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GUARDAESPALDAS ENAMORADOS

LA ENTREGA DE SEB

Carol Lynne

1
Capítulo Uno

Jared Grant se ajusto su delgada chaqueta mas


apretada alrededor de él y entró en el frío viento,
que soplaba en una noche de Alburquerque
cubierta de nubes. Estaba tan concentrado en
llegar al trabajo a tiempo, que no se dio cuenta
del coche que se detuvo junto a él hasta que hizo
sonar el claxon.

Jared saltó y se dio la vuelta, listo para salir del


camino. El conductor del brillante vehiculo negro
bajó la ventanilla.

“¿Qué estás haciendo aquí?", Preguntó


Sebastián James.”

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Jared dio un paso tentativo hacia él. “Voy a
trabajar.”

Seb suspiró y estaciono el coche. “Entra”

Jared abrió la puerta y una ráfaga de calor lo


calentó en cuestión de segundos. Se abrochó el
cinturón de seguridad y esperó a que Seb se
separarse de la acera. “Esta a seis cuadras.”

“Sí, ya sé dónde es. Estaba pensando ¿qué


diablos estás haciendo caminando al trabajo con
este tiempo?”

Confundido por la ira del hombre, Jared se


acercó más a la puerta del pasajero. “Um ... ¿voy
al trabajo?”

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“¿Me estás preguntando?”

“¿Huh?” Seb confundía más a Jared de lo que


nadie con los que había estado.

“Lo haces mucho, ya sabes.”

“¿Hacer qué?”

“Hacer declaraciones en preguntas. Es el acento


sobre el final de tus frases, como si no estuvieses
seguro si vas a trabajar o no.”

“Oh. Sí, voy a trabajar.”

Seb sacudió la cabeza y volvió al tráfico.

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“Entonces ¿por qué caminas en vez de tomar un
coche?”

“Brier se fue a casa enfermo.”

“¿Por qué no le pides a alguien más?”

Jared intentó concentrarse en las preguntas, pero


él siguió distrayéndose por la belleza de aspecto
peligroso de Sebastián. “No conozco a nadie más
lo suficiente como para incomodarlo.”

Con un suspiro de disgusto, Seb metió la mano


en el bolsillo de su chaqueta de cuero negro y le
entregó una tarjeta de presentación a Jared.
“Llámame cuando necesites un raid. Si no estoy
en un trabajo, te llevaré.”

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Jared leyó la tarjeta de presentación impresa en
negro y rojo. En ella se presentaba a Sebastián
James como un especialista en seguridad y daba
su número de teléfono. “¿Qué es lo que hace un
especialista en seguridad?”

“Lo que hay que hacer. Sobre todo evaluar las


situaciones y hacer recomendaciones sobre el
nivel de seguridad que requiere un trabajo
específico.”

Sebastián entró en el pequeño estacionamiento


de la gasolinera. Jared abrió la puerta, viendo de
nuevo al guapo hombre. “Gracias por traerme.”

Seb extendió la mano y agarró el brazo de Jared.


Por reflejo, Jared intentó jalar el brazo hacia atrás
y bajó la cabeza. Sebastián soltó un gruñido que
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sonaba como de irritación. “¿Hasta que hora
trabajas?”

“Salgo hasta las dos.”

“¿De la mañana?”

Jared asintió. Sabía que su trabajo era una


mierda, pero los mendigos no pueden elegir. “Es
el único horario que estaba disponible.”

Seb se frotó la cara con las manos. Jared podía


decir que irritó al hombre, pero él no era el que le
había pedido un aventón. “Llámame, y voy a
recogerte. No tienes nada que hacer en la calle
tan tarde.”

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Jared caminaba a casa del trabajo cada noche
hasta ese momento. Se preguntó por qué de
pronto le decía que no tenía nada que hacer. Tan
malhumorado como actuaba Seb, Jared dudaba
de que el hombre agradeciera una llamada a las
dos. En lugar de discutir, metió la tarjeta en el
bolsillo de su chaqueta y salió del coche.
“Gracias de nuevo por el raid.”

Entró en la tienda y saludó a la mujer mayor


detrás del mostrador. La señora Bell parecía
bastante agradable, pero era del tipo entrometido
y Jared prefería mantener los esqueletos en su
armario bajo llave.

Jared guardó la chaqueta bajo el mostrador y vio


por la ventana mientras Seb salía del
estacionamiento. ¿Por qué había esperado tanto

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tiempo? Jared sacudió la cabeza. En las tres
semanas desde que había llegado a
Alburquerque con Brier, Sebastián parecía
cambiar entre caliente y frío en lo que a él se
refería.

Seb era el que había insistido sobre el archivo de


asalto y cargos de violación a Jared contra Rick
Sutcliff, pero desde entonces, parecía que Seb
apenas podía soportar estar a su alrededor.
Jared no pudo evitar pensar que Seb estaba
disgustado con él ahora que sabía todo lo que
Rick le había hecho.

Incluso pensar en Rick le hacía nudos en el


estómago. Había sido bastante malo que Rick le
aterrorizara y lo violara además de a Brier y Peter
mientras estaban en el hospital, pero luego Rick
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se había presentado en la puerta de su casa en
Lubbock exigiendo que lo dejase entrar Jared
había tenido tanto miedo del hombre, que había
hecho lo que le dijo. Desde ese día hasta que
Brier vino a tocar a su puerta, Rick había hecho
su vida un infierno. Fue el punto más bajo de sus
veinticinco años, que era mucho decir.

Bajó la vista a las largas cicatrices rectas que


atravesaban las dos muñecas. Incluso los
acontecimientos que le habían empujado a tratar
de terminar con su vida no habían sido tan duros
como el castigo que Rick le asignaba a diario.

“Me voy” dijo la señora Bell, agarrando el bolso


del armario cerrado con llave bajo el mostrador.

“Que tengas una buena noche.”

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Oficialmente en el trabajo, Jared sacó su horrible
camisa y se la puso. Algunas noches eran más
difíciles que otras, pero los viernes y sábados lo
agotaban. Sabía que no debía quejarse, ni
incluso consigo mismo. Conseguir el trabajo en
primer lugar, no había sido fácil.

Sin un diploma de preparatoria o un historial de


trabajo, Jared sabía que el propietario le estaba
dando una verdadera oportunidad de contratarlo.
Jared había prometido al buen hombre ser el
mejor empleado en la tienda, y trataba a diario de
mantener su palabra. Los borrachos con los que
tropezaba cerca de la medianoche siempre lo
asustaban, pero a menudo los evitaba.

No importaba lo que él tenia que soportar. Por


primera vez en su vida estaba haciendo su
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propio dinero. Él era por fin libre de sus padres
abusivos, del hospital donde lo habían mantenido
durante tanto tiempo, y del hombre que había
logrado casi por completo borrar lo poco de
humanidad que Jared tenia.

Sonrió cuando un cliente se acercó al mostrador.


Él puede estar usando una camisa fea y
haciendo un trabajo que odiaba, pero al menos
estaba seguro para vivir su vida en sus propios
términos. ¿Podría, su vida posiblemente ser
mejor que eso?

****

Seb vigiló para asegurarse de que Jared entraba


en la tienda con seguridad antes de salir del
estacionamiento. Todavía no podía creer que el

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hombre iba a pie más de tres kilómetros y medio
con el frío con una chaqueta al menos dos tallas
más pequeñas.

Metió la mano en el bolsillo y sacó su teléfono.

“¿Hola?”

“Oye, Jackie, ¿esta Brier allí?”

“Ahora está durmiendo. ¿Por qué, ¿qué


necesitas?”

“Necesito saber por qué diablos nadie se molestó


en darle a Jared una chaqueta decente. Acabo
de encontrarlo caminando al trabajo con esa
excusa lamentable de chaqueta que tiene.”

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“¿Caminando? Mierda. Yo ni siquiera pensé en
que él iba a trabajar cuando me traje a casa a
Brier temprano.”

“Sí. Eso es otra cosa con lo que realmente no


estoy satisfecho.”

“Hey, hombre, Brier es mi prioridad, no Jared. Es


un chico agradable, pero hay veces que tengo las
manos llenas con mi propios asuntos.”

Seb se estaciono y a apagó el motor. Él sabía


que Jackie estaba en lo cierto. Aunque Brier
había ayudado a escapar de Rick a Jared,
ninguno de ellos era responsable de Jared. “Lo
siento. Supongo que el verlo caminar al lado de
la carretera no me gustó.”

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“Por cierto, Brier se ofreció a comprar algo de
ropa a Jared, pero él se negó rotundamente.
Sabes que Brier, no quiere herir los sentimientos
de Jared señalándole el hecho de que le falta
ropa.”

Seb se había dado cuenta de que Jared parecía


llevar los mismos jeans y la misma camiseta casi
todos los días, pero supuso que era más un
deseo que una necesidad. “Tal vez me pase por
la tienda de segunda mano y tome un par de
cosas.”

“Estoy seguro de que Brier te lo agradecerá. No


estoy tan seguro de si Jared lo hará.”

“Déjame eso. Es la razón por la que no le estoy

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comprando ropa nueva.” Después de decir adiós,
Seb arrancó su vehiculo y se dirigió hacia la
tienda de segunda mano en el otro lado de la
ciudad.

Él sabía que era demasiado orgulloso para pedir


lo que necesitaba. Tal vez Jared podría entender
lo que le había llevado años descubrir. No había
nada malo en pedir ayuda a tus amigos.
¿De dónde diablos había salido eso? Apenas
conocía a Jared. Desde luego, no llamaría al
joven un amigo. Seb sabía que en cualquier otra
circunstancia, era probable que ya hubiese tenido
al pequeño y lindo rubio en su cama, pero Jared
no era definitivamente alguien con quien
meterse. La belleza de ojos azules hacia sentir a
Seb demasiadas cosas para permitirse seguir.

****

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Seb se encontraba en un profundo sueño cuando
el despertador lo despertó. Se acercó y golpeó
de forma automática el botón de repetición, que
le ofrecían diez minutos más. Volvió a su sueño
casi de inmediato y gimió mientras los labios de
color rosa chupaban las bolas antes de pasar a
engullir su pene.

“Hazlo, bebé,” gimió, presionando su pene contra


el colchón.

Su amante del sueño de alguna manera tragó el


pene de Seb hasta la raíz, sabía que para sus
amantes del pasado no era tarea fácil.

“Eso es todo. Toma todo.” Seb enredó los dedos


alrededor del corto cabello blanco mientras su
amante seguía subiendo y bajando por su eje.
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Sintió las señales de su inminente liberación,
cuando el reloj de alarma, una vez más perturbó
su sueño. Golpeando de nuevo en el botón de
repetición, finalmente recordó por qué había
puesto la alarma, en primer lugar. “Mierda.”

Se incorporó y se frotó el sueño de los ojos. No


fue hasta que llegó a los jeans que se acordó de
la cabeza de pelo rubio subiendo y bajando sobre
su pene. “Ahh, joder.”

Tener sueños sobre Jared definitivamente no


estaba permitido. Era bastante difícil tener al
hombre alrededor sin mojar su dedo en el tarro
de miel. ¿Sueños? No ayudaban a su control ni
un poco.

Todavía medio dormido, Seb se calzó las botas y

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se puso su chaqueta. Tomo las llaves del
mostrador de la pequeña cocina en camino
hacia la puerta. Nada más salir al aire frío, se
estremeció y rápidamente se metió en su coche.
Lamentó no poder darse el lujo de dejar que el
coche se calentase, pero se le hacía tarde.

Seb salio del estacionamiento y se dirigió hacia la


ciudad. Una mirada al reloj del tablero le dijo que
ya eran las dos y veinte. “Mierda.”

Pisó el acelerador, y casi de inmediato vio las


luces parpadeando en rojo y azul de un vehículo
de la policía de la ciudad pegado en su culo. Con
un gemido, Seb paró a un lado de la carretera y
apagó el motor. Metió la mano en el bolsillo de
atrás y no encontró nada. Seré un hijo de p...

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Un golpe sonó en el cristal y Seb bajó la
ventanilla. “Buenos días.”

“Licencia y seguro, por favor.”

Seb se inclinó para la guantera, sacó su registro


de documentos y se los entregó a la policía.
“Oficial lo siento, pero parece que deje la cartera
en casa. Yo estaba en camino a ...”

“¿Es este el nombre correcto?” Preguntó el


oficial, señalando a los papeles.

“Sí. Yo trabajo en Protección Tres Socios.”

“Espera un momento.” El oficial regresó a su


coche.

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Seb sabía que le iba a dar una multa. Un
movimiento frente a él llamó su atención. Jared
se acercó a la ventanilla del conductor.
“¿Problemas?” le preguntó.

“He olvidado la cartera. Probablemente me


pongan una multa.”

Jared vio al coche de la policía y sonrió. “No, no


lo hará.”

Seb, vio por su espejo retrovisor como Jared se


acercó al coche de policía. No podía oír lo que
decían, pero ambos terminaron riendo. El oficial
se bajó del coche y se acercó a la ventana de
Seb mientras Jared subió al asiento del pasajero.

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El policía entregó el registro a Seb terminando.
“Cuidado con la velocidad y toma tu billetera la
próxima vez.”

Después que el oficial regresó a su coche y salió


de nuevo al camino, Seb vio a Jared. “¿Qué
diablos le has dicho?”

“Que tú eras mi amigo que insistías en que yo


era demasiado débil para caminar los tres
kilómetros y medio de regreso al dormitorio.”

“¿Y eso funcionó?”

Jared sonrió. “Lo conozco. Le doy café y donas


cuando entra en la tienda.”

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Seb no pudo dejar de notar la diferencia en la
cara de Jared cuando sonreía. Ya era precioso,
el joven prácticamente irradiaba luz angelical con
un destello de aquellos brillantes dientes blancos
y grandes ojos azules.

Jared bostezó mientras Seb se estaciono.


“Gracias por recogerme.”

“No me has llamado,” gruñó Seb.

Jared volvió a bostezar. “Estoy acostumbrado a


caminar a casa, y no quería despertarte.”

Seb agarró el volante con más fuerza. La idea de


Jared caminando solo, todo el camino por

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carretera hacia los dormitorios de la instalación
del centro de entrenamiento, le molestaba. La
tienda se encontraba en las afueras del pueblo,
pero una vez llegado a los límites, las aceras
desaparecían. El pensamiento de que un
borracho atropellase a Jared en su camino a
casa desde un bar, lo enfermó. “Se está
haciendo frío.”

“Sí” asintió Jared. “Cuando pienso en Nuevo


México, por alguna razón el frío no me viene a la
mente.”

“Siempre hace este frío en Lubbock.”

“Tienes razón, pero Texas no tiene México en su


nombre.”

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Seb se rió entre dientes. Estacionó el vehiculo en
su lugar habitual y se bajó. Jared se unió a él
delante de la puerta, y Seb marcó el código de
seguridad en la almohadilla. Oyó las cerraduras
abrirse y mantuvo la puerta abierta a Jared.

“Hice algunas compras en la tienda de segunda


mano en la ciudad. Necesitaba algunas
camisetas de manga larga. De todos modos,
tomé un par de cosas para ti mientras estaba
ahí.” Seb esperaba la protesta que sabía que se
avecinaba.

“No los puedo aceptar. No me pagan hasta


dentro de una semana.”

Las puertas del ascensor se abrieron y Seb salió


detrás de Jared. Sabía que no podía hacer gran
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cosa con la ropa. Si Jared pensaba que Seb
estaba tratando de darle una mano, nunca iba a
funcionar. Tras pulsar el botón de su piso, se
encogió de hombros. “Como quieras. Pero
puedes verla. Tenían una buena venta por
alguna razón. Tengo una bolsa muy grande de
ropa a veintisiete dólares. No me importa esperar
el dinero hasta que te paguen.”

Jared no dijo nada, ya que salieron del ascensor


y se dirigió a su apartamento tipo estudio
asignado. En su puerta, Jared sacó la llave de su
bolsillo. “No lo sé. Todavía no he sido capaz de
averiguar hasta qué punto esta habitación me va
a costar, y yo ya le debo a Brier y Jackie los
comestibles que han traído.”

Tan pronto como Jared abrió la puerta, Jelly


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Bean, su gato de pelo largo salió a frotarse
contra sus piernas. Seb se agachó y le dio a la
señorita un rasguño detrás de las orejas.
“Permíteme entrar y darte la bolsa. Puedes
intentar pensarlo.”

Antes de que Jared pudiera protestar, Seb tenía


la llave en la cerradura y abrió la puerta. Agarró
las dos bolsas de plástico y siguió a Jared a su
pequeño departamento. A diferencia del estudio
de Seb, el de Jared carecía de detalles
personales. El sofá marrón y la silla que venía
con la sala lo deprimían.

Seb entregó las bolsas. “Hay algunos jeans,


camisas, y una chaqueta,” dijo en un tono casual.

Jared vio la bolsa cerrada durante varios minutos


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antes de tomar la chaqueta de color rojo brillante.
Sus ojos se iluminaron, y Seb sabía que él había
elegido sabiamente.

“Por cierto, estoy seguro de que los socios no


cobran mucho por alquilar. La mía esta integrada
en mi salario. Esta planta entera es de viviendas
de los empleados. Cuando tienes un trabajo
como el mío, no estás por lo general en un lugar
el tiempo suficiente para justificar el costo de una
casa real o departamento.”

Jared parecía confundido. “¿Qué quiere decir con


un departamento real? Esto es mejor que
cualquier cosa en que haya vivido antes”

Seb sabía, por Brier en las condiciones de vida


que Jared había tenido en Lubbock. Se tragó la
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saliva de su boca. “De todos modos, lo que yo
estaba tratando de decir es que estas
habitaciones no son para los estudiantes, por lo
que Mac, Amir y Nicco no están perdiendo dinero
por permitirte permanecer en una.”

Jared tenía la mirada todavía en la chaqueta que


sostenía en sus manos. La expresión en el rostro
del hombre más pequeño molestaba a Seb más
de lo que quería admitir. “Bueno, eh, voy a salir
de aquí y te dejare para que duermas un poco. El
recibo está en la bolsa, y tengo algunos ganchos
de alambre en caso de que decidas conservarlas.
Como te he dicho, me pagas cuando puedas, no
voy a forzarte si tengo que esperar hasta el final
del mes.”

Seb se giro para irse.


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“Gracias. Ya sabes, por el raid y la ropa.”

Seb podría decir por el suave tono de voz de


Jared que el gesto significaba más para él de lo
que realmente parecía. “No hay de qué.”

Salió de la habitación antes de decir algo de lo


que se arrepintiera. Le había dado al hombre un
raid y una bolsa de ropa usada, sin embargo,
Jared hablaba como si Seb le hubiere entregado
las llaves de un coche nuevo.

Cuando entró a su propio departamento-estudio,


vio a su alrededor a la línea de mobiliario que
había traído para reemplazar a la mierda
genérica que venía con el lugar. Su
transformación había consistido en poner un par

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de grandes sofá había sido tan poco que no se
había dado cuenta lo mucho que había cambiado
realmente.

Hubo un momento en que tener un colchón para


dormir le hubiera parecido un sueño. Seb se
quitó la chaqueta y la tiró en el costoso respaldo
del sofá de cuero negro. En ese momento
recordó todos el infierno que sufrió cuando era
niño.

Los recuerdos de buscar en los botes de basura


de la vecindad alimentos para él y su hermano,
Alexander, le ayudó a apreciar lo que tenía. Las
imágenes de un enfermo y mentalmente
discapacitado Alexander lo llevaron a buscar al
trabajador social, y contribuyó a fortalecer las
paredes que había construido.

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Estar alrededor de Jared le hizo querer recordar
y tratar de olvidar. Aunque la situación de Jared
era casi totalmente desconocida para Seb, sabía
lo qué se sentía tener a alguien con la bondad de
ofrecer sin esperar algo a cambio.

La primera vez que Seb lo había experimentado


estaba en el ejército. Su comandante era una
amenaza real, un imbecil grado A. Una día de
Acción de Gracias, el hombre duro había invitado
a Seb a unirse a él y a su familia para pasar el
día comiendo y viendo el fútbol. Fue el primer día
Acción de Gracias normal que Seb había
experimentado en su vida y no se había sentado
todo el día con la familia esperando pedir su
ayuda para poner un nuevo techo de la casa, o
algo similar. En su mundo, nada era gratis. Nada
se daba sin esperar el pago de una forma u otra.

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Seb pensaba en la próxima fiesta de Acción de
Gracias. Se preguntó si Jared lo pasaría con
Brier y Jackie. Amir, Nicco y Mac ya habían
invitado a Seb junto con varios otros escoltas a
su casa. Tal vez debería preguntarle a Mac si
podía llevar a Jared.

Para Jared pasar las vacaciones solo no era una


opción. De una forma u otra, Seb se aseguraría
de que Jared no estuviera atrapado en su
habitación, comiendo un plato de pavo con sólo
Jelly Bean de compañía.

****

Después de haber revisado la ropa, Jared se


sentó a la mesa y añadió los veintisiete dólares a
su columna “debo.” Sabía que tendría suerte de
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tener dos cientos dólares el día de pago y ya
debía a Brier noventa y dos dólares por comprar
comestibles en las últimos tres semanas.

Necesitaba hablar con Mac, Nicco o Amir acerca


de su alquiler. A pesar de lo que Seb dijo, él no
se quedaría sin pagar. Viendo de su proyectado
presupuesto, sin embargo, dudaba que pudiera
ser capaz de dar a los socios más de tres
cincuenta y eso si tenía suerte de mantenerse
por lo menos cuarenta horas a la semana en el
trabajo.

La mirada de Jared vagó una vez más a la pila


de ropa. ¿Alguna vez había tenido tanta? Sabía
que probablemente debía tomar algo de eso y
regresarlo, pero ... Sus ojos veían la chaqueta
roja.

Jared no pudo evitar la sonrisa de su cara.

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¿Cuánto tiempo había pasado desde que había
tenido una chaqueta de invierno? y que fuera roja
era la cereza en el pastel.

¿Tal vez le podría pagar la mitad a Seb cuando


le pagaran y la otra mitad con el próximo
cheque? Se puso de pie y se acercó a la ropa.
Incluso sabía que debía lavarla antes de usarla.
Sin el dinero para el cuarto de lavado, tenia que
hacer todo a mano. Encogiéndose de hombros,
Jared recogió la pila de seis camisas y las llevó al
cuarto de baño junto con la pequeña botella de
detergente que Brier le había traído. Si colgaba
las camisas cerca de la salidas de calefacción
podía tener suerte de tener algo nuevo para
ponerse al día siguiente.

El pensamiento le hizo sonreír. No podía creer lo


rico que se había convertido desde que Brier
había tocado a su puerta.

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Capítulo Dos

“Despierta.”

Seb se sacudió y se enderezó en su silla y vio a


Mac sonriendo. “Lo siento.”

Mac se sentó en la esquina del escritorio de Seb


y cruzó los brazos sobre el pecho. “¿Qué pasa
contigo últimamente? Me he dado cuenta que no
has sido tan normal y alegre.”

Seb soltó un bufido. Nunca había sido alegre en


su vida. “He estado recogiendo a Jared del
trabajo. Supongo que el cambio en mi patrón de
sueño me da más mal humor que de costumbre.”

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“¿Trabaja en el turno noche?”

“Peor. Sale a las jodidas dos de la mañana.” Seb


se rascó la barba. No había tenido la energía en
un par de días para recortar la barba o afeitarse
las mejillas y el cuello.

“¿Y has estado yendo cada noche a buscarlo?”

Seb sacudió la cabeza. “He estado tratando de


atrapar un par de horas de sueño antes y
después de hacerlo.”

Mac se levantó. “Déjame hablar con Nicco y


Amir. Estoy seguro de que hay una solución
mejor.”

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“Gracias. He tenido la intención de preguntarte si
lo puedo invitar al día de Acción de Gracias.
Hablé con él y Brier, Jackie, Bram y Declan se
marchan a Oklahoma para estar con la familia de
Thor .”

“Claro, puedes traerlo.” Mac se dirigió hacia la


puerta.

“Por cierto, ¿Jared te preguntó sobre el pago del


alquiler?”

“Él preguntó. Sigo esquivando la pregunta.”

“Él no va a dejarlo. Es importante para él, y es


bueno para su autoestima.”

