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DERECHO PENAL EN EL IMPERIO INCA

DERECHO PENAL INCA

El estudio de las instituciones penales desde el punto de vista histórico debe


hacerse como el de las instituciones jurídicas en general sin intentar forzar
correlaciones con el Derecho actual.
En el imperio Inca podemos apreciar un predominio del Derecho Penal sobre el
Civil, en muchos casos la penalidad aparece en aglomerada por la religión
(como es el caso de considerar al “cadáver viviente”.
El carácter intimidatorio de la penalidad en el Estado Inca es notorio, la idea de
castigo como protección de los intereses colectivos como señala Huamán
Poma de Ayala: “Así se hacía justicia en esta tierra, donde por temor al castigo
justo, y en vista de los buenos ejemplos, todos eran obedientes al Inca y a su
mandato, no habiendo asesinos pleitistas, ni ladrones, sino todo era verdad,
buena justicia y leyes que se cumplían.” Se trata de proteger el orden
imperante y con ello de proteger a la sociedad.
El Derecho Inca es riguroso por ese carácter de intimidación de la penalidad
por tal motivo la culpa o conciencia del delito adquiere relevancia, la
importancia atribuida a la tentativa, a las circunstancias agravantes y
atenuantes.
La pena durante el Imperio fue monopolio del Estado, con este quedaron
separados los jueces y agraviados, actuándose en nombre del interés
colectivos, con la consiguiente decadencia de la acción personal que antes
predominaba.
El Estado no tomaba en cuenta la existencia de una voluntad propicia por parte
del agraviado. La desfloración de una doncella era penada, aunque hubiese
habido el consentimiento. En el adulterio cuando el marido perdonaba no
dejaba de haber castigo estatal, pero era entonces menor. Se buscaba la
existencia de la culpa psicológica como inspiradora de la trasgresión.
Tampoco fue desconocido el concepto de la reincidencia. El Derecho de los
incas establece una penalidad mayor para la reincidencia en delitos de poca
importancia pues en los delitos mayores se aplicaba la pena capital no dejando
opción claramente a la reincidencia.
También fueron conocidas en esa forma por el Derecho de los Incas de
complicidad de encubrimiento. Se aplicaron además estas ideas se hizo que
los funcionarios negligentes hicieran suyo el delito de sus subordinados y los
padres negligentes los delitos de sus hijos.
En la aplicación de la pena, existía desigualdad ante la ley en el sistema
jurídico Inca, la categoría o clase social del agraviado o del defensor provocaba
la disminución del castigo y diferenciación de jueces y procesos.
Las penas más importantes para los Incas fueron: la de la muerte, los
corporales, las de privación de la libertad las penas económicas y las penas de
honor
La más digna forma de la pena de muerte fue considerada la decapitación, que
se ejecutaba cuando el delincuente era noble. La más frecuente era la horca
(asesinato aborto, adulterio, incesto) y a veces le seguía la incineración del
cadáver (brujería, incendio, soborno de funcionarios), el apedreamiento parece
haber alternado con la horca en ciertos casos. La gran cantidad de
modalidades de la pena capital revela la frecuencia con que debió ser aplicada
y el carácter excepcionalmente severo del Derecho de los Incas.
Los castigos corporales eran el tormento, la flagelación y la paliza y aparecen
como castigos subsidiarios o complementarios junto con la muerte, el destierro
y otros, según Huamán Poma de Ayala los azotes eran la sanción para los
mentirosos, los perjuro, los sucios, los jugadores y los desobedientes o
malcriados.
La privación de la libertad fue el destierro y las penas de la honra el corte del
cabello fue una de sus formas entres los Incas, las amonestaciones públicas a
los nobles. La destitución fue el castigo de los funcionarios incompetente.
Cuando se mandaba la destrucción del cadáver (cuando era quemado, cortado
o dado de comer a las fieras); o con la destrucción sus bienes, ya no era la
persona sino la memoria del delincuente la que resultaba deshonrada.
Las penas pecuniarias por lo general no se aplicaban pues solo se hacía
efectivo con la nobleza que podían tener naturalmente bienes que confiscar,
pero como el pueblo tenía una economía colectiva se aplicaba en forma de
aumento de los impuestos.
La protección a la vida humana llevo al castigo del aborto no por razones
morales sino en nombre de la necesidad de aumentar la población
Jurisdicción si se trataba de delitos muy graves su juzgamiento no fue hecho
por los curacas sino por funcionarios imperiales o por los más elevador señores
regionales. Se creo la responsabilidad de los curacas por las infracciones de
sus subordinados.
Faltaron las ideas de “apelación”, “revisión” o “nueva instrucción “del proceso,
salvo los casos de intervención del Inca. El juzgamiento debió ser público y con
pruebas testimoniales. No hubo abogados. Para aplicar las penas de muerte y
las corporales se asignaron indios que Human Poma llama VERDUGOS, que
eran los ejecutores de la pena capital llevaban insignias especiales
Alcalde de corte y juez llamados ApoUatac - Que llevaban como señal el
Mascapaycha, que era la insignia real del inca. Para estos cargos se elegía
hombres leales, justos y su función era apresar a los señores nobles, llevaban
instrucciones de cómo debían prender y atrae al preso para que sea castigado
y sirva de ejemplo, era sentenciado por decisión del Inca, su consejo Real y
sus pontífices.
Alguacil Mayor llamado ChacnayCamayoc encargados de prender a los
acusados llevaba como señal la Chuspa, bolsa de coca y la ojotas, sandalias
del Inca, así como las instrucciones y mandato del Inca aprobado por el
Consejo Real y por los pontífices, que le daba completa autoridad para apresar,
hacer justicia y ser respetado como juez en todo el reino,
Los Tocricos que tienen a cargo un pueblo o una provincia y el Michoc era el
juez, estos eran encargados de inspeccionar y pedir cuenta de las funciones
desempañadas por las autoridades subalternas.

