrastar un hecho no con la idea, sino con otro hecho. Lo que a la crítica le importa es,
consecuencia con que el autor sabe mantener su punto de vista puramente teórico. sencillamente, que ambos hechos sean investigados de la manera más escrupulosa posible y que formen
real y verdaderamente, el uno respecto al otro, distintos momentos de desarrollo, y le importa sobre
Que el método aplicado en El Capital no ha sido comprendido, lo demuestran las
todo el que se investigue con la misma escrupulosidad la serie en que aparecen enlazados los órdenes,
interpretaciones contradictorias que de él se han dado.
la sucesión y articulación en que enlazan las distintas fases del desarrollo. Pero es, se dirá, que las leyes
Así, la Revue Positiviste (VIII) de París me reprocha, de una parte que trate los problemas generales de la vida económica son siempre las mismas, ya se proyecten sobre el presente o sobre el
económicos metafísicamente, mientras que de otra parte dice !¡adivínese%! que, me limito a analizar pasado. Esto es precisamente lo que niega Marx. Para él, no existen tales leyes abstractas ... Según su
críticamente la realidad dada en vez de ofrecer recetas (¿comtistas?) para la cocina de figón del criterio, ocurre lo contrario: cada época histórica tiene sus propias leyes . Tan pronto como la vida
porvenir. Contra la acusación de metafísica, escribe el profesor Sieber: "En lo que se refiere a la teoría supera una determinada fase de su desarrollo, saliendo de una etapa para entrar en otra, empieza a estar
en sentido estricto, el método de Marx es el método deductivo de toda la escuela inglesa, cuyos presidida por leyes distintas. En una palabra, la vida económica nos brinda un fenómeno análogo al que
defectos y cuyas ventajas comparten los mejores economistas teóricos." El señor M. Block !Les nos ofrece la evolución en otros campos de la biología... Los viejos economistas desconocían el
théoriciens du socialisme en Allemagne. Extrait du Journal des Economistes, julio y agosto de 1872! carácter de las leyes económicas cuando las comparaban con las leyes de la física y la química ... Un
descubre que mi método es el analítico, y dice: "Con esta obra, el señor Marx se coloca entre los análisis un poco profundo de los fenómenos demuestra que los organismos sociales se distinguen unos
espíritus analíticos más brillantes." Los censores alemanes ponen el grito en el cielo, naturalmente, de otros tan radicalmente como los organismos vegetales y animales. Más aún, al cambiar la estructura
hablando de sofística hegeliana. El Wiestnik Ievropi ("Mensajero Europeo"), en un artículo dedicado general de aquellos organismos, sus órganos concretos, las condiciones en que funcionan, etc., cambian
exclusivamente al método de El Capital (número de mayo de 1872, pp. 427 a 436) encuentra que mi también de raíz las leyes que los rigen. Marx niega, por ejemplo, que la ley de la población sea la
método de investigación es rigurosamente realista, pero el método de exposición, por desgracia, misma para todos los lugares y todos los tiempos. Afirma, por el contrario, que toda época tiene su
dialéctico!alemán. Y dice: "A primera vista, juzgando por la forma externa de su exposición, Marx es propia ley de población... Al cambiar el desarrollo de la capacidad productiva, cambian también las
el filósofo más idealista que se conoce; idealista en el sentido alemán, es decir, en el mal sentido de la relaciones sociales y las leyes que las rigen. Trazándose como mira investigar y explicar el orden
palabra. Pero, en realidad, es infinitamente más realista que cuantos le han precedido en el campo de la económico capitalista con este criterio, Marx se limita a formular con el máximo rigor científico la
crítica económica . No hay ni asomo de razón para calificarlo de idealista." No encuentro mejor modo meta que toda investigación exacta de la vida económica debe proponerse. El valor científico de tales
de contestar al autor del citado artículo que reproducir unos cuantos extractos de su propia crítica, que investigaciones estriba en el esclarecimiento de las leyes especiales que presiden el nacimiento, la
además interesarán seguramente a los lectores a quienes no es asequible el original ruso. existencia, el desarrollo y la muerte de un determinado organismo social y su sustitución por otro más
Después de transcribir unas líneas de mi prólogo a la Crítica de la economía política (Berlín, elevado. Este es, indiscutiblemente, el valor que hay que reconocerle a la obra de Marx."
1859, pp. IV-VII), en las que expongo la base materialista de mi método, el autor prosigue: Pues bien, al exponer lo que él llama mi verdadero método de una manera tan acertada, y tan
"Lo único que a Marx le importa es descubrir la ley de los fenómenos en cuya investigación se benévolamente además en lo que se refiere a mi modo personal de aplicarlo, ¿qué hace el autor sino
ocupa. Pero no sólo le interesa la ley que los gobierna cuando ya han cobrado forma definitiva y describir el método dialéctico?
guardan entre sí una determinada relación de interdependencia, tal y como puede observarse en una Claro está que el método de exposición debe distinguirse formalmente del método de
época dada. Le interesa además, y sobre todo, la ley que rige sus cambios, su evolución, es decir, el investigación. La investigación ha de tender a asimilarse en detalle la materia investigada, a analizar
tránsito de una forma a otra, de uno a otro orden de interdependencia. Una vez descubierta esta ley, sus diversas normas de desarrollo y a descubrir sus nexos internos. Sólo después de coronada esta
procede a investigar en detalle los efectos en que se manifiesta dentro de la vida social ... Por tanto, labor, puede el investigador proceder a exponer adecuadamente el movimiento real. Y si sabe hacerlo y
Marx sólo se preocupa de una cosa: de demostrar mediante una concienzuda investigación científica la consigue reflejar idealmente en la exposición la vida de la materia, cabe siempre la posibilidad de que
necesidad de determinados órdenes de relaciones sociales y de poner de manifiesto del modo más se tenga la impresión de estar ante una construcción a priori(IX).
impecable los hechos que le sirven de punto de partida y de apoyo. Para ello, le basta plenamente con
Mi método dialéctico no sólo es fundamentalmente distinto del método de Hegel, sino que es,
probar, a la par que la necesidad del orden presente, la necesidad de un orden nuevo hacia el que aquél
en todo y por todo, la antítesis de él. Para Hegel, el proceso del pensamiento, al que él convierte
tiene inevitablemente que derivar, siendo igual para estos efectos que los hombres lo crean o no, que
incluso, bajo el nombre de idea, en sujeto con vida propia, es el demiurgo de lo real, y esto la simple
tengan o no conciencia de ello. Marx concibe el movimiento social como un proceso histórico!natural
forma externa en que toma cuerpo. Para mí, lo ideal no es, por el contrario, más que lo material
regido por leyes que no sólo son independientes de la voluntad, la conciencia y la intención de los
traducido y traspuesto a la cabeza del hombre.
Hace cerca de treinta años, en una época en que todavía estaba de moda aquella filosofía, tuve PROLOGO Y NOTA FINAL A LA EDICION FRANCESA
ya ocasión de criticar todo lo que había de mistificación en la dialéctica hegeliana. Pero, coincidiendo
precisamente con los días en que escribía el primer volumen de El Capital, esos gruñones, petulantes y Londres 18 de marzo de 1872.
mediocres epígonos que hoy ponen cátedra en la Alemania culta, dieron en arremeter contra Hegel al
modo como el bueno de Moses Mendelssohn arremetía contra Spinoza en tiempo de Lessing: Al ciudadano Maurice Lachâtre.
tratándolo como a "perro muerto". Esto fue lo que me decidió a declararme abiertamente discípulo de
aquel gran pensador, y hasta llegué a coquetear de vez en cuando, por ejemplo en el capítulo
Estimado ciudadano:
consagrado a la teoría del valor, con su lenguaje peculiar. El hecho de que la dialéctica sufra en manos
de Hegel una mistificación, no obsta para que este filósofo fuese el primero que supo exponer de un
modo amplio y consciente sus formas generales de movimiento. Lo que ocurre es que la dialéctica Apruebo su idea de editar por entregas la traducción de El Capital.
aparece en él invertida, puesta de cabeza. No hay más que darle la vuelta, mejor dicho ponerla de pie, y
enseguida se descubre bajo la corteza mística la semilla racional. En esta forma, la obra será más asequible a la clase obrera, razón más importante para mí que
cualquiera otra.
La dialéctica mistificada llegó a ponerse de moda en Alemania, porque parecía transfigurar lo
existente. Reducida a su forma racional, provoca la cólera y es el azote de la burguesía y de sus Tal es el lado bueno de la idea; he aquí ahora el reverso de la medalla: el método de análisis
portavoces doctrinarios, porque en la inteligencia y explicación positiva de lo que existe se abriga a la empleado por mí y que nadie hasta ahora había aplicado a los problemas económicos, hace que la
par la inteligencia de su negación, de su muerte forzosa; porque, crítica y revolucionaria por esencia, lectura de los primeros capítulos resulte bastante penosa, y cabe el peligro de que el público francés,
enfoca todas las formas actuales en pleno movimiento, sin omitir, por tanto, lo que tiene de perecedero impaciente siempre por llegar a los resultados, ansioso por encontrar la relación entre los principios
y sin dejarse intimidar por nada. generales y los problemas que a él directamente le preocupan, tome miedo a la obra y la deje a un lado,
por no tenerlo todo a mano desde el primer momento.
Donde más patente y más sensible se le revela al burgués práctico el movimiento lleno de
contradicciones de la sociedad capitalista, es en las alternativas del ciclo periódico recorrido por la Yo no puedo hacer otra cosa que señalar de antemano este peligro y prevenir contra él a los
industria moderna y en su punto culminante: el de la crisis general. Esta crisis general está de nuevo en lectores que buscan la verdad. En la ciencia no hay calzadas reales, y quien aspire a remontar sus
marcha, aunque no haya pasado todavía de su fase preliminar. La extensión universal del escenario en luminosas cumbres tiene que estar dispuesto a escalar la montaña por senderos escabrosos.
que habrá de desarrollarse y la intensidad de sus efectos, harán que les entre por la cabeza la dialéctica Reciba usted, estimado ciudadano, la seguridad de mi devota estimación.
hasta a esos mimados advenedizos del nuevo Sacro Imperio(X) prusiano-alemán.

CARLOS MARX
CARLOS MARX
Londres, 24 de enero de 1873. AL LECTOR

El señor J. Roy se ha impuesto la tarea de ofrecer al lector una traducción lo más fiel e incluso
literal que le fuese posible de la presente obra, y ha cumplido esta misión con toda escrupulosidad. Y
ha sido precisamente esta escrupulosidad la que me ha obligado a mí a revisar el texto, para hacerlo
más asequible al lector. Las modificaciones introducidas en la obra a lo largo del tiempo, puesto que el
libro se ha publicado por entregas, no han sido hechas todas con el mismo cuidado, y necesariamente
tenían que provocar ciertas desigualdades de estilo.
Una vez que me había impuesto este trabajo de revisión, me decidí a aplicarlo también al texto
original que tomé como base (la segunda edición alemana), simplificando el desarrollo de algunos
puntos, completando el de otros, incorporando a la obra nuevos datos históricos o estadísticos,
añadiendo nuevas observaciones críticas, etc. Sean cuales fueren los defectos literarios de esta edición
francesa, es indudable que posee un valor científico propio aparte del original y debe ser tenida en
cuenta incluso por los lectores que conozcan la lengua alemana.
Reproduzco a continuación aquellos pasajes del postfacio a la segunda edición alemana que se PROLOGO DE ENGELS A LA TERCERA EDICION ALEMANA
refieren al desarrollo de la economía política en Alemania y al método aplicado en esta obra.(5)
Marx no ha tenido la suerte de poder corregir para la imprenta la tercera edición de su obra.
Aquel formidable pensador ante cuya grandeza se inclinan ahora hasta sus propios enemigos, murió el
CARLOS MARX
14 de marzo de 1883.

Londres. 28 de abril de 1875. Sobre mí, que perdí con él al amigo de cuarenta años, al mejor y más inquebrantable de los
amigos, a quien debo lo que no podría ser expresado en palabras, pesa ahora el deber de preparar para
la imprenta esta tercera edición y el de redactar el segundo volumen, tomando como base para ello los
papeles inéditos legados por el autor. Daré cuenta al lector, aquí, del modo como he cumplido la
primera parte de este deber.
En un principio, Marx proponíase revisar ampliamente el primer tomo, perfilando mejor ciertos
puntos teóricos, añadiendo otros nuevos y completando y poniendo al día el material histórico y esta-
dístico. Su enfermedad y el deseo acuciante de poner en limpio cuanto antes el segundo tomo le
obligaron a renunciar a este designio. Su idea era ya, al final, la de limitarse a corregir lo estrictamente
indispensable y a insertar en ésta las adiciones recogidas en la edición francesa, publicada
anteriormente (Le Capital, par Karl Marx, París, Lachâtre, 1873) .
Entre los papeles dejados por el autor al morir, apareció un ejemplar alemán corregido a trozos
por su mano y lleno de referencias a la edición francesa; también se encontró un ejemplar francés, en el
que figuraban acotados por Marx, con todo cuidado, los pasajes que debían ser tenidos en cuenta. Estas
correcciones y adiciones se limitan, con ligeras salvedades, a la última parte de la obra, a la sección que
lleva por título "El proceso de acumulación del capital". El texto anterior se ajustaba aquí más que en el
resto del libro al primitivo proyecto: en cambio, los primeros capítulos habían sido revisados
cuidadosamente. El estilo era por tanto más vivo y más fluido, pero también más descuidado, salpicado
de anglicismos, y a trozos confuso. Advertíanse, aquí y allá, ciertas lagunas en el desarrollo del
pensamiento y, de vez en cuando, el autor limitábase a esbozar ciertos aspectos importantes.
Por lo que se refiere al estilo, Marx había revisado ya personalmente y de un modo concienzudo
varios capítulos, dándome con ello, así como en frecuentes sugestiones que me hizo de palabra, la
norma a que yo debía atenerme para saber hasta dónde podía llegar en la supresión de los términos
técnicos ingleses y de otros anglicismos. Las adiciones ya se había cuidado de revisarlas el propio
Marx, sustituyendo el terso francés por su denso alemán; mi misión se reducía, por tanto, a acoplarlas
del mejor modo posible al texto.
Por consiguiente, en esta tercera edición no ha sido modificada una sola palabra sin que yo
estuviese absolutamente seguro de que el propio autor, de vivir, la hubiera corregido. No podía
venírseme siquiera a las mientes el introducir en El Capital esa jerga tan en boga en que suelen
expresarse los economistas alemanes, la germanía en que, por ejemplo, el que se apropia trabajo de
otros por dinero recibe el nombre de Arbeitgeber,6 llamándose Arbeitnehmer7 al que trabaja para otro
mediante un salario. También en francés la palabra travail tiene, en la vida corriente, el sentido de
"ocupación". Pero los franceses considerarían loco, y con razón, al economista a quien se le ocurriese
llamar al capitalista donneur de travail y al obrero receveur de travail.
Tampoco me he creído autorizado para reducir a sus equivalencias neoalemanas las unidades
inglesas de monedas, pesos y medidas que se emplean constantemente en el texto. Cuando se publicó la
primera edición, había en Alemania tantas clases de pesos y medidas como días trae el año, y además PROLOGO DE ENGELS A LA EDICION INGLESA
dos clases de marcos (el Reichsmarh sólo tenia curso, por entonces, en la cabeza de Soetbeer, quien lo
inventara allá por el año de 1840), dos clases de florines y tres clases por lo menos de táleros, una de El hecho de que se publique una edición inglesa de El Capital no necesita justificación. Lo que
las cuales tenía por unidad el "nuevo dos tercios". En las ciencias naturales imperaba el sistema métrico sí conviene explicar, por el contrario, es por qué esta edición ha tardado tanto en aparecer, cuando las
decimal pero en el mercado mundial prevalecía el sistema inglés de pesos y medidas. En aquellas teorías mantenidas en la presente obra vienen siendo desde hace ya varios años citadas, impugnadas y
condiciones, era natural, que una obra que se veía obligada a ir a buscar sus datos documentales casi defendidas, explicadas y tergiversadas en la prensa periódica y en la literatura diaria tanto de Inglaterra
exclusivamente a la realidad industrial de Inglaterra tomase por norma las unidades inglesas de medida. como de los Estados Unidos.
Esta razón sigue siendo decisiva hoy, tanto más cuanto que las condiciones a que nos referimos apenas
si han experimentado alteración en el mercado mundial, pues en las industrias más importantes--las del Cuando, a poco de morir el autor, en el año 1883, se comprendió claramente cuán necesaria era
hierro y el algodón--rigen todavía casi sin excepción las medidas y los pesos ingleses. la edición inglesa de la obra, Mr. Samuel Moore, viejo amigo de Marx y del autor de estas líneas y per-
sona seguramente más familiarizada que nadie con el libro, se mostró dispuesto a emprender la
Diré, por último, dos palabras acerca del modo, poco comprendido, como hace sus citas Marx. traducción, que los testamentarios de la obra literaria de Marx deseaban dar cuanto antes a la
Tratándose de datos y descripciones puramente materiales, las citas, tomadas v. gr. de los Libros azules publicidad. Se acordó que yo me encargase de confrontar la traducción con el original y de proponer
ingleses, tienen como es lógico el papel de simples referencias documentales. La cosa cambia cuando todas aquellas modificaciones que juzgare oportunas. Pero a poco, se fue revelando, sin embargo, que
se trata de citar opiniones teóricas de otros economistas. Aquí, la finalidad de la cita es, sencillamente, sus ocupaciones profesionales impedían a Mr. S. Moore dar cima a la traducción con la premura por
señalar dónde, cuándo y por quién ha sido claramente formulado por vez primera, a lo largo de la todos deseada, en vista de lo cual hubimos de aceptar con gusto el ofrecimiento del doctor Aveling,
historia, un pensamiento económico. Para ello, basta con que la idea económica de que se trata tenga quien prometió hacerse cargo de una parte del trabajo; al mismo tiempo, la hija menor de Marx, casada
alguna importancia para la historia de la ciencia, con que sea la expresión teórica más o menos con él, se ofreció a compulsar las citas y restablecer el texto original de los numerosos pasajes de
adecuada de la situación económica reinante en su tiempo. No interesa en lo más mínimo que esta idea diversos autores y Libros azules ingleses citados por Marx en alemán. Así se ha hecho con todos, salvo
tenga un valor absoluto o relativo desde el punto de vista del autor o se haya incorporado en unos cuantos casos en que ha resultado de todo punto imposible.
definitivamente a la historia. Estas citas forman, pues, simplemente, un comentario que acompaña paso
a paso al texto, comentario tomado de la historia de la ciencia de la economía, en el que aparecen He aquí las partes de la obra que han sido traducidas por el doctor Aveling:8 1)Los capítulos X
reseñados, por fechas y autores, los progresos más importantes de la teoría económica. Esto era muy ("La jornada de trabajo") y XI ("Cuota y masa de plusvalía"); 2) la sección sexta ("El salario", que
importante, en una ciencia como ésta, cuyos historiadores sólo se han distinguido hasta hoy por su abarca los capítulos XIX a XXII); 3) desde el capítulo XXIV, apartado 4 ("Circunstancias que . . .")
ignorancia tendenciosa y casi advenediza. Y el lector encontrará también lógico que Marx, obrando en hasta el final de la obra, o sea la última parte del capítulo XXIV, el capítulo XXV y toda la sección
consonancia con su postfacio a la segunda edición, sólo en casos muy raros se decida a citar a séptima (capítulos XXVI a XXXIII) y los dos prólogos del autor. La traducción del resto de la obra
economistas alemanes. corrió a cargo de Mr. Moore. Cada uno de ambos traductores es, pues, responsable de la parte de
trabajo por él realizado; yo, por mi parte, asumo la responsabilidad por la obra completa.
Confío en que el tomo segundo verá la luz en el curso de1 año 1884.
La tercera edición alemana, que ha servido en un todo de base a nuestro trabajo, fue preparada
por mí en 1883 con ayuda de las notas que figuraban entre los papeles póstumos del autor y en las que
Londres, 7 de noviembre de 1883. se indicaban los pasajes de la segunda edición que habían de ser sustituidos por los pasajes acotados
del texto francés, publicado en 1873.9 Las modificaciones así introducidas en el texto de la segunda
FEDERICO ENGELS edición coinciden, en general, con las indicaciones hechas por Marx en una serie de notas manuscritas
para una traducción que se proyectó editar en los Estados Unidos hace unos diez años, sin que el
proyecto llegara a realizarse, por falta principalmente de un buen traductor. Estas notas originales de
Marx fueron puestas a nuestra disposición por nuestro viejo amigo, el señor F. A. Sorge, de Hoboken,
Nueva Jersey. En ellas se indicaban algunos otros pasajes que habían de ser tomados de la edición
francesa; pero como estas notas son anteriores en muchos años a las últimas instrucciones formuladas
por el autor para la tercera edición, no me he creído autorizado a hacer uso de ellas más que con
carácter excepcional, sobre todo en aquellos casos en que nos ayudaban a salvar las dificultades.
Asimismo hemos tenido a la vista el texto francés en la mayor parte de los pasajes difíciles, como
orientación acerca de lo que el autor estaba personalmente dispuesto a prescindir, allí donde se hacía
necesario sacrificar en la traducción algo de la integridad del original.
Queda en pie, sin embargo, una dificultad que no era posible ahorrarle al lector: el empleo de en las conclusiones de este libro la expresión más fiel de su situación y de sus aspiraciones. En
ciertos términos en un sentido que difiere, no sólo del lenguaje usual de la vida diaria, sino también del Inglaterra, las teorías de Marx ejercen también, precisamente en estos momentos, una influencia muy
que se acostumbra a usar en la economía política corriente. Pero esto era inevitable. Una nueva poderosa sobre el movimiento socialista, movimiento que se extiende entre las filas de la "gente culta"
concepción de cualquier ciencia revoluciona siempre la terminología técnica en ella empleada. La no menos que en el seno de la clase obrera. Pero no es esto todo. Se avecina a pasos agigantados el
mejor prueba de esto la tenemos en la química, cuya nomenclatura cambia radicalmente cada veinte momento en que se impondrá como una necesidad nacional inexorable la de proceder a una
años sobre poco más o menos, sin que pueda seña1arse apenas una sola combinación orgánica que no investigación concienzuda de la situación económica de Inglaterra. La marcha del sistema industrial
haya pasado por toda una serie de nombres. La economía política se ha contentado, en general, con inglés, inconcebible sin una expansión constante y rápida de la producción y, por tanto, de los
tomar los términos corrientes en la vida comercial e industrial y operar con ellos tal y como los mercados, se halla paralizada. El librecambio ya no da más de si; hasta el propio Manchester ha
encontró, sin advertir que de este modo quedaba encerrada dentro de los estrechos horizontes de las perdido la fe en su antiguo evangelio económico.10 La industria extranjera, que se está desarrollando
ideas expresadas por aquellas palabras. He aquí por qué, para poner un ejemplo, incluso la economía con gran rapidez, mira cara a cara por todas partes a la producción inglesa, no sólo en las zonas que
política clásica, aun sabiendo perfectamente que tanto la ganancia como la renta del suelo no son más gozan de protección arancelaria, sino también en los mercados neutrales y hasta del lado de acá del
que modalidades, fracciones de la parte no retribuida del producto que el obrero se ve obligado a Canal. Y al paso que la capacidad productiva crece en progresión geométrica, la expansión de los
entregar a su patrono (a su primer apropiador, aunque no su último y exclusivo poseedor), no llegó a mercados sólo se desarrolla, en el mejor de los casos, en progresión aritmética. Cierto es que parece
remontarse jamás sobre los conceptos habituales de ganancia y de renta ni a investigar en conjunto, haberse cerrado el ciclo decenal de estancamiento, prosperidad, superproducción y crisis que venía
como un todo, esta parte no retribuida del producto (a la que Marx da el nombre de plus-producto), ni repitiéndose constantemente desde 1825 hasta 1867, pero sólo para hundirnos en el pantano
llega tampoco, por consiguiente, a formarse una idea clara acerca de sus orígenes y carácter ni acerca desesperante de una depresión permanente y crónica. El ansiado período de prosperidad no acaba de
de las leyes que presiden luego la distribución de su valor. Otro tanto ocurre con la industria, que los llegar; apenas se cree atisbar en el horizonte los síntomas anunciadores de la buena nueva, éstos vuel-
economistas clásicos ingleses engloban indistintamente, dejando a un lado la agricultura, bajo el ven a desvanecerse. Entre tanto, a cada nuevo invierno surge de nuevo la pregunta: ¿Qué hacer con los
nombre de manufactura, con lo cual se borra la distinción entre dos grandes períodos obreros desocupados? Y aunque el número de éstos aumenta aterradoramente de año en año, no hay
fundamentalmente distintos de la historia económica: el período de la verdadera manufactura, basada nadie capaz de dar contestación a esta pregunta; y ya casi se puede prever el momento en que los
en la división del trabajo manual, y el de la industria moderna, basada en la maquinaria. Es evidente desocupados perderán la paciencia y se ocuparán ellos mismos de resolver su problema. En momentos
que una teoría que concibe la producción capitalista moderna como una simple estación de tránsito en como estos, no debiera, indudablemente, desoírse la voz de un hombre cuya teoría es toda ella fruto de
la historia económica de la humanidad, tiene necesariamente que emplear términos distintos de los que una vida entera de estudio de la historia y situación económica de Inglaterra, estudio que le ha llevado
emplean aquellos autores para quienes esta forma de producción es definitiva e imperecedera. a la conclusión de que este país es, por lo menos en Europa, el único en que la revolución social
inevitable podrá implantarse íntegramente mediante medidas pacificas y legales. Claro está que
No será tal vez inoportuno que digamos dos palabras acerca del método seguido por Marx en
tampoco se olvidaba nunca de añadir que no era de esperar que la clase dominante inglesa se sometiese
sus citas. La mayor parte de las veces, las citas sirven, como de costumbre, para documentar las
a esta revolución pacífica y legal sin una "proslavery rebellion", sin una "rebelión proesclavista".
afirmaciones hechas en el texto. Pero hay muchos casos en que se reproducen pasajes tomados de
economistas para señalar cuándo, dónde y por quién ha sido claramente formulada por vez primera una
determinada idea. Así se hace en todos aquellos casos en que la opinión citada tiene importancia como 5 de noviembre de 1886 .
expresión más o menos certera de las condiciones de producción y de cambio sociales reinantes en una
determinada época sin que ello quiera decir ni mucho menos que Marx la reconozca como válida o que FEDERICO ENGELS
esté consagrada de un modo general. Estas citas equipan, por tanto, al texto con un comentario sacado
de la historia de la ciencia y lo van siguiendo paso a paso.
Nuestra traducción sólo abarca el primer volumen de la obra. Sin embargo, este primer volumen PROLOGO DE ENGELS A LA CUARTA EDICION ALEMANA
forma casi una unidad y ha sido considerado durante veinte años como un todo independiente. El
segundo volumen, editado por mí en alemán en 1885, requiere como complemento, evidentemente, el La cuarta edición me obliga a dar al texto y a las notas de la obra, en lo posible, una redacción
tercero, que no verá la luz hasta fines de 1887. Cuando aparezca en su versión original alemana este definitiva. Informaré al lector en pocas palabras de cómo he cumplido esta misión.
tercer volumen habrá tiempo de pensar en preparar una edición inglesa de ambos tomos.
Previa una nueva confrontación de la edición francesa y de las notas manuscritas de Marx, he
A El Capital se le ha llamado a veces, en el continente, "la Biblia de la clase obrera". Nadie que incorporado al texto alemán algunas nuevas adiciones tomadas de aquéllas. Estas adiciones figuran en
conozca un poco del movimiento obrero negará que las condiciones expuestas en esta obra van convir- la P. 80 (P. 88 de la tercera edición), pp. 458-60 (PP. 509-10, tercera edición), pp. 547-51 (P. 600,
tiéndose de día en día, cada vez más, en los principios fundamentales del gran movimiento de la clase tercera edición), pp. 591-93 (P. 644, tercera edición) y en la nota 79 a la p. 596 (P. 648, tercera
obrera, no sólo en Alemania y en Suiza, sino también en Francia, en Holanda y en Bélgica, en Norte- edición). También he incorporado al texto (pp. 461-77, cuarta edición), siguiendo el precedente de las
américa y hasta en Italia y en España, y que por todas partes la clase obrera va reconociendo más y más
ediciones francesa e inglesa la larga nota referente a los obreros de las minas (pp. 509-15 tercera del discurso, limitábase a reproducir la cita literal de dos fuentes inglesas y a continuación copiaba la
edición).11 Las demás correcciones carecen de importancia y tienen un carácter puramente técnico. referencia del Times, que ponía en boca de Gladstone las palabras siguientes: "That is the state of the
Además, he introducido en esta edición algunas notas adicionales aclaratorias, sobre todo allí case as regards the wealth of this country. I must say for one, I should look almost with apprehension
donde me pareció que las nuevas condiciones históricas así lo reclamaban. Todas estas notas and with pain upon this intoxicating augmentation of wealth and power, if it were my belief that it was
incorporadas por mí al texto figuran entre corchetes y van acompañadas de iniciales o de la indicación confined to classes who are in easy circunstances. This takes no cognizance at all of the condition of
"N. del ed.$12 the labouring population. The augmentation I have described and which is founded, I think, upon
accurate returns. is an augmentation entirely confined to classes of property."
La edición inglesa, últimamente publicada, hizo necesaria una revisión completa de las
Como se ve, Gladstone dice aquí que él lamentaría que fuese así, pero que así es: que este
numerosas citas contenidas en la obra. La hija menor de Marx, Eleanor, se impuso la tarea de
embriagador incremento de poder y riqueza se limita enteramente a las clases poseedoras. Por lo que
confrontar con el original todos los pasajes citados por el autor, con objeto de que en las citas de fuente
inglesa, que son las más de la obra, no fuese necesario hacer una retraducción del alemán y pudiera respecta a la referencia cuasi oficial del Hansard, Marx comenta: "En esta edición aliñada después, Mr.
Gladstone fue lo suficientemente hábil para borrar un pasaje que era, ciertamente, harto compromete-
transcribirse directamente el texto original inglés. Al dar a la imprenta la cuarta edición, creí que debía
dor en boca de un Ministro del Tesoro inglés. Trátase, por lo demás, de una práctica parlamentaria
compulsar estos textos. De este modo, pude advertir toda una serie de pequeños errores: referencias a
inglesa bastante usual y no, ni mucho menos, de una invención del pequeño Lasker contra Bebel."
páginas falsas, deslizadas unas veces por confusión al copiarlas en los cuadernos y otras veces por
erratas que habían ido acumulándose a lo largo de tres ediciones, comillas mal puestas y lagunas, cosa El anónimo articulista se irrita cada vez más. Dejando a un lado, en su réplica (Concordia del 4
inevitable en citas tomadas en su mayor parte de extractos recogidos en apuntes; alguna que otra de julio), las fuentes de segunda mano, sugiere un poco tímidamente que es "costumbre" citar los dis-
traducción desacertada; pasajes citados a base de los viejos cuadernos de París (1843-1845), en los cursos parlamentarios ateniéndose a las referencias taquigráficas; pero que, además, la referencia del
tiempos en que Marx no conocía aún el inglés y leía a los economistas ingleses en traducciones Times (en que figura la frase "inventada") y la del Hansard (en que no figura) "coinciden material-
francesas y en que, por tanto, la doble traducción cambiaba con harta facilidad el matiz del lenguaje, mente en un todo" y que la referencia del Times dice también "todo lo contrario de lo que afirma aquel
que era lo que sucedía por ejemplo con Steuart, Ure y otros autores, haciéndose-necesario, de célebre pasaje de la alocución inaugural." Sin embargo, el hombre se cuida de silenciar que en la
consiguiente, volver a los textos ingleses, amén de otros errores y descuidos de poca monta. Si se aludida referencia, junto a ese supuesto "todo lo contrario", aparece también, explícitamente, "aquel
compara la cuarta edición con las precedentes, se verá que todo este fatigoso proceso de correcciones célebre pasaje". No importa; el anónimo articulista sabe que no pisa terreno firme y que sólo un nuevo
no ha alterado el libro absolutamente en nada que merezca la pena señalar. Sólo ha habido una cita que subterfugio puede salvarle. Y así, salpicando su artículo, que, como acabamos de demostrar, rebosa
no ha sido posible encontrar: la de Ricardo Jones (P. 562, n. 47, cuarta edición)13; tal vez Marx se "mentiras descaradas", de insultos edificantes como son los de "mala fe", "deslealtad", "referencias
confundiese al dar el título de la obra citada. Las demás conservan, después de confrontadas, todo su mendaces", "aquella cita falsa", "descaradas mentiras", "una cita falsificada de los pies a la cabeza",
vigor. "este falseamiento", "sencillamente infame", etc., etc., le parece conveniente desplazar la polémica a
Y ahora, permítaseme que traiga aquí una vieja historia. otro campo y nos promete "explicar en un segundo artículo el sentido que nosotros (es decir, el
anónimo y no "mendaz" articulista) atribuye al contenido de las palabras de Gladstone". ¡Como si su
Sólo sé de un caso en que fuera puesta en tela de juicio la veracidad de una cita de Marx. Como voluntaria y personal interpretación no tuviese absolutamente nada que ver con el asunto% Este segundo
se trata de un caso que ha venido arrastrándose hasta después de su muerte, no quiero omitirlo. artículo vio la luz en la Concordia del 11 de julio.
En la Concordia de Berlín, órgano de la Liga de fabricantes alemanes, apareció el 7 de marzo Marx replicó nuevamente en el Volksstaat de 7 de agosto, reproduciendo las referencias que del
de 1872 un artículo sin firma titulado: "Cómo cita Carlos Marx." En este artículo se afirmaba, con gran pasaje en cuestión daban el Morning Star y el Morning Advertiser del 17 de abril de 1863. Según
derroche de indignación moral y gran abundancia de frases poco parlamentarias, que la cita tomada del ambas referencias, Gladstone dice que contemplaría con preocupación, etc., este incremento
discurso pronunciado por Gladstone el 16 de abril de 1863 en el debate sobre presupuestos (cita que embriagador de poder y riqueza si creyese que se circunscribía a las clases verdaderamente
figura en la alocución inaugural de la Asociación obrera internacional de 1864 y se repite en El acomodadas (classes in easy circumstances), y añade que ese incremento de riqueza y poder se limita,
Capital, I, cuarta edición, pp. 617 [y 671] de la tercera edición),14 era falsa. Según el articulista, la frase en efecto, enteramente a las clases poseedoras (entirely confined to classes possessed of property).
que dice: "Este embriagador incremento de poder y de riqueza... se circunscribe por entero a las clases Como se ve, estas referencias insertan también literalmente la frase que se dice "inventada". Además,
poseedoras", no aparece ni por asomo en la referencia taquigráfica (cuasi oficial) que el Hansard (XI) confrontando los textos del Times y del Hansard, Marx probaba una vez más que la frase recogida
da del discurso. "Pero esta frase--dice el articulista--no figura para nada en el discurso de Gladstone. como parte integrante del discurso en tres referencias de periódicos coincidentes entre sí aunque
Lo que se dice allí es precisamente todo lo contrario." Y ahora, en cursiva: #Marx ha inventado, formal independientes las unas de las otras, faltaba en la versión del Honsard, versión corregida por el orador
y materialmente, esta frase.# según la consabida "práctica"; es decir, que Gladstone, para decirlo con todas las palabras de Marx,
Marx recibió en mayo este número de la Concordia, el 1° de junio contestó al anónimo "había amputado después de pronunciarla" esa frase, y finalmente declaraba que no disponía de tiempo
articulista en el Volksstaat. Como no se acordaba ya del periódico de que había tomado la referencia para seguir gastándolo con el anónimo articulista. Por su parte, éste pareció darse también por
contento; por lo menos, Marx no volvió a recibir más números de la Concordia.
Con ello, parecía que el asunto quedaba muerto y enterrado. Posteriormente, gentes que propio Brentano califica de "forzosamente precipitada". ¡Naturalmente, como que en la referencia del
mantenían relaciones con la Universidad de Cambridge hicieron llegar a nosotros, por una o dos veces, Hansard no aparece la frase fatal%
rumores misteriosos acerca de no sé qué indecible tropelía literaria cometida por Marx en El Capital;
A Eleanor Marx no le fue difícil echar por tierra toda esta argumentación en el mismo número
pero, a pesar de todas las indagaciones, no fue posible averiguar nada en concreto. De pronto, el 29 de del To Day. Una de dos. O el señor Taylor había leído la controversia mantenida en 1872, en cuyo caso
noviembre de 1883, a los ocho meses de morir Marx, aparece en el Times una carta fechada en el
"mentía" ahora, no sólo "inventando" sino también "suprimiendo", o no la había leído, y entonces lo
Trinity College de Cambridge y firmada por un tal Sedley Taylor, en la que, sin venir a cuento, este
mejor que hacía era callarse. En todo caso, era evidente que no se atrevía a mantener en pie ni por un
hombrecillo, criado dentro del más servil espíritu gremial, nos abría por fin los ojos no sólo acerca de
momento la acusación de su amigo Brentano, según la cual Marx había "inventado" una cita. Lejos de
las murmuraciones de Cambridge, sino también acerca del anónimo autor de la Concordia.
ello, achacaba a Marx el pecado de haber omitido una frase importante. Pero es el caso que esta frase
"Y lo verdaderamente peregrino dice el hombrecillo del Trinity College--es que estuviese aparece reproducida en la página y alocución inaugural, pocas líneas antes de la que se dice
reservado al profesor Brentano (que a la sazón regentaba una cátedra en la Universidad de Breslau y "inventada". Y por lo que se refiere a la "contradicción" contenida en el discurso de Gladstone, ¿quién
actualmente profesa en la de Estrasburgo) el poner al descubierto la mala fe en que se inspira sino el propio Marx habla en El Capital. p. 618 (3ª ed., p. 672, nota 105)(15), de las "constantes y
palpablemente la cita que se hace del discurso de Gladstone en la alocución (inaugural). El señor Marx, clamorosas contradicciones de los discursos pronunciados por Gladstone en 1863 Y 1864 en el debate
esforzándose por defender su cita, tuvo en las convulsiones de la agonía (deadly shifts) en que los sobre los presupuestos"? Lo que ocurre es que Marx no tiene la osadía de conciliar estas
ataques magistrales de Brentano le hicieron morder rapidísimamente el polvo, la osadía de afirmar que contradicciones en una complaciente fórmula liberal. He aquí la conclusión final a que llega Eleanor
Mr. Gladstone había aliñado la referencia de su discurso publicada en el Times de 17 de abril de 1863 Marx, en su réplica: "Nada más lejos de la verdad; Marx no omite nada digno de mención ni añade
antes de que el Hansard la recogiese, para borrar un pasaje que era, indudablemente, comprometedor tampoco por su cuenta lo más mínimo. Lo que hace es restaurar y arrancar al olvido... cierta frase
en labios de un Ministro del Tesoro inglés. Y cuando Brentano, mediante una confrontación detallada tomada de un discurso de Gladstone, frase pronunciada indudablemente por el orador y que, por las
de los textos, le probó que la referencia del Times y la del Hansard coincidían en no admitir ni por razones que fuese, no figuraba en la referencia del Hansard$.
asomo el sentido que aquella cita arteramente descoyuntada atribuía a las palabras de Gladstone, Marx Con esto se dio también por contento Mr. Sedley Taylor. Y el resultado de toda esa intriga
se batió en retirada, alegando que no disponía de tiempo."
profesoral urdida durante veinte años y a través de dos grandes naciones fue que ya nadie se atreviese a
¡Esa es, pues, la madre del cordero% Así es cómo se refleja, de un modo bien poco glorioso por dudar de la escrupulosidad literaria de Marx y que, en lo sucesivo la gente otorgase a Mr. Sedley
cierto, en la fantasía cooperativista de Cambridge la campaña anónima sostenida por el señor Brentano Taylor, en punto a los partes literarios de guerra del señor Brentano, tan poca confianza como a éste en
desde las columnas de la Concordia. ¡Este San Jorge de la Liga de Fabricantes alemanes se yergue y punto a la infalibilidad pontificia del Hansard.
blande su espada, en #ataques magistrales", mientras el dragón infernal que se llama Marx se revuelve
a sus pies #en las convulsiones de la agonía"%
FEDERICO ENGELS
Sin embargo, todo este relato épico, digno de un Ariosto, sólo sirve para encubrir los
subterfugios de nuestro San Jorge. El inglés ya no habla de "mentiras" ni de "falsificaciones", sino de Londres. 25 de junio de 1890.
"cita arteramente descoyuntada" (craftily isolated quotation). Como se ve, todo el problema queda
desplazado, y el San Jorge y su escudero de Cambridge saben perfectamente bien por qué lo desplazan.
Como el Times se negase a insertar la réplica en sus columnas, Eleanor Marx hubo de contestar
desde la revista mensual To Day. en febrero de 1884, centrando la discusión sobre el único punto
puesto a debate, a saber: si Marx había "inventado" o no aquella cita. A esto replicó Mr. Sedley Taylor
diciendo que en la polémica entre Marx y Brentano, "la cuestión de si en el discurso de Mr. Gladstone
aparecía o no una determinada frase" era, a su juicio, una cuestión de #importancia muy secundaria"
"comparada con la cuestión de si la cita había sido hecha con la intención de reproducir o desfigurar el
sentido de las palabras de Gladstone". A continuación, reconoce que la referencia del Times "contiene,
en efecto, una contradicción en sus palabras"; pero... que, en lo demás y juzgando por el contexto, esa
referencia, interpretada de un modo exacto, es decir, en un sentido liberal y gladstoniano, indica lo que
Mr. Gladstone quiso decir (To Day, marzo de 1884). Y lo más cómico del caso es que ahora nuestro
hombrecillo de Cambridge se empeña en no citar el discurso ateniéndose a la referencia del Hansard,
como es "costumbre$ según el anónimo Brentano, sino basándose en la referencia del Times, que el
Notas de prólogos
14. P. 596 de la presente edición. (Ed.)
1. Considero esto tanto más necesario cuanto que incluso en el capítulo de la obra de F. Lassalle contra Schulze-Delitzsch,
en que el autor dice recoger #la quintaesencia espiritual$ de mis investigaciones sobre estos temas, se contienen errores de 15. P. 596 de la presente edición. (Ed.)
monta. Y digamos de pasada que el hecho de que F. Lassalle tome de mis obras, casi al pie de la letra, copiando incluso la
terminología introducida por mí y sin indicar su procedencia, todas las tesis teóricas generales de sus trabajos económicos,
por ejemplo la del carácter histórico del capital, la de la conexión existente entre las relaciones y el régimen de producción,
etc., etc., es un procedimiento que obedece sin duda a razones de propaganda. Sin referirme, naturalmente, a sus
desenvolvimientos de detalle y a sus deducciones prácticas, con los que yo no tengo absolutamente nada que ver.