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Mac estaba en la puerta que conducía a la sala.
“Entonces dime ¿ que debo decirle?”

“La mejor forma sería la de sentarse y averiguar


cuánto le está costando a Tres Socios la casa de
una persona. Dile que no tienes intención de
tener una ganancia, pero le darás una cifra
creíble.”

Mac asintió. “Veré lo que puedo hacer.”

Seb se estiró mientras Mac desaparecía. Le tomó


un momento recordar lo que había estado
haciendo cuando se había quedado dormido.
Recordando, tomó el teléfono.

“Archer.”

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“Hey, es Seb. ¿Dónde estás?”

“Phoenix. Tomando el sol. ¿Por qué?”

“Quítate las orejeras y ven a Alburquerque.


Podría tener un trabajo para ti.”

“Acabo de terminar un trabajo,” gruñó Archer.

“Hey, si no quieres vivir como una estrella de


rock por los próximos meses, no es cosa mía.”

“¿Niñera? Sabe que odio los conciertos. Además,


las vacaciones se acercan.”

“Es para Keifer Zane.” Seb se sentó y esperó.

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Keifer era una de las más populares estrellas de
rock que había. Recientemente había salido del
armario.

Archer silbó. “Maldición. ¿Está recibiendo


amenazas?”

“Está teniendo demasiada atención en ambos


lados de la cerca. Hay algunos que lo quieren
muerto y otros que quieren casarse con él, no sé
si me entiendes.”

Seb sabía que Archer podía muy bien saltar


sobre lo que tenía en mente, pero era la única
manera en la opinión de Seb. “Apenas llegues.
Podemos discutir los detalles.”

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Archer seguía refunfuñando cuando colgó. Seb
se recostó en su silla y sonrió. Archer era más
que un guardaespaldas fantástico, también era el
único tipo en Tres Socios que podría pasar por
una estrella de rock.

Delgado musculoso, el hombre de un metro


ochenta y cinco, fue entrenado específicamente
en la seguridad de cerca. Archer era el tipo de
hombre que querías tener a tu espalda. Con su
cabello rubio, puntiagudo y el parche marrón
debajo del labio, Archer no se parecía a un
escolta típico.

Seb pensaba que Archer sería la elección


perfecta para engañar a los medios de
comunicación y los aficionados haciendo pensar
que él era simplemente el nuevo novio de Keifer.

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Keifer sentía que alguien dentro de su séquito lo
había vendido a los medios de comunicación por
dinero.

Una vez que Archer aceptara el trabajo, sería


visto del brazo de Keifer en todas las
oportunidades posibles. La esperanza era que
Archer fuera capaz de erradicar a los Judas, y a
mantener a Keifer a salvo de la nueva embestida
de hombres interesados.

Seb dejó el expediente a un lado y se fue al


siguiente. Trató de concentrarse en los papeles
delante de él, pero pronto sus ojos comenzaron a
cerrarse. Dios, esperaba que a Mac se le
ocurriese una solución segura para Jared porque
su trabajo estaba empezando a sufrir.
****
43
Jared estaba acostado en el sofá viendo la
televisión cuando alguien llamó a su puerta. Dio
un salto, secretamente feliz de tener un visitante.
Al abrir la puerta, vio al hombre de pie en el
pasillo. Él había visto a George un par de veces,
pero realmente no lo conocía.

“Hola.”

George sonrió y se inclinó para acariciar a una


curiosa Jelly Bean.

“Me di cuenta de que estas cosas estaban en el


buzón desde hace un par de días, así que pensé
traértelas.”

“¿Tengo un buzón de correo?”

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George se rió entre dientes. “Claro que sí. Está a
la derecha de la entrada. Se abre con la llave de
tu habitación.”

“Entonces, ¿cómo lo has abierto?”

Las cejas gris de George se alzaron. Le entregó


la pequeña pila de sobres a Jared. “Porque yo
soy el que clasifica el correo.”

“Gracias.” Jared tomó a Jelly Bean, acunando a


la dulce gata en sus brazos.”

George saludo a Jared bromeando y regreso al


pasillo. “Por cierto, puse tu nombre en tu buzón.”

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“Gracias de nuevo.” Jared cerró la puerta y vio el
correo. Todavía no podía creer que tenía cartas.
¿Quién diablos sabía incluso donde escribir una,
y cómo se enteraron donde ...?

Jared dejó caer las cartas. Cuando cayeron al


suelo, vio su nombre y la dirección del dormitorio.
La letra era muy familiar. Un golpe en la puerta le
hizo saltar.

“¿Jared?” Llamó Seb a través de la puerta.

Jared escondió rápidamente el correo ofensivo


debajo del sofá. Después de varias respiraciones
relajantes, tomó a la siempre curiosa Jelly Bean y
abrió la puerta. “Hola.”

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La cabeza de Seb se inclinó hacia el lado.
“¿Estás bien?” Preguntó rascando a la gata
detrás de las orejas.

“Sí.” Dio un paso atrás en caso de que Seb


quisiera entrar Mientras esperaba a que Seb le
dijese lo que quería, la mirada de Jared regresó
al sofá, esperando que ninguno de los sobres
estuviera a la vista.

Los ojos de Seb siguieron los de Jared,


estrechándose, como si supiera que Jared
estaba ocultando algo. “Vine para invitarte al día
de Acción de Gracias en la casa de Mac mañana.
Un grupo de nosotros hemos sido invitados.”

“¿Yo? ¿En serio?” Jared no quería admitir que

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nunca había entendido el gusto de las fiestas. Al
crecer, el día de Acción de Gracias era una
excusa más para que sus padres se
emborracharan.

“Sí. Tú. Mac dijo que la comida será servida al


rededor de las dos, pero él nos invitó que
fuéramos antes para ver el partido de fútbol.”
Aunque Seb estaba hablando, continuaba
estudiando el pequeño apartamento.

“Tengo que trabajar mi turno normal, mañana.”

“¿Trabajaras el día de Acción de Gracias?”

“Claro que sí. Yo soy el hombre bajo el tótem.


Pero no te preocupes. No voy a tardar para que

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me lleves.” Por alguna razón el día de fiesta le
parecía una gran cosa a Seb. Jared no haría
nada para arruinárselo. Seb había sido amable,
aun cuando el hombre estaba en ocasiones de
mal humor.

“Te voy a recoger a las once. Debes tener tiempo


más que suficiente para disfrutar de la cena
antes de ir a trabajar.”

Jared se mordió el labio inferior. “¿Habrá de


beber allí?”

“¿Quieres decir alcohol? Probablemente. ¿Por


qué?”

Una vez más, Seb vio a Jared con esa mirada

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fija como si estuviera tratando de ver en su alma.
Jared sabía que tenía que hacer algunas
reflexiones sobre la situación. Sus golpes se
habían desvanecido definitivamente. En realidad
no le gustaba sentirse avergonzado por la forma
en que lo veían cuando se atrevía a salir en
público. “¿Puedo llamarte para avisarte?”

Seb apoyó la mano en la pared junto a Jared y se


inclinó hacia él. “¿Qué me estás diciendo?”

Con el apuesto hombre tan cerca, Jared se puso


nervioso. ¿Seb sospecharía que había recibido
correo? ¿O era su inquietud acerca de la
festividad lo que mostraba? ¿Tal vez él podría
tomar un turno extra en la gasolinera?

50
Cuando Seb se inclinó aún más, Jared se
presionó contra la pared. “N ... nada. Sólo quiero
ver mi horario antes de comprometerme a nada.”

Con un gruñido le dijo a Jared que el hombre


más grande no le creía, Seb se enderezó. “Te
voy a buscar más tarde para el trabajo.”

Jared asintió.

Con una última mirada al departamento, Seb se


giro y salió. Jared cerró la puerta y dejó escapar
el aliento que había estado conteniendo. Se dio
cuenta de su pene semierecto presionando
contra los jeans. ¿Qué diablos estaba pasando
con él?

****

51
Seb se estacionó frente a la casa de Jackie y se
bajó. Cuando terminó con Jared, sabía que
necesitaba algunas respuestas. Una llamada
rápida a Brier, y le informó que se disponían a
partir hacia Oklahoma. Seb había preguntado si
podían esperar el tiempo suficiente para que se
detuviera por unos minutos y allí estaba él.
Mientras caminaba hacia la puerta principal, la
mente de Seb daba vueltas. ¿Cómo iba a vigilar
a Jared cuando sabía tan poco de él?

La puerta principal se abrió antes de que pudiera


llamar.

“Hola” saludó Brier, dando un abrazo a Seb.

Seb no aceptaba ese tipo de cosas de la mayoría


de la gente, pero Brier le recordaba tanto a

52
Alejandro, que no le podía alejar. “Perdona que
te detenga, pero necesito hablar contigo acerca
de Jared.”

Brier guió a Seb a la sala. “¿Hay algo mal con


él?”

Seb se sentó en una de las sillas y se encogió de


hombros. “No lo sé. Hay algo que pasa con él,
pero yo no puedo poner mi dedo en la llaga. Yo
pensaba que podría ayudar si supiera un poco
más acerca de él. “

“¿Cómo qué?” Preguntó Brier, sonriendo cuando


Jackie entró en la habitación y se sentó a su
lado.

53
“Creo que sé tanto como yo necesito de su vida
con Rick, pero ¿y antes?”

Las cejas de Brier se juntaron. “¿Quieres decir en


el hospital?”

Seb negó. “Antes de eso. ¿Sabes algo acerca de


su vida al crecer?”

Brier vio a Jackie. Los dos hombres parecían


tener una discusión en silencio con sus ojos
antes de que Jackie finalmente asintiera. Brier se
volvió para hacer frente a Seb. “Trató de
suicidarse.”

“Sí. Vi las cicatrices. Supuse que eso es lo que lo


puso en el hospital donde Rick y los otros

54
comenzaron a abusar de él.”

Brier comenzó a frotarse el lado de la cabeza.


Era algo que Seb había notado que Brier hacía
mucho cuando él estaba ansioso por algo.

“Yo no sé mucho. Pero él ha mencionado un par


de cosas.”

“¿Como?”

“Cuando le conté la historia de lo que me pasó a


mí que me hizo tonto ...”

“Oye,” Jackie lo cortó “Nosotros no usamos esa


palabra.”

55
Brier sonrió y besó a su pareja. “Lo siento.”

Seb había oído la historia de cómo los padres de


Brier habían abusado de todos sus hijos. El daño
cerebral de Brier fue consecuencia directa de un
episodio con su padre cuando era sólo un bebé.
“Adelante.”

“De todos modos, yo estaba contándole acerca


de mí y Jared puso esa mirada en su rostro. Él
me dijo que tuve suerte de escapar a mis padres
por que me dejaron en el hospital. Dijo que él
deseaba haber tenido esa suerte.”

“¿Él fue abusado cuando era niño?”

Brier se encogió de hombros. “Creo que sí, pero

56
en realidad no quiere hablar de ello. Yo sé que él
no puede soportar el olor del whisky. Lo ha
mencionado antes, cuando hablamos de su
trabajo. Dice que a veces los hombres entran en
la tienda y se puede oler el whisky en su aliento y
le hace desear vomitar.”

Seb sabía que tenía un poco de investigación por


hacer. “¿Por casualidad sabes dónde creció
Jared?”

Brier asintió con la cabeza. “Broken Arrow,


Oklahoma. Lo recuerdo porque pensé que
sonaba como un lugar que debo haber conocido”

Seb no pudo evitar preguntarse por qué pensaba


eso Brier. ¿Fue su ascendencia indígena o que el
hombre sentía que él era como una flecha rota?
57
Sabía que había recibido toda la información que
se podía obtener de Brier. Al parecer, Jared no le
dijo a su mejor amigo mucho.

Se puso de pie y le tendió la mano. “Dejaré que


ustedes dos emprendan el camino. Gracias por
dejarme venir.”

Jackie y Brier se levantaron. Jackie dio a Brier un


beso en la sien. “¿Por qué no te vas a la cocina y
te aseguras de que el horno este apagado?”

Brier asintió. “Que tengas un buen día de Acción


de Gracias, Seb.”

“Lo haré. Gracias.” Seb sabía que Jackie quería


decirle algo sin que estuviera cerca Brier, así que

58
empezó a caminar hacia la puerta con Jackie a
su lado.

“¿Qué está pasando que no estás diciéndole a


Brier?” preguntó Jackie.

“No lo sé. Fui a invitar a cenar a Jared mañana a


donde Mac y se puso un poco extraño por el
asunto. Pero, además, él estaba actuando
extraño cuando llegué allí.” Seb se encogió de
hombros. “No puedo dejar de pensar en que algo
está pasando y no me lo ha contado.”

“Bueno, si descubres lo que es, asegúrate de


avisarme. Si hay una mala noticia, prefiero que
Brier lo oiga de mí.”

59
Seb sonrió. Jackie era increíblemente protector
con su pareja. Seb había conocido al hombre por
un número de años y nunca lo habría imaginado
caer tan enamorado por un amante.

“Que tengan un buen fin de semana.” Seb dio a


Jackie una palmada en la espalda antes de
retirarse a su vehiculo. Vio el reloj y decidió
regresar a la oficina durante un par de horas
antes de llevar a Jared al trabajo.

Los jefes habían sido lo suficientemente buenos


para dar al personal de la oficina toda la tarde
libre, pero Seb necesitaba saber más sobre los
antecedentes de Jared. Condujo a la oficina en la
ciudad que estaba conectado al hogar de Mac,
Nicco y Amir. Él estacionó frente a la escuela
rediseñada y abrió la puerta principal.

60
Mientras caminaba por el corto pasillo, vio que la
luz en la oficina de Mac estaba encendida. “Oye,
¿el jefe no tiene día libre?”

Mac levantó la vista de su computadora y sonrió.


“Nicco y Amir estaban discutiendo sobre la mejor
manera de hacer el relleno para mañana, así que
decidí escaparme. ¿Qué haces aquí?”

“Investigar.”

“¿Sobre?”

Seb conocía a Mac lo suficiente como para saber


que no estaría satisfecho hasta saber toda la
verdad. “Necesito saber sobre la infancia de
Jared.”

61
“¿Por qué? Hay algunas cosas que deben
dejarse en el pasado.”

Seb pensaba en su propia infancia y no podía


estar más de acuerdo, pero esto era diferente.
“Necesito saber por qué no quiere venir aquí,
para el día de Acción de Gracias.”

Incluso hasta para sus oídos, la excusa sonaba


débil. Seb notó la expresión herida en el rostro de
Mac.

“Tal vez él no está cómodo con nosotros todavía.


O tal vez no le gusta.”

Seb negó. “No creo que eso sea todo. Es el día


de Acción de Gracias pero no parece saber nada.

62
Dijo que lo pensaría, pero me di cuenta que
estaba tratando de inventar excusas. Sin
embargo me preguntó algo extraño”

“¿Qué?”

“Quería saber si la gente estaría bebiendo.”

Mac se echó hacia atrás en su silla y se frotó el


cuello. “¿Crees que su familia era alcohólica?”

Seb asintió. “Brier dijo que a Jared le daba


náuseas el olor de whisky.”

“Bueno, dile a Jared que vamos a tener cerveza


durante el juego y vino con la cena.”

63
Seb notó que Mac no le prohibió buscar en el
pasado de Jared. “Voy a encontrar una manera
de decirle eso.”

Seb caminó hacia su oficina, pero el sonido de la


voz de Mac lo detuvo en seco.

“Si él se entera de que investigas en su pasado,


nunca confiara de nuevo.”

Seb continúo a su oficina. Mientras encendió su


computadora, pensaba en lo que Mac había
dicho. ¿Era descubrir la verdad más importante
que la confianza de Jared? Si no sabía la verdad,
¿cómo podía esperar ayudar al joven, pero por
otro lado, sí Jared no iba siquiera a dejarse
ayudar si se enteraba de lo que había hecho?

64
“¡Mierda!” Gruñó mientras apagaba su
computadora.

“Sabía que eras un mejor hombre que eso,” dijo


Mac desde la puerta.

Seb vio a su amigo. “No te sientas tan


malditamente presumido.”

“Te gusta, ¿eh?”

“¿Qué? No. Quiero decir, sí, me gusta, pero no


de la manera que estás pensando.”

“Creo que estás equivocado. Creo que incluso si


arreglo que otro lleve y traiga a Jared al trabajo,

65
tú todavía insistirías en hacerlo tu mismo.”

“No, no” protestó Seb. La última persona que


había atendido realmente fue Alejandro y esos
sentimientos casi lo matan. Él no estaba
dispuesto a ponerse en esa posición otra vez.

“Muy bien. Hablé con Raven. Dado que él es el


ave nocturna del grupo, accedió a asumir el
trabajo como chofer.”

“¿Raven? ¿Estás loco? Ese tipo salta sobre


cualquier cosa que se mueve.” La idea de Raven
estando solo a las dos de la mañana con Jared
hizo rastrear la piel de Seb. Ya era bastante malo
que los Tres Socios contrataran especialmente
guardaespaldas gay, pero ¿por qué tuvieron que

66
emplear a gente como Raven?

“Él es bueno en su trabajo y tú lo sabes.”

“Yo no estoy hablando de sus habilidades de


trabajo, y ambos lo sabemos.”

“¿Raven no sabe siquiera quién es Jared? Jared


todavía esta bastante asustado alrededor de la
gente que no conoce.”

Mac puso su sonrisa aún más grande. “Él sabe


de Jared, no te preocupes por eso.”

Seb entornó los ojos a su amigo. Él sabía


exactamente lo que Mac estaba haciendo. No.
No había forma de que Seb fuese a morder esa

67
manzana. “Muy bien. Se lo diré esta noche,
cuando lleve a Jared a trabajar.”

“Sí, está bien.” Mac siguió riendo al darse la


vuelta y alejarse.

Seb puso los pies en la parte superior de su


escritorio y se echó hacia atrás en su silla. Raven
era conocido como el comprador, porque siempre
le asignaban para proteger a las esposas de los
ricos. Como la mayoría de los hombres, los
maridos no querían un guardaespaldas hetero,
bien parecido tras de su esposa todo el día. La
solución perfecta era la contratación de un
hombre gay para hacer el trabajo.

Seb sabia que eso no impidió que Raven

68
consiguiera anotar. El hombre era implacable en
su búsqueda de un pene. Como cuestión de
hecho, en más de una ocasión, Raven había
terminando jodiendo con el marido. El
pensamiento de alguien como él estando con
Jared... “¡Maldición”

Oyó otra ronda de risas viniendo por el pasillo lo


molestó aún más.

****

Jared se sentó en el sofá con los pies metidos


bajo él. Las cartas seguían burlándose desde su
escondite. Él se repetía que nada bueno saldría
de su lectura, pero no podía sacarlas de su
mente.

69
Él sabía que eran de Rick. Estaban llenas de
odio, o probablemente advertencias. Jared sabía
cómo pensaba Rick cuando Brier presentó
cargos por violación en su contra. Él lo sabía
porque Rick descargo su humor contra él. Pero
Rick estaba en la cárcel. ¿Qué podía hacerle?

¡Oh, no! ¿Y si él estaba saliendo de la cárcel? Tal


vez Rick estaba escribiendo para que Jared lo
supiera?

Jared saltó del sofá, aterrizando, tan lejos de las


cartas como le fue posible. Sabía que era
irracional, pero él podía imaginar a los simples
sobres blancos viendo hacia él, esperando a
extender la mano y agarrarlo.

70
Encontró la escoba en la esquina de la pequeña
cocina y regreso de nuevo hacia el sofá. Le dio al
objeto inanimado como un amplio espacio que
iba y venía con la escoba en la mano. Puedes hacer
esto.

Acercándose a la cama, metió la escoba debajo


de ella y enganchó una de las cartas. Llevó el
sobre al centro de la sala, lejos de las demás.
Jared tomó la escoba de nuevo a su lugar en la
esquina de la cocina y se preparó un vaso de
agua helada.

Dio un sorbo al líquido frío mientras pensaba en


el sobre que esperaba. Vamos. Es una maldita
carta. No seas un cobarde.

71
Jared dejó el vaso y se mordió la uña unos
instantes antes de tomar la carta del suelo. Sus
dedos se sentían como si fueran de fuego, y
rasgó el sobre.

Mientras él bajó la mirada hacia la escritura


íntima, deseaba y no por primera vez, que sus
habilidades de lectura fueran más avanzadas.

Decidió leer lo que pudo y encontrar una manera


de hacerse con un diccionario para ayudar con el
resto si es necesario.

Niño Coño,

Jared cerró los ojos por el nombre con que Rick

72
siempre le había llamado. Odiaba sentir que
todavía tenía el poder para humillarlo.

Ya te he dicho lo que estoy planeando ... hacer para cuando


salga de aquí. Bueno, mi hermano Bill vino a verme hoy. Lo
recuerdas ... Bill, ¿no? Incluso aunque me parece que Bill no es
marica, seguro que le gustara joder tu culo. Bill dijo que podría
detenerse a decirte hola. Sólo Tho ... debes saberlo.

Rick

Jared respiró hondo mientras los recuerdos sobre


Bill le asaltaban. Bill era aún más malo que Rick.
Él era un camionero de larga distancia que
pasaba por Lubbock una vez al mes. Se puso tan
mal un tiempo, que Rick ordenó a Bill salir de la
casa.

73
Jared dejó la carta y tomo la escoba para barrerla
de nuevo del sofá con las demás. ¿Qué pasaría
si Bill lo encontraba? Vio alrededor de su
departamento. Nunca había estado tan
agradecido de estar rodeado de hombres fuertes.

Cuanto más pensaba en ello, más se puso a


pensar en que Rick estaba mintiendo. Lo último
que Jared había oído de Rick era que no podía
aún hablar con su hermano. Además, Bill
trabajaba todo el tiempo.

Para el momento que llamaron a la puerta, Jared


se había calmado. Una rápida mirada al reloj le
dijo que era Seb. “Ya voy.”

Se aseguró de que Jelly Bean tuviera comida y


agua antes de tomar su chaqueta roja nueva. “Te
74
amo,” le dijo a su gata que dormía acurrucada en
una silla.

Jared abrió la puerta. “Estoy listo.”

Seb asintió y camino hacia el ascensor sin decir


nada. Jared se preguntó si lo había enfurecido
con lo que sucedio antes.

Sabía que lo del día de Acción de Gracias


parecía ser importante para Seb. Tal vez ¿Jared
sólo debería aceptar? Entró en el ascensor junto
a Seb. “Voy a tratar de llegar a la cena.”

Seb no dijo nada hasta que llegaron al vehiculo.


Una vez dentro, Seb puso en marcha el coche y
puso el calentador a todo volumen. “¿Cuál es la

75
verdadera razón por la que no quieres venir?”

“¿Eh?”

Seb se volvió hacia Jared. “¿Cuál es tu recuerdo


favorito del día de Acción de Gracias?”

Jared no quería viajar por ese camino. “No tengo


uno.”

“¿Por qué?”

Jared se apartó del intimidante Seb y miró por la


ventanilla del pasajero. “Simplemente no lo
tengo.”

76
Un gemido llegó desde el asiento del conductor.
“No muevo de este coche hasta que me digas
por qué no tienes al menos un buen recuerdo del
día de Acción de Gracias.”

Negándose a ser arrastrado a la discusión, Jared


abrió la puerta. “Muy bien. Me voy caminando.”

Con las manos metidas en los bolsillos de su


chaqueta, Jared salio al frío de la ciudad. Oyó
una puerta abierta del coche y echó a correr.

“¡Maldición! ¡Vuelve aquí.”

Jared negó y tomó velocidad. La sangre estaba


bombeando tan fuerte en la cabeza, que no oyó a
Seb regresar a su coche. No fue hasta que el
elegante y negro vehiculo se paró delante de él, y
77
clavó los frenos que Jared se dio cuenta de que
todavía estaba siendo seguido.

La puerta del conductor se abrió y Seb salió


volando del coche directamente hacia él. No era
la primera vez que Jared había estado en esta
posición. Hizo lo que siempre había hecho, se
dejo caer y se tapo.

Jared no sabía cuánto tiempo había estado en el


suelo, finalmente se asomó en torno a los brazos
que estaban cubriendo la cabeza. Seb estaba de
pie, mirando hacia abajo a Jared con una
expresión que él no sabía leer.