LUGARES DE CASTIGO INCAS

Existían dos lugares principales de castigo y son

I. PRIMER LUGAR DE CASTIGO: como principal lugar de castigo


tenemos las ZANCAY, prisión o cárcel de los Incas para tener prisionero al
delincuente donde se castigaba a los TRAIDORES y a los que cometían
GRANDES DELITOS. Estaba construido debajo del suelo hecho en forma de
bóvedas muy obscuras donde crían serpientes, leones, tigres, osos, zorros,
perro, lagartos , sapos , águilas , lechuzas , buitres, gatos monteses. Se
castigaban también aquí: Auca: traidor; Suua: ladrón, Uachoc: fornicario;
Hanpioc: curando o hechicero; Incacipcicac: el que insultaba al Inca;
Apuscachac, soberbio. A los autores de estos delitos se les llamaba ATÚN
HUCHAYOC.
Si algunos de estos delincuentes no eran devorados por milagro, se les dejaba
en la cárcel dos días más y si seguían vivos el Inca los mandaba sacar y los
declaraba fuera de toda culpa, siendo perdonados y reivindicados en su honra.

II. SEGUNDO LUGAR DE CASTIGO: Las penas impuestas en las


cárceles de segunda clase, donde se castigaba a los principales y demás
indios, si era necesario, al prisionero se le sometía al tormento que ellos
llamaban CHANCNAY THOCLLAUAN CHIPANAY UILLACONANPAC, que
quiere decir atar de manos y pies con un lazo y torcerle para que confiese, en
seguida imponer la pena correspondiente. A los presos se les proporcionaba su
ración de comida y los servicios necesarios, pero no se les permitía hablar con
nadie.
En estas cárceles de segundo orden de prelación llamadas PINAS, contaban
especialmente con un aposento, para recluir a los príncipes AUQUICONAS, a
los grandes señores, allí se les proporcionaba alimento y tenían comodidades y
servicios especiales, estos si podían recibir visitas.

CASTIGOS

EL TERCER CASTIGO. Se castigaba severamente a las adulteras: si este


delito era cometido con el consentimiento de los dos, la sentencia consistía en
dar muerte ambos a pedradas en sitio que los llamaban Uinpillay lugar de
ejecución. Si forzaba el hombre a la mujer se sentenciaba al hombre a morir y
la mujer recibía doscientos azotes con una soga de las que se utilizaba para
hacer trampas, después era desterrada y encerrada en el deposito de las
monjas ACLLACONAS, para que sirviera toda su vida en dicho lugar,
quedando separada del marido para siempre y afrentada con el sobre nombre
de UACHOC “PECADORA”
Si el adulterio era provocado por la mujer, esta era condenada a muerte y el
hombre a los azotes, siendo desterrado después a las montañas habitadas por
chunchos, con orden de no aparecer más en el lugar. Si fue con el
consentimiento de ambos, morían juntos y no se les enterraba a fin de que
fueran devorados por los buitres, los zorros.

