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El mayor descubrimiento de Darwin: Diseño sin diseñador
Francisco J. Ayala*
Departamento de Ecología y Biología Evolutiva, Universidad de California, 321 Steinhaus Hall, Irvine, CA 92697
La mayor contribución de Darwin a la ciencia es que completó la
Revolución Copérnica al incorporar a la biología la noción de naturaleza
como un sistema de materia en movimiento regido por leyes naturales.
Con el descubrimiento de la selección natural por parte de Darwin, el
origen y las adaptaciones de los organismos pasaron al ámbito de la
ciencia. Las características adaptativas de los organismos ahora
podrían explicarse, al igual que los fenómenos del mundo inanimado,
como resultado de procesos naturales, sin recurrir a un Diseñador
Inteligente. Las revoluciones copernicana y darwiniana pueden verse
como las dos etapas de una única revolución científica. Juntos marcaron obedece leyes inmanentes que explican los fenómenos naturales.
el comienzo de la ciencia en el sentido moderno de la palabra:
explicación a través de leyes naturales. La teoría de la selección natural a través de leyes naturales. Todos los fenómenos físicos podían
de Darwin explica el "diseño" de los organismos y su maravillosa
diversidad como resultado de procesos naturales, la acumulación
gradual de variaciones (mutaciones) que surgen espontáneamente y
que son seleccionadas por la selección natural. Las características que
se seleccionarán dependen de las variaciones que estén presentes en
un momento dado en un lugar determinado. Esto, a su vez, depende
del proceso aleatorio de mutación, así como de la historia previa de los
organismos. La mutación y la selección han impulsado conjuntamente
el maravilloso proceso que, a partir de organismos microscópicos, ha
dado lugar a orquídeas, aves y seres humanos. La teoría de la evolución explicaciones del origen y configuración de los seres vivientes. Autores,
transmite azar y necesidad, aleatoriedad y determinismo, entrelazados conjuntamente
Este fue el descubrimiento fundamental de Darwin: que hay un proceso
que es creativo, aunque no consciente.
adaptación oportunidad y necesidad evolución selección natural
Revolución científica
Hay entre
una versión de la historia
las revoluciones de las ideas
copernicana que ve un paralelo
y darwiniana. Desde este punto
de vista, la Revolución Copérnica consistió en desplazar a la Tierra de
su lugar previamente aceptado como centro del universo y trasladarla a
un lugar subordinado, como un planeta más que gira alrededor del sol.
De manera congruente, se considera que la Revolución Darwiniana
consiste en el desplazamiento de los humanos de su exaltada posición
como centro de la vida en la Tierra, con todas las demás especies
creadas para el servicio de la humanidad. Según esta versión de la
historia intelectual, Copérnico había consumado su revolución con la
teoría heliocéntrica del sistema solar. El logro de Darwin surgió de su
teoría de la evolución orgánica.
Lo que dice esta versión de las dos revoluciones es correcto pero
inadecuado, porque pasa por alto lo más importante de estas dos
revoluciones intelectuales, es decir, que marcaron el comienzo de la
ciencia en el sentido moderno de la palabra. Estas dos revoluciones
pueden considerarse conjuntamente como una única revolución científica,
con dos etapas, la copernicana y la darwiniana.
La Revolución Copérnica se inició con la publicación en 1543, año de
la muerte de Nicolás Copérnico, de su De revolutionibus orbium celestium
(Sobre las revoluciones de las esferas celestes), y floreció con la
publicación en 1687 de Philosophiae naturalis principia mathematica de
Isaac Newton. (Los principios matemáticos de la filosofía natural). Los
descubrimientos de Copérnico, Kepler, Galileo, Newton y otros, en los
siglos XVI y XVII, dieron paso gradualmente a una concepción del
universo como materia en movimiento gobernada por leyes naturales.
Se demostró que la Tierra no es el centro del universo sino un pequeño
planeta que gira alrededor de una estrella promedio; que el universo es
inmenso en el espacio y en el tiempo; y que los movimientos de los
planetas alrededor del sol pueden explicarse mediante las mismas leyes
simples que
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Para dar cuenta del movimiento de los objetos físicos en nuestro planeta,
leyes como fma (fuerza de aceleración) masa
o la ley de atracción del cuadrado
inverso, f g(m1m2)/r2 (la fuerza de atracción entre dos cuerpos es
directamente proporcional a sus masas, pero inversamente relacionado
con el cuadrado de la distancia entre ellos).
Estos y otros descubrimientos ampliaron enormemente el conocimiento
humano. La revolución conceptual que provocaron fue aún más
fundamental: un compromiso con el postulado de que el universo
El funcionamiento del universo pasó al ámbito de la ciencia: explicación
explicarse siempre que se conocieran adecuadamente las causas.
Los avances de la ciencia física provocados por la Revolución
Copérnica habían llevado la concepción humana del universo a una
situación de personalidad dividida, que persistió hasta mediados del siglo
XIX. Las explicaciones científicas, derivadas de leyes naturales,
dominaron el mundo de la materia no viva, tanto en la Tierra como en
los cielos. Sin embargo, las explicaciones sobrenaturales, que dependían
de los hechos insondables del Creador, fueron aceptadas como
como Williamen Paley,
la materia de la vida. que el diseño complejo de los
argumentaron
organismos no pudo haber ocurrido por casualidad o por las leyes
mecánicas de la física, la química y la astronomía, sino que fue logrado
por un Diseñador Inteligente, al igual que la complejidad de un reloj.
diseñado para decir la hora, fue realizado por un relojero inteligente.
Fue genialidad de Darwin resolver esta esquizofrenia conceptual.
Darwin completó la Revolución Copérnica al aplicar a la biología la
noción de la naturaleza como un sistema legal de materia en movimiento
que la razón humana puede explicar sin recurrir a agentes sobrenaturales.
Difícilmente se puede sobreestimar el enigma que afrontó Darwin. La
fuerza del argumento del diseño para demostrar el papel del Creador
había sido expuesta enérgicamente por filósofos y teólogos. Dondequiera
que haya función o diseño, buscamos a su autor. El mayor logro de
Darwin fue demostrar que la compleja organización y funcionalidad de
los seres vivos puede explicarse como resultado de un proceso natural
(la selección natural) sin necesidad de recurrir a un Creador u otro
agente externo. El origen y las adaptaciones de los organismos en su
profusión y maravillosas variaciones pasaron así al ámbito de la ciencia.
Darwin aceptó que los organismos están "diseñados" para ciertos
propósitos, es decir, están funcionalmente organizados. Los organismos
están adaptados a determinadas formas de vida y sus partes están
adaptadas para realizar determinadas funciones. Los peces están
adaptados para vivir en el agua, los riñones están diseñados para regular
la composición de la sangre y la mano humana está hecha para agarrar.
Pero Darwin continuó proporcionando una explicación natural del diseño.
