Fenomenología de la pandemia en el contexto digital

Por Yovani Hernández López1

La pandemia mundial por el SARS-COV-2 ha evidenciado varios fenómenos que la era digital ha
traído consigo: la desinformación, la economía de la atención, la nomofobia, por mencionar
algunas. Las redes sociales son el medio de cultivo perfecto para la manipulación de opiniones
sobre un tema en voga, personas con o sin conocimiento de causa reafirman sus creencias previas
con contenido seleccionado por los algoritmos de internet; ante la viralización de una noticia,
miles de versiones comienzan a surgir entre los internautas, quienes tienden a adoptar posturas
que confirmen sus ideas, haciendo que se atrincheren en los datos que mejor justifiquen o
respalden la realidad que quieren creer. Expuestos a la manipulación mediática y la necesidad de
revisar las notificaciones de sus aplicaciones al menos 100 veces al día, las cosas que se dicen de
un suceso no siempre están apegadas a los hechos y la corroboración empírica, sino a la
influencia de la cultura popular, el contexto o intereses económicos. El incremento de las
compras online, noticias falsas sobre la salud y los altos niveles de ansiedad o estrés producidos
por no tener contacto con gadgets de uso cotidiano, son solo algunos de los fenómenos que se
tratan a continuación.

Palabras clave: comunicación, información, internet, sars-cov-2, tecnología.

he global pandemic caused by SARS-COV-2 has evidenced several phenomena that the digital
age has brought with it: disinformation, the economy of attention, nomophobia, to name a few.
Social networks are the perfect culture medium for the manipulation of opinions on a subject in
vogue, people with or without knowledge of the facts reaffirm their previous beliefs with content
selected by internet algorithms; before the viralization of a news item, thousands of versions
begin to emerge among Internet users, who tend to adopt positions that confirm their ideas,
causing them to entrench themselves in the data that best justify or support the reality they want
to believe. Exposed to media manipulation and the need to review your app notifications at least
100 times a day, the things that are said about an event are not always attached to the facts and
empirical corroboration, but to the influence of culture popular, context or economic interests.

1
Docente de Bachillerato en la Escuela Superior de Ciudad Sahagún
yovani_hernandez@uaeh.edu.mx
The increase in online purchases, false news about health and the high levels of anxiety or stress
produced by not having contact with gadgets, are just some of the phenomena discussed below.

Keywords: communication, information, internet, sars-cov-2, technology.

***

Cuando en 1983 el modelo de comunicación ARPANET se transformó en el World Wide Web, la

humanidad estaba por afrontar nuevos retos con el uso y manejo de la información; ahora, frente
a una crisis sanitaria mundial, este hecho permite visibilizar un riesgo latente de la era digital: la
imposibilidad de reconocer información verosímil y su influencia en nuestras decisiones. Se ha
discutido no solo de forma intelectual, sino también en la aplicación práctica, que la llamada era
de la información cobra una importancia como agente de control y manipulación de opiniones,
los efectos que produce en la consolidación de posturas son empíricos, tanto que se visibiliza no
solo en los medios masivos de comunicación, sino en la opinión popular, está claro que el
internet hace esto posible, tan solo en la plataforma de Youtube, durante 2019 se subían 400
horas de contenido audiovisual cada minuto (consideremos en suma las redes sociales no
mencionadas y los medios de comunicación tradicionales); el incremento gradual de información
en la red y su fácil acceso posibilita su malversación, el espectador se vuelve no solo consumidor,
sino emisor de un mensaje distorsionado que muchas veces confirma creencias previas sobre un
tema o fenómeno, creando así una brecha entre información de fuentes primarias e información
malinterpretada, los profesionales en las ciencias cognitivas la llaman el efecto Forer, una
tendencia a personalizar datos ambiguos como ciertos, atribuyéndoles una explicación apegada a
lo que las personas quieren creer.

Está claro que detrás de toda nota o entrada en las páginas de noticias existe un trabajo de
mercado para identificar el público al que irá dirigido y del que se apoyarán para llegar a más
personas, estrategias como los titulares polémicos, la violencia gráfica o el uso de los memes, son
herramientas útiles para generar una respuesta cada que se abre una aplicación. De acuerdo con
una nota publicada por la BBC en 2018, un factor importante para identificar las llamadas fake
news2 es que tanto más impactante sea el título, más probable es que sea clickbait3; por otro lado,
la tendencia de usar fotografías o imágenes que muestren explícitamente violencia, tragedias o
2
Noticias falsas.
3
Ciber anzuelo, utilizado en mercadotécnica para crear una gran expectativa de lo que se busca vender u obtener
visitas.
maltrato, incrementa la posibilidad de ser comentado y compartido por los internautas, en otras
palabras, el amarillismo de los medios tradicionales se ha convertido en morbo digital. Sobre los
memes hay mucho que comentar, pues es el contenido que mayor tráfico tiene en las redes de
tendencia, Richards Dawkins mencionaba en su obra El Gen Egoísta, que los denominamos
mems4, poseen una función parecida a los genes biológicos, salvo que éstos operan como
unidades mínimas de información cultural, lo que se favorece la transmisión de los mensajes
entre generaciones que tienen la comedia como principal código de comunicación; no es casual
que existan cursos orientados a estudiar la teoría de los memes, su diseño gráfico y el contenido
semántico cobran fuerza dentro de un medio que pretende captar la atención del mayor número
de personas en el menor tiempo posible.

