Está en la página 1de 22

SEMINARIO TEOLÓGICO CENTROAMERICANO

ACERCAMIENTO A LA INJUSTICIA SOCIAL


DESDE EL PROFETA AMÓS

Monografía
presentada en cumplimiento parcial de los requisitos de la materia
Angelología, Antropología y Hamartiología

Esleiter Barillas
Saúl Ruiz Ramírez

22 de Junio de 2021
ACERCAMIENTO A LA INJUSTICIA SOCIAL
DESDE EL PROFETA AMÓS

Una de las labores más importantes de los profetas veterotestamentarios

fue denunciar las injusticias sociales. Esta faceta ha sido inspiradora para varios

movimientos a través de la historia que han luchado por la justicia y la equidad. A través

de esta investigación se pretende conocer la perspectiva de la “injusticia social” desde el

profeta Amós y cómo esta se contrapone con una vida religiosa y el carácter justo de

Dios. En primera instancia, se conocerán los elementos más relevantes del autor y el

contexto cultural, económico y político del Reino del Norte. Posteriormente, a manera de

síntesis, se evaluarán tres secciones del libro que darán una mejor comprensión del

concepto de injusticia. En tercera instancia, se presentará la perspectiva de Amós acerca

de la “justicia “ y, por último, se tratará cómo la corrupción es una muestra de injusticia

social y la labor de la iglesia ante tal situación.

Contexto histórico

El autor

Más allá de lo que él dice sobre sí mismo se conoce poco acerca de este profeta.

El autor lo identifica como uno de los pastores de Tecoa (1:1), y Amós se refiere a sí

mismo como cultivador de sicómoros (7:14).1 Tecoa estaba situada a unas diez millas al

1
No se ofrecen detalles respecto a su familia o la edad que este tenía cuando profetizó, ni cuánto
tiempo vivió. Algunos autores sostienen que la calidad del lenguaje del libro y su conocimiento de la
política y la historia dan la impresión de que era una persona pudiente y educada. Véase Daniel Carroll,
“Amós” en Comentario bíblico contemporáneo, ed. René Padilla (Buenos Aires: Certeza Unida, 2015), 7.
Así mismo, se piensa que Amós, debido a sus oficios, pudo haberse caracterizado por viajar demasiado.
Esto debido a que los registros indican que los sicómoros no crecían en ninguna parte de Tecoa, ya que esta
aldea se encuentra a más de dos mil pies sobre el nivel del mar y estos árboles crecen en tierras más bajas
del valle del Jordán y en las orillas del Mar Muerto y del Mediterráneo. Véase Peter C. Craigie "Amos the
nöqed in the Light of Ugaritic" Studies in Religion 11 (1982): 29-33.
2

sur de Jerusalén y a seis millas al sur de Belén, en Judá.2 Por lo tanto, Amós era un

ciudadano del reino del sur enviado a profetizar al reino del Norte, Israel (1:1). Él no se

consideraba a sí mismo como un profeta ni se relacionaba con ningún grupo profético

(7:14).3 El consenso general de los estudiosos del AT sitúa su ministerio profético entre

los años 760-750 a. de C.4 El prólogo del libro indica que en este periodo Jeroboam II era

rey de Israel y Uzías rey de Judá. Así mismo, Amós posiciona el inicio de su profetismo

dos años antes del terremoto. Walton menciona que las zonas de Israel y Judá son

propensas a constantes desplazamientos de tierra, y que hay evidencias arqueológicas que

arrojan certeza de un gran terremoto en el 760 a. de C., o cerca de esas fechas5

Estructura y mensaje del libro

La predicación de Amós ha sido inspiradora para muchos movimientos de justicia

social. Su mensaje fue dirigido especialmente contra las clases altas y sacerdotales de

Samaria y Bethel. Durante esta época, Israel se encontraba en medio de un engañoso

período de prosperidad y poderío militar.6 Los israelitas suponían que Dios estaba de su

lado y que los buenos tiempos no terminarían nunca. La crueldad con los pobres, la

arrogancia religiosa y una confianza ilimitada en el poder de sus fortificaciones

2
Jeff Niehaus, “Amos” en The Minor Prophets An Exegetical and Expository Commentary, ed.
Thomas Edward McComiskey (Grand Rapids: Baker Book, 1992), 1:315.
3
Amós afirma no ser hijo de profetas. Los “hijos de los profetas” eran miembros de la cofradía
profética, en la que se entrenaban para ser profetas profesionales. En los días de Elías y Eliseo,
aparentemente se los tenía en alta estima (ver 2 R. 2.3,15s.); pero también existían profetas profesionales
que, junto con sus discípulos, se prostituían en el ejercicio de sus servicios, diciendo lo que los gobernantes
deseaban oír (ver 1R. 22.6-23). Sin juzgar el oficio profético, Amós simplemente decía que no había sido
profeta, pero que un día Dios lo llamó a profetizar al reino del Norte. William Sanford, David Allan,
Frederic Bush, Panorama del Antiguo Testamento: Mensaje, forma y trasfondo del Antiguo Testamento
(Grand Rapids: Nueva Creación/Eerdmans, 1995), 314.
4
José Luis Sicre, Introducción al Antiguo Testamento (Navarra: Verbo Divino, 2012), 282.
5
John H. Walton, Victor H. Matthews, Mark W. Chavalas, Comentario del contexto cultural de la
Biblia: Antiguo Testamento, trad. Nelda Bedfor et al (El Paso: Mundo Hispano, 2004), 871.
6
Duane A. Garret, Amos A Handbook on the Hebrew Text (Waco: Baylor University Press, 2008),
1.
3

caracterizaban a las altas esferas de la sociedad.7 Las principales contribuciones

teológicas de Amós son la censura intransigente de la injusticia social prevaleciente en la

sociedad israelita en el siglo VIII a. de C., junto con la amenaza de un severo castigo

divino.8 La mayoría de los comentaristas dividen el libro en tres secciones importantes: 1)

oráculos contra las naciones (1:3-2:16); 2) juicios de advertencia (3-6); 3) cinco visiones

de castigo y esperanza futura de restauración (7-9).