Los aspectos aparentemente útiles de los seres vivos ahora podrían explicarse, como
Este artículo es el resultado del Coloquio Arthur M. Sackler de la Academia Nacional de Ciencias, "A la luz
de la evolución I: Adaptación y diseño complejo", celebrado del 1 al 2 de diciembre de 2006 en el Centro
Arnold y Mabel Beckman de la Academia Nacional de Ciencias. Academias Nacionales de Ciencias e
Ingeniería en Irvine, CA. El programa completo está disponible en el sitio web de NAS en www.nasonline.org/
adaptationandcomplexdesign.
Contribuciones de los autores: FJA escribió el artículo.
El autor declara que no hay conflicto de interés.
*Correo electrónico: fjayala@uci.edu.
© 2007 de la Academia Nacional de Ciencias de EE.UU.
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los fenómenos del mundo inanimado, por los métodos de la ciencia,
como resultado de leyes naturales manifestadas en procesos naturales.
Darwin ocupa un lugar exaltado en la historia del pensamiento
occidental y recibe merecidamente el crédito por la teoría de la evolución. perfección mecánica, propósito y funcionalidad. y por la enorme
En El origen de las especies, publicado en 1859 (1), expuso las
pruebas que demostraban la evolución de los organismos. Darwin no
utilizó el término "evolución", que no tenía su significado actual, sino
que se refirió a la evolución de los organismos con la frase
"descendencia común con modificación" y expresiones similares. Sin
embargo, Darwin logró algo mucho más importante para la historia
intelectual que demostrar la evolución.
De hecho, acumular pruebas de una descendencia común con
diversificación bien pudo haber sido un objetivo subsidiario de la obra
maestra de Darwin. El origen de las especies de Darwin es, ante todo,
un esfuerzo sostenido para resolver el problema de cómo explicar
científicamente el diseño de los organismos. Darwin busca explicar el
diseño de los organismos, su complejidad, diversidad y maravillosos
inventos, como resultado de procesos naturales.
Darwin aporta evidencia a favor de la evolución porque la evolución
es una consecuencia necesaria de su teoría del diseño.
Diseño inteligente: la versión original
William Paley (1743­1805), uno de los autores ingleses más influyentes
de su tiempo, argumentó enérgicamente en su Teología natural (1802;
ref. 2) que el diseño complejo y preciso de los organismos y sus partes
podría ser contabilizado sólo como la acción de un "Diseñador"
inteligente y omnipotente. El diseño de los organismos, argumentaba,
era una prueba incontrovertible de la existencia del Creador.
Paley era un clérigo inglés intensamente comprometido con la
abolición de la trata de esclavos. En la década de 1780, Paley se
había convertido en un orador público muy solicitado contra la
esclavitud. Paley también fue un influyente escritor de obras sobre
filosofía, ética y teología cristianas. Los Principios de filosofía moral y
política (1785; ref. 3) y Una visión de las evidencias del cristianismo
(1794; ref. 4) le granjearon prestigio y beneficios eclesiásticos bien
dotados, que le permitieron una vida cómoda. En 1800, Paley
abandonó su carrera de orador público por razones de salud, lo que le
proporcionó tiempo suficiente para estudiar ciencias, particularmente
biología, y escribir Teología Natural; o Evidencias de la existencia y
atributos de la Deidad (2), el libro por el que se hizo más conocido en
la posteridad y que influiría enormemente en Darwin. Con la Teología
Natural, Paley buscó actualizar el trabajo de otro clérigo inglés, La
sabiduría de Dios manifestada en las obras de la creación de John
Ray (1691; ref. 5). Pero Paley ahora podría ir mucho más allá de Ray
aprovechando un siglo de conocimiento biológico adicional. La
afirmación fundamental de Paley es que “No puede haber diseño sin
un diseñador; invento, sin un invento; orden, sin elección; . . . medios
adecuados para un fin, y ejecutando su oficio para lograr ese fin, sin
que el fin haya sido jamás contemplado'' (ref. 2, p. 15­16).
La Teología Natural es un argumento sostenido a favor de la
existencia de Dios basado en el diseño obvio de los humanos y sus
órganos, así como el diseño de todo tipo de organismos, considerados
por sí mismos, así como en sus relaciones entre sí y con su entorno. .
El argumento tiene dos partes: primero, que los organismos dan
evidencia de haber sido diseñados; segundo, que sólo un Dios
omnipotente podría dar cuenta de la perfección, multitud y diversidad
de los diseños.
Hay capítulos dedicados al complejo diseño del ojo humano; al
cuerpo humano, que muestra una disposición mecánica precisa de
huesos, cartílagos y articulaciones; a la circulación de la sangre y a la
disposición de los vasos sanguíneos; a la anatomía comparada de
humanos y animales; al tracto digestivo, riñones, uretra y vejiga; a las
alas de las aves y a las aletas de los peces; y mucho más. Durante
352 páginas, Natural Theology transmite la experiencia de Paley:
conocimiento biológico extenso y preciso, tan detallado y preciso
como estaba disponible en el
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año 1802. Después de detallar la organización precisa y la exquisita
funcionalidad de cada entidad, relación o proceso biológico, Paley
llega una y otra vez a la misma conclusión: que sólo una Deidad
omnisciente y omnipotente podría dar cuenta de estas maravillas de
diversidad de inventos que conllevan.
El primer ejemplo modelo de Paley en Teología Natural es el ojo
humano. Al principio del capítulo 3, Paley señala que el ojo y el
telescopio “están construidos según los mismos principios;
amoldándose ambos a las leyes por las cuales se regula la transmisión
y refracción de los rayos de luz.'' (ref. 2, p. 20). En concreto, existe un
parecido preciso entre las lentes de un telescopio y "los humores del
ojo" en su figura, su posición y la capacidad de hacer converger los
rayos de luz a una distancia precisa de la lente: en la retina. en el caso
del ojo.
Paley hace dos observaciones notables, que realzan el diseño
complejo y preciso del ojo. La primera observación es que los rayos
de luz deberían refractarse en una superficie más convexa cuando se
transmiten a través del agua que cuando pasan del aire al ojo. En
consecuencia, “el ojo de un pez, en esa parte llamada cristalino, es
mucho más redondo que el ojo de los animales terrestres. ¿Qué
manifestación más clara del diseño puede haber que esta diferencia?
¿Qué podría haber hecho más un fabricante de instrumentos
matemáticos para mostrar su conocimiento de este principio? . .?'' (ref.
2, p. 20).
La segunda observación notable hecha por Paley que respalda su
argumento es la distorsión dióptrica: "Los lápices de luz, al pasar a
través de lentes de vidrio, se separan en diferentes colores, tiñendo
así el objeto, especialmente sus bordes, como si fuera visto a través
de lentes de vidrio. un prisma. Corregir este inconveniente ha sido
durante mucho tiempo un desideratum en el art. Por fin, a un óptico
sagaz se le ocurrió preguntar cómo se manejaba este asunto en el
ojo, en el que había exactamente las mismas dificultades que en el
telescopio. Su observación le enseñó que en el ojo el mal se curaba
combinando lentes compuestas de diferentes sustancias, es decir, de
sustancias que poseían diferentes poderes de refracción'' (ref. 2, p.
