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El narrador, un inteligente y solitario inglés,

conoce y se muda rápidamente con un


peculiar francés llamado Lupin. Aficionados
ambos a la paz, la soledad y el análisis, se
refugian juntos durante el día y pasean de
noche. Lupin demuestra su agudeza e
inteligencia ante el inglés, adivinando el hilo
de su pensamiento.

1
Poco después, leyendo juntos el periódico
local, se enteran sobre el horrible asesinato de
una anciana y su hija. El periódico les provee
descripciones detalladas sobre las extrañas
circunstancias y los sangrientos ataques,
haciéndoles interesarse por la solución del
terrible crimen. Las condiciones en las que
son encontrados los cuerpos descartan de
inmediato algunas variables y presentan
muchas incógnitas. Siguen con la lectura y
consiguen otras interesantes noticias sin
relación aparente con el crimen de señora
L’Espanaye e hija.

2
El periódico en días posteriores sigue
recogiendo los detalles del crimen, que
ambos amigos siguen con interés. Los
testimonios de los vecinos presentan algunas
similitudes y también algunas
incoherencias. Los interrogatorios a los
vecinos terminaron en algunas pistas. Todos
coincidían en haber escuchado dos voces, una
hablaba en francés y otra en un idioma
ininteligible. Aunque los vecinos eran de
diferentes nacionalidades, ninguno logró
determinar en qué idioma hablaba el segundo
atacante.
3
Ya estaban bastante interesados en el misterio
cuando, además, un conocido de Lupin,
Lebon, es acusado del crimen. Lupin ya había
colaborado con la policía como investigador
y le permiten, junto al inglés, entrar a la
escena del crimen. Después de apenas unas
pocas comprobaciones de los accesos de
entrada a la casa, se despide y se van a casa

4
Lupin le dice al inglés que pronto recibirán la
visita de un implicado en el crimen. Tal como
lo predice, poco tiempo después reciben la
visita de un hombre. El detective había
anunciado en el periódico que había
encontrado un orangután y buscaba el dueño.
El hombre que apareció era el dueño y
aunque estaba implicado en el crimen, no era
el asesino. El culpable era el orangután,
Lupin le dice que sabe que es inocente, pero
que necesita conocer la historia.

5
El hombre cuenta su historia: es un marinero
y trajo consigo el orangután para venderlo.
Pero el simio era incontrolable y violento, se
escapó y terminó entrando a la casa de la
familia L’Espanaye. El hombre lo había
seguido hasta la casa y vio cuando el mono
degolló a la madre y mató a la hija. El
hombre gritó de espanto y los vecinos le
oyeron, por eso huyó, y el mono escapó en
otra dirección. Posteriormente, logró
conseguir al orangután y lo vendió.
Lupin convence al marinero de declarar en la
policía y liberan a Lebon quien era acusado
injustamente.

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