La primera sección contiene una serie de oráculos que amenazan a los vecinos de

Israel con un castigo divino por sus atroces crímenes de guerra (1: 3–2: 5). Sin embargo,

la serie finalmente culmina en un discurso de juicio contra Israel (2: 6–16).9 De esta

manera, el profeta señalará a Israel como el principal objetivo del castigo divino, que a su

vez será una respuesta de parte de Yahvé en favor de los débiles y marginados que son

oprimidos por el pueblo. En este sentido, la nación ha roto el pacto con Yahvé y por eso

son dignos de juicio.

La segunda sección contiene juicios de advertencia, Daniel Carroll menciona que

van dirigidos especialmente a las ciudades de Samaria y Bethel, la capital y el lugar del

santuario principal.10 Aquí el profeta registra cinco discursos. El primer discurso (cap. 3)

es introducido por la frase “Oigan, Israelitas” (NVI). El segundo (cap. 4) y el tercer

discurso (cap. 5:1-17), también son introducidos por esta frase. Mientras que, el cuarto

(cap. 5:18-27) y quinto discurso (cap. 6), son introducidos por la frase “Ay de los que”

(NVI). De esta manera, el profeta señala la decisión de parte de Yahvé de castigar al

pueblo por la injusticia que prevalece en la sociedad.


7
Ibíd.
8
Karl Möller, “Amos” en Theological Interpretation of the Old Testament, eds. Kevin J.
Vanhoozer, Craig Bartholomew, Daniel J. Treier (Grand Rapids: Baker Book, 2008), 256.
9
Ibíd., 259.
10
Daniel Carroll, “Amós” en Comentario bíblico contemporáneo, ed. René Padilla (Buenos Aires:
Certeza Unida, 2015), 11.
4

La tercera sección se compone de cinco visiones de juicio y ya no de advertencia.

En las primeras dos visiones (7:1-3; 4-6) Yahvé le muestra a Amós lo que sucederá, pero

él interviene como mediador en favor del Pueblo y Dios determina que lo visto por el

profeta “no va a suceder”. Sin embargo, en las siguientes visiones (7:7-9; 8:1-2; 9:1-4),

Yahvé muestra su indisposición a perdonarlos y afirma que el castigo es inminente y que

nadie puede escapar de él. No obstante, el libro concluye con la esperanza de la

restauración final (9:11-15).11

Oráculos contra las naciones 1:3-2:16

El libro introduce el mensaje del profeta a través de ocho oráculos, seis de ellos

son contra las naciones circunvecinas de Israel y, las últimas dos, son para Judá e Israel:

Damasco (1:3-5); Gaza (1:6-8); Tiro (1:9-10); Edom (1:11-12); Amón (1:13-15); Moab

(2:1-3); Judá (2:4-5) e, Israel (2:6-16). Para Garret, el propósito de Amós al enlistar los

oráculos de esta manera, es atrapar retóricamente a los Israelitas al comenzar con las

naciones gentiles y acercarse de manera progresiva al objeto principal de sus denuncias,

Israel y su capital, Samaria.12 Los juicios hacia las naciones vecinas de Israel son por

crímenes de guerra y por su violencia extrema. Mientras que a Judá se le juzga por

11
En este punto radica uno de los principales problemas de la reconstrucción del mensaje de los
profetas. Aun suponiendo que el Amós histórico considerase el castigo algo inevitable, los redactores
finales del libro pensaban que la última palabra de Dios era de perdón y salvación para el pueblo de Israel,
dejándolo claro en el añadido final (9,14-15). Sicre, Introducción, 288.
12
Garret, Amos, 18. Al escuchar cada juicio pronunciado sobre sus vecinos, sin duda habrían
respondido con un cordial "¡Amén!", estando de acuerdo con lo apropiado del juicio sobre sus enemigos.
Incluso Judá era un enemigo, y habrían estado a favor del juicio sobre sus parientes del sur. Sin embargo,
después de proclamar el juicio sobre los vecinos que rodean a Israel, Yahvé se concentra en el principal
culpable: el propio Israel. En este punto, el coro de "¡Amén!" sin duda cesará cuando Yahvé dirija su
oráculo de juicio principal a Israel. En esencia, al incluirlos en la lista de naciones extranjeras que deben ser
juzgadas, Yahvé está tratando a Israel como una nación extranjera. J. Daniel Hays, The Message of the
Prophets: a survey of the prophetic and apocalyptic books of the Old Testament, ed. Tremper Longman III
(Grand Rapids: Zondervan, 2010, Versión Logos).
5

menospreciar la ley de Yahvé y no obedecer sus mandamientos (2:4). Esta sección de la

investigación solo se enfocará en el oráculo contra Israel (2:6-16).

Este oráculo se puede dividir en tres partes. La primera es una serie de

acusaciones en las que se detalla la injusticia de Israel como nación (2:6-8); la segunda es

una remembranza histórica de los hechos de Yahvé a favor de los israelitas (2:9-12); la

tercera es una sentencia hacia Israel, en la cual se describe la derrota del ejército Israelita

y la inminente destrucción que se aproxima hacia el reino como consecuencia de sus

injusticias (2:13-16). La sección de acusaciones comienza con la frase “por tres pecados

de Israel, y por el cuarto” (2:6a RV60). Esta frase no tiene la intención de enumerar los

pecados de Israel, sino que, como Hays señala, esta expresión es simplemente una forma

poética de decir "Esta gente ha cometido numerosos pecados".13 Este tipo de retórica

tiene la intención de señalar la gravedad de sus numerosos delitos.