22­23). El fabricante de telescopios corrigió así la distorsión dióptica
"imitando, en gafas de diferentes materiales, los efectos de los distintos
humores por los que pasan los rayos de luz antes de llegar al fondo
del ojo". ¿Podría estar esto en el ojo sin propósito, que sugiere al
óptico el único medio eficaz para lograr ese propósito?'' (ref. 2, p. 23).
Argumento en contra del
azar Paley resume su argumento afirmando la compleja anatomía
funcional del ojo. El ojo consta "primero, de una serie de lentes
transparentes, muy diferentes, por cierto, incluso en su sustancia, de
los materiales opacos de los que está compuesto el resto del cuerpo,
al menos en general". . 2, pág. 48). En segundo lugar, el ojo tiene la
retina, que como señala Paley es la única membrana negra del cuerpo,
extendida detrás de las lentes, para recibir la imagen formada por los
lápices de luz transmitidos a través de ellas, y "situada en la distancia
geométrica precisa a la cual, y sólo a la cual, se podría formar una
imagen distinta, es decir, en la concurrencia de los rayos
refractados'' (ref. 2, p. 48). En tercer lugar, escribe, el ojo posee “un
gran nervio que se comunica entre esta membrana [la retina] y el
cerebro; sin lo cual, la acción de la luz sobre la membrana, por
modificada que sea el órgano, se perdería para los propósitos de la
sensación'' (ref. 2, p. 48).
¿Podría el ojo haber surgido sin un diseño o un propósito
preconcebido, como resultado del azar? Paley había planteado el
argumento contra el azar en el primer párrafo de Teología natural (ref.
2, p. 1), razonando retóricamente por analogía: "Al cruzar un páramo,
supongamos que golpeo mi pie contra una piedra y me preguntan
cómo hacerlo". la piedra llegó a estar allí, posiblemente podría
responder que, por cualquier cosa que supiera en sentido contrario,
había permanecido allí para siempre; Tampoco sería, tal vez, muy fácil mostrar lo a
Ayala
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respuesta. Pero supongamos que hubiera encontrado un reloj en el suelo
y me preguntaran cómo se encontraba el reloj en ese lugar, difícilmente
pensaría en la respuesta que había dado antes, que por cualquier cosa
que supiera, el reloj siempre podría haber estado allí. estado allí. Sin
embargo, ¿por qué esta respuesta no debería servir tanto para el reloj
como para la piedra? ¿Por qué no es tan admisible en el segundo caso como enanterior
Por esta razón, y no por otra, a saber, que cuando inspeccionamos el reloj, atendiendo en cada caso a las necesidades y hábitos particulares de su
percibimos (lo que no pudimos descubrir en la piedra) que sus distintas
partes están enmarcadas y unidas con un propósito, por ejemplo, que son
formado y ajustado de manera que produzca movimiento, y ese movimiento
regulado de manera que indique la hora del día; que si las diferentes partes que deben adaptarlos a sus
hubieran tenido una forma diferente de lo que son, o hubieran sido
colocadas de cualquier otra manera o en otro orden que aquel en el que
están colocadas, o no se habría realizado ningún movimiento en la
máquina, o ninguno que habría respondido al uso que ahora tiene”. En
otras palabras, el mecanismo del reloj es tan complicado que no podría
haber surgido por casualidad.
La complejidad irreducible de Paley
La fuerza del argumento contra el azar deriva, nos dice Paley, de lo que él Filosofía moral. . . . La lógica de. . . su Teología Natural me produjo tanto
llama "relación", una noción similar a lo que algunos autores contemporáneos deleite como Euclides. . . .
han llamado "complejidad irreducible" (6).
Así es como Paley formula el argumento a favor de la complejidad
irreducible: "Cuando varias partes diferentes contribuyen a un efecto, o, lo
que es lo mismo, cuando un efecto es producido por la acción conjunta de
diferentes instrumentos, la idoneidad de tales partes o instrumentos entre
sí con el propósito de producir, por su acción unida, el efecto, es lo que
llamo relación; y dondequiera que esto se observe en las obras de la
naturaleza o del hombre, me parece que lleva consigo evidencia decisiva
de comprensión, intención y arte” (ref. 2, p. 175­176). Los resultados del
azar no muestran relación entre las partes o, como podríamos decir, no
muestran complejidad organizada. Escribe que "un wen, una verruga, un
lunar, un grano" pueden surgir por casualidad, pero nunca un ojo; "Puede
ser un terrón, un guijarro, una gota de líquido", pero nunca un reloj o un
telescopio.
Paley nota la "relación" no sólo entre las partes componentes de un
órgano, como el ojo, el riñón o la vejiga, sino también entre las diferentes
partes, extremidades y órganos que colectivamente forman un animal y lo
adaptan. a su forma de vida distintiva: ''En el cisne, la pata palmeada, el
pico de cuchara, el cuello largo, la pelusa espesa, el estómago graminívoro,
guardan toda una relación entre sí. . . . Los pies del topo están hechos para
cavar; el cuello, la nariz, los ojos, las orejas y la piel están particularmente
adaptados a la vida subterránea. [En una palabra,] esto es lo que yo llamo
relación'' (ref. 2, p. 180, 183).
A lo largo de la Teología Natural, Paley muestra un conocimiento
biológico extenso y profundo. Habla de la vejiga aérea del pez, el colmillo
de la víbora, la garra de la garza, el estómago del camello, la lengua del
pájaro carpintero, la trompa del elefante, el gancho del ala del murciélago,
la telaraña, los ojos compuestos y la metamorfosis de los insectos, la
luciérnaga, las univalvas y moluscos bivalvos, dispersión de semillas, etc.,
con precisión y tanto detalle como conocían los mejores biólogos de su
tiempo. La complejidad organizada y la función decidida revelan, en cada
caso, un diseñador inteligente, y la diversidad, riqueza y omnipresencia
de los diseños muestran que sólo el Creador omnipotente podría ser este
Diseñador Inteligente.
Paley no fue el único defensor del argumento del diseño en la primera
mitad del siglo XIX. En Gran Bretaña, unos años después de la publicación
de Natural Theology, el octavo conde de Bridgewater financió la publicación
de tratados que expondrían "el poder, la sabiduría y la bondad de Dios
manifestados en la creación". 1833­1840, varios de los cuales incorporan
ingeniosamente la mejor ciencia de la época y tuvieron una influencia
considerable en el público y los científicos. Uno de los tratados, La mano,
sus mecanismos y dotaciones vitales como evidencia de diseño (1833; ref.
