Los artistas del Paleolítico posiblemente no trataban de conseguir una descripción exacta de la

fauna, sino escogían sus temas por razones culturales, rituales o religiosas que hasta ahora
desconocemos. Por ejemplo, antes existía la idea de que posiblemente representaron a estos
animales porque tenía relación con el consumo o dieta de los pobladores, pero fue descartada
ya que no cumplía para todos. No explicaría la pintura de la pantera y la hiena, y mucho menos
el número de rinocerontes que se encuentran en la cueva de Chauvet que es mucho mayor a
comparación de otras cuevas. Para entender estas cuestiones es necesario abarcar la siguiente
pregunta ¿Qué es el arte paleolítico?

Nos referimos al arte más antiguo de la humanidad en la que el hombre paleolítico expresa o
manifiesta sus ideas o cosmovisiones del mundo a través de los dibujos, pinturas o grabados
realizados en rocas, pero especialmente en las cuevas. Una mejor forma de entender al arte
rupestre paleolítico es mirándolo de forma general como simbolismo paleolítico. Por lo que
nuevamente nos hacemos la pregunta ¿Qué es el arte rupestre paleolítico? Es parte de un
universo gráfico y simbólico que acompaña a las poblaciones humanas durante prácticamente
todo el Pleistoceno superior (es un periodo largo abarca alrededor de 150.000 años).

Cada pintura, dibujo o grabado plasmado en las cuevas son elementos que tienen una cierta
carga de simbolismo y que forman parte del universo simbólico del hombre paleolítico. Es
decir, la representación gráfica o el simbolismo gráfico representa y comunica una información
más allá de las propiedades físicas del objeto representado. Por lo que su interpretación no es
inequívoca, para un mismo dibujo puede tener significados diferentes. Es indudable que este
arte tenía un sentido o motivo social, cultural y religioso, de qué manera y qué exactamente no
lo sabemos. Para ello se han elaborado varias hipótesis: el arte por el arte, la caza mágica, el
totemismo, el estructuralismo, el chamanismo y territorios e identidades.

El arte rupestre paleolítico no es algo lejano a nosotros. Es decir, independientemente de la

interpretación que hagamos hay constantes, hay formas de enfocarlo que no son tan
diferentes a nosotros. El arte paleolítico desde su simbología o interpretación, es una cosa
continua, cercana a nosotros. Por ejemplo, la creación de símbolos es una constante en
nosotros para identificarnos de alguna manera entre nosotros, que detrás de todo eso hay un
sentimiento de identidad, de cohesión y a veces de desvinculación con lo otro, ya que solo
creamos símbolos cuando nos sentimos que tenemos que individualizarnos o diferenciarnos
del resto. La constante de nuestra conducta simbólica o gráfica, nuestro lenguaje gráfico que
hasta ahora observamos en la actualidad.

Nosotros creamos elementos artificiales con la finalidad de conectarnos y comunicarnos con

nuestro entorno, que va más allá de lo material. Es decir, detrás de todos los artificios se
empieza a construir un lenguaje por lo que detrás del arte hay un mensaje, hay precisamente
un lenguaje, algo que se transmite, algo nos quiere decir está pintura. Esta pintura
posiblemente fue el antecedente de la propia lengua oral y obviamente de la escritura. El uso
de este arte como forma de expresión se desarrolló en gran parte del mundo, por lo que el
arte paleolítico es algo universal, no es propio del continente europeo.

Y finalmente para terminar, habrá un progreso en el conocimiento de este arte, pero nunca se
llegará a tener una visión completa de las culturas que evolucionaron durante más de 25.000
años. Por lo tanto, el principal objetivo debe ser conservar estos yacimientos, ya que en un
futuro posiblemente se podrá obtener nueva información gracias a nuevos enfoques, modelos
explicativos y técnicas.