Conferencia Internacional – Septiembre de 2016 divina, quien tiene al Hijo tiene la vida (1Jn 5:12).
vina, quien tiene al Hijo tiene la vida (1Jn 5:12). Cristo desea transmitirnos Su imagen,
LA ECONOMÍA DIVINA
Mensaje 16 – El progreso de la vida divina
Lectura Bíblica: 2Pe 1:3-7
I. LA VIDA Y LA NATURALEZA DE DIOS:
A. Vamos a continuar desarrollando acerca de la culminación de la naturaleza de Dios, que
comienza por la fe, a la que se suman más virtudes hasta alcanzar el amor ágape. Ese amor es la
propia vida de Dios, eterna, increada, indestructible, una verdadera bomba que está dentro de
nosotros, una vida de resurrección poderosa que hizo a Jesús ascender a los cielos.
B. A pesar de que disfrutamos de Colosenses e Efesios, las alas en el ejemplo del avión de la
Economía de Dio, el Espíritu siempre nos lleva de vuelta a hablar de Gálatas, que representa la
cabina de pasajeros. Nuestra meta está en Filipenses, donde Cristo está llamándonos y la pista de
aterrizaje está representada por Filemón. El Espíritu quiere nuestra atención centrada en dos
líneas. Primero que somos Onésimos y necesitamos incluir a todos los santos, capacitarlos
administrativamente, sin embargo, debemos estar enfocados en el Espíritu, sin el Espíritu, es
algo meramente humano.
C. A veces solamente queremos que el Espíritu actúe, pero Jesús cuenta con que sea hecha nuestra
parte, sucedió así con el milagro de la multiplicación de, el Señor les pidió a los discípulos que
proveyesen la comida y ellos trajeron los panes y los peces; también al momento de la
resurrección de Lázaro, aunque tenía el poder para retirar la piedra de la tumba, pidió que la
piedra fuera retirada y luego que desatasen a Lázaro. Vamos a hacer nuestra parte, siendo
coordinados juntos en amor, el amor ágape.
II. ALCANZAR LA ESTATURA DE HIJO MADURO:
A. Hoy en la vida de la iglesia no alcanzamos la mayoría de edad, de acuerdo a Gá 4:1 aún somos
como esclavos, tenemos la expectativa de obtener derechos, que serán plenos al alcanzar la
mayoría de edad. Este trecho de Gá 4 se aplicaba a los hijos de Israel para la transición de la
tutela de la ley a la realidad de a la realidad en Cristo por medio del Espíritu, la era de la gracia,
sin embargo, el Espíritu Santo aplica esta palabra a nosotros hoy, no es algo simplemente
dispensacional, cuando leemos Gá 4:1-7 vemos todo el proceso para hacernos hijos maduros por
medio del crecimiento de la vida divina. El lugar para ese crecimiento es la iglesia, en ella
tenemos tutores y curadores.
B. Filiación, en griego es huiotesia, que significa hijo maduro, un hijo que tiene realidad y
consciencia de lo que se le entrega, sin embargo, en algunos versículos la palabra griego en el
original aparece como teknon, que al contrario de huios, quiere decir hijos inmaduros, niños. Un
bebé puede clamar por su padre, pero no tiene noción de sus derechos; nosotros vamos a heredar
todas las riquezas de Dios, tanto en Gá 4 y 2Pe 1 tenemos el progreso de la vida divina en
nosotros.
C. Debemos demonstrar interés por las cosas del Padre, por la lectura de los libros, por la
predicación del evangelio, por el cuidado de las personas, descubra en la iglesia su nicho,
desempeñe bien su función, con entusiasmo y pasión, y con certeza Dios lo bendecirá.
III. LAS FASES DE LA FILIACIÓN:
A. La filiación tiene tres fases, la 1ª fase es caracterizada por la vida, el hijo tiene la vida de su
padre, el ADN, la carga genética. Para Dios aquel que nace del Espíritu es Espíritu, somos
hechos a imagen y semejanza de Dios (Gn 1:26), nos tornamos participantes de la naturaleza
sacarnos de la condición de hijos teknon a huios, fijos maduros, esa fase se llama también
regeneración.