7), fue escrito por Sir Charles Bell, un
Ayala
distinguido anatomista y cirujano, famoso por sus descubrimientos
neurológicos, que se convirtió en profesor de cirugía en 1836 en la
Universidad de Edimburgo. Bell sigue la manera de argumentar de Paley,
examinando con considerable detalle el diseño maravillosamente útil de la
mano humana, pero también la perfección del diseño de la extremidad
el primero?
utilizada para diferentes propósitos en diferentes animales,
dueño: el el brazo del ser humano para manipular objetos, la pierna del
perro para correr y el ala del pájaro para volar. "Nada menos que el Poder
que creó originalmente es igual a efectuar esos cambios en los animales,
condiciones". Paley y Bell son representantes típicos del medio intelectual
que prevaleció en la primera mitad del siglo XIX. el siglo XIX tanto en Gran
Bretaña como en el continente. Darwin, mientras era estudiante de
pregrado en la Universidad de Cambridge entre 1827 y 1831, leyó la
Teología Natural de Paley , que fue parte del canon de la universidad
durante casi medio siglo después de la muerte de Paley.
Darwin escribe en su Autobiografía sobre el ''mucho deleite'' y beneficio
que obtuvo al leer a Paley: ''Para aprobar el examen de licenciatura,
también fue necesario leer las Evidencias del cristianismo de Paley y su
En
aquel momento no me preocupé por las premisas de Paley; y al confiar en
ellos, quedé cautivado y convencido por la larga línea de
argumentación'' (1887; ref. 8).
Más tarde, sin embargo, al regresar de su viaje de cinco años alrededor
del mundo en el HMS Beagle, Darwin descubriría una explicación científica
para el diseño de los organismos. La ciencia dio así un salto cualitativo.
"Mi teoría" de Darwin
Darwin consideró la selección natural, más que su demostración de la
evolución, su descubrimiento más importante y la designó como "mi teoría",
designación que nunca utilizó al referirse a la evolución de los organismos.
El descubrimiento de la selección natural, la conciencia de Darwin de que
era un descubrimiento muy significativo porque era la respuesta de la
ciencia al argumento de Paley sobre el diseño, y la designación de Darwin
de la selección natural como "mi teoría" se pueden rastrear en el "Cuaderno
Rojo" de Darwin. y los ''Cuadernos de transmutación B a E'', que comenzó
en marzo de 1837, poco después de regresar (el 2 de octubre de 1836) de
su viaje de cinco años en el Beagle, y que completó a finales de 1839 (ver
ref. 9 ) . .
La evolución de los organismos fue comúnmente aceptada por los
naturalistas de mediados del siglo XIX. La distribución de especies
exóticas en América del Sur, las Islas Galápagos y otros lugares y el
descubrimiento de restos fósiles de animales extintos hace mucho tiempo
confirmaron la realidad de la evolución en la mente de Darwin. El desafío
intelectual era explicar el origen de distintas especies de organismos, cómo
se adaptaban las nuevas a sus entornos, ese "misterio de los misterios",
como lo había denominado el contemporáneo de Darwin, el destacado
científico y filósofo Sir John Herschel ( 1792–1871).
Al principio de los Cuadernos de 1837 a 1839, Darwin registra su
descubrimiento de la selección natural y repetidamente se refiere a ella
como "mi teoría". Desde entonces hasta su muerte en 1882, la vida de
Darwin estaría dedicada a fundamentar la selección natural y su
compañera. postulados, principalmente la omnipresencia de la variación
hereditaria y la enorme fertilidad de los organismos, que superó con creces
la capacidad de los recursos disponibles. La selección natural se convirtió
para Darwin en "una teoría mediante la cual trabajar". Realizó
incansablemente observaciones y experimentos para probar la teoría y
resolver presuntas objeciones.
Wallace: una distinción con una diferencia A
Alfred Russel Wallace (1823­1913) se le atribuye el mérito de haber
descubierto, independientemente de Darwin, la selección natural como el
proceso que explica la evolución de las especies. El 18 de junio de 1858,
Darwin escribió a Charles Lyell que había recibido por correo
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un breve ensayo de Wallace tal que "si Wallace hubiera escrito mi boceto
[manuscrito] en [1844], no podría haber hecho un mejor resumen". Darwin
quedó estupefacto.
Darwin y Wallace habían iniciado correspondencia ocasional a finales de
1855. En ese momento, Wallace estaba en el archipiélago malayo
recolectando especímenes biológicos. En sus cartas, Darwin ofrecía simpatía
y aliento al ocasionalmente desanimado Wallace por su "laboriosa empresa".
En 1858, Wallace llegó a la idea de la selección natural como explicación del
cambio evolutivo y quería conocer la opinión de Darwin sobre esta hipótesis,
porque Wallace, al igual que muchos otros, sabía que Darwin había estado
trabajando en el tema durante años, había compartido sus ideas con otros
científicos y era considerado por ellos como el eminente experto en cuestiones
relativas a la evolución biológica.
Darwin no estaba seguro de cómo proceder con la carta de Wallace.
Quería dar crédito al descubrimiento de la selección natural por parte de
Wallace, pero no quería renunciar por completo a su descubrimiento
independiente anterior. Finalmente, Sir Charles Lyell y Joseph Hooker
propusieron, con el consentimiento de Darwin, que la carta de Wallace y dos
de los escritos anteriores de Darwin se presentaran en una reunión de la
Sociedad Linneana de Londres. El 1 de julio de 1858, el subsecretario de la
sociedad, George Busk, leyó tres artículos en orden de fecha de redacción:
el resumen abreviado de Darwin de su ensayo de 230 páginas de 1844; un
"resumen de abstracto" que Darwin había escrito al botánico estadounidense
Asa Gray el 5 de septiembre de 1857; y el ensayo de Wallace, "Sobre la
tendencia de las variedades a apartarse indefinidamente del tipo original";
Inestabilidad de las variedades que se supone demuestran la distinción
permanente de las especies'' (1858; ref. 10).
A la reunión asistieron unas 30 personas, entre las que no se encontraban
Darwin ni Wallace. Los artículos generaron poca respuesta y prácticamente
ninguna discusión; su importancia aparentemente perdió para los asistentes.
Tampoco pasó desapercibido para el presidente de la Linnean Society,
Thomas Bell, quien, en su discurso anual de mayo siguiente, declaró
suavemente que el año pasado no había estado animado por "ninguno de
esos sorprendentes descubrimientos que revolucionan a la vez" una rama de
la ciencia.
El descubrimiento independiente de Wallace de la selección natural es
notable. Pero el menor crédito otorgado a Wallace que a Darwin por este
descubrimiento puede no estar fuera de lugar. Wallace no estaba interesado
en explicar el diseño sino más bien en dar cuenta de la evolución de las
especies, como lo indica el título de su artículo: "Sobre la tendencia de las las condiciones siempre cambiantes del ambiente a lo largo del tiempo, y a
variedades a apartarse indefinidamente del tipo original". Wallace pensaba
que la evolución avanza indefinidamente y es progresiva. . Wallace (10)
escribe: “Creemos que hay una tendencia en la naturaleza a la progresión
continua de ciertas clases de variedades cada vez más lejos del tipo original, evidencia de El Origen sobre la evolución biológica es central para la
una progresión a la que no parece haber razón para asignar límites definidos. explicación de Darwin sobre el diseño, porque esta explicación implica que
Esta progresión, a pasos diminutos, en varias direcciones. . .