2. Los materiales reunidos para el libro IV. que Marx no llegó a publicar, fueron editados más tarde y han sido traducidos
bajo el título de Historia crítica de la teoría de la plusvalía.

3. Ver mi obra Contribución a la crítica de la economía política, p. 39.

4. A esos charlatanes grandilocuentes de la economía vulgar alemana todo se les vuelve hablar mal del estilo y lenguaje de
mi obra. Nadie conoce mejor que yo ni juzgo con mayor severidad los defectos literarios de esta. Sin embargo, para
provecho y edificación de esos caballeros y de su público, voy a permitirme traer aquí dos testimonios, uno inglés y otro
ruso. Un periódico como la Saturday Review dijo al dar cuenta de la primera edición alemana de El Capital: el estilo "presta
un encanto (charm) especial hasta a los problemas económicos más áridos". Y la S. P. Wiedomost; ("Gaceta de San
Petersburgo") observa entre otras cosas, en su número de 20 de abril de 1872: "La exposición, exceptuando unas cuantas
partes demasiado especializadas, se caracteriza por su comprensibidad general, por su claridad y, pese a la altura científica
del tema, por una extraordinaria amenidad. En este respecto, el autor... no se parece ni de lejos a la mayoría de los sabios
alemanes cuyos libros están escritos en un lenguaje tan tenebroso y árido, que su lectura produce dolor de cabeza al simple
mortal." En realidad, lo que les duele a los lectores de los libros que escriben los profesores nacional-liberales de Alemania,
tan en boga hoy, no es precisamente la cabeza, sino otra cosa.

5. Pp. XXV-XXXII de la presente edición. (Ed.).

6. Palabra alemana equivalente a "patrono$; literalmente, #dador de trabajo", el que da trabajo. (Ed.)

7. Expresión alemana equivalente a #obrero$: literalmente, #tomador de trabajo$, el que recibe trabajo. (Ed.)

8. La división en capítulos de la edición inglesa corresponde al sistema aplicado en la edición francesa: en ésta, Marx
convirtió los apartados del capítulo 4 (que ocupa la sección II de la obra) en capítulos, el capítulo 24 en una sección aparte,
la VIII, y sus apartados en capítulos. (Ed.)

9. Le Capital, par Karl Marx. Traducción de M. J. Roy. totalmente revisada por el autor. París, Lachâtre. Esta traducción
contiene, sobre todo en la última parte de la obra, importantes modificaciones y adiciones al texto de la segunda edición
alemana.

10. En la reunión trimestral de la Cámara de Comercio de Manchester, celebrada en la tarde de hoy, se entabló una viva
discusión sobre el tema del librecambio. Se presentó en ella una proposición en la que se dice que #Inglaterra ha pasado
cuarenta años esperando en vano que otras naciones siguiesen su ejemplo librecambista, y la Cámara entiende que ha
llegado la hora de abandonar esta actitud$. La proposición fue desechada por un voto solamente de mayoría, por 22 votos
contra 21. (Evening Standard, 1 de noviembre de 1886.)

11.En la presente edición, los pasajes aquí citados figuran en las pp. 81-440-442-531-533-4-572-573-575-434-451-2. (Ed.)

12. En esta edición llevan al pie las iniciales F. E. (Ed.)

13. P. 543 de la presente edición. (Ed.)


Libro Primero A primera vista, el valor de cambio aparece como la relación cuantitativa, la proporción en que se
cambian valores de uso de una clase por valores de uso de otra, 6 relación que varía constantemente con
EL PROCESO DE PRODUCCION DEL CAPITAL
los lugares y los tiempos. Parece, pues, como si el valor de cambio fuese algo puramente casual y
relativo, como sí, por tanto, fuese una contradictio in adjecto(5) la existencia de un valor de cambio
interno, inmanente a la mercancía (valeur intrinseque).7 Pero, observemos la cosa más de cerca.
Sección Primera
Una determinada mercancía, un quarter de trigo por ejemplo, se cambia en las más diversas
MERCANCIA Y DINERO proporciones por otras mercancías v. gr.: por x betún, por y seda, por z oro, etc. Pero, como x betún, y
seda, z oro, etc. representan el valor de cambio de un quarter de trigo, x betún, y seda, z oro, etc. tienen
que ser necesariamente valores de cambio permutables los unos por los otros o iguales entre sí. De
donde se sigue: primero, que los diversos valores de cambio de la misma mercancía expresan todos
ellos algo igual; segundo, que el valor de cambio no es ni puede ser más que la expresi6n de un
Capítulo I
contenido diferenciable de él, su #forma de manifestarse$.
LA MERCANCIA Tomemos ahora dos mercancías, por ejemplo trigo y hierro. Cualquiera que sea la proporción en
que se cambien, cabrá siempre representarla por una igualdad en que una determinada cantidad de trigo
equivalga a una cantidad cualquiera de hierro, v. gr.: 1 quarter de trigo = x quintales de hierro. ¿Qué
1. Los dos factores de la mercancía: valor de uso y valor (sustancia y magnitud del valor) nos dice esta igualdad? Que en los dos objetos distintos, o sea, en 1 quarter (7) de trigo y en x quintales
de hierro, se contiene un algo común de magnitud igual. Ambas cosas son, por tanto, iguales a una
tercera, que no es de suyo ni la una ni la otra. Cada una de ellas debe, por consiguiente, en cuanto valor
La riqueza de las sociedades en que impera el régimen capitalista de producción se nos aparece de cambio, poder reducirse a este tercer término.
como un "inmenso arsenal de mercancías"1 y la mercancía como su forma elemental. Por eso, nuestra Un sencillo ejemplo geométrico nos aclarará esto. Para determinar y comparar las áreas de dos
investigación arranca del análisis de la mercancía. polígonos hay que convertirlas previamente en triángulos. Luego, los triángulos se reducen, a su vez, a
La mercancía es, en primer término, un objeto externo, una cosa apta para satisfacer necesidades una expresión completamente distinta de su figura visible: la mitad del producto de su base por su
humanas, de cualquier clase que ellas sean. El carácter de estas necesidades, el que broten por ejemplo altura. Exactamente lo mismo ocurre con los valores de cambio de las mercancías: hay que reducirlos
del estómago o de la fantasía, no interesa en lo más mínimo para estos efectos.2 Ni interesa tampoco, necesariamente a un algo común respecto al cual representen un más o un menos.
desde este punto de vista, cómo ese objeto satisface las necesidades humanas, si directamente, como Este algo común no puede consistir en una propiedad geométrica, física o química, ni en ninguna
medio de vida, es decir como objeto de disfrute, o indirectamente, como medio de producción. otra propiedad natural de las mercancías. Las propiedades materiales de las cosas sólo interesan cuando
Todo objeto útil, el hierro, el papel, etc., puede considerarse desde dos puntos de vista: atendiendo las consideremos como objetos útiles, es decir, como valores de uso. Además, lo que caracteriza
a su calidad o a su cantidad. Cada objeto de éstos representa un conjunto de las más diversas visiblemente la relación de cambio de las mercancías es precisamente el hecho de hacer abstracción de
propiedades y puede emplearse, por tanto, en los más diversos aspectos. El descubrimiento de estos sus valores de uso respectivos. Dentro de ella, un valor de uso, siempre y cuando que se presente en la
diversos aspectos y, por tanto, de las diferentes modalidades de uso de las cosas, constituye un hecho proporción adecuada, vale exactamente lo mismo que otro cualquiera. Ya lo dice el viejo Barbon: "Una
histórico.3 Otro tanto acontece con la invención de las medidas sociales para expresar la cantidad de clase de mercancías vale tanto como otra, siempre que su valor de cambio sea igual. Entre objetos cuyo
los objetos útiles. Unas veces, la diversidad que se advierte en las medidas de las mercancías responde valor de cambio es idéntico, no existe disparidad ni posibilidad de distinguír."8 Como valores de uso,
a la diversa naturaleza de los objetos que se trata de medir; otras veces. es fruto de la convención. las mercancías representan, ante todo, cualidades distintas; como valores de cambio, sólo se distinguen
La utilidad de un objeto lo convierte en valor de uso.4 Pero esta utilidad de los objetos no flota en el por la cantidad: no encierran, por tanto, ni un átomo de valor de uso.
aire. Es algo que está condicionado por las cualidades materiales de la mercancía y que no puede existir Ahora bien, si prescindimos del valor de uso de las mercancías éstas sólo conservan una cualidad:
sin ellas. Lo que constituye un valor de uso o un bien es, por tanto, la materialidad de la mercancía la de ser productos del trabajo.
misma, el hierro, el trigo, el diamante, etc. Y este carácter de la mercancía no depende de que la Pero no productos de un trabajo real y concreto. Al prescindir de su valor de uso, prescindimos
apropiación de sus cualidades útiles cueste al hombre mucho o poco trabajo. Al apreciar un valor de también de los elementos materiales y de las formas que los convierten en tal valor de uso. Dejarán de
uso, se le supone siempre concretado en una cantidad, v. gr. una docena de relojes, una vara de lienzo, ser una mesa, una casa, una madeja de hilo o un objeto útil cualquiera. Todas sus propiedades
una tonelada de hierro, etc. Los valores de uso suministran los materiales para una disciplina especial: materiales se habrán evaporado. Dejarán de ser también productos del trabajo del ebanista, del
la del conocimiento pericial de las mercancías.5 El valor de uso sólo toma cuerpo en el uso o consumo carpintero, del tejedor o de otro trabajo productivo concreto cualquiera. Con el carácter útil de los
de los objetos. Los valores de uso forman el contenido material de la riqueza, cualquiera que sea la productos del trabajo, desaparecerá el carácter útil de los trabajos que representan y desaparecerán
forma social de ésta. En el tipo de sociedad que nos proponemos estudiar, los valores de uso son, también, por tanto, las diversas formas concretas de estos trabajos, que dejarán de distinguirse unos de
además, el soporte material del valor de cambio. otros para reducirse todos ellos al mismo trabajo humano, al trabajo humano abstracto.
¿Cuál es el residuo de los productos así considerados? Es la misma materialidad espectral, un necesario para la producción de la segunda. "Consideradas como valores, las mercancías no son todas
simple coágulo de trabajo humano indistinto, es decir, de empleo de fuerza humana de trabajo, sin ellas más que determinadas cantidades de tiempo de trabajo cristalizado.$11
atender para nada a la forma en que esta fuerza se emplee. Estos objetos sólo nos dicen que en su La magnitud de valor de una mercancía permanecería, por tanto, constante, invariable, si
producción se ha invertido fuerza humana de trabajo, se ha acumulado trabajo humano. Pues bien, permaneciese también constante el tiempo de trabajo necesario para su producción. Pero éste cambia al
considerados como cristalización de esta sustancia social común a todos ellos, estos objetos son cambiar la capacidad productiva del trabajo. La capacidad productiva del trabajo depende de una serie
valores, valores!mercancías. de factores, entre los cuales se cuentan el grado medio de destreza del obrero, el nivel de progreso de la
Fijémonos ahora en la relación de cambio de las mercancías. Parece como sí el valor de cambio en ciencia y de sus aplicaciones, la organización social del proceso de producción, el volumen y la
sí fuese algo totalmente independiente de sus valores de uso. Y en efecto, prescindiendo real y verda- eficacia de los medios de producción y las condiciones naturales. Así, por ejemplo, la misma cantidad
deramente del valor de uso de los productos del trabajo, obtendremos el valor tal y como acabamos de de trabajo que en años de buena cosecha arroja 8 bushels (8) de trigo, en años de mala cosecha sólo
definirlo. Aquel algo común que toma cuerpo en la relación de cambio o valor de cambio de la mer- arroja 4. El rendimiento obtenido en la extracción de metales con la misma cantidad de trabajo variará
cancía es, por tanto, su valor. En el curso de nuestra investigación volveremos de nuevo al valor de según que se trate de yacimientos ricos o pobres, etc. Los diamantes son raros en la corteza de la tierra;
cambio, como expresión necesaria o forma obligada de manifestarse el valor, que por ahora por eso su extracción supone, por término medio, mucho tiempo de trabajo, y ésta es la razón de que
estudiaremos independientemente de esta forma. representen, en dimensiones pequeñisimas, cantidades de trabajo enormes. Jacob duda que el oro se
Por tanto, un valor de uso, un bien, sólo encierra un valor por ser encarnación o materialización pague nunca por todo su valor. Lo mismo podría decirse, aunque con mayor razón aún, de los
del trabajo humano abstracto. ¿Cómo se mide la magnitud de este valor? Por la cantidad de #sustancia diamantes. Según los cálculos de Eschwege, en 1823 la extracción en total de las minas de diamantes
creadora de valor$, es decir, de trabajo, que encierra. Y, a su vez, la cantidad de trabajo que encierra se de Brasil no alcanzaba, calculada a base de un periodo de ochenta años, el precio representado por el
mide por el tiempo de su duración, y el tiempo de trabajo, tiene, finalmente, su unidad de medida en las producto medio de las plantaciones brasileñas de azúcar y café durante año y medio, a pesar de suponer
distintas fracciones de tiempo: horas, días, etc. mucho más trabajo y, por tanto, mucho más valor. En minas más ricas, la misma cantidad de trabajo
Se dirá que si el valor de una mercancía se determina por la cantidad de trabajo invertida en su representaría más diamantes, con lo cual estos objetos bajarían de valor. Y sí el hombre llegase a
producción, las mercancías encerrarán tanto más valor cuanto más holgazán o más torpe sea el hombre conseguir transformar el carbón en diamante con poco trabajo, el valor de los diamantes descendería
que las produce o, lo que es lo mismo, cuanto más tiempo tarde en producirlas. Pero no; el trabajo que por debajo del de los ladrillos. Dicho en términos generales: cuanto mayor sea la capacidad productiva
forma la sustancia de los valores es trabajo humano igual, inversión de la misma fuerza humana de del trabajo, tanto más corto será el tiempo de trabajo necesario para la producción de un articulo, tanto
trabajo. Es como si toda la fuerza de trabajo de la sociedad, materializada en la totalidad de los valores menor la cantidad de trabajo cristalizada en él y tanto más reducido su valor. Y por el contrario, cuanto
que forman el mundo de las mercancías, representase para estos efectos una inmensa fuerza humana de menor sea la capacidad productiva del trabajo, tanto mayor será el tiempo de trabajo necesario para la
trabajo, no obstante ser la suma de un sinnúmero de fuerzas de trabajo individuales. Cada una de estas producción de un artículo y tanto más grande el valor de éste. Por tanto, la magnitud del valor de una
fuerzas es una fuerza humana de trabajo equivalente a las demás, siempre y cuando que presente el mercancía cambia en razón directa a la cantidad y en razón inversa a la capacidad productiva del
carácter de una fuerza media de trabajo social y dé, además, el rendimiento que a esa fuerza media de trabajo que en ella se invierte.
trabajo social corresponde; o lo que es lo mismo, siempre y cuando que para producir una mercancía no Un objeto puede ser valor de uso sin ser valor. Así acontece cuando la utilidad que ese objeto
consuma más que el tiempo de trabajo que representa la media necesaria, o sea el tiempo de trabajo encierra para el hombre no se debe al trabajo. Es el caso del aire, de la tierra virgen, de las praderas
socialmente necesario. Tiempo de trabajo socialmente necesario es aquel que se requiere para producir naturales, de los bosques silvestres, etc. Y puede, asimismo, un objeto ser útil y producto del trabajo
un valor de uso cualquiera, en las condiciones normales de producción y con el grado medio de humano sin ser mercancía.. Los productos del trabajo destinados a satisfacer las necesidades per-
destreza e intensidad de trabajo imperantes en la sociedad. Así, por ejemplo, después de introducirse en sonales de quien los crea son, indudablemente, valores de uso, pero no mercancías. Para producir
Inglaterra el telar de vapor, el volumen de trabajo necesario para convertir en tela una determinada mercancías, no basta producir valores de uso, sino que es menester producir valores de uso para otros,
cantidad de hilado, seguramente quedaría reducido a la mitad. El tejedor manual inglés seguía valores de uso sociales. (Y no sólo para otros, pura y simplemente. El labriego de la Edad Medía
invirtiendo en esta operación, naturalmente, el mismo tiempo de trabajo que antes, pero ahora el producía el trigo del tributo para el señor feudal y el trigo del diezmo para el cura; y, sin embargo, a
producto de su trabajo individual sólo representaba ya medía hora de trabajo social, quedando por tanto pesar de producirlo para otros, ni el trigo del tributo ni el trigo del diezmo eran mercancías. Para ser
limitado a la mitad de su valor primitivo. mercancía, el producto ha de pasar a manos de otro, del que lo consume, por medio de un acto de
Por consiguiente, lo que determina la magnitud de valor de un objeto no es más que la cantidad de cambio.)12 Finalmente, ningún objeto puede ser un valor sin ser a la vez objeto útil. Si es inútil, lo será
trabajo socialmente necesaria, o sea el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción 9. también el trabajo que éste encierra; no contará como trabajo ni representará, por tanto, un valor.
Para estos efectos, cada mercancía se considera como un ejemplar medio de su especie.10 Mercancías
que encierran cantidades de trabajo iguales o que pueden ser producidas en el mismo tiempo de trabajo
representan, por tanto, la misma magnitud de valor. El valor de una mercancía es al valor de cualquiera 2. Doble carácter del trabajo representado por las mercancías
otra lo que el tiempo de trabajo necesario para la producción de la primera es al tiempo de trabajo
Veíamos al comenzar que la mercancía tenia dos caras: la de valor de uso y la de valor de cambio. por medio de la cual se asimilan a determinadas necesidades humanas determinadas materias que la
Más tarde, hemos vuelto a encontrarnos con que el trabajo expresado en el valor no presentaba los naturaleza brinda al hombre. Como creador de valores de uso, es decir como trabajo útil, el trabajo es,
mismos caracteres que el trabajo creador de valores de uso. Nadie, hasta ahora, había puesto de relieve por tanto, condición de vida del hombre, y condición independiente de todas las formas de sociedad,
críticamente este doble carácter del trabajo representado por la mercancía.13 Y como este punto es el una necesidad perenne y natural sin la que no se concebiría el intercambio orgánico entre el hombre y
eje en torno al cual gira la comprensión de la economía política, hemos de detenernos a examinarlo con la naturaleza ni, por consiguiente, la vida humana.
cierto cuidado. Los valores de uso, levita, lienzo, etc., o lo que es lo mismo, las mercancías consideradas como
Tomemos dos mercancías, v. gr.: una levita y 10 varas de lienzo. Y digamos que la primera tiene el objetos corpóreos, son combinaciones de dos elementos: la materia, que suministra la naturaleza, y el
doble de valor que la segunda; es decir, que si 10 varas de lienzo = v, 1 levita = 2 v. trabajo. Si descontamos el conjunto de trabajos útiles contenidos en la levita, en el lienzo, etc., quedará
La levita es un valor de uso que satisface una necesidad concreta. Para crearlo, se requiere una siempre un substrato material, que es el que la naturaleza ofrece al hombre sin intervención de la mano
determinada clase de actividad productiva. Esta actividad está determina por su fin, modo de operar, de éste. En su producción, el hombre sólo puede proceder como procede la misma naturaleza, es decir,
objeto, medios y resultado. El trabajo cuya utilidad viene a materializarse así en el valor de uso de su haciendo que la materia cambie de forma..14 Más aún. En este trabajo de conformación, el hombre se
producto o en el hecho de que su producto sea un valor de uso, es lo que llamamos, resumiendo todo apoya constantemente en las fuerzas naturales. El trabajo no es, pues, la fuente única y exclusiva de los
eso, trabajo útil. Considerado desde este punto de vista, el trabajo se nos revela siempre asociado a su valores de uso que produce, de la riqueza material. El trabajo es, como ha dicho William Petty, el
utilidad. padre de la riqueza, y la tierra la madre.
Del mismo modo que la levita y el lienzo son valores de uso cualitativamente distintos, los trabajos Pasemos ahora de la mercancía considerada como objeto útil a la mercancía considerada como
a que deben su existencia !o sea, el trabajo del sastre y el del tejedor" son también trabajos valor.
cualitativamente distintos. Si no fuesen valores de uso cualitativamente distintos y, por tanto, Partimos del supuesto de que la levita vale el doble que 10 varas de lienzo. Pero ésta es una
productos de trabajos útiles cualitativamente distintos también, aquellos objetos bajo ningún concepto diferencia puramente cuantitativa, que, por el momento, no nos interesa. Nos limitamos, por tanto, a
podrían enfrentarse el uno con el otro como mercancías. No es práctico cambiar una levita por otra, recordar que si el valor de una levita es el doble que el de 10 varas de lienzo, 20 varas de lienzo
valores de uso por otros idénticos. representarán la misma magnitud de valor que una levita. Considerados como valores, la levita y el
Bajo el tropel de los diversos valores de uso o mercancías, desfila ante nosotros un conjunto de. lienzo son objetos que encierran idéntica sustancia, objetos de igual naturaleza, expresiones objetivas
trabajos útiles no menos variados, trabajos que difieren unos de otros en género, especie, familia, del mismo tipo de trabajo. Pero el trabajo del sastre y el del tejedor son trabajos cualitativamente
subespecie y variedad: es la división social del trabajo, condición de vida de la producción de distintos. Hay, sin embargo, sociedades en que el mismo hombre trabaja alternativamente como sastre y
mercancías, aunque, ésta no lo sea, a su vez, de la división social del trabajo. Así, por ejemplo, la tejedor y en que, por tanto, estas dos modalidades distintas de trabajo no son más que variantes del
comunidad de la India antigua, supone una división social del trabajo, a pesar de lo cual los productos trabajo del mismo individuo, en que no representan todavía funciones fijas y concretas de diferentes
no se convierten allí en mercancías. 0, para poner otro ejemplo más cercano a nosotros: en toda fábrica personas, del mismo modo que la levita que hoy corta nuestro sastre y los pantalones que cortará
reina una división sistemática del trabajo, pero esta división no se basa en el hecho de que los obreros mañana no representan más que modalidades del mismo trabajo individual. A simple vista se advierte,
cambien entre sí sus productos individuales. Sólo los productos de trabajos privados independientes además, que en nuestra sociedad capitalista una cantidad concreta de trabajo humano se aporta
los unos de los otros pueden revestir en sus relaciones mutuas el carácter de mercancías. alternativamente en forma de trabajo de sastrería o de trabajo textil, según las fluctuaciones que
Vemos, pues, que el valor de uso de toda mercancía representa una determinada actividad experimente la demanda de trabajo. Es posible que estos cambios de forma del trabajo no se operen sin
productiva encaminada a un fin o, lo que es lo mismo, un determinado trabajo útil. Los valores de uso resistencia, pero tienen que operarse, necesariamente.
no pueden enfrentarse los unos con los otros como mercancías si no encierran trabajos útiles Si prescindimos del carácter concreto de la actividad productiva y, por tanto, de la utilidad del
cualitativamente distintos. En una sociedad cuyos productos revisten en general la forma de trabajo, ¿qué queda en pie de él? Queda, simplemente, el ser un gasto de fuerza humana de trabajo. El
mercancías, es decir, en una sociedad de productores de mercancías, esta diferencia cualitativa que se trabajo del sastre y el del tejedor, aun representando actividades productivas cualitativamente distintas,
acusa entre los distintos trabajos útiles realizados independientemente los unos de los otros como tienen de común el ser un gasto productivo de cerebro humano, de músculo, de nervios, de brazo, etc.;
actividades privativas de otros tantos productores independientes, se va desarrollando hasta formar un por tanto, en este sentido, ambos son trabajo humano. No son más que dos formas distintas de aplicar
complicado sistema, hasta convertirse en una división social del trabajo. la fuerza de trabajo del hombre. Claro está que, para poder aplicarse bajo tal o cual forma, es necesario
A la levita, como tal levita, le tiene sin cuidado, por lo demás, que la vista el sastre o su cliente. En que la fuerza humana de trabajo adquiera un grado mayor o menor de desarrollo. Pero, de suyo, el valor
ambos casos cumple su misión de valor de uso. La relación entre esa prenda y el trabajo que la produce de 1a mercancía sólo representa trabajo humano, gasto de trabajo humano pura y simplemente. Ocurre
no cambia tampoco, en realidad, porque la actividad del sastre se convierta en profesión especial, en con el trabajo humano, en este respecto, lo que en la sociedad burguesa ocurre con el hombre, que
categoría independiente dentro de la división social del trabajo. Allí donde la necesidad de vestido le como tal hombre no es apenas nada, pues como se cotiza y representa un gran papel en esa sociedad es
acuciaba, el hombre se pasó largos siglos cortándose prendas más o menos burdas antes de convertirse como general o como banquero.15 El trabajo humano es el empleo de esa simple fuerza de trabajo que
de hombre en sastre. Sin embargo, la levita, el lienzo, todos los elementos de la riqueza material no todo hombre común y corriente, por término medio, posee en su organismo corpóreo, sin necesidad de
suministrados por la naturaleza, deben siempre su existencia a una actividad productiva específica, útil, una especial educación. El simple trabajo medio cambia, indudablemente, de carácter según los países
y la cultura de cada época, pero existe siempre, dentro de una sociedad dada. El trabajo complejo no es Cuanto mayor sea la cantidad de valor de uso mayor será, de por sí, la riqueza material: dos levitas
mas que el trabajo simple potenciado o, mejor dicho, multiplicado: por donde una pequeña cantidad de encierran más riqueza que una. Con dos levitas pueden vestirse dos personas; con una de estas prendas
trabajo complejo puede equivaler a una cantidad grande de trabajo simple. Y la experiencia demuestra una solamente, etc. Sin embargo, puede ocurrir que a medida que crece la riqueza material, disminuya
que esta reducción de trabajo complejo a trabajo simple es un fenómeno que se da todos los días y a la magnitud de valor que representa. Estas fluctuaciones contradictorias entre si se explican por el
todas horas. Por muy complejo que sea el trabajo a que debe su existencia una mercancía, el valor la doble carácter del trabajo. La capacidad productiva es siempre, naturalmente, capacidad productiva de
equipara enseguida al producto del trabajo simple, y como tal valor sólo representa, por tanto, una trabajo útil, concreto. Y sólo determina, como es lógico, el grado de eficacia de una actividad
determinada cantidad de trabajo simple.16 Las diversas proporciones en que diversas clases de trabajo productiva útil, encaminada a un fin, dentro de un período de tiempo dado. Por tanto, el trabajo útil
se reducen a la unidad de medida del trabajo simple se establecen a través de un proceso social que rendirá una cantidad más o menos grande de productos según el ritmo con que aumente o disminuya su
obra a espaldas de los productores, y esto les mueve a pensar que son el fruto de la costumbre. En lo capacidad productiva. Por el contrario, los cambios operados en la capacidad productiva no afectan de
sucesivo, para mayor sencillez, consideraremos siempre la fuerza de trabajo, cualquiera que ella sea, suyo al trabajo que el valor representa. Como la capacidad productiva es siempre función de la forma
como expresión directa de la fuerza de trabajo simple, ahorrándonos así la molestia de reducirla a la concreta y útil del trabajo, es lógico que tan pronto como se hace caso omiso de su forma concreta, útil,
unidad. no afecte para nada a éste. El mismo trabajo rinde, por tanto, durante el mismo tiempo, idéntica
Del mismo modo que en los valores levita y lienzo se prescinde de la diferencia existente entre sus cantidad de valor, por mucho que cambie su capacidad productiva. En cambio, puede arrojar en el
valores de uso, en los trabajos que esos valores representan se hace caso omiso de la diferencia de sus mismo tiempo cantidades distintas de valores de uso, mayores o menores según que su capacidad
formas útiles, o sea de la actividad del sastre y de la del tejedor. Y así como los valores de uso lienzo y productiva aumente o disminuya. Como se ve, el mismo cambio operado en la capacidad productiva,
levita son el fruto de la combinaci6n de una actividad útil productiva, con la tela y el hilado por virtud del cual aumenta el rendimiento del trabajo y, por tanto, la masa de los valores de uso
respectivamente, mientras que considerados como valores la levita y el lienzo no son, por el contrario, creados por éste, disminuye la magnitud de valor de esta masa total incrementada, siempre en el
más que simples cristalizaciones análogas de trabajo, los trabajos encerrados en estos valores no son supuesto de que acorte el tiempo de trabajo necesario para su producción. Y a la inversa.
lo que son por la relación productiva que guardan con la tela y el hilado, sino por ser inversiones de Todo trabajo es, de una parte, gasto de la fuerza humana de trabajo en el sentido fisiológico y,
fuerza humana de trabajo pura y simplemente. Los trabajos del sastre y el tejedor son elementos inte- como tal, como trabajo humano igual o trabajo humano abstracto, forma el valor de la mercancía. Pero
grantes de los valores de uso levita y lienzo gracias precisamente a sus diversas cualidades; en cambio, todo trabajo es, de otra parte, gasto de la fuerza humana de trabajo bajo una forma especial y
sólo son sustancia y base de los valores lienzo y levita en cuanto en ellos se hace abstracción de sus encaminada a un fin y, como tal, como trabajo concreto y útil, produce los valores de uso.17
cualidades específicas, para reducirlos a la misma cualidad: la del trabajo humano.
Pero la levita y el lienzo no son solamente valores en general, sino valores de una determinada
magnitud, pues ya hemos dicho que, según el supuesto de que partimos, la levita vale el doble que 10
varas de lienzo. ¿Cómo se explica esta diferencia de magnitud de valor? Tiene su explicación en el 3. La forma del valor o valor de cambio
hecho de que las 10 varas de lienzo sólo encierran la mitad de trabajo que una levita; lo cual quiere
decir que, para producir ésta, la fuerza de trabajo deberá funcionar doble tiempo del que se necesita
para producir aquéllas. Las mercancías vienen al mundo bajo la forma de valores de uso u objetos materiales: hierro, tela,
Por tanto, si con relación. al valor de uso el trabajo representado por la mercancía sólo interesa trigo, etc. Es su forma prosaica y natural. Sin embargo, si son mercancías es por encerrar una doble
cualitativamente, con relación a la magnitud del valor interesa sólo en su aspecto cuantitativo, una vez significación: la de objetos útiles y, a la par, la de materializaciones de valor. Por tanto, sólo se
reducido a la unidad de trabajo humano puro y simple. En el primer caso, lo que interesa es la clase y presentan como mercancías, sólo revisten el carácter de mercancías, cuando poseen esta doble forma:
calidad del trabajo; en el segundo caso, su cantidad, su duración. Y como la magnitud de valor de una su forma natural y la forma del valor.
mercancía sólo acusa la cantidad del trabajo encerrado en ella, en ciertas y determinadas proporciones La objetivación de valor de las mercancías se distingue de Wittib Hurtig, la amiga de Falstaff, en
las mercancías representaran siempre, necesariamente, valores iguales. que no se sabe por dónde cogerla. Cabalmente al revés de lo que ocurre con la materialidad de las mer-
Si la capacidad productiva de todos los trabajos útiles necesarios para la producción de una levita, cancías corpóreas, visibles y tangibles, en su valor objetivado no entra ni un átomo de materia natural.
supongamos, permanece invariable, la magnitud de valor de las levitas aumentará en la medida en que Ya podemos tomar una mercancía y darle todas las vueltas que queramos: como valor, nos
aumente su cantidad. Si por ejemplo una levita representa x días de trabajo, 2 levitas representarán 2 x encontraremos con que es siempre inaprehensible. Recordemos, sin embargo, que las mercancías sólo
días de trabajo, etc. Pero supóngase que el trabajo necesario para producir una levita se duplica o bien se materializan como valores en cuanto son expresión de la misma unidad social: trabajo humano, que,
que se reduce a la mitad. En el primer caso, una levita tendrá el mismo valor que antes dos, y en el por tanto, su materialidad como valores es puramente social, y comprenderemos sin ningún esfuerzo
segundo caso harán falta dos levitas para formar el valor que antes tenía una, a pesar de que tanto en que esa su materialidad como valores sólo puede revelarse en la relación social de unas mercancías con
uno como en otro caso esta prenda sigue prestando exactamente los mismos servicios y de que el otras. En efecto, en nuestra investigación comenzamos estudiando el valor de cambio o relación de
trabajo útil que encierra sigue siendo de la misma calidad. Lo que cambia es la cantidad de trabajo cambio de las mercancías, para descubrir, encerrado en esta relación, su valor. Ahora, no tenemos más
invertida en su producción. remedio que retrotraernos nuevamente a esta forma o manifestación de valor.
Todo el mundo sabe, aunque no sepa más que eso, que las mercancías poseen una forma común de realidad, lo que se hace aquí es invertir los términos de la igualdad para expresar el valor de la levita
valor que` contrasta de una manera muy ostensible con la abigarrada diversidad de formas naturales de un modo relativo; al hacerlo, el lienzo cede a la levita su puesto de equivalente. Por tanto, una
que presentan sus valores de uso: esta forma es el dinero. Ahora bien, es menester que consigamos misma mercancía no puede asumir al mismo tiempo ambas formas en la misma expresión de valor.
nosotros lo que la economía burguesa no ha intentado siquiera: poner en claro la génesis de la forma Estas formas se excluyen la una a la otra como los dos polos o los dos extremos de una línea.
dinero, para lo cual tendremos que investigar, remontándonos desde esta forma fascinadora hasta sus El que una mercancía revista la forma relativa del valor o la forma opuesta, la de equivalente,
manifestaciones más sencillas y más humildes, el desarrollo de la expresión del valor que se encierra depende exclusivamente de la posición que esa mercancía ocupe dentro de la expresión de valor en un
en la relación de valor de las mercancías. Con ello, veremos, al mismo tiempo, cómo el enigma del momento dado, es decir, de que sea la mercancía cuyo valor se expresa o aquella en que se expresa este
dinero se esfuma. valor.
La relación más simple de valor es, evidentemente, la relación de valor de una mercancía con otra
concreta y distinta, cualquiera que ella sea. La relación de valor entre dos mercancías constituye, por
tanto, la expresión más simple de valor de una mercancía. 2. La forma relativa del valor