La primera acusación es: venden al justo por monedas, y al necesitado, por un par

de sandalias (2:6b NVI). Amós acusa a la nación de “vender al justo”, Hays propone que

hay tres posibles interpretaciones de esta frase:

(1) Es [el justo] vendido como esclavo por un precio fijo de plata, e indica que no
lo merece. (2) Es vendido como esclavo porque debe algún dinero, e indica de
nuevo que no lo merece y que la pena es demasiado dura. (3) Se vende
metafóricamente en los tribunales de justicia cuando alguien soborna a los jueces
por una cantidad de plata, e indica que es inocente o está en lo cierto en el caso
judicial.14

De manera personal, quienes suscriben optan por la opción número tres, sin

necesariamente invalidar las otras interpretaciones. Es decir, la denuncia de Amós es en

contra de un posible sistema judicial corrupto que imperaba en el contexto de la nación.

Bajo este argumento, el profeta acusa al pueblo de oprimir y explotar a los justos, a los

13
J. Daniel Hays, The Message of the Prophets: Versión Logos.
14
Garret, Amos, 57.
6

pobres, a los indigentes y a los humildes (2:6-7a). De manera que, Amós parece señalar

que la injusticia y la corrupción en la nación Israelita ha llegado al grado de la

institucionalización. No se dice mucho respecto a quienes eran los que impartían justicia

en el reino ni tampoco de cómo funcionaba este sistema judicial. Rogerson y Davies

proponen que es posible que el sistema judicial en la monarquía posterior haya sido

adoptado de algunos ejemplos de Josué y los Jueces.15 En este sentido, la imagen que

emerge es una en la que Israel estaría dirigido por hombres que pertenecen a linajes

dominantes y que disfrutaban de un nivel de prosperidad superior a la media.16

Por lo tanto, los jueces de Israel, en este caso, debieron haber sido hombres de

poder e influencia que estaban establecidos en la corte para impartir justicia entre los

ciudadanos del reino. Desafortunadamente, en (2:6b) el profeta se dirige a los jueces para

denunciarlos como personas corruptas que lucran con la justicia. Los acusa de condenar a

los inocentes a cambio de ganancias. La frase “por un par de sandalias” puede significar

dos cosas; (1) los jueces se venden por una cantidad insignificante o, (2) los pobres son

vendidos como esclavos al no poder pagar una deuda insignificante (un par de sandalias).

Sicre propone que la acusación de Amós puede estar inclinada hacia la segunda opción.

Las personas están siendo esclavizadas desde los tribunales por deudas que no justifican

tal resolución.17 Así pues, el profeta acusa a las clases dominantes, los ricos y poderosos,

15
John Rogerson, Philip Davies, The Old Testament World (York: T&T Clark. 2005), 34-35.
16
Ibíd. Estudios con énfasis sociológico han intentado especificar la realidad socioeconómica de
Israel —los mecanismos del mercado en ese mundo mayormente agrícola, las clases sociales y las tensiones
entre sí, la naturaleza del comercio internacional— a fin de ir más allá de etiquetas abstractas como la
“opresión” o la “injusticia”. Tenemos la impresión que los latifundios se habían desarrollado por
manipulación política y económica y que los patrones, quienes en esa cultura tenían la responsabilidad de
proteger a los que estaban bajo su cuidado, estaban aprovechándose de estas personas para su propio
beneficio. Carroll, Comentario bíblico contemporáneo, 10.
17
José Luis Sicre, Con los pobres de la tierra: la justicia social en los profetas de Israel (Madrid:
Cristiandad, 1984), 105-106.
7

de oprimir a los débiles y necesitados desde la institución, la corte o un tribunal de

justicia.

El profeta sigue añadiendo más delitos en contra de los jueces corruptos de Israel.

Ahora menciona que: “pisotean la cabeza de los desvalidos” (2:7a). Barton propone que,

Amós probablemente está dirigiendo un ataque hacia la explotación de esclavos.18

Además, esa injusticia se traslada incluso al ámbito sexual (7b). Para Niehaus la frase

“padre e hijo se acuestan con las misma mujer” es un alusión a posibles relaciones

incestuosas.19 Sin embargo, Barton argumenta que esta expresión debe leerse dentro del

mismo contexto de acusación a los jueces corruptos y la denuncia en contra de la

explotación de esclavos. De esta manera, este tipo de mujeres que se menciona aquí,

probablemente pueden ser sirvientas que están siendo abusadas.20 La interpretación de

una relación incestuosa no necesariamente se tiene que eliminar, sino que, siguiendo la

línea de Barton, esta se da en el contexto de la explotación sexual de las esclavas.

Houston apoya la interpretación de Barton como denuncia en contra de la explotación

sexual..21

La ultima acusación de Amós (2:8) nuevamente va dirigida a los jueces, quienes

toman la ropa de los pobres como prenda y el vino que les cobraban como multa para

emborracharse en los altares de sus dioses (RV60). Niehaus comenta que, la perversión

18
John Barton, The Theology of the Book of Amos, eds. Brent A. Strawn, Patrick D. Miller
(Cambridge: Cambridge UnivPara Nersity Prees, 2012), 78-79.
19
Niehaus, “Amos”, 1:366.
20
Barton, The Theology of the Book of Amos, 79.
21
Walter J. Houston, Contending for Justice: Ideologies and Theologies of Social Justice in the
Old Testament (York: T&T Clark, 2006), 61-62. El profeta fustiga a los señores que se aprovechan de las
criadas a su servicio, abusando de su situación privilegiada. La afirmación «un hombre y su padre» pondría
de relieve la humillación continua de esas muchachas impotentes. En este sentido, es interesante el dato
aportado por Dürr: las leyes hititas conocen este hecho, pero no lo castigan: «Cuando un padre y su hijo
tienen relaciones con una esclava o una prostituta no hay motivo para condenarlos» (II, 80). Amós, en
contra de la práctica admitida en otro pueblo y difundida en Israel, denuncia con energía esta humillación
de los débiles. Sicre, Con los pobres de la tierra, 111.
8

de los jueces es tanta que abusan hasta de las cosas que les han quitado a los pobres y

oprimidos recostándose sobre los mantos de los pobres, que así no tienen con qué

abrigarse por la noche.22 Algunos autores señalan que el vv. 8 alude a un tipo de

prostitución religiosa de índole sexual23. Garret piensa que, en el contexto, donde hay

actividad sexual en un santuario, la idea puede ser que los hombres no quieren ensuciar

sus propias ropas usándolas como sábanas para tener sexo, y por eso usan la capa del

pobre que han confiscado como multa.24

Como se puede observar, la injusticia opera en su máximo esplendor en Israel.