El acceso a este tipo de contenido se ve favorecido con la producción en masa de los

smartphones5 y su obsolescencia programa, según datos del INEGI, 9 de cada 10 usuarios de
telefonía móvil cuenta con un teléfono inteligente que le permite, entre otras cosas, acceder a
internet, quedando expuestos al fenómeno del FOMO, por sus siglas, Fear Of Missins Out6, lo
cual es preocupante frente a una crisis sanitaria, pues los usuarios tienden a revisar con escrutinio
los acontecimientos regionales, estatales, nacionales e internacionales, llegando a manifestar
malestar emocional como ansiedad y estrés; algunos expertos mencionan que posterior a las
medidas implementadas por el gobierno para disminuir las cifras de contagio, la población
general comenzará a experimentar síntomas de estrés crónico cuando se retomen las actividades
presenciales, dichos síntomas pueden verse en las estadísticas de llamadas al 911 por violencia
doméstica, cese de empleos informales, despidos laborales, insomnio, incremento del e-
commerce y reformas en las políticas de paquetería. El internet ha hecho posible ser espectadores
de los acontecimientos del mundo, desde la carrera por desarrollar un antídoto contra el
coronavirus hasta el movimiento antivacunas, la movilización social por los derechos
reproductivos o la diversidad sexual continua en las redes digitales, buscan por ganarse un
espacio entre las demás noticias de índole político económico, salud y seguridad, ¿será necesario
medidas regulatorias de la información que circula por internet? Parece particularmente difícil
cuando esta propuesta ejerce coerción en la libertad de expresión, la publicidad de prepago o el

5
Teléfonos inteligentes.
6
Miedo a perderse algo.
streaming7. Estamos generando hábitos de consulta en las redes sociales como fuentes
inagotables de información, el objetivo de las instituciones se ha transformado en lograr la mayor
cantidad de tiempo que atendemos a su contenido, no importa si este es fidedigno o falso, tan solo
buscan reafirmar distintas de un mismo suceso, aún si este es delicado y con implicaciones en la
salud.

Sobre la salud, basta con teclear un síntoma para tener acceso a miles de datos diferentes, la
divergencia en las estrategias que las personas emplean para paliar sus enfermedades, no siempre
permiten la prevención, el cuidado y la preservación de la vida, se vuelve peligroso que a algo tan
delicado como una enfermedad se le atribuyan explicaciones conspirativas, políticas o
tecnológicas, los argumentos sobre su tratamiento discrepan según el contexto que los resguarda,
así pues, la elección está entre acudir con un profesional o autoadministrarse medicamento del
que se escuchó en un video de Facebook. Los daños que puede traer la desinformación son
consecuentes del desinterés inmediato, por ejemplo, en 2007 ya se habían publicado artículos
científicos que advertían de un virus en los murciélagos de herradura, sugiriendo medidas
regulatorias en el comercio de animales exóticos en China, mismos estudios se replicaron en
2015 y 2016, concluyendo en que debían continuar haciendo pruebas en laboratorio para prevenir
para conocer la naturaleza de un virus potencialmente contagioso. Tener tanta información a la
mano hace que los datos de mayor importancia se pierdan entre cientos más que pueden ser
confusos y peligrosos, la información útil en sí misma es cara de producir, pero su valor
disminuye cuando se tergiversa con contenido de entretenimiento o interés político, el uso de la
tecnología es un recurso ventajoso que se distribuye desigualmente por los responsables en la
toma de decisiones, visibilizando que no solo existen segmentos demográficos territoriales, sino
también segmentos en la comunidad digital, dicho de otro modo, el contenido en internet se
distribuye según zona, intereses, estatus socioeconómico e ideologías. A decir de todo lo anterior,
es preocupante pensar que la información se estructura en función de los sectores, marca una
clara desigualdad, y en tanto estos procedimientos de comunicación no sean visibilizados se
estará perpetuando la división que existe entre la verdad la mentira; ejemplos hay muchos, en el
primer semestre del año 2020 se dijeron muchas cosas de las redes 5G o el origen del SARS-
COV-2, situaciones como esta nos recuerdan lo importante que se vuelve para las instituciones
educativas, sociales y culturales la concientización de la población para el análisis y

7
Transmisiones en vivo.
cuestionamiento de la información en la que día a día se exponen, no tan solo con los temas de
tendencia sino con aspectos básicos inherentes a la vida cotidiana, ¿de qué forma podemos lograr
eso? ¿Se estará violentando la libertad de expresión al impedir publicar información perjudicial
para la salud física y emocional? Estos dilemas éticos y legales son solo algunas de las líneas de
estudio a resolver, ya que culturalmente hablando, tan válida es una falacia como su opuesto,
claro que el debate tiene que centrarse en las repercusiones de uno u otro discurso.