EL CUARTO CASTIGO: Para las doncellas y donceles existían castigos


impuesto a fin de que guardasen muy bien su honra en este reino como prueba
de orden, justicia y buen gobierno, si el hombre forzaba la voluntad de la mujer
o la mujer la del hombre solo era condenado a muerte el forzador y el que se
dejaba forzar era azotado con cincuenta azotes.

EL QUINTO CASTIGO: A los que utilizaban bebidas y ponzoñas que producían


muerte o hacían daño a los hombres, a estos los arrastraban y les daban
muerte en el campo de sangre llamado YAUARPANPAPI con todos los de sus
Ayllu, escapando solos los niños de teta. Los que ejecutaban a los hechiceros y
adúlteros fueron los MAYO INGA, era el TOCRICO quien daba cuenta de la
sentencia y de su cumplimiento así como de todo lo que pasaba dentro de su
jurisdicción.

CASTIGOS DEL INCA: A los privilegiados de estos mandones a partir de la


jerarquía de la Piscapachaca jefe de quinientos, eran condenados a recibir la
penada llamada Hiuaya Rumi, piedra pesada que consistía en soltar de una
altura aproximada de dos varas que se dejaba caer en la espalda de
sentenciado. A los borrachos HAPLLA, pendenciero MACHASCA, ladrón ZUUA
, traidor AUCA O ISCAY SONGO, eran condenados a muerte una vez que se
comprobaba su culpabilidad.

A los mentirosos se les castigaba dándoles 20 azotes, a los perezosos y sucios


eran castigados con 100 azotes después se les obligaba a que se lavasen el
cuerpo y toda esa agua sucia empleada en la limpieza les daban de beber al
mismo culpable. A los jugadores se les castigaba haciéndolos azotar en los
brazos. A los desobedientes, malcriados, eran castigados pellizcándoles las
orejas RINRITA TIPCI.

ANÁLISIS SOCIO-HISTÓRICO GENERAL DEL DERECHO PENAL INCA


DESDE SUS ORÍGENES HASTA LOS INICIOS DE LA ETAPA REPUBLICANA
EN AMÉRICA LATINA

El presente texto aborda algunas nociones generales sobre los antecedentes


históricos del Derecho Penal Inca constituyendo una antesala de próximas
producciones científicas que se constituirán como obras más acabadas y
profundas de la que ahora se presenta. Conocer las tipicidades de los
ordenamientos jurídicos latinoamericanos, así como su evolución histórica es
beber de todo el acervo cultural y político que nos define individualmente como
países y como región. Una mirada al pasado de nuestros principios penales
comunes nos permitirá indiscutiblemente apreciar y comprender mejor el
presente y sobre todo proyectarnos hacia la política futura de nuestro
ordenamiento en medio del proceso reformador latinoamericano

LEGISLACIÓN PENAL DE LOS INCAS.