''
Darwin, por el contrario, no aceptó que la evolución necesariamente
representaría progreso o avance, ni creía que la evolución siempre resultaría ''grandeza'' de su visión: ''Es interesante contemplar una orilla enmarañada,
en un cambio morfológico a lo largo del tiempo; más bien, conocía la
existencia de "fósiles vivientes", organismos que habían permanecido sin
cambios durante millones de años. Por ejemplo, "algunos de los animales
silúricos más antiguos, como el Nautilus, Lingula, etc., no difieren mucho de construidas , tan diferentes entre sí y dependientes unas de otras de manera
las especies vivas" (ref. 1, p. 306). En 1858, Darwin estaba trabajando en un tan compleja, han sido todas producidas por leyes que actúan a nuestro
tratado de varios volúmenes que pretendía titularse "Sobre la selección
natural". El artículo de Wallace estimuló a Darwin a escribir El origen, que
se publicaría al año siguiente. Darwin vio El origen como una versión
abreviada del libro mucho más extenso que había planeado escribir.
La explicación de Darwin sobre el
diseño El enfoque de Darwin en El origen fue la explicación del diseño,
mientras que la evolución desempeñaba el papel subsidiario de evidencia de apoyo. El
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La introducción y los capítulos I a VIII de El origen explican cómo la selección
natural explica las adaptaciones y comportamientos de los organismos, su
"diseño". El argumento ampliado comienza en el capítulo I, donde Darwin
describe la selección exitosa de plantas y animales domésticos y, con
considerable detalle, el éxito de los aficionados a las palomas que buscan
"deportes" exóticos. El éxito de los criadores de plantas y animales manifiesta
cuánto puede lograr la selección aprovechando las variaciones espontáneas
que ocurren en los organismos pero que coinciden con los objetivos de los
criadores. Un deporte (mutación) que aparece por primera vez en un individuo
puede multiplicarse mediante cría selectiva de modo que, después de unas
pocas generaciones, ese deporte quede fijado en una raza o "raza". Las
razas familiares de perros, vacas, gallinas y Las plantas alimenticias se han
obtenido mediante este proceso de selección practicado por personas con
objetivos particulares.
Los capítulos siguientes (II a VIII) de El origen amplían el argumento a las
variaciones propagadas por selección natural en beneficio de los propios
organismos y no por selección artificial de rasgos deseados por los humanos.
Como consecuencia de la selección natural, los organismos exhiben diseño,
es decir, exhiben órganos y funciones adaptativos. Sin embargo, el diseño
de los organismos tal como existen en la naturaleza no es un "diseño
inteligente", impuesto por Dios como Ingeniero Supremo o por los humanos;
más bien, es el resultado de un proceso natural de selección, que promueve
la adaptación de los organismos a sus entornos. Así es como funciona la
selección natural: los individuos que tienen variaciones beneficiosas, es decir,
variaciones que mejoran su probabilidad de supervivencia y reproducción,
dejan más descendientes que los individuos de la misma especie que tienen
variaciones menos beneficiosas. En consecuencia, las variaciones
beneficiosas aumentarán en frecuencia a lo largo de las generaciones; Se
eliminarán de la especie las variaciones menos beneficiosas o perjudiciales.
Con el tiempo, todos los individuos de la especie tendrán las características
beneficiosas; Nuevas características surgirán a lo largo de eones de tiempo.
Los organismos exhiben un diseño complejo, pero no es, en el lenguaje
actual, "complejidad irreductible", que emerge de repente en pleno
florecimiento. Más bien, según la teoría de la selección natural de Darwin, el
diseño ha surgido gradual y acumulativamente, paso a paso, promovido por
el éxito reproductivo de individuos con elaboraciones cada vez más
adaptativas.
De la explicación de Darwin sobre la adaptación se desprende que la
evolución debe ocurrir necesariamente como consecuencia de que los
organismos se adapten a diferentes ambientes en diferentes localidades y a
medida que las variaciones hereditarias se vuelven disponibles en un
momento particular. que mejoren, en ese lugar y en ese momento, las
posibilidades de supervivencia y reproducción de los organismos. La
ocurre la evolución biológica, lo que Darwin por lo tanto busca demostrar en
la mayor parte del resto del libro (ref. 1, Capítulos IX­XIII).
En el último capítulo XIV de El origen, Darwin vuelve al tema dominante
de la adaptación y el diseño. En un elocuente párrafo final, Darwin afirma la
revestida de muchas plantas de muchas clases, con pájaros cantando sobre
los arbustos, con varios insectos revoloteando, y con gusanos arrastrándose
por la tierra húmeda, y para reflexionar que estas formas elaboradamente
alrededor... Así, de la guerra de la naturaleza, del hambre y de la muerte, se
deriva directamente el objeto más exaltado que somos capaces de concebir,
a saber, la producción de los animales superiores. Hay grandeza en esta
visión de la vida, con sus diversos poderes, habiendo sido originalmente
insuflados en unas pocas formas o en una sola; y que, mientras este planeta
ha seguido su ciclo de acuerdo con la ley fija de la gravedad, desde un
comienzo tan simple, se han desarrollado y se están evolucionando infinitas
formas de las más bellas y maravillosas'' (ref. 1, p. 489­490). ; énfasis
añadido).
Ayala
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El origen de Darwin aborda la misma cuestión que Paley: cómo explicar
la configuración adaptativa de los organismos y sus partes, que tan
obviamente están diseñadas para cumplir ciertas funciones.
Darwin sostiene que ocasionalmente aparecen variaciones adaptativas
hereditarias ("variaciones útiles de alguna manera para cada ser"), y que es
probable que aumenten las posibilidades reproductivas de sus portadores.
El éxito de los aficionados a las palomas y de los criadores de animales
muestra claramente la aparición ocasional de variaciones hereditarias útiles.
En la naturaleza, a lo largo de las generaciones, continúa el argumento de
Darwin, las variaciones favorables se conservarán, multiplicarán y
combinarán; los perjudiciales serán eliminados. En un lugar, Darwin afirma:
"No veo límite a este poder [selección natural] al adaptar lenta y bellamente
cada forma a las relaciones más complejas de la vida" (ref. 1, p. 469).
En su Autobiografía, Darwin escribió: “El viejo argumento del diseño en la
naturaleza, tal como lo presentó Paley, que antes me parecía tan concluyente,
cae ahora que se ha descubierto la ley de la selección natural. Ya no
podemos argumentar que, por ejemplo, la hermosa bisagra de una concha
de bivalvo debe haber sido hecha por un ser inteligente, como la bisagra de
una puerta por un hombre'' (11).