A este hecho se le suma un fenómeno psicológico interesante que Justin Kruger y David Dunning
plantearon en 2009, el sesgo cognitivo que denominaron efecto Dunning-Kruger consiste en la
incapacidad que una persona tiene para reconocer la deficiencia o falsedad de sus argumentos,
capacidades o conocimientos, manifestando una exacerbada seguridad de sí mismo, mientras que
personas facultadas para la realización de una actividad o solución de un problema suelen
desestimar sus habilidades tendiendo a la duda y auto cuestionamiento.

La propuesta de estos investigadores se vuelve particularmente atractiva para reflexionar en el

discurso que como internautas estamos teniendo, puesto que mientras existen espacios para el
dialogo y la defensa de argumentos, las redes sociales son un cúmulo de conversaciones en las
que mientras menos se sepa del tema más seguro se está de lo opinado, fenómeno que dota a la
desinformación de antivalores no solo por el contenido en sí, sino por las consecuencias que
desencadena el tratar de llegar a un consenso, se mengua la incertidumbre pero se dificulta la
organización y el acuerdo; la sugerencia está en que la exposición constante a diversas fuentes de
información puede hacer que una creencia se contradiga y pueda modificarse ante nuevos datos,
claro está, que el reto está en habilidades que una persona tenga para cuestionarse así misma lo
que piensa, desafortunadamente, la era digital consiste en una constante lluvia de ideas que se
refuerzan una idea colectiva, tanto es así, que los medios de comunicación tradicionales han
adoptado estrategias como los memes o el streaming (ambos previamente mencionados)
buscando un lugar entre la vanguardia de la opinión, los hashtag o los denominados influencers
son solo otros ejemplos de que cualquier persona -informada o no- está a unos miles likes de
distancia de volverse un movimiento o una figura pública, reduciendo de sobremanera la validez
y la confiabilidad de sus argumentos sobre, por ejemplo, la pandemia.

***

La información es un indicativo de nuestra época y cultura, el aumento de volumen de datos

disponibles en todos los medios de comunicación digital ha incidido en la organización social,
que peligroso se vuelve entonces que el poco control que se tiene en el tráfico de datos por
medios electrónicos y aún más el desinterés o renuencia por querer compararlos y estudiarlos a
fondo, la interacción con los medios de comunicación a dejado de ser lineal para pasar a ser
interactiva en tiempo real, haciendo posible feedback entre creadores y consumidores, quedarse
en casa ha reducido la intimidad que una persona tiene, pues se ve expuesta a los que busca, mira,
reacciona, comparte, opina y compra; quedarse en casa sumado a la posibilidad de tener un
teléfono inteligente nos ha acercado con quienes están lejos, pero nos ha alejado de los que están
cerca, se vuelve aún más crudo cuando este hecho remarca el privilegio que se tiene, pues
mientras hay personas trabajando desde casa apoyándose de la tecnología (vulnerables a incurrir
en todo lo anteriormente dicho), para otras, la validez de los datos es lo menos importante.

Este trabajo invita a la reflexión de nuestras propias acciones con relación al contenido digital, el
uso que le damos al tiempo y la necesidad que le atribuimos a una herramienta electrónica, resta
decir que existe mucho por entender de este fenómeno, estamos viviendo una circunstancia
histórica que rebasa nuestras estrategias de solución, aún somos incapaces de descubrir lo que
esconde la cibercultura, las ventajas y desventajas del medio, siempre que avancemos
encontrando una respuesta llegaremos a un nuevo planteamiento, por ello es que subrayo lo
indispensable de la duda, reconocer que no se trata de lo queramos creer, sino de los hechos
innegables que aquejan nuestra salud, seguridad y grosso modo, nuestra supervivencia. Estamos
transitando a nuevos modelos de convivencia, educación, negocios, entretenimiento y de
servicios, experimentamos incertidumbre más que nunca y aún así esta circunstancia sanitaria
como lo dijo hace unos meses Slavoj Zizek, es necesaria para repensar las características básicas
de la sociedad en la que vivimos, y mientras existan espacios para el análisis y datos con rigor
científico, la verdad estará predominando eventualmente en los libros de texto o las redes
sociales, ya que es innegable que la verdad sea eso, verdad. Cambiar de idea es sano y tener la
apertura para modificar las tradiciones de convivencia se vuelve imprescindible, quizá cuando en
unos años esto forme parte del pasado podamos estudiar con mayor precisión una comparación
entre dos eras, una donde los seres humanos se hacen a sí mismos a través de la interacción física
y otra, como este ensayo, donde existimos solo a través de una pantalla.
Referencias

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