A pesar de la falta de ataque de Seb, Jared


seguía manteniendo su posición.

78
“Levántate,” Seb dijo finalmente. “No voy a
hacerte daño.”

Aunque el hombre más grande había dicho las


palabras, el tono que había usado causaba más
dudas en la mente de Jared.

Un fuerte brazo se envolvió alrededor de la


cintura y levanto a Jared lo puso de pie como si
él no pesara nada.

“Vamos, vas a llegar tarde al trabajo.” Seb lo


soltó y se dirigió hacia el vehiculo.

Jared estuvo clavado en el suelo durante un


momento. Seguramente si Seb quisiera hacerle

79
daño, él ya lo habría hecho. Jared se concentró
en poner un pie delante del otro hasta quedar
sentado dentro del calido coche.

Antes de salir, Seb se inclinó y le puso una mano


sobre el muslo de Jared. “Nunca voy a hacerte
daño.”

Seb quitó la mano y puso el coche en marcha. La


vergüenza llenó repentinamente a Jared. “Lo
siento.”

“Si no quieres ir a la cena de mañana, no vayas.


Sólo pensé que sería bueno tenerte allí.”

Jared mordió el interior de su mejilla. ¿Su


compañía realmente haría una diferencia a Seb?

80
“Voy a ir.”

Seb asintió. En dos minutos, Seb estaciono


frente a la gasolinera. “Vuelvo a las dos.”

“Gracias.” Jared sintió que debía decir más.


Sabía que había herido los sentimientos de Seb,
pero no estaba seguro de cómo disculparse.

“No hay de qué.”

Jared se bajó del coche y trató de reunir una


sonrisa para Seb mientras cerraba la puerta.
Entre la carta y las preguntas acerca de su
infancia, Jared se sentía agotado, incluso antes
de poner un pie en el trabajo. Esperaba que la
noche pasara sin problemas.

81
Capítulo Tres

Estacionado delante de las puertas, Seb, vio


como Jared secaba el suelo de la tienda. Había
quedado con un poco de sueño, lanzando su
horario fuera aún más lejos, pero su mente había
estado en Jared. ¿Por que le sorprendió? era
una incógnita.

Los acontecimientos de la noche anterior todavía


lo tenían intrigado. La expresión del rostro de
Jared cuando se había dejado caer al suelo era
de miedo.

Jared lo vio esperando y le indicó que saldría


pronto. Seb reconoció el gesto mientras
continuaba observando al hombre. ¿Qué era lo

82
que parecía atraerle de Jared?

Seb se aferró al volante. ¿Y por qué sentía el


enorme deseo de envolver al hombre en sus
brazos, besarlo y respaldarlo? Sabía que Jared
no era la clase de persona que podría manejar
un asunto casual, que era la única cosa que Seb
había ofrecido hasta entonces, así que ¿por qué
todavía seguía soñando con él?

Observó a Jared poner el dinero de la caja


registradora en la caja fuerte bajo el mostrador.
Seb sabía que Jared no había cerrado la puerta
antes de hacerlo. Se preguntó si Jared se sentía
seguro sabiendo que Seb estaba fuera
esperando o si era una práctica común.

Las luces fluorescentes en los surtidores de

83
gasolina se apagaron en primer lugar, la
señalización de la estación fue cerrada
oficialmente. No pasó mucho tiempo para que
Jared apagara las luces interiores del edificio y
cerrara la puerta principal.

Jared abrió la puerta del acompañante y se subió


dentro “Perdón por hacerte esperar. Alguien
derramó un refresco grande en frente del
contador de la bebida.”

“Está bien.”

El viaje de regreso a la residencia fue tranquilo,


casi demasiado tranquilo. Seb se preguntó si
Jared estaba enojado con él, ahora que había
tenido la oportunidad de pensar las cosas.

84
“¿Te apetece una taza de té caliente?” Jared
preguntó mientras las puertas del ascensor se
abrían en su piso.

Seb se sorprendió por la invitación, la primera de


su parte. “Claro que sí.”

Siguió a Jared a su apartamento y fue recibido de


inmediato por Jelly Bean. “Hola, chica.”

Sonriendo por la forma en que el gato se frotaba


alrededor de las piernas de Seb, Jared metió la
mano en el bolsillo de la chaqueta y sacó una
lata abollada. “Te he traído un regalo, Jelly
Bean.” Jared dio a Seb una sonrisa de disculpa.
“Ha sido dañado, por lo que mi jefe me dijo que
podía comprarla por la mitad del precio.”

85
Seb se preguntó por qué Jared sintió la
necesidad de justificar la compra de una lata de
comida para su gata. “Creo que fue un buen
trato.”

La sonrisa de Jared se volvió real. “No estoy


seguro si Jelly Bean ha probado alguna vez las
cosas enlatadas. Será interesante ver si le
gusta.”

Jared entró en la esquina de la cocina y abrió el


armario para sacar un plato. Sacó la tapa de la
lata pequeña y con una cuchara sacó alrededor
de un tercio de la misma. Con el primer olor, Jelly
Bean corrió del lado de Seb para entrar en el
área de la cocina.

“Ten paciencia,” Jared regañó a su gata y puso el


plato en el suelo.

86
Jelly Bean olió el trozo de sustancia viscosa
marrón unos instantes antes de que
prácticamente lo tragara.

“Creo que a ella le gusto,” se rió entre dientes


Seb.

“Creo que tienes razón,” se rió Jared. Llenó una


tetera vieja con agua y la puso al fuego.
“¿Quieres té descafeinado?”

“Cualquier cosa esta bien.” Seb no era


normalmente un bebedor de té. Todo le sabía a
agua caliente con un poco de sabor.

Jared tomó dos bolsitas de té de la caja. “Mis


padres eran alcohólicos,” Jared soltó sin darse la

87
vuelta.

“Siento mucho oír eso.” Seb se acerco más, pero


no lo suficiente como para tocarlo.

“Uno nunca lo sabría al verlos. Iban a la iglesia.”


Jared vio a Seb y giro los ojos. “Había un panel
de desplazamiento minúsculo en la parte
posterior de mi armario. No estaba seguro cuál
era el propósito de eso, pero cuando era
pequeño, si yo me apretaba verdaderamente,
podría caber dentro. Puedo todavía recordar a
mis padres gritar mi nombre mientras me
buscaban.”

La tetera se puso a silbar y Jared se apartó de


Seb para verter el agua caliente en dos tazas.
“Créeme. Tú no querías ser encontrado cuando

88
habían estado bebiendo.”

Antes de que él mismo se diera oportunidad de


reflexionar sobre sus acciones, Seb salió detrás
de Jared y puso las manos sobre los hombros del
hombre más pequeño. “¿Qué pasó cuando fuiste
demasiado grande para tu escondite?”

“Por lo general, me encontraban,” le susurró


Jared.

¿Cómo podría una pequeña declaración decir


tantas cosas? Seb se inclinó y besó la parte
posterior de la cabeza de Jared. Se preguntó
hasta dónde podía empujar antes que Jared se
cerrara. Tomando un gran riesgo, Seb soltó los
hombros de Jared y rodeó el cuerpo delgado.

89
Pasó la mano por las cicatrices de una de las
muñecas de Jared. “¿Esto es culpa de ellos?”

Jared no respondió de inmediato alejándose


como Seb se esperaba. En cambio, se quedó
mirando las cicatrices mientras Seb continuó sin
problemas tocándolas.

“Yo no sabía de que otra manera escapar.”

“¿Cuántos años tenías?”

“¿La primera vez? Um, trece años, creo.”

No fue hasta que Jared lo dijo que Seb se dio


cuenta de que había dos conjuntos de marcas,
una al lado de la otra. “¿Y la segunda vez?”

90
“Diecisiete. Fue entonces cuando la policía me
metió en el hospital.”

Seb levantó la muñeca de Jared y puso un suave


beso en las líneas blancas. “¿Alguna vez
contaste a la policía la verdad?”

“Cuando era más joven. Hubo una asamblea en


la escuela que habló sobre el abuso. La película,
decía que deberías ir a un adulto como tu
maestro o un policía. Fui a mi maestro. No estoy
realmente seguro de si me creyó, pero ella llamó
a la policía. Ellos investigaron, pero como he
dicho, mis padres eran buenos en ocultar sus
demonios.”

Jared sacudió la cabeza y levantó la taza de té

91
de Seb. “Será mejor que bebas esto antes de
que se enfríe.”

Seb podría decir que Jared estaba empezando a


cerrase. Seb decidió compartir un poco de su
propia historia. “Yo era un adulto, estaba en los
veintes antes de saber de lo que se suponía
trataba el día de Acción de Gracias.”

Jared se giro y tomó un sorbo de su té. “¿En


serio?”

Seb asintió y tomó un sorbo de té-dios que


terrible. “Es un día de fiesta agradable cuando se
pasa con la gente adecuada.”

“Sé que Brier parecía entusiasmado con ella,

92
pero pensé que era porque iba a ver a su familia”

“Sí, eso es parte de eso. Básicamente, se ponen


alrededor a ver el fútbol hasta que es hora para
la cena y luego cada uno se sienta a una mesa
grande con más comida de lo que pueden comer.
Hablas, ríes, terminas de comer, vuelves a ver el
fútbol y luego vuelves a hacerlo todo una hora
más tarde con el postre.”

Jared bostezó. “Suena bien.”

“Lo es.” Seb terminó su té en dos tragos y dejó la


taza en el fregadero. “Te voy a recoger a las diez
y media. ¿Eso le dará tiempo suficiente para
dormir?”

93
Jared asintió. “No duermo mucho de todos
modos.”

Seb extendió la mano y frotó el pulgar a través


de los círculos oscuros bajo los ojos de Jared.
“Lo sé, pero inténtalo.”

“Lo haré. Gracias por traerme”

“Gracias por confiar en mí lo suficiente como


para invitarme.” Dios quería besar sus suaves
labios de aspecto rosado. En su lugar, Seb se dio
media vuelta y salió por la puerta. Sentir
compasión por el hombre era una cosa, pero él
no podía dejar que se convierta en más que eso.

****

94
Jared vio en el asiento a Seb. Llevaba un suéter
muy negro que le encajaba a la perfección. Vio a
su propia camisa azul.” ¿Estás seguro de que
estoy bien vestido?”

Seb sonrió. “Te ves bien. Es casual, por lo que


encaja bien dentro”

“Me gustan tus botas de vaquero.” Estaba seguro


de que estaban hechas de algún tipo de animal
exótico, sin duda. Jared no pensaba que había
visto la piel como la de una vaca.

“Gracias. No son tan cómodos como mis botas


regulares, pero me imagino que no estaré de pie
mucho tiempo este día.” Seb se rió entre dientes.
“En realidad, probablemente estaré sentado en
mi culo la mayor parte del tiempo.”
95
“¿Seguro que no era necesario llevar algo?”

Seb señalo hacia la parte de atrás de su


vehiculo. “Espero que no te importe, pero he sido
elegido para llevar la cerveza.”

“¿Por qué me importaría?”

Seb se encogió de hombros. “Sé que te


molestaste un poco cuando dije que habría
alcohol ahí.”

“Sé que lo hice. Lo siento.”

“No te disculpes. Es comprensible dado lo que


pasó con tu familia.”

96
Jared sabía que no era sólo por sus padres sus
puntos de vista sobre el alcohol, pero recordar a
Seb el modo en que había sido objeto de los
abusos y mantenido como un virtual prisionero
por Rick no era algo que le importara olvidar.

Los pensamientos de Rick trajeron las cartas a la


mente. Se había puesto de acuerdo consigo
mismo desde su lectura. Si él realmente pensaba
que Rick enviaría a Bill para encontrarlo, le diría
a Seb y los demás. Sin pruebas, sin embargo,
tenía miedo de comportarse como el chico coño
que Rick siempre lo acusó de ser.

Seb se detuvo en las oficinas de los Tres Socios


y apagó el motor. “Sabes, nunca te he
preguntado si te gustaba ver el fútbol.”

97
“Está bien. Yo realmente no conozco las reglas,
pero por lo general puedo averiguar lo que está
pasando.” Jared esperaba que pudiera hacer
algún trabajo en la cocina. Los grupos tendían a
hacerle sentir incómodo, pero entonces, al
menos conocía a la mayoría de la gente que
estaría en la cena.

No fue sino hasta que se bajó y vio la parte de


atrás del vehiculo que se dio cuenta de las dos
cajas de cerveza. Levantó una, sorprendido por
el peso.

“Puedo llevarlas,” se ofreció Seb, levantando la


otra con facilidad.

“Está bien. Ya la tengo.” Reposiciono la caja de

98
cartón en las manos y siguió a Seb hacia la
puerta principal.

Seb equilibró la cerveza en un brazo y abrió la


puerta. Hizo un gesto con la cabeza a Jared para
que entrara.

Una vez dentro, Jared se detuvo, dejando que


Seb dirigiera el camino hacia la vivienda. Podía
oír a la gente gritando y comenzó a quedarse
atrás.

Seb se volvió y sonrió. “Están gritando a la


televisión, no entre sí.”

Jared sonrió, sintiéndose estúpido. “Es bueno


saberlo.”

99
Era la primera vez que estaba en casa de Mac,
Amir y Nicco y no podía creer el tamaño de las
habitaciones. Entraron en la sala de estar y,
efectivamente, cinco chicos estaban sentados en
el borde de sus asientos mirando una enorme
pantalla de televisión.

“Ya era tiempo que llegaran. Pensé que moriría


de sed,” bromeó Raven.

Jared no conocía realmente al hombre que


hablaba, pero él lo había visto una o dos veces
en el dormitorio. Se sorprendió por la mirada que
Seb le dio a Raven. Jared intentó suavizar la
incómoda situación con una sonrisa.

“Me alegra que hayas venido, Jared” dijo Nicco al

100
cabo de un momento quitando los ojos de la
televisión.

“Gracias por haberme invitado.” Algunos de los


otros hombres saludaron, pero su atención
estaba definitivamente en el juego que estaban
viendo. Jared arrastrando un pie después de
otro, no estaba muy seguro de qué hacer.

“Vamos, Jared, vamos a poner estas lejos,” dijo


Seb, señalando las cajas de la cerveza.

Aliviado de tener algo que hacer, Jared siguió a


Seb a la cocina abierta. Se detuvo cuando vio a
Mac frotando sus caderas contra Amir mientras lo
besaba.

“Déjalo ya.” Seb se echó a reír y dejó la cerveza


101
en la isla.

Aunque avergonzado por entrar en una escena


íntima, Jared todavía no podía apartar los ojos de
los dos hombres que habían hecho caso omiso
de Seb. ¿Alguna vez había visto nada más bello
que la gran pasión que los dos hombres
compartían el uno al otro?

Seb tomó la cerveza de los brazos de Jared,


alejando su atención de Amir y Mac.

“¿Estás bien?", Preguntó Seb.

Jared no estaba seguro de poder hablar sin


delatarse. Su mirada regreso a los dos hombres.
No podía soportarlo, tenía que saber. “¿Es eso

102
normal?”

“¿Qué?”

Jared hizo un gesto a los hombres.

“¿Para ellos? Sí. ¿Te molesta?” Preguntó Seb.

Lo hacia. Jared sabía que si, pero probablemente


no por la razón que sería para la mayoría de la
gente.

Seb se puso delante de Jared, bloqueando su


visión de Mac y Amir. “¿Jared?”

Jared vio a los ojos oscuros de Seb. Hubo

103
momentos en que sintió tan fuera de lugar. “¿Es
que parece que realmente quieren hacerlo?”

Seb extendió la mano y rozó con la parte


posterior de la mano la mejilla de Jared. “¿Alguna
vez te han besado porque lo querías?”

Imágenes de Rick forzando su lengua en la


garganta de Jared le hizo temblar mientras el
ácido del estómago comenzó a batir en su
intestino. “No, creo que no.”

La mano de Seb se trasladó a la parte posterior


de la cabeza de Jared. Mientras hablaba, sus
labios se acercaban más y más a Jared. “Un
beso puede ser el toque más sensual del mundo
si se hace correctamente.”

104
Jared sintió el calor del aliento de Seb
acariciándole los labios. Se quedó fascinado, con
ganas de cerrar la distancia más de lo que había
querido nada en su vida. Por favor. Bésame.

“¿Dónde está la cerveza?” Nicco preguntó,


entrando en la cocina.

Seb detuvo su avance y se enderezó, el


momento se perdió. “En la isla. Me estaba
preparando para ponerlo en el refrigerador.”

Aún atrapado en el hechizo, Jared vio a Seb


darse la vuelta. ¿Qué esta sucediendo? Si no fuera por
la mirada que Seb le dio por encima del hombro,
Jared podría haber pensado que había soñado
con el momento en su totalidad. Él respondió a

105
la vista de Seb de la única manera que pudo, con
una sonrisa.

Seb le devolvió la sonrisa y comenzó a descargar


la cerveza en una hielera grande con hielo.
“¿Vamos a dejar esto aquí o en la otra
habitación?”

“Llévala a la otra habitación. Cuanta menos


personas entren y salgan de la cocina, mejor,”
respondió Mac, limpiándose la boca.

Jared quería ofrecer su ayuda, pero por la


manera en que los tres hombres se miraban unos
a otros, pensó que preferían que se perdieran por
un tiempo. Resignado a ver el fútbol, Jared siguió
a Seb al salón principal. La mayoría de las sillas
ya se habían ocupado, así que se sentó en el
106
suelo. Con la espalda contra la pared, vio al
grupo de hombres gritar y gritar en la televisión.
Jared no entendió el punto. No era como si los
chicos jugando los oyese, así que ¿por qué
hacerlo?

Seb abrió la hielera y sacó una lata de cerveza,


antes de encontrar su propio lugar para ver el
partido. Seb se sentó tan lejos de Jared como
pudo conseguir y todavía seguía viendo la
televisión. Jared se preguntó si el hombre estaba
lamentando el momento que habían compartido
en la cocina.

¿Por qué no iba a arrepentirse? Jared sabía que


estaba jodido. No tenía nada que ofrecer a un
hombre como Sebastián. Se frotó el estómago.
Había algo en el corto beso que todavía tenía su
interior todo oscilante.

107
Era fácil ver que Seb no era nada como Rick.
Jared se preguntó si era posible querer
realmente hacer las cosas que Rick le había
hecho. Tenía vergüenza de admitirlo, pero las
pocas veces que Seb le había tocado de una
manera compasiva, a Jared realmente le había
gustado.

“Así que supongo que voy a ser tu nuevo chofer,


anunció Raven en la silla más cercana a Jared.

“¿Eh?”

Raven sonrió. Jared sabía que nunca había visto


los dientes tan blancos como los del Nativo
americano. “Mac preguntó si yo podría buscarte
al trabajo. Dado que normalmente estoy a esa
hora allá de todos modos, le dije que sí.”

108
Jared vio al magnífico hombre al otro lado de la
habitación. Se encontró con la mirada de Seb.
¿Seb se quejó con Mac sobre tener que
recogerle? Jared no se mentía a sí mismo, esa
idea sobre Seb le dolía. Se giro hacia Raven.
“Nunca pedí un raid. Puedo caminar.”

De repente el cuarto se convirtió en


claustrofóbico. Se levantó, tomó su chaqueta del
suelo a su lado y se dirigió hacia la puerta
principal. Una vez fuera, Jared se sentó en el
escalón más alto. Se quedó mirando la chaqueta
de color rojo brillante en sus manos pero no
podía decidirse a ponérsela. ¿Seb también se
quejaría con Mac por no pagarle todo el dinero
que le debía por la ropa?

“¿Por qué demonios estás sentado aquí en el


109
frío?” Preguntó Seb.

Jared le mostró la chaqueta. “Debería devolverte


esto.”

“¿Qué? No seas estúpido. Ponte la chaqueta.”


Seb hizo caso omiso de la chaqueta y se sentó al
lado de Jared.

“Nunca te pedí que me recogieras en el trabajo.


Te dije todo el tiempo que podía caminar.”

“Ya lo sé. Pero como te dije, no es seguro.”

Jared vio a Seb. “No fue el viaje lo que empecé a


disfrutar. Pasaba el final del día contigo.”

110
Seb rompió el contacto visual y de repente
parecía encontrar algo en la calle fascinante.
“Supongo que me gustó demasiado también.”

Jared soltó un bufido. “Sí, te ha gustado tanto


que te quejaste con Mac por ello. Eso está bien.
Yo no soy un caso de caridad. Voy a caminar.”

Seb se estiró y tocó la mano de Jared. “No fue


así.”

“Como sea.” Jared se apartó de las manos de


Seb, dejó caer la chaqueta a su lado y se
levantó. “Voy a dar un paseo.”

Empezó a bajar las escaleras sólo para ser


cortado cuando Seb se lanzó delante de él,

111
bloqueando su camino. Seb sujetaba la chaqueta
en el puño y la agitó en el rostro de Jared. “¡Esto!
Es tuyo. Puedo haberlo elegido, pero tú lo
compraste. Ahora ponte la maldita cosa.”

“Está todo bien aquí,” preguntó Raven desde


algún lugar detrás de Jared.

Congelando su culo, Jared de mala gana tomó su


chaqueta e hizo lo que le indicaron. Una vez que
se lo había puesto, Seb tomó la chaqueta en sus
manos y tiró de Jared hacia él.

Jared abrió mucho los ojos cuando la boca de


Seb se cerró sobre la suya. Abrió la boca para
protestar cuando sintió la lengua de Seb
deslizarse a través de la suya. Oh. El suave

112
gemido que estalló en la garganta de Jared fue
inesperado, pero no totalmente inoportuno.

Como por instinto, los brazos de Jared se


envolvieron alrededor del cuello de Seb mientras
el beso aumentaba en intensidad. La demanda
de Seb se suavizó y pronto los dos estuvieron
con la lengua acariciándose en los escalones de
la agencia. Con Jared colocado un escalón arriba
puso sus bocas y cuerpos en alineación casi
perfecta.

Lo que quería y necesitaba amenazaba con


abrumarlo mientras su pene se endurecía y se
rozaba con el frente de los jeans de Seb. Sintió el
fuerte apretón de las manos de Seb, en sus
caderas, jalándolo más cerca.

113
Jared rompió el beso, con dificultad para respirar
un poco. ¿Qué le estaba pasando? Aunque no
besaba a Seb, Jared todavía se sentía mareado.
Miró a los ojos de Seb, deseando hacer las
preguntas que recorrían su mente. “¿Por qué
hiciste eso?”

Seb abrió la boca antes de volver a cerrarla. Sus


cejas se juntaron antes de separarse de nuevo.
“Porque no podía dejar de hacerlo.” Seb se paso
los dedos por el cabello y se alejó.

Una sensación de hundimiento sustituyó al


revoloteo que Jared tenía antes. Por la expresión
de la cara de Seb, no era feliz. “Así que ... ¿lo
lamentas?”

114
Seb comenzó a caminar por las escaleras. Se
detuvo y le tendió la mano. “Vamos a comer.”

“Pero ...”

Seb sacudió la cabeza. “No lo sé. Vamos a


comer.”

Jared se acercó al hombre que quería. “¿Habrá


pastel?”

****

Seb dejó a Jared en el trabajo y regresó a casa


de Mac. Había pensado en volver a casa para
alejarse de la mierda de sonrisa de Raven, pero
sabía que sólo llevaría a otros comentarios
sarcásticos del idiota.

115
No se avergonzaba de besar a Jared frente a
Raven, pero se avergonzaba de la razón detrás
de ella. ¿Quién diablos se cree que era Raven
para irrumpir en una conversación, obviamente
privada?

Seb había sabido en ese momento que si no


jugaba bien sus cartas sobre Jared, Raven
rápidamente intentaría meterse sacándole un
beso a Jared, se decía que era para proteger al
pequeño hombre de Raven. En el primer paso de
su lengua contra la de Jared había sabido que no
era cierto. Quería a Jared. Siempre lo había
querido.

Caminando por la sala de estar, Seb se retiró a la


cocina. Sabía que Raven y Sal estaban de turno
de limpieza y había algo que tenía que cuidar.

116
“Hey, Sal, ¿puedo tener un momento a solas con
Raven?”

El musculoso italiano sonrió y tiró la toalla a Seb.


“Siempre y cuando termines por mí.”

Seb asintió. “Gracias.”

