Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CASTIGOS
3. Delitos contra los bienes estatales: uno de ellos era omitir trabajar la tierra
tributaria, dándoles en público tres o cuatro golpes en la espalda; estaba
prohibido ser holgazán y flojo; se penaba la destrucción de un puente con
la pena capital, también el uso de la coca era monopolio del Inca y la
matanza o caza de vicuñas.
Cuestiones Preliminares:
En la Edición del Diario Oficial el peruano del 18 de noviembre del 2008,
específicamente en el suplemento legal del referido, se ha publicado un artículo
denominado “Historia del Derecho Peruano: No hubo Derecho Inca” cuya
autoría se le atribuye al Dr. Francisco José del Solar, abogado por la Pontificia
Universidad Católica del Perú y la Universidad Central de Venezuela, con
estudios de Post grado en Historia y Derecho; en que el mencionado autor de
manera categórica sostiene:
“Desde hace más de quince años estamos en condiciones de afirmar que no
existió el derecho incaico. Sin embargo, aprendices de historiadores jurídicos
siguen repitiendo, irresponsablemente, lo contrario. Ello, ignorando los
adelantos histórico- científicos que se han producido en las investigaciones y
estudios sobre el Estado del Tahuantinsuyo (mal llamado imperio) y con los
cuales se ha elaborado y se viene reescribiendo una nueva historia incaica
(John V. Murra, Giorgo Alberti, Enrique Mayer, NathamWachtel, Karl Polanyi,
María Rostworowski de Diez Canseco, Franklin Pease García-Yrigoyen,
JürgenGolte, Liliana Regalado, Luis Guzmán Palomino, entre otros). Bastante
alejada de lo que nos contaron idílica o críticamente los cronistas y lo que,
fundamentalmente, sirvió a los románticos historiadores embriagados de
historicismo y etnocentrismo, para narrar una historia irreal hasta la década de
1970”.
Del Solar, agrega:
“…no debemos olvidar que escribir sobre historia del Perú, es muy distinto a
escribir sobre historia del derecho peruano. Para lo primero, basta ser
historiador. Para lo segundo, necesariamente, se requiere ser historiador y
abogado”. Es decir, ser como él.
Análisis y aspectos críticos referidos al tema:
Ernest Hemingway (1899-1961) manifestaba que “el secreto de la sabiduría,
del poder y del conocimiento es la humildad”; al parecer el Dr. Del Solar, está
totalmente lejano a dicho precepto; sin embargo, entendiendo que solo Dios y
los imbéciles no se equivocan, respetamos su criterio, pero no lo compartimos.
Considero un honor sentirme dentro del grupo de abogados que estamos
seguros que en el Periodo Incaico si hubo un sistema jurídico propio y que su
organización era propiamente la de un Imperio; si eso me hace un aprendiz de
historia jurídica, pues me honro en serlo, toda vez que los abogados de
convicción, estamos constantemente en el proceso de aprendizaje.
Un imperio (del latín imperium) es un Estado con dominio sobre extensos
territorios dominado por un emperador étnicamente y/o culturalmente,
ejerciendo además un poder hegemónico en cierta área de influencia. También
se denomina imperio al conjunto de los territorios que rige un estado imperial.
Por extensión, "imperio" puede referirse también a la etapa histórica donde un
país tomó esta política o bien a la potencia que ejerce una fuerte influencia
política, económica y cultural.
¿Acaso el Tawantinsuyo, no era propiamente lo manifestado en el párrafo
anterior? ¿Acaso no está fehacientemente comprobado que el Imperio Incaico
fue el estado prehispánico de mayor extensión en América? ¿No es acaso una
falta de respeto del autor del artículo bajo análisis, sesgar y negar la grandeza
imperial de la organización Inca, mucho más a través de una publicación en el
Diario Oficial de la Nación Peruana? Sinceramente ni los más ilustrados
académicos que pudieran publicar o no en “el mercurio” chileno, se atreverían a
hacerlo; es más ni las publicaciones emitidas a través del Convenio Andrés
Bello, como por ejemplo “La enseñanza de la historia: Perú, para la integración
y cultura de la Paz” (Giesecke - Gregor - Polvarani), han negado la naturaleza
imperial de nuestros antepasados; por lo que lo aseverado por del Solar y otros
que coinciden con él, es simple y llanamente un atentado contra nuestra
identidad y defensa nacional, pretendiéndose tener una pose intelectualoide
innovadora, propio del complejo virreinal arraigado en algunos “círculos
académicos”.
El mencionado autor, que por cierto del cual desconozco trabajos académicos
relevantes, concluye que “…no hubo propiamente derecho incaico, empero sí
un conjunto de normas de regulación y control social y económica que bien
pueden constituir un “prederecho” o “derecho primitivo”. En este sentido, los
incas estaban en camino de tener su derecho, como lo habían logrado,
primero, los mesopotámicos y, después, los romanos. Esto, en virtud de que
los pueblos generan su propio derecho, al decir de Von Savigny”.