A. FORMA SIMPLE, CONCRETA 0 FORTUITA DEL VALOR


a) Contenido de la forma relativa del valor
x mercancía A = y mercancía B, o bien: x mercancía A vale y mercancía B
(20 varas lienzo = 1 levita, o bien: 20 varas lienzo valen 1 levita)
Para averiguar dónde reside, en la relación de valor entre dos mercancías, la expresión simple del
valor de una de ellas no hay más remedio que empezar prescindiendo totalmente del aspecto cuan-
1. Los dos polos de la expresión del valor: forma relativa del valor y forma equivalencial titativo de esta relación. Cabalmente al revés de lo que suele hacerse, pues lo frecuente es no ver en la
relación de valor más que la proporción de equivalencia entre determinadas cantidades de dos distintas
mercancías. Sin advertir que para que las magnitudes de objetos distintos puedan ser
En esta forma simple del valor reside el secreto de todas las formas del valor. Por eso es en su cuantitativamente comparables entre sí, es necesario ante todo reducirlas a la misma unidad. Sólo
análisis donde reside la verdadera dificultad del problema. representándonoslas
Dos mercancías distintas, A y B, en nuestro ejemplo el lienzo y la levita, desempeñan aquí dos como expresiones de la misma unidad podremos ver en ellas magnitudes de signo igual y, por tanto
papeles manifiestamente distintos. El lienzo expresa su valor en la levita; la levita sirve de material conmensurables.18
para esta expresión de valor. La primera mercancía desempeña un papel activo, la segunda un papel Cuando decimos que 20 varas de lienzo = 1 levita, o igual 20, o igual x levitas, en cada una de estas
pasivo. El valor de la primera mercancía aparece bajo la forma del valor relativo, o lo que es lo mismo, relaciones se sobrentiende que e% lienzo y las levitas son, como magnitudes de valor, expresiones
reviste la forma relativa del valor. La segunda mercancía funciona como equivalente, o lo que es lo distintas de la misma unidad, objetos de igual naturaleza.
mismo, reviste forma equivalencial. Lienzo = levita: he ahí la fórmula que sirve de base a la relación. Pero en esta igualdad, las dos
Forma relativa del valor y forma equivalencial son dos aspectos de la misma relación, aspectos mercancías cualitativamente equiparadas no desempeñan el mismo papel. La igualdad sólo expresa el
inseparables y que se condicionan mutuamente, pero también y a la par dos extremos opuestos y anta- valor del lienzo. ¿Cómo? Refiriéndolo a la levita como a su #equivalente$ u objeto #permutable$ por él.
gónicos, los dos polos de la misma expresión del valor; estos dos términos se desdoblan En esta relación, la levita sólo interesa como exteriorización de valor, como valor materializado, pues
constantemente entre las diversas mercancías relacionadas entre sí por la expresión del valor. Así, por sólo en función de tal puede decirse que exista identidad entre ella y el lienzo. Por otra parte, de lo que
ejemplo, el valor del lienzo no puede expresarse en lienzo. La relación de 20 varas de lienzo = 20 varas se trata es de hacer resaltar, de hacer que cobre expresión sustantiva la existencia de valor propia del
de lienzo no representaría expresión ninguna de valor. Esta igualdad sólo nos diría que 20 varas de lienzo, ya que sólo en cuanto valor puede encontrársele a éste una relación de equivalencia o cambio
lienzo no son mas que 20 varas de lienzo, es decir, una determinada cantidad del objeto útil lienzo. Por con la levita. Un ejemplo. El ácido butírico es un cuerpo distinto del formiato de propilo. Y sin
tanto, el valor del lienzo sólo puede expresarse en términos relativos, es decir recurriendo a otra embargo, ambos están integrados por las mismas sustancias químicas: carbono (C), hidrógeno (H) y
mercancía; o, lo que es lo mismo, la forma relativa del valor del lienzo supone como premisa el que oxígeno (0) y en idéntica proporción, o sea C4 H8 02. Pues bien, si dijésemos que el formiato de
otra mercancía cualquiera desempeñe respecto al lienzo la función de forma equivalencial. Y a su vez, propilo es igual al ácido butírico, diríamos dos cosas: primero, que el formiato de propilo no es más
esta otra mercancía que funciona como equivalente no puede desempeñar al mismo tiempo el papel de que una modalidad de la fórmula C4 H8 02; segundo, que el ácido butírico está formado por los
forma relativa de valor. No es su propio valor lo que ella expresa. Se limita a suministrar el material mismos elementos y en igual proporción. Es decir que, equiparando el formiato de propilo al ácido
para la expresión de valor de otra mercancía. butírico, expresaríamos la sustancia química común a estos dos cuerpos de forma diferente.
Cierto es que la relación 20 varas de lienzo = 1 levita o 20 varas de lienzo valen 1 levita lleva Al decir que las mercancías, consideradas como valores, no son más que cristalizaciones de trabajo
implícita la forma inversa: 1 levita = 20 varas de lienzo o 1 levita vale 20 varas de lienzo. Pero, en humano, nuestro análisis las reduce a la abstracción del valor, pero sin darles una forma de valor
distinta a las formas naturales que revisten. La cosa cambia cuando se trata de la expresión de valor de forma natural. En su identidad con la levita se revela su verdadera naturaleza como valor, del mismo
una mercancía. Aquí, es su propia relación con otra mercancía lo que acusa su carácter de valor. modo que el carácter carneril del cristiano se revela en su identidad con el cordero de Dios.
Así por ejemplo, al equiparar la levita, como valor materializado, al lienzo, lo que hacemos es Por tanto, todo lo que ya nos había dicho antes el análisis de valor de la mercancía nos lo repite
equiparar el trabajo que aquélla encierra al trabajo contenido en éste. Ya sabemos que el trabajo del ahora el propio lienzo, al trabar contacto con otra mercancía, con la mercancía levita. Lo que ocurre es
sastre que hace la levita es un trabajo concreto, distinto del trabajo del tejedor que produce el lienzo. que el lienzo expresa sus ideas en su lenguaje peculiar, en el lenguaje propio de una mercancía. Para
Pero al equipararlo a éste, reducimos el trabajo del sastre a lo que hay de igual en ambos trabajos, a su decir que el trabajo, considerado en abstracto, como trabajo humano, crea su propio valor, nos dice que
nota común, que es la de ser trabajo humano. Y de este modo, por medio de un rodeo, venimos a decir la levita, en lo que tiene de común con él o, lo que tanto da, en lo que tiene de valor, está formada por
al propio tiempo, que el trabajo del tejedor, al tejer valor, no encierra nada que 1o diferencie del trabajo el mismo trabajo que el lienzo. Para decir que su sublime materialización de valor no se confunde con
del sastre, siendo por tanto trabajo humano, abstracto. Es la expresión de equivalencia de diversas su tieso cuerpo de lienzo, nos dice que el valor presenta la forma de una levita y que por tanto él, el
mercancías la que pone de manifiesto el carácter específico del trabajo como fuente de valor, al reducir lienzo, considerado como objeto de valor, se parece a la levita como un huevo a otro huevo. Diremos
a su nota común, la de trabajo humano puro y simple, los diversos trabajos contenidos en las diversas incidentalmente que el lenguaje de las mercancías posee también, aparte de estos giros talmúdicos,
mercancías.19 otras muchas maneras más o menos correctas de expresarse. Así por ejemplo, la expresión alemana
No basta, sin embargo, expresar el carácter específico del trabajo de que está formado el valor del Wertsein expresa con menos fuerza que el verbo latino valere, valer, valoir, como la equiparación de la
lienzo. La fuerza humana de trabajo en su estado fluido, o sea el trabajo humano, crea valor, pero no es mercancía B a la mercancía A es la expresión propia de valor de ésta. Paris vaut bien une messe! (9)
de por sí valor. Se convierte en valor al plasmarse, al cobrar forma corpórea. Para expresar el valor del Por tanto, la relación o razón de valor hace que la forma natural de la mercancía B se convierta en
lienzo como cristalización de trabajo humano, tenemos necesariamente que expresarlo como un #algo la forma de valor de la mercancía A o que la materialidad corpórea de la primera sirva de espejo de
objetivo$ distinto corporalmente del propio lienzo y a la par común a éste y a otra mercancía. Este valor de la segunda.20 |Al referirse a la mercancía B como materialización corpórea de valor, como
problema lo hemos resuelto ya. encarnación material de trabajo humano, la mercancía A convierte el valor de uso B en material de su
Lo que en la expresión de valor de lienzo permite a la levita asumir el papel de su igual cualitativo, propia expresión de valor. El valor de la mercancía A expresado así, es decir, expresado en el valor de
de objeto de idéntica naturaleza, es el ser un valor. La levita tiene, pues, para estos efectos, la uso de la mercancía B, reviste la forma del valor relativo.
consideración de objeto en que toma cuerpo el valor, de objeto que representa el valor en su forma
natural y tangible. Pero adviértase que la levita, la materialidad de la mercancía levita, es un simple
valor de uso. Realmente, una levita es un objeto tan poco apto para expresar valor como cualquier b) Determinabilidad cuantitativa de la forma relativa del valor
pieza de lienzo. Lo cual prueba que, situada en la relación o razón de valor con el lienzo, la levita
adquiere una importancia que tiene fuera de ella, del mismo modo que ciertas personas ganan en Cuando tratamos de expresar el valor de una mercancía, nos referimos siempre a determinada
categoría al embutirse en una levita galoneada. cantidad de un objeto de uso: 15 fanegas de trigo, 100 libras de café, etc. Esta cantidad dada de una
En la producción de la levita se ha invertido real y efectivamente, bajo la forma de trabajo de mercancía encierra una determinada cantidad de trabajo humano. Por tanto la forma del valor no puede
sastrería, fuerza humana de trabajo. En ella se acumula, por tanto, trabajo humano. Así considerada, la limitarse a expresar valor pura y simplemente sino que ha de expresar un valor cuantitativo
levita es #representación de valor$, aunque esta propiedad suya no se trasluzca ni aun al través de la determinado, una cantidad de valor. En la relación o proporción de valor de la mercancía A con la
más delgada de las levitas. En la relación o razón de valor del lienzo, la levita sólo nos interesa en este mercancía B, del lienzo con la levita, no sólo equiparamos cualitativamente la mercancía levita al
aspecto, es decir como valor materializado o encarnación corpórea de valor. Por mucho que se abroche lienzo en cuanto representación de valor en general, sino que establecemos la proporción con una
los botones, el lienzo descubre en ella el alma palpitante de valor hermana de la suya. Sin embargo, determinada cantidad de lienzo, por ejemplo entre 20 varas de lienzo y una determinada cantidad de la
para que la levita desempeñe respecto al lienzo el papel de valor, es imprescindible que el valor revista representación corpórea del valor o equivalente, v. gr. una levita.
ante el lienzo la forma de levita. Es lo mismo que acontece en otro orden de relaciones, donde el La relación #20 varas de lienzo = 1 levita o 20 varas de lienzo valen 1 levita$ arranca del supuesto
individuo B no puede asumir ante el individuo A los atributos de la majestad sin que al mismo tiempo de que en 1 levita se contiene la misma sustancia de valor que en 20 varas de lienzo; es decir, del
la majestad revista a los ojos de éste la figura corpórea de B, los rasgos fisonómicos, el color del pelo y supuesto de que ambas cantidades de mercancías cuestan la misma suma de trabajo o el mismo tiempo
muchas otras señas personales del soberano reinante en un momento dado. de trabajo. Pero como el tiempo de trabajo necesario para producir 20 varas de lienzo o 1 levita cambia
Por tanto, en la relación o razón de valor en que la levita actúa como equivalente del lienzo, la al cambiar la capacidad productiva de la industria textil o de sastrería, conviene que investiguemos más
forma levita es considerada como forma del valor. El valor de la mercancía lienzo se expresa, por de cerca cómo influyen estos cambios en la expresión relativa de la magnitud de valor.
consiguiente, en la materialidad corpórea de la mercancía levita; o lo que es lo mismo, el valor de una
mercancía se expresa en él valor de uso de otra. Considerado como valor de uso, el lienzo es un objeto I. Supongamos que varía el valor del lienzo21 sin que el valor de la levita sufra alteración. Al
materialmente distinto de la levita, pero considerado como valor es algo "igual a la levita" y que duplicarse el tiempo de trabajo necesario para producir el lienzo, por efecto, supongamos, del ago-
presenta, por tanto, la misma fisonomía de ésta. Esto hace que revista una forma de valor distinta de su tamiento progresivo del suelo en que se cultiva el lino, se duplica también su valor. En vez de 20 varas
de lienzo = levita, tendremos, por tanto: 20 varas de lienzo = 2 levitas, ya que ahora 1 levita sólo
encierra la mitad de tiempo de trabajo de 20 varas de lienzo. Y a la inversa, sí el tiempo de trabajo
necesario para producir el lienzo queda reducido a la mitad, v. gr. por los progresos conseguidos en la
fabricación de telares, el valor del lienzo quedará también reducido a la mitad. Por tanto, ahora: 20
varas de lienzo = 1/2 levita. El valor relativo de la mercancía A, o sea, su valor expresado en la 3. La forma equivalencial
mercancía B, aumenta y disminuye, por tanto, en razón directa al aumento o disminución
experimentados por la mercancía A, siempre y cuando que el valor de la segunda permanezca
constante. Hemos visto que cuando la mercancía A (el lienzo) expresa su valor en el valor de uso de otra
mercancía, o sea, en la mercancía B (en la levita), imprime a ésta una forma peculiar de valor, la forma
II. Supóngase que el valor del lienzo no varia y que varía, en cambio, el valor de la levita. Sí, en de equivalente. La mercancía lienzo revela su propia esencia de valor por su ecuación con la levita, sin
estas circunstancias, el tiempo de trabajo necesario para producir la levita se duplica, v. gr., por el necesidad de que ésta revista una forma de valor distinta de su forma corporal. Es, por tanto, donde el
menor rendimiento del esquileo, tendremos, en vez de 20 varas de lienzo = 1 levita, 20 varas de lienzo lienzo expresa real y verdaderamente su esencia propia de valor en el hecho de poder cambiarse
= 1/2 levita. Por el contrario, si el valor de la levita queda reducido a la mitad, la relación será: 20 directamente por la levita. La forma equivalencial de una mercancía es, por consiguiente, la posibilidad
varas de lienzo = 2 levitas. Por tanto, permaneciendo inalterable el valor de la mercancía A, su valor de cambiarse directamente por otra mercancía.
relativo, expresado en la mercancía B, aumenta o disminuye en razón inversa a los cambios de valor El que una clase de mercancías, v gr. levitas, sirva de equivalente a otra clase de mercancías, v. gr.
experimentados por ésta. lienzo; el que, por tanto, las levitas encierren la propiedad característica de poder cambiarse direc-
tamente por lienzo no indica ni mucho menos la proporción en que pueden cambiarse uno y otras. Esta
Comparando los distintos casos expuestos en los dos apartados anteriores, vemos que el mismo proporción depende, dada la magnitud del valor del lienzo, de la magnitud de valor de las levitas. Ya se
cambio de magnitud del valor relativo puede provenir de causas opuestas. Así, por ejemplo, la exprese la levita como equivalente y el lienzo como valor relativo, o a la inversa, el lienzo como
igualdad 20 varas de lienzo = 1 levita da origen: l° a la ecuación 20 varas de lienzo = 2 levitas, bien equivalente y como valor relativo la levita, su magnitud de valor responde siempre al tiempo de trabajo
porque el valor del lienzo se duplique, bien porque el valor de las levitas quede reducido a la mitad, y necesario para su producción, siendo independiente, por tanto, de la forma que su valor revista. Pero
2° a la igualdad 20 varas de lienzo =1/2 levita, ya porque el valor del lienzo se reduzca a la mitad, o tan pronto como la clase de mercancía levita ocupa en la expresión del valor el lugar de equivalente, su
porque el valor de la levita aumente al doble. magnitud de valor no cobra expresión como tal magnitud de valor, sino que figura en la igualdad como
una determinada cantidad de un objeto.
III. Mas puede también ocurrir que las cantidades de trabajo necesarias para producir el lienzo y la Por ejemplo, 40 varas de lienzo #valen$... ¿qué? 2 levitas. Como aquí la clase de mercancías
levita varíen simultáneamente en el mismo sentido y en la misma proporción. En este caso, la igualdad, representada por las levitas desempeña el papel de equivalente, es decir como el valor de uso levita
cualesquiera que sean los cambios experimentados por sus correspondientes valores, seguirá siendo la asume respecto al lienzo la función de materializar el valor, basta una determinada cantidad de levitas
misma: 20 varas de lienzo = 1 levita. Para descubrir los cambios respectivos de valor de estas para expresar una determinada cantidad de valor del lienzo. Dos levitas pueden expresar, por tanto, la
mercancías, no hay más que compararlas con una tercera cuyo valor se mantiene constante. Si los magnitud de valor de 40 varas de lienzo, pero no pueden expresar jamás su propia magnitud de valor,
valores de todas las mercancías aumentasen o disminuyesen al mismo tiempo y en la misma la magnitud de valor de dos levitas. La observación superficial de este hecho, del hecho de que en la
proporción, sus valores relativos permanecerían invariables. Su cambio efectivo de valor se revelaría ecuación de valor el equivalente reviste siempre la forma de una cantidad simple de un objeto, de un
en el hecho de que en el mismo tiempo de trabajo se produciría, en términos generales, una cantidad valor de uso, indujo a Bailey, como a muchos de sus predecesores y sucesores, a no ver en la expresión
mayor o menor de mercancías que antes. de valor más que una relación puramente cuantitativa. Y no es así, sino que, lejos de ello, la forma
equivalencial de una mercancía no encierra ninguna determinación cuantitativa de valor.
IV. Los tiempos de trabajo necesarios respectivamente para producir el lienzo y la levita, y por La primera característica con que tropezamos al estudiar la forma equivalencial es ésta: en ella, el
tanto sus valores, pueden cambiar al mismo tiempo y en el mismo sentido, pero en grado desigual, en valor de uso se convierte en forma o expresión de su antítesis, o sea, del valor.
sentido opuesto, etc. Para ver cómo todas estas posibles combinaciones influyen en el valor relativo de La forma natural de la mercancía se convierte, pues, en forma de valor. Pero adviértase que este
una mercancía, no hay más que aplicar los casos I, II y III. quid pro quo (10) sólo se da respecto a una mercancía, a la mercancía B (levita, trigo, hierro. etc.),
Como se ve, los cambios efectivos que pueden darse en la magnitud del valor, no se acusan de un dentro de la relación de valor que guarda con ella otra mercancía cualquiera, la mercancía A (lienzo,
modo inequívoco ni completo en su expresión relativa o en la magnitud del valor relativo. El valor etc.), única y exclusivamente en esta relación. Puesto que ninguna mercancía puede referirse a sí
relativo de una mercancía puede cambiar aun permaneciendo constante el valor de esta mercancía. Y misma como equivalente ni por tanto tomar su. pelleja natural propia por expresión de su propio
viceversa, puede ocurrir que su valor relativo permanezca constante aunque cambie su valor. valor, no tiene más remedio que referirse como equivalente a otra mercancía, tomar la pelleja natural
Finalmente, no es necesario que los cambios simultáneos experimentados por la magnitud de valor de de otra mercancía como su forma propia de valor.
las mercancías coincidan con los que afectan a la expresión relativa de esta magnitud de valor.22 El ejemplo de una medida inherente a las mercancías materiales corno tales mercancías materiales,
es decir como valores de uso, nos aclarará esto. Un pilón de azúcar, por el mero hecho de ser un
cuerpo, es pesado, tiene un peso, y sin embargo, ni la vista ni el tacto acusan en ningún pilón de azúcar crear un cuerpo que nos dice con sólo verlo que es valor, y por consiguiente cristalización de trabajo
esta propiedad. Tomemos varios trozos de hierro, pesados previamente. La forma física del hierro no materializado en el valor del lienzo. Para poder crear semejante espejo de valor, es necesario que el
es de por sí, ni mucho menos, signo o manifestación de la gravedad, como no lo es la del pilón de trabajo del sastre no refleje absolutamente nada más que su cualidad abstracta de trabajo humano.
azúcar. Y sin embargo, cuando queremos expresar el pilón de azúcar como peso lo relacionamos con el Bajo la forma del trabajo del sastre, como bajo la forma del trabajo del tejedor, se despliega fuerza
peso del hierro. En esta relación, el hierro representa el papel de un cuerpo que no asume más función humana de trabajo. Ambas actividades revisten, por tanto, la propiedad general de ser trabajo humano,
que la de la gravedad. Cantidades distintas de hierro sirven, por tanto, de medida de peso del azúcar, y y por consiguiente, en determinados casos, como por ejemplo en la producción de valor, sólo se las
no tienen, respecto a la materialidad física del azúcar, más función que la del peso, la de servir de puede enfocar desde este punto de vista. Todo esto no tiene nada de misterioso. Pero al llegar a la
forma y manifestación de la gravedad. Pero el hierro sólo desempeña este papel dentro de la relación expresión de valor de la mercancía, la cosa se invierte. Para expresar, por ejemplo, que el tejer no crea
que guarda con él el azúcar o el cuerpo, cualquiera que él sea, que se trata de pesar. Si ambos objetos el valor del lienzo en su forma concreta de actividad textil, sino en su modalidad general de trabajo
no fuesen pesados, no podría establecerse entre ellos esta relación, ni por tanto tomarse el uno como humano, se le compara con el trabajo del sastre, con el trabajo concreto que produce el equivalente del
medida para expresar el peso del otro. En efecto, si depositarnos ambos objetos en el platillo de la lienzo, como forma tangible de realización del trabajo humano abstracto.
balanza, vemos que, desde el punto de vista de la gravedad, ambos son lo mismo, ambos comparten en Es decir, que la segunda característica de la forma equivalencial es que el trabajo concreto se
determinada proporción la misma propiedad del peso. Pues bien, del mismo modo que la materialidad convierte aquí en forma o manifestación de su antítesis, o sea, del trabajo humano abstracto.
física del hierro, considerado como medida de peso, no representa respecto al pilón de azúcar más que Pero, considerado como simple expresión del trabajo humano en general, este trabajo concreto, el
gravedad, en nuestra expresión de valor la materialidad física de la levita no representa respecto al trabajo del sastre, reviste formas de igualdad con otro trabajo, con el trabajo encerrado en el lienzo, y
lienzo más que valor. es por tanto, aunque trabajo privado, como cuantos producen mercancías, trabajo en forma
Pero la analogía no pasa de ahí. En la expresión del peso del pilón de azúcar, el hierro representa directamente social. He aquí por qué se traduce en un producto susceptible de ser directamente
una propiedad natural común a ambos cuerpos: su gravedad; en cambio, en la expresión del valor del cambiado por otra mercancía. Por tanto, la tercera característica de la forma equivalencial es que en
lienzo, la levita asume una propiedad sobrenatural de ambos objetos, algo puramente social: su valor. ella el trabajo privado reviste la forma de su antítesis, o sea, del trabajo en forma directamente social.
Al expresar su esencia de valor como algo perfectamente distinto de su materialidad corpórea y de Estas dos últimas características de la forma equivalencial se nos presentarán todavía con mayor
sus propiedades físicas, v. gr. como algo análogo a la levita, la forma relativa de valor de una claridad si nos remontamos al gran pensador que primero analizó la forma del valor, como tantas otras
mercancía, del lienzo por ejemplo, da ya a entender que esta expresión encierra una relación de orden formas del pensamiento, de la sociedad y de la naturaleza. Nos referimos a Aristóteles.
social. Al revés de lo que ocurre con la forma equivalencial la cual consiste precisamente en que la Ante todo, Aristóteles dice claramente que la forma"dinero de la mercancía no hace más que
materialidad física de una mercancía, tal como la levita, este objeto concreto con sus propiedades desarrollar la forma simple del valor, o lo que es lo mismo, la expresión del valor de una mercancía en
materiales, exprese valor, es decir, posea por obra de la naturaleza forma de valor. Claro está que eso otra cualquiera. He aquí sus palabras:
sólo ocurre cuando este cuerpo se halla situado dentro de la relación de valor en que la mercancía
lienzo se refiere a la mercancía levita como equivalente suyo.23 Pero como las propiedades de un objeto %5 lechos = 1 casa$
no brotan de su relación con otros objetos, puesto que esta relación no hace más que confirmarlas, {%Khívai révre avri oixías$)
parece como si la levita debiera su forma de equivalente, es decir, la propiedad que la hace susceptible
de ser directamente cambiada, a la naturaleza, ni más ni menos que su propiedad de ser pesada o de # no se distingue$ de
guardar calor. De aquí el carácter misterioso de la forma equivalencial carácter que la mirada burgue-
samente embotada del economista sólo advierte cuando esta forma se le presenta ya definitivamente %5 lechos = tanto o cuánto dinero$
materializada en el dinero. Al encontrarse con el dinero, el economista se esfuerza por borrar el (%Khívai révre avri ... ooov ai révre xhívai$)
carácter místico del oro y la plata, colocando en su puesto mercancías menos fascinadoras y
recorriendo con creciente regocijo el catálogo de toda la chusma de mercaderías a las que en otros Aristóteles advierte, además, que la relación de valor en que esta expresión de valor se contiene es,
tiempos estuvo reservado el papel de equivalentes de valor. Sin sospechar siquiera que este misterio de a su vez, una relación condicionada, pues la casa se equipara cualitativamente a los lechos, y si no
la forma equivalencial se encierra ya en la expresión más simple del valor, v. gr. en la de 20 varas de mediase alguna igualdad sustancial, estos objetos corporalmente distintos no podrían relacionarse
lienzo = 1 levita. entre sí como magnitudes conmensurables. #El cambio !dice Aristóteles! no podría existir sin la
La materialidad corpórea de la mercancía que sirve de equivalente rige siempre como encarnación igualdad, ni ésta sin la conmensurabilidad$. Mas al llegar aquí, se detiene y renuncia a seguir
del trabajo humano abstracto y es siempre producto de un determinado trabajo concreto, útil; es decir, analizando la forma del valor. #Pero en rigor !añade! es imposible que objetos tan distintos sean
que este trabajo concreto se convierte en expresión de trabajo humano abstracto. La levita, por ejemplo, conmensurables$, es decir, cualitativamente iguales. Esta equiparación tiene que ser necesariamente
se considera como simple materialización, y el trabajo del sastre, que cobra cuerpo de realidad en esta algo ajeno a la verdadera naturaleza de las cosas, y por tanto un simple #recurso para salir del paso ante
prenda, como simple forma de realización del trabajo humano abstracto. En la expresión del valor del las necesidades de la práctica$.
lienzo, la utilidad del trabajo del sastre no consiste en hacer trajes y por tanto hombres (11) , sino en
El propio Aristóteles nos dice, pues, en qué tropieza al llevar adelante su análisis: tropieza en la deshacerse de ella, insisten en el aspecto cuantitativo de la forma relativa del valor. Es decir, que para
carencia de un concepto del valor. ¿Dónde está lo igual, la sustancia común que representa la casa res- ellos la mercancía no tiene valor ni magnitud del valor fuera de la expresión que reviste en la relación
pecto a los lechos, en la expresión de valor de éstos? Semejante sustancia %no puede existir, en rigor$, de cambio, o lo que es lo mismo, en los boletines diarios de cotización de los precios. El escocés
dice Aristóteles. ¿Por qué? MacLeod, esforzándose por cumplir su cometido, que es sacar el mayor brillo posible de erudición a
La casa representa respecto a los lechos un algo igual en la medida en que representa aquello que hay las ideas archiconfusas de Lombardstreet, nos brinda la síntesis más perfecta de los mercantilistas
realmente de igual en ambos objetos, a saber: trabajo humano. supersticiosos y los viajantes ilustrados del librecambio.
Aristóteles no podía descifrar por si mismo, analizando la forma del valor, el hecho de que en la Analizando de cerca la expresión de valor de la mercancía A, tal como se contiene en su relación de
forma de los valores de las mercancías todos los trabajos se expresan como trabajo humano igual, y valor con la mercancía B, veíamos que, dentro de esta relación, la forma natural de la mercancía A sólo
por tanto como equivalentes, porque la sociedad griega estaba basada en el trabajo de los esclavos y interesaba en cuanto cristalización de valor de uso; la forma natural de la mercancía B, en cambio, sólo
tenía, por tanto, como base natural la desigualdad entre los hombres y sus fuerzas de trabajo. El en cuanto forma o cristalización de valor. Por tanto, la antítesis interna de valor de uso y valor que se
secreto de la expresión de valor, la igualdad y equiparación de valor de todos los trabajos, en cuanto alberga en la mercancía toma cuerpo en una antítesis externa, es decir en la relación entre dos
son y por el hecho de ser todos ellos trabajo humano en general, sólo podía ser descubierto a partir del mercancías, de las cuales la una, aquella cuyo valor trata de expresarse, sólo interesa directamente
momento en que la idea de la igualdad humana poseyese ya la firmeza de un prejuicio popular. Y para como valor de uso, mientras que la otra, aquella en que se expresa el valor, interesa sólo directamente
esto era necesario llegar a una sociedad como la actual, en que la forma"mercancía es la forma general como valor de cambio. La forma simple del valor de una mercancía es, por tanto, la forma simple en
que revisten los productos del trabajo, en que, por tanto, la relación social preponderante es la relación que se manifiesta la antítesis de valor de uso y de valor encerrada en ella.
de unos hombres con otros como poseedores de mercancías. Lo que acredita precisamente el genio de El producto del trabajo es objeto de uso en todos los tipos de sociedad; sólo en una época
Aristóteles es el haber descubierto en la expresión de valor de las mercancías una relación de históricamente dada de progreso, aquella que ve en el trabajo invertido para producir un objeto de uso
igualdad. Fue la limitación histórica de la sociedad de su tiempo, la que le impidió desentrañar en qué una propiedad #materializada$ de este objeto, o sea su valor, se convierte el producto del trabajo en
consistía. #en rigor$, esta relación de igualdad. mercancía. De aquí se desprende que la forma simple del valor de la mercancía es al propio tiempo la
forma simple de mercancía del producto del trabajo; que, por tanto, el desarrollo de la forma de la
mercancía coincide con el desarrollo de la forma del valor.
4. La forma simple del valor, vista en conjunto A primera vista, se descubre ya cuán insuficiente es la forma simple del valor, esta forma germinal,
que tiene que pasar por una serie de metamorfosis antes de llegar a convertirse en la forma precio.
Su expresión en una mercancía cualquiera, en la mercancía B, no hace más que diferenciar el valor
La forma simple del valor de una mercancía va implícita en su relación de valor con una mercancía de la mercancía A de su propio valor de uso; no hace, por tanto, más que ponerla en una relación de
distinta o en la relación de cambio con ésta. El valor de la mercancía A se expresa cualitativamente en cambio con una clase cualquiera de mercancías distinta de aquélla, en vez de acusar su igualdad
la posibilidad de cambiar directamente la mercancía B por la mercancía A. Cuantitativamente, se cualitativa y su proporcionalidad cuantitativa con todas las demás mercancías. A la forma simple y
expresa mediante la posibilidad de cambiar una cantidad determinada de la mercancía B por una relativa del valor de una mercancía corresponde la forma concreta equivalencial de otra. Así por
determinada cantidad de la mercancía A. 0, dicho en otros términos: el valor de una mercancía se ejemplo, en la expresión relativa del valor del lienzo, la levita sólo cobra forma de equivalente o forma
expresa independientemente al representársela como #valor de cambio$. Al comienzo de este capítulo de cambiabilidad directa con relación a esta clase especial de mercancía: el lienzo.
decíamos, siguiendo el lenguaje tradicional: la mercancía es valor de uso y valor de cambio. En rigor, Sin embargo, la forma simple de valor se remonta por sí misma a formas más complicadas. Por
esta afirmación es falsa. La mercancía es valor de uso, objeto útil, y #valor$. A partir del momento en medio de esta forma, el valor de una mercancía, de la mercancía A, sólo puede expresarse, induda-
que su valor reviste una forma propia de manifestarse, distinta de su forma natural, la mercancía revela blemente, en una mercancía de otro género. Cuál sea el género de esta otra mercancía, si levitas, hierro,
este doble aspecto suyo, pero no reviste jamás aquella forma si la contemplamos aisladamente: para trigo, etc., no hace al caso.
ello, hemos de situarla en una relación de valor o cambio con otra mercancía. Sabiendo esto, aquel Por consiguiente, según que aquella mercancía se encuadre en una relación de valor con esta o la
modo de expresarse no nos moverá a error y, aunque sea falso, puede usarse en gracia a la brevedad. otra clase de mercancías, tendremos distintas expresiones simples de valor de la misma mercancía.25 El
Nuestro análisis ha demostrado que la forma del valor o la expresión del valor de la mercancía número de posibles expresiones de valor de una mercancía no tropieza con más limitación que la del
brota de la propia naturaleza del valor de ésta, y no al revés, el valor y la magnitud del valor de su número de clases de mercancías distintas de ella que existan. Su expresión simple de valor se convierte,
modalidad de expresión como valor de cambio. Así se les antoja, en efecto, no sólo a los mercantilistas por tanto, en una serie constantemente ampliable de diversas expresiones simples de valor.
y a sus modernos admiradores, tales como Ferrier, Ganilh, etc.,24 sino también a sus antípodas, esos
modernos viajantes de comercio del librecambio que son Bastiat y consortes. Los mercantilistas hacen B. FORMA TOTAL 0 DESARROLLADA DEL VALOR
especial hincapié en el aspecto cualitativo de la expresión del valor y, por tanto, en la forma
equivalencial de la mercancía, que tiene en el dinero su definitiva configuración; por el contrario, los z mercancía A = u mercancía B, o = v mercancía C,
modernos buhoneros del librecambio, dispuestos a dar su mercancía a cualquier precio con tal de o = w mercancía D, o = x mercancía E, etc.
otras puede alargarse constantemente, empalmándose a ella nuevas y nuevas clases de mercancías, que
(20 varas de lienzo = 1 levita, o = 10 libras de té, o = 40 libras de café, o = 1 quarter de trigo, o = 2 suministran los materiales para nuevas y nuevas expresiones de valor. En segundo lugar, ante nosotros
onzas de oro, o = 1/2 tonelada de hierro, etc.) se despliega un mosaico abigarrado de expresiones de valor dispares y distintas. Y, finalmente, si el
valor relativo de toda mercancía sé expresa, como necesariamente tiene que expresarse, en esta forma
desarrollada, la forma relativa del valor de cada mercancía se representa por una serie infinita de
1. La forma relativa de valor desarrollada expresiones de valor distintas de la forma relativa de valor de cualquier otra mercancía. Los defectos
de la forma relativa del valor desarrollada se reflejan, a su vez, en la correspondiente forma
equivalencial. Como aquí la forma natural de cada clase concreta de mercancías es una forma
El valor de una mercancía, del lienzo por ejemplo, se expresa ahora en otros elementos equivalencial determinada al lado de otras innumerables, sólo existen formas equivalenciales
innumerables del mundo de las mercancías.26 Aquí es donde se ve verdaderamente cómo este valor no restringidas, cada una de las cuales excluye a las demás. Y lo mismo ocurre con la clase de trabajo útil,
es, más que la cristalización de trabajo humano indistinto. En efecto, el trabajo creador de valor se concreto, determinado, que se contiene en cada equivalente especial de mercancías: sólo es una forma
representa ahora explícitamente como un trabajo equiparable a todo otro trabajo humano cualquiera especial, y por tanto incompleta, del trabajo humano. Claro está que éste tiene su forma total o
que sea la forma natural que revista, ya se materialice, por tanto, en levitas o en trigo, en hierro o en completa de manifestarse en el conjunto de todas aquellas formas específicas, pero no posee una forma
oro, etc. Como se ve, su forma de valor pone ahora al lienzo en relación, no ya con una determinada única y completa en que se nos revele.
clase de mercancías, sino con el mundo de las mercancías en general. Considerado como mercancía, el Sin embargo, la forma relativa del valor desarrollada sólo consiste en una suma de expresiones o
lienzo adquiere carta de ciudadanía dentro de este mundo. Al mismo tiempo, la serie infinita de sus igualdades relativas y simples de valor de la primera forma, tales como:
expresiones indica que al valor de las mercancías le es indiferente la forma específica de valor de uso
que pueda revestir. 20 varas de lienzo = 1 levita,
En la primera forma, o sea: 20 varas de lienzo = 1 levita, el que estas dos mercancías sean 20 varas de lienzo = 10 libras de té, etc.
susceptibles de cambiarse en una determinada proporción cuantitativa puede ser un hecho puramente
casual. En la segunda forma se vislumbra ya, por el contrario, enseguida, la existencia de un Pero a su vez, cada una de estas ecuaciones encierra, volviéndola del revés, otra ecuación idéntica,
fundamento sustancialmente distinto de la manifestación casual y que la preside y determina. El valor a saber:
del lienzo es siempre el mismo, ya se exprese en levitas, en café, en hierro, etc., es decir en 1 levita =20 varas de lienzo,
innumerables mercancías distintas, pertenecientes a los más diversos poseedores. El carácter casual de 10 libras de té = 20 varas de lienzo, etc.
la relación entre dos poseedores individuales de mercancías ha desaparecido. Ahora, es evidente que la
magnitud de valor de la mercancía no se regula por el cambio, sino que, al revés, éste se halla regulado En efecto, si una persona cambia su lienzo por muchas otras mercancías, expresando por tanto el
por la magnitud de valor de la mercancía. valor de aquélla en toda una serie de mercancías distintas, es lógico que todos los demás poseedores de
mercancías cambien éstas por lienzo y que, por tanto, expresen en la misma tercera mercancía, en
lienzo, el valor de todas las suyas, por diversas que ellas sean. Por consiguiente, si invertimos la serie:
2. La forma equivalencial concreta 20 varas de lienzo = 1 levita, o = 10 libras de té, etc., es decir, si expresamos la relación invertida que
se contiene ya lógicamente en esa serie, llegamos al siguiente resultado:
Toda mercancía, levita, té, trigo, hierro, etc., desempeña, en la expresión de valor de lienzo, el
C. FORMA GENERAL DEL VALOR
papel de equivalente, y por tanto de materialización del valor. Ahora, la forma natural concreta de
cada una de estas mercancías es una forma equivalencial dada, al lado de muchas otras. Y lo mismo
1 levita =
ocurre con las diversas clases de trabajo útil, concreto, determinado, que se contienen en las diversas
10 libras té =
mercancías materiales: sólo interesan como otras tantas formas específicas de realización o
40 libras café =
manifestación del trabajo humano en general.
1 quarter trigo = 20 varas lienzo.
2 onzas oro =
3. Defectos de la forma total o desarrollada del valor 1/2 tonelada hierro =
x mercancía A =
etc. mercancía =
En primer lugar, la expresión relativa del valor de la mercancía es siempre incompleta, pues la serie
en que toma cuerpo no se acaba nunca. La cadena en que cada ecuación de valor se articula con las
1. Nuevo carácter de la forma del valor Bajo la forma de algo igual al lienzo, todas las mercancías se nos revelan ahora, no sólo como
factores cualitativamente iguales, como valores en general, sino también como magnitudes de valor
cuantitativamente comparables entre sí. Al reflejar sus magnitudes de valor en el mismo material, en el
En primer lugar, las mercancías acusan ahora sus valores de un modo simple, ya que lo expresan en lienzo, estas magnitudes de valor se reflejan también recíprocamente las unas a las otras. Así, por
una sola mercancía, y en segundo lugar, lo acusan de un modo único, pues lo acusan todas en la misma ejemplo, si 10 libras de té = 20 varas de lienzo y 40 libras de café = 20 varas de lienzo, 10 libras de té =
mercancía. Su forma de valor es simple y común a todas; es, por tanto, general. 40 libras de café. Con lo cual decimos que 1 libra de café sólo encierra 1/4 de sustancia de valor, de
Las formas I y II sólo conseguían expresar el valor de una mercancía como algo distinto de su trabajo, que 1 libra de té.
propio valor de uso o de su materialidad corpórea de mercancía. La forma relativa general de valor del mundo de las mercancías imprime a la mercancía destacada
La primera forma traducíase en ecuaciones de valor tales como: 1 levita = 20 varas de lienzo, 10 por ellas como equivalente, al lienzo, el carácter de equivalente general. Su forma natural propia es la
libras de té = 1/2 tonelada de hierro, etc. En estas ecuaciones, el valor de la levita se expresa como algo configuración de valor común a todo este mundo de mercancías, y ello es lo que permite que el lienzo
igual al lienzo, el valor del té como algo igual al hierro, etc. Pero lo igual al lienzo y lo igual al hierro, pueda ser directamente cambiado por cualquier otra mercancía. La forma corpórea del lienzo es con-
expresiones de valor de la levita y el té, respectivamente, son cosas tan distintas entre sí como el lienzo siderada como encarnación visible, como el ropaje general que reviste dentro de la sociedad todo el
y el hierro mismos, Evidentemente, esta forma sólo se presentaba con un carácter práctico en tiempos trabajo humano. El trabajo textil, o sea, el trabajo privado que produce el lienzo, se halla enlazado al
muy primitivos, cuando los productos del trabajo se transformaban en mercancías por medio de actos mismo tiempo en una forma social de carácter general, en una forma de igualdad, con todos los demás
de cambio eventuales y episódicos. trabajos. Las innumerables ecuaciones que integran la forma general del valor van equiparando por
La segunda forma distingue más radicalmente que la primera el valor de una mercancía de su turno el trabajo realizado en el lienzo a cada uno de los trabajos contenidos en las demás mercancías,
propio valor de uso, pues el valor de la levita, por ejemplo, se enfrenta aquí con su forma natural bajo convirtiendo así el trabajo textil en forma general de manifestación del trabajo humano, cualquiera que
todas las formas posibles, como algo igual al lienzo, al hierro, al té, etc., es decir, como algo igual a él sea. De este modo, el trabajo materializado en el valor de las mercancías no se representa tan sólo de
todas las mercancías, con la sola excepción de la propia levita. Pero, por otra parte, esta forma excluye un modo negativo, como trabajo en que se hace abstracción de todas las formas concretas y cualidades
directamente toda expresión común de valor de las mercancías, pues en la expresión de valor de cada útiles de los trabajos reales, sino que con ello ponemos de relieve, además, de un modo expreso, su
una de éstas, las demás se reducen todas a la forma de equivalentes. La forma desarrollada del valor propio carácter positivo. Lo que hacemos es reducir todos los trabajos reales al carácter de trabajo
empieza a presentarse en la realidad a partir del momento en que un producto del trabajo, el ganado por humano común a todos ellos, a la inversión de fuerza humana de trabajo.
ejemplo, se cambia, pero no como algo extraordinario, sino habitualmente, por otras diversas La forma general del valor, forma que presenta los productos del trabajo como simples
mercancías. cristalizaciones de trabajo humano indistinto; demuestra por su propia estructura que es la expresión
Esta forma nueva a que nos estamos refiriendo, expresa los valores del mundo de las mercancías en social del mundo de las mercancías. Y revela al mismo tiempo que, dentro de este mundo, es el carácter
una sola clase de mercancías destacada de entre ellas, por ejemplo el lienzo, de tal modo que los general y humano del trabajo el que forma su carácter específicamente social.
valores de todas las mercancías se acusan por su relación con ésta. Ahora, tal valor de cada mercancía,
considerada como algo igual al lienzo, no sólo se distingue de su propio valor de uso, sino de todo
valor de uso en general, que es precisamente lo que le permite expresarse como aquello que tiene de 2. Relación entre el desarrollo de la forma relativa del valor y el de la forma equivalente
común con todas las mercancías. Esta forma es, pues, la que relaciona y enlaza realmente a todas las
mercancías como valores, la que hace que se manifiesten como valores de cambio las unas respecto a
las otras. Al grado de desarrollo de la forma relativa del valor corresponde el grado de desarrollo de la forma
Las dos formas anteriores expresaban el valor de una determinada mercancía, la primera en una equivalencial. Pero hay que tener muy buen cuidado en advertir que el desarrollo de la forma equiva-
mercancía concreta distinta de ella, la segunda en una serie de diversas mercancías. Tanto en uno como lencial no es más que la expresión y el resultado del desarrollo de la forma relativa del valor.
en otro caso era, por decirlo así, incumbencia privativa de cada mercancía el darse una forma de valor, La forma relativa simple o aislada del valor de una mercancía convierte a otra mercancía en
cometido suyo, que realizaba sin la cooperación de las demás mercancías; éstas limitábanse a desem- equivalente individual suyo. La forma desarrollada del valor relativo, expresión del valor de una
peñar respecto a ella el papel puramente pasivo de equivalentes. No ocurre así con la forma general de mercancía en todas las demás, imprime a éstas la forma de diversos equivalentes concretos. Por último,
valor, que brota por obra común del mundo todo de las mercancías. Una mercancía sólo puede cobrar una forma especial de mercancías reviste forma de equivalente general cuando todas las demás la
expresión general de valor sí al propio tiempo las demás expresan todas su valor en el mismo convierten en material de su forma única y general de valor.
equivalente, y cada nueva clase de mercancías que aparece tiene necesariamente que seguir el mismo Pero en el mismo grado en que se desarrolla la forma del valor en general, se desarrolla también la
camino. Esto revela que la materialización del valor de las mercancías, por ser la mera #existencia antítesis entre sus dos polos, entre la forma relativa del valor y la forma equivalencial.
social$ de estos objetos, sólo puede expresarse mediante su relación social con todos los demás; que Esta antítesis se contiene ya en la primera forma, en la de 20 varas de lienzo = 1 levita, pero sin
por tanto su forma de valor, ha de ser, necesariamente, una forma que rija socialmente. plasmar aún. Según que esta ecuación se lea hacia adelante o hacía atrás, cada una de las mercancías
que forman sus términos, el lienzo y la levita, ocupa el lugar de la forma relativa del valor o el de la 20 varas lienzo =
forma equivalencial. Aquí resulta difícil todavía fijar los dos polos antitéticos. 1 levita =
En la forma II, sólo una de las clases de mercancías puede desarrollar íntegramente su valor 10 libras té =
relativo, sólo ella posee en sí misma la forma relativa de valor desarrollada, ya que todas las demás 40 libras café = 12 onzas oro.
revisten respecto a ella forma de equivalentes. Aquí, ya no cabe invertir los términos de la expresión de 1 quarter trigo =
valor !v gr. 20 varas de lienzo = 1 levita, o = 10 libras de té, o = 1 quarter de trigo, etc.! sin cambiar 1/2 tonelada hierro =
todo su carácter, transformándola de forma total en forma general del valor. x mercancía =
Finalmente, la última forma, la forma III, imprime al mundo de las mercancías la forma relativa
general"social del valor, ya que todas las mercancías que lo componen, excepción hecha de una sola, El paso de la forma I a la forma II y el de ésta a la forma III, entraña cambios sustanciales. Por el
quedan al margen de la forma de equivalente general. Es una sola mercancía, el lienzo, la que reviste, contrario, la forma IV no se distingue de la forma III sino en que aquí es el oro el que viene a sustituir
por tanto, la forma de objeto directamente permutable por todos los demás, la que presenta forma al lienzo en su papel de forma de equivalente general. En la forma IV, el oro desempeña la función de
directamente social, puesto que las demás se hallan todas imposibilitadas para hacerlo.27 equivalente general que, en la forma III, correspondía al lienzo. El progreso consiste pura y
A su vez, la mercancía que figura como equivalente general se halla excluida de la forma relativa simplemente en que ahora la forma de cambiabilidad directa y general, o sea la forma de equivalente
única y por tanto general del valor del mundo de las mercancías. Si el lienzo, es decir la mercancía que general, se adhiere definitivamente, por la fuerza de la costumbre social, a la forma natural específica
reviste forma de equivalente general, pudiese compartir además la forma relativa general del valor, de la mercancía oro.
tendría forzosamente que hacer de equivalente para consigo misma. Y así, llegaríamos a la fórmula de Sí el oro se enfrenta con las demás mercancías en función de dinero es, sencillamente, porque ya
20 varas de lienzo = 20 varas de lienzo, perogrullada que no expresaría ni valor ni magnitud de valor. antes se enfrentaba con ellas en función de mercancía. Al igual que todas las demás mercancías, el oro
Para expresar el valor relativo del equivalente general, no tenemos más remedio que volver los ojos a funcionaba respecto a éstas como equivalente: unas veces como equivalente aislado, en actos sueltos
la forma III. El equivalente general no participa de la forma relativa del valor de las demás mercancías, de cambio, otras veces como equivalente concreto, a la par de otras mercancías también equivalentes.
sino que su valor se expresa de un modo relativo en la serie infinita de todas las demás mercancías Poco a poco, el oro va adquiriendo, en proporciones más o menos extensas, la función de equivalente
materiales. Por donde la forma relativa desarrollada del valor o forma II, se presenta aquí como forma general. Tan pronto como conquista el monopolio de estas funciones en la expresión de valor del
relativa específica del valor de la mercancía que hace funciones de equivalente. mundo de las mercancías, el oro se convierte en la mercancía dinero, y es entonces, a partir del
momento en que se ha convertido ya en mercancía dinero, cuando la forma IV se distingue de la forma
III, o lo que es lo mismo, cuando la forma general del valor se convierte en la forma dinero.
3. Tránsito de la forma general del valor a la forma dinero La expresión simple y relativa del valor de una mercancía, por ejemplo del lienzo, en aquella otra
mercancía que funciona ya como mercancía dinero, v. gr. en oro, es la forma precio. Por tanto, la
#forma precio$ del lienzo será:
La forma de equivalente general es una forma del valor en abstracto. Puede, por tanto, recaer sobre
cualquier mercancía. Por otra parte, una mercancía sólo ocupa el puesto que corresponde a la forma de 20 varas lienzo = 2 onzas oro,
equivalente general (forma III) siempre y cuando que todas las demás mercancías la apartasen de su
seno como equivalente. Hasta el momento en que esta operación no se concreta definitivamente en una o bien, suponiendo que las 2 onzas oro, traducidas al lenguaje monetario, se denominen 2 libras
clase determinada y específica de mercancías no adquiere firmeza objetiva ni vigencia general dentro esterlinas,
de la sociedad la forma única y relativa de valor del mundo de las mercancías.
Ahora bien, la clase específica de mercancías a cuya forma natural se incorpora socialmente la 20 varas lienzo = 2 libras esterlinas.
forma de equivalente, es la que se convierte en mercancía !dinero o funciona como dinero. Esta
mercancía tiene como función social específica, y por tanto como monopolio social dentro del mundo La dificultad que encierra el concepto de la forma dinero se limita a comprender lo que es la forma
de las mercancías, el desempeñar el papel de equivalente general. Este puesto privilegiado fue de equivalente general, o sea la forma general de valor pura y simple, la forma III. Esta, a su vez, se
conquistado históricamente por una determinada mercancía, que figura entre aquellas que en la forma reduce por reversión a la forma II, a la forma desarrollada de valor, cuyo elemento constitutivo es la
II desfilan como equivalentes especiales del lienzo y que en la forma III expresan conjuntamente en forma I, o sea, 20 varas lienzo = 1 levita o x mercancía A = z mercancía B. El germen de la forma
éste su valor relativo: el oro. Así pues, con sólo sustituir en la forma III el lienzo por oro, obtendremos dinero se encierra ya, por tanto, en la forma simple de la mercancía.
la fórmula siguiente:

D. FORMA DINERO El fetichismo de la mercancía, y su secreto


carácter se derivan. Lo que aquí reviste, a los ojos de los hombres, la forma fantasmagórica de una
A primera vista, parece como si las mercancías fuesen objetos evidentes y triviales. Pero, relación entre objetos materiales no es más que una relación social concreta establecida entre los
analizándolas, vemos, que son objetos muy intrincados, llenos de sutilezas metafísicas y de resabios mismos hombres. Por eso, si queremos encontrar una analogía a este fenómeno, tenemos que
teológicos. Considerada como valor de uso, la mercancía no encierra nada de misterioso, dando lo remontarnos a las regiones nebulosas del mundo de la religión, donde los productos de la mente
mismo que la contemplemos desde el punto de vista de un objeto apto para satisfacer necesidades del humana semejan seres dotados de vida propia, de existencia independiente, y relacionados entre sí y
hombre o que enfoquemos esta propiedad suya como producto del trabajo humano. Es evidente que la con los hombres. Así acontece en el mundo de las mercancías con los productos de la mano del
actividad del hombre hace cambiar a las materias naturales de forma, para servirse de ellas. La forma hombre. A esto es a lo que yo llamo el fetichismo bajo el que se presentan los productos del trabajo tan
de la madera, por ejemplo, cambia al convertirla en una mesa. No obstante, la mesa sigue siendo pronto como se crean en forma de mercancías y que es inseparable, por consiguiente, de este modo de
madera, sigue siendo un objeto físico vulgar y corriente. Pero en cuanto empieza a comportarse como producción.
mercancía, la mesa se convierte en un objeto físicamente metafísico. No sólo se incorpora sobre sus Este carácter fetichista del mundo de las mercancías responde, como lo ha puesto ya de manifiesto
patas encima del suelo, sino que se pone de cabeza frente a todas las demás mercancías, y de su cabeza el análisis anterior, al carácter social genuino y peculiar del trabajo productor de mercancías.
de madera empiezan a salir antojos mucho más peregrinos y extraños que si de pronto la mesa Si los objetos útiles adoptan la forma de mercancías es, pura y simplemente, porque son productos
rompiese a bailar por su propio impulso.28 de trabajos privados independientes los unos de los otros. El conjunto de estos trabajos privados forma
Como vemos, el carácter místico de la mercancía no brota de su valor de uso. Pero tampoco brota el trabajo colectivo de la sociedad. Como los productores entran en contacto social al cambiar entre sí
del contenido de sus determinaciones de valor. En primer lugar, porque por mucho que difieran los los productos de su trabajo, es natural que el carácter específicamente social de sus trabajos privados
trabajos útiles o actividades productivas, es una verdad fisiológica incontrovertible que todas esas sólo resalte dentro de este intercambio. También podríamos decir que los trabajos privados sólo
actividades son funciones del organismo humano y que cada una de ellas, cualesquiera que sean su funcionan como eslabones del trabajo colectivo de la sociedad por medio de las relaciones que el
contenido y su forma, representa un gasto esencial de cerebro humano, de nervios, músculos, sentidos, cambio establece entre los productos del trabajo y, a través de ellos, entre los productores. Por eso, ante
etc. En segundo lugar, por lo que se refiere a la magnitud de valor y a lo que sirve para determinarla, o éstos, las relaciones sociales que se establecen entre sus trabajos privados aparecen como lo que son;
sea, la duración en el tiempo de aquel gasto o la cantidad de trabajo invertido, es evidente que la es decir, no como relaciones directamente sociales de las personas en sus trabajos, sino como
cantidad se distingue incluso mediante los sentidos de la calidad del trabajo. El tiempo de trabajo relaciones materiales entre personas y relaciones sociales entre cosas.
necesario para producir sus medios de vida tuvo que interesar por fuerza al hombre en todas las épocas, Es en el acto de cambio donde los productos del trabajo cobran una materialidad de valor
aunque no le interesase por igual en las diversas fases de su evolución.29 Finalmente, tan pronto como socialmente igual e independiente de su múltiple y diversa materialidad física de objetos útiles. Este
los hombres trabajan los unos para los otros, de cualquier modo que lo hagan, su trabajo cobra una desdoblamiento del producto del trabajo en objeto útil y materialización de valor sólo se presenta
forma social. prácticamente allí donde el cambio adquiere la extensión e importancia suficientes para que se
¿De dónde procede, entonces, el carácter misterioso que presenta el producto del trabajo, tan pronto produzcan objetos útiles con vistas al cambio, donde, por tanto, el carácter de valor de los objetos se
como reviste forma de mercancía? Procede, evidentemente, de esta misma forma. En las mercancías, la acusa ya en el momento de ser producidos. A partir de este instante, los trabajos privados de los
igualdad de los trabajos humanos asume la forma material de una objetivación igual de valor de los productores asumen, de hecho, un doble carácter social. De una parte, considerados como trabajos
productos del trabajo, el grado en que se gaste la fuerza humana de trabajo, medido por el tiempo de su útiles concretos, tienen necesariamente que satisfacer una determinada necesidad social y encajar, por
duración, reviste la forma de magnitud de valor de los productos del trabajo, y, finalmente, las tanto, dentro del trabajo colectivo de la sociedad, dentro del sistema elemental de la división social del
relaciones entre unos y otros productores, relaciones en que se traduce la función social de sus trabajos, trabajo. Mas, por otra parte, sólo serán aptos para satisfacer las múltiples necesidades de sus propios
cobran la forma de una relación social entre los propios productos de su trabajo. productores en la medida en que cada uno de esos trabajos privados y útiles concretos sea susceptible
El carácter misterioso de la forma mercancía estriba, por tanto, pura y simplemente, en que de ser cambiado por cualquier otro trabajo privado útil, o lo que es lo mismo, en la medida en que
proyecta ante los hombres el carácter social del trabajo de éstos como si fuese un carácter material de represente un equivalente suyo. Para encontrar la igualdad toto coelo(13) de diversos trabajos, hay que
los propios productos de su trabajo, un don natural social de estos objetos y como si, por tanto, la hacer forzosamente abstracción de su desigualdad real, reducirlos al carácter común a todos ellos
relación social que media entre los productores y el trabajo colectivo de la sociedad fuese una relación como desgaste de fuerza humana de trabajo, como trabajo humano abstracto. El cerebro de los
social establecida entre los mismos objetos, al margen de sus productores. Este quid pro quo es lo que productores privados se limita a reflejar este doble carácter social de sus trabajos privados en aquellas
convierte a los productos de trabajo en mercancía, en objetos físicamente metafísicos o en objetos formas que revela en la práctica el mercado, el cambio de productos: el carácter socialmente útil de sus
sociales. Es algo así como lo que sucede con la sensación luminosa de un objeto en el nervio visual, trabajos privados, bajo la forma de que el producto del trabajo ha de ser útil, y útil para otros; el
que parece como si no fuese una excitación subjetiva del nervio de la vista, sino la forma material de carácter social de la igualdad de los distintos trabajos, bajo la forma del carácter de valor común a
un objeto situado fuera del ojo. Y, sin embargo, en este caso hay realmente un objeto, la cosa exterior, todos esos objetos materialmente diversos que son los productos del trabajo.
que proyecta luz sobre otro objeto, sobre el ojo. Es una relación física entre objetos físicos. En cambio, Por tanto, los hombres no relacionan entre sí los productos de su trabajo como valores porque estos
la forma mercancía y la relación de valor de los productos del trabajo en que esa forma cobra cuerpo, objetos les parezcan envolturas simplemente materiales de un trabajo humano igual. Es al revés. Al
no tiene absolutamente nada que ver con su carácter físico ni con las relaciones materiales que de este equiparar unos con otros en el cambio, como valores, sus diversos productos, lo que hacen es equiparar
entre sí sus diversos trabajos, como modalidades de trabajo humano. No lo saben, pero lo hacen.30 Por contenido. Así se comprende que fuese simplemente el análisis de los precios de las mercancías lo que
tanto, el valor no lleva escrito en la frente lo que es. Lejos de ello, convierte a todos los productos del llevó a los hombres a investigar la determinación de la magnitud del valor, y la expresión colectiva en
trabajo en jeroglíficos sociales. Luego, vienen los hombres y se esfuerzan por descifrar el sentido de dinero de las mercancías lo que les movió a fijar su carácter valorativo. Pero esta forma acabada del
estos jeroglíficos, por descubrir el secreto de su propio producto social, pues es evidente que el mundo de las mercancías !la forma dinero !, lejos de revelar el carácter social de los trabajos privados
concebir los objetos útiles como valores es obra social suya, ni más ni menos que el lenguaje. El y, por tanto, las relaciones sociales entre los productores privados, lo que hace es encubrirlas. Si digo
descubrimiento científico tardío de que los productos del trabajo, considerados como valores, no son que la levita, las botas, etc., se refieren al lienzo como a la materialización general de trabajo humano
más que expresiones materiales del trabajo humano invertido en su producción, es un descubrimiento abstracto, enseguida salta a la vista lo absurdo de este modo de expresarse. Y sin embargo, cuando los
que hace época en la historia del progreso humano, pero que no disipa ni mucho menos la sombra productores de levitas, botas, etc., refieren estas mercancías al lienzo !o al oro y la plata, que para el
material que acompaña al carácter social del trabajo. Y lo que sólo tiene razón de ser en esta forma caso es lo mismo ! como equivalente general, refieren sus trabajos privados al trabajo social colectivo
concreta de producción, en la producción de mercancías, a saber: que el carácter específicamente social bajo la misma forma absurda y disparatada.
de los trabajos privados independientes los unos de los otros reside en lo que tienen de igual como Estas formas son precisamente las que constituyen las categorías de la economía burguesa. Son
modalidades que son de trabajo humano, revistiendo la forma del carácter de valor de los productos del formas mentales aceptadas por la sociedad, y por tanto objetivas, en que se expresan las condiciones de
trabajo, sigue siendo para los espíritus cautivos en las redes de la producción de mercancías, aun producción de este régimen social de producción históricamente dado que es la producción de
después de hecho aquel descubrimiento, algo tan perenne y definitivo como la tesis de que la mercancías. Por eso, todo el misticismo del mundo de las mercancías, todo el encanto y el misterio que
descomposición científica del aire en sus elementos deja intangible la forma del aire como forma física nimban los productos del trabajo basados en la producción de mercancías se esfuman tan pronto como
material. los desplazamos a otras formas de producción.
Lo que ante todo interesa prácticamente a los que cambian unos productos por otros, es saber Y ya que la economía política gusta tanto de las robinsonadas,32 observemos ante todo a Robinson
cuántos productos ajenos obtendrán por el suyo propio, es decir, en qué proporciones se cambiarán en su isla. Pese a su innata sobriedad, Robinson tiene forzosamente que satisfacer toda una serie de
unos productos por otros. Tan pronto como estas proporciones cobran, por la fuerza de la costumbre, necesidades que se le presentan, y esto le obliga a ejecutar diversos trabajos útiles: fabrica
cierta fijeza, parece como si brotasen de la propia naturaleza inherente a los productos del trabajo; herramientas, construye muebles, domestica llamas, pesca, caza etc. Y no hablamos del rezar y de otras
como si, por ejemplo, 1 tonelada de hierro encerrase el mismo valor que 2 onzas de oro, del mismo cosas por el estilo, pues nuestro Robinson se divierte con ello y considera esas tareas como un goce. A
modo que 1 libra de oro y 1 libra de hierro encierran un peso igual, no obstante sus distintas pesar de toda la diversidad de sus funciones productivas, él sabe que no son más que diversas formas o
propiedades físicas y químicas. En realidad, el carácter de valor de los productos del trabajo sólo se modalidades del mismo Robinson, es decir, diversas manifestaciones de trabajo humano. El mismo
consolida al funcionar como magnitudes de valor. Estas cambian constantemente, sin que en ello agobio en que vive le obliga a distribuir minuciosamente el tiempo entre sus diversas funciones. El que
intervengan la voluntad, el conocimiento previo ni los actos de las personas entre quienes se realiza el unas ocupan más sitio y otras menos, dentro de su actividad total, depende de las dificultades mayores
cambio. Su propio movimiento social cobra a sus ojos la forma de un movimiento de cosas bajo cuyo o menores que tiene que vencer para alcanzar el resultado útil apetecido. La experiencia se lo enseña
control están, en vez de ser ellos quienes las controlen. Y hace falta que la producción de mercancías se así, y nuestro Robinson que ha logrado salvar del naufragio reloj, libro de cuentas, tinta y pluma, se
desarrolle en toda su integridad, para que de la propia experiencia nazca la conciencia científica de que apresura, como buen inglés, a contabilizar su vida. En su inventario figura una relación de los objetos
los trabajos privados que se realizan independientemente los unos de los otros, aunque guarden entre sí útiles que posee, de las diversas operaciones que reclama su producción y finalmente del tiempo de
y en todos sus aspectos una relación de mutua interdependencia, como eslabones elementales que son trabajo que exige, por término medio, la elaboración de determinadas cantidades de estos diversos
de la división social del trabajo, pueden reducirse constantemente a su grado de proporción social, productos. Tan claras y tan sencillas son las relaciones que median entre Robinson y los objetos que
porque en las proporciones fortuitas y sin cesar oscilantes de cambio de sus productos se impone forman su riqueza, riqueza salida de sus propias manos, que hasta un señor M. Wirth podría
siempre como ley natural reguladora el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción, al comprenderlas sin estrujar mucho el caletre. Y, sin embargo, en esas relaciones se contienen ya todos
modo como se impone la ley de la gravedad cuando se le cae a uno la casa encima.31 La determinación los factores sustanciales del valor.
de la magnitud de valor por el tiempo de trabajo es, por tanto, el secreto que se esconde detrás de las Trasladémonos ahora de la luminosa isla de Robinson a la tenebrosa Edad Media europea. Aquí, el
oscilaciones aparentes de los valores relativos de las mercancías. El descubrimiento de este secreto hombre independiente ha desaparecido; todo el mundo vive sojuzgado: siervos y señores de la gleba,
destruye la apariencia de la determinación puramente casual de las magnitudes de valor de los vasallos y señores feudales, seglares y eclesiásticos. La sujeción personal caracteriza, en esta época, así
productos del trabajo, pero no destruye, ni mucho menos, su forma material. las condiciones sociales de la producción material como las relaciones de vida cimentadas sobre ella.
La reflexión acerca de las formas de la vida humana, incluyendo por tanto el análisis científico de Pero, precisamente por tratarse de una sociedad basada en los vínculos personales de sujeción, no es
ésta, sigue en general un camino opuesto al curso real de las cosas. Comienza post festum y arranca, necesario que los trabajos y los productos revistan en ella una forma fantástica distinta de su realidad.
por tanto, de los resultados preestablecidos del proceso histórico. Las formas que convierten a los Aquí, los trabajos y los productos se incorporan al engranaje social como servicios y prestaciones. Lo
productos del trabajo en mercancías y que, como es natural, presuponen la circulación de éstas, poseen que constituye la forma directamente social del trabajo es la forma natural de éste, su carácter concreto,
ya la firmeza de formas naturales de la vida social antes de que los hombres se esfuercen por y no su carácter general, como en el régimen de producción de mercancías. El trabajo del vasallo se
explicarse, no el carácter histórico de estas formas, que consideran ya algo inmutable, sino su mide por el tiempo, ni más ni menos que el trabajo productivo de mercancías, pero el siervo sabe
perfectamente que es una determinada cantidad de su fuerza personal de trabajo la que invierte al sobre todo en su modalidad burguesa, bajo la forma de protestantismo, deísmo, etc. En los sistemas de
servicio de su señor. El diezmo abonado al clérigo es harto más claro que las bendiciones de éste. Por producción de la antigua Asia y de otros países de la Antigüedad, la transformación del producto en
tanto, cualquiera que sea el juicio que nos merezcan los papeles que aquí representan unos hombres mercancía, y por tanto la existencia del hombre como productor de mercancías, desempeña un papel
frente a otros, el hecho es que las relaciones sociales de las personas en sus trabajos se revelan como secundario, aunque va cobrando un relieve cada vez más acusado a medida que aquellas comunidades
relaciones personales suyas, sin disfrazarse de relaciones sociales entre las cosas, entre los productos se acercan a su fase de muerte. Sólo enquistados en los intersticios del mundo antiguo, como los dioses
de su trabajo. de Epicuro o los judíos en los poros de la sociedad polaca, nos encontramos con verdaderos pueblos
Para estudiar el trabajo común, es decir, directamente socializado, no necesitamos remontarnos a la comerciales. Aquellos antiguos organismos sociales de producción son extraordinariamente más
forma primitiva del trabajo colectivo que se alza en los umbrales históricos de todos los pueblos sencillos y más claros que el mundo burgués, pero se basan, bien en el carácter rudimentario del
civilizados.33 La industria rural y patriarcal de una familia campesina, de esas que producen trigo, hombre ideal, que aún no se ha desprendido del cordón umbilical de su enlace natural con otros seres
ganado, hilados, lienzo, prendas de vestir, etc., para sus propias necesidades, nos brinda un ejemplo de la misma especie, bien en un régimen directo de señorío y esclavitud. Están condicionados por un
mucho más al alcance de la mano. Todos esos artículos producidos por ella representan para la familia bajo nivel de progreso de las fuerzas productivas del trabajo y por la natural falta de desarrollo del
otros tantos productos de su trabajo familiar, pero no guardan entre sí relación de mercancías. Los hombre dentro de su proceso material de producción de vida, y, por tanto, de unos hombres con otros y
diversos trabajos que engendran estos productos, la agricultura y la ganadería, el hilar, el tejer y el frente a la naturaleza. Esta timidez real se refleja de un modo ideal en las religiones naturales y
cortar, etc., son, por su forma natural, funciones sociales, puesto que son funciones de una familia en populares de los antiguos. El reflejo religioso del mundo real sólo podrá desaparecer para siempre
cuyo seno reina una división propia y elemental del trabajo, ni mas ni menos que en la producción de cuando las condiciones de la vida diaria, laboriosa y activa, representen para los hombres relaciones
mercancías. Las diferencias de sexo y edad y las condiciones naturales del trabajo, que cambian al claras y racionales entre si y respecto a la naturaleza. La forma del proceso social de vida, o lo que es
cambiar las estaciones del año, regulan la distribución de esas funciones dentro de la familia y el lo mismo, del proceso material de producción, sólo se despojará de su halo místico cuando ese proceso
tiempo que los individuos que la componen han de trabajar. Pero aquí, el gasto de las fuerzas sea obra de hombres libremente socializados y puesta bajo su mando consciente y racional. Mas, para
individuales de trabajo, graduado por su duración en el tiempo, reviste la forma lógica y natural de un ello, la sociedad necesitará contar con una base material o con una serie de condiciones materiales de
trabajo determinado socialmente, ya que en este régimen las fuerzas individuales de trabajo sólo actúan existencia, que son, a su vez, fruto natural de una larga y penosa evolución.
de por sí corno órganos de la fuerza colectiva de trabajo de la familia. La economía política ha analizado, indudablemente, aunque de un modo imperfecto,34 el concepto
Finalmente, imaginémonos, para variar, una asociación de hombres libres que trabajen con medios del valor y su magnitud, descubriendo el contenido que se escondía bajo estas formas. Pero no se le ha
colectivos de producción y que desplieguen sus numerosas fuerzas individuales de trabajo, con plena ocurrido preguntarse siquiera por qué este contenido reviste aquella forma, es decir, por qué el trabajo
conciencia de lo que hacen, como una gran fuerza de trabajo social. En esta sociedad se repetirán todas toma cuerpo en el valor y por qué la medida del trabajo según el tiempo de su duración se traduce en la
las normas que presiden el trabajo de un Robinson, pero con carácter social y no individual. Los magnitud de valor del producto del trabajo.35 Trátase de fórmulas que llevan estampado en la frente su
productos de Robinson eran todos producto personal y exclusivo suyo, y por tanto objetos directamente estigma de fórmulas propias de un régimen de sociedad en que es el proceso de producción el que
destinados a su uso. El producto colectivo de la asociación a que nos referimos es un producto social. manda sobre el hombre, y no éste sobre el proceso de producción; pero la conciencia burguesa de esa
Una parte de este producto vuelve a prestar servicio bajo la forma de medios de producción. Sigue sociedad las considera como algo necesario por naturaleza, lógico y evidente como el propio trabajo
siendo social. Otra parte es consumida por los individuos asociados, bajo forma de medios de vida. productivo. Por eso, para ella, las formas preburguesas del organismo social de producción son algo así
Debe, por tanto, ser distribuida. El carácter de esta distribución variará según el carácter especial del como lo que para los padres de la Iglesia, v. gr., las religiones anteriores a Cristo.36
propio organismo social de producción y con arreglo al nivel histórico de los productores. Partiremos, Hasta qué punto el fetichismo adherido al mundo de las mercancías, o sea la apariencia material de
sin embargo, aunque sólo sea a título de paralelo con el régimen de producción de mercancías, del las condiciones sociales del trabajo, empaña la mirada de no pocos economistas, lo prueba entre otras
supuesto de que la participación asignada a cada productor en los medios de vida depende de su tiempo cosas esa aburrida y necia discusión acerca del papel de la naturaleza en la formación del valor de
de trabajo. En estas condiciones, el tiempo de trabajo representaría, como se ve, una doble función. Su cambio. El valor de cambio no es más que una determinada manera social de expresar el trabajo
distribución con arreglo a un plan social servirá para regular la proporción adecuada entre las diversas invertido en un objeto y no puede, por tanto, contener materia alguna natural, como no puede
funciones del trabajo y las distintas necesidades. De otra parte y simultáneamente, el tiempo de trabajo contenerla, v. gr., la cotización cambiaria.
serviría para graduar la parte individual del productor en el trabajo colectivo y, por tanto, en la parte La forma mercancía es la forma más general y rudimentaria de la producción burguesa, razón por
del producto también colectivo destinada al consumo. Como se ve, aquí las relaciones sociales de los la cual aparece en la escena histórica muy pronto, aunque no con el carácter predominante y peculiar
hombres con su trabajo y los productos de su trabajo son perfectamente claras y sencillas, tanto en lo que hoy día tiene; por eso su fetichismo parece relativamente fácil de analizar. Pero al asumir formas
tocante a la producción como en lo que se refiere a la distribución. mas concretas, se borra hasta esta apariencia de sencillez. ¿De dónde provienen las ilusiones del
Para una sociedad de productores de mercancías, cuyo régimen social de producción consiste en sistema monetario? El sistema monetario no veía en el oro y la plata, considerados como dinero,
comportarse respecto a sus productos como mercancías, es decir como valores, y en relacionar sus manifestaciones de un régimen social de producción, sino objetos naturales dotados de virtudes
trabajos privados, revestidos de esta forma material, como modalidades del mismo trabajo humano, la sociales maravillosas. Y los economistas modernos, que miran tan por encima del hombro al sistema
forma de religión más adecuada es, indudablemente, el cristianismo, con su culto del hombre abstracto, monetario ¿no caen también, ostensiblemente, en el vicio del fetichismo, tan pronto corno tratan del
capital? ¿Acaso hace tanto tiempo que se ha desvanecido la ilusión fisiocrática de que la renta del 8 #One sort of wares are as good as another, if the value be equal. There is no difference or distinction in things of equal
suelo brotaba de la tierra, y no de la sociedad? value . .!Y Barbon continua: #...100 libras esterlinas de plomo o de hierro tienen exactamente el mismo valor de cambio
que 100 libras esterlinas de plata o de oro." ("One hundred pounds worth of lead or iron, is of as great a value as one
Pero no nos adelantemos y limitémonos a poner aquí un ejemplo referente a la propia forma de las hundred pounds worth of silver and gold.") A Discourse on coining the new money lighter, pp. 53 y 7.
mercancías. Si éstas pudiesen hablar, dirían: es posible que nuestro valor de uso interese al hombre,
pero el valor de uso no es atributo material nuestro. Lo inherente a nosotras, como tales cosas, es 9 Nota a la 2° edici6n. "The value of them (the necessaries of life) when they are exchanged the one for another, is
nuestro valor. Nuestras propias relaciones de mercancías lo demuestran. Nosotras sólo nos regulated by the quantity of labour necessarily required and commonly taken in producing them" (Some Thoughts on the
relacionamos las unas con las otras como valores de cambio. Oigamos ahora cómo habla el economista, Interest of Money in general. and particularly in the Public Funds, etc., Londres. p. 36). Esta notable obra anónima del
siglo pasado no lleva fecha de publicación. Sin embargo, de su contenido se deduce que debió de ver la luz bajo el reinado
leyendo en el alma de la mercancía: el valor (valor de cambio) es un atributo de las cosas, la riqueza de Jorge II, hacia los años 1739 ó 1740.
(valor de uso) un atributo del hombre. El valor, considerado en este sentido, implica necesariamente el 10 "Los productos del mismo trabajo forman un todo, en rigor, una sola masa, cuyo precio se determina de un modo general
cambio; la riqueza, no.37 #La riqueza (valor de uso) es atributo del hombre; el valor, atributo de las y sin atender a las circunstancias del caso concreto." (Le Trosne, De l&Interet Social, p. 983.)
mercancías. Un hombre o una sociedad son ricos; una perla o un diamante son valiosos... Una perla o 11 Carlos Marx, Contribución a la crítica de la economía política, p. 6.
un diamante encierran valor como tal perla o diamante.$38 Hasta hoy, ningún químico ha logrado 12 Nota a la 4°ed. He añadido lo que aparece entre paréntesis para evitar el error, bastante frecuente, de los que creen que
Marx considera mercancía, sin más, todo producto consumido por otro que no sea el propio productor. !F. E.
descubrir valor de cambio en el diamante o en la perla. Sin embargo, los descubridores económicos de
13 Carlos Marx, Contribución a la crítica de la economía, pp. 12, 13 y ss
esta sustancia química, jactándose de su gran sagacidad crítica, entienden que el valor de uso de las 14 #Los fenómenos del universo, ya los provoque la mano del hombre, ya se hallen regidos por las leyes generales de la
cosas es independiente de sus cualidades materiales y, en cambio, su valor inherente a ellas. Y en esta naturaleza, no representan nunca una verdadera creación de la nada, sino una simple transformación de la materia. Cuando
opinión los confirma la peregrina circunstancia de que el hombre realiza el valor de uso de las cosas sin el espíritu humano analiza la idea de la reproducción, se encuentra siempre, constantemente, como únicos de uso, si bien el
cambio, en un plano de relaciones directas con ellas, mientras que el valor sólo se realiza mediante el autor, en esta su polémica contra los fisíócratas, no sabe él mismo a ciencia cierta a qué clase elementos. con las
cambio, es decir, en un proceso social. Oyendo esto, se acuerda uno de aquel buen Dogberry, cuando le operaciones de asociación y disociación; exactamente lo mismo acontece con la reproducción del valor (valore, valor de
uso, si bien el autor, en esta su polémica contra los fisiócratas, no sabe él mismo a ciencia cierta a qué clase de valor se
decía a Seacoal, el sereno: #La traza y la figura las dan las circunstancias, pero el saber leer y escribir refiere) y de la riqueza, cuando la tierra, el aire y el agua se transforman en trigo sobre el campo o cuando, bajo la mano del
es un don de la naturaleza.$39 hombre, la secreción viscosa de un insecto se convierte en seda o unas cuantas piezas de metal se ensamblan para formar un
reloj de repetición" (Pietro Verri. Meditazíoni sulla Economía Política, obra impresa por vez primera en 1773, Economistas
italianos, ed. Custodi, Parte Moderna, vol. XV, p. 22.)
Notas al pie del Cap. I 15 Ver Hegel, Philosophie des Rechts, Berlín, 1840, p. 250 f 190.
16 Advierta el lector que aquí no nos referimos al salario o valor abonado al obrero por un día de trabajo, supongamos, sino
al valor de las mercancías en que su jornada de trabajo se traduce. En esta primera fase de nuestro estudio, es como sí la
1 Carlos Marx, Contribución a la crítica de la economía política. Berlín, 1859, p. 3. categoría del salario no existiese.
2 "Apetencia implica necesidad; es el apetito del espíritu, tan natural en éste corno el hambre en el cuerpo ... La mayoría (de 17 Nota a la 2° ed. Para probar "que el trabajo es la única medida definitiva y real por la que puede apreciarse y compararse
las cosas) tiene un valor por el hecho de satisfacer las necesidades del espíritu" (Nicolás Barbon, A Discourse on coining en todos los tiempos y en todos los lugares el valor de todas las mercancías", dice A. Smith: "Cantidades iguales de trabajo
the new money lighter, ín answer to Mr. Locke Considorations, etc. Londres, 1696, pp. 2, 3. (1) poseen siempre el mismo valor para el obrero, en todos los tiempos y en todos los lugares. En su estado normal de salud,
3 "Las cosas tienen una virtud interna (Vertue es, en Barbon, el término específico para designar el valor de uso), virtud que fuerza y diligencia y supuesto en él el grado medio de destreza, el obrero tiene que sacrificar siempre la misma cantidad de
es siempre y en todas partes la misma, al modo como la del imán de atraer el hierro." (Barbon, A Discourse on coining the descanso, libertad y dicha." (Wealth of Nations, t. I, cap. 5 [ed. E. G.]. Wakefield. Londres, 1836. t. I, pp 104, s.). De una
new money lighter, p. 6.) Sin embargo, la propiedad del imán de atraer el hierro no fue útil hasta que por medio de ella se parte. A. Smith confunde aquí (aunque no siempre) la determinación del valor por la cantidad de trabajo invertida en la
descubrió la polaridad magnética producción de la mercancía con la determinación de los valores de las mercancías por el valor del trabajo, pretendiendo por
4 "El valor natural (natural worth) de todo objeto consiste en su capacidad para satisfacer las necesidades elementales de la tanto demostrar que a cantidades iguales de trabajo corresponde siempre un valor igual. De otra parte, presiente que el
vida humana o para servir a la comodidad del hombre" (John Locke, Some Considerations on the Consequences of the trabajo, en cuanto materializado en el valor de las mercancías, sólo interesa como gasto de fuerza de trabajo, pero vuelve a
lowering of interest (2). 1691, en Works, ed. Londres, 1777, vol. II, p. 28). En los escritores ingleses del siglo XVII es concebir este acto simplemente como un sacrificio del descanso, la libertad y la dicha del obrero, y no como una función
corriente encontrarse todavía con dos términos distintos para designar el valor de uso y el valor de cambio, que son los de normal de vida. Claro está que, al decir esto, se refiere al obrero asalariado moderno. Mucho más acertado anda el precursor
"worth" y #value$ #respectivamente, como cuadra al espíritu de una lengua que gusta de expresar la idea directa con un anónimo de A. Smith citado en la p. 44 n. 9, cuando dice: #Una persona invierte una semana en producir un objeto útil ... Si
término germánico y la idea refleja con un término latino. otra le da a cambio de él otro objeto, no dispondría de medida mejor para apreciar la verdadera equivalencia entre los dos
5 En la sociedad burguesa, reina la fictio juris (3) de que todo comprador de mercancías posee conocimientos objetos que calcular cuál de los que posee le ha costado el mismo trabajo (labour) y el mismo tiempo. Lo cual quiere decir,
enciclopédicos acerca de éstas. en realidad, que el trabajo que una persona ha empleado en su producto durante un determinado período de tiempo se
6 "El valor consiste en la proporción en que se cambia un objeto por otro. una determinada cantidad de un producto por una cambia por el trabajo que la otra ha invertido en otro objeto durante un período de tiempo igual." (Some Thoughts on the
determinada cantidad de otro$ (Le Trosne. De l´intéret social. Physiocrates (4), ed. Daire, París, 1846, p. 889). Interest of money etc., p. 39.) (Nota a la 4° ed. El idioma inglés tiene la ventaja de poseer dos términos distintos para
7 #Nada puede encerrar un valor de cambio intrínseco$ (N. Barbon, A Discourse on coining the new money lighter, p. 6. 0, designar estos dos aspectos distintos del trabajo. El trabajo que crea valores de uso y se determina cualitativamente recibe el
como dice Butler: nombre de work, para distinguirlo del trabajo que crea valor y sólo se mide cuantitativamente, al que se da el nombre de
The value of a thing labour. Véase nota a la edición inglesa, p. 14.!F. E.)
Is just as much as it will bring. (6) 18 Los pocos economistas que, como S. Bailey, se han ocupado de analizar la forma del valor, no han conseguido llegar a
ningún resultado positivo; en primer lugar, porque confunden la forma del valor con el valor, y en segundo lugar porque,
influidos burdamente por el criterio del burgués práctico, se limitan desde el primer momento a enfocar exclusivamente la
determinabilidad cuantitativa del valor. #La posibilidad de disponer de una cantidad... es lo que constituye el valor$ remediados los abusos que lleva consigo esta forma, entre ellos y muy principalmente el de la imposibilidad de que, todos
(Money and its Vicissitudes. Londres, 1837, p. 11. Autor, S. Bailey). los objetos sean directamente cambiables. A pintar esta utopía de filisteo se reduce el socialismo de Proudhon, que como
19 Nota a la 2° ed. Uno de los primeros economistas que comprendió, después de William Petty, la naturaleza del valor, el hube de demostrar en otro lugar no puede presumir ni siquiera de originalidad, ya que tal socialismo fue desarrollado
famoso Franklin, dice: #Puesto que el comercio no es sino el cambio de unos trabajos por otros, como más exactamente se mucho antes de venir él, y bastante mejor, por Gray, Bray y otros. Lo cual no obsta para que esa sabiduría haga hoy
determinará el valor de todos los objetos será tasándolos en trabajo$. (The Works of B. Franklin, etc., ed. Sparks, Boston, verdaderos estragos entre ciertas gentes, bajo el nombre de #ciencia$. Jamás ninguna escuela ha prodigado la palabra
1836, vol. II, p. 267.) Franklin no se da cuenta de que, al tasar en #trabajo$ el valor de todos los objetos, hace abstracción #ciencia$ más a troche y moche que la proudhoniana, pues sabido es que
de la diversidad de los trabajos que se cambian, reduciéndolos a un trabajo humano igual. No se da cuenta de ello, pero lo #a falta de ideas,
dice. Primero, habla de #unos trabajos$, luego de #otros$ y por último de #Trabajo$ en general, como sustancia del valor de se sale del paso con una palabreja$.
todos los objetos. 28 Recuérdese cómo China y las mesas rompieron a bailar cuando todo el resto del mundo parecía estar tranquilo...
20 Al hombre le ocurre en cierto modo lo mismo que a las mercancías. Como no viene al mundo provisto de un espejo ni pour encourager les autres. (12)
proclamando filosóficamente, como Fichte: #yo soy yo$, sólo se refleja, de primera intención, en un semejante. Para 29 Nota a la 2° ed. Los antiguos germanos calculaban las dimensiones de una yugada de tierra por el trabajo de un día,
referirse a sí mismo como hombre, el hombre Pedro tiene que empezar refiriéndose al hombre Pablo como a su igual. Y al razón por la cual daban a la fanega el nombre de Tagwek (o Tagwanne) (jurnale o jurnalis, terra jurnalis, jurnalis o
hacerlo así, el tal Pablo es para él, con pelos y señales, en su corporeidad paulina, la forma o manifestación que reviste el diornalis, en latín), Mannwerk, Mannshraft, Mannsmahd, Mannshauet, etc. Véase Jorge Luis von Maurer, Einleitung zur
género hombre. Geschichte der Mark", Hof", ustv, Verfassung, Munich, 1854, pp. 128 s.
21 Empleamos aquí la palabra #valor$, como ya hemos hecho más arriba alguna que otra vez, en la acepción de valor 30 Nota a la 2° ed. Por tanto, cuando Galiani dice que el valor es una relación entre personas (#la ricchezza é una
cuantitativamente determinado, o sea, como sinónimo de magnitud de valor. ragione tra due persone$), debería añadir: disfrazada bajo una envoltura material (Galiani, Della Moneta, p. 220, t. III de la
22 Nota a la 2° ed. Esta incongruencia entre la magnitud del valor y su expresión relativa ha sido explotada por la economía Colección #Scrittori Classic Italiani di Economía Política$, dirigida por Custodi. Parte Moderna. Milán, 1803).
vulgar con la perspicacia a que nos tiene acostumbrados. Por ejemplo: #Conceded tan sólo que A disminuye al aumentar B, 31 #¿Qué pensar de una ley que sólo puede imponerse a través de revoluciones periódicas? Trátase, en efecto, de una
objeto por el que aquél se cambia, aunque el trabajo invertido en A sea el mismo, y vuestro principio general de valor se ley natural basada en la inconsciencia de los interesados$. (Federico Engels, #Apuntes para una crítica de la economía
derrumbará... Con sólo reconocer que por el mero hecho de que el valor de A experimente un aumento relativo respecto a B política$, en Deutsch!Franzosische Jahrbücher, dirigidos por Arnold Ruge y Carlos Marx, París, 1844.)
el valor de B disminuye relativamente respecto a A, se desmorona el fundamento en que Ricardo basa toda su tesis de que 32 Nota a la 2° ed. Tampoco en Ricardo falta la consabida estampa robinsoniana. #Al pescador y al cazador primitivos
el valor de una mercancía depende siempre de la cantidad de trabajo materializado en ella. Pues, si al cambiar el costo de A nos los describe inmediatamente cambiando su pescado y su caza como poseedores de mercancías, con arreglo a la propor-
no sólo cambia su propio valor en relación a B, o sea, el objeto por el que se cambia, sino que varía también relativamente ción del tiempo de trabajo materializado en estos valores de cambio, E incurre en el anacronismo de presentar a su cazador
el valor de B respecto al de A, a pesar de no operarse el menor cambio en la cantidad de trabajo necesario para la y pescador primitivos calculando el valor de sus instrumentos de trabajo sobre las tablas de anualidades que solían utilizarse
producción de B, no sólo se viene a tierra la doctrina que asegura que el valor de un artículo se regula por la cantidad de en 1817 en la Bolsa de Londres. Los 'paralelogramos del señor Owen' parecen ser la única forma de sociedad que este autor
trabajo invertida en él, sino también la doctrina de que es el costo de producción de un artículo lo que regula su valor$ (J. conoce, fuera de la burguesa.$ (Carlos Marx, Contribución a la crítica, etc., pp. 38 y 39.)
Broadhurst, Treatise on Political Economy, Londres, 1834. páginas 11 y 14). 33 Nota a la 2° ed. #Es un prejuicio ridículo, extendido en estos últimos tiempos, el de que la forma de la propiedad
El señor Broadhurst podría decir, con igual razón: Contemplemos los quebrados 10/20, 10/50, 10/100, etc. El 20 50 100 colectiva natural sea una forma específicamente eslava, más aún, exclusivamente rusa. Es la forma primitiva que encon-
numerador 10 permanece invariable, y sin embargo, su magnitud proporcional, o sea su magnitud con relación a los tramos, como puede demostrarse, entre los romanos, los germanos y los celtas, y todavía hoy los indios nos podrían ofrecer
denominadores 20, 50, 100, disminuye constantemente. Esto echa por tierra el gran principio de que la magnitud de un todo un mapa con múltiples muestras de esta forma de propiedad, aunque en estado ruinoso algunas de ellas. Un estudio
número entero, por ejemplo 10, se #regula$ por el número de unidades que contiene. minucioso de las formas asiáticas, y especialmente de las formas indias de propiedad colectiva, demostraría cómo de las