Esperó hasta que Sal se fue de la habitación


para tomar la posición al lado del fregadero.
“Gracias por ofrecer a recoger a Jared, pero voy
a seguir haciéndolo.”

Raven sonrió y le entregó un plato Seb lo seco.


“Me di cuenta.”

117
“Es sólo que, bueno, él no está a gusto con la
mayoría de la gente.”

“Mmm Mmm, sigue diciéndote a ti mismo eso,”


respondió Raven, girando los ojos.

Era obvio que Seb no estaba engañando a nadie,


incluido a él mismo. “Está bien, sí. Me gusta el
tipo. Hay algo en él que mueve mis instintos de
protección.”

Raven se echó a reír. “Tú culo. No había nada de


protección en ese beso que le diste antes y los
dos lo sabemos. Quieres joderlo. Es posible que
incluso en realidad sientas algo por él, pero no
culpes a su pasado por tus sentimientos
actuales.”

118
Seb comenzó a discutir, pero redujo su protesta.
“Simplemente no empieces a tratar tus
movimientos sobre él, ¿de acuerdo?”

Raven se encogió de hombros. “No sería nada


bueno de todos modos. Voy a guardar mis
movimientos para los hombres que los puedan
comprar.”

“Eres una puta.”

Raven se echó a reír. “Sí, pero voy a encontrar


un hombre rico, marca mis palabras. Y cuando lo
haga, voy a ser capaz de renunciar a arriesgar mi
vida para cuidar a mujeres ricas de la sociedad.”

“Todo lo que flota es un barco.” a Seb no le

119
importa a quien carajo se tire Raven, siempre y
cuando no sea Jared.

Trabajó con Raven para terminar la cocina. A


medida que la noche continuó a paso de tortuga,
decidió tomar para Jared un plato de comida, con
otro gran pedazo de pastel de calabaza. Tal vez
podría incluso pegarse alrededor hasta que el
hombre saliera del trabajo. Seb no pudo explicar
sus nuevos sentimientos, pero sabía que prefería
pasar la noche en una pequeña tienda con Jared
que sentarse alrededor a beber cerveza con sus
amigos.

120
Capítulo Cuatro

Con dos platos tapados con aluminio en el


asiento junto a él, Seb dio vuelta en la calle que
lo llevaría con Jared. Cuando se acercaba a la
estación de gasolina, luces rojas y azules
iluminaban la fría noche del día Acción de
Gracias.

Seb sintió una opresión en su pecho mientras se


ponía tan cerca de la escena del crimen como
pudo. Corrió hacia la gasolinera y fue detenido
por un policía uniformado.

“Lo siento, señor, usted no puede entrar ahí.”

Aunque su corazón estaba acelerado, Seb sabía

121
que el chico solo estaba haciendo su trabajo.
“Vine a recoger al hombre que está trabajando.
¿Está bien?”

El policía señalo a la ambulancia. “Los


paramédicos lo están revisando.”

“¿Puedo verlo?” Seb preguntó, impaciente.

El policía habló por la radio. “Espere aquí. Al


detective le gustaría hablar con usted.”

“Sólo dígame si Jared está bien.”

“Lo siento, señor, no lo he visto.”

122
Seb empezó a caminar hacia atrás y adelante.
Quería nada más que romper la cinta de la
escena del crimen y llevarse a Jared. Después
de todo por lo que Jared había pasado, Seb no
podía imaginar cuan asustado debía estar.

“Señor” preguntó un hombre de mediana edad,


sosteniendo en alto la cinta de color amarillo
brillante. “Detective Clint Long. ¿Puedo hablar
con usted?”

Seb pasó por debajo de la cinta y comenzó a


caminar hacia la ambulancia. “Si, me dice cómo
esta Jared.”

“Va a estar bien. Él ha sido golpeado, y sufrió un


pequeño corte debajo del ojo derecho. El
verdadero problema es que no habla, por lo que
123
todavía no sabemos lo que pasó aquí. Hubo una
llamada realizada por ese tipo de ahí. Se
encontró con lo que él creía que era un robo,
pero si ese fuera el caso, el ladrón se jodió. Por
lo que sabemos, ni siquiera sacó el dinero de la
caja.”

El entrenamiento de de Seb se hizo cargo. “¿Qué


dijeron los testigos que vieron?”

“Un tipo grande golpeaba al empleado. Pero ¿por


qué lo golpearon si no era por el dinero? Y como
he dicho, tu amigo no habla.”

“¿Tienen una descripción del tipo?”

124
El detective negó. “Grande, blanco. Llevaba una
máscara de esquí, es por eso que creo que fue
un intento de robo.”

Seb asintió. “¿Puedo hablar con él?”

“¿Puedes hacerlo hablar?”

Con todo lo que había pasado Jared, Seb


honestamente no lo sabía. “Puedo intentarlo. Ha
pasado por mucho. Jared recientemente a
presentado cargos en Lubbock en contra de un
violador.”

El Detective vio a Seb a los ojos durante unos


instantes antes de asentir. “Haz lo que puedas.
Nuestra investigación depende de la información

125
que pueda darnos.”

Seb se separó de los detectives y se fue


corriendo hacia la ambulancia. Llamó a la puerta
trasera cerrada y un paramédico abrió.

“¿Sí?”

La mirada de Seb se concentró en el hombre de


aspecto frágil en su interior. A pesar de que tenía
varias mantas sobre los hombros, el cuerpo de
Jared estaba temblando visiblemente. Seb notó
que Jared ni siquiera vio en su dirección. “El
detective Long dijo que podía hablar con Jared.”

El paramédico asintió. “Le puse un vendaje


mariposa en el corte en la cara. Creo que

126
necesita un par de puntos, pero Jared me
asegura que el vendaje será suficiente. Aparte de
eso, él esta golpeado. Probablemente vaya a
estar rígido y adolorido en la mañana.”

“Gracias.” Seb esperó que el paramédico de la


ambulancia saliese antes de entrar. Agachó la
cabeza cuando fue a sentarse junto a Jared.
Finalmente, en la posición de hacer lo que había
querido hacer desde que dejó a Jared en el
trabajo horas antes, Seb envolvió al hombre más
pequeño en sus brazos.

El cuerpo de Jared se puso tenso.

“Está bien, bebé. Estoy aquí,” trató de calmarlo.

127
Por primera vez desde que había llegado, Jared
vio a Seb. Se desplomó contra el costado de
Seb, hundiéndose en el abrazo.

Seb besó la parte superior de la cabeza de Jared


mientras el hombre comenzaba a llorar. “Shhh,
todo irá bien.”

Jared negó con la cabeza. “No. No lo estará. Rick


no lo permitirá.”

¿Rick? “Jared, ¿qué tiene esto que ver con Rick?”

“La policía cree que fue un robo fallido,” murmuró


Jared.

“¿No lo era?”
128
Jared negó. “Fue Bill.”

“¿Quién es Bill?”

“El hermano de Rick. Me advirtió. Debería haber


escuchado.” Con ojos llorosos Jared se quedó
mirando a Seb. “¿Por qué no escuché?”

Confundido, Seb ahuecó la parte posterior del


cuello de Jared, manteniéndolo en su lugar.
“¿Cuándo te advirtió Rick?”

“Cartas.” No pudiendo girar la cabeza, Jared


cerró los ojos.

“¿Cartas? ¿Qué cartas?”

129
La puerta de la ambulancia se abrió .

“¿Alguna cosa?” Preguntó el detective.

“Jared dice que era Bill Sutcliff, el hermano de su


violador.”

“¿Lo sabes seguro? ¿Le viste la cara?”

Jared negó, apretándose aún más cerca de Seb.


“Yo no tenía que ver su rostro para saberlo. Sus
ojos. Siempre los he odiado. Es como si te viera,
pero nunca te ve realmente, ¿sabes? Como si no
hubiera absolutamente nada detrás.” Jared se
estremeció. “También me di cuenta por la forma
en que me golpeó. Bill siempre fue un fan de
golpear el riñón.”

130
“¿El ha hecho esto antes?” ¿Por qué Seb no fue
consciente de la amenaza que era el hermano de
Rick para Jared.

“Muchas veces.” Jared sacó la cabeza de debajo


de Seb para susurrar en su oído. “Rick solía
compartirme con Bill cuando él estaba en la
ciudad.”

Una cosa era cierta. Rick no era el único que


tenía que ser arrestado por los cargos de
violación y asalto.

“¿Puedes detenerlo?” Seb preguntó a Long.

“No lo sé. Voy a ser el informe en la estación y


dejar que mi jefe y el fiscal lo discutan. Sin una

131
identificación positiva, podría ser una convicción
resistente.”

“¿Puedo llevarlo a casa?”

Clint vio sus notas antes de asentir. “¿Cómo


puedo conseguir comunicarme con ustedes?”

“Trabajo para Tres Socios Agencia de


Protección. Sólo tienes que llamar a su número y
preguntar por Seb James. Jared no tiene un
teléfono, pero él y yo vivimos en el dormitorio de
la agencia afuera de la ciudad. Le pasare tu
mensaje si lo necesita.”

El detective Long se giro y dijo algo a uno de los


policías. “Voy a traer la chaqueta de Jared. El

132
propietario está en camino para cerrar la
estación.”

“Dile que Jared no volverá,” informó Seb a Long.

“Tengo...”

Seb cortó la protesta de Jared con un beso


suave. “Buscaremos algo más.”

Vio hacia el detective. Esperaba ver


repugnancia en el rostro del hombre, pero vio
solamente aceptación. Ya sea que el tipo era gay
o no, al menos él no era un intolerante. Eso le
subió varios puntos en el libro de Seb.
Seb sintió unos labios empezar a besar su cuello.
Sabía que era la manera de Jared buscando

133
consuelo, pero también sabía que la parte trasera
de una ambulancia no era el lugar para eso
“Vamos a casa, bebé.”

****

Jared se apretó contra el costado de Seb una vez


que se subió a su vehiculo. No podía explicarlo,
pero el tacto del hombre mucho más grande lo
hacia sentirse completamente seguro. Había algo
en la manera que Seb lo sostenía que no se
parecía a nada de lo que había experimentado
antes. Se preguntó, no por primera vez, lo que
sería hacer el amor.

Jared no era del todo inocente. A pesar de que


nunca había experimentado el amor, él sabía que
era una cosa real. Brier había dicho a Jared que
134
el sexo muchas veces era diferente con alguien
que te importaba.

Teniendo la oportunidad, Jared se acercó y puso


su mano debajo de la abertura del abrigo de
cuero de Seb. Sintió los músculos del hombre
mientras lentamente pasó la mano sobre el
pecho de Seb. “Gracias por venir a buscarme.”

Con su brazo derecho rodeando a Jared, Seb


empezó a frotar su lado a través de la gran
chaqueta roja. “Te traía más cena. Mi corazón se
detuvo cuando vi los coches de policía.”

En un semáforo en rojo, Jared jalo la cabeza de


Seb para un beso. Abrió la boca y choco la
lengua contra la de Seb, lo que hizo al hombre

135
más grande gemir. No pudo evitar sonreír. Eso le
gustó. Le hizo sentir que tenía algo de poder a
pesar de que era mucho más pequeño y más
débil que Seb.

El semáforo se puso en verde y un coche detrás


de ellos tocó la bocina. Seb rompió el beso y
continuó hacia el dormitorio.

Jared apoyó la cabeza sobre el hombro de Seb.


Sabía que tenía que contar acerca de las cartas
a Seb, pero había tiempo de sobra para eso. En
primer lugar quería ver si lo que Brier le había
dicho era verdad, aparte de que quería sentir el
control de nuevo. Podía pensar en varias
maneras de hacer a Seb gemir.

Seb paró en el estacionamiento de los


136
dormitorios y apagó el motor. “Toma los platos
que están a tu lado. Apuesto que Jelly Bean le
encantara el pavo frío.”

Jared quitó la mano del pecho de Seb y alcanzó


al asiento. “¿Qué hay en el otro plato?”

“Pastel de Calabaza. Tómalo también si tienes


ganas de comer.”

Jared había visto una película una vez en que el


hombre y la mujer comían la comida unos de
otros. Se preguntó si el pastel de calabaza
tendría mejor sabor si lo lamiese de Seb. Su
pene se endureció con las imágenes que
recorrían su cabeza.

137
Apiló una plato en la parte superior del otro y
salio del coche. Seb envolvió un brazo alrededor
de él mientras caminaban hacia la puerta
principal.

Jared se hundió aún más en el abrazo protector


de Seb cuando entró en el edificio. Un grupo de
hombres, algunos de ellos que no conocía,
estaban jugando billar en la gran sala común.

“Está bien.” Seb besó la cima de la cabeza de


Jared. “No hay nadie aquí que te haga daño.”

Seb presionó el botón del ascensor, ocultando a


Jared del resto de la gente en la habitación.

Tan pronto como se abrieron las puertas,

138
entraron, de nuevo Seb presiono el botón para
que las puertas cerraran. Jared colocó los platos
a un lado y se apretó contra el cuerpo de Seb.
“¿Me puedo quedar contigo esta noche?”

Seb pasó las manos por la espalda de Jared,


más que una caricia reconfortante era una
sexual. “Me gustaría eso.”

Las puertas se abrieron y salieron del ascensor.


Al detenerse frente a la puerta de Jared, Seb
tomó los platos de sus manos. “Es mejor que
lleves a Jelly Bean. Así no te preocuparas por
ella”

Jared no había pensado en su gata. “Tal vez


deberías quedarte tú en mi casa. No quiero que

139
Jelly Bean arruine algo.”

Seb se inclinó y lo besó, pasando la lengua por


los labios de Jared. “Tengo una cama más
grande. Además, nunca un poco de pelo de gato
dañó a nadie.”

Jared se sorprendió. Rick pateaba a Jelly Bean si


la encontraba en los muebles. Era otra cosa más
en la que los dos hombres eran tan diferentes.
“¿Qué pasa con su caja de arena?”

Seb se rió entre dientes. “A menos que ella sepa


ir al baño, es mejor que la traigas.”

Al menos Jared había invertido en una de las


cajas de lujo cerradas. Al vivir en un espacio tan

140
pequeño, sintió que era importante. Jared abrió la
puerta y la gata de inmediato salió al pasillo, para
frotarse alrededor de las piernas de Seb.

“Oye, niña, ¿quieres tener una fiesta de pijamas


en mi casa?” Seb preguntó a la gata.

Seb sacó sus llaves del bolsillo y abrió la puerta.


“Ve y toma lo que necesites. Yo me encargo de
Jelly Bean.

Jared dejó a Seb, tratando de persuadir a la gata


de entrar en su apartamento. Se quitó la
chaqueta y la colgó en el armario. Él estaba
limpiando la caja de arena mientras pensaba en
las cartas de nuevo. Mañana.

141
Tomo la caja de arena y una bolsa de comida y
cerró su departamento. La puerta de la
habitación de Seb estaba cerrada, pero no del
todo, y Jared llevó las cosas de Jelly Bean al
interior. Él no se sorprendió al ver a su
hambrienta gata que ya esta atacando el plato de
sobras.

“¿Dónde te gustaría que la pusiera?”

“¿Dónde lo dejas en tu casa?” Seb preguntó,


moviendo algo en la estufa.

“Cuarto de baño.”

Seb asintió. “Probablemente sea más fácil


ponerlo ahí entonces.”

142
Jared acomodo la caja de arena, y regreso a la
cocina e interrumpió la cena de Jelly Bean para
llevarla al baño. “¿Ves? Como en casa.”

Jelly Bean lo vio molesta y se apresuró a


regresar a la cocina para terminar su comida.
Jared recogió la bolsa de comida seca y se lo
llevó a la pequeña cocina. “¿Qué estás
haciendo?”

“Chocolate caliente.” Seb abrió un armario y le


entregó a Jared dos cuencos. “¿Los gatos beben
leche?”

Jared lleno uno de los cuencos con agua y lo


puso en el suelo fuera del camino. “A ellos les
gusta, pero no creo que sea bueno. Agua esta

143
bien.”

“Nunca he tenido una mascota. Probablemente


sea algo bueno ya que se tan poco sobre el
cuidado de ellas.” Seb vertió el chocolate en dos
tazas y enjuagó el cazo.

“Las mascotas son fáciles. Lo único que quieren


es comida, agua y amor.” Jared tomó la taza que
le ofreció y lo guió al sofá.

“Pues bien, parece que las mascotas no son tan


diferentes de la gente.” Seb puso su chocolate
caliente en la mesa de café y tomó la taza de las
manos de Jared. “Vamos a dejar que se enfríen
durante un minuto.”

144
Jared hizo una mueca cuando Seb al abrazarlo
apretó el moretón en su espalda baja. La acción
pareció recordar a Seb los eventos anteriores.

“¿Por qué fue Bill a la estación?”

No. No. No. Jared no quería que su noche se


estropeara por Rick y Bill. “¿Podemos hablar de
esto en la mañana?”

“¿Qué pasa con las cartas que has mencionado?


Si voy a protegerte, tengo que saber la verdad
acerca de lo que estoy tratando.”

“Por favor, Seb. Por favor, hablemos de esto más


tarde,” declaró Jared.

145
Seb rozó un beso en la frente de Jared. “¿Por
qué no quieres hablar de eso ahora?”

“Porque quiero que me hagas el amor,” admitió.


Era la primera vez en su vida que había pedido
sexo. Empezó a preocuparse hasta que él se dio
cuenta de que era la primera vez que realmente
lo quería.

“Yo te tendré toda la noche, pero creo que estás


siendo demasiado rápido para llegar a algo tan
complicado como tener relaciones sexuales.”

“¿Tú no quieres?”

“No he dicho eso. Estoy seguro que si mi pene

146
pudiese darme un golpe en la boca lo haría. Pero
necesito asegurarme de que lo estás haciendo
por las razones correctas. Yo te protegeré, no
importa qué, pero no puedo ir al siguiente nivel
sin saber que estás preparado para ello.”

Aunque Jared sabía que Seb no le haría daño,


no se atrevía a discutir de nuevo. Sabía que
estaba listo. Por primera vez en su vida ya
estaba listo. Tal vez podría aliviar a Seb en la
idea de joder con él.

“¿Puedo verte desnudo?”

Seb se rió entre dientes. Se puso de pie y le


tendió la mano. “No vas a hacer esto fácil para
mí, ¿verdad?”

147
Jared negó con la cabeza. “¿De verdad quieres
que lo haga?”

Seb lo guió a través de la habitación, apagando


las luces a su paso. Encendió la pequeña
lámpara junto a la cama y empezó a quitarse la
camiseta negra. Jared estaba hipnotizado por el
despliegue de esculpidos músculos. El cuerpo de
Seb hizo que Jared se avergonzara. De repente,
se pregunto por que le había pedido que se
desnudara. Estudió el tatuaje intrincado en el
pecho de Seb. Le llevó varios minutos para
averiguar lo que decía, pero cuando finalmente lo
hizo, se sintió enfermo. Vio cómo Seb se quitaba
el resto de su ropa. Completamente desnudo,
Seb se puso las manos en las caderas. “Bueno,
¿me vas a abrazar?”

148
“¿Quién es Alejandro?” Jared remontó el tatuaje
con el dedo. Siguió los remolinos que detallaban
el nombre.

Seb extendió la mano y estrechó la mano plana


de Jared contra su pecho. Era mi hermano. Pero
si tú no hablas de cosas difíciles, yo tampoco”

Hermano. Saber que no era un antiguo amante


ayudó a tranquilizar la mente de Jared. Era obvio
por la expresión en el rostro de Seb que no
quería hablar de él. Jared asintió. “¿Puedes
apagar la luz?”

Seb negó. “No ocultaré tu hermoso cuerpo.”

“No me veo como tú.”

149
Seb se acercó y comenzó a desabrochar la
camisa de Jared. Jared giro la cabeza, incapaz
de ser testigo de la decepción en los ojos de Seb
una vez que lo desnudara totalmente. A
diferencia de Seb, Jared no tenía tatuajes. Lo
que sí tenía eran débiles cicatrices. Las heridas
cicatrizadas eran como un diario de su vida.
Podría decir cuándo y dónde había recibido cada
uno de ellos. Cerró los ojos mientras las manos
de Seb comenzaron a rastrear. “Estas lesiones
parecen bastante malas. ¿Estás seguro de que
estás bien para abrazarte?”

Jared abrió los ojos y vio a Seb. “Yo sé lo que


dijo el paramédico, pero después de toda una
vida de ser golpeado, apenas puedo sentirlo. Los
moretones me recordarán lo que pasó, pero ya
no estarán dentro de unas semanas.”

150
Mientras Seb continuó explorando el pecho,
Jared se agachó y se desabrochó los jeans. Se
sacó con la punta sus tenis y empujó su ropa
interior de algodón hacia abajo. Después de salir
del resto de su ropa, se dio media vuelta y trató
de tirar de las sábanas.

Seb se lo impidió. Envolvió con sus brazos el


pecho de Jared por detrás y comenzó a explorar
más de Jared. “Eres impresionante.”

Jared no pudo contener un resoplido. Sabía lo


que parecía y definitivamente impresionante no
era la forma en que se describiría.
Seb ignoró el desacuerdo no verbal de Jared y se
inclinó para acariciar las bolas de Jared. “Me
gusta la manera que te sientes en mis brazos. Tu
piel es tan suave. Me pregunto como te sentirás

151
cuando mi lengua bañe todo tu cuerpo.”

Jared apoyó la cabeza contra el hombro de Seb.


“Eso es probablemente la cosa más agradable
que nadie nunca me dijo.”

“Bueno acostúmbrate a ello. Puedo ser tranquilo


en mi vida diaria, pero soy un amante muy
verbal.” Seb lamió el lado izquierdo del cuello de
Jared.

Un temblor estalló en el cuerpo de Jared


mientras raspaba ligeramente la barbilla contra
su caliente piel. No veía la hora de tocar al
hombre más grande. “Vamos a la cama.”

152
Capítulo Cinco

Antes de entrar bajo las sábanas, Seb abrió el


cajón de su mesilla de noche y arrojó una botella
de lubricante en la cama. Los ojos de Jared
seguían sus progresos con lo que parecía ser
auténtico deseo. Seb espera que su pronto
amante no tuviese una idea equivocada. “Te dije
que no iba a joderle, pero hay otras maneras de
hacer el amor.”

“¿Cómo cuales?”

Jared levantó sabanas, exponiéndose a vista de


Seb. Maldicion, el hombre era sexy.

“Sólo relájate y siente el momento,” susurró.


153
Besó el vendaje mariposa bajo el ojo de Jared,
aún agradecido de que el hombre no hubiera sido
lastimado peor. A pesar de que había estado
luchando contra sus sentimientos por semanas,
Seb supo tan pronto como vio a la policía fuera
de la estación, que no quería vivir sin él.

Por primera vez desde que fue separado de


Alejandro, anhelaba amar a alguien y que le
amasen. ¿Tal vez era su edad? Cuanto más viejo
se hacía, menos quería joder con los hombres al
azar. Las imágenes jodiendo a Jared se
deslizaron en su mente. Dios, quería enterrar su
pene tan profundo como pudiese en el interior del
pequeño hombre. Una cosa que a Seb por el
trabajo se le había enseñado era que las víctimas
de crímenes violentos a menudo pensaban que
ellos querían tener relaciones sexuales cuando

154
todo lo que realmente querían era sentirse
seguros.

Seb se negó a permitir que su relación con Jared


se iniciase de esa manera. Necesitaba saber a
ciencia cierta que el hombre estaba en su sano
juicio cuando Seb realmente le hiciera el amor
por primera vez.

Se tomó su tiempo, disfrutando el profundo y


apasionado beso, que compartía con Jared. Por
su propia voluntad, las manos de Seb
comenzaron a vagar por la espalda de Jared
acunando y apretando el perfecto culo. Con una
ligera capa de pelusa melocotón, Jared
alimentaba aún más las fantasías.

Jared rompió el beso y comenzó a trabajar su

155
camino hasta el cuello de Seb antes de continuar
hacia el pecho. Seb no pudo contener el gemido
cuando los labios de Jared rodearon el sensible y
erecto pezón.

Cuanto más lejos iba Jared, más caliente Seb se


ponía. Puso las manos sobre los hombros de
Jared, suavemente lo jaló hacia su pene. Sus
caderas tiraron hacia arriba mientras los dientes
de Jared raspaban a través de su vello púbico.