En pocas palabras, para el Dr. Del Solar en su artículo denominado “Historia
del Derecho Peruano: No hubo Derecho Inca”, en el incanato no hubo derecho,
pero si un prederecho o un derecho primitivo. Sinceramente tanto desde el
titulo hasta la conclusión además de parecerme descabellados, me resultan
contradictorios, máxime si el propio autor no niega que el imperio de los Incas
era un Estado; y señor para sus fines y conocimientos, el Estado, según la
doctrina mundial e incluso dentro de los lineamientos de la “Teoría pura del
Derecho”, es la nación jurídicamente organizada; con el respeto de sus deudos
al mismo Dr. José Antonio Encinas le hubiera vuelto a dar un paro cardiaco, si
hubiera leído el artículo que hoy de manera modesta y con respeto se comenta.
Precisamente el Sr. Dr. José Antonio Encinas manifestaba que el indio se
encontraba descentrado y que, en un régimen de legislación civil y penal, se
confabulaban los rábulas (entiéndase abogados charlatanes) y conquistadores
en la opresión más grande de la historia.
Si bien es cierto que el hecho de que el indígena fue un ente olvidado en los
códigos decimonónicos, así como en los subsecuentes tratados y manuales,
dio lugar a que a partir de inicios del siglo XX los autores volcaran su atención
a esa problemática dando consigo el surgimiento de lo que podría denominarse
un “indigenismo jurídico” producto quizás de las ideas de aquella época (Marx,
Mariátegui, otros), de las repercusiones de la escuela histórica del Derecho que
reivindicaba el pasado de las naciones y las exaltaba (lo que para el Dr. Del
Solar son historiadores embriagados de historicismo y etnocentrismo, para
narrar una historia “irreal” hasta la década de 1970); lo cierto es que
universalmente está concebido que el derecho no solo es norma escrita (norma
positiva) y que siempre en los estados organizados ha existido el derecho
consuetudinario, el mismo que en palabras de la Dra. Teodora Zamudio “… es
considerado como una parte integral de la estructura social y la cultura de un
pueblo…”
Este Derecho Consuetudinario, se refiere pues a un conjunto de normas
legales de tipo tradicional, no escritas ni codificadas, distinto del derecho
positivo vigente en el país, más aún si en el tiempo de los incas no se conoció
la escritura. Esta definición puede implicar que el derecho consuetudinario es
anterior en términos históricos al derecho codificado. Así, el derecho positivo
incluye elementos del derecho consuetudinario anterior, por ejemplo, el de la
época feudal. El derecho consuetudinario se transforma en, o es absorbido por,
el derecho positivo de origen estatal, el cual representaría tan solo una etapa
superior en la evolución del derecho.
Acaso instituciones socialmente aceptadas obligatoriamente en el incario tales
como el servinacuy, autoridades y solución de conflictos, tenencia de la tierra y
régimen sucesorio, pena de muerte, no son manifestaciones propias del
Derecho actual, la única diferencia es que hoy está escrito, en el incario fue
aceptado consuetudinariamente.
Resulta pues innegable, que, en su oportunidad, ese evolucionismo estimulara
la investigación respecto del antiguo orden jurídico. En este punto queda claro
que el producto académico más que ser algo innovador procedía de
información de segunda mano tomadas del manual “Las civilizaciones antiguas
del Perú” de Carlos Wiesse, “Historia de la Conquista” de Prescott y otros.
Carlos Ramos Nuñez en su obra “Historia del Derecho Civil Peruano”, trata
este tema; manifestando que ensayos incanístas encendieron más este
proceso de investigar el orden jurídico incaico; siendo dignos de mencionar
aportes académicos como: “Curso de la historia del Derecho Peruano” (1876)
de Ramón Alzamora, “Ensayo sobre sistema penal incaico” (1915) de Luis
Eguiguren; “Del Ayllu al Imperio” (1916) de Valcárcel, “El matrimonio Incásico”
(1920) de Recaredo Pérez Palma; “Nuestra Comunidad Indígena” o “Del Ayllu
al cooperativismo Socialista” de Hildebrando Castro Pozzo (1924-1936
respectivamente); “El derecho en el imperio de los Incas” (1929) de Enrique
Ramirez Clavero; “El Derecho a través de la evolución cultural del Perú” (1940)
de Agustín Martos Álvarez; incluso en su oportunidad se ha estudiado temas
relativos al derecho internacional, tales como el formulado en 1942 por quien
fuera la primera embajadora del país Dra. Carmela Aguilar Ayaz quien sustentó
su tesis “Manifestaciones del Derecho Internacional en las épocas pre inca e
inca”.
CONCLUSIONES:
Citas:
Historia del Derecho Peruano / Jorge Basadre.
Nueva Crónica y Buen gobierno II/ Poma de Ayala Felipe Huaman