23 Con estas determinaciones por efecto reflejo ocurre siempre una cosa curiosa. Tal hombre es, por ejemplo, rey porque distintas formas de la propiedad colectiva natural se derivan distintas formas de disolución de este régimen. Así por
otros hombres se comportan respecto a él como súbditos. Pero ellos, a su vez creen ser súbditos porque el otro es rey. ejemplo, los diversos tipos originales de propiedad privada romana y germánica tienen su raíz en diversas formas de la
24 Nota a la 2° ed. F.D.A. Ferrier (subinspector de aduanas). Du Gouvernement consideré dans ses rapports avec le propiedad colectiva india$. (Carlos Marx, Contribución a la crítica, etc., p. 10.)
commerce, París, 1805, y Charles Ganilh, Des Systemes de l&économie politique, 2° ed. París, 1821. 34 Cuán insuficiente es el análisis que traza Ricardo de la magnitud del valor !y el suyo es el menos malo ! lo veremos
25 Nota a la 2° ed. En Homero, por ejemplo, el valor de un objeto aparece expresado en una serie de objetos distintos. en los libros tercero y cuarto de esta obra. Por lo que se refiere al valor en general, la economía política clásica no distingue
26 Por eso se habla del valor del lienzo en levitas, cuando su valor se representa en estas prendas, de su valor en trigo, jamás expresamente y con clara conciencia de lo que hace el trabajo materializado en el valor y el que toma cuerpo en el
cuando se representa en trigo, etc. Estas expresiones indican que es su valor el que toma cuerpo en los valores de uso levita, valor de uso de su producto. De hecho, traza, naturalmente, la distinción, puesto que en un caso considera el trabajo
trigo, etc. cuantitativamente y en otro caso desde un punto de vista cualitativo. Pero no se le ocurre pensar que la simple diferencia
#El valor de toda mercancía expresa su proporción en el cambio; por eso podemos referirnos a él como a su. . . valor en cuantitativa de varios trabajos presupone su unidad o igualdad cualitativa, y por tanto, su reducción a trabajo humano abs-
trigo o en paño, según la mercancía con que lo comparemos; y por eso existen mil valores diversos, tantos como mer- tracto. Ricardo, por ejemplo, se muestra de acuerdo con Destutt de Tracy, cuando dice: #Siendo evidente que no tenemos
cancías, valores todos ellos que tienen, por consiguiente, tanto de reales como de imaginarios.$ (#A Critical Dissertation on más riqueza originaria que nuestras capacidades físicas y espirituales, el uso de estas capacidades, una cierta especie de tra-
the Nature, Measure and Causes of Value: chiefly in reference to the writings of Mr. Ricardo and his followers.$ By the bajo, constituye nuestro tesoro originario; este uso es el que crea todas las cosas a que damos el nombre de riquezas...
Author of #Essays on the Formation etc. of Opinions$, Londres, 1825, p. 39). S. Bailey, autor de esta obra anónima, que en Además, es evidente que todas esas cosas no representan más que el trabajo que las ha creado, y si poseen un valor, o
su tiempo levantó una gran polvareda en Inglaterra, cree haber descubierto todas las determinaciones conceptuales del valor incluso dos valores distintos, es gracias al del (al valor del) trabajo de que brotan.$ ([Destutt de Tracy, Eléments
con apuntar a las diversas y abigarradas expresiones relativas del valor de una misma mercancía. Por lo demás, la irritación d'ideologie IV y V partes, París, 1826, pp. 35 y 36]. Véase Ricardo, The Principles of Political Economy, 3° ed., Londres,
con que hubo de atacarle la escuela ricardiana, por ejemplo en la Westminster Review es prueba de que, pese a sus propias 1821, p. 334.) Advertimos de pasada que Ricardo atribuye a Destutt un sentido profundo que es ajeno a él. Es cierto que
limitaciones, este autor llegó a tocar algunos puntos vulnerables de la teoría ricardiana. Destutt dice, de una parte, que todas aquellas cosas que forman la riqueza #representan el trabajo que las ha creado$, pero
27 La forma de objeto general directamente permutable no presenta al exterior ningún signo en que se revele la forma por otra parte dice que obtienen sus %dos valores distintos$ (el valor de uso y el valor de cambio) del #valor del trabajo$.
antitética de mercancía que en él se encierra, forma tan es del carácter negativo del otro polo. Cabría, por tanto, pensar que Cae por tanto en la simpleza de la economía vulgar, al presuponer el valor de una mercancía (aquí, el trabajo) para luego
a todas las mercancías se puede imprimir a la vez el sello de objetos directamente permutables, del mismo modo que cabría determinar, partiendo de él, el valor de las demás. Ricardo le interpreta en el sentido de que tanto el valor de uso como el
pensar que todos los católicos pueden convertirse en papas. Para el pequeño burgués, que ve en la producción de valor de cambio representan trabajo (trabajo y no valor de éste). Pero ni él mismo distingue el doble carácter del trabajo,
mercancías el non plus ultra de la libertad humana y de la independencia individual, seria muy grato, naturalmente, ver representado de ese doble modo, como lo demuestra el que en todo el capítulo titulado #El valor y la riqueza, sus
características distintivas$, no hace más que darle vueltas, fatigosamente, a las vulgaridades de un J. B. Say. Por eso, al 37 #Value is a property of things, riches of men. Value, in this sense, necessarily implies exchange, riches do not$.
terminar, se muestra completamente asombrado de que Destutt esté de acuerdo con él acerca del trabajo como fuente del Observations on certain verbal disputes in Political Economy, particularly relating to value and to demand and supply.
valor, entendiéndose al mismo tiempo con Say al definir el concepto de éste. Londres, 1821, p. 16.
35 Uno de los defectos fundamentales de la economía política clásica es el no haber conseguido jamás desentrañar del 38 #Riches are the attribute of man, value is the attribute of commodities. A man or a community is
análisis de la mercancía, y más especialmente del valor de ésta, la forma del valor que lo convierte en valor de cambio. rich, a pearl or a diamond is valuable... A pearl or a diamond is valuable as a pearl or a diamond.$ S.
Precisamente en la persona de sus mejores representantes, como Adam Smith y Ricardo, estudia la forma del valor como
algo perfectamente indiferente o exterior a la propia naturaleza de la mercancía. La razón de esto no está solamente en que
Bailey, A Critical Dissertation, etc., p. 165.
el análisis de la magnitud del valor absorbe por completo su atención. La causa es más honda. La forma de valor que reviste
el producto del trabajo es la forma más abstracta y, al mismo tiempo, la más general del régimen burgués de producción, 39 El autor de las #Observations$ y S. Bailey reprochan a Ricardo el haber convertido el valor de
caracterizado así corno una modalidad específica de producción social y a la par, y por ello mismo, como una modalidad cambio de un valor puramente relativo en algo absoluto. Todo lo contrario. Es él quien reduce la
histórica. Por tanto, quien vea en ella la forma natural eterna de la producción social, pasará por alto necesariamente lo que aparente relatividad que poseen estos objetos, los diamantes y las perlas por ejemplo, considerados
hay de específico en la forma del valor y, por consiguiente, en la forma mercancía, 'que, al desarrollarse, conduce a la forma
dinero, a la forma capital, etc.' He aquí por qué aun en economistas que coinciden totalmente en reconocer el tiempo de
como valores de cambio, a la verdadera relación que se esconde detrás de esa apariencia, a su
trabajo como medida de la magnitud del valor nos encontramos con las ideas más variadas y contradictorias acerca del relatividad como simples expresiones que son del trabajo humano. Y si los ricardianos contestan a
dinero, es decir, acerca de la forma definitiva en que se plasma el equivalente general. Así lo revelan, por ejemplo, de un Bailey bastante groseramente, pero sin argumentos decisivos, es sencillamente porque el propio
modo palmario, los estudios acerca de los Bancos, donde no bastan esas definiciones del dinero hechas de lugares comunes. Ricardo no les orienta acerca del enlace interno que existe entre el valor y la forma del valor o valor de
De aquí que surgiese, por antítesis, un sistema mercantilista restaurado (Ganith, etc.), que no ve en el valor más que la cambio.
forma social, o más bien su simple apariencia, desnuda de toda sustancia. Y, para decirlo de una vez por todas, advertiré
que yo entiendo por economía política clásica toda la economía que, desde W. Petty, investiga la concatenación interna del
régimen burgués de producción, a diferencia de la economía vulgar, que no sabe más que hurgar en las concatenaciones
aparentes, cuidándose tan sólo de explicar y hacer gratos los fenómenos más abultados, si se nos permite la frase, y
mascando hasta convertirlos en papilla para el uso doméstico de la burguesía los materiales suministrados por la economía
científica desde mucho tiempo atrás, y que por lo demás se contenta con sistematizar, pedantizar y proclamar como
verdades eternas las ideas banales y engreídas que los agentes del régimen burgués de producción se forman acerca de su
mundo, corno el mejor de los mundos posibles.
36 #Los economistas tienen un modo curioso de proceder. Para ellos, no hay más que dos clases de instituciones: las
artificiales y las naturales. Las instituciones del feudalismo son instituciones artificiales; las de la burguesía, naturales. En
esto se parecen a los teólogos, que clasifican también las religiones en dos categorías. Toda religión que no sea la suya
propia, es invención humana: la suya, en cambio, revelación divina. Así, habrá podido existir una historia, pero ésta termina
al llegar a nuestros días.$ (Carlos Marx, Misére de la Philosophie. Reponse á la philosophie de la Misére par M. Proudhon,
1847, p. 113). Hombre verdaderamente divertido es el señor Bastiat, quien se figura que los antiguos griegos y romanos
sólo vivían del robo. Mas, para poder vivir del robo durante tantos siglos, tiene que existir por fuerza, constantemente, algo
que pueda robarse, o reproducirse incesantemente el objeto del robo. Es de creer, pues, que los griegos y los romanos
tendrían también un proceso de producción, y, por tanto, una economía, en que residiría la base material de su mundo, ni
más ni menos que en la economía burguesa reside la base del mundo actual. ¿0 es que Bastiat piensa, acaso, que un régimen
de producción basado en el trabajo de los esclavos es un régimen de producción erigido sobre el robo como sistema? Sí lo
piensa así, se situará en un terreno peligroso. Y sí un gigante del pensamiento como Aristóteles se equivocaba al enjuiciar el
trabajo de los esclavos, ¿por qué no ha de equivocarse también al enjuiciar el trabajo asalariado un pigmeo de la economía
como Bastiat? Aprovecharé la ocasión para contestar brevemente a una objeción que se me hizo por un periódico alemán de
Norteamérica al publicarse, en 1859, mi obra Contribución a la crítica de la economía política. Este periódico decía que mi
tesis según la cual el régimen de producción vigente en una época dada y las relaciones de producción propias de este
régimen, en una palabra #la estructura económica de la sociedad, es la base real sobre la que se alza la supraestructura
jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social$ y de que #el régimen de producción
de la vida material condiciona todo el proceso de la vida social, política y espiritual$ era indudablemente exacta respecto al
mundo moderno, en que predominan los intereses materiales, pero no podía ser aplicada a la Edad Media, en que reinaba el
catolicismo, ni a Atenas y Roma, donde imperaba la política. En primer lugar, resulta peregrino que haya todavía quien
piense que todos esos tópicos vulgarísimos que corren por ahí acerca de la Edad Media y del mundo antiguo son ignorados
de nadie. Es indudable que ni la Edad Media pudo vivir del catolicismo ni el mundo antiguo de la política. Lejos de ello, lo
que explica por qué en una era fundamental la política y en la otra el catolicismo es precisamente el modo como una y otra
se ganaban la vida. Por lo demás, no hace falta ser muy versado en la historia de la república romana para saber que su
historia secreta la forma la historia de la propiedad territorial. Ya Don Quijote pagó caro el error de creer que la caballería
andante era una institución compatible con todas las formas económicas de la sociedad.
Sección Segunda Ahora bien, es evidente que el proceso de circulación D " M " D resultaría carente de todo sentido si se
LA TRANSFORMACION DEL DINERO EN CAPITAL
diese ese rodeo para cambiar valores iguales en dinero, v. gr. para cambiar 100 libras esterlinas por 100
libras esterlinas. Mucho más sencillo y seguro es el método del atesorador, que, en vez de lanzar al
peligro circulatorio sus 100 libras esterlinas, las retiene y las guarda. Por otra parte aunque el
CAPITULO IV comerciante venda por 110 libras esterlinas el algodón que ha comprado por 100, o se vea obligado a
COMO SE CONVIERTE EL DINERO EN CAPITAL venderlo por las mismas 100 libras esterlinas y aun por 50, lo cierto es que su dinero recorre un
proceso característico y original, completamente distinto del que recorre en la circulación simple de
mercancías, v. gr. en manos del labriego que vende trigo para comprar con el dinero obtenido prendas
de vestir. Por tanto, lo primero que tenemos que hacer es analizar las diferencias de forma que median
1. La fórmula general del capital entre los ciclos D " M " D y M " D "M. Con ello, se pondrán a la vez de manifiesto las diferencias
materiales que se esconden detrás de esa distinción de carácter formal.
Veamos, ante todo, qué es lo que tienen de común entre sí ambas formas.
La circulación de mercancías es el punto de arranque del capital. La producción de mercancías y su
Ambos ciclos se desdoblan en las mismas dos fases contrapuestas, M " D, venta, y D ! M, compra. En
circulación desarrollada, o sea, el comercio, forman las premisas históricas en que surge el capital. La
cada una de estas dos fases, se enfrentan los mismos dos elementos materiales, mercancía y dinero, y
biografía moderna del capital comienza en el siglo XVI, con el comercio y el mercado mundiales.
dos personas revestidas con los mismos papeles económicos, un comprador y un vendedor. Ambos
Si prescindimos del contenido material de la circulación de mercancías, del intercambio de diversos
ciclos representan la unidad de las mismas fases contrapuestas, y en ambos se opera esta unidad por la
valores de uso, y nos limitamos a analizar las formas económicas que este proceso engendra, veremos
actuación de tres contratantes: uno que no hace más que vender, otro que se limita a comprar y un
que su resultado final es el dinero. Pues bien; este resultado final de la circulación de mercancías es la
tercero que desempeña alternativamente los papeles de comprador y vendedor.
forma inicial en que se presenta el capital.
Hay algo, sin embargo, que distingue desde luego ambos ciclos, M. " D " M y D " M " D, y es el orden
Históricamente, el capital empieza enfrentándose en todas partes con la propiedad inmueble en forma
inverso en que se desarrollan las mismas fases contrapuestas del proceso de circulación. La circulación
de dinero, bajo la forma de patrimonio"dinero, de capital comercial y de capital usurario.1 Sin
simple de mercancías comienza con la venta y acaba con la compra: la circulación del dinero en
embargo, no hace falta remontarse a la historia de los orígenes del capital para encontrarse con el
función de capital comienza con la compra y acaba con la venta. Allí, el punto de arranque y la meta
dinero como su forma o manifestación inicial. Esta historia se repite diariamente ante nuestros ojos.
final del movimiento es la mercancía; aquí, el dinero. En la primera forma es el dinero, en la segunda,
Todo capital nuevo comienza pisando la escena, es decir, el mercado, sea el mercado de mercancías, el
la mercancía, lo que sirve de agente mediador del proceso total.
de trabajo o el de dinero, bajo la forma de dinero, dinero que, a través de determinados procesos, tiende
En la circulación M " D " M, el dinero acaba siempre convirtiéndose en una mercancía, empleada
a convertirse en capital.
como valor de uso. Por tanto, aquí, el dinero se gasta definitivamente. En cambio, en la forma opuesta,
El dinero considerado como dinero y el dinero considerado como capital no se distinguen, de momento,
D " M " D, el comprador sólo desembolsa dinero para volver a embolsarlo como vendedor. Al comprar
más que por su diversa forma de circulación.
la mercancía, lanza a la circulación dinero, para volver a retirarlo de ella vendiendo la mercancía que
La forma directa de la circulación de mercancías es M " D " M, o sea, transformación de la mercancía
compró. Sólo se desprende del dinero con la intención premeditada de volver a apoderarse de él. No
en dinero y de éste nuevamente en mercancía: vender para comprar. Pero, al lado de esta forma, nos
hace, por tanto, más que adelantarlo.3
encontramos con otra, específicamente distinta de ella, con la forma D " M " D, o sea, transformación
En la forma M " D " M, la misma pieza de dinero cambia de sitio dos veces. El vendedor la recibe de
del dinero en mercancía y de ésta nuevamente en dinero: comprar para vender.
manos del comprador, para entregarla enseguida a otro vendedor. El proceso total, que comienza
El dinero que gira con arreglo a esta forma de circulación es el que se transforma en capital, llega a ser
recibiendo dinero por mercancía, termina entregando por mercancía dinero. Al revés de lo que ocurre
capital y lo es ya por su destino.
en la forma D " M " D. Aquí, no es la misma pieza de dinero, sino la misma mercancía la que cambia
Examinemos más de cerca la circulación D " M " D. Este ciclo recorre, al igual que la circulación
dos veces de mano. El comprador la recibe de manos del vendedor, para ponerla enseguida en manos
simple de mercancías, dos fases contrapuestas. En la primera fase, D " M o compra, el dinero se
de otro comprador. Y así como en la circulación simple de mercancías al cambiar dos veces de sitio la
convierte en mercancía. En la segunda fase, M " D o venta, la mercancía se convierte nuevamente en
misma pieza de dinero, ésta pasa definitivamente de una mano a otra, aquí, al cambiar dos veces de
dinero. Pero ambas fases, unidas, forman el proceso total, en el que se cambia dinero por mercancía y
sitio la misma mercancía, el dinero refluye a su punto de partida inicial.
esta misma mercancía nuevamente por dinero: o lo que es lo mismo, en el que se compra una
El reflujo del dinero a su punto de partida no depende del hecho de que la mercancía se venda más
mercancía para venderla, o, si queremos pasar por alto las diferencias formales de compra y venta, en
cara de lo que se compró. Esta circunstancia sólo influye en la magnitud de la suma de dinero que
el que se compran mercancías con dinero y dinero con mercancías.2 El resultado en que desemboca
refluye. El fenómeno del reflujo se produce tan pronto como la mercancía comprada vuelve a venderse,
todo este proceso es el intercambio de dinero por dinero, D"D. Sí compro 2,000 libras de algodón por
es decir, tan pronto como se cierra el ciclo D " M " D. Entre la circulación del dinero corno capital y
100 libras esterlinas y las vuelvo a vender por 110, no habré hecho, en último resultado, más que
su circulación como dinero pura y simplemente, media, pues, como se ve, una diferencia perceptible a
cambiar 100 por 110 libras esterlinas, es decir, dinero por dinero.
través de los sentidos.
El ciclo M " D " M se recorre en su totalidad tan pronto como la venta de una mercancía arroja dinero contrario, la equivalencia de estos dos factores, es aquí, condición para el desarrollo normal del
y éste es absorbido por la compra de otra mercancía. Si, a pesar de ello, el dinero afluye a su punto de proceso.
partida, es porque todo ese proceso se renueva o repite. Si vendo un quarter de trigo por 3 libras La repetición o renovación del acto de vender para comprar tiene su pauta y su meta, como el propio
esterlinas y con estas 3 libras esterlinas compro un traje, habré invertido definitivamente, en lo que a proceso, en un fin último exterior a él: en el consumo, en la satisfacción de determinadas necesidades.
mí toca, esta cantidad. Esas 3 libras esterlinas ya no tienen nada que ver conmigo. Han pasado a manos En cambio, cuando se compra para vender, el proceso comienza y acaba por el mismo factor, por el
del sastre. Si vendo un segundo quarter de trigo, volverá a refluir a mis manos dinero, pero no ya en dinero o valor de cambio, y ya esto hace que el proceso sea interminable. Cierto es que D se ha
virtud de la primera transacción, sino por obra de otra distinta. Y este dinero se alejará nuevamente de convertido en D +A D, las 100 libras esterlinas en 100 + 10. Pero, cualitativamente consideradas, las
mi tan pronto como cierre la segunda transacción y vuelva a comprar. Por tanto, en la circulación M " 110 libras esterlinas son lo mismo que las 100, a saber: dinero. Y, consideradas cuantitativamente, las
D " M, la inversión del dinero no tiene absolutamente nada que ver con su reflujo. En cambio, en el 110 libras esterlinas son, como las 100, una suma limitada de valor. Sí las 110 libras esterlinas se
ciclo D " M " D el reflujo del dinero está directamente condicionado por el carácter de su inversión. De gastasen como dinero, faltarían a su papel. Dejarían de ser capital. Sustraídas a la circulación, se
no producirse este reflujo, la operación, fracasa o el proceso se interrumpe y queda truncado, por falta petrificarían en forma de tesoro y no harían brotar ni un céntimo, aun cuando estuviesen encerradas en
de su segunda fase, o sea de la venta que completa y corona la compra. su cueva hasta el día del Juicio final. Por tanto, si se trata de valorizar el valor, a la misma necesidad
El ciclo M " D " M arranca del polo de una mercancía y se cierra con el polo de otra mercancía, que responde la valorización de 110 libras esterlinas que la de 100, pues ambas cantidades son expresiones
sale de la circulación y entra en la órbita del consumo. Su fin último es, por tanto, el consumo, la limitadas del valor de cambio y ambas tienen, por consiguiente, la misión de acercarse a la riqueza
satisfacción de necesidades, o, dicho en otros términos, el valor de uso. Por el contrario, el ciclo D ! M incrementando su magnitud. Cierto es que el valor primitivamente desembolsado de 100 libras
! D arranca del polo del dinero para retornar por último al mismo polo. Su motivo propulsor y su esterlinas se distingue durante breves instantes de la plusvalía de 10 libras esterlinas que hace brotar en
finalidad determinante es, por tanto, el propio valor de cambio. la circulación, pero esta diferencia se esfuma enseguida. Al terminar el proceso, no nos encontramos
En la circulación simple de mercancías ambos polos presentan la misma forma económica. Ambos son con el valor original de 100 libras esterlinas a un lado y a otro lado la plusvalía de 10. Lo que brota del
mercancías. Son además, mercancías de la misma magnitud de valor. Pero, cualitativamente, son proceso es un valor único de 110 libras esterlinas, valor que se presenta, para repetir el proceso de
valores de uso distintos, v. gr. trigo y traje. El intercambio de productos, el cambio de diversas valorización, bajo la misma forma que el de las 100 libras esterlinas originales. Al terminarse el
materias, en que toma cuerpo el trabajo social, es lo que forma aquí el contenido del movimiento. No proceso, el dinero brota nuevamente como su punto inicial.5 El final de cada ciclo aislado, en el que se
así en la circulación D " M " D. A primera vista, este ciclo parece absurdo porque acaba por donde consuma la operación de comprar para vender, forma por tanto, de suyo, el comienzo de un ciclo
empezó. Ambos polos presentan en él la misma forma económica. Ambos son dinero, y, por tanto, nuevo. La circulación simple de mercancías !el proceso de vender para comprar! sirve de medio para
valores de uso entre los que no media ninguna diferencia cualitativa, pues el dinero no es, como la consecución de un fin último situado fuera de la circulación: la asimilación de valores de uso, la
sabemos, más que la forma transfigurada de las mercancías, en la que se borran todas las huellas de sus satisfacción de necesidades. En cambio, la circulación del dinero como capital lleva en sí mismo su fin,
valores específicos de uso. Cambiar 100 libras esterlinas por algodón para luego cambiar este mismo pues la valorización del valor sólo se da dentro de este proceso constantemente renovado. El
algodón por 100 libras esterlinas; es decir, cambiar, dando un rodeo, dinero por dinero, una cantidad de movimiento del capital es por tanto, incesante.6
dinero por otra igual, sería, evidentemente, una operación absurda e inútil.4 Las sumas de dinero sólo se Como agente consciente de este movimiento, el poseedor de dinero se convierte en capitalista. el punto
distinguen por su magnitud. Por tanto, el proceso D " M " D no debe su contenido a ninguna diferencia de partida y de retorno del dinero se halla en su persona, o por mejor decir en su bolsillo, El contenido
cualitativa entre sus dos polos, pues ambos son dinero, sino simplemente a una diferencia cuantitativa.. objetivo de este proceso de circulación !la valorización del valor! es su fin subjetivo, y sólo actúa
El proceso acaba siempre sustrayendo a la circulación más dinero del que a ella se lanzó. El algodón como capitalista, como capital personificado, dotado de conciencia y de voluntad, en la medida en que
comprado por 100 libras esterlinas se vende, por ejemplo, por 100 + 10, o sea por 110 libras esterlinas. sus operaciones no tienen más motivo propulsor que la apropiación progresiva de riqueza abstracta. El
La fórmula completa de este proceso es por tanto: D " M " D&, donde D& = D + ' D, o lo que es lo valor de uso no puede, pues, considerarse jamás como fin directo del capítalista.7 Tampoco la ganancia
mismo igual a la suma de dinero primeramente desembolsada más un incremento. Este incremento o aislada, sino el apetito insaciable de ganar.8 Este afán absoluto de enriquecimiento, esta carrera
excedente que queda después de cubrir el valor primitivo es lo que yo llamo plusvalía (surplus value). desenfrenada en pos del valor9 hermana al capitalista y al atesorador; pero, mientras que éste no es más
Por tanto, el valor primeramente desembolsado no sólo se conserva en la circulación, sino que su que el capitalista trastornado, el capitalista es el atesorador racional. El incremento insaciable de valor
magnitud de valor experimenta, dentro de ella, un cambio, se incrementa con una plusvalía, se que el atesorador persigue, pugnando por salvar a su dinero de la circulación,10 lo consigue, con más
valoriza. Y este proceso es el que lo convierte en capital. inteligencia, el capitalista, lanzándolo una y otra vez, incesantemente, al torrente circulatorio.11
Cabe, indudablemente, que en la fórmula M " D " M, los dos polos M y M, v. gr. el trigo y el traje, sean Las formas autónomas, formas!dinero, que el valor de las mercancías asume en la circulación simple,
también magnitudes de valor cuantitativamente distintas. El labriego puede, evidentemente, vender su limítanse a servir de mediadoras del intercambio de mercancías, para desaparecer en el resultado final
trigo por más de lo que vale o comprar el traje por menos de su valor. También puede ocurrir que el del proceso. En cambio, en la circulación D " M "D, ambas formas, la mercancía y el dinero,
sastre le engañe. Sin embargo, en esta forma de circulación, las tales diferencias de valor son funcionan como simples modalidades distintas de existencia del propio valor: el dinero como su
puramente fortuitas. Por el hecho de que ambos polos, el trigo y el traje, sean equivalentes, el cambio modalidad general; la mercancía como su modalidad especifica o transfigurada, por decirlo así.12 El
no pierde radicalmente su sentido y razón de ser, como ocurre con el proceso D " M " D. Por el valor pasa constantemente de una forma a otra, sin perderse en estos tránsitos y convirtiéndose así en
sujeto automático. Si plasmamos las formas o manifestaciones específicas que el valor que se valoriza 2. Contradicciones de la fórmula general
reviste sucesivamente a lo largo del ciclo de su vida, llegaremos a las siguientes definiciones: capital es
dinero; capital es mercancía.13 En realidad, el valor se erige aquí en sujeto de un proceso en el que, La forma de circulación en que el dinero sale de la crisálida convertido en capital contradice a todas las
bajo el cambio constante de las formas de dinero y mercancía, su magnitud varia automáticamente, leyes que dejamos expuestas acerca de la naturaleza de la mercancía, del valor, del dinero y de la
desprendiéndose como plusvalía de sí mismo como valor originario, o lo que tanto vale, valorizándose propia circulación. Lo que distingue a esta forma de la circulación simple de mercancías es la serie
a sí mismo. En efecto; el proceso en que engendra plusvalía es su propio proceso, y, por lo tanto, su inversa en que se desarrollan los dos procesos antagónicos, que son los mismos en ambos casos: la
valorización la valorización de sí mismo. Ha obtenido la virtud oculta y misteriosa de engendrar valor venta y la compra. ¿Cómo se explica que esta diferencia puramente formal haga cambiar como por
por el hecho de ser valor. Lanza al mundo crías vivientes, o al menos pone huevos de oro. encanto el carácter de estos procesos?
Como sujeto mudable de este proceso, en el que tan pronto reviste corno abandona la forma de dinero y Además, esta inversión sólo existe para una de las tres partes que intervienen en el trato. El capitalista
de mercancía, pero manteniéndose íntegro y expandiéndose a través de estos cambios, el valor necesita compra la mercancía a A y la revende a B; en cambio, el poseedor simple de mercancías vende su
ante todo de una forma independiente en que se contraste su identidad consigo mismo. Esta forma sólo mercancía a B, para luego comprar otra a A. Para los contratantes A y B, esta diferencia a que nos
puede dársela el dinero. Por eso el dinero constituye el punto de arranque y el punto final de todo referimos no existe. Ellos sólo actúan como comprador y vendedor de mercancías, respectivamente. A
proceso de valorización. Comenzó siendo 100 libras esterlinas, para convertirse ahora en 110, y así su vez, el tercero se enfrenta con ellos, según los casos, como simple poseedor de dinero o como
sucesivamente. Pero el dinero sólo actúa aquí como una de las formas del valor, pues tiene dos. Sin poseedor de mercancías, como comprador o vendedor; unas veces, este tercero es respecto a uno de los
revestir la forma de mercancía, el dinero no puede convertirse en capital. Por tanto, el dinero, aquí, no contratantes un simple comprador y respecto al otro un simple vendedor, para el uno dinero y para el
se alza polémicamente contra la mercancía, como en el atesoramiento. El capitalista sabe que todas las otro mercancía, y para ninguno de los dos capital o capitalista; es decir, representante de algo superior
mercancías, por despreciables que parezcan o por mal que huelan, son, por su fe y por su verdad, al dinero o a la mercancía y capaz de producir efectos distintos a los de la mercancía o a los del dinero.
dinero, judíos interiormente circuncidados, y además medios maravillosos para extraer del dinero Para este tercero, el hecho de comprar a A y de vender a B son dos fases lógicas de un mismo proceso.
nuevo dinero. Pero entre estos dos actos sólo para él existe una ilación lógica. A no se preocupa en lo más mínimo
En la circulación simple, el valor de las mercancías reviste, a lo sumo, frente a su valor de uso, la forma de su transacción con B, y a éste le tiene sin cuidado su trato con A. Y si el tercero en cuestión
autónoma del dinero: en cambio, aquí se nos presenta súbitamente como una sustancia progresiva, con pretendiera demostrarles la ventaja que supone para él el invertir el orden, ellos le probarían que se
movimientos propios, de que la mercancía y el dinero no son más que simples formas. Aún hay más. equivocaba en cuanto a este orden y que la operación total no comenzaba por una compra para
En vez de representar relaciones entre mercancías, el valor aparece revistiendo, como si dijéramos, una terminar en una venta, sino al revés. En efecto; desde el punto de vista de A, el primer trato cerrado por
relación privada consigo mismo. Considerado como valor originario se distingue de sí mismo en el tercero, la compra, constituye una venta, y el segundo trato, la venta, constituye, desde el punto de
cuanto plusvalía, a la manera como el Dios Padre se distingue del Dios Hijo, aunque ambos tengan la vista de B, una compra. No contentos con esto, A y B sostendrían que toda esta operación era perfec-
misma edad y formen de hecho una sola persona, pues la plusvalía de 10 libras esterlinas es lo que tamente inútil, como un juego malabar. A su modo de ver, bastaría con que A hubiese vendido su
convierte a las 100 libras esterlinas en capital, y tan pronto como esto ocurre, tan pronto como el Hijo, mercancía directamente a B, y éste se la hubiera comprado directamente a A. Con esto, toda la ope-
y, a través de él el Padre, es engendrado, se borran de nuevo sus diferencias, y ambos se reducen a una ración se desmoronaría, para convertirse en un acto unilateral, en uno de tantos actos de la circulación
unidad, a 110 libras esterlinas. vulgar de mercancías, que desde el punto de vista de A sería una simple venta y desde el punto de
El valor se convierte, por tanto, en valor progresivo, en dinero progresivo, o lo que es lo mismo, en vista de B una simple compra. Como vemos, la inversión del orden no nos permite remontarnos sobre
capital. El valor proviene de la circulación y retorna nuevamente a ella, se mantiene y multiplica en la órbita de la circulación simple de mercancías; no tenemos, pues, más remedio que detenernos a
ella, refluye a ella incrementado y reinicia constantemente el mismo ciclo.14 D " D&, dinero que incuba investigar sí, por su naturaleza, esa circulación consiente la valorización de los valores sobre que versa,
dinero, money which begets money, reza la definición del capital en boca de sus primeros intérpretes, y por tanto, la formación de plusvalía.
los mercantilistas. Enfoquemos el proceso de circulación en una forma en que no envuelva más que un simple intercambio
Comprar para vender, o dicho más exactamente, comprar para vender más caro, D " M " D&, parece a de mercancías. Es esto lo que acontece siempre que ambos poseedores se compran uno a otro
primera vista como si sólo fuese la fórmula propia de una modalidad del capital, del capital mercantil. mercancías y saldan en el día de su vencimiento la diferencia entre sus créditos respectivos. Aquí, el
Pero no es así: el capital industrial es también dinero que se convierte en mercancía, para convertirse dinero es un simple dinero aritmético, cuya misión se reduce a expresar en sus precios los valores de
nuevamente en más dinero, mediante la venta de aquélla. Los actos que puedan producirse entre la las mercancías, sin enfrentarse materialmente con éstas. Si sólo nos fijamos en el valor de uso, es
compra y la venta, fuera de la órbita de circulación, no alteran en lo más mínimo esta forma del evidente que ambas partes contratantes pueden salir ganando con el cambio. Ambos se desprenden de
proceso. Finalmente, en el capital dado a interés la circulación D ! M ! D& se presenta bajo una forma mercancías que como valores de uso no les sirven de nada, obteniendo a cambio otras de cuyo uso
concentrada, sin fase intermedia ni mediador, en estilo lapidario por decirlo así, como D ! D&, o sea necesitan. Y puede ocurrir que esta utilidad no sea la única. A, que vende vino y compra trigo, produce
dinero, que es a la par más dinero, valor superior a su propio volumen. acaso más vino del que podría producir trabajando el mismo tiempo el agricultor B, y éste, a su vez,
D " M " D& es, pues, en suma, la fórmula genérica del capital, tal y como se nos presenta directamente más trigo del que, trabajando el mismo tiempo, podría producir el cosechero de vino A. Por el mismo
en la órbita de la circulación. valor de cambio, A, obtendrá, pues, más trigo y B más vino que si ambos hubieran de producir trigo y
vino respectivamente para sus necesidades, sin acudir al intercambio. En lo que toca al valor de uso, otras que necesitamos: damos menos por más...Cuando los objetos cambiados sean iguales en valor a la
cabe, pues, afirmar, que #el cambio es una operación en la que ambas partes salen ganando$.15 Otra misma cantidad de dinero, es natural pensar que el cambio versa sobre valores iguales... Pero hay que
cosa acontece con el valor de cambio. #Un hombre que posee mucho vino y ningún trigo, trata con otro tener en cuenta también otro factor, a saber: que ambos cambiamos lo que nos sobra por lo que nos
que posee mucho trigo y ningún vino, y entre ellos se cambia trigo por valor de 50 por un valor de 50 falta.$22 Como se ve, Condillac no sólo mezcla y confunde el valor de uso y el valor de cambio, sino
en vino. Esta operación no implica incremento del valor de cambio para ninguna de las dos partes, que, procediendo de un modo verdaderamente pueril, atribuye a una sociedad basada en un régimen
pues, antes de celebrarse, ambas poseían ya un valor igual al que por medio de este trato obtienen.$16 desarrollado de producción de mercancías un estado de cosas en que el productor produce directamente
El hecho de que entre las mercancías se deslice como medio de circulación el dinero, desdoblando sus medios de subsistencia y sólo lanza a la circulación lo que le sobra después de cubrir sus
visiblemente los actos de la compra y la venta, no hace cambiar el asunto en lo más minimo.17 El valor necesidades, el excedente.23 Y, sin embargo, el argumento de Condillac aparece empleado
de las mercancías aparece ya expresado en sus precios antes de que se lancen a la circulación; es, por frecuentemente por los economistas modernos, sobre todo cuando se trata de presentar como fuente de
tanto, premisa y no efecto de ésta.18 plusvalía la forma desarrollada de circulación de mercancías, el comercio. #El comercio*dice, por
Considerada en abstracto, es decir, dejando a un lado todos los hechos que no se derivan de las leyes ejemplo un autor! añade valor a los productos, pues éstos, siendo los mismos, tienen más valor en
inmanentes de la circulación simple de mercancías, en ésta sólo se opera, aparte de la sustitución de un manos del consumidor que en manos del productor, razón por la cual el comercio debe ser considerado
valor de uso por otro, una metamorfosis, un simple cambio de forma de la mercancía. En manos del estrictamente como acto de producción$.24 Pero lo cierto es que las mercancías no se pagan dos veces,
poseedor de mercancías persiste el mismo valor, es decir, la misma cantidad de trabajo social una por su valor de uso y otra por su valor. Y si para el comprador el valor de uso de la mercancía es
materializado primero en forma de su propia mercancía, luego bajo la forma de dinero en que ésta se más útil que para el vendedor, a éste le interesa más que al comprador su forma en dinero. De no ser
convierte, y por último bajo la forma de la mercancía en que ese dinero vuelve a invertirse. Pero este así, no la vendería. De modo que lo mismo podríamos decir que el comprador realiza estrictamente un
cambio de forma no envuelve cambio alguno, en lo que a la magnitud de valor se refiere. Por su parte #acto de Producción$ al convertir en dinero, por ejemplo, las medias que le vende el comerciante.
el cambio que experimenta en este proceso el valor de la mercancía se reduce a un cambio de su forma Si lo que se cambia son mercancías o mercancías y dinero con el mismo valor de cambio, es decir,
dinero. Esta, que al principio sólo existía en cuanto precio de la mercancía puesta en venta, existe equivalentes, es innegable que nadie puede sacar de la circulación más valor del que metió en ella. No
luego como suma de dinero, aunque ya expresada antes en el precio de la mercancía, y, por último, es, pues, aquí donde se forma la plusvalía. En su forma pura, el proceso de circulación de mercancías
como el precio de una mercancía equivalente. De suyo, este cambio de forma no entraña ni el más leve presupone el intercambio de equivalentes. Sin embargo, en la realidad las cosas no se presentan en toda
cambio en punto a la magnitud del valor, del mismo modo que un billete de cinco libras no aumenta ni su pureza. Partamos, pues, del intercambio de no equivalentes.
disminuye de valor en lo más mínimo al cambiarse por soberanos, medios soberanos y chelines. Por Desde luego, en el mercado no hay más que poseedores de mercancías, y el poder que estas personas
tanto, si la circulación de la mercancía sólo se traduce en un cambio de forma de su valor, su función se pueden ejercer unas sobre otras es, pura y simplemente, el poder de sus respectivas mercancías. La
reduce, suponiendo que el fenómeno se desarrolle en toda su pureza, a operar un simple cambio de diversidad material de las mercancías es el motivo material a que responde el cambio y hace que los
equivalentes. La propia economía vulgar, con no sospechar siquiera lo que es el valor, siempre que poseedores de mercancías dependan los unos de los otros y viceversa, puesto que ninguno de ellos
quiere, a su modo, investigar el fenómeno en toda su pureza, parte del supuesto de que la demanda y la tiene en sus manos el objeto que necesita, y en cambio todos poseen el que necesitan los demás. Fuera
oferta se equilibran, cesando por tanto, en absoluto, sus efectos. Por consiguiente, sí con relación al de esta diversidad material, de sus valores de uso, entre las mercancías no media más diferencia que la
valor de uso ambas partes contratantes pueden salir ganando, es imposible que respecto al valor de que existe entre su forma natural y su forma transfigurada, o sea entre la mercancía y el dinero. He aquí