“Dios, qué bueno.” Seb dobló las piernas en las


rodillas y extendió sus muslos cuando Jared
continuó hacia el sur. “Gírate.”

Jared se sentó y vio a Seb. “¿Eh?”

156
“Déjame chuparte el pene mientras chupas el
mío.”

La confusión adicional pareció asentarse en la


expresión de Jared. “¿Por qué harías eso?”

“¿Chuparte?”

“Sí.”

Seb se encogió de hombros. “Porque sé que eso


te hace sentir bien.”

“Nunca he ...”

Seb se sentó y tiró de Jared en sus brazos.

157
“¿Nadie nunca te dio una mamada?”

Jared negó.

No se trataba ya de sus propias necesidades,


Seb tumbó a Jared en la cama. “Deja que te
enseñe.”

Seb empezó con los pezones de Jared, tomando


primero uno y luego el otro en la boca. Le chupó,
lamió y mordió los discos marrones pálidos hasta
que estaban rojos e hinchados. Seb se sentó
sobre sus talones y admiró la expresión feliz en
la cara angelical de Jared. “¿Te gusta eso?”

“Sí.”

158
Satisfecho, Seb volvió su atención al pene largo y
delgado que se balanceaba contra el abdomen
de Jared. Él cambió de posición hasta que
estaba sobre su abdomen. Apoyó los codos en el
colchón entre las piernas dobladas de Jared.
Colocándose lo más cerca posible del colchón
que pudo conseguir, Seb deslizó su lengua hasta
la grieta del culo de Jared, rodeando el agujero
arrugado de su amante.

“¡Oh!” Jadeó Jared.

Seb se prometió que haría una fiesta con el culo


de Jared, pero antes tenía la intención de dar al
joven hombre su primera mamada. Él sabía que
sus habilidades estaban oxidadas, pero Jared no
parecía darse cuenta de que Seb tomó tanto del
pene en la boca como pudo.

159
Todo el cuerpo de Jared empezó a moverse,
retorciéndose en éxtasis mientras Seb prodigaba
a la cabeza atención. El sabor del esperma de
Jared explotó en la lengua de Seb mientras lamía
la esencia que se derramaba.

Seb sintió a Jared agarrar un puñado de su


cabello mientras empezaba un ritmo suave hacia
arriba y abajo por la longitud de la erección de
su amante. A ciegas tomó la botella de lubricante
y cubrió sus los dedos. Con la boca todavía
envuelto alrededor del pene de Jared, comenzó a
masajear el orificio fruncido del apretado culo del
hermoso hombre.

“No puedo. Oh, mierda. No puedo ... “

160
La primera salpicadura de semen en la parte
posterior de su garganta incitó a Seb a sacar la
longitud de Jared lo suficiente para probar el
regalo que le estaba dando. El cuerpo de Jared
se convulsionó mientras cadenas de esperma
llenaba la boca de Seb.

Era la primera vez no sólo por Jared, para Seb


también. Chupar el pene nunca había sido tan
placentero para él. Él prefería ver a los ojos de
sus amantes fijamente mientras le chupaban a el.
No sólo había disfrutado hacérselo a Jared, sino
que sabía que se había convertido rápidamente
en adicto a la semilla del hombre.

Por encima de él en la cama, todavía jadeando,


Jared, tenía sus dedos enrollados alrededor de
los mechones de cabello de Seb.

161
“¿Estoy muerto?” Jared finalmente preguntó.

Seb conocía también la sensación. Se rió entre


dientes mientras trabajaba a su manera el cuerpo
de Jared para tumbarse a su lado.

“Se siente como que, ¿no?”

“Eso fue ... ¡Oh mi Dios.”

Seb acunó a Jared en su pecho. Sentía la caricia


de la mano de Jared contra su pene antes de que
se envolviese a su alrededor. Seb se agachó y
sujetó la mano de Jared. “Duerme, cariño. Habrá
tiempo de sobra para jugar más tarde.”

162
“Pero tú no ...”

“Shhh, estoy bien.” Sorprendentemente, lo


estaba. ¿Alguna vez se había sentido satisfecho
con sólo dar placer a un amante sin esperar algo
a cambio?

Seb seguía pensando en ello mucho tiempo


después de que Jared se hubiese quedado
dormido. No estaba seguro de lo que significaba,
pero él tenía la sospecha.

****

Seb sentado desnudo en su cama, rodeado por


las cartas que Rick había enviado a Jared. Trató
de mantener su ira destinada a Rick. A pesar de

163
que deseaba que Jared se las hubiese mostrado,
cuando las había recibido, no podía imaginar el
miedo que había sentido su amante.
“¿Esto es todo de ellos?” Preguntó finalmente.

“Sí.”

La carta describía en detalle lo que Rick


planeaba hacer a Jared cuando saliese de la
cárcel todavía tenía la piel de Seb erizada. Esos
definitivamente no eran los escritos de un
hombre cuerdo. “Tenemos que dar estos al
detective Long.”

Jared asintió. “Lo sé.”

“También debería ir a Lubbock para que puedas

164
presentar cargos contra Bill por violación y
asalto.”

Jared asintió de nuevo. Él no había levantado la


vista de acariciar una dormida Jelly Bean desde
que le había entregado las cartas a Seb. “¿Crees
que me dejen entrar en mi casa? ¿Por qué no?”

“Debido a que Rick quitó mi nombre del


propietario y puso el suyo en su lugar. Después
de que él se presentó, no me dejaba salir de la
casa. Yo no había podido conseguir un trabajo de
verdad, pero yo estaba cortando el césped para
la gente. Rick dijo que no podía hacer eso porque
podía ser estúpido y decirle a alguien que estaba
viviendo conmigo.”

165
Seb soltó la última carta y tiró de Jared en su
regazo. “¿Alguna vez trataste de escapar?”

Jared asintió con la cabeza. “Una vez. Me


encontró sin embargo. Él me llevó a casa y me
ató. Estuve así durante casi una semana. No
alimentó a Jelly Bean. Ella se puso tan flaca. Dijo
que la próxima vez que tratase de escapar, la
mataría y me la daría a comer.”

Jared frotó su cara contra el cuello de Seb. “Traté


de hacer que Jelly Bean huyera. La ponía afuera
después de dejar la casa y rezar para que ella
hubiese corrido, pero nunca lo hizo. Se sentaba
en la puerta de malla y maullaba por mí.”

“Jelly Bean te ama.”

166
“Sí. Sin embargo a veces deseé que no lo
hiciera.”

Seb tragó el nudo de la garganta. Él sabía


exactamente de lo que Jared estaba hablando.
Las lágrimas en los ojos de Alejandro mientras
veía por la ventana trasera del coche de la
trabajadora social todavía le perseguían.

Sabiendo que no había nada que pudiera decir


para que Jared se sintiera mejor, Seb continuó
manteniéndose en silencio. Sabía que el camino
no sería fácil para ninguno de ellos. No sólo
Jared tenía que sentarse delante de un tribunal y
contarle lo que había padecido a manos de Rick
y Bill, sino que Seb tendría que oírlo también.
¿Cómo iba a detenerse a sí mismo para no ir tras
los dos hombres con la intención de matarlos?
167
Seb sabía que tenía que decirles a todos que
mantuvieses los ojos abiertos por Bill. Hasta que
el hombre estuviera tras las rejas, Seb no
pensaba dejar a Jared fuera de su vista. Con un
edificio lleno de guardaespaldas entrenados,
sabía que Tres Socios estaba mejor equipado
que la policía para seguir a Bill.

Se dio cuenta de lo tranquilo que Jared se había


quedado. Vio hacia abajo y se dio cuenta de su
amante dormía. Con cosas que cuidar, Seb
depositó suavemente a Jared en la cama, antes
de cubrirlo. Antes de comenzar con su lista de
tareas, se tomó unos momentos para contemplar
al hombre dormido. Incluso en el sueño, Jared no
se veía tranquilo. Los demonios que continuaban
invadiendo sus sueños debían ser detenidos.

168
Seb sabía por experiencia que tomaría más que
enviar a los dos hombres a la cárcel. Jared
necesitaría años de terapia y amor con él para
instalarse en una existencia pacífica. Era una
buena cosa que Seb era un hombre paciente, en
lo que se refería a Jared, porque tenía un fuerte
sentimiento de que las cosas irían a peor antes
de que pudieran mejorar.

****

Después de llevar a Jared a la comisaría para


hablar con el detective Long, Seb se estaciono
frente a la agencia de Los Tres Socios. Apretó la
mano de Jared. “Entiendes por qué tenemos que
pedir su ayuda, ¿verdad?”

Jared levantó la mano de Seb y la besó.


169
“Entiendo.”

Seb sonrió. No estaba seguro de si el afecto


constante de Jared era todavía debido a la
experiencia que había sufrido la noche anterior o
si su amante era como un niño con un juguete
nuevo. No le importaba a Seb. No tenía planes
de quejarse ni un poco.

Después de años cerrándose a si mismo, Seb


estaba disfrutando de sus sentimientos recién
descubiertos por el hombre. Inclinó la barbilla de
Jared para un profundo beso. Había algo el la
manera que Jared lo besaba que hacía a Seb
ponerse duro en un momento,

“¿Estás listo?”

170
“¿Saben que venimos? ¿Y si están ocupados?”

Seb se echó a reír. “Ellos no saben, pero eso no


siempre significa nada. De cualquier manera
puedes estar seguro de que por lo menos dos de
ellos estén teniendo algún tipo de sexo.”

“Definitivamente, debemos llamar entonces.”

Seb sacudió la cabeza y abrió la puerta. “Vamos


estará bien. Vamos.” Dirigió a Jared por las
escaleras y abrió la puerta principal. “¿Hola?”

“Aquí atrás” dijo Amir.

Seb notaba la renuencia de Jared. “Va a estar


bien. Diles lo que le dijiste a el detective.”

171
Jared plantó los pies y jalo a Seb. “¿Quieres
decir a ellos?”

Por mucho que quería hacer la situación más


fácil para Jared, él sabía que no era la mejor
cosa que hacer. “Mientras más les digas de tu
historia, más fácil llegara a ser.”

“Está bien.”

Entraron en la sala de estar de la mano. Mac,


Nicco y Amir estaban enredados todos juntos en
el sofá seccional grande. Nicco, que yacía con la
cabeza en el regazo de Mac, tomó el mando a
distancia y apagó el televisor. “Santo infierno.
¿Qué pasó?”

172
Amir empujó los pies de Nicco de su regazo
Nicco se sentó. “Siéntate.”

Seb llevó a Jared a la pequeña sección del sofá


en forma de L y se sentó. “Hubo un incidente en
la estación de gasolina anoche.”

“¿Qué tipo de incidente?” Mac preguntó,


entrecerrando los ojos.

Seb lo conocía bien para saber que Mac se


estaba preparando para una pelea con el que
había herido a Jared. Seb coloco su mano sobre
el muslo de Jared. “¿Jared?”

Jared enredó sus dedos con los de Seb. “Bill, el

173
hermano de Rick, me hizo una visita. Llevaba
una máscara de esquí, pero sé que era él.”

“¿Conocías al hermano de Rick, antes de


anoche?”

Jared asintió.

Seb podría decir que su amante estaba


avergonzando, pero de alguna manera, tenía que
conseguir que Jared aceptara que no era algo
por lo que él deba estar avergonzado o sentirse
culpable. Besó el lado de la cabeza de Jared.
“Puedes hacerlo.”

Jared se limpio la garganta. “Solía hacerme


cosas cuando iba a la ciudad a ver a Rick.”

174
“¿Cosas? ¿Te refieres a las cosas que Rick
hacía?” Mac preguntó.

“Mmm hmm. A veces me lo hicieron juntos, pero


la mayor parte del tiempo, Rick salía y me dejaba
a solas con Bill. Está casado y su esposa no lo
dejaba hacer ciertas cosas,” agregó Jared.

Seb se sorprendió por esa pepita de información


cuando Jared se lo dijo al detective Long. Bill no
sólo era un violador, era un tramposo también.
Por alguna razón, Seb se compadeció de la
mujer del hombre.

“¿La policía lo capturo?,” Preguntó Nicco.

175
Seb decidió darle una mano a Jared. “Todavía
no. Acabamos de salir de la estación de policía.”
Bajó la vista a Jared. “Parece que Rick ha estado
enviando cartas a Jared. Le dijo que había
pedido a Bill que le hiciese una visita. Les dimos
las cartas a los detectives.”

“¿Y cómo obtuvo su dirección Rick?” Mac se


sentó sobre el sofá, descansando los antebrazos
en los muslos.

“No lo sé. El detective Long dijo que su abogado


se lo debió de dar junto con los papeles que tenía
que llenar cuando presentaron los cargos.”

“Creo que tenemos que hacer averiguaciones


sobre el abogado de Sutcliff.”

176
Seb asintió. “Eso es lo que dijo el detective
también. Voy a llevar a Jared hasta Lubbock a
presentar oficialmente los cargos allí también.”

“¿Cuándo?” Preguntó Mac.

“Esta tarde,” informó a su jefe Seb.

“¿Necesitas respaldo?” Amir preguntó,


sentándose más derecho.

Seb sonrió. Sabía que Amir se perdería su día


libre. “Gracias, pero puedo manejarlo. Pensamos
que ustedes tal vez quieran informar a los
hombres aquí en la agencia y en los dormitorios
para mantener los ojos abiertos sin embargo.”

177
“¿Tienes una foto?”

Seb asintió hacia Mac y le entregó el papel


doblado del bolsillo. “Long sacó está para
nosotros.”

“¿De modo que Bill Sutcliff está fichado?” Mac


preguntó, tomando la fotografía antes de que
Amir pudiese llegar a ella.

“Sí, cargos por disputa domestica, pero ninguna


condena.” Seb apretó la mano de Jared para
asegurarle a su amante que seguía con él.

Amir silbó cuando finalmente tomo la ficha


policial. “Tiene un aspecto espeluznante.”

178
Seb estaba de acuerdo cien por ciento. Jared
había tenido razón cuando él le habló de los ojos
sin alma de Bill. Con el cabello graso marrón y
gris y la barba desaliñada, Bill parecía que
estaría en una esquina de la calle mendigando
monedas.

Cada vez que Seb pensó en el hombre forzando


a Jared no sólo le ponía le revolvía el estómago,
sino lo enloquecía como el infierno. “Dile a los
chicos no hay necesidad de ir tranquilos con él si
lo encuentran al acecho alrededor de la
residencia de estudiantes.”

Amir sonrió. “No creo que tendrás que


preocuparte por eso.” Amir dirigió su atención a
Jared. “Puede ser que sólo has estado aquí por
un corto tiempo, pero todos hemos llegado a

179
estar increíblemente encariñados contigo.”

“No demasiado encariñados, espero,” advirtió


Seb con sólo un rastro de alegría en su voz.

Amir guiñó un ojo. “Algunos más que otros, pero


no obstante encariñados.”

Seb giro los ojos. “De todos modos, vamos a


Lubbock. Probablemente vamos a pasar la noche
en un hotel y estar de vuelta en algún momento
mañana.”

Seb tenía una cosa más que necesitaba discutir


con sus amigos, pero pensó que era mejor si lo
hacía sin Jared en la habitación. “¿Hay algo de el

180
pavo o el jamón que sobro?”

Los tres hombres se rieron.

“Claro. Amir ha estado amenazando con


ensalada de jamón, ensalada de pavo, sopa de
pavo... Diablos, yo podría seguir y seguir. El
hombre es como ese tío de Forest Gump con esa
mierda,” dijo Nicco.

“¿Le molestaría si nos hacemos un par de


sándwiches para comer en el camino?” Preguntó
Seb.

“No, para nada. Sírvanse ustedes mismos,” les


dijo Nicco.

181
Seb besó el lado de la cabeza de Jared. “¿Te
importaría, bebé?”

“No. Para nada.”Jared estaba. “¿Te molestaría si


veo las comida?”

Amir negó. “El pavo y el jamón están en la


nevera, por supuesto, el pan en las bolsas de
sándwich de mostrador, en el cajón de en medio
en el lado izquierdo de la isla.”

Después de que Jared saliera para hacer su


almuerzo, Seb se dirigió a sus amigos. “No me
gusta pedir, pero me preguntaría saber si la
agencia tiene empleos disponibles que Jared
pudiera hacer? No me gusta la idea de él que
siga trabajando en la gasolinera más.”

182
“No te culpo” dijo Mac. “Pero creo que para lo
único que está preparado es para ayudar al
mantenimiento de los dormitorios. No sé cómo se
sentiría Jared sobre eso.”

“No hay nada malo con el trabajo de limpieza.


Estoy seguro de que estaría encantado, además
de que resolvería nuestro problema de
transporte.”

Mac se frotó el mentón. “Te diré qué. Le dices a


Jared que vamos a pagarle doscientos cincuenta
dólares a la semana más el alquiler. Es más, te
pongo la televisión por cable.”

“¿Cual seria su horario?” Peguntó Seb.

183
“De lunes a viernes, de diez a cinco, una hora
para comer.”

Seb sonrió a Mac. “Horario muy cómodas.”

Mac se encogió de hombros. “No se puede


aspirar demasiado temprano en la mañana o
tendría algunos chicos afuera enojados. Estas
horas deben ser más que suficiente para hacer el
trabajo. Voy a enviar una lista de obligaciones
junto con la documentación de empleo a la
residencia con Amir el lunes por la mañana.”

“Me parece bien. Gracias.”

Mac agitó la mano. “Es un trabajo que hay que

184
hacer, y me siento mejor dárselo a alguien que
ya conozco.”

Jared volvió a entrar en la habitación con cuatro


sándwiches. “Espero que esto esté bien.”

Nicco se rió entre dientes. “¿Está bien? Acabas


de salvarme de un día de gumbo de pavo.”

Amir le dio un juguetón golpecito en la parte


posterior de la cabeza a Nicco. “Te gusta mi
gumbo así que calla.”

“Sí, para una comida. Nadie quiere comer las


sobras toda una semana,” argumentó Nicco.

“Muy bien. Imagina qué hacer con ellos,”

185
respondió Amir.

Seb decidió que era un buen momento para irse.


Los tres hombres discutían a menudo sólo para
poder hacer las paces, y no creía que Jared
estuviese listo para presenciar cualquiera de eso.
“¿Estás listo?”

Jared pasó la mirada de Amir y Nicco a Seb. “Sí.”

Seb se levantó. “Nos vemos el lunes, Mac.”

Mac sonrió y asintió. También sabía lo que venía


y no pareció que le importase ni un poco.

Seb condujo a Jared fuera del edificio y hacia el

186
vehiculo. “No te preocupes. Es un juego para
ellos.”

“¿Un juego?” preguntó Jared, entrando en el


coche.

“Discutir y luego hacer las paces.”

“Oh.”

Jared todavía tenía una expresión confundida en


su rostro. Seb continuamente olvidaba que Jared
no habían estado expuesto a las relaciones
normales. Se apartó de la acera y se dirigió hacia
fuera de la ciudad. “Cuando dos personas, o en
su caso, tres personas están juntas todo el
tiempo, es normal tener desacuerdos

187
ocasionales. La diferencia es que cuando
realmente se preocupan por la persona con la
que está discutiendo, es natural que después
hagan las paces.

Seb vio a Jared y guiñó un ojo. “Por lo general


las paces implican tiempo en la cama haciendo el
amor.”

“Oh,” dijo Jared como si entendiera. “Así que


¿Nicco y Amir no estaban realmente enfadados
el uno con el otro?”

Seb sacudió la cabeza. “Ahora. Todos están


haciendo las paces probablemente mientras
hablamos.”

188
Jared sonrió y pasó la mano por el muslo de Seb.
“Eso de las paces suena divertido.”

Seb se mordió el interior de su mejilla, mientras


la mano de Jared recorría más alto en la pierna.
Había tomado la decisión temprano en la
mañana esperar a joder a Jared hasta que la
dura prueba con Rick y Bill hubiese terminado.

Una vez que Jared supiese que él ya no estaba


en peligro por los dos hombres, estaría mejor
preparado para tomar la decisión sobre si llevar o
no su relación al siguiente nivel. Seb sólo
esperaba que pudiera contenerse tanto tiempo.
No había un minuto del día que no pensara en
llevar su pene dentro del culo del joven.

189
Cuando la mano de Jared comenzó a tocar el
pene de Seb a través del material de sus
ajustados jeans, Seb sabía que debía de poner
fin a esa situación. Se agachó y movió la mano
de Jared de nuevo a la pierna. “Ya es bastante
difícil concentrarse en el camino contigo sentado
tan cerca de mí. Sigue haciendo eso y voy a
salirme del camino.”

“Lo siento.” A pesar de que Jared dijo las


palabras, Seb vio la sonrisa en los labios de su
amante.

****

Cuanto más se acercaban a Lubbock, más


inquieto Jared empezó a sentirse. Sabía que
necesitaba sacar de su mente su antigua vida
190
con Rick y Bill, o se volvería completamente loco.
Como jugar con Seb no era una opción, decidió
que podría ser el momento perfecto para que el
hombre más grande confesara su pasado.

“Aún no me has dicho acerca de Alejandro.


¿Todavía te mantienes en contacto con él?”

El coche se desvió un poco antes de que Seb lo


enderezara de nuevo. “Está muerto.”

Jared contuvo la respiración, temeroso de haber


molestado a Seb. Nunca debería haber sacado el
tema. Miró por la ventana del pasajero, pero
empezó a frotar su mano en círculos calmantes
en el muslo de Seb.

191
Seb no dijo más, pero entrelazó sus dedos con
los de Jared. Condujeron en silencio durante
varios kilómetros antes de que Seb finalmente
hablase. “Mac dijo que te preguntará si te
interesa trabajar en el mantenimiento de los
dormitorios, Dijo que te pagaría doscientos
cincuenta a la semana más el alquiler.”

¿Mil dólares al mes, más la renta? Jared sospechó


inmediatamente de la oferta. “¿Le pediste que
me diera un trabajo?”

Seb se encogió de hombros. “Le pregunté si


tenía algo disponible.” Seb vio a Jared. “Mac es
un hombre de negocios. Créeme, no te
contrataría si no tuviese el empleo.”

192
“¿Pero mil dólares? ¿Para que necesito tanto
dinero?” Jared nunca lo tuvo en su vida, incluso
no había visto tanto dinero. De ninguna manera
podría haber soñado alguna vez que podía hacer
tanto en sólo un mes, sobre todo porque no tenía
que pagar el alquiler.

“No te olvides que el gobierno tendrá una buena


parte de eso. Debes ahorrar un poco. Tal vez
algún día le gustaría comprar un auto o ropa
nueva,” sugirió Seb.

“¡O una casa!” Jared estaba tan emocionado que


golpeó las manos. “Una que no sea de alquiler,
para que yo pueda pintar las paredes.”

“¿No te gusta el dormitorio?” Preguntó Seb.

193
“Claro, que me gusta, pero todo el mundo tiene
que tener un sueño, ¿verdad?”

“¿Y el tuyo es comprar una casa?”

Jared asintió. “Puede sonar tonto para ti, pero


siempre he soñado con vivir en un lugar
tranquilo. Un espacio en el que no tenga que
escuchar a la gente gritándome. Un lugar donde
pueda sentirme seguro.”

Seb tomó la mano de Jared y se la llevó a los


labios para un beso. “Eso no suena tonto en
absoluto. Espero que lo cumplas.”

“¿Y tú? ¿Alguna vez quisiste una casa?”

194
Seb negó. “He viajado mucho, así que es mejor
no apegarse demasiado a un lugar.”

“Oh.” El estómago de Jared comenzó a


revolverse. ¿Incluye en la declaración de Seb
estar apegado a la gente, también? Tal vez era
un ingenuo, pero pensaba que él y Seb estaban
empezando a conectar. Esperaba que algún día,
incluso pudiera ser que compartiesen una casa.
Estúpido. Eso es lo que consigo por pensar
demasiado.

****

En el momento en que terminaron en la


comisaría, Jared estaba agotado, pero al menos
las cosas se habían aclarado. Según la policía,

195
Bill había visitado a su hermano en la cárcel en
varias ocasiones. El detective conjeturó que Bill
tomó las cartas de Rick y las envió a Jared.