Darwin propuso la selección natural principalmente para explicar la
organización o diseño adaptativo de los seres vivos; es un proceso que
preserva y promueve la adaptación. El cambio evolutivo a través del tiempo
y la diversificación evolutiva (multiplicación de especies) a menudo resultan
como subproductos de la selección natural que fomenta la adaptación de los
organismos a su medio.
Sin embargo, el cambio evolutivo no es promovido directamente por la
selección natural y, por tanto, no es su consecuencia necesaria.
De hecho, algunas especies pueden permanecer sin cambios durante largos
períodos de tiempo, como señaló Darwin. Nautilus, Lingula y otros llamados
"fósiles vivientes" son ejemplos de organismos que han permanecido sin
cambios en su apariencia durante millones de años.
Mutación y selección natural La
evolución afecta todos los aspectos de la vida de un organismo: morfología
(forma y estructura), fisiología (función), comportamiento y ecología
(interacción con el medio ambiente). Detrás de estos cambios hay cambios
en los materiales hereditarios. Por tanto, en términos genéticos, la evolución
consiste en cambios en la composición hereditaria de los organismos.
La evolución puede verse como un proceso de dos pasos. Primero, la
variación hereditaria surge por mutación; en segundo lugar, se produce una
selección mediante la cual las variaciones útiles aumentan en frecuencia y
las que son menos útiles o perjudiciales se eliminan a lo largo de las
generaciones. "Útil" y "perjudicial" son términos utilizados por Darwin en su
definición de selección natural. El punto significativo es que los individuos
que tuvieran variaciones útiles "tendrían mayores posibilidades de sobrevivir
y procrear los de su especie" (ref. 1, p. 81). Como consecuencia, las
variaciones útiles aumentan en frecuencia a lo largo de las generaciones, a
expensas de aquellas que son menos útiles o perjudiciales.
El proceso de mutación proporciona a cada generación muchas variaciones
genéticas nuevas, además de las heredadas de generaciones anteriores.
Por tanto, no sorprende ver que, cuando surgen nuevos desafíos ambientales,
las especies sean capaces de adaptarse a ellos. Más de 200 especies de
insectos y roedores, por ejemplo, desarrollaron resistencia al DDT, la
warfarina y otros pesticidas en lugares donde las fumigaciones fueron
intensas. Aunque estos animales nunca antes se habían encontrado con
estos compuestos sintéticos, las mutaciones permitieron a algunos individuos
sobrevivir en su presencia. Estos individuos se reprodujeron y, por lo tanto,
las mutaciones que proporcionaban resistencia aumentaron en frecuencia
a lo largo de las generaciones, de modo que finalmente la población ya no
era susceptible al pesticida. La adaptación se produjo mediante procesos
combinados de mutación y selección natural.
La resistencia de las bacterias y parásitos que causan enfermedades a
los antibióticos y otros medicamentos es una consecuencia del mismo proceso.
Cuando un individuo recibe un antibiótico que mata específicamente las
bacterias que causan una enfermedad (por ejemplo, la tuberculosis), la inmensa hembras suministran la yema del huevo, que proporciona nutrientes al desarrollo.
Ayala
La mayoría de las bacterias mueren, pero una entre varios millones puede
tener una mutación que les proporcione resistencia al antibiótico. Estas
bacterias resistentes sobreviven, se multiplican y se propagan de un individuo
a otro. Con el tiempo, el antibiótico ya no cura la enfermedad en la mayoría
o en todas las personas porque las bacterias son resistentes.
Por eso la medicina moderna trata las enfermedades bacterianas con
cócteles de antibióticos. Si la incidencia de una mutación que confiere
resistencia a un antibiótico determinado es de una entre un millón, la
probabilidad de que una bacteria porte tres mutaciones, cada una de las
cuales confiere resistencia a uno de los tres antibióticos, es de una entre un
quintillón (una entre un millón de millones de millones). Incluso en el pico de
la infección, cuando existen miles de millones o billones de bacterias en una
persona enferma, no es probable, si no del todo imposible, que aparezca
alguna bacteria resistente a los tres antibióticos en cualquier individuo infectado.
La selección natural es mucho más que un proceso "purificador", ya que
es capaz de generar novedad al aumentar la probabilidad de combinaciones
genéticas que de otro modo serían extremadamente improbables. La
selección natural en combinación con la mutación se convierte, a este
respecto, en un proceso creativo. Además, es un proceso que ha estado
ocurriendo durante muchos millones de años en muchos linajes evolutivos
diferentes y en una multitud de especies, cada una de las cuales consta de
un gran número de individuos. La evolución por mutación y selección natural
ha producido la enorme diversidad del mundo viviente con sus maravillosas
adaptaciones.
Varios cientos de millones de generaciones separan a los animales
modernos de los primeros animales del período geológico Cámbrico (hace
542 millones de años). El número de mutaciones que pueden probarse, y las
que eventualmente pueden seleccionarse, en millones de animales
individuales a lo largo de millones de generaciones es difícil de comprender
para una mente humana, pero podemos entender fácilmente que la
acumulación de millones de pequeños cambios funcionalmente ventajosos
podría producir Órganos notablemente complejos y adaptativos, como el ojo.
La selección natural es un proceso incremental que opera a lo largo del
tiempo y produce organismos más capaces de sobrevivir y reproducirse que
otros. Los individuos de una especie dada difieren entre sí en un momento
dado sólo en pequeñas formas; por ejemplo, la diferencia entre bacterias
que tienen o carecen de una enzima capaz de sintetizar el azúcar lactosa o
entre polillas que tienen alas claras u oscuras. Estas diferencias suelen
implicar uno o sólo unos pocos genes, pero pueden marcar la diferencia
entre la supervivencia o la muerte, como en la resistencia al DDT o a los
antibióticos. Consideremos un tipo diferente de ejemplo. Algunos ratones de
bolsillo (Chaetodipus intermedius) viven en afloramientos rocosos de Arizona.
Los ratones de color claro y arenoso se encuentran en hábitats de colores
claros, mientras que los ratones oscuros (melánicos) prevalecen en rocas
oscuras formadas a partir de antiguos flujos de lava basáltica. La combinación
entre el fondo y el color del pelaje protege a los ratones de los depredadores,
aves y mamíferos, que cazan guiados en gran medida por la visión. Las
mutaciones en un solo gen (que codifica el receptor de melanocortina­1,
representado como MC1R) explican la diferencia entre el pelaje claro y el
oscuro (12).