Irónicamente, la cuna de las injusticias está donde se supone que se debe impartir la

justicia. El pecado de Israel es, desde este acercamiento, la institucionalización de la

injusticia social. Los jueces aceptan sobornos que perjudican a los que menos tienen.

Amós no se calla ante esto y emite denuncias y juicios de parte de Yahvé. La aparente

prosperidad que vive la nación ha sido el resultado de sus maldades en contra de los que

menos tienen. Sicre enumera siete pecados señalados por el profeta en este oráculo: 1)

desprecio hacia la persona del deudor; 2) esclavitud por deudas ridículas; 3) humillación

y/u opresión de los pobres; 4) desprecio hacia los humildes; 5) abuso de los débiles; 6)

falta de misericordia en el problema de los préstamos; 7) mal uso de los impuestos (o de

las multas).25

Lujo, hedonismo e indiferencia, 3:9-11; 4:1-3

22
Niehaus, “Amos”, 1:367.
23
Sicre comenta que, esta acusación sitúa el ambiente de una comida en honor a la divinidad,
celebrada en el templo. Además, sugiere que no hay motivo para entender esto como una referencia a
«templos paganos». Más bien se debe pensar en santuarios como los de Betel, Dan, Samaría, etc. Sicre,
Con los pobres de la tierra, 112.
24
Garret, Amos, 63.
25
Sicre, Con los pobres de la tierra, 113.
9

Con la libertad que el reino del Norte bajo el mando de Joás había logrado, la

extensión de tierras y los buenos recursos adquiridos por diferentes actividades

económicas como la agricultura, la industria textil y el tinte, se consolidó una era gloriosa

de prosperidad.26 Sin embargo, la prosperidad económica escondía una descomposición

social profunda y desgarradora que se vería reflejada en las enormes distancias entre la

clase rica y la clase pobre.27 Sicre dice que: “A pesar de su aparente paz y prosperidad,

era una sociedad sumida en el terror, en una guerra civil encubierta”.28 Amós no condena

pecados concretos, sino el resultado de estos: la brecha económica y social entre ricos y

pobres.

Carroll señala que el lenguaje del profeta en la sección 3:1-4:3 tiene un tinte de

“muerte” y “destrucción”, ya que, por medio de pequeños oráculos se anuncia el castigo

de Dios.29 Amós no se limita a anunciar dicho castigo el cual se acerca inminentemente,

también anuncia las razones del mismo.30 El lujo, hedonismo e indiferencia son las que

salen a relucir. El lujo que yacía en el pueblo de Israel en sí mismo no era la razón de la

condena, de hecho, como dice Von Rad, “...ningún precepto prohibía yacer en lechos

lujosos o ungirse con perfumes costosos”.31 Más bien, se condena el contraste entre el

lujo y prosperidad con la falta de compasión hacia las clases más bajas del estrato social;

se condena además la manera en la que se adjudicaron lujos y construyeron magníficos

palacios: oprimiendo violentamente a los pobres (3:9-11).32 Es decir, la clase alta se

26
Luis Alonso Schökel y José Luis Sicre, “Amós”, en Profetas II, eds. Luis Alonso Schökel y José
Luis Sicre (Madrid: Cristiandad, 1980), 952.
27
Fernando Mosquera, El Señor de la historia, ed. Ramón Nieto (Bogotá: AMAI, 1996), 74.
28
Sicre, Con los pobres de la tierra, 142.
29
Carroll, “Amós”, 12.
30
Sicre, Introducción, 284.
31
Gerhard von Rad, Teología del Antiguo Testamento, séptima edición, trad. Fernando Carlos, ed.
Luis Alonso Schökel (Salamanca: Sígueme, 2000) 2:175
32
Jennifer Porras Pabón, “El concepto de justicia desde la mirada de Amós” Ventana Teológica
14 (2019): 23.
10

permite estar en una situación de privilegio a costa de los pobres. Los pasajes que se

estudian en esta parte (3:1-3; 4:1-3) tienen un punto unificador: las personas “no saben

hacer lo recto” (3:10). Y, desde el punto de vista de Amós, “lo que atesoran los ricos en

sus palacios no son “arcas de marfil” (3:15) ni “cobertores de Damasco” (3:12), sino

“violencias y crímenes” (3:10)”.33 No tienen acumulados bienes materiales, sino dolor y

sufrimiento.

La última parte de esta sección (4:1-3) inicia con la identificación del enunciado:

“vacas de Basán”, que no son más que “las mujeres de la élite” de quienes Amós se burla

al identificarlas como animales.34 Ellas muestran un hedonismo sin ética porque disfrutan

y gozan de una vida presuntuosa a causa de la opresión y quebrantamiento de los pobres.