La organización del Incario da nacimiento a la formación de un gran imperio,
así los Aymaras se basaban en la disposición tribal o de linaje denominaba
Ayllu con la obligación de responder ante un ataque individual o grupal.
Los Incas para gobernarse dividieron su territorio en cuatro: Chinchasuyo,
Collasuyo, Antisuyo y Contisuyo, casi todas las leyes que rigieron en el imperio
incaico, eran de carácter penal aunque se encontraban confundidas con la
moral y religión, fueron hechas para ser cumplidas y ejecutadas fielmente pese
a la represión severa de cualquier infracción delictiva, incluyendo en esta su
normativa jurídico-penal, figuras delictivas que legislaron conductas como la
sodomía y la ociosidad representadas en Ama Sua (no seas ladrón), Ama Kella
(no seas flojo) y Ama Llulla (no seas mentiroso) posteriormente (no seas
asesino, no seas libertino).
La sanción era rigurosa por más que el delito fuese leve, porque castigaba el
haber quebrantado la palabra del Inca que la respetaban como a Dios.
Las culpas eran perseguidas de oficio, fue eliminada la venganza privada
porque los Incas se encontraban sometidos a la jurisdicción central, el perdón
del ofendido tuvo poca significación teniendo presente la situación del autor de
un delito, se reconocieron las agravantes y los casos reincidentes en los delitos
de hurto, embriaguez y mentiras repetidas. Se aplicó el homicidio por adulterio,
pero se castigaba levemente al que mataba a su mujer si ésta fuese adúltera,
se tomaron en cuenta circunstancias en el acto de la comisión delictual, el
encubrimiento también era penado en los casos de responsabilidad como la
violación de una esposa del Sol el culpable era descuartizado y arrastrado,
igualmente sufrían quienes se levantaban contra el poder real. La ley no se
aplicaba del mismo modo a un hombre común que a un orejón o a un amauta,
la nobleza disfrutaba la pena de muerte por decapitación considerada ésta
“más honrosa que otras formas de ejecución”.
El arbitrio judicial estaba prohibido, el juez tenía que aplicar la ley bajo pena de
muerte.
Entre las principales figuras delictivas están:
1. Delitos contra el Estado: el más grave fue el levantamiento contra el poder
real del Inca, su mujer y primogénito, el pueblo era arrasado, los cabecillas
eran lapidados por la espalda, despellejados y descuartizados; la violación
de un ayllu tenía como castigo la pena capital; la deserción en tiempo de
guerra era también sancionada con la pena de muerte por haber
traicionado y abandonado a sus compañeros.

2. Delitos contra la Administración: en especial el de la justicia con la


obligación de llevar informes periódicamente. Eran súper vigilados por
veedores y pesquisidores y ante la omisión inmediatamente destituidos de
sus cargos; la desobediencia de los curacas fue castigada con la muerte y
en casos leves les daban azotes en la espalda.

3. Delitos contra los bienes estatales: uno de ellos era omitir trabajar la tierra
tributaria, dándoles en público tres o cuatro golpes en la espalda; estaba
prohibido ser holgazán y flojo; se penaba la destrucción de un puente con
la pena capital, también el uso de la coca era monopolio del Inca y la
matanza o caza de vicuñas.

4. Delitos contra la fe pública: quienes implantaban títulos eran condenados


dejándoles caer una piedra de dos baras de alto sobre sus espaldas; el
perjurio debía ser castigado con chicotes especiales hasta arrancarles las
entrañas; la brujería y hechicería se reprimió cruelmente llevándolos hasta
el Cuzco donde se encontraba el Rey y allí les daban sentencia.
5. Delitos contra las personas: El homicidio debía escarmentarse con la
muerte; a quien cometía parricidio (dar muerte a sus abuelos o hijos);
regicidio (matar al rey, reina y herederos); le arrastraban y asaetaban
derrumbando su casa, perjudicando hasta la cuarta generación; el uxorcidio
(matar a la mujer) les imponían el ahorcamiento, del mismo modo a quien
mataba a los niños; en cuanto a las lesiones en riña o pelea cuando el
ofendido no pudiese trabajar, se le recompensaba con el sustento de su
hacienda y quien abortare o hiciere abortar moría ahorcado o apedreado.

6. Delitos contra las buenas costumbres: especialmente contra la familia y el


honor sexual la monogamia era obligatoria y la poligamia sancionada
prohibiendo distintas clases de incesto entre hijos, hermanos, tíos y primos
hasta el segundo grado, si lo hacían los miembros de la corte del Inca
tenían muerte inmediata; no podía existir violación, estupro, incesto,
adulterio y desfloración.

7. Delitos contra la propiedad: fueron escasos, si el ladrón obró con malicia


era castigado, pero si obró por necesidad no se imponían penas severas
solo cuando se apropiaron cosas de la realeza. En cuanto a la pena,
siguiendo el ejemplo de FERNANDO VILLAMOR LUCIA observamos los
castigos severos de esta época.