Las adaptaciones que involucran estructuras, funciones o comportamientos
complejos involucran numerosos genes. Muchos mamíferos familiares, pero
no los marsupiales, tienen placenta. Los marsupiales incluyen al familiar
canguro y otros mamíferos nativos principalmente de Australia y América del
Sur. Los perros, gatos, ratones, burros y primates son placentarios. La
placenta permite prolongar el tiempo que el embrión en desarrollo permanece
dentro de la madre y así preparar al recién nacido para una supervivencia
independiente. Sin embargo, la placenta requiere adaptaciones complejas,
como la supresión de interacciones inmunes dañinas entre la madre y el
embrión, el suministro de nutrientes y oxígeno adecuados al embrión y la
eliminación de los desechos embrionarios. La placenta de los mamíferos
evolucionó hace más de 100 millones de años y demostró ser una adaptación
exitosa, contribuyendo a la diversificación explosiva de los mamíferos
placentarios en el Viejo Mundo y América del Norte.
La placenta también ha evolucionado en algunos grupos de peces, como
Poeciliopsis. Algunas especies de Poeciliopsis eclosionan huevos. Las
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taza de pigmento copa óptica simple

mancha de ojo con lente primitiva Ojo complejo
(molusco de concha cortada, (ojo "estenopeico";
pigmento (lapa, rótula) (Murex, un caracol marino) (pulpo)
pleurotomia) Nautilus)

epitelio epitelio lente refractiva

capa de capa de
fotorreceptores cavidad llena
fotorreceptores lente refractiva iris córnea
de agua
(células pigmentarias y células nerviosas)

fibras
nerviosas fibras
óptico
nerviosas
nervio óptico óptico
nervio retina nervio
epitelio epitelio capa de
retina cuerpo vitrioso
fotorreceptores (retina)

Fig. 1. Pasos en la evolución de la complejidad ocular en moluscos vivos. El ojo más simple se encuentra en las lapas (extremo izquierdo), y consta de sólo unas pocas células pigmentadas,
ligeramente modificadas de las típicas células epiteliales (de la piel). Los moluscos de concha rajada (segundos desde la izquierda) tienen un órgano un poco más avanzado, formado por unas
células pigmentadas con forma de copa. El ojo del pulpo (extremo derecho) es bastante complejo, con componentes similares a los del ojo humano, como la córnea, el iris, el cristalino refractivo y la retina.
(Adaptado de ''Evolution, The Theory of''. Por cortesía de Encyclopaedia Britannica, Inc.)

embrión en apertura (como en el pollo). Otras especies de Poeciliopsis, sin embargo, han
desarrollado una placenta a través de la cual la madre proporciona nutrientes al embrión
en desarrollo. La biología molecular ha hecho posible la reconstrucción de la historia
evolutiva de las especies de Poecili opsis. Un resultado sorprendente es que la placenta
evolucionó de forma independiente tres veces en este grupo de peces. Las complejas
adaptaciones necesarias se acumularon en cada caso en 750.000 años (13, 14).
La selección natural produce combinaciones de genes que parecerían muy improbables
porque la selección natural avanza paso a paso durante largos períodos de tiempo.
Consideremos la evolución del ojo en humanos y otros vertebrados. La percepción de la
luz, y más tarde la visión, fueron importantes para la supervivencia y el éxito reproductivo
de sus antepasados, porque la luz solar es una característica predominante del medio
ambiente. En consecuencia, la selección natural favoreció genes y combinaciones de
genes que aumentaron la eficiencia funcional del ojo.
Distinguir el tipo de "diseño" logrado por la selección natural, es decir, las adaptaciones
de los organismos, del tipo de diseño producido por un diseñador inteligente, un ingeniero.
Un ingeniero tiene una idea preconcebida de lo que se supone que debe lograr el
diseño y seleccionará los materiales adecuados y los dispondrá de una manera
preconcebida para que cumpla la función prevista. Por el contrario, la selección natural
no opera según algún plan predeterminado. Es un proceso puramente natural resultante
de las propiedades interactivas de entidades fisicoquímicas y biológicas.
La selección natural es simplemente una consecuencia de la supervivencia y reproducción
diferencial de los seres vivos. Tiene cierta apariencia de finalidad porque está condicionado
por el entorno: qué organismos sobreviven y se reproducen más eficazmente depende
de qué variaciones posean que les sean útiles o beneficiosas en el lugar y en el momento
en que viven.

Estas mutaciones se acumularon gradualmente y con el tiempo dieron lugar al ojo de los
vertebrados, altamente complejo y eficiente.
En los moluscos vivos se puede observar cómo órganos complejos, como el ojo
humano, pueden surgir paso a paso a partir de una estructura muy simple (fig. 1). Los
moluscos (calamares, almejas y caracoles) son un grupo de organismos muy antiguo,
más antiguo que los vertebrados.
Los organismos marinos tienen necesidades visuales variables, según su estilo de vida.
Las lapas tienen el ojo más simple imaginable; solo una mancha en el ojo que consta de
unas pocas células pigmentadas con fibras nerviosas adheridas a ellas. Los moluscos de
concha rajada tienen un órgano un poco más avanzado, formado por unas células
pigmentadas con forma de copa, que les permiten cierta percepción de la dirección de la
luz. Nautilus, un grupo de moluscos de mar abierto que han permanecido prácticamente
sin cambios durante millones de años, tienen una copa extendida y casi cerrada, con una
abertura estenopeica pero sin lente. Los murex, un grupo de caracoles marinos, tienen
ojos con una lente refractiva primitiva protegida por una capa de células de la piel que
actúa como córnea. Los pulpos y los calamares tienen ojos tan complejos como el ojo
humano, con córnea, iris, cristalino refractivo, retina, sustancia vítrea interna, nervio
óptico y músculo.
Diseño sin diseñador La selección
natural que selecciona las mutaciones que surgen espontáneamente es un proceso
creativo porque hace que las mutaciones favorables se combinen y acumulen, produciendo
una gran diversidad de organismos a lo largo de eones de tiempo. Pero hay características
importantes que distinguen
La selección natural no tiene previsión; no anticipa los entornos del futuro. Los cambios
ambientales drásticos pueden introducir obstáculos que son insuperables para los
organismos que antes prosperaban. De hecho, la extinción de especies es un resultado
común del proceso evolutivo. Las especies existentes hoy representan el equilibrio entre
el origen de nuevas especies y su eventual extinción. El inventario disponible de especies
vivas describe casi 2 millones de especies, aunque se estima que existen al menos 10
millones.
Pero sabemos que quizás más del 99% de todas las especies que alguna vez vivieron en
la Tierra se han extinguido.
El aumento de la complejidad no es una consecuencia necesaria de la selección
natural, pero surge ocasionalmente, cuando se favorecen las mutaciones que aumentan
la complejidad frente a las que no lo hacen. Que las mutaciones que aumentan la
complejidad no necesariamente se acumulan con el tiempo es evidente en muchos linajes
evolutivos.