Amós no se limita con la denuncia, también lanza el castigo hacia estas mujeres que

“serán llevadas como peces en una cubeta”.35 Carroll dice que este mismo destino es el

que le esperaba a la nación de Israel, aunque seguramente la clase opresora era

mayoritaria, por causa de los líderes, todo el pueblo era culpable de pecado y sufriría el

exilio. Sin embargo, los líderes tenían una mayor responsabilidad en esta “estructura de

pecado”36 de injusticia y merecían un juicio particular.37

Incompatibilidad entre la vida religiosa y la injusticia

Además del panorama poco alentador en el que imperaba la desigualdad social, la

opresión y la injusticia, los opresores creían que este estilo de vida era compatible con su

33
Sicre, Introducción, 285.
34
Carroll, “Amós”, 13.
35
Ibid.
36
Mathias Nebel dice: “El pecado estructural, aunque no es un tema para nada nuevo si está
olvidado. Hablar de esta manera tiene varios conflictos, uno de ellos es que choca con la concepción
tradicional que se tiene del pecado y otro porque despierta de nuevo la dimensión política de la fe”. Para
una mayor comprensión de pecado estructural véase https://www.youtube.com/watch?v=boujSWTsWHM
37
Carroll, “Amós”,13.
11

vida religiosa.38 El inicio de esta sección es aparentemente contradictoria porque el

profeta los motiva a que sigan con sus peregrinaciones a Bet-el y Gilgal y ofrezcan sus

diezmos, sacrificios, sacrificios de alabanza y ofrendas voluntarias (4:4-5).39 Carroll dice

que lo que el profeta les estaba queriendo decir era que fueran a pecar a los santuarios

históricos.40 Las visitas a los santuarios en lugar de agradar a Dios solo sirven para pecar

y aumentar los pecados, por esa razón Dios manda a rechazar enfáticamente esto a través

de su profeta.41 Pero ¿cómo pecaban si estaban “adorando” a Dios? Las ceremonias que

enumera Amós no tienen nada que ver con el pecado; son ofrendas de agradecimiento, así

que el pecado no se encontraba en las ceremonias en sí, sino en que “...todo lo hacían

para llenar el impulso religioso de ellos mismos y sentirse bien”.42

El Señor no quiere que cumplan con las pautas de la vida religiosa, aunque

parezca contradictorio con todas las leyes referidas a los sacrificios, ofrendas y

holocaustos. Él quiere derecho y justicia.43 Así que Dios por medio de Amós denuncia

que la injusticia que reinaba en su pueblo era totalmente incompatible con la vida

religiosa y demanda que el culto corresponda a una vida ética y comprometida con los

menos favorecidos del pueblo.

Aborrecí, abominé vuestras solemnidades, y no me complaceré en vuestras


asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas, no los
recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales engordados. Quita
de mí la multitud de tus cantares, pues no escucharé las salmodias de tus
instrumentos. Pero corra el juicio como las aguas, y la justicia como impetuoso
arroyo. ¿Me ofrecisteis sacrificios y ofrendas en el desierto en cuarenta años, oh
casa de Israel? (Amós 5:21-25 RVR60).

38
Sicre, Introducción, 285.
39
Carroll, “Amós”, 13.
40
Ibid.
41
Sicre, Introducción, 285.
42
Carroll, “Amós”, 13.
43
Sicre, Introducción, 285
12

La justicia de Dios desde la perspectiva de Amós

A continuación, se pretende brindar un panorama de la justicia desde el Antiguo

Testamento y, más en concreto, desde el libro de Amós. Aunque la justicia y la rectitud se

caracterizan a menudo como términos jurídicos, una visión general de los términos tal y

como se utilizan en los libros proféticos indica que estos conceptos son indicativos de las

expectativas de Dios para su pueblo con respecto a todos los aspectos de la sociedad.44

Dicho de otra manera, la justicia desde el lenguaje de los profetas tiene implicaciones no

solo en los asuntos legales, sino también en la corte real, los aspectos del culto y el

bienestar de la comunidad.45

Hay dos términos hebreos para hablar de justicia y derecho. (1) sedeq = “justicia”

que aplicado con sentido individual a una “persona justa” (en hebreo: sadik) tiene

principalmente el significado de ser íntegro, honrado, recto; mientras que aplicado con un

sentido comunitario tiene el significado de salvación, liberación, equidad social.46 El otro

término hebreo para justicia es mishpat que se aplica frecuentemente en el campo político

y jurídico, y tiene principalmente el sentido de gobierno justo, derecho, causa jurídica,

normas y leyes justas.47 Ambos términos están relacionados íntimamente, por lo que es

posible concluir en que son complementarios. El resultado de la justicia siempre será el

bienestar, la prosperidad, la seguridad, la salvación, el buen vivir, cosas que se entienden

bajo el término Shalom.48 En este sentido, no hay paz sin justicia.

44
Elizabeth R. Hayes, “Justice” en Dictionary of the Old Testament Prophets, eds. Mark J. Boda,
J. Gordon McConville (Downers Grove: InterVarsity Press, 2012), 466.
45
Ibíd.
46
Samuel Almada “Biblia y Teología para trabajar por la justicia y la paz en el mundo actual Un
concepto de justicia desde la perspectiva bíblica” en La Justicia y la cuestión del otro vulnerado:
Acercamientos multidisciplinares en diálogo con la Teología, eds. María José Caram, María Alejandra
Leguizamón (Valencia: Tirant lo Blanch, 2019), 39.
47
Ibíd.
48
Luis Alonso Schôkel, Diccionario Bíblico Hebreo-Español (Madrid, Trotta, 1994), 764.
13

Por esa razón, el profeta denuncia la corrupción en la justicia y el atropello de los

jueces contra los más pobres y frágiles de la comunidad (5:7.10-11); contra el falso culto

a Yahvé como religión oficial, y la incongruencia entre el culto a Yahvé y la práctica de la

justicia (5:21-24); contra el lujo y la falsa seguridad de los ricos y poderosos que no les

importa el desastre de la comunidad (6:1.4-6); contra los explotadores y estafadores que

hacen su fortuna a costa del hambre y sufrimiento de los pobres (8:4-8); contra la religión

oficial, su templo principal (Betel) y sus sacerdotes (Amasías), y su asociación con el

poder político (el rey de Israel) para asegurar un proyecto oficial excluyente y opresivo

(7:10-15). Con base en esto, el mensaje de Amós debe entenderse como un llamado a

Israel para que transforme toda su injusticia social y falta de sinceridad religiosa en

justicia social y sinceridad religiosa.49

El profeta se pronuncia: “ustedes convierten el derecho en amargura y echan por

tierra la justicia” (5:7 NVI). Él señala que las estructuras sociales están corrompidas a tal

punto que los frutos de la justicia son amargos como el ajenjo.50 Sicre menciona que la

sociedad debía estar basada en estos dos pilares; el derecho y la justicia: ya que el

pensamiento antiguo planteaba que Dios se asentaba en el derecho y la justicia (Sal

89,15; 97,2) y consideraban que éstas eran cualidades esenciales del rey (Sal 72).