B. La 2ª fase es el proceso para crecimiento, el Señor nos colocó en la cabina de pasajeros que es
la vida de la iglesia, para crecer en vida, ejercitar nuestros dones y aprender a administrar los
negocios del Padre, ese es el proceso de transformación y conformación, el Señor está
removiendo nuestros velos, que son muchos (2 Co 3:17-18). El Señor quiere conformarnos a
Su imagen, en contraposición, el misterio de la iniquidad masifica con el molde de Satanás (Ro
12:2), pero nosotros tenemos el molde de Cristo, no queremos ser conformados a este siglo,
quedar en la vejez, nuestra necesidad es la renovación. Nuestro Señor Jesús era el hijo
unigénito, sin embargo Dios lo hizo el primogénito de muchos hermanos, Él es nuestro
prototipo, que fue probado y aprobado (Ro 8:29).
C. La 3ª fase es la madurez, el Señor quiere que seamos hijos maduros (Ro 8:16-17), maduros por
andar en el Espíritu, ellos podrán ser herederos de Dios y coherederos con Cristo, como José
sufrió y después fue glorificado, nosotros, del mismo modo, sufrimos por el Cuerpo de Cristo.
Somos hijos de Dios ahora, iguales a Él en vida y naturaleza, sin la Deidad (poder de ser
adorado). Cuando el Señor se manifieste seremos iguales a Él, porque lo veremos como Él es
(1Jn 3:2), aún no nos parecemos totalmente a Dios, sin embargo, así como aquella oruga que
entre en el capullo para ser crisálida y por fin mariposa, también estamos pasando por esa
metamorfosis en la vida de la Iglesia.
D. La biblia es un libro de promesas, no debemos aceptar las mentiras del enemigo, creemos
solamente en la Palabra de Dios. El Espíritu nos hizo participantes de la naturaleza divina,
tenemos que guardarnos, ser diligentes, asociar a nuestra fe cada ítem de la naturaleza y de la
vida de Dios. De ese modo, seremos salvos de las tinieblas exteriores, y nadie tomará nuestra
corona.
IV. LA SUMATORIA DE 2 Pe HASTA ALCANZAR EL AMOR ÁGAPE:
A. 2 Pe 1:5-7 no da una relación de los elementos de la vida de Dios, la fe es el inicio, como una
semilla, después tenemos la virtud, que es la excelencia en Cristo, nuestro Señor estaba lleno
de virtudes humanas elevadas; después tenemos el conocimiento, tenemos que tener aprecio
por la lectura de la Palabra de Dios, el Señor sólo trabajará en nosotros si tenemos acumulado
cierto conocimiento; el dominio propio es la característica de alguien regido por el Espíritu,
paciencia es tener fe en la transformación de las personas y la nuestra también. La piedad es
expresar a Dios en nuestro vivir, en la carne; finalmente tenemos afecto fraternal, nuestro
espíritu de hermandad, cuidamos los unos de los otros y nos corregimos en amor; se pavimenta
así el camino al amor ágape, que es el ápice el amor que es el propio Dios. Ese amor ágape
está descrito en 1Jn 4:16, 1Co 13:1-8. Ro 13:8-10, Gá 5:13-14 y Mt 5:44, un amor que no
guarda rencor, capaz de amar a los enemigos y orar por los que nos persiguen. Ese amor es la
cumbre del crecimiento de la vida divina en nosotros.
B. Dios, lleno del amor ágape y con Su vida indestructible, eterna, increada, indeleble, nos dice
que debemos progresar en la vida divina, asociando los elementos de la vida y naturaleza de
Dios. Nuestro Dios se hizo hombre, para que seamos como Él es en vida y naturaleza. Vamos
a llegar al punto ideal para reinar con el Señor, y eso se dará en la vida de la iglesia, es en ese
jardín que seremos transformados, conformados. Queremos permanecer en ese capullo. La
vida de la iglesia es nuestro lugar de transformación y conformación, la cabina de pasajeros, el
lugar en el que el Señor nos colocó. ¡Alabado sea el Señor!
(Sinopsis no revisada por el conferencista)