Aunque Seb odiaba que Jared las hubiera


recibido, en primer lugar, por lo menos había algo
importante para empatar las acciones de Bill a
Rick. Gracias a Dios que le había dado las cartas
y sobres con el detective Long esa mañana. El
detective en Lubbock, dijo que hablaría con Long
acerca de las huellas digitales de las piezas de
papel.

Con Jared pegado a su lado, Seb se detuvo en


una señal de alto y besó la parte superior de la
cabeza de su amante. “¿Seguro que se siente
bien para ir a su vieja casa? Siempre podemos
llamarlo un día y hacerlo en la mañana.”

196
Jared negó. “No quiero quedarme aquí esta
noche. Si fuera por mí, nunca volvería, pero sé
que eso no va a suceder.”

Después de lo que Jared acababa de pasar, Seb


odiaba la idea de que el joven testificase frente a
un salón lleno de gente. Ahora sabía por qué
Jackie y Bram estuvieron tan preocupados por
que Brier testificara. No sólo Jared tienen que
sufrir a través de las dos denuncias en Texas,
sino lo más probable que también en la
transferencia de Rick a Oklahoma donde había
juzgado por las violaciones que cometió en el
hospital psiquiátrico donde había conocido a
Brier y Jared.

“¿Tienes una llave de la casa,” preguntó Seb.

197
“No, pero sé dónde escondía una Rick para que
Bill la usara.”

En contra de su mejor juicio, Seb siguió las


indicaciones de Jared a la casa. Cuando se
detuvo en el sitio, quería romper en llanto. Nunca
había visto un lugar más deprimente de su vida.
Incluso su madre, la puta drogadita, había vivido
en un lugar mejor.

La casa con la pintura pelada entera estaba tan


inclinada hacia el lado que podría caerse en
cualquier momento. Echó un vistazo a Jared y
notó que el hombre estaba mirando directamente
a él, sin duda, para ver su reacción al lugar.
“¿Estás preparado para hacer esto?”

198
Jared asintió con la cabeza. “El alquiler era
barato. Cuando salí del hospital, nadie quería
contratarme. Me las arreglé para llegar a este
lugar al ir a una de las iglesias locales en busca
de ayuda. Es una mierda, pero era mía, al menos
por un tiempo.”

Hasta que Rick se mudó. Se volvió y abrazó a Jared.


“Si llega a ser demasiado, me dices.”

“Lo haré.” Jared ladeó la barbilla hacia arriba,


obviamente con necesidad de un beso.

Seb no tenía ningún problema en cumplir con esa


necesidad de su amante. Puso toda su
compasión y sentimientos en cada golpe de la
lengua, la esperanza de que fuera suficiente para

199
ayudar al joven hombre.

Apartándose frotó la nariz contra la de Jared.


“Vamos a lograr esto y conseguir salir del infierno
de esta ciudad.”

“Buena idea.”

Salieron del coche y Jared señalo al porche.


“Toma asiento. Voy a ir a buscar la llave. La
última vez que lo vi, Rick lo escondió en el
cobertizo de atrás.”

“¿Quieres que te ayude a buscar?” Preguntó


Seb.

200
“No. Voy por ella. Es posible que quieras
asegurarte de que alguien no ha entrado ya.”
Jared caminó por un lado de la casa.

Seb estuvo un momento en el destartalado


porche antes de decidirse a tocar a la puerta
principal. Con cada golpe de los nudillos,
pensaba que la mierda se caería de sus goznes.

Satisfecho de que el lugar estuviera vacío, se


sentó en uno de los escalones de cemento que
conducían hasta el porche. Oyó un estrépito
detrás de la casa y luego silencio. Pensó que
Jared debía de haber encontrado lo que
buscaba.

Después de un momento y sin saber nada de


Jared, Seb se levantó y vagó por el lado de la

201
casa. La puerta del cobertizo, si pudieses incluso
llamar a la construcción en ruinas un cobertizo,
estaba abierta. “¿Jared?”

Cuando no recibió respuesta alguna, Seb puso


un pie dentro del edificio con olor a humedad. Su
estómago se hundió cuando se dio cuenta de
que la nave estaba vacía. Se volvió y se precipitó
al exterior. “¡Jared!”

Seb estudió su entorno. Sabía que Jared no lo


hubiera dejado por su cuenta. Corrió al callejón
detrás del cobertizo y vio a ambos lados. No
había un coche a la vista. Trató de pensar.
¿Había oído para empezar un coche? Mierda. El
barrio era bastante típico con los coches
pasando, probablemente no habría incluso dado
a un coche arrancando un segundo pensamiento.
202
Seb salió corriendo por el callejón de un solo
sentido a una de las calles pavimentadas.
“¡Jared!”

Sabiendo que la policía podía ayudarle a buscar


más superficie de la que él podía sólo, Seb se
apresuró a regresar a su vehiculo. Tomó su
teléfono de la guantera y marcó al 9-1-1,
Seb sabía que nunca se perdonaría por no
proteger a la única persona en la tierra que
amaba. Se tragó el nudo en la garganta. ¿Por
qué tenía que desaparecer su amante para
reconocer el verdadero alcance de sus
sentimientos por Jared?

Seb sacudió la cabeza mientras el operador se


puso al aparato. Ya habría tiempo de sobra para
castigarse. Su prioridad número uno era
encontrar a Jared.

203
Capítulo Seis

Jared estaba buscando por las macetas vacías la


llave, cuando sintió una presencia detrás de él. Al
principio pensó que era Seb hasta que una mano
le tapó la boca al mismo tiempo, que llevaron la
hoja de cuchillo contra su garganta.

“Haz un sonido, y te mato aquí mismo,” gruñó Bill


en el oído de Jared.

No tenía ninguna duda de que Bill lo haría.


Deslizándose hacia su pasado, Jared se giro y
salio del patio sintiendo el punto en el que se
clavaba el cuchillo en la piel de su espalda con
cada paso.

204
En el callejón, dos casas más abajo, estaba
aparcado el viejo coche oxidado de Bill . Jared se
preguntaba donde Bill tenía previsto llevarlo.

“Alto,” ordenó Bill. Abrió el maletero y le dio un


empujón a Jared. “Entra”

Al igual que siempre, Jared hizo lo que se le dijo,


temeroso de las consecuencias si no seguía las
órdenes. El maletero estaba completamente
vacío, ni siquiera una manta para amortiguar su
cuerpo, ya que estaba encerrado en el lugar frío
y oscuro.

Jared recordó el pequeño espacio en el que


solía meterse cuando era un niño. Envolvió sus
brazos alrededor de sus piernas y se los puso en

205
el pecho. A medida que el auto se detuvo, la
cabeza de Jared se estrelló contra el duro metal
de debajo, el olor de los gases de escape
infiltrando lentamente en el espacio confinado.
Tal vez tuviese suerte y moría de intoxicación por
monóxido de carbono antes de que Bill tuviese la
oportunidad de hacerle daño de nuevo.

****

Seb se frotó los ojos. Había pasado las últimas


siete horas en coche por las calles de Lubbock y
las comunidades circundantes, con la esperanza
de divisar el, 1978 Ford Fairmont azul de Bill.
Tuvo suerte de que la policía no sólo le había
dado una descripción del coche, sino el número
de placa también.

206
El teléfono sonó a su lado y lo tomó, con la
esperanza de cualquier palabra. El identificador
de llamadas acabó con sus esperanzas.

“Hey.”

“¿Alguna novedad?” Preguntó Mac.

“No. ¿Tú?”

“Todavía no. ¿Por qué no vuelves al hotel y


organizas a los hombres.”

“No puedo. No puedo parar hasta que lo


encontremos.” La conmoción en el fondo captó la
atención de Seb. “¿Qué está pasando?”

207
Mac no respondió de inmediato. Seb podía oír
fragmentos de conversación entre Amir y Nicco,
pero no lo suficiente para saber qué diablos
estaba pasando. Definitivamente oyó mencionar
el nombre de Bill.

“¡Mac! ¿Qué jodidos pasa?” Preguntó, irritado.

“Encontraron el coche de Sutcliff en una parada


de camiones fuera de Santa Rosa, Nuevo
México. Eso lo coloca sobre la línea del estado,
directamente a la jurisdicción federal.”

¿Por qué iba a llevar a Jared a Nuevo México? Seb sabía


que algo le faltaba. “¿Tenemos a alguien
investigando el pasado de Bill? Tiene que haber
una razón por la que haya transportado a Jared a

208
través de la frontera del estado en lugar de matar
...”

Seb se desvió hacia el lado de la carretera. Abrió


la puerta y vomitó lo poco que tenía en su
estómago. Durante horas él mismo había
luchado para mantenerse positivo. No podía
dejar que los pensamientos de lo que Bill podría
hacer para disuadir a Jared de la tarea en
cuestión. Lo importante es seguir buscando hasta
que encontrara al hombre que amaba.

Se limpió la boca con el dorso de la mano y se


sentó. “Estoy de camino a Santa Rosa.”

“Espera justo donde estás. No tiene sentido que


todos conduzcamos por separado. Voy a enviar a

209
alguien para que te recoja. Tal vez puedas
conseguir un par de horas de sueño en la unidad.
No vas a servir de mucho si estás dormido
parado,” Mac le indicó.

Seb dio instrucciones a Mac al centro comercial


más cercano. “Voy a esperar diez minutos. Si
alguien no está aquí, me voy.”

Seb empujó su teléfono en el bolsillo de la


chaqueta. Metió la mano en el asiento y abrió la
guantera, agarrando su arma antes de conducir
la corta distancia hacia el centro comercial.
Después de estacionar bajo una luz de
seguridad, se bajó, sacó su pistolera del hombro
por detrás del asiento.

210
Él se quitó la chaqueta y colocó la funda en su
lugar antes de acomodar la negra pistola en su
lugar. Seb se acomodo de nuevo la chaqueta,
ocultando el arma. Cerró el vehiculo y esperó a
su acompañante.

Mientras paseaba por la zona, al lado del coche,


se dio cuenta de que no había recibido una
respuesta a su pregunta sobre el pasado de Bill.
Seguramente Mac tenía a alguien buscando en
eso.

Un sedán se detuvo y Seb se subió. Estaba sólo


un poco sorprendido de ver a Archer Adams
detrás del volante. “¿No se supone que estas de
gira con Keifer?”

Archer movió la cabeza. “Keifer decidió cancelar

211
sus próximos conciertos. Sentía que necesitaba
algún tiempo con su familia en Des Moines.”

“Y tú no lo sigues?” Seb preguntó mientras


Archer salió del estacionamiento.

“Él no me quería allí. Además, sin esa ropa, el


cabello y el maquillaje, no se parece a una
estrella de rock en absoluto. Estoy seguro que la
mayoría de la gente de su ciudad natal ni siquiera
saben que Jimmy Cook es Keifer Zane.”

Seb puso el asiento atrás y el respaldo hacia


abajo hasta que él estaba en una posición
cómoda. No sabía si podría dormir, pero sabía
que Mac tenía razón sobre él conseguir un cierto
sueño. Era pasada la medianoche y estaba a

212
horas de distancia de Santa Rosa.

“¿Así que este niño significa algo para ti?”


Preguntó Archer.

“Su nombre es Jared. Y sí, él lo es todo para mí.”


Ahí. Había admitido finalmente sus sentimientos
en voz alta. Seb se odió por decirle a Archer
antes de que él incluso tuviera la oportunidad de
decirle a Jared. Había sido un hijo de puta terco,
negándose a ponerse de acuerdo con cómo se
sentía. Pero todo iba a cambiar cuando
encontrara a su amante. Seb pensaba pasar el
resto de su vida cerciorándose de que Jared no
sólo estuviera seguro, sino que era su prioridad
número uno.

213
“Sabes que esto no es una línea fácil de trabajo
para estar y mantener una relaciones” comentó
Archer.

Seb sabía que Archer estaba hablando por


experiencia. Desde la ruptura de Archer con su
compañero guardaespaldas Joe Rinehart, el
hombre parecía haber jurado de todos los
hombres juntos.

“Lo sé, pero Jared es más importante que un


maldito trabajo. Lo dejare si tengo que hacerlo.”

Archer silbó. “Nunca pensé que oyera esas


palabras salir de tu boca, jefe.”

214
“Nunca pensé que estaría en la posición de
decirlas.”

Archer se acercó y le dio al muslo de Seb un


golpe. “Duerme un poco. Te voy a llevar a Santa
Rosa.”

****

Para el momento que Jared sintió detenerse el


coche, se había lanzado arriba ya dos veces.
Había buscado en vano por algo, cualquier cosa
con que defenderse, pero Bill había hecho un
buen trabajo limpiando el espacio.

Cuando abrió el maletero, Jared no se sorprendió


al encontrar que era de noche. Contemplando el

215
rostro de su secuestrador, Jared oró por que Bill
lo matara rápido.

“Despierta, maricón,” se rió Bill.

Bill agarró la parte delantera del abrigo rojo de


Jared y lo sacó de la cajuela. Jared tuvo que
parpadear varias veces antes de creer lo que
veía. Estaba rodeado de camiones en mal estado
y remolques en lo que parecía ser una especie
de depósito de chatarra.

Antes de que pudiera preguntar, el cuchillo fue


puesto una vez más contra su garganta mientras
Bill lo llevaba hacia uno de los remolques, medio
hundido en la tierra. ¿Era para ser su tumba?
¿Dónde estaba Seb? ¿Alguien incluso lo

216
buscaba?

“Aquí vamos. Hogar, dulce hogar,” dijo Bill,


abriendo la puerta trasera del semirremolque.

Bill sacó un encendedor del bolsillo y encendió


una lámpara de petróleo junto a la puerta. Tan
pronto como Jared vio la jaula, lo sabía. Era la
misma jaula que Rick había utilizado para
entrenarlo cuando primero se fue a vivir con
Jared.

“¡No!” Comenzó Jared balanceando los brazos,


sin importarle ya si Bill le cortaba la garganta.
Prefiere morir antes que volver ahí.

Sintió con satisfacción el crujido de la nariz de Bill


cuando agitando el puño había conectado.
217
“¡Hijo-de-puta!” Bill aulló, cogiendo a Jared por el
pelo y golpeando su cabeza contra el lado del
remolque.

Las piernas de Jared cedieron y se dejó caer al


suelo. En un arranque de rabia pura, Bill
comenzó a dar patadas a Jared en el remolque
hacia la jaula. Jared intentó limpiar la sangre que
corría por los ojos mientras se movía para
alejarse de las patadas.

“Maldición mi hermano no quería simplemente


joderte y matare noooo, insistió en que debía
hacerte sufrir como él está sufriendo.”

Al final, Jared se metió en la jaula para escapar


del dolor constante de las botas con punta de
acero de Bill. Bill dio una última patada en el culo
218
de Jared antes de golpear y echar el candado a
la puerta. Jared se hizo un ovillo mientras Bill
siguió a lanzando insultos a él.

Bill finalmente pareció calmarse y se calló. Jared


dio un respingo al oír la cremallera de Bill
bajándose. No. Por favor. No.

Jared cerró los ojos y esperó a que la puerta de


la jaula se abriera una vez más. Se tragó la bilis
de la garganta al oír el sonido demasiado familiar
de Bill masturbándose. Cristo, el hijo de puta se
corría al ver a Jared en la jaula. Se acordó tanto
de Bill y Rick de pie junto a su jaula haciendo lo
mismo en muchas ocasiones.

Bill dejó escapar un gruñido más fuerte

219
salpicando a través de la mano que Jared estaba
usando para protegerse la cabeza. Más semen
aterrizó en su pelo, y Jared perdió la batalla. Se
escabulló tan cerca de la parte posterior de la
jaula como pudo y vomitó.

“Oh, mierda. Eso es desagradable,” gruñó Bill,


pateando la jaula.

Jared no se atrevió a limpiarse la boca o la


sangre de la herida fresca en su cabeza, y eligió
mantenerse protegido tanto como fuera posible
de la ira de Bill. Oyó como Bill cerraba la
cremallera en su lugar y suspiro aliviado.

“Me tengo que ir esconder el coche, pero estaré


de vuelta, maricón. No estoy ni cerca de terminar

220
contigo todavía.”

La luz se apagó y cerró la puerta del remolque,


dejando a Jared solo en la oscuridad. Se limpió la
boca en la parte delantera de la camisa y llegó a
sentarse hasta la frente. El corte era sólo una
pulgada de largo. Jared estaba seguro de que no
era peligroso para su vida, a pesar de que estaba
empezando a desear que lo fuera.

La caja no era lo suficientemente alta como para


que le permitiera sentarse, así que se quedó
donde estaba. Piensa. Extendió la mano y pasó
la mano por la red de patrón familiar del cajón
del perro. Frustrado, él pateó contra la malla de
alambre.

221
Jared calló. ¿Se sintió un poco de dar en la pared
o fue su imaginación? Le dio una patada de
nuevo, deseando que la jaula fuese lo
suficientemente grande como para utilizar toda la
fuerza de sus piernas. Sí.

Jared se maniobró en la medida que pudo en el


lado opuesto, dando a las piernas un poco más
de espacio, y pateó de nuevo. Se sentía el
contacto en sus huesos y viajar hasta su dolorida
cabeza, pero ahora era positivo que finalmente
podría liberarse.

Si él iba a morir, no estaría en la jaula de mierda.

****

222
Jared sabía que su tiempo se estaba acabando.
Había tomado todas sus fuerzas para salir de la
jaula. Al final, había conseguido abrir un espacio
lo suficientemente grande como para pasar a
través. Él estaba agradecido por su chaqueta.
Aunque la parte hinchada había hecho un ajuste
apretado, la capa protegió su piel de los
alambres rotos.

Se sentó con la espalda contra la pared, tratando


de averiguar qué hacer a continuación. No podía
conseguir que las imágenes de Seb encontrando
su cadáver fuera de su mente. Jared no lo había
dicho, pero él pensó que podría estar enamorado
de Seb. Recordó cómo de cerrado era Seb
cuando se conocieron. Jared no había
conseguido romper por completo las paredes del
hombre, pero él llegaría, aunque le tomase el

223
resto de su vida.

El pensamiento le recordó que puede que nunca


viese a Seb de nuevo. ¿Y si moría? Además de
Seb y Brier, ¿nadie más se preocuparía? A pesar
de que había logrado salir de la jaula, la puerta
del remolque estaba cerrada con llave, y quedó
atrapado una vez más. Parecía ser la forma de
las cosas para él. Cada vez que se las arregló
para escapar de una horrible situación aparecía
otra para encontrarlo.

No. Es posible que haya sido eso en el pasado,


pero ahora tenía alguien por quien luchar. Tenía
a Seb, y Jared sabía que lucharía hasta la
muerte por un beso más del hombre. Tenía que
haber algo que pudiera ser usado como arma. Él
comenzó a arrastrarse por el suelo oscuro del

224
remolque, haciendo una mueca de dolor cuando
una astilla de madera perforó la piel de la palma
de su mano.

Volvió a sentarse y ciegamente intentó quitar la


astilla, con el deseo que hubiese algo de luz.
¡Luz! La lámpara. Jared tocó a lo largo de la
pared hasta que su mano golpeó la lámpara.

Podía oír el combustible en la base de la


lámpara, pero no estaba seguro de cómo llegar a
ella. Jared comenzó a girar y tirar de las
diferentes piezas hasta que él casi
completamente había desmontado la cosa. El
olor a queroseno casi lo abrumó en un espacio
cerrado, pero él sabía que tenía que estar listo.
Si tenía suerte, él tenia una oportunidad con el.

225
Mientras estaba sentado en la oscuridad,
esperando que Bill volviera, Jared se dio cuenta
de que por primera vez en su vida quería vivir.
Pasó los dedos por las cicatrices finas en la
muñeca. Dos veces había intentado poner fin a
su dolor y no lo había conseguido. Tal vez si
hubiera conocido a alguien como Seb, las cosas
habrían sido diferentes. Tal vez no hubiera
dejado que lo torturaran y mantuvieran prisionero
cuando Rick lo había alcanzado en Lubbock.

Jared sabía que colgar sus esperanzas de un


futuro en un hombre no era lo más inteligente
que hacer, pero sólo saber que había más allá de
las cosas con lo que había crecido le era
suficiente.

El tiempo parecía deslizarse por el hasta que

226
oyó, el ruido de alguien abriendo el remolque.
Jared se puso de pie y se apoyó contra la pared.
Preparado con la lámpara abierta
aproximadamente a la altura y contuvo el aliento
mientras el candado era abierto en la puerta.

La puerta se abrió y en el momento justo, Bill


encendió el mechero. “Estoy en casa ...” Eso fue
todo lo que Bill dijo antes de que Jared lanzara
frente de su verdugo con queroseno. Una bola de
fuego estalló mientras Bill gritó, tratando de
apagar el fuego de su rostro y pecho.

Jared lo empujó con todas sus fuerzas y Bill cayó


al suelo. Jared salió del remolque y apuntó con el
resto del combustible al bamboleante Bill, el
cuerpo ardió. Dejó caer la lámpara al suelo y
corrió a la camioneta de Bill. Se esforzó por

227
respirar mientras subía al coche y cerró la puerta.

Sin las llaves, Jared sabía que no podía ir a


ningún lado, pero al menos estaba a salvo.
Alargó la mano hacia la emisora y la encendió.
“¿Hola? Por favor, ¿alguien que me ayude?”

****

El teléfono de Seb lo despertó aproximadamente


una hora después de que se quedara dormido.

“Sí.”

“Han encontrado a Jared,” le informó. “En un


depósito de chatarra fuera de Plainview, Texas.”

Seb trago el nudo en la garganta. “¿Esta él ...?”

228
“Ellos piensan que está bien. Llamó a partir del
semi de Bill. La policía está en camino.”

Seb vio a Archer. “Date la vuelta. Han encontrado


Jared fuera de Plainview.”

“Acabamos de pasarla hace unos veinte


minutos,” dijo Archer, controlando el tráfico antes
de cortar a través de la mediana en la dirección
opuesta.

“Dame instrucciones sobre el patio de chatarra.”


Seb les transmitió a Archer como Amir les contó.
“Tenemos que estar allí en unos diez minutos.”

Archer tomó la indirecta y pisó el acelerador.

229
Seb se mecía hacia adelante y hacia atrás en su
asiento, ansioso de asegurarse por sí mismo que
Jared estaba bien.

“¿Qué pasa con Sutcliff,” preguntó Archer.

“No lo sé. En este momento, no me importa.


Todo lo que quiero es ver a Jared.”

Archer asintió, los ojos todavía en el camino.


“Vamos a llegar allí.”

Después de varias vueltas que ponían los pelos


de punta, Archer detuvo el coche en el depósito
de chatarra, la zona iluminada por los faros de
alrededor de seis coches de policía. Seb saltó y

230
corrió hacia los policías reunidos. “¿Dónde está?”

Uno de los oficiales uniformados señaló a la


camioneta. “Él no va a salir.”

“Sí que lo hará.” Seb corrió al camión y se acercó


hasta el estribo. Jared estaba sentado, mirando
al frente, la sangre seca cubría el lado de la cara.
Seb sintió una opresión en su pecho con la
expresión en blanco en el rostro de su amante.

“¿Jared?” Le gritó a través del cristal. “¿Jared,


bebé? ¿Estás bien?”

Jared parpadeó varias veces antes de girarse


hacia la ventana. Parecía pensar unos momentos
antes de que la presencia de Seb fuera

231
registrada. Extendió la mano y abrió la puerta de
la camioneta.

Seb, abrió la puerta y sacó a un aturdido Jared


en sus brazos. Ninguno de los dos habló. Seb no
sabía que él hubiera alguna vez sostenido a
alguien nadie más apretado o con más
sentimiento. Sabía que no podía dejar otro
momento deslizarse sin antes hablar con el
hombre justo lo que él significaba para él.

“Te amo,” le susurró al oído de Jared.

Jared comenzó a caer hacia el suelo. “Te amo,


también.”

Seb levantó fácilmente al hombre en sus brazos

232
y buscó con la mirada algún lugar cálido para
llevar a su amante. Jared envolvió con sus
brazos alrededor del cuello de Seb y se aferró.

Seb pasó a la policía, que aún se reunían en un


grupo al margen de un remolque. “¿Han llamado
a una ambulancia?”

Uno de los policías asintió. “Este tipo esta


obviamente muerto. ¿Cómo está?,” Preguntó,
señalando a Jared.