«Derecho y justicia» es lo que Dios hace (Sal 99,4), lo que Dios ama (Sal 33,5), lo que

espera (Is 5,7) y desea (Am 5,24; Prov 21,3).51

El reino de Israel iba en contra de esta manera de pensar. Al convertir la justicia

en ajeno, el profeta quiere decir que las clases opresoras de su tiempo pervirtieron la

49
Patrick Kofi Amissah, “Justice and Righteousness in the Prophecy of Amos and Their
Relevance to Issues of Contemporary Social Justice in the Church in Ghana” (tesis de PhD, King´s College.
2013), 70.
50
Haroldo Reimer, “Amós, profeta de juicio y justicia”, RIBLA 35-36 (2000): 162.
51
Sicre, Con los pobres de la tierra, 126.
14

justicia y no cumplieron los requisitos de la ley mosaica con imparcialidad, además

ignoraron sus preocupaciones sociales y la utilizaron en su propio beneficio.52 Para los

pobres, la administración injusta de la ley creaba amargura y sufrimiento. Amós les dice

que ellos odian a quienes defienden la justicia y detestan al que dice la verdad (5:10).

Estas personas aman oprimir a sus semejantes. Las acusaciones lo confirman: pisotean al

desvalido y les imponen impuestos injustos (5:11); oprimen al justo, les piden sobornos y

en los tribunales condenan a los necesitados injustificadamente (5:12). Toda esa maldad

ha causado que los sabios mejor opten por quedarse callados (5:13).

El profeta insta a su audiencia a buscar el bien y no el mal y a velar para que la

justicia impere desde los tribunales (5:14-15). El arrepentimiento tiene que ver con un

cambio de actitud, dejar la injusticia y abrazar la justicia. De lo contrario, todas sus

festividades religiosas y sacrificios serán sin sentido, puesto que Dios no está dispuesto a

aceptarlas (5:21-23). Amós vuelve a pronunciar lo que Dios espera de la nación: “pero

que fluya el derecho como las aguas, y la justicia como arroyo inagotable” (5:24). Es un

llamamiento a la clase dirigente y a los individuos para que apoyen a los vulnerables de la

sociedad siendo justos y apoyando su causa.53

La "justicia y la rectitud" son la naturaleza de Yahvé, pero también se exige a los

seres humanos. No es necesario, por tanto, restringirla a una única acción divina. En la

profecía de Amós y en la Biblia hebrea en general, “Justicia y rectitud” significa la

justicia social que Yahvé decreta y espera que las personas con autoridad y con recursos

establezcan.54 En este sentido, Amós insta a los Israelitas a buscar la justicia social,

porque esta es una manifestación de la justicia divina que gobierna el mundo. La exégesis

52
Niehaus, “Amos”, 1:418.
53
Amissah, “Justice and Righteousness, 152.
54
Ibíd., 155.
15

judía, y la predominante entre los modernos, aduce el paralelismo con otros textos

bíblicos (Os 6:6; Mi 6:6-8; Is 1:10-20).55 Por ejemplo, Isaías dice: ¡Lávense, límpiense!

¡Aparten de mi vista sus obras malvadas! ¡Dejen de hacer el mal! ¡Aprendan a hacer el

bien! ¡Busquen la justicia y reprendan al opresor! ¡Aboguen por el huérfano y defiendan

a la viuda! (Is 1:16-17).

Corrupción y Pandemia en Guatemala

La justicia en un sentido político implica que el gobierno sea honesto, recto y

propicie la igualdad de oportunidades para el desarrollo de cada individuo dentro de la

sociedad. Sin embargo, la corrupción obstaculiza e imposibilita que dicho fin sea

alcanzado. Según el Informe Global de la Corrupción del 2009 la corrupción es el “abuso

del poder para beneficio propio”.56 Lo cual implica el desvío en el uso o ejercicio de un

poder conferido, ya sea en el ámbito público o privado, con el propósito de lograr un

beneficio personal o de ciertos grupos, afectando el interés o bien común.57 Así que la

corrupción no es solamente el pago de sobornos, sino también: “peculado, malversación,

nepotismo, tráfico de influencias, fraude, cobro ilegal de comisiones, enriquecimiento

ilícito, enriquecimiento ilícito de particulares, testaferrato, etcétera.”58 En suma, la

corrupción es una de las mayores muestras de injusticia en nuestra sociedad actual porque

promueve la pobreza, la inequidad social y las leyes injustas.

Guatemala se encuentra dentro de los países más corruptos no solo en

Latinoamérica, sino en el mundo. Transparencia Internacional (TI) coloca a Guatemala en

55
Sicre, Con los pobres de la tierra, 131.
56
Transparency International, Informe global de la corrupción 2009: Corrupción y sector privado
(Nueva York: Cambridge University Press, 2009), 3.
57
OXFAM, La corrupción: sus caminos, su impacto en la sociedad y una agenda para su
eliminación (Guatemala: Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, 2015), 9.
58
Ibid.
16

el rango 149 de 180 países en su Índice de Percepción de Corrupción (IPC) dándole una

puntuación de 25/100, lo cual deja ver la gravedad del problema. De los países de

América, solamente Honduras (24/100), Nicaragua (22/100), Haití (18/100) y Venezuela

(15/100) tienen una menor puntuación.59 La puntuación que ha recibido Guatemala en los

últimos años se debe primero, a que desde 2019 el gobierno de Jimmy Morales tomó la

decisión de expulsar a la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala

(CICIG),60 y segundo, a la mala administración del gobierno de Alejandro Giammattei

durante la pandemia derivada por la covid-19.