cambio ganen las dos. Aquí rige otra norma: #Donde hay equivalencia, no puede haber lucro.$19 Cabe, por qué los poseedores de mercancías sólo se distinguen los unos de los otros como vendedores o
indudablemente, que las mercancías se vendan por un precio divergente de su valor, pero esta poseedores de mercancías y compradores o poseedores de dinero.
divergencia no es más que una transgresión de la ley del cambio de mercancias.20 En su forma pura, el Supongamos que, gracias a un misterioso privilegio, al vendedor le sea dado vender la mercancía por
cambio de mercancías es siempre un cambio de equivalentes y, por tanto, no da pie para lucrarse encima de su valor, a 110 por ejemplo, a pesar de que sólo vale 100, es decir, con un recargo nominal
obteniendo más valor.21 del 10 por ciento. El vendedor se embolsará, por tanto, una plusvalía de 10. Pero, después de ser
Detrás de las tentativas de quienes se esfuerzan por presentar la circulación de mercancías como la vendedor, se convierte en comprador. Ahora, se enfrenta con un tercer poseedor de mercancías que
fuente de la plusvalía se esconde, pues, casi siempre, un quid pro quo, una confusión de valor de uso y hace funciones de vendedor y que goza, a su vez, del privilegio de vender su mercancía un 10 por
valor de cambio. Tal ocurre, por ejemplo, en Condillac: #No es exacto que el cambio de mercancías ciento más cara. Nuestro hombre habrá ganado 10 como vendedor, para volver a perder 10 como
verse sobre el intercambio de valores iguales. Es al revés. De los dos contratantes, uno entrega siempre comprador.25 Visto en su totalidad, el asunto se reduce, en efecto, a que todos los poseedores de
un valor inferior, para recibir a cambio otro más grande... En efecto, si se cambiasen siempre valores mercancías se las vendan unos a otros con un 10 por ciento de recargo sobre su valor, que es
iguales, ninguno de los contratantes podría obtener una ganancia, y sin embargo, ambos ganan, o por exactamente lo mismo que si las vendiesen por lo que valen. Este recargo nominal de precios impuesto
lo menos ambos debieran ganar. ¿Por qué? El valor de los objetos reside, pura y simplemente, en su a las mercancías con carácter general produce los mismos efectos que si, por ejemplo, los valores de las
relación con nuestras necesidades. Lo que para uno es más es para el otro menos y, viceversa ... No se mercancías se tasasen en plata en vez de tasarse en oro. Las expresiones en dinero, es decir, los precios
puede partir del supuesto de que ofrezcamos en venta objetos indispensables para las necesidades de de las mercancías, crecerían, pero sus proporciones de valor permanecerían invariables.
nuestro consumo... Nos desprendemos de cosas que nos son inútiles con objeto de obtener a cambio
Supongamos, por el contrario. que es el comprador quien tiene el privilegio de comprar las mercancías habrá convertido sus 40 libras en 50, sacando más dinero del que invirtió y transformando su mercancía
por debajo de su valor. No hace falta siquiera recordar que el comprador será, a su vez, cuando le en capital. Observemos la cosa más de cerca. Antes de realizarse esta operación, teníamos en manos de
llegue el turno, vendedor. Mejor dicho. lo ha sido ya, antes de actuar como comprador. Por tanto, antes A vino por valor de 40 libras esterlinas, y en manos de B trigo por valor de 50 libras, o sea, un valor
de ganar, como comprador, el 10 por ciento, habrá perdido la misma suma como vendedor.26 No habrá total de 90 libras esterlinas. Realizada la operación, el valor total sigue siendo el mismo: 90 libras. El
cambiado absolutamente nada. valor circulante no ha aumentado ni un átomo: lo único que ha variado es su distribución entre A y B.
La creación de la plusvalía y, por tanto, la transformación del dinero en capital, no puede, como se ve, Lo que de un lado aparece como plusvalía, es del otro lado minusvalía; lo que de una parte representa
tener su explicación en el hecho de que el vendedor venda las mercancías por más de lo que valen o el un más, representa de la otra un menos. Si A hubiese robado abiertamente las 10 libras a B, sin guardar
comprador las adquiera por menos de su valor.27 las formas del intercambio, el resultado seria el mismo. Es evidente que la suma de los valores
Y el problema no se simplifica, ni mucho menos, deslizando de contrabando factores ajenos a él, circulantes no aumenta, ni puede aumentar, por muchos cambios que se operen en su distribución, del
diciendo, por ejemplo, con el coronel Torrens: #La demanda efectiva consiste en la capacidad e mismo modo que la masa de los metales preciosos existentes en un país no aumenta por el hecho de
inclinación(%) del consumidor a dar por las mercancías, mediante intercambio directo o indirecto, una que un judío venda un céntimo del tiempo de la reina Ana por una guinea. La clase capitalista de un
determinada porción de ingredientes del capital, superior a la que cuesta su producción.$28 En la país no puede engañarse a si misma en bloque.31
circulación, productores y consumidores sólo se enfrentan como vendedores y compradores, Por muchas vueltas que le demos, el resultado será siempre el mismo. Sí se cambian equivalentes, no
respectivamente. Afirmar que la plusvalía del productor tiene su origen en el hecho de que los se produce plusvalía, ni se produce tampoco aunque se cambien valores no equivalentes.32 La
consumidores pagan la mercancía por encima de su valor, equivale a mantener embozadamente la circulación o el cambio de mercancías no crea valor .33
sencilla tesis de que los poseedores de mercancías tienen, como vendedores, el privilegio de vender Esa es la razón de que en nuestro análisis de la forma básica del capital, de la forma en que éste
demasiado caro. Si el vendedor produce directamente la mercancía o representa a su productor, el determina la organización económica de la sociedad moderna, prescindamos totalmente, por el mo-
comprador, a su vez, ha producido personalmente la mercancía materializada en su dinero, o mento, de sus manifestaciones vulgares y antediluvianas, por decirlo así: el capital comercial y el
representa, por lo menos, a su productor. Son, pues, dos productores los que se enfrentan. Lo único que capital a interés.
los separa es que el uno compra y el otro vende. Sosteniendo que el poseedor de mercancías, al que En el verdadero capital comercial es donde se presenta con mayor pureza la forma D " M " D, comprar
damos el nombre de productor, venda la mercancía por menos de lo que vale, que bajo el nombre de para vender más caro. Además, todo él se mueve dentro de la órbita de la circulación. Pero, como es
consumidor la paga más cara, no avanzaremos ni un solo paso.29 imposible explicar la transformación del dinero en capital, la creación de plusvalía, ateniéndose
Por eso los que mantienen consecuentemente la ilusión de que la plusvalía brota de un recargo nominal exclusivamente a la circulación, el capital comercial se representa como una imposibilidad cuando
de precios, o sea de un privilegio que permite al vendedor vender la mercancía por más de lo que vale, versa sobre el cambio de equivalentes,34 y por eso procura explicársele por el doble engaño de los
parten de la existencia de una clase que compra sin vender, o, lo que es lo mismo, que consume sin productores de mercancías que las compran y las venden y que son víctimas, por igual, del comerciante
producir. Ateniéndonos al punto de vista en que estamos colocados, al punto de vista de la circulación que parasitariamente se interpone entre unos y otros. En este sentido, dice Franklin: #La guerra es un
simple, la existencia de esa clase es, para nosotros, por el momento, un hecho inexplicable. Pero, robo; el comercio, una estafa.$35 Para que la valorización del capital comercial no se nos represente
adelantemos un poco lo que habrá de exponerse en su lugar. El dinero de que se sirva esa clase para sus como una simple estafa de que se hace víctima a los productores de mercancías, tiene que darse una
continuas compras deberá afluir a ella directamente y de un modo constante desde los poseedores de larga serie de eslabones intermedios, que, por el momento, no se dan, puesto que aquí nos hemos de
mercancías, sin cambio, gratuitamente, en virtud de determinados títulos jurídicos o por obra de la atener a la circulación de mercancía en su aspecto simple.
violencia. Vender esta clase las mercancías por más de lo que valen equivale sencillamente a Y lo que decimos del capital comercial es también aplicable, en mayor grado todavía al capital a
reembolsarse por el engaño de una parte del dinero arrebatado sin dar nada a cambio.30 Así por ejem- interés. En el capital comercial, los dos extremos, el del dinero que se lanza al mercado y el del dinero
plo, las ciudades del Asia Menor pagaban a Roma todos los años un tributo en dinero. Con este dinero, que en cantidad mayor se retira ! de él. aparecen por lo enlazados mediante una compra y una venta,
Roma les compraba mercancías, pagándolas por más de su valor. Los habitantes de las ciudades con- mediante el movimiento de la circulación. En cambio, en el capital a interés la formula D ! M ! D& se
quistadas engañaban a los romanos, arrancando a sus conquistadores, por medio del comercio, una reduce a los dos extremos escuetos D ! D& dinero que se cambia por más dinero, fórmula que
parte del tributo. A pesar de esto, los engañados seguían siendo ellos, los vendedores, puesto que los contradice a la naturaleza del dinero y que es, por tanto, inexplicable desde el , punto de Vista del
romanos les pagaban sus mercancías con su propio dinero. No es éste, evidentemente, un método para cambio de mercancías. Por eso dice Aristóteles: #como la crematística es de dos clases, una para el
enriquecerse ni para crear plusvalía. comercio y otra para la economía, esta última necesaria y laudable, la primera, en cambio, basada en la
Atengámonos, por tanto, a los límites del cambio de mercancías, en el que los vendedores son circulación y con razón censurada, (pues no descansa en la naturaleza, sino en el mutuo engaño), la
compradores y éstos, a su vez, vendedores. Nuestra perplejidad proviene, acaso, de que nos hemos usura es odiada, y con toda razón, pues aquí el dinero es fuente directa de lucro y no se emplea para lo
limitado a enfocar las personas como categorías personificadas y no con su personalidad individual. que se inventó Pues el dinero se creó para el cambio de mercancías y el interés hace del dinero más
Puede ocurrir que el poseedor de mercancías A sea tan astuto, que engañe a sus colegas B o C y que dinero. De ahí su nombre (WVFV9, que en griego quiere decir interés y criatura), pues las criaturas
éstos, pese a toda su buena voluntad, no sean capaces de tomarse la revancha. A vende a B vino por semejan siempre al criador. Y el interés es dinero de dinero, es decir, la más antinatural de todas las
valor de 40 libras esterlinas y recibe a cambio trigo por valor de 50 libras. Mediante esta operación A ramas de lucro.$36
En el curso de nuestra investigación, nos encontraremos con el capital comercial y con el capital a decir, de su consumo. Pero, para poder obtener valor del consumo de una mercancía, nuestro poseedor
interés, como formas derivadas, y veremos también por qué, históricamente, estas formas son ante- de dinero tiene que ser tan afortunado que, dentro de la órbita de la circulación, en el mercado
riores a la forma básica moderna del capital. descubra una mercancía cuyo valor de uso posea la peregrina cualidad de ser fuente de valor, cuyo
Hemos visto que la plusvalía no puede brotar de la circulación, que, por tanto, al crearse, tiene consumo efectivo fuese, pues, al propio tiempo, materialización de trabajo, y, por tanto, creación de
necesariamente que operar a sus espaldas como algo invisible en sí misma.37 Pero ¿es que la plusvalía valor. Y, en efecto, el poseedor de dinero encuentra en el mercado esta mercancía específica: la capaci-
puede brotar de otra fuente que no sea la circulación? La circulación es la suma de todas las relaciones dad de trabajo o la fuerza de trabajo.
de cambio que se establecen entre los poseedores de mercancías. Fuera de la circulación, el poseedor Entendemos por capacidad o fuerza de trabajo el conjunto de las condiciones físicas y espirituales que
de mercancías no se relaciona más que con las mercancías de su propiedad. Por lo que se refiere a su se dan en la corporeidad, en la personalidad viviente de un hombre y que éste pone en acción al
valor, el problema se reduce a que las mercancías encierran una cantidad de trabajo propio, medida con producir valores de uso de cualquier clase.
arreglo a determinadas reglas sociales. Esta cantidad de trabajo se expresa en la magnitud de valor de Sin embargo, para que el poseedor de dinero pueda encontrar en el mercado, como una mercancía, la
la mercancía y, como la magnitud de valor se representa por el dinero aritmético, no se traduce en un fuerza de trabajo, tienen que concurrir diversas condiciones. El cambio de mercancías no implica de
precio, v. gr. de 10 libras esterlinas. Pero su trabajo no se traduce en el valor de la mercancía, ni en un suyo más relaciones de dependencia que las que se desprenden de su propio carácter. Arrancando de
superávit de su propio valor, v. gr. en un precio de 10 que representa, al mismo tiempo, un precio de esta premisa, la fuerza de trabajo sólo puede aparecer en el mercado, como una mercancía, siempre y
11, en un valor superior a sí mismo. El poseedor de mercancías puede, con su trabajo, crear valores, cuando que sea ofrecida y vendida como una mercancía por su propio poseedor, es decir, por la
pero no valores que engendren nuevo valor. Puede aumentar el valor de una mercancía, añadiendo al persona a quien pertenece. Para que éste, su poseedor, pueda venderla como una mercancía, es
valor existente nuevo valor mediante un nuevo trabajo, v. gr. convirtiendo el cuero en botas. La misma necesario que disponga de ella, es decir, que sea libre propietario de su capacidad de trabajo, de su
materia, el cuero, encerrará ahora más valor, puesto que contiene una cantidad mayor de trabajo. Las persona.40 El poseedor de la fuerza de trabajo y el poseedor del dinero se enfrentan en el mercado y
botas valen más que el cuero, indudablemente, pero el valor del cuero sigue siendo el que era. No ha contratan de igual a igual como poseedores de mercancías, sin más distinción ni diferencia que la de
engendrado un nuevo valor, ni ha arrojado plusvalía durante la fabricación de las botas. Es imposible, que uno es comprador y el otro vendedor: ambos son, por tanto, personas jurídicamente iguales. Para
por tanto, que el productor de mercancías, fuera de la órbita de la circulación, sin entrar en contacto que esta relación se mantenga a lo largo del tiempo es, pues, necesario que el dueño de la fuerza de
con otros poseedores de mercancías, valorice su valor, transformando, por tanto, en capital, el dinero o trabajo sólo la venda por cierto tiempo, pues si la vende en bloque y para siempre, lo que hace es
la mercancía. venderse a sí mismo, convertirse de libre en esclavo, de poseedor de una mercancía en mercancía. Es
Como se ve, el capital no puede brotar de la circulación, ni puede brotar tampoco fuera de la necesario que el dueño de la fuerza de trabajo, considerado como persona, se comporte constantemente
circulación. Tiene necesariamente que brotar en ella y fuera de ella, al mismo tiempo. respecto a su fuerza de trabajo como respecto a algo que le pertenece y que es, por tanto, su mercancía,
Llegamos, pues, a un doble resultado. y el único camino para conseguirlo es que sólo la ponga a disposición del comprador y sólo la ceda a
La transformación del dinero en capital ha de investigarse a base de las leyes inmanentes al cambio de éste para su consumo pasajeramente, por un determinado tiempo, sin renunciar por tanto, a su
mercancías, tomando, por tanto, como punto de partida el cambio de equívalentes.38 Nuestro. poseedor propiedad, aunque ceda a otro su disfrute.41
de dinero, que, por el momento, no es más que una larva de capitalista, tiene necesariamente que La segunda condición esencial que ha de darse para que el poseedor de dinero encuentre en el mercado
comprar las mercancías por lo que valen y que venderlas por su valor, y sin embargo, sacar al final de la fuerza de trabajo como una mercancía, es que su poseedor, no pudiendo vender mercancías en que
este proceso más valor del que invirtió. Su metamorfosis en mariposa tiene que operarse en la órbita de su trabajo se materialice, se vea obligado a vender como una mercancía su propia fuerza de trabajo,
la circulación y fuera de ella a un tiempo mismo. Tales son las condiciones del problema. Hic Rhodus, identificada con su corporeidad viva.
hic salta! (35) Para poder vender mercancías distintas de su fuerza de trabajo, el hombre necesita poseer,
evidentemente, medios de producción, materias primas, instrumentos de trabajo, etc. No puede hacer
3. Compra y venta de la fuerza de trabajo botas sin cuero. Además, necesita medios de vida. Nadie, por muy optimista que sea, puede vivir de los
productos del porvenir, ni por tanto de valores de uso aún no producidos por completo, y, desde el día
La transformación de valor del dinero llamado a convertirse en capital no puede operarse en este en que pisa la escena de la tierra, el hombre consume antes de poder producir y mientras produce. Si
mismo dinero, pues el dinero, como medio de compra y medio de pago, no hace más que realizar el sus productos se crean con el carácter de mercancías, necesariamente tienen que venderse después de
precio de la mercancía que compra o paga, manteniéndose inalterable en su forma genuina, como su producción, y por tanto, sólo pueden satisfacer las necesidades del productor después de vendidos.
cristalización de una magnitud permanente de valor.39 La transformación del dinero en capital no puede Al tiempo necesario para la producción hay que añadir el tiempo necesario para la venta.
brotar tampoco de la segunda fase de la circulación, de la reventa de la mercancía, pues este acto se Para convertir el dinero en capital, el poseedor de dinero tiene, pues, que encontrarse en el mercado,
limita a convertir nuevamente la mercancía de su forma natural en la forma dinero. Por tanto, la trans- entre las mercancías, con el obrero libre; libre en un doble sentido, pues de una parte ha de poder
formación tiene necesariamente que operarse en la mercancía comprada en la primera fase, D ! M, disponer libremente de su fuerza de trabajo como de su propia mercancía, y, de otra parte, no ha de
pero no en su valor, puesto que el cambio versa sobre equivalentes y la mercancía se paga por lo que tener otras mercancías que ofrecer en venta; ha de hallarse, pues, suelto, escotero y libre de todos los
vale. La transformación a que nos referimos sólo puede, pues, brotar de su valor de uso como tal, es objetos necesarios para realizar por cuenta propia su fuerza de trabajo.
Al poseedor de dinero, que se encuentra con el mercado de trabajo como departamento especial del conservación de aquél. Ahora bien; para su conservación, el ser viviente necesita una cierta suma de
mercado de mercancías, no le interesa saber por qué este obrero libre se enfrenta con él en la órbita de medios de vida. Por tanto, el tiempo de trabajo necesario para producir la fuerza de trabajo viene a
la circulación. Por el momento, tampoco a nosotros nos interesa este problema. Nos atenemos reducirse al tiempo de trabajo necesario para la producción de estos medios de vida: o lo que es lo
teóricamente a los hechos, a los mismos hechos a que el poseedor de dinero se atiene prácticamente. mismo, el valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de vida necesarios para asegurar la
Pero, hay algo indiscutible, y es que la naturaleza no produce, de una parte, poseedores de dinero o de subsistencia de su poseedor. Sin embargo, la fuerza de trabajo solo se realiza ejercitándose, y sólo se
mercancías, y de otra parte simples poseedores de sus fuerzas personales de trabajo. Este estado de ejercita trabajando. Al ejercitarse, al trabajar, se gasta una determinada cantidad de músculos, de
cosas no es, evidentemente obra de la historia natural, ni es tampoco un estado de cosas social común nervios, de cerebro humano, etc., que es necesario reponer, Al intensificarse este gasto, tiene que
a todas las épocas de la historia. Es, indudablemente, el fruto de un desarrollo histórico precedente, el intensificarse también, forzosamente, el ingreso.44 Después de haber trabajado hoy, el propietario de la
producto de una larga serie de transformaciones económicas, de la destrucción de toda una serie de fuerza de trabajo tiene que volver a repetir mañana el mismo proceso, en idénticas condiciones de
formaciones más antiguas en el campo de la producción social. fuerza y salud. Por tanto, 1a suma de víveres y medios de vida habrá de ser por fuerza suficiente para
Las categorías económicas que hemos estudiado dejan también su huella histórica. En la existencia del mantener al individuo trabajador en su estado normal de vida y de trabajo. Las necesidades naturales, el
producto como mercancía van implícitas condiciones históricas determinadas. Para convertirse en alimento, el vestido, la calefacción, la vivienda, etc., varían con arreglo a las condiciones del clima y a
mercancía, es necesario que el producto no se cree como medio directo de subsistencia para el propio las demás condiciones naturales de cada país. Además, el volumen de las llamadas necesidades
productor. Sí hubiéramos seguido investigando hasta averiguar bajo qué condiciones los productos naturales, así como el modo de satisfacerlas, son de suyo un producto histórico que depende, por tanto,
todos o la mayoría de ellos revisten la forma de mercancía, habríamos descubierto que esto sólo en gran parte, del nivel de cultura de un país y, sobre todo, entre otras cosas, de las condiciones. los
acontece a base de un régimen de producción específico y concreto, el régimen de producción capi- hábitos y las exigencias con que se haya formado la clase de los obreros libres.45 A diferencia de las
talista. Pero esta investigación no tenía nada que ver con el análisis de la mercancía. En efecto, puede otras mercancías, la valoración de la fuerza de trabajo encierra, pues, un elemento histórico moral. Sin
haber producción y circulación de mercancías aunque la inmensa mayoría de los artículos producidos embargo, en un país y en una época determinados, la suma media de los medios de vida necesarios
se destinen a cubrir las propias necesidades de sus productores, sin convertirse por tanto en constituye un factor fijo.
mercancías, es decir, aunque el proceso social de la producción no esté presidido todavía en todas sus El poseedor de la fuerza de trabajo es un ser mortal. Por tanto, para que su presencia en el mercado sea
partes por el valor de cambio. La transformación del producto en mercancía lleva consigo una división continua, como lo requiere la transformación continua de dinero en capital, es necesario que el
del trabajo dentro de la sociedad tan desarrollada, que en ella se consuma el divorcio entre el valor de vendedor de la fuerza de trabajo se perpetúe, #como se perpetúa todo ser viviente, por la
uso y el valor de cambio, que en la fase del trueque directo no hace más que iniciarse. Pero esta fase de procreación$.46 Por lo menos, habrán de reponerse por un número igual de fuerzas nuevas de trabajo
progreso se presenta ya en las más diversas formaciones económicas sociales de que nos habla la las que retiran del mercado el desgaste y la muerte. La suma de los medios de vida necesarios para la
historia. producción de la fuerza de trabajo incluye, por tanto, los medios de vida de los sustitutos, es decir, de
Si analizamos el dinero, vemos que éste presupone un cierto nivel de progreso en el cambio de los hijos de los obreros, para que esta raza especial de poseedores de mercancías pueda perpetuarse en
mercancías. Las diversas formas especiales del dinero: simple equivalente de mercancías, medio de el mercado.47
circulación, medio de pago, atesoramiento y dinero mundial, apuntan, según el alcance y la primacía Para modificar la naturaleza humana corriente y desarrollar la habilidad y la destreza de hombre para
relativa de una u otra función, a fases muy diversas del proceso de producción social. Sin embargo, la un trabajo determinado, desarrollando y especializando su fuerza de trabajo, hácese necesaria una
experiencia enseña que, para que todas estas formas existan, basta con una circulación de mercancías determinada cultura o instrucción, que, a su vez, exige una suma mayor o menor de equivalentes de
relativamente poco desarrollada. No acontece así con el capital. Las condiciones históricas de mercancías. Los gastos de educación de la fuerza de trabajo varían según el carácter más o menos
existencia de éste no se dan, ni mucho menos, con la circulación de mercancías y de dinero. El capital calificado de ésta. Por tanto, estos gastos de aprendizaje, que son insignificantes tratándose de la fuerza
s6lo surge allí donde el poseedor de medios de producción y de vida encuentra en el mercado al obrero de trabajo corriente, entran en la suma de los valores invertidos en su producción.
libre como vendedor de su fuerza de trabajo, y esta condición histórica envuelve toda una historia El valor de la fuerza de trabajo se reduce al valor de una determinada suma de medios de vida.
universal. Por eso el capital marca, desde su aparición, una época en el proceso de la producción social Cambia, por tanto, al cambiar el valor de éstos, es decir, al aumentar o disminuir el tiempo de trabajo
.42 necesario para su producción.
Detengámonos a analizar un poco de cerca esta peregrina mercancía que es la fuerza de trabajo. Posee, Una parte de los medios de vida, v. gr. los víveres, el, combustible, etc., se consume diariamente y
como todas las demás mercancías, un valor.43 ¿Cómo se determina este valor? tiene que reponerse día tras día. Otros medios de vida, tales como los vestidos, los muebles, etc., duran
El valor de la fuerza de trabajo, como el de toda otra mercancía, lo determina el tiempo de trabajo más, y por tanto sólo hay que reponerlos más de tarde en tarde. Unas mercancías hay que comprarlas o
necesario para la producción, incluyendo, por tanto, la reproducción de este artículo específico. pagarlas diariamente, otras semanalmente, trimestralmente, etc. Pero, cualquiera que sea el modo como
Considerada como valor, la fuerza de trabajo no representa más que una determinada cantidad de estos gastos se distribuyen durante el año, por ejemplo, lo cierto es que han de cubrirse día tras día con
trabajo social medio materializado en ella. La fuerza de trabajo sólo existe como actitud del ser los ingresos medios. Suponiendo que la masa de las mercancías que exige diariamente la producción de
viviente. Su producción presupone, por tanto, la existencia de este. Y, partiendo del supuesto de la la fuerza de trabajo sea = A, la de las mercancías que reclama semanalmente = B, la de las que exige
existencia del individuo, la producción de la fuerza de trabajo consiste en la reproducción o trimestralmente = C, etc., tendríamos que la media diaria de estas mercancías seria = 365 A + 52 B + 4
C + etc. / 365. Supongamos que en esta masa de mercancías indispensables para cubrir las necesidades obreros pierdan los salarios devengados, al quebrar el capitalista,51 y lo evidencia también toda una
medias de cada día se contengan 6 horas de trabajo social; según esto, la fuerza de trabajo de un día serie de efectos menos circunstancíales.52 Sin embargo, el que el dinero funcione como medio de
vendrá a representar medio día de trabajo social medio; o, dicho de otro modo, la producción diaria de compra o como medio de pago no altera para nada el carácter del cambio de mercancías. El precio de la
la fuerza de trabajo exigirá medio día de trabajo. Esta cantidad de trabajo necesaria para su producción fuerza de trabajo se fija contractualmente, aunque no se realice hasta después de entregada la
diaria constituye el valor de un día de fuerza de trabajo, o sea, el valor de la fuerza de trabajo mercancía, como ocurre con el alquiler o la renta de una casa. La fuerza de trabajo queda vendida,
diariamente reproducida. Y si representamos medio día de trabajo social medio por una masa de oro de aunque no se pague hasta más tarde. Sin embargo, para enfocar el fenómeno en toda su pureza, es
3 chelines o un tálero, tendremos que es un tálero el precio correspondiente al valor diario de la fuerza conveniente partir del supuesto provisional de que al poseedor de la fuerza de trabajo se le abona el
de trabajo. Si el poseedor de la fuerza de trabajo la ofrece en el mercado por un tálero diario, su precio precio contractualmente estipulado en el momento mismo de venderla.
en venta será igual a su valor y, según el supuesto de que aquí partimos, el poseedor de dinero ávido de Ya sabemos cómo se determina el valor que el poseedor del dinero paga al poseedor de esta
convertirlo en capital paga, en efecto, este valor. característica mercancía que es la fuerza de trabajo. Qué valor de uso obtiene aquél a cambio del
El límite último o mínimo de¡ valor de la fuerza de trabajo lo señala el valor de aquella masa de dinero que abona es lo que ha de revelar el consumo efectivo de la mercancía, el proceso de consumo
mercancías cuyo diario aprovisionamiento es indispensable para el poseedor de la fuerza de trabajo, de, la fuerza de trabajo. El poseedor del dinero compra en el mercado de mercancías y paga por todo lo
para el hombre, ya que sin ella no podría renovar su proceso de vida; es decir, el valor de los medios de que valen los objetos necesarios para este proceso, las materias primas, etc. El proceso de consumo de
vida físicamente indispensables. Si el precio de la fuerza es inferior a este mínimo, descenderá por la fuerza de trabajo es, al mismo tiempo, el proceso de producción de la mercancía y de la plusvalía.
debajo de su valor, ya que, en estas condiciones, sólo podrá mantenerse y desarrollarse de un modo El consumo de la fuerza de trabajo, al igual que el consumo de cualquier otra mercancía, se opera al
raquítico. Y el valor de toda mercancía depende del tiempo de trabajo necesario para suministrarla en margen del mercado o de la órbita de la circulación. Por eso, ahora, hemos de abandonar esta ruidosa
condiciones normales de buena calidad. escena, situada en la superficie y a la vista de todos, para trasladarnos, siguiendo los pasos del poseedor
Es de un sentimentalismo extraordinariamente barato tachar de burda esta valoración de la fuerza de del dinero y del poseedor de la fuerza de trabajo, al taller oculto de la producción, en cuya puerta hay
trabajo derivada de la propia naturaleza del fenómeno y exclamar, con Rossi: #Concebir la capacidad un cartel que dice: #No admittance except on business.$ (36) Aquí, en este taller, veremos no sólo
de trabajo (puissance de travail) haciendo caso omiso de los medios de subsistencia del trabajo durante cómo el capital produce, sino también cómo se produce él mismo, el capital. Y se nos revelará
el proceso de producción, equivale a concebir un parto cerebral (étre de raison). Quien dice trabajo, definitivamente el secreto de la producción de la plusvalía.
quien dice capacidad de trabajo, dice al propio tiempo obrero y medios de subsistencia del obrero, La órbita de la circulación o del cambio de mercancías, dentro de cuyas fronteras se desarrolla la
obrero y salario.$48 No; quien dice capacidad de trabajo no dice trabajo, del mismo modo que no es lo compra y la venta de la fuerza de trabajo, era, en realidad, el verdadero paraíso de los derechos del
mismo capacidad para digerir que digestión. Para digerir no basta, ciertamente, con tener un buen hombre. Dentro de estos linderos, sólo reinan la libertad, la igualdad, la propiedad, y Bentham. La
estómago. Cuando decimos capacidad de trabajo, no hacemos caso omiso de los medios de vida libertad, pues el comprador y el vendedor de una mercancía, v. gr. de la fuerza de trabajo, no obedecen
necesarios para alimentarla. Lejos de ello, expresamos el valor de éstos en el valor de aquélla. Y si no a más ley que la de su libre voluntad. Contratan como hombres libres e iguales ante la ley. El contrato
logra venderla, al obrero no le sirve de nada; antes al contrario, considera como una cruel fatalidad el es el resultado final en que sus voluntades cobran una expresión jurídica común. La igualdad, pues
que su capacidad de trabajo exija una determinada cantidad de medios de vida para su producción y compradores y vendedores sólo contratan como poseedores de mercancías, cambiando equivalente por
siga exigiéndolos constantemente para su reproducción. Y descubre, con Sismondi, que #la capacidad equivalente. La propiedad, pues cada cual dispone y solamente puede disponer de lo que es suyo. Y
de trabajo... no es nada, si no se la vende$.49 Bentham, pues a cuantos intervienen en estos actos sólo los mueve su interés. La única fuerza que los
El carácter peculiar de esta mercancía específica, de la fuerza de trabajo, hace que su valor de uso no une y los pone en relación es la fuerza de su egoísmo, de su provecho personal, de su interés privado.
pase todavía de hecho a manos del comprador al cerrarse el contrato entre éste y el vendedor. Como Precisamente por eso, porque cada cual cuida solamente de si y ninguno vela por los demás,
toda mercancía, tenía ya un valor antes de lanzarse a la circulación, puesto que, para producirla, fue contribuyen todos ellos, gracias a una armonía preestablecida de las cosas o bajo los auspicios de una
necesaria un determinada cantidad de trabajo social. Pero su valor de uso no se manifiesta hasta providencia omniastuta, a realizar la obra de su provecho mutuo, de su conveniencia colectiva, de su
después, pues reside en el empleo o aplicación de la fuerza de trabajo. Por tanto, la enajenación de la interés social.
fuerza de trabajo y su ejercicio real y efectivo, es decir, su existencia como valor de uso, no coinciden Al abandonar esta órbita de la circulación simple o cambio de mercancías, adonde el librecambista
en el tiempo. Y ya sabemos que, tratándose de mercancías50 en que la enajenación formal del valor de vulgaris va a buscar las ideas, los conceptos y los criterios para enjuiciar la sociedad del capital y del
uso mediante la venta y su entrega real y efectiva al comprador se desdoblan en el tiempo, el dinero del trabajo asalariado, parece como si cambiase algo la fisonomía de los personajes de nuestro drama. El
comprador funciona casi siempre como medio de pago. En los países en que impera el régimen de antiguo poseedor de dinero abre la marcha convertido en capitalista, y tras él viene el poseedor de la
producción capitalista, la fuerza de trabajo no se paga nunca hasta que ya ha funcionado durante el fuerza de trabajo, transformado en obrero suyo; aquél, pisando recio y sonriendo desdeñoso, todo
plazo señalado en el contrato de compra, v. gr. al final de cada semana. Es decir, que el obrero ajetreado; éste, tímido y receloso, de mala gana, como quien va a vender su propia pelleja y sabe la
adelanta en todas partes al capitalista el valor de uso de la fuerza de trabajo y el comprador la suerte que le aguarda: que se la curtan.
consume, la utiliza, antes de habérsela pagado al obrero, siendo, por tanto, éste el que abre crédito al
capitalista. Y que esto no es ninguna fantasía lo demuestra el hecho de que, de vez en cuando, los
como medio, sino como fin supremo, pues se esfuerza por acercarse cada vez más a él; en cambio, las artes que sólo
persiguen medios para un fin no son ¡limitadas, pues el propio fin se encarga de trazarles un límite; así, esta crematística no
Notas al pie capítulo IV encuentra ningún dique a su ambición, que es enriquecerse de un modo absoluto. Es la economía, y no la crematística, la
que tienen un límite... ; la primera aspira a algo distinto del dinero, la segunda no aspira más que a aumentar éste... La
1 Hay dos proverbios franceses que expresan claramente la distinción entre el poder que representa la propiedad de confusión de ambas formas, que influyen la una en la otra, lleva a algunos autores a la creencia de que el fin único de la
la tierra, poder basado en vínculos personales de vasallaje y señorío, y el poder impersonal del dinero: nulle terte sans economía es la conservación e incrementación del dinero hasta el infinito$. (Aristóteles, De República, ed. Bokker, libro I,
seigneur y l'argent n'a pas de maître. (27) caps. 8 y 9.)
2 #Con dinero se compran mercancías, y con mercancías dinero.$ (Mercier de la Rívíere, L'odre naturel et essentiel 7 #Las mercancías$ (en el sentido de valores de uso) #no son la finalidad determinante del capitalista que negocia...
des sociétés polítiques, p. 543.) ; su finalidad determinante es el dinero.$ (Th. Chalmers, On Political Econorny, etc., 2° ed., Londres, 1832, p. [165] 166.)
3 %Cuando se compra una cosa para volver a venderla, la suma invertida en ella se llama dinero adelantado; si no 8 #Aunque el comerciante no desdeñe la ganancia ya obtenida, su mirada está siempre pendiente de la ganancia
se compra para revenderla, puede dársele el nombre de dinero gastado.$ (James Steuart, Works, etc., cds. por el general Sir futura.$ (A. Genovesi, Lezioni di Economía Civile (1765), ed. de los Economistas italianos, de Custodi, Parte Moderna, vol.
James Steuart. su hijo. Londres, 1801, vol. 1, p. 274.) VIII, p. 139.)
4 #No se cambia dinero por dinero$, dice Mercier de la Riviere, dirigiéndose a los 9 #Es la pasión insaciable de ganancia, la auri sacra farnes, (30) la que impulsa siempre al
mercantilistas. (L&ordre naturel, etc., p. 486.) En una obra que trata ex profeso del #comercio$ y de la capitalista$(MacCulloch, The Principles of Political Econorny, Londres, 1830, p. 179). Por supuesto. esta conciencia no
impide al propio MacCulloch y consortes, puestos en una perplejidad teórica, v. gr. al estudiar la superproducción, convertir
#especulación$. leemos: #Todo comercio versa sobre el intercambio de objetos de distintas clases, y la al mismo capitalista en un excelente ciudadano cuya única preocupación es producir valores de uso y en quien se desarrolla
ventaja (¿para el comerciante?) brota precisamente de esta divercidad. Cambiar una libra de pan por incluso una verdadera hambre canina de zapatos, sombreros, huevos, percal y otras categorías de valores de uso de los más
una libra de pan... no supondría ventaja alguna... ; de aquí el ventajoso contraste que media entre el vulgares.
comercio y el juego, el cual sólo consiste en cambiar dinero por dinero.$ (Th. Corbet, An Inquiry into 10 Salvar es uno de los términos característicos de los griegos para expresar al atesoramiento. En inglés ocurre lo
the Causes and Modes of the Wealth of Individuals; or the Principles of Trade and Speculation mismo: to save significa #salvar$ y #ahorrar$.
11 #Lo que las cosas no tienen de infinito en su progreso, lo tienen en su ciclo.$ (Galíani, Della moneta, p. 156.)
explained. (28) Londres, 1841, p. 5.) Aunque Corbet no advierte que D ! D, es decir, el cambio de 12 #No es la materia, sino el valor de esta materia, lo que forma el capital. (J. B. Say, Traité d'Economie Politique,
dinero por dinero, es la forma característica de circulación no sólo del capital comercial, sino de todo 3° ed., París 1817. volumen II, p. 429.)
capital, reconoce por lo menos que esta forma se da en una clase de comercio, en la especulación, a la 13 #El medio de circulación (¡) empleado para fines productivos es el capital.$ (MacLeod, The Theory and Practice
par que en el juego; y luego viene MacCulloch y descubre que comprar para vender es especular, con of Banking, Londres, 1855, vol. I, cap. I [p. 55]. #Capital es mercancía.$ (James Mill, Elements of Polítical Economy,
lo cual cae por tierra la diferencia entre la especulación y el comercio. %Toda operación por medio de Londres, 1821, p. 74.)
14 #Capital... valor permanente que se multiplica.$ (Sismondi, Nouveaux Principes de l'Economie Politique [Paris,
la cual una persona compra un producto para volver a venderlo, constituye de hecho un acto de es-
1819], vol. I, p. [88] 89.)
peculación.$ MacCulloch, A Dictionary practical, etc. of Commerce, Londres. 1847. p. 1009.) Pinto, el 15 #El cambio es un negocio maravilloso, en el que ambas partes contratantes ganan siempre (1) (Destutt de Tracy,
Píndaro de la Bolsa de Amsterdam, se expresa en términos incomparablemente más ingenuos: %El Traité de la volonté et de ses effets, París, 1826, p. 68). Es la misma obra publicada más tarde con el título de Traité
comercio es un juego (frase tomada de Locke), y jugando con mendigos no se puede ganar nada. Si d'Economie Polítique.
durante mucho tiempo se les quitase a todos cuanto llevan encima, no habría más remedio que devolver 16 Mercier de la Rivière, L'Ordre naturel, etc., p. 544.
17 #El que uno de estos dos valores sea dinero o ambos sean simples mercancías es, de suyo, lo más indiferente del
amigablemente la mayor parte de las ganancias, para poder reanudar el juego.$ Pïnto, Traité de la
mundo.$ (Mercier de la Riviére, ob. cit., p. 543.)
Circulation et du Crédit, Amsterdam, 1771, p. 231.) 18 #No son los contratantes los que deciden acerca del valor; este es ya anterior al contrato.$ (Le Trosne, De
5 #El capital se divide... en el capital primitivo y la ganancia o incremento del capital. . . , aunque en la práctica esta l&intérét social, p. 906.)
ganancia se incorpore inmediatamente al capital y se ponga en circulación con éste.$ (F. Engels, #Umrisse zu einer Kritik 19 #Dove ègualitá non è lucro.$ (3 l) (Galiani, Della Moneta, en Custodi, Parte Moderna, t. IV, p. 244.)
der Nationalokonomie$, en Deutsch"Franzósische Jahrbücher, (29) eds. por Arnold Ruge y Carlos Marx, París, 1844, p. 20 #El cambio resulta desfavorable para una de las dos partes cuando se interpone alguna circunstancia extraña que
99.) aumenta o disminuye el precio: en este caso, se quiebra la igualdad, pero este quebranto obedece a la causa mencionada. y