“No he tenido la oportunidad de comprobar


todavía. Voy a llevarlo al coche hasta que lleguen
los paramédicos.” Seb notó el cuerpo
carbonizado en el suelo. No podía creer que no
había reconocido el olor en el aire antes.

233
“Lo hice,” dijo Jared, viendo a Seb.

“Está bien, bebé.”

El enfoque de Jared se fue al cuerpo de Bill.


“Hice eso. No puedo creer que hice eso.”

El policía salió hacia ellos. “¿Está dispuesto a dar


su declaración?”

Seb sacudió la cabeza. “Vamos a esperar hasta


que esté mejor. Parece que él ha tenido un golpe
bastante duro en la cabeza.”

“No estoy loco,” dijo Jared.

234
“Sé que no estas. Creo que necesitas un poco de
tiempo antes de empezar a responder a las
preguntas.” Seb se apartó de la policía y llevó a
Jared hacia el sedán.

Archer estaba esperando por ellos y abrió la


puerta trasera a medida que se acercaban.
“¿Cómo está?”

Seb asintió. Todavía sin poder sacar la imagen


del cuerpo quemado de su mente. Bien o mal,
quería saber de donde había sacado Jared el
valor. Seb imaginó que pocas personas que
habían pasado por las cosas que había pasado
Jared, sería capaz de no sólo enfrentar a su
atacante, sino matarlos en el proceso.

235
Seb acomodó a Jared en el asiento y corrió
alrededor de la otra parte del coche. Entro y
coloco la cabeza de Jared en su regazo. “¿Qué
te pasó en la cabeza, bebé?”

La esquina de la boca de Jared se inclino hacia


arriba sólo una fracción. “Yo le dio un puñetazo
en la nariz y luego me golpeó la cabeza contra el
remolque.” Jared sonrió. “Valió la pena.”

Seb sacudió la cabeza. “Absolutamente me


sorprendes.” Se inclinó y le dio a Jared un
profundo pero corto beso.

La ambulancia entró en el depósito de chatarra


seguido por varios coches de policía y más
carros sedan Seb sabía que llevaban a

236
empleados de Tres Socios. “Vamos a comprobar
que todo esta bien, ¿de acuerdo?”

Jared asintió. “Entonces, ¿me llevarás a casa?”

“Tan pronto como pueda, pero tienes que hablar


con la policía primero.”

Jared desvió la mirada y sacudió la cabeza. “No


quiero ir a la cárcel.” Miró a Seb, con lágrimas en
los ojos. “Él me puso en una jaula.”

Uno de los paramédicos comenzó a abrir la


puerta del lado de Seb, pero él la jalo y cerró de
nuevo y levantó la mano al hombre, en silencio
pidiendo un momento. Jalo a Jared a su regazo.
“Cariño, no sé lo que pasó hoy, pero sí sé que

237
nada de eso es tu culpa. No hay forma en el
infierno de que vayas a la cárcel.”

“Cuando me dijiste que me amabas, era antes


de ver lo que hice a Bill. ¿Tú ...”

“Sí, aún te quiero.” Seb abrazó a Jared,


colocando un beso junto a la reciente herida en la
frente. “Sé que este no es el momento para
decirte esto, pero yo estoy tan increíblemente
orgulloso de la manera que te mantuviste unido
en todo esto. Estoy asombrado de tu fuerza y tu
corazón.”

Jared se secó las lágrimas que rodaban por sus


mejillas. “Acababa de repente de descubrir que
quería vivir, porque por primera vez en mi vida,

238
tengo algo por qué vivir.”

El paramédico llamó a la ventana, mirándolo


furioso.

“Vamos a que te revisen y atender a la policía y


luego podremos ir a casa y dar amor a Jelly
Bean.”

Jared asintió, el cuello se movía como si


estuviera tratando de tragarse las lágrimas.

Seb abrió la puerta y ayudó a Jared a salir del


coche a la atención de los paramédicos. Se
acercó a Amir, Mac, Nicco y Archer que estaban
de pie al lado, mirando a los técnicos de la
escena del crimen tomar fotos.

239
“¿Qué está pasando? ¿Por qué todas las fotos,”
le preguntó al grupo.

“Creo que están tratando de reunir pruebas para


sustentar el caso en contra de Rick. Si Bill actuó
por órdenes de Rick, van a tratar de encontrar la
conexión,” Mac le dijo.

Hubo grandes focos iluminando dentro y


alrededor del remolque. La mirada de Seb se
concentró en la jaula rota y torcida. Las palabras
de Jared volvieron a él. Trató de imaginar a su
amante, asustado, encerrado en la jaula. Seb
sintió algo que había experimentado en raras
ocasiones. Se alejó de sus amigos y se dirigió
hacia las sombras, limpiándose la humedad de
sus ojos.

240
Seb no estaba seguro de cuánto tiempo se
quedó en la oscuridad, preguntándose cómo
podría alguna vez ser lo suficientemente fuerte
para ayudar a Jared a través de una prueba
como la que acababa de pasar. ¿Siendo
secuestrado, metido en un cajón de perro y luego
de hecho prenderle fuego a un hombre? ¿Cómo
podría una persona que ya está emocionalmente
dañada a las profundidades que Jared debía
haber sido llevado?

Las memorias de Alejandro le asaltaron. Había


sido incapaz de salvar a su hermano pequeño,
pero el era también un niño. Seb respiró hondo.
Ya no era un niño, y sabía que él haría todo lo
posible para sacar a Jared fuera de esas
profundidades y le mostraría que él se merecía
vivir una vida de felicidad y amor.

241
Sintió una mano en su hombro y Seb se dio la
vuelta y se sorprendió al ver en pie a un vendado
Jared delante de él. “¿Los paramédicos te han
atendido todo?”

“Sí.” Jared hizo un gesto a la frente. “Otro


vendaje mariposa, un par de moretones y
algunos rasguños profundos en mis piernas, pero
nada que no pueda cuidar en casa. ¿Quieres
venir conmigo a hablar con el detective? No creo
que quiera ir a través de esto más de una vez, y
sé que tienes derecho a saber lo que pasó.”

Seb le tendió la mano y sonrió. “De ahora en


adelante, donde quiera que vayas, voy.”

242
Capítulo Siete

Jared ni siquiera recordaba llegar a casa, pero


cuando se despertó, estaba acurrucado en el
pecho de Seb con Jelly Bean enroscada
alrededor de sus pies. Abrió los ojos y sonrió a la
pequeña lámpara de la habitación que había
dejado Seb obviamente para él.

No sabía cuánto tiempo se necesitaría para


quitar las imágenes del cuerpo quemado de Bill
de su mente, pero no se sentía culpable por lo
que había hecho. Incluso después de hablar con
la policía, no sintió remordimiento.

En el momento en que había terminado en la


estación de policía en Lubbock, él y Seb ambos
estaban casi muertos. Jared había sugerido que
243
encontraran un hotel y durmieran, pero Seb
había insistido en llevar a Jared al hogar con
Jelly Bean.

Al final, ambos se habían dormido en la parte


posterior de la limusina alquilada de Archer por
las cuatro horas de viaje a casa. Evidentemente,
Seb lo había llevado al edificio y lo dejo dormir.
Jared no estaba seguro si era la tensión del día
anterior o la pastilla para el dolor que Archer le
había dado para combatir el dolor de cabeza casi
debilitante que había tenido después de la
entrevista de la policía.

Jared giro la cabeza para besar el pecho de Seb.


Había tomado varios minutos para convencer a
Seb que una pastilla no iba a hacerle daño. Al
igual que le había prometido, Seb había estado a
244
su lado todo el tiempo. Jared sabía cuánto le
había costado a Seb mantener su temperamento
bajo control, mientras Jared describía en detalle
lo que había sucedido.

Jared consiguió deslizarse hacia atrás lo


suficiente para estudiar el hermoso rostro de
Seb. Todavía no entendía por qué un hombre
fuerte, tan buen mozo estaba enamorado de él.
Era obvio que Seb podría tener a cualquier
hombre que quisiese, no había pasado por alto
las miradas encubiertas que Archer le echaba a
Seb. Así que ¿por qué yo?

Aún dormido, Seb extendió la mano y jalo a


Jared a sus brazos.

245
Jared dejó al hombre hacerlo. Él sabía que
tendría tiempo de sobra para comerse con los
ojos a su amante en el futuro. ¿El futuro? Wow.
De hecho, me siento como si tuviera un futuro ahora. No
pudo evitar sonreír.

Un movimiento a sus pies le dijo que Jelly Bean


se había levantado. Jared ni siquiera tenía que
mirar el reloj para saber que era cerca del
mediodía. Si había una cosa que había sido una
constante en su vida con la dulce gata, era su
rutina de alimentación y a las doce era el
almuerzo.

Cuando él no respondió de inmediato para


levantarse, Jelly Bean se acercó a la longitud de
su cuerpo y comenzó a rozar su lado. Jared hizo
una mueca cuando la gata logró tocar uno de los

246
recientes moretones que dejaron las botas de
Bill.

Los brazos de Seb lo apretaron. “¿Qué ocurre?”

“Jelly Bean dice que es hora de comer.” Jared se


echó hacia atrás en el codo y se quedó mirando
a su amante. “Mantén la cama caliente, y le voy a
servir un poco de comida.”

“Yo lo haré,” dijo Seb mientras deslizaba su


brazo de debajo de Jared.

“No, no tú. Tú te vuelves a dormir.” Jared se


agachó y mordió juguetonamente el pezón de
Seb, tras pausadamente lamerlo.

247
Seb gimió y jalo de Jared a un beso, metiendo su
lengua profundamente. Jared dejó que su mano
paseara de lo largo del pecho de Seb a su
endurecido pene.

Seb rompió el beso y sonrió. “Definitivamente


estoy despierto ahora.”

Jelly Bean eligió ese momento para abalanzarse


sobre el abdomen de Seb, provocando un
gruñido del grande y fuerte guardaespaldas.

Jared se echó a reír. “Ella no se desanimará.


Créeme.”

Dio a la erección veteada un último apretón antes


de soltarlo y bajar por un lado de la cama. “Esto

248
no tomará mucho tiempo. Prometo.”

Seb se dio la vuelta y apoyó su cabeza sobre su


mano. “¿Podría traerme una botella de agua de
la nevera cuando vuelvas?”

Jared asintió y acomodo los cobertores, con la


esperanza de que mantuvieran su lado de la
cama caliente hasta que regresara. Desnudo,
caminó por la habitación y sirvió comida seca a
Jelly Bean en un tazón. Podía sentir los ojos de
Seb en él mientras se movía sobre la pequeña
cocina.

Hace tan sólo un corto tiempo, la atención le


habría mortificado. Con Seb era diferente. Seb no
parecía estar disgustado con los moretones.

249
Jared sabía que le molestaba, pero no por la
razón que él pensaba.

Jared sonrió para sí mismo y dio una sacudida


adicional en su paso en el camino de regreso a la
cama. Después de dejar su propia agua sobre la
mesa, le entregó una a Seb. “Aquí tienes.”

Seb, que había seguido mirando fijamente a


Jared, le agarró la muñeca y tiró de él sobre la
cama.

Jared se echó a reír. “Espera. Tengo que hacer


pipí.”

Dio a Seb un beso rápido antes de desaparecer


en el cuarto de baño. Jared se acercó al tocador

250
y se encargó de su vejiga llena. Mientras estaba
allí, empezó a preguntarse, cuando Seb haría el
amor con él. Sin duda sería pronto, ¿verdad? El
pene de Jared se torció en la mano, le gusto
mucho la idea.

Cuando estaba casi al final de su flujo, él limpió,


se sacudió y se acercó al lavabo. Maldición. No
es de extrañar que Seb lo viera fijamente antes.
Su frente era todo negro y azul, y ¿el pelo? ¡Oh
hombre, necesito una ducha.

Jared tocó las dos vendas de mariposa en la


cara, recordándose a sí mismo comprar mas en
la tienda. Hasta que él tuviese reemplazos,
odiaba que se mojen. Miró a la bañera. Tal vez
podría lavarse el pelo sin que su rostro se mojara

251
con el agua? Ooh, pensó en una idea mejor.
Asomó la cabeza fuera del baño. “Apesto.
¿Puedes venir y ayudarme a lavarme el pelo?”

Seb sonrió. “¿Puedo lavar tu cuerpo, también?”

Jared le devolvió la sonrisa. “Si quieres.”

“Oh, me gusta,” dijo Seb saltando de la cama y


agarró un par de pantalones de pijama de
franela.

Jared se puso triste de ver la desaparición del


duro pene de su amante, pero la bañera era sólo
lo suficientemente grande como para uno. Él
abrió el grifo hasta que el agua corría caliente y
puso el tapón.

252
Seb entró en la habitación y tomó su turno en el
baño. “Tengo que llamar a Mac más tarde.
¿Estás seguro de que tienes ganas de trabajar el
lunes?”

“Por supuesto. ¿Por qué no habría de hacerlo?”


Jared todavía no podía creer que le había caído
un trabajo de ensueño. De ninguna manera iba a
hacer algo para ponerlo en peligro. Se metió en
la bañera, silbando cuando el agua caliente tocó
los cortes en los tobillos.

“¿Estás bien?” Preguntó Seb.

“Sí. Probablemente debería haber hecho esto


antes.” Jared se dejó caer lentamente en el baño
de vapor.

253
Seb se arrodilló junto a la bañera, arrastrando la
punta de los dedos en el agua antes de gotear
las gotas calientes sobre los brazos de Jared.
“Estoy seguro que Mac lo entendería si te
tomaras un par de días. Lo que pasó por ...”

“Era un día normal en mi antigua vida,” finalizó


Jared para él.

Extendió la mano y la pasó por la barba de chivo


de cerdas cortas de Seb. “Me he dado cuenta de
algo acerca de mí mismo. A pesar de todo, soy
bastante resistente. Sobre todo ahora que sé que
hay más vida que lo que se me demostró en el
pasado.”

254
Seb se inclinó sobre el borde de la bañera y lo
besó. “Te amo.”

Era la sexta vez que Seb se lo había dicho, y


Jared sabía que nunca se cansaría de
escucharlo. Todavía se lo preguntaba sin
embargo y probablemente por mucho tiempo. En
el trayecto hasta la estación de policía en
Lubbock, había intentado, incluso a la lista
mental de las cosas positivas acerca de sí mismo
Seb podría haber caído. La lista ya no tenía
sentido para él.

Jared comenzó a tumbarse en el agua, y fue


apoyado por Seb rápidamente con una mano
contra su espalda. El agua caliente en contra de
su cuero cabelludo se sintió tan bien que él se
quejó. “Eso está bien.”

255
“Hmmm, creo que me gustas así,” decía Seb
mientras él enjabonaba una toalla y lo frotó sobre
los moretones en el pecho de Jared.

“Golpeado,” se preguntó, confundido.

La mano de Seb se detuvo mientras miraba a los


ojos de Jared. “No. Dios, no. Quise decir mojado
y desnudo.”

Jared se dio cuenta de que había herido los


sentimientos de Seb. Cubrió la mano de Seb. “Lo
siento. Quiero decir, parte de mí sabía que, pero
...”

“Shhh” lo tranquilizó Seb. “Déjame ir a buscar

256
una taza para que pueda lavarte el cabello.”

Era obvio que Seb se sentía incómodo por algo.


Jared se preguntó si era lo que había dicho, los
moretones expuestos, o tal vez toda la situación.
Cerró los ojos. Fue una experiencia totalmente
nueva para él la atención a los sentimientos de
otra persona.

La puerta se abrió y entró Seb, taza mano. Un


vistazo a Seb y Jared sabía que su amante
estaba realmente molesto. Se incorporó y se giro
en la tina para hacer frente a Seb “¿Qué ocurre?”

“¿Eh? Nada.” Seb sostenía la taza. “Sólo


necesitaba esto.”

257
Jared apoyó sus brazos en el lado de la tina y
apoyó la barbilla en sus manos. “Por favor,
háblame. Si he hecho algo, tengo que saber lo
que es.”

Seb sacudió la cabeza. “No. Supongo que las


últimos veinticuatro horas apenas me alcanzó.”

Jared sabía que había más, pero su relación es


demasiado nueva para mover el bote. Aunque él
no dijo nada, Jared dio una mirada de
complicidad a Seb antes de volver a su posición
para tener el cabello lavado.

Seb vertió una buena cantidad de champú en la


palma antes de frotarlas juntas.

258
Jared cerró los ojos mientras los fuertes dedos
de su amante lavaban, y frotaban el cuero
cabelludo. Estaba tan metido en el champú, que
Seb lo sorprendió cuando se limpio la garganta.

“Alejandro murió de SIDA cuando tenía ocho


años de edad.”

Jared comenzó a girar la cabeza hacia Seb, pero


las manos de su amante lo mantuvieron en su
lugar.

“Mi mamá tomó heroína todo su embarazo. Fue


una maravilla que Alex sobreviviera, porque,
como todos los adictos a las drogas, ella no le
importaba ir al médico para la atención prenatal.
Ella estaba más preocupada por donde se ponía
su próxima dosis.”
259
“¿Cuántos años tenías?” Preguntó Jared.

“Tenía seis años cuando él nació, pero no llegué


a verlo durante casi cuatro meses. Cuando mi
mamá se puso de parto, yo no sabía qué hacer,
así que llamé a la policía. Era obvio para los
paramédicos que estaba usando. Después de
que Alejandro nació, el estado le hizo entrar en
una instalación de tratamiento y me puso en un
hogar de crianza. El hospital trató de mantener a
mi hermano vivo a través de los retrovirales, pero
él ya estaba infectado con el virus VIH.”

Seb quitó las manos y las sumergió en el agua.


Tomó la taza desde el lado de la bañera. “Mira
hacia arriba” ordenó.

260
Jared se preguntó, con la esperanza sí Seb
continuaría la historia.

“Cuando mamá salió convenció a las autoridades


que ella era una mujer cambiada. Le dieron de
vuelta a Alejandro y a mi.” Seb vertió agua
caliente sobre el cabello de Jared, enjuagando el
champú.

“Por supuesto, tan pronto como el Estado dejó de


mirar, ella directo a la droga de nuevo. Eso me
dejó a mí para criar a Alex. Pensé que estaba
haciendo un buen trabajo hasta que llegó el
momento de comenzar la escuela. Yo sabía que
él era mucho más lento que la mayoría de los
niños, pero él quería ir tanto que yo le dije haría
que sucediese. Lo llevé a la clínica gratuita de la
ciudad porque había que tener vacunas antes de

261
poder ir. Fue entonces cuando me enteré de que
el virus del VIH se había convertido plenamente
el SIDA.”

Jared no podía imaginar a un niño tratando de


lidiar con un virus que algunos adultos no podían
manejar. Cuando no sentía ya el agua caer
sobre su cabeza, abrió los ojos. Las lágrimas
agrupadas en los ojos de Seb mientras miraba
hacia el espacio.

“¿Seb?”

Seb dio a su cabeza una ligera sacudida. “Lo


siento. Me he perdido en mis pensamientos por
un segundo.”

“No tienes que hablar de esto si te pone triste.”

262
La esquina de la boca de Seb se inclinó hacia
arriba. “Esta es la primera vez que he hablado de
eso. La clínica llamó a los Servicios Sociales, que
fueron a mi casa para hablar con mamá, la
encontró totalmente drogada y nos separaron a
Alejandro y a mí ese mismo día. Debido a que
se le calificó como necesidades especiales, lo
enviaron a un hogar de acogida diferente.”

Jared no podía imaginar a los dos hermanos


siendo separados, sobre todo porque sonaba
como si Seb criara a su hermano menor.

“Me dejaron verlo un par de veces durante los


siguientes tres años, pero siguió empeorando y
enfermándose. La última vez que lo vi fue dos
días antes de morir.” Seb se frotó la humedad de
sus ojos. “Estaba enojado conmigo por dejar que

263
ellos nos separaran.”

“Pero tú sabes que no fue tu culpa, ¿verdad?


Quiero decir, eras un niño.”

Seb asintió con la cabeza. “Parte de mí lo sabe


ahora, pero a la vez sentía que había traicionado
a la única persona que en la tierra que tenía que
proteger.”

Jared se preguntó si eso era lo que llevó a Seb a


un trabajo de protección de personas. “¿Por eso
eres un guardaespaldas?”

Una de las cejas negras de Seb subió. “¿Qué?”

“Sentías que permitiste lo de tu hermano por lo

264
que estas tratando de compensarlo mediante la
protección de las personas que te contratan. De
pronto se dio cuenta de algo. ¿Por eso eres tan
protector conmigo?”

Seb no dijo nada durante unos instantes. Dejó la


taza en el agua y agachó la cabeza. “Tal vez.”
respiró hondo y levantó la cabeza. “Pero no es
por eso Te amo.”

Jared vio a los ojos oscuros de Seb. “¿Por qué


me quieres?”

“¿Por qué sopla el viento?” Seb se acercó y tomó


la mejilla de Jared. “No es posible estar cerca de
ti y no caer enamorado. Después de que
Alejandro murió, yo pensé que nunca encontraría

265
otra alma verdaderamente pura de nuevo, pero
primero me presentaron a Brier, y entonces él te
trajo a mí.”

Jared pensó en todas las cosas que había vivido


y lo que le han hecho con los años. “Te quiero,
pero yo no creo que sea lo que tú te mereces. No
hay nada puro en mí.”

“Y una mierda. Los hombres que han pasado por


la mitad de lo que has sufrido se han convertido
en nada más que un producto de su entorno.
Infierno, las cárceles están llenas de ellos. Pero a
pesar de todo, todavía tiene la capacidad de ver
lo bueno en la gente. Ahí se encuentra toda la
prueba que necesito para saber que el pasado no
ha dañado tu alma.”

266
Nadie había hecho nunca sentirse tan especial
como Seb lo hacía en ese momento. Jared sabía
que moriría antes de que él hiciera algo que lo
hiciera indigno del amor de Seb. “¿Puedo
hacerte una última pregunta?”

“Claro que sí.”

“¿Quieres hacerme el amor de verdad?”

Seb sonrió. “Oh, bebé, yo te hago el amor cada


vez que te veo.”

“No me malinterpretes, me gusta mucho eso,


pero yo esperaba algo un poco más ... físico,”
dijo con una sonrisa.

267
****

Para el momento que Seb terminó de lavar el


cabello de Jared y lo llevó a la cama, el
estómago de su amante había empezado a
gruñir.

“Tenemos que alimentarte.”

Jared empujó la ropa de los hombros de Seb.


“Pero primero tienes que joder conmigo.”

Sí, lo haría. Seb se había frenado todo lo que


pudo. El secuestro había consolidado la posición
de Jared en la vida de Seb.

Seb recuperó el lubricante y los condones del

268
cajón de su cama y se acostó sobre Jared,
apoyándose en los antebrazos. “Prométeme que
realmente quieres esto. Porque sabes que te
daría todo el tiempo que sea necesario para que
puedas estar seguro.”

Jared retiro el cabello de la cara de Seb y lo


acomodo detrás de las orejas de Seb. “He
querido esto desde la primera noche que
pasamos juntos. Pensé que eras el que
necesitaba tiempo.”

Seb sonrió. “Ambos necesitamos trabajar en


nuestra capacidad de comunicación.”

“De acuerdo. Ahora, bésame.”

269
Seb chupó el labio inferior de Jared antes de
besar su boca. Se enjugó la carne gorda con la
punta de su lengua y gimió cuando las piernas de
Jared se envolvieron alrededor de él. Seb nunca
había conocido a un hombre que lo encendiese
al besarle como su amante.

Él soltó el labio hinchado y selló su boca contra la


de Jared. Seb quería asegurarse de que Jared
sentía la diferencia entre las cosas que Rick le
había obligado a hacer y lo que Seb iba a hacer
al hombre que amaba.

Mientras con la lengua jugaba un juego erótico


de carga y retirada, Seb permitió que sus manos
pasearan por la herida pero suave piel de Jared.
Él rompió el beso y se levantó lo suficiente como
para lamer un camino por el pecho de Jared. Se

270
detuvo brevemente en los pezones de Jared,
dando a cada uno atención antes de trasladarse
más al sur.