El gobierno de Giammattei se encontró el 13 de marzo de 2020 con la pandemia,

dos meses después de ser investido el 14 de enero del mismo año. Ante la crisis sanitaria

y económica de Guatemala debido a la covid-19, el gobierno se vio “obligado” a realizar

préstamos millonarios para paliar dicha crisis. El monto asignado a nueve ministerios,

seis secretarías y tres dependencias del Estado suma una cantidad de más de Q11 mil

millones.61 Si bien es cierto que heredó un sistema de salud colapsado, se ha hecho poco

o nada para su mejoramiento y así poder brindar servicios de calidad que suplan las

necesidades de los guatemaltecos. El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales

(ICEFI) analizó el uso de dichos fondos públicos extraordinarios, encontrando que no

fueron ejecutados en su totalidad (89.7%), y que en general los programas destinados a

suplir necesidades correspondientes a la covid-19 reportaron niveles altos de ejecución

financiera, pero con resultados ineficientes y anomalías en la ejecución del gasto.62

59
Transparencia Internacional, Índice de percepciones de corrupción 2020
https://www.transparency.org/en/cpi/2020/index/nzl (21 de junio de 2021).
60
L. Sapalú, F. Montepeque “Guatemala entre los cinco países más corruptos en América”
https://elperiodico.com.gt/nacionales/2020/01/24/guatemala-entre-los-cinco-paises-mas-corruptos-en-ameri
ca/ (21 de junio de 2021)
61
Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales, 7
62
Ibid
17

El 15 de abril de 2021 la Fiscalía contra la Corrupción del Ministerio Público

(MP) junto a la Policía Nacional Civil (PNC) realizó varios allanamientos con el fin de

ejecutar cinco órdenes de aprehensión por el caso “Corrupción en tiempos de pandemia”.

Dentro de los implicados se encuentra el exviceministro financiero del Ministerio de

Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) quien ejerció su cargo durante la crisis de la

pandemia en el país. Según las investigaciones, el 30 de marzo de 2020, el MSPAS

adquirió 20,000 batas “esterilizadas”, que serían utilizadas en el Hospital de Villa Nueva,

por un monto total de Q1.3 millones. Sin embargo, por medio de pruebas de laboratorio

se comprobó que las batas sobrevaloradas en Q65 (precio por unidad) no estaban

esterilizadas. 63

Este caso solamente muestra que ni aun la crisis existente en el país derivada de la

covid-19, hizo que la corrupción menguara, por el contrario, muchos vieron en ella una

oportunidad para seguir enriqueciéndose y beneficiándose, incluso, a costa de vidas

humanas. El ICEFI dice que: “la corrupción impacta las vidas de las personas vulnerables

y en condiciones de desventaja y socava sus derechos humanos porque se pueden quedar

sin acceso a un servicio esencial... en los casos más graves, la corrupción también

ocasiona muertes”.64 En conclusión, la corrupción en Guatemala en tiempos de pandemia

es un desgarrador ejemplo de cómo se manifiesta la injusticia social desde la

institucionalidad. Ellos “se acuestan en la ropa de los pobres” (Amós 2:8a). Es decir,

hacen mal uso de los impuestos, multas y presupuestos destinados para mejorar, en este

caso, la salud del pueblo guatemalteco.

63
María España “Develan el caso Corrupción en tiempos de Pandemia”; buscan capturar a
exviceministro de Salud”
https://lahora.gt/develan-el-caso-corrupcion-en-tiempos-de-pandemia-buscan-capturar-a-exviceministro-de-
salud/ (21 de junio de 2021).
64
OXFAM, La corrupción, 23.
18

Aplicaciones y conclusiones

Los profetas eran concebidos en la antigüedad como mediadores, pues el pueblo

debía acudir a ellos para saber la voluntad de los dioses, esto no era diferente en la cultura

israelita. En el Antiguo Testamento, “nabî” es el término más frecuente, el clásico, para

referirse a los profetas.65 El sentido y la función predominante del “nabî” es el de

comunicar la palabra de otra persona.66 La vocación del profeta siempre lo llevará a

mantener contacto con el pueblo, ya que Dios le encomienda una misión hacia sus

contemporáneos.67 El rol profético es importante, ya que sin su aportación, la imagen

bíblica de Dios sería muy pobre.68

El profeta mantenía una relación estrecha con el rey, aunque generalmente estas

relaciones estaban llenas de tensión.

El monarca necesitaba el refrendo del profeta, que era más que un simple respaldo
moral. Por otra parte, el profeta, con capacidad de elegir reyes y dinastías, no
disponía de un poder político equivalente al del rey. En el fondo existía siempre
un conflicto de poderes —uno religioso, otro político—, que era fuente de
innumerables tensiones y sospechas.69

El profeta sostenía relaciones difíciles con los sacerdotes y con los diversos

grupos sociales. Por ejemplo, cuando denunciaban la injusticia, mencionaban a los jefes

políticos y militares, a los oficiales reales y ancianos, a los jueces, a veces bajo títulos que

los engloban a todos ellos. De igual manera, se pronunciaban en contra del ejército y la

corte cuando se trataba de asuntos de política interior o exterior.70 Por lo tanto, una de las

funciones principales de los profetas era la denuncia.