6 Aristóteles distingue entre la crematística y la economía. Arranca de ésta y entiende que, en cuanto arte de lucro, no al cambio mismo.$ (Le Trosne, De l interet Social, p. 904.)
se limita a procurar los elementos necesarios para la vida y los artículos útiles para la casa o para el Estado. #La verdadera 21 #El cambio es, por su naturaleza, un contrato de igualdad. celebrado entre un valor y otro valor igual a él. No es,
riqueza está formada por estos valores de uso, pues la cantidad de fortuna de ésta, suficiente para vivir bien, no es ilimitada. por tanto, ningún medio de enriquecerse, ya que se da tanto como se recibe.! (Le Trosne, ob. cit., p. 903.)
Pero hay otra clase de arte de lucro, a la que suele darse, acertadamente, el nombre de crematístice y para la cual no parecen 22 Condillac, Le Commerce et le Gouvernement, 1776, ed., Daire y Molinari, en M¿langes d'Economie Politique,
existir límites en punto a la riqueza y a la posesión. El comercio de mercancías, que significa literalmente el negocio del París, 1847. p. 267 [291].
tendero, y Aristóteles acepta esta fórmula porque en ella prevalece el valor de uso, no forma de suyo parte integrante de la 23 Por eso Le Trosne contesta muy certeramente a su amigo Condillac: #En una sociedad desarrollada, no hay nada
crematística, ya que en él el intercambio se limita a lo necesario para las partes que en él intervienen (para comprador y superfluo.$ Y. al mismo tiempo, le dedica esta pulla: #Si las dos partes que intervienen en el cambio obtienen la misma
vendedor.)$ Por eso, sigue razonando Aristóteles, la forma primitiva del comercio de mercaderías fue el trueque, hasta que, cantidad de más por la misma cantidad de menos. obtendrán las dos lo mismo .$ Un hombre como Condillac, que no tiene
al desarrollarse, surgió forzosamente el dinero. Con la invención del dinero, el trueque hubo de convertirse forzosamente en ni la menor idea de lo que es el valor de cambio, es el fiador más adecuado que podía encontrar el señor profesor Wilhelm
comercio de mercaderías, y éste, a su vez, rompiendo con su tendencia primitiva, se desarrolló bajo la forma de Roscher para apoyar en él sus conceptos infantiles. Véase su obra Die Grundtagen der Nationalokonomie, 3° ed., 1858
crematística, o sea, del arte de hacer dinero. Esta, la crematística, se distingue de la economía, en que #para ella la fuente de 24 S. P. Newman, Elements of Political Economy. Andover y Nueva York. 1835. p. 175.
la riqueza es la circulación y parece girar en torno al dinero, pues el dinero es el comienzo y el fin de esta clase de cambio. 25 #Los vendedores no se enriquecen... subiendo el valor nominal del producto... pues lo que ganan como
Por eso, la riqueza a que aspira la crematística es ilimitada, como lo es en su ambición todo arte que considera su fin, no vendedores lo pierden íntegramente en su calidad de compradores.$ (The Essential Principles of the Wealth of Nations, etc..
Londres, 1797. P. 66.)
26 #El vendedor que se vea obligado a desprenderse por 18 libras de una cantidad de productos que represente en medios no coinciden directamente con las magnitudes de valor de las mercancías, como entienden A. Smith, Ricardo y
realidad un valor de 24, al invertir la misma suma de dinero como comprador obtendrá también el valor de 24 libras por l8." otros.
(Le Trosne, De 1'intérét social, p. 897.) 39 #Bajo la forma de dinero... el capital no engendra ganancia alguna$. (Ricardo, Principles of Political Economy,
27 "Por tanto, ningún vendedor puede, normalmente, elevar el precio de sus mercancías sin verse obligado a pagar p. 267.)
también más caras las mercancías de los otros vendedores; y, por idóntica razón, ningún consumidor puede, normalmente, 40 En algunas enciclopedias de la Antigüedad clásica puede leerse el absurdo de que en el mundo antiguo estaba
comprar más barato sin verse obligado, al mismo tiempo, a bajar de precios las mercancías que vende.$ (Mercier de la ya plenamente desarrollado el capital, #con la sola diferencia de que no existían obreros libres ni crédito$. También el señor
Riviere, L'Ordre naturel, etc., p. 555.) Mommsen incurre, en su Historia de Roma, en un quid pro quo tras otro.
28 R. Torrens, An Essay on the Production of Wealth, Londres, 1821, p. 349 41 Por eso hay algunas legislaciones que señalan un límite máximo de tiempo para los contratos de trabajo. En los
pueblos en que reina el trabajo libre, todos los códigos reglamentan las condiciones de denuncia del contrato. En algunos
29 #La idea de que son los consumidores los que pagan las ganancias es, evidentemente, una países, sobre todo en México (y, antes de la guerra norteamericana de Secesión, en los territorios desmembrados de México
idea de todo punto absurda. ¿Quiénes son consumidores?" (G. Ramsay, An Essay on the Distribution of como se ha hecho también, en cuanto al fondo del problema, en las provincias del Danubio hasta el destronamiento de
the Wealth, Edimburgo, 1836. p. 183.) Kusa), la esclavitud aparece disfrazada bajo la forma de peonaje. Mediante anticipos que han de rescatarse trabajando y que
se transmiten de generación en generación, el peón, y no sólo él, sino también su familia, pasa a ser, de hecho, propiedad de
30 #Cuando alguien no encuentra demanda para sus productos, ¿qué le aconseja el señor Malthus? ¿Pagar a otra otras personas y de sus familias. Juárez abolió el peonaje. Pero el titulado emperador Maximiliano volvió a restablecer esta
persona para que se los compre?. pregunta un ricardiano indignado a Malthus, quien al igual que su discípulo, el cura institución por medio de un decreto. que en la Cámara de representantes de Washington hubo de ser denunciado
Chalmers, se dedica a glorificar económicamente a la clase de simples compradores o consumidores. Véase An Inquiry into acertadamente como el restablecimiento de la esclavitud en México. #De mis especiales aptitudes y posibilidades de
those principles respecting the Nature of Demand and the Necessity of Consumption, lately advocated by Mr. Malthus, (32) actividad física y espiritual puedo. . ceder a otro un uso limitado en cuanto al tiempo, pues, así delimitadas, se destacan de
etc., Londres, 1821, p. 55 mi totalidad y generalidad. Cediendo todo mí tiempo, concretado por el trabajo, y la totalidad de mi producción,
31 De parecer contrario era Destutt de Tracy, a pesar de ser !o acaso por serlo! membre de I'Institut. Los convertiría en propiedad de otro lo sustancial de ella. mi actividad y realidad general, mi personalidad.$ (Hegel.
capitalistas industriales, dice, obtienen sus ganancias #vendiéndolo todo más caro de lo que les ha costado producirlo. ¿Y a Philosophie des Rechts, Berlín, 1840, página 104, S 67.)
quién lo venden? En primer lugar, se lo venden unos a otros$. (Traitéi de la Volonté, etc., p. 239.) 42 Lo que caracteriza, por tanto, la época capitalista es que la fuerza de trabajo asume, para el propio obrero, la
32 #El cambio de dos valores iguales no aumenta ni disminuye la masa de los valores existentes en la sociedad. El forma de una mercancía que le pertenece, y su trabajo, por consiguiente, la forma de trabajo asalariado. Con ello se
cambio de dos valores desiguales... no altera tampoco la suma de los valores sociales, aunque añada al patrimonio de una generaliza, al mismo tiempo, la forma mercantil de los productos del trabajo
persona lo que resta al patrimonio de otra.$ (J. B. Say, Traité d'Economíe Politique, t. II, pp. 443 ss.) Say toma esta 43 #El valor (value or worth) de un hombre es, como el de todas las demás cosas, su precio, o lo que es lo mismo,
afirmación de los fisiócratas casi al pie de la letra, sin preocuparse, naturalmente, de las consecuencias que de ella se de- lo que se paga por el uso de su fuerza.# (Th. Hobbes, Leviathan, en Works, ed. Molesworth, Londres, 1839!44, Vol. III,
rivan. Por el siguiente ejemplo, puede comprobarse de qué modo explotaba este autor, para aumentar su propio #valor$ ,las página 76.)
obras de esta escuela, ya olvidadas en su tiempo. La #famosísima frase$ de monsieur Say: #On n' achéte des produits 44 Por eso el villicus que en la Roma antigua vigilaba, como una especie de capataz, a los esclavos agrícolas.
qu'avec des produits$ (obra cit., t. II, p. 441) reza así, en su original fisiocrático: %Les productions ne se paient qu'avec des percibía #una ración menor que los siervos, ya que su trabajo era también más ligero$ (T. Mommsen, Historia de Roma
productions$. (Le Trosne, De l'intérit Social, p. 899.) (33) [vol, 1, 21 ed. Berlín] 1,856, p. SIO.)
33 #El cambio no infunde a los productos absolutamente ningún valor.$(F. Wayland, The Elements of Political 45 Cfr. Over" Popúlation and its Remedy. Londres, 1846, por W. Th. Thorriton,
Economy, Boston, 1853, p. 168.) 46 Petty
34 #Bajo el imperio de equivalentes inmutables, no habría comercio posible.$ (G. Opdyke, A Treatise on Political 47 #Su precio natural, (es decir, el precio natural del trabajo...) consiste en la cantidad de medios de vida y de
Economy, Nueva York, 1851, p. 69.) "La diferencia entre el valor real de cambio se basa en un hecho, a saber: que el valor disfrute (comforts) necesarios, con arreglo al clima y a los hábitos de un país, para asegurar la subsistencia del obrero y per-
de una cosa es distinto del llamado equivalente que por ella se entrega en el comercio; es decir, que este equivalente no es mitirle criar una familia que garantice la oferta constante de trabajo en el mercado.$ R.. Torrens. An Essay on the external
tal equivalente.! (F. Engels Urnrisse zu einer Kritik der Nationalólionomie, c. l., p. 96.) Corn Trade, Londres, 1815, p. 62. Aquí se emplea la palabra #trabajo$ impropiamente, como sinónimo de "fuerza de
35 Benjamin Franklin, Works, t. II. ed, Sparks en Positions to be examined concerning National Wealth. (34) trabajo".
36 Aristóteles, De República, libro 1, cap. 10 48 Rossi, Cours d' Economie Politique, Bruselas, 1842, p. 370
37 "Bajo las condiciones usuales del mercado, la ganancia no nace del cambio. Si no existiese con anterioridad, no 49. Sismondi, Nouveaux Príncipes, etc. t. I, p. 113.
podría existir tampoco después de esta transacción.$ (Ramsay, on An Essay the Distribution of Wealth, p. 184.) 50 "El trabajo se paga siempre después de terminado." (An Inquíry into those Principles respecting the Nature of
38 Después de la explicación anterior, el lector se dará cuenta de que esto sólo quiere decir que la creación de Demand, etc., p. 104.) #El crédito comercial tenía necesariamente que comenzar a partir del momento en que al obrero, pri-
capital tiene necesariamente que ser posible aun cuando el precio de las mercancías sea igual a su valor. La creación del mer agente de la producción, le permitían sus ahorros aguardar hasta el final de la semana, de la quincena, del mes, del
capital no puede explicarse por la divergencia entre los precios y los valores de las mercancías. Si los precios difieren trimestre, etc., para cobrar su salario.$ (Ch. Ganilli, Des Systémes de l'Economie Politique, 24 ed., París, 1821, t. II, p. 150)
realmente de los valores, lo primero que hay que hacer es reducirlos a éstos: es decir, prescindir de esta circunstancia como 51 "El obrero presta su laboriosidad (industry); pero, añade astutamente Storch, #no arriesga nada$ más que
de un factor fortuito, para enfocar en toda su pureza el fenómeno de la creación del capital sobre la base del cambio de #perder su salario... El obrero no transfíere ningún objeto material". (Storch, Cours d'Economíe Politique, Petersburgo,
mercancías, sin dejarse extraviar en su observación por circunstancias secundarias, perturbadoras y ajenas al verdadero 1815, t. 11, p. 37.)
proceso que se estudia. Sabemos, por lo demás, que esta operación no es, ni mucho menos, una simple operación científica. 52 Un ejemplo. En Londres existen dos clases de panaderos: los #full priced$, que venden el pan por todo lo que
Las oscilaciones, constantes de los precios en el mercado, su alza y su baja, se compensan y nivelan mutuamente, vale, y los #undersellers$, que lo venden por menos de su valor. Esta última clase abarca más de las tres cuartas partes del
reduciéndose por sí mismas al precio medio como a su ley interior. Esta ley es la que guía, por ejemplo, al comerciante o al censo total de panaderos (p. XXXII del Report del Comisario de gobierno H. S. Tremenheere acerca de las Grievances
industrial, en todas las empresas de cierta duración. El comerciante o el industrial sabe que. enfocando en conjunto un complained of by the journeymen bahers, etc., Londres, 1862). Estos undersellers venden casi todos ellos un pan adulterado
período un poco largo, las mercancías no se venden realmente por encima ni por debajo de su precio medio. sino a este con mezcla de alumbre, jabón, ceniza, cal, arena de Derbyshire y otros ingredientes igualmente sanos, agradables y
precio. Por tanto, sí a él le interesase especular en balde, es decir, sin lucro, tendría necesariamente que plantearse el nutritivos (Véase el Libro azul que citamos más arriba, así como el informe del Committee of 1855 on the Adulteration of
problema de la creación del capital así: ¿Cómo puede nacer el capital, estando los precios regulados por el precio medio, Bread y la obra del doctor Hassals Adulteraflons Detected, 2° ed. Londres, 186l.) Sir John Gordon declaró ante el Comité
que tanto vale decir, en última instancia, por el valor de la mercancía? Y digo #en última instancia$, porque los precios de 1855 que, #a consecuencia de estas adulteraciones, el pobre que vive de dos libras diarias de pan, no recibe hoy, de
hecho, ni la cuarta parte de esta materia nutritiva: esto, sin contar con los daños que supone para su salud$. Preguntando por
qué #una parte grandísima de la clase obrera, conociendo perfectamente la adulteración, sigue comprando alumbre, arena,
etc.$, Tremenhecre responde (véase obra cit., p. XLVIII) que #no tiene más remedio que tomar el pan que su panadero o su SECCIÓN TERCERA
chandler's shop quiera darles$. Como no les pagan hasta el final de la semana de trabajo, "tienen que aguardar también
hasta el final de la semana para pagar el pan consumido durante ésta por sus familias"; #y es notorio !añade Tremenheere, LA PRODUCCION DE LA PLUSVALIA ABSOLUTA
aportando declaraciones de testigos! que el pan elaborado con esas mezclas se destina expresamente a esta clase de
clientes$(It is notorius that bread composed of those mixtures, is rnade expressly for sale in thís mannen$) En muchos
distritos agrícolas de Inglaterra (y más todavía en Escocia) los salarios se pagan de dos en dos semanas y hasta de mes en CAPÍTULO V
mes. Con estos largos plazos de pago, el obrero agrícola no tiene más remedio, como es lógico, que comprar sus mercancías
a crédito... Se ve obligado a pagar precios más altos que los demás y vive encadenado materialmente al tendero, que le fía.
Así por ejemplo, en Horningsham (Wílts), en que los salarios se abonan de mes en mes, la harina . que en otras partes PROCESO DE TRABAJO Y PROCESO DE VALORIZACION
cuesta 1 chelín y 10 peniques. a él le cuesta. 2 chelines y 4 peniques por stone. (Sixth Report on Publíc Health by "The
Medical Officer of the Privy Council", etc., 1864, p. 264.) #Los estampadores manuales de percal de Paisly y Kilmarnock
(occidente de Escocia) consiguieron en 1853, gracias a una huelga, que el plazo de paga. se redujese de un mes a dos
semanas.$ (Reports of the Inspectors of Factories 31st Oct. 1853, p. 34.) Otro lindo desarrollo del crédito que el obrero abre 1. El proceso de trabajo
al capitalista es, en cierto modo, el método seguido por muchos industriales mineros ingleses y que consiste en pagar a los
obreros a fin de mes, haciéndoles entretanto entregas a cuenta, muchas veces en forma de mercancías, que les cargan por
más de lo que valen en el mercado (sistema truck). #Entre los patronos de las minas (coal masters), es corriente pagar a los El uso de la fuerza de trabajo es el trabajo mismo. El comprador de la fuerza de trabajo la consume haciendo
obreros una vez al mes, haciéndoles entregas a cuenta al final de cada semana. Estas entregas a cuenta se le hacen en la trabajar a su vendedor. Este se convierte así en fuerza de trabajo en acción, en obrero, lo que antes sólo era en potencia.
tienda (es decir, en el #tommy!shop$ o economato perteneciente al propio dueño). El obrero toma el dinero con una mano y Para materializar su trabajo en mercancías, tiene, ante todo, que materializarlo en valores de uso, en objetos aptos para la
lo suelta con la otra.$ (Children's Employment Commission, III Report, Londres, 1864, p. 38, n. 192.) satisfacción de necesidades de cualquier clase. Por tanto, lo que el capitalista hace que el obrero fabrique es un determinado
valor de uso, un artículo determinado. La producción de valores de uso u objetos útiles no cambia de carácter, de un modo
general, por el hecho de que se efectúe para el capitalista y bajo su control. Por eso, debemos comenzar analizando el
proceso de trabajo, sin fijarnos en la forma social concreta que revista.
El trabajo es, en primer término, un proceso entre la naturaleza y el hombre, proceso en que éste realiza, regula y
controla mediante su propia acción su intercambio de materias con la naturaleza. En este proceso, el hombre se enfrenta
como un poder natural con la materia de la naturaleza. Pone en acción las fuerzas naturales que forman su corporeidad, los
brazos y las piernas, la cabeza y las manos, para de ese modo asimilarse, bajo una forma útil para su propia vida, las
materias que la naturaleza le brinda. Y a la par que de ese modo actúa sobre la naturaleza exterior a él y la transforma,
transforma su propia naturaleza, desarrollando las potencias que dormitan en él y sometiendo el juego de sus fuerzas a su
propia disciplina. Aquí, no vamos a ocuparnos, pues no nos interesan, de las primeras formas de trabajo, formas instintivas
y de tipo animal. Detrás de la fase en que el obrero se presenta en el mercado de mercancías como vendedor de su propia
fuerza de trabajo, aparece, en un fondo prehistórico, la fase en que el trabajo humano no se ha desprendido aún de su
primera forma instintiva. Aquí, partimos del supuesto del trabajo plasmado ya bajo una forma en la que pertenece
exclusivamente al hombre. Una araña ejecuta operaciones que semejan a las manipulaciones del tejedor, y la construcción
de los panales de las abejas podría avergonzar, por su perfección, a más de un maestro de obras. Pero, hay algo en que el
peor maestro de obras aventaja, desde luego, a la mejor abeja, y es el hecho de que, antes de ejecutar la construcción, la
proyecta en su cerebro. Al final del proceso de trabajo, brota un resultado que antes de comenzar el proceso existía ya en la
mente del obrero; es decir, un resultado que tenía ya existencia ideal. El obrero no se limita a hacer cambiar de forma la
materia que le brinda la naturaleza, sino que, al mismo tiempo, realiza en ella su fin, fin que él sabe que rige como una ley
las modalidades de su actuación y al que tiene necesariamente que supeditar su voluntad. Y esta supeditación no constituye
un acto aislado. Mientras permanezca trabajando, además de esforzar los órganos que trabajan, el obrero ha de aportar esa
voluntad consciente del fin a que llamamos atención, atención que deberá ser tanto más reconcentrada cuanto menos
atractivo sea el trabajo, por su carácter o por su ejecución, para quien lo realiza, es decir, cuanto menos disfrute de él el
obrero como de un juego de sus fuerzas físicas y espirituales.
Los factores simples que intervienen en el proceso de trabajo son: la actividad adecuada a un fin, o sea, el propio
trabajo, su objeto y sus medios.
El hombre se encuentra, sin que él intervenga para nada en ello, con la tierra (concepto que incluye también,
económicamente, el del agua), tal y como en tiempos primitivos surte al hombre de provisiones y de medios de vida aptos
para ser consumidos directamente, 1 como el objeto general sobre que versa el trabajo humano. Todas aquellas cosas que el
trabajo no hace más que desprender de su contacto directo con la tierra son objetos de trabajo que la naturaleza brinda al
hombre. Tal ocurre con los peces que se pescan, arrancándolos a su elemento, el agua, con la madera derribada en las selvas
vírgenes; con el cobre separado del filón. Por el contrario, cuando el objeto sobre que versa el trabajo ha sido ya, digámoslo
así, filtrado por un trabajo anterior, lo llamamos materia prima. Es el caso, por ejemplo, del cobre ya arrancado al filón materiales ya filtrados por un trabajo anterior, sobre objetos que son ya, a su vez, productos de trabajo. Tal ocurre, por
para ser lavado. Toda materia prima es objeto de trabajo, pero no todo objeto de trabajo es materia prima. Para ello es ejemplo, con la simiente, en la agricultura.
necesario que haya experimentado, por medio del trabajo, una cierta transformación. Los animales y las plantas, que solemos considerar como productos naturales, no son solamente productos del año
El medio de trabajo es aquel objeto o conjunto de objetos que el obrero interpone entre él y el objeto que trabaja y anterior, supongamos,
que le sirve para encauzar su actividad sobre este objeto. El hombre se sirve de las cualidades mecánicas, físicas y químicas sino que son, bajo su forma actual, el fruto de un proceso de transformación desarrollado a lo largo de las
de las cosas para utilizarlas, conforme al fin perseguido, como instrumentos de actuación sobre otras Cosas.2 El objeto que generaciones, controlado por el hombre y encauzado por el trabajo humano. Por lo que se refiere a los instrumentos de
el obrero empuña directamente !sí prescindimos de los víveres aptos para ser consumidos sin más manipulación, de la trabajo, la inmensa mayoría de éstos muestran aún a la mirada superficial las huellas de un trabajo, anterior.
fruta, por ejemplo, en cuyo caso los instrumentos de trabajo son sus propios órganos corporales ! no es el objeto sobre que Las materias primas pueden formar la sustancia principal de un producto o servir simplemente de materias
trabaja, sino el instrumento de trabajo. De este modo, los productos de la naturaleza se convierten directamente en órganos auxiliares para su fabricación. Las materias auxiliares son absorbidas por el mismo instrumento de trabajo, el carbón por la
de la actividad del obrero, órganos que él incorpora a sus propios órganos corporales, prolongando así, a pesar de la Biblia, máquina de vapor, el aceite por la rueda, el heno por el caballo de tiro, o incorporadas a la materia prima, para operar en
su estatura natural. La tierra es su despensa primitiva y es, al mismo tiempo, su primitivo arsenal de instrumentos de trabajo. ella una transformación de carácter material, como ocurre con el cloro que se emplea para blanquear las telas, con el carbón
Le suministra, por ejemplo, la piedra que lanza, con la que frota, percute, corta, etc. Y la propia tierra es un instrumento de que se mezcla al hierro, con el color que se da a la lana, etc.; otras veces, sirven para ayudar simplemente a la ejecución del
trabajo aunque exija, para su cultivo, para poder ser utilizada como instrumento de trabajo, toda otra serie de instrumentos y trabajo, que es lo que acontece, v. gr. con los materiales empleados para iluminar y calentar los locales en que se trabaja.
un desarrollo de la fuerza de trabajo relativamente grande.3 Tan pronto como el proceso de trabajo se desarrolla un poco, En la verdadera industria química, se borra esta distinción entre materias principales y auxiliares, ya que en la sustancia del
reclama instrumentos de trabajo fabricados. En las cuevas humanas más antiguas se descubren instrumentos y armas de producto no reaparece ninguna de las materias primas empleadas.9
piedra. Y en los orígenes de la historia humana, los animales domesticados, es decir, adaptados, transformados ya por el Como todas las cosas poseen numerosas cualidades, siendo por tanto susceptibles de diversas aplicaciones útiles,
trabajo, desempeñan un papel primordial como instrumentos de trabajo, al lado de la piedra y la madera talladas, los huesos el mismo producto puede entrar como materia prima de los procesos de trabajo más diversos. El trigo, por ejemplo, es
y las conchas.4 El uso y la fabricación de medios de trabajo, aunque en germen se presenten ya en ciertas especies animales, materia prima para el fabricante de harina y para el fabricante de almidón, para el destilador de aguardiente, para el
caracterizan el proceso de trabajo específicamente humano, razón por la cual Franklin define al hombre como #a ganadero, etc. Además, es, como simiente, materia prima de su propia producción. El carbón es producto de la industria
toolmakíng animal$, o sea como un animal que fabrica instrumentos. Y así como la estructura y armazón de los restos de carbonífera, y a la par medio de producción de la misma rama industrial.
huesos tienen una gran importancia para reconstituir la organización de especies anímales desaparecidas, los vestigios de Un mismo producto puede servir de medio de trabajo y de materia prima en el mismo proceso de producción. Así,
instrumentos de trabajo nos sirven para apreciar antiguas formaciones económicas de la sociedad, ya sepultadas. Lo que por ejemplo, en la ganadería, el ganado, o sea, la materia prima que se elabora es al mismo tiempo un medio para la
distingue a las épocas económicas unas de otras no es lo que se hace, sino el cómo se hace, con qué instrumentos de trabajo producción de abono animal.
se hace.5 Los instrumentos de trabajo no son solamente el barómetro indicador del desarrollo de la fuerza de trabajo del Puede ocurrir que un producto apto para ser directamente consumido, se emplee de nuevo como materia prima
hombre, sino también el exponente de las condiciones sociales en que se trabaja. Y, dentro de la categoría de los instru- para la elaboración de otro producto, como se hace por ejemplo con la uva para la fabricación de vino. Otras veces el
mentos de trabajo, los instrumentos mecánicos, cuyo conjunto forma lo que podríamos llamar el sistema óseo y muscular de trabajo arroja su producto bajo una forma en que sólo puede emplearse como materia prima. A estas materias primas se les
la producción, acusan las características esenciales de una época social de producción de un modo mucho más definido que da el nombre de artículos a medio fabricar, aunque más exacto sería denominarlas artículos intermedios, como son por
esos instrumentos cuya función se limita a servir de receptáculos de los objetos de trabajo y a los que en conjunto ejemplo el algodón, el hilado, la hebra, etc. Aun siendo ya de suyo un producto, puede ocurrir que la materia prima
podríamos designar, de un modo muy genérico, como el sistema vascular de la producción, v. gr., los tubos, los barriles, las originaria tenga que recorrer toda una gradación de diferentes procesos, en los que va funcionando sucesivamente como
canastas, los jarros, etc. La industria química es la única en que estos instrumentos revisten una importancia considerable.6 materia prima, bajo una forma distinta cada vez, hasta llegar al proceso de trabajo final, del que sale convertida en medio de
Entre los objetos que sirven de medios para el proceso de trabajo cuéntanse, en un sentido amplío, además de vida apto para su consumo o en instrumento de trabajo terminado.
aquellos que sirven de mediadores entre los efectos del trabajo y el objeto de éste y que, por tanto, actúan de un modo o de Como se ve, el que un valor de uso represente el papel de materia prima, medio de trabajo o producto, depende
otro para encauzar la actividad del trabajador, todas aquellas condiciones materiales que han de concurrir para que el única y exclusivamente de las funciones concretas que ese valor de uso desempeña en el proceso de trabajo, del lugar que
proceso de trabajo se efectúe. Trátase de condiciones que no se identifican directamente con dicho proceso, pero sin las en él ocupa; al cambiar este lugar, cambian su destino y su función.
cuales éste no podría ejecutarse, o sólo podría ejecutarse de un modo imperfecto. Y aquí, volvemos a encontrarnos, como Por tanto, al entrar como medio de producción en un nuevo proceso de trabajo, el producto pierde su carácter de
medio general de trabajo de esta especie, con la tierra misma, que es la que brinda al obrero el locus stand (3 7) y a su tal. Ahora, ya sólo funciona como factor material del trabajo vivo. Para el tejedor, el huso no es más que el instrumento con
actividad el campo de acción (field of empilogment). Otros medios de trabajo de este género, pero debidos ya al trabajo del que teje y la hebra el material tejido. Claro está que no es posible tejer sin materia prima y sin huso. Para comenzar a tejer,
hombre, son, por ejemplo, los locales en que se trabaja, los canales, las calles, etc. es condición indispensable, por tanto, la existencia de este producto. Pero, en lo que toca al proceso mismo de tejer, es de
Como vemos, en el proceso de trabajo la actividad del hombre consigue, valiéndose del instrumento todo punto indiferente que la hebra y el huso sean producto de un trabajo anterior, del mismo modo que en el proceso de la
correspondiente, transformar el objeto sobre que versa el trabajo con arreglo al fin perseguido. Este proceso desemboca y se nutrición es indiferente que el pan sea producto de trabajos anteriores ejecutados por el labrador, el molinero, el panadero,
extingue en el producto. Su producto es un valor de uso, una materia dispuesta por la naturaleza y adaptada a las etc. En realidad, cuando los instrumentos de producción acusan en el proceso de trabajo su carácter de productos de un
necesidades humanas mediante un cambio de forma. El trabajo se compenetra y confunde con su objeto. Se materializa en trabajo anterior es cuando presentan algún defecto. Cuando el cuchillo no corta o la hebra se rompe a cada paso es cuando
el objeto, al paso que éste se elabora. Y lo que en el trabajador era dinamismo, es ahora en el producto, plasmado en lo que los que manejan estos materiales se acuerdan del que los fabricó. En el producto bien elaborado se borran las huellas del
es, quietud. El obrero ,es el tejedor, y el producto el tejido. trabajo anterior al que debe sus cualidades útiles.
Si analizamos todo este proceso desde el punto de vista de su resultado, del producto, vemos que ambos factores, Una máquina que no presta servicio en el proceso de trabajo es una maquina inútil. Y no sólo es inútil, sino que
los medios de trabajo y el objeto sobre que éste recae, son los medios de producción.7 y el trabajo un trabajo productivo.8 además cae bajo la acción destructora del intercambio natural de materias. El hierro se oxida, la madera se pudre. La hebra
Para engendrar un valor de uso como producto, el proceso de trabajo absorbe, en concepto de medios de no tejida o devanada es algodón echado a perder. El trabajo vivo tiene que hacerse cargo de estas cosas, resucitarlas de
producción, otros valores de uso, producto a su vez de procesos de trabajo anteriores. Y el mismo valor de uso que forma el entre los muertos, convertirlas de valores de uso potenciales en valores de uso reales y activos. Lamidos por el fuego del
producto de este trabajo, constituye el medio de producción de aquél. Es decir, que los productos no son solamente el trabajo, devorados por éste como cuerpos suyos, fecundados en el proceso de trabajo con arreglo a sus funciones pro-
resultado, sino que son, al mismo tiempo, la condición del proceso de trabajo. fesionales y a su destino, estos valores de uso son absorbidos, pero absorbidos de un modo provechoso y racional, como
Excepción hecha de la industria extractiva, aquella a la que la naturaleza brinda el objeto sobre que trabaja, v. gr. elementos de creación de nuevos valores de uso, de nuevos productos, aptos para , ser absorbidos a su vez como medios de
la minería, la caza, la pesca, etc. (la agricultura sólo entra en esta categoría cuando se trata de la roturación y cultivo de vida por el consumo individual o por otro nuevo proceso de trabajo, sí se trata de medios de producción,
tierras vírgenes), todas las ramas industriales recaen sobre objetos que tienen el carácter de materias primas, es decir, sobre
Por tanto, los productos existentes no son solamente resultados del proceso de trabajo, sino también condiciones
de existencia de este; además, su incorporación al proceso de trabajo, es decir, su contacto con el. trabajo vivo es el único 2. El proceso de valorización
medio de conservar y realizar corno valores de uso estos productos de un trabajo anterior.
El trabajo devora sus elementos materiales, su objeto y sus instrumentos, se alimenta de ellos !, es, por tanto, su El producto !propiedad del capitalista! es un valor de uso: hilado, botas, etc. Pero, aunque las botas, por ejemplo,
proceso de consumo. Este consumo productivo se distingue del consumo individual en que éste devora los productos como formen en cierto modo la base del progreso social y nuestro capitalista sea un hombre progresivo como el que más, no
medios de vida del ser viviente, mientras que aquél los absorbe como medios de vida del trabajo, de la fuerza de trabajo del fabrica las botas por amor al arte de producir calzado. El valor de uso no es precisamente, en la producción de mercancías,
individuo, puesta en acción. El producto del consumo individual, es, por tanto, el consumidor mismo; el fruto del consumo la cosa qu'on aime pour lut"meme. (39) En la producción de mercancías los valores de uso se producen pura y simplemente
productivo es un producto distinto del consumidor. porque son y en cuanto son la encarnación material, el, soporte del valor de cambio. Y nuestro capitalista persigue dos
En todos aquellos casos en que recae sobre productos y se ejecuta por medio de ellos, el trabajo devora productos objetivos. En primer lugar, producir un valor de uso que tenga un valor de cambio, producir un artículo destinado a la
para crear productos, o desgasta productos corno medios de producción de otros nuevos. Pero, si en un principio, el venta, una mercancía. En segundo lugar, producir una mercancía cuyo valor cubra y rebase la suma de valores de las
proceso de trabajo se entablaba solamente entre el hombre y la tierra, es decir, entre el hombre y algo que existía sin su mercancías invertidas en su producción, es decir, de los medios de producción y de la fuerza de trabajo, por los que
cooperación, hoy intervienen todavía en él medios de producción creados directamente por la naturaleza y que no presentan adelantó su buen dinero en el mercado de mercancías. No le basta con producir un valor de uso; no, él quiere producir una
la menor huella de trabajo humano. mercancía; no sólo un valor de uso, sino un valor; y tampoco se contenta con un valor puro y simple, sino que aspira a una
El proceso de trabajo, tal y como lo hemos estudiado, es decir, fijándonos solamente en sus elementos simples plusvalía, a un valor mayor.
y abstractos, es la actividad racional encaminada a la producción de valores de uso, la asimilación de las materias naturales Hasta aquí, nos hemos limitado a estudiar un aspecto del proceso, pues se trata de la producción de mercancías. Y
al servicio de las necesidades humanas, la condición general del intercambio de materias entre la naturaleza y el hombre, la así como la mercancía es unidad de valor de uso y valor, su proceso de producción tiene necesariamente que englobar dos
condición natural eterna de la vida humana, y por tanto, independiente de las formas y modalidades de esta vida y común a cosas: un proceso de producción y un proceso de creación de valor.
todas las formas sociales por igual. Por eso, para exponerla, no hemos tenido necesidad de presentar al trabajador en Sabemos que el valor de toda mercancía se determina por la cantidad de trabajo materializado en su valor de uso,
relación con otros. Nos bastaba con presentar al hombre y su trabajo de una parte, y de otra la naturaleza y sus materias. Del por el tiempo de trabajo socialmente necesario para su producción. Este criterio rige también para el producto que va a
mismo modo que el sabor del pan no nos dice quién ha cultivado el trigo, este proceso no nos revela tampoco las parar a manos del capitalista, como resultado del proceso de trabajo. Lo primero que hay que ver, pues, es el. trabajo
condiciones bajo las cuales se ejecutó, no nos descubre si se ha desarrollado bajo el látigo brutal del capataz de esclavos o materializado en este producto.
bajo la mirada medrosa del capitalista, sí ha sido Cincinato quien lo ha ejecutado, labrando su par de jugera, o ha sido el Supongamos, por ejemplo, que se trata de hilado.
salvaje que derriba a una bestia de una pedrada.10 Para la fabricación del hilado se ha necesitado, en primer lugar, la materia prima correspondiente, digamos por
Retornemos a nuestro capitalista in spe. (38) Le habíamos dejado en el mercado de mercancías, comprando todos ejemplo 10 libras de algodón. El valor del algodón no hace falta investigarlo, pues el capitalista lo compra en el mercado
los elementos necesarios para un proceso de trabajo: los elementos materiales o medios de producción y los elementos por lo que vale, v. gr. por 10 chelines. En el precio del algodón se contiene ya, como trabajo social general, el trabajo
personales, o sea la fuerza de trabajo. Con la mirada alerta del hombre que conoce el terreno que pisa, el capitalista en necesario para su producción. Supondremos, además, que la masa de husos desgastada para fabricar el algodón, que
ciernes elige los medios de producción y las fuerzas de trabajo más convenientes para su rama especial de industria: representa para nosotros todos los demás medios de trabajo invertidos, posee un valor de 2 chelines. Si una masa de oro de
hilados, fabricación de zapatos, etc. Nuestro capitalista se dispone, pues, a consumir la mercancía que ha comprado, la 12 chelines es el producto de 24 horas de trabajo, o sea de dos jornadas de trabajo, tendremos que en el hilo aparecen
fuerza de trabajo, es decir, hace que su poseedor, o sea, el obrero, consuma trabajando los medios de producción. Claro materializadas dos jornadas de trabajo.
está que el carácter general del proceso de trabajo no varia por el hecho de que el obrero lo ejecute para el capitalista, en El hecho de que el algodón cambie de forma y de que la masa de husos desgastada desaparezca radicalmente, no
vez de ejecutarlo para sí. Tampoco cambia, de primera intención, porque en este proceso venga a deslizarse el capitalista, la debe movernos a confusión. Con arreglo a la ley general del valor, 10 libras de hilado, por ejemplo, equivalen a 10 libras de
manera concreta de hacer botas o de hilar hebra. El capitalista empieza, como es lógico, tomando la fuerza de trabajo tal y algodón y a 1/4 de huso, siempre y cuando que el valor de 40 libras de hilado sea igual al de 40 libras de algodón más el de
corno se la brinda el mercado, y lo mismo, naturalmente, su trabajo, fruto de una época en que no existían capitalistas. un huso entero, o, lo que es lo mismo, siempre y cuando que para producir los dos términos de esta ecuación se requiera el
Tiene que pasar todavía algún tiempo para que el sistema de producción se transforme por efecto de la sumisión del trabajo mismo tiempo de trabajo. Arrancando de esta premisa, e% mismo tiempo de trabajo aparece representado, de una parte, en el
al capital; por eso no habremos de estudiar aquí, sino en su lugar, esta transformación. valor de uso hilado y de otra parte en los valores de uso algodón y huso. Al valor le tiene, pues, sin cuidado el que aparezca
Ahora bien, el proceso de trabajo, considerado como proceso de consumo de la fuerza de trabajo por el encarnado en hilado, huso o algodón. El hecho de que el, huso y el algodón, en vez de yacer inmóviles, el uno junto al otro,
capitalista, presenta dos fenómenos característicos. se combinen en el proceso de la hilatura, combinación que altera sus formas útiles, convirtiéndolos en hilado no afecta para
El obrero trabaja bajo el control del capitalista, a quien su trabajo pertenece. El capitalista se cuida de vigilar que nada a su valor; es exactamente lo mismo que si se trocasen por un equivalente de hilado mediante un simple cambio.
este trabajo se ejecute como es debido y que los medios de producción se empleen convenientemente, es decir, sin El tiempo de trabajo necesario para producir el algodón es parte integrante del tiempo de trabajo necesario para
desperdicio de materias primas y cuidando de que los instrumentos de trabajo se traten bien, sin desgastarse más que en producir el hilado al que sirve de materia prima, y se contiene, por tanto, en éste. Y otro tanto acontece con el tiempo de
aquella parte en que lo exija su empleo racional. trabajo necesario para producir la masa de husos sin cuyo desgaste o consumo no podría hilarse el algodón.12
Pero hay algo más, y es que el producto es propiedad del capitalista y no del productor directo, es decir, del Así, pues, cuando se analiza el valor del hilado, el tiempo de trabajo necesario para su producción, podemos
obrero. El capitalista paga, por ejemplo, el valor de un día de fuerza de trabajo. Es, por tanto, dueño de utilizar como le considerar como fases distintas y sucesivas del mismo proceso de trabajo los diversos procesos concretos de trabajo,
convenga, durante un día, el uso de esa fuerza de trabajo, ni más ni menos que el de otra mercancía cualquiera, v. gr. el de separados en el espacio y en el tiempo, que es necesario recorrer para producir el algodón y la masa de husos consumida,
un caballo que alquilase durante un día. El uso de la mercancía pertenece a su comprador, y el poseedor de la fuerza de hasta convertir por fin en hilado los husos y el algodón. Todo el trabajo contenido en el hilado es trabajo pretérito. Pero el
trabajo sólo puede entregar a éste el valor de uso que le ha vendido entregándole su trabajo. Desde el instante en que pisa el hecho de que el tiempo de trabajo necesario para la producción de sus elementos integrantes se haya ejecutado antes, esté,