8. De muerte: pon ahorcamientos (homicidio, aborto, incesto adulterio,


proxenetismo, sodomía, bestialismo, hurto grave y reincidencia);
decapitación (a los miembros de la nobleza); despeñamiento o
ahorcamiento (violación, asesinato a niños); entierro (al quebrantar el voto
de castidad), arrastramiento (en deshonores cuando había asesinato de un
miembro de la familia real o sacerdotes, el cadáver era descuartizado).

9. Penas Corporales: lapidación (para estupro, delitos menores, incesto y


adulterio); apaleamiento (en hurtos o desobediencia a un curaca), reclusión
perpetua y trabajos forzados (a quienes cometían adulterio).

10. Penas infamantes: Corte de cabello en varones y falso testimonio en


mujeres.

11. Penas pecuniarias: en cuanto a éstas no existieron en el Incario, ni


tampoco la confiscación de bienes. La ley fue considerada de carácter
divino y su violación un sacrilegio. Concluimos la historia del Incario con la
muerte del último de sus Monarcas el año 1533.

El Derecho Penal en el Tahuantinsuyo


En el incanato, las normas jurídicas se presentan fusionadas con las normas
morales y de convivencia social.
Características
Las características del derecho penal en el Tahuantinsuyo fueron las
siguientes:
 Público: sólo el estado fijaba los delitos y las penas; éstas eran aplicadas a
través de los funcionarios llamados Ttocritus o gobernadores de Provincia.
 General: regía en todo el Tawantinsuyu y para toda la población.
 Política: sirvió para proteger el orden establecido por el estado incaico y
garantizaba el mantenimiento en el poder a las Panacas de los Incas.
 Proceso Oral: la autoridad escuchaba al inculpado y a los testigos en el
mismo lugar del incidente y luego sancionaba.
 Desigualdad ante la ley: es decir los castigos variaban de acuerdo a la
clase social a la que pertenecía el que había cometido el delito. Así, si el
delincuente pertenecía a la clase dominante la pena era menor.