65
José Luis Sicre, Introducción al profetismo bíblico (Navarra: Verbo Divino, 2012), 73.
66
Ibíd.
67
Ibíd., 78.
68
Ibíd., 94.
69
Ibíd., 97.
70
Ibíd., 98.
19

Amós fue un profeta incómodo para los religiosos y gobernantes, él no se

acomodó al status quo y no legitimó las acciones políticas de los poderosos, sino que

resistió de manera firme a los que oprimían y explotaban a los sectores sociales

indefensos de Israel de mediados del siglo VIII a.C.71 Desde la óptica de Amós, la raíz de

los males sociales radicaba no solo en el corazón de las personas, sino también en las

estructuras de la sociedad, por eso su crítica no se dirigió solo contra las personas

concretas, sino que atacó también a aquellas estructuras sociales y a sus representantes,

que hacían posible una conducta antisocial.72 Sin embargo, Amós ya no camina de

manera física por las calles ni proclama sus oráculos por las plazas de este mundo.

Entonces, ¿quién o quiénes deben asumir ese rol profético en la actualidad? ¿Qué es lo

que Dios pide de su pueblo y de todas las personas en una América Latina rodeada de

constantes crisis y cambios?

La propuesta de quienes suscriben es que la Iglesia debe asumir este rol como

parte de sus funciones. La función profética se inscribe como un elemento fundamental

de la misión del pueblo de Dios.73 La función profética es el ejercicio de la voz profética

en términos de situaciones, circunstancias e individuos concretos.74 Por voz profética

debe entenderse la denuncia del mal del pueblo de Dios y de las naciones, el llamado al

arrepentimiento, el anuncio del juicio para el pueblo de Dios y para los enemigos del

pueblo de Dios, el anuncio de la restauración y el anuncio de una nueva realidad,

identificada como Reino de Dios.75 En este sentido, la Iglesia, al estilo de los profetas,

71
Darío López R., El mensaje de los profetas: una verdad pública (Lima: Puma, 2020, Versión
Scribd).
72
José Luis Sicre, “Los profetas y los problemas sociales” Proyección: Teología y mundo actual
105 (1997): 79.
73
David Suazo Jiménez, La función profética de la educación teológica en América Latina
(Barcelona: Clie, 2012, Versión Kindle).
74
Ibíd.
75
Ibíd.
20

debe expresar abierta y públicamente el fracaso de la autosuficiencia, las barreras y los

diversos órdenes jerárquicos que afianzan a unos a expensas de otros, y la horrenda

práctica de comer de la mesa de un hermano o una hermana hambrientos.76

La Iglesia, al igual que el profeta, debe ser capaz de discernir los tiempos. Es

decir, debe ser consciente acerca de cuándo es tiempo de lamentos, de llantos, de gozo, de

alegría, de denuncia y de acción. Dios hablaba a través de los oráculos proféticos. Desde

el lente de los profetas, Dios se preocupa por las personas que padecen injusticias, por los

pobres, por los débiles, por los que pasan hambre y sed, por los que están desnudos y

encarcelados, sobre todo en una sociedad en la que todos o la mayoría tienden a ponerse

de parte de los poderosos.77

Como se expresó anteriormente, la pandemia sacó a relucir los evidentes casos de

corrupción e injusticia que imperan desde las altas esferas del poder. Los casos de

impunidad desde los tribunales de justicia siguen siendo un problema que hace que la

justicia y el derecho tengan un sabor amargo para los vulnerables. El enriquecimiento

ilícito es evidente, mayormente cuando es claro que la riqueza se encuentra concentrada

en manos de unos cuantos. La oligarquía, entendida como el gobierno al servicio de unos

pocos poderosos, es visible en muchos contextos Latinoamericanos. Las esclavitudes

modernas tales como la trata de blancas, la esclavitud sexual, la explotación laboral de

niños y adultos, etc. Los fraudes, la malversación de fondos, el desvío de recursos

destinados para ayudar a los pobres, el soborno, los inocentes que son condenados, los

activistas que son silenciados con la muerte, los feminicidios, el racismo, etc., están a la

orden del día.

76
Walter Brueggemann, La imaginación profética, quinta edición, trad. Jesús García (Santander:
Sal Terrae, 1986), 60.
77
Sicre, “Los profetas y los problemas sociales”, 80.
21

Una Iglesia profética debe sacudir las conciencias y persuadir a su audiencia hacia

un cambio radical. Debe señalar las injusticias y a los responsables y enfatizar que el

estilo de vida que rechaza la justicia es inaceptable para Dios.78 No se trata de generar o

inspirar una revuelta de parte de los oprimidos, sino de convertir a los opresores.79 Tal

como Amós lo menciona: “busquen el bien y no el mal... ¡odien el mal y amen el bien!

Hagan que impere la justicia (Am 5:14-15). El profeta Amós no claudicó del encargo

recibido por Dios, a pesar de que lo amenazaron. No amordazó las palabras de Dios.80 El

contraste es evidente cuando se analiza la posición de Amasías, quien se puso del lado de

los opresores (7:10-11) e intentó callar al profeta enviado por Yahvé (7:12-13), lo que era

igual a intentar callar a Dios. ¿Con quién se identifica la Iglesia Latinoamericana

mayormente con Amós o con Amasías?

A través de esta investigación se ha pretendido brindar un panorama acerca de la

importancia, pertinencia y relevancia que el mensaje del profeta Amós tiene para los

diversos escenarios en los que se puede encarnar la injusticia social. De igual manera, se

busca concientizar a los lectores a asumir la responsabilidad de la función profética como

una realidad cotidiana que identifique a la Iglesia de Dios. El mensaje del profeta no debe

entenderse desde una perspectiva espiritualizada que siga justificando la apatía ante los

problemas sociales que aquejan en este tiempo de muchas incertidumbres, ni seguir

promoviendo la omisión del rol profético. La incongruencia religiosa de Israel en los

tiempos de Amós no debe caracterizar a la Iglesia evangélica del siglo XXI. Las palabras

de Yahvé siguen resonando en cada rincón de las diferentes sociedades: ¡pero que fluya el

derecho como las aguas, y la justicia como arroyo inagotable! (Amós 5:24).

78
Ibíd., 81.
79
Ibíd.
80
López R., El mensaje de los profetas, Versión Scribd.

También podría gustarte