taller del capitalista, el valor de uso de su fuerza de trabajo, y por tanto su uso, o sea, el trabajo, le pertenece a éste. Al por decirlo así, en pluscuamperfecto, mientras que el trabajo invertido directamente para llevar a término el proceso final, el
comprar la fuerza de trabajo, el capitalista incorpora el trabajo del obrero, como fermento vivo, a los elementos muertos de hilar, se halle más cerca del presente, en pretérito perfecto, digámoslo así, es un hecho absolutamente indiferente. Sí para
creación del producto, propiedad suya también. Desde su Punto de vista, el proceso de trabajo no es más que el consumo de construir una casa se requiere una determinada masa de trabajo, digamos por ejemplo 30 días de trabajo, el hecho de que la
la mercancía fuerza de trabajo comprada por él, si bien sólo la puede consumir facilitándole medios de producción. El última jornada de trabajo se incorpore a la producción 29 días después que la primera no altera en nada el total del tiempo
proceso de trabajo es un proceso entre objetos comprados por el capitalista, entre objetos pertenecientes a él Y el producto de trabajo absorbido por la casa. Para estos efectos, es como si el tiempo de trabajo que se contiene en los instrumentos de
de este proceso le pertenece, por tanto, a él, al capitalista, ni más ni menos que el producto del proceso de fermentación de trabajo y en la materia prima se hubiese invertido en una fase anterior del proceso de hilatura, con anterioridad al que en la
los vinos de su bodega.11 fase final se añade bajo la forma de hilado.
Por tanto, los valores de los medios de producción, el valor del algodón y el de los husos, expresados en el precio Al tratar de la venta de la fuerza de trabajo, partíamos del supuesto de que su valor diario era de 3 chelines,
de 12 chelines, forman parte integrante del valor del hilado, o sea, del valor del producto. encarnándose en las últimas 6 horas de la jornada y siendo, por tanto, necesaria esta cantidad de trabajo para producir la
Mas para ello han de darse dos condiciones. La primera es que el algodón y los husos sirvan real y verdaderamente suma normal de los medios diarios de vida del obrero. Ahora bien, si durante una hora de trabajo nuestro tejedor transforma
para la producción de un valor de uso. En nuestro ejemplo, para la fabricación de hilado. Al valor le es indiferente en qué 12/3 libras de algodón en 12 /3 libras de hilado,13en 6 horas transformará 10 libras de algodón en 10 libras de hilado; por
valor de uso tome cuerpo, pero tiene que tomar cuerpo necesariamente en un valor de uso, sea el que fuere. La segunda tanto, durante el proceso de hilado, el algodón absorberá 6 horas de trabajo. Este tiempo de trabajo está representado por
condición es que solamente se invierta el tiempo de trabajo necesario para las condiciones sociales de producción reinantes. una cantidad de oro equivalente a 3 chelines. El tejedor incorpora, pues, al algodón, con su trabajo, un valor de 3 chelines.
Así por ejemplo, si para producir 1 libra de hilado sólo se requiere 1 libra de algodón, no deberá emplearse más. Y lo Analicemos el valor total del producto, o sea, de las 10 libras de hilado. En él se materializan 21/2 jornadas de
mismo por lo que se refiere a los husos. Sí al capitalista se le ocurriera, por un acto de su fantasía, emplear husos de oro en trabajo: 2 en el algodón y en la masa de husos consumida y 1/2 en el proceso de trabajo del hilandero. Este tiempo de
vez de husos de acero, cargaría con las consecuencias, pues en el valor del hilado solamente cuenta el trabajo socialmente trabajo representa una masa de oro de 15 chelines. El precio adecuado al valor de las 10 libras de hilo es, por tanto, de 15
necesario, o sea, el tiempo de trabajo necesario para producir husos de acero. chelines, y el de una libra de hilado 1 chelín y 6 peniques.
Ya sabemos qué parte representan, en el valor del hilado, los medios de producción, o sea, el algodón y los husos. Al llegar aquí nuestro capitalista se queda perplejo. Resulta que el valor del producto es igual al valor del capital
Representan 12 chelines, es decir, la materialización de dos jornadas de trabajo. Ahora, trátase de saber cuál es la parte de desembolsado. El valor desembolsado por el capitalista no se ha valorizado, no ha engendrado plusvalía; o, lo que es lo
valor que el hilandero, con su trabajo, añade al algodón. mismo, el dinero no se ha convertido en capital. El precio de las 10 libras de hilo son 15 chelines, los mismos 15 chelines
Este trabajo ha de ser enfocado aquí desde un punto de vista totalmente distinto de aquel en que nos situábamos que el capitalista hubo de invertir en el mercado para adquirir los elementos integrantes del producto, o lo que tanto vale,
para analizar el proceso de trabajo. En el proceso de trabajo, todo giraba en tomo a un actividad encaminada a un fin: la de los factores del proceso de trabajo: 10 chelines en el algodón, 2 chelines en la masa de husos desgastada y 3 chelines en la
convertir el algodón en hilado. Cuanto más apto para su fin sea el trabajo, tanto mejor será el hilado suponiendo que todas fuerza de trabajo. De nada sirve que el valor del hilo se haya incrementado, pues su valor no es más que la suma de los
las demás circunstancias no varíen. El trabajo del hilandero era un trabajo específicamente distinto de otros trabajos valores que antes se distribuían entre el algodón, los husos y la fuerza de trabajo, y de la simple suma de valores existentes
productivos, y la diferencia se revelaba subjetiva y objetivamente en la finalidad especial de hilar, en sus especiales jamás puede brotar un valor nuevo, la plusvalía.14 Lo que hacen estos valores es concentrarse en un objeto, pero esto no
manipulaciones, en el carácter especial de sus medios de producción y en el valor de uso especial de su producto. El significa nada, pues ya lo estaban en la suma de dinero de 15 chelines, antes de desperdigarse en las tres mercancías
algodón y el huso son medios de vida del trabajo de hilandería, pero no sirven para fundir cañones. En cambio, enfocado compradas.
como fuente de valor, el trabajo del hilandero no se distingue absolutamente en nada del trabajo del perforador de cañones, De suyo, este resultado no tiene nada de sorprendente. Una libra de hilado vale 1 chelín y 6 peniques. Es, pues,
ni, para no salimos demasiado del campo de nuestro ejemplo, de los trabajos del plantador de algodón y del fabricante de lógico que nuestro capitalista abone 15 chelines en el mercado por 10 libras de hilado. Tanto da que compre su casa
husos, materializados en los medios de producción del hilado. Esta identidad es la que permite que el plantar algodón, el particular, lista y terminada, en el mercado o que la mande edificar: ninguna de estas operaciones aumentará el dinero
fabricar husos y el hilar sean otras tantas partes sólo cuantitativamente distintas del mismo valor total, o sea, del valor del invertido en adquirir la casa.
hilo. Aquí, ya no se trata de la calidad, de la naturaleza y el contenido del trabajo, sino pura y exclusivamente de su Tal vez el capitalista, versado en materia de economía vulgar, diga que ha desembolsado su dinero con la intención
cantidad. Y ésta se calcula por una sencilla operación aritmética. Para ello, suponemos que el trabajo de hilar es trabajo de obtener del negocio mas dinero del que invirtió. Pero, el infierno está empedrado de buenas intenciones, y del mismo
simple, trabajo social medio. Más adelante, veremos que el supuesto contrario no hace cambiar los términos del problema. modo podía abrigar la de obtener dinero sin producir.15 El capitalista amenaza. No volverán a engañarle. En adelante,
A lo largo del proceso de trabajo, éste se trueca constantemente de inquietud en ser, de movimiento en comprará la mercancía, lista y terminada, en el mercado, en vez de fabricarla por su cuenta. Pero, si todos sus hermanos
materialidad. Al final de una hora de trabajo, las manipulaciones del hilandero se traducen en una determinada cantidad de capitalistas hacen lo mismo, ¿de dónde van a salir las mercancías, para que él se encuentre con ellas en el mercado? No va a
hilado, o, lo que es lo mismo, una determinada cantidad de trabajo, una hora de trabajo, se materializa en el algodón. comerse su dinero. El capitalista sermonea. Nos habla de su abstinencia. Dice que podía haberse gastado para su placer los
Decimos hora de trabajo, o lo que tanto vale, inversión de las fuerzas vitales del hilandero durante una hora, porque aquí el 15 chelines, y que, en vez de hacerlo, los ha consumido productivamente, convirtiéndolos en hilado. Gracias a ello, tiene en
trabajo del hilandero sólo interesa en cuanto inversión de fuerza de trabajo, y no como la modalidad específica de trabajo sus manos hilado, en vez de tener remordimientos. Y no va a dejarse arrastrar nuevamente a la tentación del atesorador,
que supone el hilar. pues ya veíamos, en el ejemplo de éste, lo que daba de sí el ascetismo. Además, al que nada tiene el rey le hace libre. Y por
Ahora bien, es de una importancia extraordinaria, decisiva, el que, mientras dura el proceso de transformación del grandes que sean los méritos de su privación, no hay nada con qué premiársela, toda vez que el valor del producto que brota
algodón en hilados, este proceso no absorba más que el tiempo de trabajo socialmente necesario. Sí, en condiciones del proceso equivale, como veíamos, a la suma de los valores de las mercancías que lo alimentan. Nuestro capitalista, tiene,
normales, es decir, en las condiciones sociales medias de producción, durante una hora de trabajo a libras de algodón se pues, que contentarse con que la virtud encuentre en si misma su recompensa. Pero, lejos de ello, insiste y apremia. El
convierten en b libras de hilado, sólo podrá considerarse como jornada de trabajo de 12 horas aquella que convierta 12 X a hilado no le sirve de nada. Lo ha producido para venderlo. Así, pues, o lo vende o en lo sucesivo se limita !!cosa mucho
libras de algodón en 12 X b libras de hilo. Sólo el tiempo de trabajo socialmente necesario cuenta como fuente de valor. más sencilla! a producir objetos para su uso personal, que es la receta que su médico de cabecera MacCulloch le prescribe
Al igual que el trabajo, las materias primas y el producto presentan aquí una fisonomía completamente distinta de como remedio eficaz contra la epidemia de la superproducción. El capitalista no cede. ¿Acaso el obrero puede crear
la que presentaban cuando enfocábamos estos elementos desde el punto de vista del proceso de trabajo en sentido estricto. productos de trabajo, producir mercancías, con sus brazos inermes, en el vacío? ¿Quién sino él, el capitalista, le suministra
Ahora, la materia prima sólo interesa en cuanto absorbe y asimila una determinada cantidad de trabajo. Sí la materia prima la materia con la cual y en la cual materializa el obrero su trabajo ? Y, como la inmensa mayoría de la sociedad ,está
se convierte efectivamente en hilado mediante esta absorción, es porque la fuerza de trabajo se despliega y se le incorpora formada por descamisados de esos, ¿no presta a la sociedad un servicio inapreciable con sus medios de producción, su
en forma de trabajo de hilatura. Pero aquí, el producto, el hilado no es más que el termómetro del trabajo absorbido por el algodón y sus husos, y no se lo presta también a los mismos obreros, a quienes además, por si eso fuese poco, les suministra
algodón. Si durante una hora se tejen 1 2/3 , libras de algodón o se transforman en 12/3, libras de hilo, 10 libras de hilado los medios de vida necesarios? Y este servicio, ¿no ha de cobrarlo? Pero, preguntamos nosotros, ¿es que el obrero, a su vez,
equivaldrán a 6 horas de trabajo absorbido. Aquí, determinadas cantidades de productos, fijadas por la experiencia, no re- no le presta a él, al capitalista, el servicio de transformar en hilado el algodón y los husos? Además, aquí no se trata de
presentan más que determinadas cantidades de trabajo, una determinada masa de tiempo de trabajo cuajado. Son, servicios.16 Servicio es la utilidad que presta un valor de uso, mercancía o trabajo.17 Aquí se trata del valor de cambio. El
simplemente, la materialización de 1 hora, de 2 horas, de un día de trabajo social. capitalista abona al obrero el valor de 3 chelines. El obrero, al incorporar al algodón un valor de 3 chelines, le devuelve un
El hecho de que el trabajo sea precisamente trabajo de hilandería, su materia prima algodón y su producto hilado, equivalente exacto: son dos valores iguales que se cambian. De pronto, nuestro amigo abandona su soberbia de capitalista
no interesa nada para estos efectos, como tampoco interesa la circunstancia de que el objeto sobre que recae el trabajo sea para adoptar el continente modesto de un simple trabajador. ¿Es que no trabaja también él, vigilando y dirigiendo el trabajo
ya, a su vez, producto de otro trabajo anterior. Si el obrero, en vez de trabajar en el ramo de hilandería trabajase en una del tejedor? ¿Y es que este trabajo suyo no crea también valor? Su overlooker y su manager se alzan de hombros.
mina de carbón, el objeto de su trabajo, el carbón, sería de distinta naturaleza, pero, a pesar de ello, una cantidad Entretanto, ya nuestro capitalista ha recobrado, con una sonrisa de satisfacción, su fisonomía acostumbrada. Se ha estado
determinada de carbón arrancado a la veta, v. gr. un quintal de hulla, representaría una determinada cantidad de trabajo burlando de nosotros, con toda esa letanía. A él, todas estas cosas le tienen sin cuidado. Para inventar todos esos
absorbido. subterfugios y argucias y otras parecidas, están ahí los profesores de economía política, que para eso cobran. El, el capi-
talista, es un hombre práctico, que, si no siempre piensa lo que dice fuera de su negocio, al frente de éste sabe muy bien equivalente, estamos ante un proceso de simple creación de valor. Pero, si el proceso rebasa ese punto, se tratará de un
siempre lo que hace. proceso de valorización.
Analicemos la cosa más despacio. El valor de un día de fuerza de trabajo ascendía a 3 chelines, porque en él se Sí establecemos el paralelo entre el proceso de valorización y el proceso de trabajo, observaremos que éste consiste en el
materializaba media jornada de trabajo; es decir, porque los medios de vida necesarios para producir la fuerza de trabajo trabajo útil que produce valores de uso. Aquí, la dinámica se enfoca en su aspecto cualitativo, atendiendo a su modalidad
durante un día costaban medía jornada de trabajo. Pero el trabajo pretérito encerrado en la fuerza de trabajo y el trabajo especial, a su fin y a su contenido. En el proceso de creación de valor, este proceso de trabajo, que es el mismo, sólo se nos
vivo que ésta puede desarrollar, su costo diario de conservación y su rendimiento diario, son dos magnitudes revela en su aspecto cuantitativo. Aquí, sólo interesa el tiempo que el trabajo requiere para ejecutarse, o sea, el tiempo
completamente distintas. La primera determina su valor de cambio, la segunda forma su valor de uso. El que para alimentar durante el cual se invierte útilmente la fuerza de trabajo. Para estos efectos, las mercancías que alimentan el proceso de
y mantener en pie la fuerza de trabajo durante veinticuatro horas haga falta media jornada de trabajo, no quiere decir, ni trabajo no se consideran ya como factores funcionalmente concretos, materiales, de la fuerza de trabajo apta para un fin.
mucho menos, que el obrero no pueda trabajar durante una jornada entera. El valor de la fuerza de trabajo y su Sólo cuentan como cantidades concretas de trabajo materializado. Y ya se encierre en los medios de producción o se
valorización en el proceso de trabajo son, por tanto, dos factores completamente distintos. Al comprar la fuerza de trabajo, incorpore mediante la fuerza de trabajo, aquí el trabajo sólo cuenta por su medida en el tiempo. Representa tantas horas,
el capitalista no perdía de vista esta diferencia de valor. El carácter útil de la fuerza de trabajo, en cuanto apto para fabricar tantos días, etc.
hilado o botas, es conditio sine qua non, (40) toda vez que el trabajo, para poder crear valor, ha de invertirse siempre en Pero, cuenta tan sólo en la medida en que el tiempo empleado en la producción del valor de
forma útil. Pero el factor decisivo es el valor de uso específico de esta mercancía, que le permite ser fuente de valor, y de uso sea socialmente necesario. Son varios los factores que esto envuelve. En primer lugar, es
más valor que el que ella misma tiene. He aquí el servicio especifico que de ella espera el capitalista. Y, al hacerlo, éste no
se desvía ni un ápice de las leyes eternas del cambio de mercancías. En efecto, el vendedor de la fuerza de trabajo, al igual necesario que la fuerza de trabajo funcione en condiciones normales. Si el instrumento de trabajo
que el de cualquier otra mercancía, realiza su valor de cambio y enajena su valor de uso. No puede obtener el primero sin que impera socialmente en el ramo de hilado es la máquina de hilar, no debe ponerse al obrero a
desprenderse del segundo. El valor de uso de la fuerza de trabajo, o sea, el trabajo mismo, deja de pertenecer a su trabajar en una rueca. Asimismo ha de suministrársele algodón de calidad normal y no algodón
vendedor, ni más ni menos que al aceitero deja de pertenecerle el valor de uso del aceite que vende. El poseedor del dinero de mala calidad, que se rompa a cada instante. En cualquiera de ambos casos, necesitaría más
paga el valor de un día de fuerza de trabajo: le pertenece, por tanto, el uso de esta fuerza de trabajo durante un día, el tiempo del socialmente necesario para producir una libra de hilo, y este tiempo superfluo no
trabajo de una jornada. El hecho de que la diaria conservación de la fuerza de trabajo no suponga más costo que el de
media jornada de trabajo, a pesar de poder funcionar, trabajar, durante un día entero; es decir, el hecho de que el valor crearía dinero ni crearía valor. Sin embargo, el carácter normal de los factores materiales que
creado por su uso durante un día sea el doble del valor diario que encierra, es una suerte bastante grande para el comprador, intervienen en el trabajo no depende del obrero, sino del capitalista. Otra condición que ha de ser
pero no supone, ni mucho menos, ningún atropello que se cometa contra el vendedor. tenida en cuenta es el carácter normal de la propia fuerza de trabajo. Es necesario que ésta, en el
Nuestro capitalista había previsto el caso, con una sonrisa de satisfacción. Por eso el obrero se encuentra en el ramo en que se aplica, reúna el grado medio de aptitud, destreza 'y rapidez. Nuestro capitalista
taller con los medios de producción necesarios, no para un proceso de trabajo de seis horas, sino de doce. Si 10 libras de compra en el mercado fuerza de trabajo de calidad normal. Esta fuerza de trabajo debe aplicarse
algodón absorbían seis horas de trabajo y se transformaban en 10 libras de hilado, 20 libras de algodón absorberán doce
horas de trabajo y se convertirán en 20 libras de hilado. Analicemos el producto de este proceso de trabajo prolongado. con el grado medio habitual de esfuerzo, poniendo el grado de intensidad socialmente
Ahora, en las 20 libras de hilo se materializan 5 jornadas de trabajo: 4 en la masa de algodón y de husos consumida y 1 en acostumbrado en su inversión. El capitalista se cuida de velar celosamente por que el trabajador
el trabajo absorbido por el algodón durante el proceso de la hilatura. La expresión en oro de 5 jornadas de trabajo son 30 no disipe su tiempo. Ha comprado la fuerza de trabajo por un tiempo determinado. Quiere,
chelines, o sea, 1 libra esterlina y 10 chelines. Tal es, por tanto, el precio de las 20 libras de hilo. La libra de hilo sigue naturalmente, que se le entregue lo que es suyo y no tolera que se le robe. Y finalmente "y para
costando 1 chelín y 6 peniques. Pero, la suma de valor de las mercancías que alimentan el proceso representaba 27 chelines. conseguirlo, el capitalista se cuida de promulgar un Código Penal ex profeso", en el consumo de
El valor del hilo representa 30. Por tanto, el valor del producto excede en 1/9 del valor desembolsado para su producción.
Los 27 chelines se convierten en 30. Arrojan una plusvalía de 3 chelines. Por fin, la jugada maestra ha dado sus frutos. El materias primas e instrumentos de trabajo no deberá nunca excederse de la tasa racional, pues
dinero se ha convertido en capital. los materiales o instrumentos de trabajo desperdiciados representan determinadas cantidades de
Y todas las condiciones del problema se han resuelto sin infringir en lo más mínimo las leyes del cambio de trabajo materializado invertido superfluamente y que, por tanto, no cuentan ni entran en el
mercancías. Se ha cambiado un equivalente por otro. Como comprador, el capitalista ha pagado todas las mercancías, el producto del proceso de creación de valor.18
algodón, la masa de husos y la fuerza de trabajo, por su valor. Después de comprarlas, ha hecho con estas mercancías lo que Como vemos, la diferencia entre el trabajo considerado como fuente de valor de uso y el mismo trabajo en cuanto crea
hace todo comprador: consumir su valor de uso. El proceso de consumo de la fuerza de trabajo, que es al mismo tiempo valor, con la que en su lugar nos encontramos al analizar la mercancía, se nos presenta ahora al estudiar los diversos
proceso de producción de la mercancía, arroja un producto de 20 libras de hilo, que representan un valor de 30 chelines. El aspectos del proceso de producción.
capitalista retorna al mercado a vender su mercancía, después de haber comprado las de otros. Vende la libra de hilo a 1 Como unidad de proceso de trabajo y proceso de creación de valor, el proceso de producción es un proceso de
chelín y 6 peniques, ni un céntimo por encima o por debajo de su valor. Y, sin embargo, saca de la circulación 3 chelines producción de mercancías; como unidad de proceso de trabajo y de proceso de valorización, el proceso de producción es
más de lo que invirtió en ella al comenzar. Y todo este proceso, la transformación de dinero en capital, se opera en la órbita un proceso de producción capitalista, la forma capitalista de la producción de mercancías.
de la circulación y no se opera en ella. Se opera por medio de la circulación, pues está condicionado por la compra de la Ya decíamos más arriba que, para los efectos del proceso de valorización, es de todo punto indiferente el que el trabajo
fuerza de trabajo en el mercado de mercancías. No se opera en la circulación, pues este proceso no hace más que iniciar el apropiado por el capitalista sea trabajo simple, trabajo social medio, o trabajo complejo, trabajo de peso específico más
proceso de valorización, cuyo centro reside en la órbita de la producción. Y así, todo marcha #pour le mieux dans le alto que el normal. El trabajo considerado como trabajo más complejo, más elevado que el trabajo social medio, es la
meilleur des mondes possibles$. (41 ) manifestación de una fuerza de trabajo que representa gastos de preparación superiores a los normales, cuya producción
Al transformar el dinero en mercancías, que luego han de servir de materias para formar un nuevo producto o de representa más tiempo de trabajo y, por tanto, un valor superior al de la fuerza de trabajo simple. Esta fuerza de trabajo de
factores de un proceso de trabajo; al incorporar a la materialidad muerta de estos factores la fuerza de trabajo viva, el valor superior al normal se traduce, como es lógico, en un trabajo superior, materializándose, por tanto, durante los mismos
capitalista transforma el valor, el trabajo, pretérito, materializado, muerto, en capital, en valor que se valoriza a sí mismo, período de tiempo, en valores relativamente más altos. Pero, Cualquiera que sea la diferencia de gradación que medie entre
en una especie de monstruo animado que rompe a #trabajar$ como si encerrarse un alma en su cuerpo. el trabajo del tejedor y el trabajo del joyero, la porción de trabajo con la que el joyero se limita a reponer el valor de su
Si comparamos el proceso de creación de valor y el proceso de valorización de un valor existente, vemos que el propia fuerza de trabajo no se distingue en nada, cualitativamente, de la porción adicional de trabajo con la que crea
proceso de valorización no es más que el mismo proceso de creación de valor prolongado a partir de un determinado punto. plusvalía. Lo mismo en este caso que en los anteriores, la plusvalía sólo brota mediante un exceso cuantitativo de trabajo,
Si éste sólo llega hasta el punto en que el valor de la fuerza de trabajo pagada por el capital deja el puesto a un nuevo
prolongando la duración del mismo proceso de trabajo, que en un caso es proceso de producción de hilo y en otro caso de 13. Estas cifras son puramente imaginarias.
producción de joyas.19 14. Es ésta la tesis fundamental en que descansa la teoría fisiocrática de la improductividad de todo trabajo no agrícola, tesis
Por otra parte, en todo proceso de creación de valor, el trabajo complejo debe reducirse siempre al trabajo social medio, incontrovertible para los economistas... de profesión. #Este procedimiento, que consiste en imputar a una sola cosa el valor
v. gr. un día de trabajo completo a x días de trabajo simple.20 Por tanto, partiendo del supuesto de que el obrero empleado de varias, por ejemplo al lienzo el costo de vida del tejedor, acumulando por tanto en capas, por decirlo así, diversos valores
por el capital ejecuta un simple trabajo social medio, nos ahorramos una operación inútil y simplificamos el análisis del sobre uno solo, hace que éste crezca en la misma proporción... La palabra suma expresa muy bien la manera como se forma
problema. el precio de los productos del trabajo; este precio no es más que totalización de varios valores absorbidos y sumados; sin
embargo, sumar no es multiplicar." (Mercier de la Riviére, L'Ordre Naturel, etc., P. 599.)
15 Así, por ejemplo, en los años de 1844!47. los capitalistas retiraron una parte de sus capitales de los negocios
productivos, para dedicarla a especular en acciones ferroviarias. Y, durante la guerra norteamericana de Secesión, cerraron
sus fábricas y lanzaron al arroyo a los obreros fabriles, para dedicarse a jugar en la Bolsa algodonera de Liverpool.
Notas Capítulo V
16 #Deja que se vanaglorien, se adornen y pongan afeites... Quien toma más o toma algo mejor (de lo que da), comete
1 #Los productos naturales de la tierra, pocos y totalmente independientes del hombre, son como una concesión de la
usura y no hace servicio, sino daño a su prójimo, a quien hurta y roba. No todo lo que llaman servicio y beneficio es servir
naturaleza que podría compararse a esa pequeña suma de dinero que suele darse a los jóvenes para que trabajen y prueben
y beneficiar al prójimo. Pues una adúltera y un adúltero se prestan entre sí grande servicio y complacencia. Y el caballero
su suerte.$ (James Steuart, Principles of Political Economy, ed. Dublín, 1770, t. I, p, 116.)
que ayuda al incendiario y al asesino a robar en las carreteras, le presta también un gran servicio caballeresco. Los papistas
2 "La razón es tan astuta como poderosa. La astucia consiste en esa actividad mediadora que, haciendo que los objetos
hacen a los nuestros gran servicio, al no ahogarlos, quemarlos o asesinarlos a todos, o hacer que se pudran en las prisiones,
actúen los unos sobre los otros y se desgasten mutuamente como cumple a su carácter, sin mezclarse directamente en ese
dejando con vida a algunos y arrojándolos de su tierra o despojándolos de lo que poseen. Y el propio demonio hace a su
proceso, no hace más que conseguir su propio fin.$ (Hegel, Enzyk1opadie, primera parte. #La lógica$, Berlín, 1840, p. 382.)
Señor, un grande, inmenso servicio. . En suma, el mundo está lleno de grandes, de magníficos, de diarios servicios y
3 En su obra por lo demás bastante pobre, titulada Théorie de l Economie Politique, París, 1815. Ganilh señala
beneficios.$ (Martín Lutero, A los párrocos, para que prediquen contra la usura, etc., Wítemberg, 1540.)
acertadamente, replicando a los fisiócratas, la larga serie de procesos de trabajo que tiene como premisa la agricultura en
17 Acerca de esto, digo en mí Contribución a la crítica de la economía política, página 14 s.: #Se comprende el 'gran
sentido estricto.
servicio' que la categoría del 'servicio' (service) presta a cierta casta de economistas, como J. B. Say y F. Bastíat!
4 En las Réflexions sur la Formation et la Distribution des Richeses (1766). Turgot explica muy bien la importancia de los
18 Es ésta una de las razones que encarecen la producción basada en la esclavitud. Aquí, para emplear la feliz
animales domesticados en los orígenes de la cultura
expresión de los antiguos, el obrero sólo se distingue del animal y de los instrumentos muertos, en que el primero es un
5 Las mercancías de lujo son, en realidad, las menos importantes para establecer comparaciones tecnológicas entre diversas
instrumentum vocale, mientras que el segundo es un instrumentum semivocale y el tercero un instrumentum mutuum. Por su
épocas de producción.
parte, el obrero hace sentir al animal y a la herramienta que no es un igual suyo, sino un hombre. Se complace en la
6 Nota a la 2° ed. Aunque los historiadores actuales desdeñan y omiten el desarrollo de la producción material, y por tanto
diferencia que le separa de ellos a fuerza de maltratarlos y destruirlos pasionalmente. Por eso en este régimen de producción
la base de toda la vida social y de toda la historia real, por lo menos para lo referente a la prehistoria se procede a base de
impera el principio económico de no emplear más que herramientas toscas, pesadas, pero difíciles de destruir por razón de
investigaciones de ciencias naturales y no a base de las llamadas investigaciones históricas, clasificando los materiales e
su misma tosquedad. Así se explica que, al estallar la guerra de independencia, se encontrasen en los Estados de esclavos
instrumentos y armas en edad de la piedra, edad del bronce y edad del hierro
bañados por el Golfo de México arados de viejo tipo chino, que hozaban la tierra como los cerdos o los topos, pero sin
7 Parece paradójico llamar medio de producción, por ejemplo, al pez aún no, pescado. Pero hasta hoy no se ha inventado el
ahondar en ella ni volverla. Cfr. J. E. Cairnes, The Slave Power, Londres, 1862, pp. 46 ss. En su Sea Board Slave States
arte de pescar en sitios en que no hay peces
[pp. 46 s.], refiere Olmsted: #Aquí, me han mostrado herramientas con las que en nuestro país ninguna persona razonable
8 Este concepto del trabajo productivo, tal como se desprende desde el punto, de vista del proceso simple de trabajo, no
cargaría al obrero a quien paga un jornal. A mi juicio, su peso extraordinario y su tosquedad hacen el trabajo ejecutado con
basta, ni mucho menos, para el proceso capitalista de producción
ellas un diez por ciento más pesado, cuando menos, que con las que nosotros solemos emplear. Sin embargo, me aseguran
9 Storch distingue la materia prima en sentido estricto de las materias auxiliares, dándoles los nombres respectivos de
que, dada la manera negligente y torpe con que los esclavos las manejan, sería imposible confiarles con buenos resultados
#matiére$ y #matériaux$; Cherbuliez da a las materias auxiliares el nombre de "matiéres instrumentales".
herramientas más ligeras o delicadas. En los campos de cereales de Virginia no durarían un día herramientas como las que
Es. sin duda, esta razón altamente lógica la que lleva al coronel Torrens a ver en la piedra del salvaje... ¡el origen del
nosotros confiamos continuamente a nuestros obreros y de las que sacamos buenas ganancias, a pesar de que estos campos
capital% #En la primera piedra que el salvaje lanza a la bestia por él acosada, en el primer palo que empuña para derribar el
son más difíciles y menos pedregosos que los nuestros. Habiendo preguntado yo por qué había una tendencia tan general a
fruto al que no llega con la mano, vemos los orígenes de la apropiación de un artículo para la adquisición de otro,
sustituir los caballos por mulos, me dieron también como razón primordial y decisiva, según confesión suya, la de que los
descubriendo así los orígenes del capital.$ (R. Torrens, An Essay on the Production of Wealth, etc., pp. 70 a.) Seguramente
caballos no resistían el trato que les daban constantemente los negros. Los caballos se baldaban e inutilizaban a cada paso
que de aquel Stock [Stock, en alemán, es palo; se trata de un juego de palabras (Ed.)] se deriva la palabra stock, que designa
por los malos tratos; en cambio, los mulos soportaban sin grave detrimento corporal los golpes y la falta de uno o dos
en inglés el capital.
piensos. Además, no se enfriaban ni enfermaban por el abandono o por el exceso de trabajo. No tengo más que asomarme a
11. #Los productos se apropian antes de convertirse en capital; esta transformación no los sustrae aquella apropiación.$
la ventana del cuarto en que escribo, para presenciar casi continuamente el trato que aquí dan al ganado, trato que a
(Cherbuliez, Riche ou Pauvre ed. París, 1841, pp. 53 s.) #El proletario al vender su trabajo por una determinada cantidad de
cualquier granjero del Norte le bastaría para poner en la calle a los peones.$
víveres (approvisionnement), renuncia íntegramente a toda participación en el producto. La apropiación de lo producido
19 La diferencia entre el trabajo complejo y el trabajo simple, lo que los ingleses llaman skilled y unskilled labour
sigue siendo la misma de antes; el convenio aludido no la altera en lo más mínimo. El producto pertenece exclusivamente al
descansa en parte en simples ilusiones, o a lo Menos en diferencias que hace ya largo tiempo que han dejado de ser reales,
capitalista que suministra la materia prima y los víveres. Es ésta una consecuencia rigurosa de la ley de la apropiación, cuyo
aunque perduren en el terreno del convencionalismo tradicional: en parte, descansa también en la situación desesperada de
principio fundamental a la inversa era el derecho exclusivo de la propiedad de todo obrero sobre su producto.$ (Obra cit., p.
ciertos sectores de la clase trabajadora que les impide, más todavía que a los otros, imponer por la fuerza el valor de su
58) James Mill, Elements of Political Economy, etc., p. 70: #Cuando los obreros trabajan por un salario, el capitalista es
fuerza de trabajo. En esta distinción desempeñan un papel tan importante las causas fortuitas, que hay clases de trabajo que
propietario, no solamente del capital (el autor alude aquí a los medios de producción), sino también del trabajo (of the
cambian constantemente de categoría. Por ejemplo, allí donde la sustancia física de la clase obrera está desnutrida y
labour also). Incluyendo. como suele hacerse, en el concepto de capital lo que se abona como salario, es absurdo hablar del
relativamente agotada, como ocurre en todos los países de capitalismo avanzado, trabajos de carácter brutal, que reclaman
trabajo como algo distinto del capital. La palabra capital, en este sentido abarca ambas cosas: el capital y el trabajo.$
una gran fuerza muscular, se truecan generalmente en trabajos de naturaleza elevada, mientras que otras actividades mucho
12. #En el valor de las mercancías no influye solamente el trabajo directamente aplicado en ellas, sino también el que se
más delicadas descienden a la categoría de trabajos vulgares; así, por ejemplo, en Inglaterra, el trabajo de un brich1ayer
invierte en las herramientas, instrumentos y edificios de que se vale ese trabajo.$ (Ricardo, Principles of Politcal Economy,
tiene una categoría mucho más alta que el de tejedor de damasco. Por otra parte, el trabajo de un fustian cutter, aun
p. 16.)
exigiendo un esfuerzo físico mucho mayor y siendo, además, muy malsano, se considera como un trabajo #simple$. Por lo
demás, sería falso creer que el llamado skilled labour represente una proporción cuantitativamente considerable en el
trabajo nacional. Laing calcula que en Inglaterra (y Gales) viven del trabajo simple más de 11 millones de hombres. Si CAPITULO VI
descontamos un millón de aristócratas y millón y medio de mendigos, vagabundos, criminales, prostitutas, etc., tendremos
que de los 18 millones de habitantes que existían al publicarse su obra, quedan 4.650,000 para la clase media, incluyendo CAPITAL CONSTANTE Y CAPITAL VARIABLE
los pequeños rentistas, los empleados, escritores, artistas, maestros, etc. Para separar a estos 4°/7 millones, el autor incluye
entre la parte' trabajadora de la clase media, además de los banqueros, etc., a todos los #obreros fabriles$ mejor retribuidos.
Los diversos factores que entran en el proceso de trabajo no intervienen todos por igual en la formación del valor
De la categoría de los "obreros potentados" no están tampoco ausentes los #brick1ayers$. Gracias a todas estas operaciones,
del producto.
el autor a que nos referimos llega a los 11 millones citados (S. Laíng, National Distress, etc., Londres, 1844 [pp. 51 s.] #La
gran clase que no puede dar a cambio de los medios de subsistencia más que un trabajo corriente es la gran masa del El obrero añade al objeto sobre el que recae el trabajo nuevo valor, incorporándole una determinada cantidad de
pueblo.$ (James Mill, en el artículo "Colony", Suplemento a la Encyc1opaedia Britannica, 1831 [p. 81].) trabajo, cualesquiera que el contenido concreto, el fin y el carácter técnico de este trabajo sean.
20 #Siempre que la palabra trabajo se emplea con el significado de medida de valor, se alude necesariamente a un
De otra parte, los valores de los medios de producción absorbidos reaparecen en el producto como partes
trabajo de determinada clase...$, y la proporción que guardan con él las otras clases de trabajo es fácil de averiguar. -
integrantes de su valor; así, por ejemplo, los valores del algodón y los husos reaparecen en el valor del hilo. Por tanto, el
(Outlines of Political Economy. Londres, 1832, pp. 22 y 23.)
valor de los medios de producción se conserva al transferirse al producto. Esta transferencia se opera al transformarse los
medios de producción en producto, es decir, durante el proceso de trabajo. Se opera por medio del trabajo. Pero ¿cómo?
El obrero no realiza un trabajo doble al mismo tiempo, de una parte para añadir valor al algodón por medio de su
trabajo y de otra parte para conservar su valor anterior, o lo que es lo mismo, para transferir al producto, al hilo, el valor
del algodón que fabrica y de los husos con los que lo elabora. Lo que hace es conservar el valor anterior por la simple
adición de un valor nuevo. Pero, como la adición de nuevo valor al objeto sobre que trabaja y la conservación de los valores
anteriores en el producto, son dos resultados perfectamente distintos que el obrero crea en el mismo tiempo, aunque sólo
trabaje una vez durante él, es evidente que este doble resultado sólo puede explicarse por el doble carácter del trabajo
mismo. Durante el mismo tiempo, el trabajo, considerado en uno de sus aspectos, crea valor, a la par que, considerado en el
otro aspecto conserva o transfiere un valor ya creado.
Ahora bien, ¿cómo incorpora el obrero tiempo de trabajo, y por tanto valor? Siempre única y exclusivamente bajo
la forma de su trabajo productivo peculiar. El hilandero sólo incorpora tiempo de trabajo hilando, el tejedor tejiendo, el
herrero forjando. Esta forma apta para un fin en que el obrero incorpora a una materia trabajo en general, y por tanto
nuevo valor, el hilar, el tejer, el forjar, convierte a los medios de producción, el algodón y los husos, el hilo y el telar, el
hierro y el yunque, en elementos integrantes de un producto, de un nuevo valor de uso.' La forma anterior de su valor de uso
desaparece, pero es para incorporarse a una nueva forma de valor de uso. Y, al analizar el proceso de creación de valor,
veíamos que siempre que un valor de uso se consume racionalmente para producir un nuevo valor de uso, el tiempo de
trabajo necesario es, por tanto, un tiempo de trabajo transferido de los medios de producción desgastados al nuevo
producto. Por tanto, el obrero no conserva los valores de los medios de producción desgastados, o lo que es lo mismo, no
los transfiere como elementos de valor al producto, incorporándoles trabajo abstracto, sino por el carácter útil concreto, por
la forma específica productiva del trabajo que incorpora. Es su trabajo productivo racional, el hilar, el tejer, el forjar, el que
con su simple contacto hace resucitar a los medios de producción de entre los muertos, les infunde vida como factores del
proceso del trabajo y los combina, hasta formar con ellos productos.
Si el trabajo específico, productivo, del obrero no fuese hilar, no transformaría el algodón en hilo, ni por tanto
transferiría a éste los valores del algodón y de los husos. Y sí el obrero cambia de oficio y se hace carpintero, seguirá
añadiendo valor a su material con cada jornada de trabajo. Lo que, por tanto, añade valor es su trabajo, pero no el trabajo
del hilandero o del carpintero, sino el trabajo social, abstracto, general, y sí este trabajo añade una determinada magnitud
de valor, no es porque tenga un carácter útil especifico, sino porque dura un determinado tiempo. Por tanto, en su aspecto
abstracto, general, considerado como aplicación de la fuerza humana de trabajo sin más, el trabajo del hilandero añade
nuevo valor a los valores del algodón y de los husos, y en su aspecto concreto, específico, útil, enfocado como proceso de
hilar, transfiere el valor de estos medios de producción al producto, conservando así en éste su valor. Así se explica el
doble carácter del resultado del trabajo obtenido durante el mismo tiempo.
La simple incorporación cuantitativa del trabajo añade nuevo valor; la calidad del trabajo incorporado conserva
en el producto los valores que ya poseían los medios de producción. Este doble efecto del mismo trabajo, proveniente de su
doble carácter, se revela de un modo palpable en una serie de fenómenos.
Supongamos que un invento cualquiera permite al hilandero hilar en seis horas la misma
cantidad de algodón para la que antes necesitaba treinta y seis. Considerada como actividad útil

También podría gustarte