EL DERECHO INCAICO: UNA APROXIMACIÓN CONCRETA

Cuestiones Preliminares:
En la Edición del Diario Oficial el peruano del 18 de noviembre del 2008,
específicamente en el suplemento legal del referido, se ha publicado un artículo
denominado “Historia del Derecho Peruano: No hubo Derecho Inca” cuya
autoría se le atribuye al Dr. Francisco José del Solar, abogado por la Pontificia
Universidad Católica del Perú y la Universidad Central de Venezuela, con
estudios de Post grado en Historia y Derecho; en que el mencionado autor de
manera categórica sostiene:
“Desde hace más de quince años estamos en condiciones de afirmar que no
existió el derecho incaico. Sin embargo, aprendices de historiadores jurídicos
siguen repitiendo, irresponsablemente, lo contrario. Ello, ignorando los
adelantos histórico- científicos que se han producido en las investigaciones y
estudios sobre el Estado del Tahuantinsuyo (mal llamado imperio) y con los
cuales se ha elaborado y se viene reescribiendo una nueva historia incaica
(John V. Murra, Giorgo Alberti, Enrique Mayer, NathamWachtel, Karl Polanyi,
María Rostworowski de Diez Canseco, Franklin Pease García-Yrigoyen,
JürgenGolte, Liliana Regalado, Luis Guzmán Palomino, entre otros). Bastante
alejada de lo que nos contaron idílica o críticamente los cronistas y lo que,
fundamentalmente, sirvió a los románticos historiadores embriagados de
historicismo y etnocentrismo, para narrar una historia irreal hasta la década de
1970”.
Del Solar, agrega:
“…no debemos olvidar que escribir sobre historia del Perú, es muy distinto a
escribir sobre historia del derecho peruano. Para lo primero, basta ser
historiador. Para lo segundo, necesariamente, se requiere ser historiador y
abogado”. Es decir, ser como él.
Análisis y aspectos críticos referidos al tema:
Ernest Hemingway (1899-1961) manifestaba que “el secreto de la sabiduría,
del poder y del conocimiento es la humildad”; al parecer el Dr. Del Solar, está
totalmente lejano a dicho precepto; sin embargo, entendiendo que solo Dios y
los imbéciles no se equivocan, respetamos su criterio, pero no lo compartimos.
Considero un honor sentirme dentro del grupo de abogados que estamos
seguros que en el Periodo Incaico si hubo un sistema jurídico propio y que su
organización era propiamente la de un Imperio; si eso me hace un aprendiz de
historia jurídica, pues me honro en serlo, toda vez que los abogados de
convicción, estamos constantemente en el proceso de aprendizaje.
Un imperio (del latín imperium) es un Estado con dominio sobre extensos
territorios dominado por un emperador étnicamente y/o culturalmente,
ejerciendo además un poder hegemónico en cierta área de influencia. También
se denomina imperio al conjunto de los territorios que rige un estado imperial.
Por extensión, "imperio" puede referirse también a la etapa histórica donde un
país tomó esta política o bien a la potencia que ejerce una fuerte influencia
política, económica y cultural.
¿Acaso el Tawantinsuyo, no era propiamente lo manifestado en el párrafo
anterior? ¿Acaso no está fehacientemente comprobado que el Imperio Incaico
fue el estado prehispánico de mayor extensión en América? ¿No es acaso una
falta de respeto del autor del artículo bajo análisis, sesgar y negar la grandeza
imperial de la organización Inca, mucho más a través de una publicación en el
Diario Oficial de la Nación Peruana? Sinceramente ni los más ilustrados
académicos que pudieran publicar o no en “el mercurio” chileno, se atreverían a
hacerlo; es más ni las publicaciones emitidas a través del Convenio Andrés
Bello, como por ejemplo “La enseñanza de la historia: Perú, para la integración
y cultura de la Paz” (Giesecke - Gregor - Polvarani), han negado la naturaleza
imperial de nuestros antepasados; por lo que lo aseverado por del Solar y otros
que coinciden con él, es simple y llanamente un atentado contra nuestra
identidad y defensa nacional, pretendiéndose tener una pose intelectualoide
innovadora, propio del complejo virreinal arraigado en algunos “círculos
académicos”.
El mencionado autor, que por cierto del cual desconozco trabajos académicos
relevantes, concluye que “…no hubo propiamente derecho incaico, empero sí
un conjunto de normas de regulación y control social y económica que bien
pueden constituir un “prederecho” o “derecho primitivo”. En este sentido, los
incas estaban en camino de tener su derecho, como lo habían logrado,
primero, los mesopotámicos y, después, los romanos. Esto, en virtud de que
los pueblos generan su propio derecho, al decir de Von Savigny”.
En pocas palabras, para el Dr. Del Solar en su artículo denominado “Historia
del Derecho Peruano: No hubo Derecho Inca”, en el incanato no hubo derecho,
pero si un prederecho o un derecho primitivo. Sinceramente tanto desde el
titulo hasta la conclusión además de parecerme descabellados, me resultan
contradictorios, máxime si el propio autor no niega que el imperio de los Incas
era un Estado; y señor para sus fines y conocimientos, el Estado, según la
doctrina mundial e incluso dentro de los lineamientos de la “Teoría pura del
Derecho”, es la nación jurídicamente organizada; con el respeto de sus deudos
al mismo Dr. José Antonio Encinas le hubiera vuelto a dar un paro cardiaco, si
hubiera leído el artículo que hoy de manera modesta y con respeto se comenta.
Precisamente el Sr. Dr. José Antonio Encinas manifestaba que el indio se
encontraba descentrado y que, en un régimen de legislación civil y penal, se
confabulaban los rábulas (entiéndase abogados charlatanes) y conquistadores
en la opresión más grande de la historia.
Si bien es cierto que el hecho de que el indígena fue un ente olvidado en los
códigos decimonónicos, así como en los subsecuentes tratados y manuales,
dio lugar a que a partir de inicios del siglo XX los autores volcaran su atención
a esa problemática dando consigo el surgimiento de lo que podría denominarse
un “indigenismo jurídico” producto quizás de las ideas de aquella época (Marx,
Mariátegui, otros), de las repercusiones de la escuela histórica del Derecho que
reivindicaba el pasado de las naciones y las exaltaba (lo que para el Dr. Del
Solar son historiadores embriagados de historicismo y etnocentrismo, para
narrar una historia “irreal” hasta la década de 1970); lo cierto es que
universalmente está concebido que el derecho no solo es norma escrita (norma
positiva) y que siempre en los estados organizados ha existido el derecho
consuetudinario, el mismo que en palabras de la Dra. Teodora Zamudio “… es
considerado como una parte integral de la estructura social y la cultura de un
pueblo…”
Este Derecho Consuetudinario, se refiere pues a un conjunto de normas
legales de tipo tradicional, no escritas ni codificadas, distinto del derecho
positivo vigente en el país, más aún si en el tiempo de los incas no se conoció
la escritura. Esta definición puede implicar que el derecho consuetudinario es
anterior en términos históricos al derecho codificado. Así, el derecho positivo
incluye elementos del derecho consuetudinario anterior, por ejemplo, el de la
época feudal. El derecho consuetudinario se transforma en, o es absorbido por,
el derecho positivo de origen estatal, el cual representaría tan solo una etapa
superior en la evolución del derecho.
Acaso instituciones socialmente aceptadas obligatoriamente en el incario tales
como el servinacuy, autoridades y solución de conflictos, tenencia de la tierra y
régimen sucesorio, pena de muerte, no son manifestaciones propias del
Derecho actual, la única diferencia es que hoy está escrito, en el incario fue
aceptado consuetudinariamente.
Resulta pues innegable, que, en su oportunidad, ese evolucionismo estimulara
la investigación respecto del antiguo orden jurídico. En este punto queda claro
que el producto académico más que ser algo innovador procedía de
información de segunda mano tomadas del manual “Las civilizaciones antiguas
del Perú” de Carlos Wiesse, “Historia de la Conquista” de Prescott y otros.
Carlos Ramos Nuñez en su obra “Historia del Derecho Civil Peruano”, trata
este tema; manifestando que ensayos incanístas encendieron más este
proceso de investigar el orden jurídico incaico; siendo dignos de mencionar
aportes académicos como: “Curso de la historia del Derecho Peruano” (1876)
de Ramón Alzamora, “Ensayo sobre sistema penal incaico” (1915) de Luis
Eguiguren; “Del Ayllu al Imperio” (1916) de Valcárcel, “El matrimonio Incásico”
(1920) de Recaredo Pérez Palma; “Nuestra Comunidad Indígena” o “Del Ayllu
al cooperativismo Socialista” de Hildebrando Castro Pozzo (1924-1936
respectivamente); “El derecho en el imperio de los Incas” (1929) de Enrique
Ramirez Clavero; “El Derecho a través de la evolución cultural del Perú” (1940)
de Agustín Martos Álvarez; incluso en su oportunidad se ha estudiado temas
relativos al derecho internacional, tales como el formulado en 1942 por quien
fuera la primera embajadora del país Dra. Carmela Aguilar Ayaz quien sustentó
su tesis “Manifestaciones del Derecho Internacional en las épocas pre inca e
inca”.
CONCLUSIONES:

 Podemos decir que lo legal o jurídico, en sociedades que se manejan de


acuerdo al derecho consuetudinario, consiste en normas generales de
comportamiento público; mantenimiento del orden interno; definición de
derechos y obligaciones de los miembros; reglamentación sobre el
acceso a, y la distribución de, recursos escasos (agua, tierras, etc.);
reglamentación sobre transmisión e intercambio de bienes y servicios
( herencia, trabajo, etc.); definición y tipificación de delitos,
distinguiéndose generalmente los delitos contra otros individuos y los
delitos contra la comunidad o el bien público; sanción a la conducta
delictiva de los individuos; manejo, control y solución de conflictos y
disputas; definición de los cargos y las funciones de la autoridades
pública.

 El derecho consuetudinario de los incas merece particular atención


porque está estrechamente vinculado a otros fenómenos de la cultura y
de la identidad étnica, tales como la estructura familiar, social y religiosa
de la comunidad, de la lengua y los valores culturales propios de la
etnia. La vigencia del derecho consuetudinario incaico constituye uno de
los elementos indispensables para la preservación y reproducción de su
cultura y, por el contrario, su desaparición constituye, a su vez, a la
asimilación y al etnocidio de los pueblos indígenas.
.

Citas:
Historia del Derecho Peruano / Jorge Basadre.
Nueva Crónica y Buen gobierno II/ Poma de Ayala Felipe Huaman

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