Por ejemplo, los organismos más longevos de la Tierra son las bacterias microscópicas,
que existen continuamente en nuestro planeta desde hace 3.500 millones de años. Sin
embargo, las especies bacterianas modernas no parecen exhibir mayor complejidad que
sus ancestros antiguos. Los organismos más complejos surgieron mucho más tarde, sin
la eliminación de sus parientes más simples. Sin embargo, a lo largo de eones, han
surgido en la Tierra multitud de organismos complejos. Algunos grupos de organismos
complejos aparecieron recientemente (en la escala evolutiva). Los primates aparecieron
en la Tierra hace sólo 50 millones de años; nuestra especie, el Homo sapiens, hace
menos de 200.000 años.

8572www.pnas.orgcgidoi10.1073pnas.0701072104 Ayala
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En la evolución, no existe ninguna entidad o persona que seleccione La selección natural explica el "diseño" de los organismos porque las
combinaciones adaptativas. Estas combinaciones se seleccionan a sí variaciones adaptativas tienden a aumentar la probabilidad de
mismas porque los organismos que las poseen se reproducen más supervivencia y reproducción de sus portadores a expensas de las
eficazmente que aquellos con variaciones menos adaptativas. Por lo variaciones desadaptativas o menos adaptativas. Los argumentos de
tanto, la selección natural no se esfuerza por producir tipos los defensores del diseño inteligente que afirman la increíble
predeterminados de organismos, sino sólo organismos que estén improbabilidad de que acontecimientos fortuitos, como la mutación,
adaptados a sus entornos actuales. Como se señaló, las características expliquen las adaptaciones de los organismos son irrelevantes porque
que se seleccionarán dependen de las variaciones que estén presentes la evolución no está gobernada por mutaciones aleatorias. Más bien,
en un momento dado en un lugar determinado. Esto, a su vez, depende hay un proceso natural (es decir, la selección natural) que no es aleatorio
sino orientado y capaz de generar orden o "crear". Los rasgos que los
del proceso aleatorio de mutación así como de la historia previa de los
organismos adquieren en sus historias evolutivas no son fortuitos sino
organismos (es decir, de la composición genética que tienen como consecuencia de su evolución previa).
que están determinados por su utilidad funcional. a los organismos,
La selección natural es un proceso oportunista. Las variables que diseñados, por así decirlo, para satisfacer sus necesidades vitales.
determinan la dirección en la que procederá la selección natural son el
El azar es, sin embargo, una parte integral del proceso evolutivo. Las
medio ambiente, la constitución preexistente de los organismos y las
mutaciones que producen las variaciones hereditarias disponibles para
mutaciones que surgen al azar. la selección natural surgen al azar. Las mutaciones son eventos
Por lo tanto, la adaptación a un hábitat determinado puede ocurrir de aleatorios o casuales porque (i) son raras excepciones a la fidelidad del
diversas maneras. Por ejemplo, muchas plantas se han adaptado al proceso de replicación del ADN y porque (ii) no hay manera de saber
clima desértico. Su adaptación fundamental es a la condición de qué gen mutará en una célula particular o en un individuo particular. Sin
sequedad, lo que conlleva el peligro de desecación. Durante la mayor embargo, el significado de "aleatorio" más significativo para comprender
parte del año, y a veces durante varios años seguidos, no llueve. Las el proceso evolutivo es (iii) que las mutaciones no están orientadas con
plantas se han adaptado a la escasez de agua de diferentes maneras. respecto a la adaptación; ocurren independientemente de si son
Los cactus han transformado sus hojas en espinas y así evitan la beneficiosos o nocivos para los organismos. Algunos son beneficiosos,
evaporación que se produce en las hojas; En cambio, la fotosíntesis se la mayoría no, y sólo los beneficiosos se incorporan a los organismos
realiza en la superficie del tallo. Además, sus tallos han evolucionado mediante selección natural.
hasta convertirse en estructuras en forma de barril que almacenan una
reserva de agua. Un segundo modo de adaptación ocurre en las plantas La aleatoriedad adaptativa del proceso de mutación (así como los
del desierto que no tienen hojas durante la estación seca, pero después caprichos de otros procesos que entran en juego en el gran teatro de la
de que llueve, brotan en hojas y flores y rápidamente producen semillas. vida) se contrarresta con la selección natural, que preserva lo útil y
Un tercer modo de adaptación es el de las plantas efímeras del desierto, elimina lo dañino. Sin mutaciones hereditarias, la evolución no podría
que germinan a partir de semillas, crecen, florecen y producen semillas, ocurrir porque no habría variaciones que pudieran transmitirse de
todo ello dentro de las pocas semanas del año en que hay agua de lluvia manera diferencial de una generación a otra. Pero sin la selección
disponible; en otras ocasiones, las semillas permanecen inactivas en el suelo.natural, el proceso de mutación produciría desorganización y extinción
porque la mayoría de las mutaciones son desventajosas. La mutación y
Azar y necesidad: la selección natural como proceso creativo El registro la selección han impulsado conjuntamente el maravilloso proceso que,
a partir de organismos microscópicos, ha dado lugar a orquídeas, aves
fósil muestra que la vida ha evolucionado de manera desordenada. Las
y humanos.
radiaciones de algunos grupos de organismos, las expansiones
La teoría de la evolución transmite el azar y la necesidad entrelazados
numéricas y territoriales de otros grupos, la sustitución de algunos tipos
conjuntamente en la materia de la vida; aleatoriedad y determinismo
de organismos por otros, la ocurrencia ocasional pero irregular de
entrelazados en un proceso natural del que han surgido las entidades
tendencias hacia un mayor tamaño u otros tipos de cambios, y la más complejas, diversas y hermosas que conocemos en el universo: los
constante Las extinciones actuales se explican mejor por la selección organismos que pueblan la Tierra, incluidos los humanos que piensan y
natural de organismos sujetos a los caprichos de la mutación genética, aman, dotados de libre albedrío y poderes creativos. , y capaz de
los desafíos ambientales y la historia pasada. analizar el proceso de evolución mismo que los trajo a la existencia.
El relato científico de estos acontecimientos no requiere el recurso a un
Este es el descubrimiento fundamental de Darwin: que hay un proceso
plan predeterminado, ya sea impreso desde el principio o mediante que es creativo aunque no consciente. Y ésta es la revolución conceptual
intervenciones sucesivas de un Diseñador omnisciente y todopoderoso. que completó Darwin: la idea de que el diseño de los organismos vivos
La evolución biológica se diferencia de una pintura o un artefacto en que puede explicarse como resultado de procesos naturales regidos por
no es el resultado de un diseño preconcebido. El diseño de los leyes naturales. Esto no es más que una visión fundamental que ha
organismos no es inteligente sino imperfecto y, en ocasiones, cambiado para siempre la forma en que la humanidad se percibe a sí
francamente disfuncional. misma y su lugar en el universo.

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(Cambridge Univ Press, Cambridge, Reino Unido), 1825 Ed; 2da edición 1830.
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Ayala PNAS 15 de mayo de 2007 vol. 104 suplementario. 1 8573