Seb hizo una parada para besar cada una de las


contusiones en el torso de Jared, dispuestas
cada uno de ellos para sanar rápidamente. Con
Rick en la cárcel y Bill muerto, Seb esperaba no
volver a ver otra marca púrpura y azul en el
hombre que amaba.

Cuando llegó a la hendidura larga que va desde


el bajo vientre de Jared a su ingle, Seb no pudo
resistirse a correrla con la lengua a lo largo del
valle sensual. Jared gimió, dejando a Seb saber
que su amante tenía un punto sensible. Siguió
atormentado el canal de poca profundidad hasta
que la erección de Jared golpeó a Seb en la

271
mejilla.
Seb alzó la mirada hacia el hombre sonriente.
Tomando esa indirecta, Seb envolvió la corona
del pene de Jared en la boca. Con los ojos
clavados en las expresiones faciales de Jared,
Seb se dispuso a aprender lo que
verdaderamente complacía al joven hombre.

Se sintió agradecido por que Jared no se molestó


en ocultar sus reacciones a la mamada. Como la
mayoría de los hombres, al parecer su joven
amante era más sensible justo debajo de la
cabeza. Seb siguió acariciando el largo y delgado
pene mientras alcanzaba el lubricante.

“¿Quieres correrte ahora o después?” Seb


preguntó mientras le frotaba algo de lubricante
alrededor del exterior del orificio de Jared.

272
“Las dos cosas.” Jared gimió cuando Seb insertó
lentamente el dedo índice.

“Ambicioso.” Seb bombeó un único dígito dentro


y fuera del cuerpo de Jared, preparándolo para
un segundo.

“Joven,” Jared corrigió cuando Seb introdujo el


segundo dedo.

La lengua de Seb viajó al arrugado pero firmes


bolsas. Frotó la barbilla con suavidad sobre la
piel entre las bolas y el culo de Jared mientras
chupaba una de las sensibles bolas dentro de su
boca.

273
“Uhhh,” gimió Jared. Metió los brazos debajo de
sus rodillas y se abrió aún más.

Un tercer dedo se introdujo, y Seb lamió el


camino de vuelta a la cabeza, y envolvió tanto de
la longitud de Jared como pudo. El sabor salado
del pre-semen de su amante se aferró a su
lengua mientras permitía que Jared jodiera su
boca.

“Oh, mierda. Me estoy corriendo. Ya me...” Jared


dio un grito de asombro estrangulado mientras el
chorro de semilla golpeó la parte posterior de la
garganta de Seb.

Seb se salio lo suficiente como para tragar el


semen amargo de su amante acumulado en su

274
boca . Lamió y besó limpiando el pene de Jared y
tomo un condón. No fue hasta que empezó a
sentarse que Seb se dio cuenta de que se había
estado frotando y presionando su propia pene
contra las sábanas mientras estaba
complaciendo a Jared.

La comprensión de que había estado tan


enfocado en dar placer a Jared que no se había
dado cuenta de las necesidades de su propio
cuerpo, cimentó más los cambios en sí mismo
desde que había conocido al joven hombre. En el
pasado, el sexo había sido solo una cosa.
Correrse.

Seb se sentó sobre sus talones y abrió el


paquete de aluminio. Vio a su amante, aún
recuperándose mientras colocaba el preservativo

275
con cuidado a lo largo de su erección. Seb sabía
que si no tenía cuidado se correría antes incluso
de entrar en el hombre. ¿Cuántas veces había
pensado en estar enterrado en el culo de Jared?

Seb apretó la base de su pene en un intento de


evitar su clímax. Jared pareció darse cuenta de la
situación de Seb y se rió. “Sí, ríete pero tu
diversión se acabaría, también.”

“Voy a tener que comprarte un anillo de pene,”


Jared le dijo mientras trataba de mantener una
cara seria.

La conversación ayudó a enfriar su ardor lo


suficiente para anular la retención sobre su pene.
Tomó el lubricante y aplicó una cantidad

276
generosa al preservativo, con el toque más ligero
posible.

Con la necesidad escrita claramente en el rostro


de su amante, Seb ya no se preocupaba de que
fuera demasiado pronto o que Jared estuviese
haciéndolo por la razón equivocada. Él se
reposicionó hasta que la punta de su pene se
apoyó en el agujero estirado de Jared.

Con un firme control sobre su pene, Seb empujó


lentamente el grueso eje de carne a través del
anillo exterior de Jared. Ni siquiera estaba en el
interior todavía y ya sentía el sudor cubriendo su
frente, centímetro a centímetro el cuerpo de
Jared aceptó su circunferencia.

Seb soltó la base de su pene y se secó la frente


277
con el brazo. Se preguntó si joder a Jared
siempre sería así de intenso. La expresión en el
rostro angelical de Jared mientras Seb se enterró
hasta la empuñadura, era algo que nunca se
cansaría de ver. Parece que haya tanta paz en el
rostro del hombre. Paz, Seb sabía que tardaría
un tiempo en llegar.

“¿Estás bien?” le preguntó.

Jared asintió con la cabeza y cerró los ojos.

La expresión angelical se volvió hacia algo más


Seb se retiró y entró de nuevo. “¿Te estoy
dañando?”

Jared abrió los ojos. Fue entonces cuando Seb


vio la humedad. Seb se detuvo a la mitad.
278
“¿Jared? ¿Te estoy dañándote?”

Jared negó. “No. Es maravilloso. Más de lo que


nunca hubiera soñado.”

Seb se inclinó y besó a su amante. “Te mereces


esto y mucho más. Voy a pasar el resto de mi
vida agradándote en todos los sentidos posibles.”

Jared sonrió. “¿El resto de tu vida?”

Seb asintió mientras apoyaba su peso en los


brazos, todavía moviéndose dentro y fuera del
cuerpo de Jared. “Te amo.”

“Te amo.”

279
Con cosas tan dulces dichas, Seb se volvió a
concentrar en dar a Jared el mejor orgasmo de
su vida. Sabía que era un reto que él mismo se
haría todos los días mientras Jared y él
estuvieran juntos.

Las contracciones de las paredes aterciopeladas


de Jared alrededor de su pene se estaba
convirtiendo en demasiado para superar. Sabía
que su clímax se acercaba, pero Seb quería
asegurarse de que su amante estaba plenamente
satisfecho en primer lugar.

“Tócate a ti mismo.”

Jared sonrió y soltó en una de sus piernas. Seb


se hizo cargo y colocó las piernas de Jared sobre

280
los hombros, dejándole las dos manos para
jugar.

Jared se puso a trabajar de inmediato,


pellizcando y tirando de sus pezones color
marrón claro. Sonrió tímidamente a Seb. “¿Te
refieres a esto?”

El ritmo de Seb aumentó con el lado juguetón de


su amante. Aunque el cuadro que tenía delante
era sexy como el infierno, Seb quería más.
“Déjame verte tocar tu pene.”

Una de las cejas rubias de Jared se levantó con


atracción aparente. Él se pasó la mano por el
pecho para dar una palmada en su erección.
“¿Así?”

281
El sonido de la mano de Jared dando una
palmada contra el rojo pene que se escapaba,
alimentó aún más el ardor de Seb.

Reposicionando a ambos hasta que la mayoría


del peso de Jared estaba apoyado en su espalda
y hombros. Con los pies sobre el colchón, Seb
inclinó sus piernas y fue casi directamente hacia
dentro y fuera del agujero de Jared. La nueva
posición no sólo permitió a Seb enterrase más
profundo, sino que puso el pene de Jared casi
directamente sobre la boca del joven.

Seb alternaba su mirada entre la mano de Jared


que jalaba su pene y las expresiones faciales de
su amante. Por mucho que le gustaba mirar
hacia abajo la visión del juego erótico por debajo
de él, él tuvo que recordarse que Jared tenía el
282
cuerpo magullado, sin duda dolorido.

Había casi decidido que no valía la pena correr el


riesgo de hacerle daño a Jared, cuando el joven
gritó el nombre de Seb. Como lo predijo, las
hebras de líquido opaco se dirigieron hacia la
boca y la cara de Jared.

Mirar a Jared mover la cabeza para intentar


alcanzar su propia semilla empujó a Seb sobre el
borde. Se corrió con una ferocidad que nunca
había conocido, aullando el nombre de Jared.
Seb se puso de rodillas y bajó las piernas de
Jared de sus hombros mientras su cuerpo seguía
temblando. Sabía que era una posibilidad muy
fuerte que estaba a punto de colapsar y dañar a
Jared no era una opción.

283
A pesar de que le hubiera gustado quedarse
dentro del cuerpo de su amante, Seb sabía que
el condón estaba lleno hasta el punto de ruptura.
Envolvió sus dedos alrededor de la base del látex
y salió.

Después de un anudarlo rápido y tirarlo a la


papelera cercana, Seb colapso en el colchón.
Aún así la respiración era demasiado agitada
para hablar, jalo a Jared en sus brazos. Maldición,
amo a este hombre.

Jared fue el primero en recuperarse. Apoyó la


barbilla contra el pecho de Seb y vio hacia él.
“¿Es siempre así?”

Seb Tragó, tratando de obtener suficiente

284
humedad en la garganta para hablar. “¿Con
nosotros? Sí, tengo la sensación de que va a ser
eso y más.”

“Así que ¿cuántas veces al día puedes hacer


eso?” Preguntó Jared.

Seb sonrió. “No soy tan joven como tú, pero me


imagino que podría ser bueno para dos veces al
día. ¿Eso te mantendrá satisfecho? No me
gustaría perderte por otro más joven.”

Jared se deslizó por el cuerpo sudoroso de Seb a


los labios. Después de un beso muy profundo, en
el que Seb estaba casi seguro de que había
recibido una amigdalectomía, Jared sonrió.
“Dos veces suena bien para mí.”

285
EPÍLOGO

“Buenos días, Brier,” dijo Seb cuando su amigo


entró en su oficina.

“Buenos días.” Brier señalo a la silla. “¿Tienes un


minuto?”

“Claro que sí. Toma asiento.” Seb esperaba la


visita de Brier tras la condena de Rick la mañana
anterior. El verdugo de Jared había recibido
veintitrés años en la penitenciaría del estado,
pero sería elegible para libertad condicional en
quince años.

“Jackie y yo estábamos hablando acerca de los


cargos en Oklahoma.”

286
“¿Sí?” El fiscal de Oklahoma había esperado
hasta que las víctimas quisieran testificar en
contra de Rick en un nuevo juicio porque sin su
testimonio, Oklahoma no tenía un caso. El estado
de Texas ya había acordado la extradición de
Rick para ser juzgado por las violaciones de
Brier, Jared y Peter en el hospital psiquiátrico.

“Todavía no he sido capaz de convencer a Peter


de hablar, pero quiero declarar. La idea de que
Rick podría estar en las calles en quince años me
asusta,” confesó Brier.

Asustó a Seb también. No había duda en su


mente Rick inmediatamente iría tras Jared una
vez más tras su liberación. No importaba qué
cara le mostrara a la junta de libertad condicional,
Seb sabía que un monstruo como Rick nunca

287
cambiaría. Su mejor oportunidad en el caso de
Texas habían sido las cartas que Rick había
enviado a Jared. Las huellas dactilares y análisis
de la letra demostraron que Rick las había
escrito, que ató a Bill en el caso. El fiscal había
utilizado las cartas y el secuestro de Bill con el
testimonio de Jared de su paso por las manos de
Rick. El jurado había estado absolutamente
mortificado por las cosas que Jared se había
visto obligado a vivir a manos de los dos
hermanos.

“Creo que eso es digno de elogio. Sé que Jared


quiere seguir adelante con el juicio en Oklahoma.
Será mucho más fácil para él esta vez si tú estás
de pie con él.”

Brier asintió. “Me sentí orgulloso de Jared. Sé

288
que no fue fácil decirle a toda esa gente lo que
Rick le había hecho, pero lo hizo.”

“Sí que lo hizo. Creo que ha cambiado mucho en


los últimos dos meses,” agregó Seb.

Brier se levantó y metió las manos en los bolsillos


delanteros. “Voy a dejar que vuelvas a trabajar.”

Aunque Seb realmente necesitaba hacer


justamente eso, no podía dejar pasar el momento
sin emitir una invitación a su amigo. “Vamos a
tener una cena en nuestro nuevo hogar el
próximo fin de semana ¿quieren venir tu y
Jackie?”

289
Brier se rió y se rascó la parte superior de la
cabeza. “Hmmm, bueno, ya que es justo al lado,
creo que podría manejar eso.”

Justo al lado era un poco engañoso, ya que cinco


hectáreas separaban las dos casas, pero Seb
sabía que Brier estaba muy emocionado de tener
tan cerca a Jared. “Genial. ¿También puedes
ayudar con la mudanza el sábado?”

“Ya lo creo.”

“Gracias.”

Brier asintió y salió de la oficina.

290
Seb se recostó en su silla. La casa que había
comprado era un poco más grande que lo que
necesitaban, pero Jared se había emocionado
con las dos chimeneas y un patio al aire libre
enorme. Seb se sentía feliz porque estaba cerca
de Jackie y Brier. Aunque su trabajo no le llevaba
fuera de la ciudad a menudo, se sintió mejor al
saber que la ayuda estaba cerca.

Su teléfono sonó, interrumpiendo el hilo de su


pensamiento. “James Seb.”

“Soy Franklin Benny.”

“Hola, señor Franklin,” Seb saludó, recordando al


gerente de Keifer Zane que se había convertido
en un gran dolor en el culo de Seb. Él sabía que

291
Benny no estaba contento con el aplazamiento
de la gira de su cliente número uno, pero el
gerente parecía desquitar su enojo contra Seb y
estaba condenadamente cansado de él.

“La gira comienza de nuevo la próxima semana,”

Le dijo Benny.

“Sí. He leído acerca de la muerte de la mamá de


Keifer. Espero que por favor le dé, mis
condolencias.”

“Sí, claro. De todos modos, yo estaba pensando


...”

Uh oh.

292
“Debido a que todo el recorrido es para la
promoción del nuevo disco de Keifer, ‘la otra cara’,
yo estaba pensando que tal vez tu chico, Archer,
puede teñirse el pelo. Yo estaba pensando en
blanqueárselo un poco, ¿qué tal con los
extremos de negro? Le haría no sólo encajar con
el tema, sino que sería un bonito contraste con el
blanco en la punta del pelo negro de Keifer para
la gira.”

“No, Benny” dijo Seb.

“Es sólo un poco. Usted quiere que su chico


encaje ¿ no? ¿No es todo el punto de contratar a
un guardaespaldas gay para engañar a la gente y
que piense que son realmente una pareja?”

293
“Escucha. Archer ha sido más que complaciente
con esta situación. Estuvo de acuerdo en tomar
solamente las asignaciones a corto plazo,
mientras esperaba a Keifer para estar con su
madre en sus últimos meses. Pero usted está
cruzando la línea con eso.”

“Siempre puedo tener otra compañía,” amenazó


Benny.

“Haz la prueba. Los dos sabemos que Keifer


insistió que Archer esperara por él para volver
de gira. Por alguna razón el cliente se siente
seguro con mi chico, y ¿no es ese el punto?”

“A pesar de lo que piensa, Keifer no siempre


tiene la última palabra,” replicó Benny.

294
“Interesante. Tal vez le llame y le pregunte lo que
piensa.”

“Ya te lo he dicho antes, Keifer no quiere pensar


en este lado del negocio de su vida ahora
mismo.”

“Mmm hmm.” Seb no lo creyó ni por un minuto.


No tenía ninguna duda que Keifer vendría a
desmentir las cosas que su gerente estaba
soltando. “Mira. Tengo un millón de cosas
sucediendo ahora mismo. Llámeme cuando
usted tenga información clara sobre dónde y
cuándo tiene que Archer presentarse a trabajar.”

Antes de que Benny pudiese decir cualquier otra


cosa, Seb colgó el teléfono. “Estupido.”
****
295
Seb terminó de conectar la computadora en su
oficina en su casa nueva. Vio a su alrededor al
masculino espacio y sonrió. Nunca había
imaginado que había una casa tan
increíblemente perfecta para él. La biblioteca,
como había sido anunciado, era fabulosa. Con el
estanterías del suelo al techo en una pared y una
gran ventana doble en otra, era como si el
arquitecto hubiera tenido en cuenta a Seb
cuando lo había diseñado.

Echó un vistazo a las cajas de libros que había


pedido en el último mes. Por último, sería capaz
de comprar sus favoritos en lugar de volver a
sacarlos de la biblioteca constantemente. Seb
sabía que probablemente se consideraba inútil el
comprar los libros que ya había leído, pero por
primera vez en toda su vida, él tenía un lugar

296
para almacenar los volúmenes que tanto amaba.

Mientras salía de la oficina y entraba en la gran


sala, no podía borrar la sonrisa de su cara. Él
siempre había creído que el ser dueño de una
casa era un lujo que no necesitaba. Tenia todo lo
que tenía con él y con su trabajo lo llevaba en la
carretera todo el tiempo, nunca había
considerado siquiera echar raíces hasta el punto
de en realidad estar comprando algo.

Jared había cambiado todo eso. Seb sabía lo que


podía ayudar a Jared un ambiente seguro y
permanente. Cuando la casa de a lado de Brier
se había puesto a la venta, parecía que estaba
destinado a ser. Después de ver la casa una sola
vez, Seb tuvo que comprarla. Él había pagado el
precio completo por lo que no se arriesgaría a

297
perder la propiedad. Todavía no estaba seguro
de lo que él y Jared iban hacer con las diez
hectáreas de terreno de la casa. Brier había
sugerido un par de caballos, pero ni Seb, ni Jared
eran buenos con los caballos. Quizá
conseguirían un perro para mantener a Jelly
Bean activa una vez que el gato se instalase en
su nuevo entorno. Entró en la cocina, esperando
encontrar a Jared y no encontró a nadie.
“¿Jared?”

Seb regresó a través de la gran sala, parando en


el cuarto de lavado, antes de continuar hacia los
dormitorios. Encontró a Jared profundamente
dormido en una de las habitaciones. Al parecer,
su amante había estado poniendo las sábanas
de la cama y había caído al colchón agotado.

298
No es de extrañar. Jared estaba levantado desde
las dos de la mañana. Cuando la alarma había
sonado a la hora intempestiva, Seb se había
sorprendido cuando Jared saltó de la cama. Seb
le preguntó a Jared y le informó que la sala
común del dormitorio necesitaba ser pulida y
encerado.

Seb sacudió la cabeza y se acostó en la cama


junto a su amante. Le retiro el rubio cabello de la
cara de Jared y sonrió a los labios carnosos que
había descubierto. A pesar de que había tratado
de argumentar con Jared que el piso de la sala
común podría esperar a otro día, Jared no lo
pensaba.

Jared tomaba su trabajo tan en serio como


cualquier ejecutivo de alto poder lo haría. Había

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informado a Seb que los pisos estaban sin brillo y
era el momento perfecto para abrillantarlos.

“¿Bebé?” Seb llamó en voz baja. “¿Quieres que


te ayude a acostarte?”

Jared gimió y volvió el rostro hacia la voz de Seb.

Seb lo deslizó de la cama, y sacó una manta


pesada del banco bajo la ventana. Tomó las
almohadas del mismo banco e hizo la cama
alrededor de la forma dormida de Jared.

Jared estaba tan cansado que ni siquiera se


revolvió cuando Seb lo desnudó y le metió bajo
las sábanas. Seb dio a Jared un beso en la
frente y volvió a la gran sala.

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Se dio cuenta de su teléfono celular parpadea
cuando pasó por delante de la mesa y lo tomó.
Se dejó caer en el sofá y comenzó a leer el
mensaje de texto de Archer.

Estoy de camino a Philli para reunirme con Jimmy. ¿Qué


demonios es esa mierda de que tengo que teñirme el pelo.
Soluciona este problema, Seb, o alguno de los 2 va a morir.

Seb golpeó la marcación rápida y esperó.

“Oye,” respondió Archer.

“No te preocupes por lo del pelo. Ya le dije a


Benny que se joda con eso,” Seb trató de
tranquilizar a Archer.

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“Entonces ¿de quién fue la idea, en primer lugar?
Benny está tratando de decirme que de Jimmy y
que planea despedirme, si no sigo las órdenes. Y
tú y yo sabemos que no se ocupa de cosas así.
Si Jimmy quiere jugar de esa manera, él puede
maldición encontrar otro para jugar a disfrazarse
con él.”

“Relájate. No fue Jimmy, fue Benny. Voy a hablar


con Jimmy directamente y ver si podemos
resolver esto. También me he hartado de Benny.”

“Gracias, jefe.”

“Sí, mantén a distancia de Jimmy los locos y yo


seré feliz,” le dijo Seb.

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“Puedo hacer eso siempre y cuando no tenga
que lidiar con su imbecil administrador.”

“Tú y yo también. Yo vuelvo a llamar si puedo


conseguir el consentimiento de Jimmy.” Seb
terminó la llamada. Se desplazó hacia abajo en
su lista de contactos y buscó Jimmy Cook AKA
Keifer Zane y marcó.

El teléfono sonó cinco veces antes de una voz


rasposa respondiese.

“Zane.”

“Jimmy, es James Seb. Siento mucho lo de tu


mamá.”

“Gracias, señor James.”

303
“Llámame Seb. De todos modos, Archer está en
camino para reunirse en Filadelfia.”

“Eso es bueno.”

“Sí, bueno, está teniendo algunos problemas con


tu gerente,” Seb le informó a la superestrella.

“Joder. ¿Qué ha hecho ahora Benny?”

“Él quiere que Archer se tiña el pelo. Y


francamente, los dos estamos cansados de lidiar
con su mierda. Sé que lo necesitas a él y todo,
pero no lo haremos. Me gustaría tratar
directamente contigo en vez de con Benny.”

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“¿Y Archer siente lo mismo?” Preguntó Jimmy.

“Sí. En realidad, creo que Archer dijo algo de


daño corporal si Benny trata de joderle otra vez.”

Jimmy se echó a reír. “¿Alguna vez has visto a


Benny? Yo podría pagar un buen dinero para ver
esa batalla.”

Aunque Seb nunca había conocido a Benny,


había visto su fotografía en varios artículos en
revistas. Jimmy no era para nada bajo, llegando
a los casi al metro ochenta, pero Benny Franklin
tenía que medir un mínimo un metro noventa y
siete sin el sombrero de bombín negro de marca
que siempre llevaba puesto. Con cerca de ciento
cincuenta kilos de peso, Benny intimidaba a un

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montón de gente. Afortunadamente Seb y Archer
no estaban entre ellos.

“No dejes que el tamaño de Archer te engañe. Es


más que capaz de enfrentarse a cualquiera que
se interponga en su camino. Yo no te lo habría
asignado si yo no creyera que él era el hombre
perfecto para el trabajo,” explicaba Seb.

“Oh, no tengo duda de que Archer podía patear


el culo de Benny que es por lo que pagaría un
buen dinero para verlo,” dijo Jimmy sonriendo.
“Yo sé que no tendría ni la mitad de éxito sin
Benny, pero tiene una tendencia a tratar de
empujar a la gente alrededor.”

“Sí, bueno, siempre y cuando Benny entienda

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que Archer no jugará sus juegos o responderá
ante él todo debería ir bien.”

“Voy a hablar con él,” acepto Jimmy.

“Gracias, y buena suerte con la gira.”

“Seis meses en la carretera no es mi idea de un


buen momento, pero ayuda a pagar por los otros
seis meses del año.”

Seb terminó la llamada y de inmediato se puso


en contacto con Archer. Le dijo a Archer sobre su
conversación con Jimmy antes de colgar. Seb
apagó su teléfono y lo arrojó de nuevo sobre la
mesa. El sistemáticamente controló las puertas y

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apagó las luces cuando se dirigió de regreso
hacia la habitación de invitados.

Jared estaba todavía dormido. Cuando empezó a


roncar Seb había empezado a pensar que era
condenadamente atractivo.

Seb se desnudó y se metió bajo las sábanas. Se


acomodo en cucharita contra el cuerpo de Jared
y besó el cuello del joven. Todo el día había
estado pensando en dormir en la gran cama
nueva que Jared y él habían escogido, pero es
evidente que eso no iba a suceder. No había
manera de que fuera a despertar a su amante
dormido, y como le había prometido hace meses,
donde Jared estuviese, Seb siempre estaría ahí
con él.

Fin
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