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O

GÉNER L
P O L I C I A
Sobre pocos géneros literarios se puede
señalar con tanta precisión el origen como
sobre el género policial: cuando Edgard
Allan Poe publicó, entre 1841 y 1844, sus
cuentos “Los crímenes de la calle Morgue”,
“El misterio de Marie Rogêt” y “La carta
robada”.
¿QUÉ TENÍAN ESOS TRES CUENTOS DE POE PARA
SER CONSIDERADOS COMO LOS FUNDADORES DEL
GÉNERO?
Se dice que en ellos ya estaban incluidas
todas las características en las que se iba
a basar el género, pero, sobre todo,
incluían una figura fundamental, un
personaje sin el cual el género policial, al
menos en su forma clásica, no puede
existir: la del detective.
El/la detective lleva adelante una
investigación cuyo objetivo es
descubrir un misterio de naturaleza
policial (está relacionado con un
crimen). El detective es, entonces, el
protagonista excluyente del relato
policial, porque su función es la de
resolver el caso que se presenta.
Los clásicos detectives de los
comienzos del género eran básicamente
aficionados que trabajaban en los casos
policiales más difíciles de resolver y lo
hacían porque resolverlos les parecía
algo desafiante, entretenido,
placentero… Era su manera de matar el
tiempo, algo que les sobraba porque en
general tenían suficiente dinero y no
necesitaban trabajar
Los clásicos detectives de los
comienzos del género eran básicamente
aficionados que trabajaban en los casos
policiales más difíciles de resolver y lo
hacían porque resolverlos les parecía
algo desafiante, entretenido,
placentero… Era su manera de matar el
tiempo, algo que les sobraba porque en
general tenían suficiente dinero y no
necesitaban trabajar
El cuento policial de enigma plantea un
misterio que se debe resolver por medio
de la lógica y que culmina con el
conocimiento de la verdad. En este
sentido, narra sucesos relacionados con
la investigación de un delito y la
posterior explicación de los hechos o
resolución.
Además del DETECTIVE, el policial presenta
los siguientes elementos:
Un problema al que se enfrenta el
detective: el enigma que se debe
resolver. Puede tratarse de un robo, un
asesinato, una falsificación, etc.
Los indicios, objetos o detalles: que el
detective considera para resolver el
caso. Pueden ser pistas verdaderas y
conducir a la resolución del enigma, o
pistas falsas con el fin de distraer tanto
al personaje como al lector.
Detective: Posee grandes capacidades
deductivas y cada paso es un desafío para
su inteligencia. En general no es un
personaje de acción, sino que resuelve los
conflictos mentalmente.
Ayudante: El detective, muchas veces,
cuenta con un ayudante, como por
ejemplo, el capitán Hastings que
acompaña a Poirot en otras historias, o el
Dr. Watson, amigo de Sherlock
Holmes.Este ayudante colabora con el
detective en los casos y es testigo atento
a la resolución del problema.
Otros personajes: En el cuento policial
clásico también aparecen: la víctima, los
sospechosos, el culpable y los
investigadores oficiales.
POLICIAL EN ARGENTINA
En nuestro país, el género policial
sufrió transformaciones:
El típico detective inglés es
reemplazado por el comisario,
hombre sencillo, de escasa cultura,
que actúa según su experiencia y
sentido común.
Además, el policial de enigma suele
transcurrir en un ambiente urbano:
las grandes ciudades son lugares
propicios para cometer delitos y
ocultarse de la justicia.
A partir de la década de 1940 cambia la
visión que se tenía del policial en nuestro
país. El lector de narrativas de detectives
se amplía a un mayor sector de clase
media. Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy
Casares fundan en 1944 la Colección El
Séptimo Círculo. Esta publicación marca
un gran cambio ya que es la primera que
aparece en el país jerarquizando al
género y es dirigida por dos personas
reconocidas en el ámbito literario
El policial tuvo, así, en Argentina el
visto bueno de grandes escritores e
intelectuales del siglo XX que leyeron,
tradujeron, escribieron, publicaron y
difundieron el género: Julio Cortázar,
Rodolfo Walsh, Ricardo Piglia, Roberto
Arlt y David Viñas, entre otros.
El policial tuvo, así, en Argentina el
visto bueno de grandes escritores e
intelectuales del siglo XX que leyeron,
tradujeron, escribieron, publicaron y
difundieron el género: Julio Cortázar,
Rodolfo Walsh, Ricardo Piglia, Roberto
Arlt y David Viñas, entre otros.

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