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CARMELA NUÑEZ URETA, UNA FLOR DE EMOCIONES ROJAS

Por Luz Vilca

Conocí a Carmela Nuñez Ureta en los años 80. Una mujer madura, guapa
y muy segura de sí misma. Era la presidenta del Centro de Escritoras de
Arequipa. Carmela, poeta, artista y docente, participaba en las
actividades culturales que se realizaban en Arequipa, y por fantástico
don de la palabra, terminaba recitando o dando el brindis
correspondiente.

En esos años, recién mi poesía salía a flor de labios, y los poetas


mayores, como padres nos acogían y daban los mejores consejos.
Luzgardo Medina Egoavil, recitaba en las calles con su voz intensa y
grave, Oswaldo Chanove realizaba el taller de poesía más importante de
Arequipa, donde se forjaron las canteras de los escritores más intensos
de Arequipa, entre ellos Julia Barreda, Cesar Gutiérrez, Jaime Coaguila,
yo, entre otros.

Las escritoras del CEA, lideradas por Carmela, se reunían en el segundo


piso del Teatro Ateneo, cedido por el alcalde Luis Cáceres Velásquez,
teniendo hasta la fecha ese espacio para reuniones y talleres. Recuerdo
haberlas visto en sus reuniones, muy ceremoniales, y con gran detalle
organizaban sus actividades en la comunidad.

En el año 90 gane el Concurso de Poesía organizado por el Instituto


Regional de Cultura, mi poesía, era de lo más extraña y la llamaban de
los sentidos, algunos poetas me miraban “medio mal” otros les causaba
gracia que ande recitando poemas de calatos por las calles.

Fue en ese año, que La Casa del Poeta Peruano, liderado por José
Vargas, realiza el I Encuentro de Poetas y Escritores en Tacna, donde
participamos con viva emoción todos los poetas de Arequipa, el Centro
de Escritoras, llevo a sus más dilectas poetas, por supuesto Carmela,
era el lujo de poesía. Luzgardo Medina, José Gabriel Valdivia, Jaime
Coaguila, Manuel Pantigoso, Gustavo Armijos, y una serie de luminarias
nacionales se dieron cita.

Los poetas recitaban y Tacna recibía con calor a cada poeta. Recién
cumplía los 20 años, cuando, en medio de ese escenario, recite esos
poemas eróticos, en esos años, recién la poesía erótica era conocida, en
Lima Rocio Silva Saltiesteban, Carmen Olle y Blanca Varela iniciaron
esta corriente, y en el sur, lance los primeros versos, Carmela con su
buen humor, me dijo en ese escenario, “Guagua, ahora debes pertenecer
al Centro de Escritoras”.

Es así, que retornando de Tacna, se realizó una reunión en la casa de


Carmela, en Miraflores, donde las fundadoras me aceptaron como nueva
integrante. Carmela, me formaba como escritora, cada vez que iba a su
casa (y era diario), tenia que leer, y leer. “Lee los diarios, en la esquina
hay un canillita, lee en voz alta, y dale ritmo” me decía.

Pablo, su amigo, su hijo, también leía. Teníamos reuniones donde


leíamos y jugamos a unos juegos de mesa, llamados scrabble y boogle,
junto con un enorme diccionario, escogíamos palabras más rebuscadas y
luego escribíamos poemas.

Escuchábamos música francesa, italiana y son sentábamos en su salita,


ella contaba historias de los países a los viajó, y de cada país traía
piedritas que las colocaba con gran amor en su ventana: “Para que
tomen en sol arequipeño” decía.

Teníamos una amistad muy grande, hasta que tuve que viajar al interior
del país. Cuando retorné, encontré a Pablo muy delicado. Carmela, me
decía, que lo que el necesitaba era cambiar de clima, mucho dolor en
sus palabras, y más tristeza cuando falleció su único hijo.

Desde ese día, Carmela, no dejaba de recordar a su niño hermoso, de


cabellos dorados, a ese niño que crio con el más puro de los amores, con
él que ella era capaz de vestirse de payaso sólo para hacerle reír. El hijo
era su alegría y luego su máximo dolor. Con el pintor Percy Herrera,
amigo íntimo de Pablo, se hizo una exposición de cuadros de Pablo, y
ella me pidió que vaya el poema “Al hijo”, que arranca los sentimientos
para dejarnos blancos de tanto frio.

AL HIJO
Aun te estoy mirando con tu saquito rojo
como una mariposa llegada de otros mundos,
Venida de otras selvas posada quietamente
sobre el pasto caliente del viejo nosocomio

De pronto el mundo se estremece, las hojas tiemblan


las alas rojas vuelan por los cielos azules
y el hielo de las cumbres se nos mete en el alma.

Aún te estoy mirando con tu saquito rojo


rompiendo la mañana, destrozando la tarde,
muriéndose la noche ahogada en el llanto.
¿Por qué se fue la vida?
¿Por qué se aquieto el aire?
Todo duele como si fuera una espina.

Ayer había flores y colores ardientes,


había verdes nuevos como esperanzas frescas,
ahora solo queda un gemido largo, hondo, silencioso
que pone charcos de pena en todos mis caminos

Y aún te estoy mirando con tu saquito rojo,


parado sobre el Misti, montado en el Chachani,
rasgándose el paisaje ya siempre sin crepúsculos
llorándome la vida por todos los costados.

Te seguiré mirando con tu saquito rojo,


hasta que se me cierren los ojos igual que a ti,
como cuando te fuiste señor y amo del mundo.

La última vez que la ví, fue unos meses antes que fallezca, y me dijo “No
salgo a la calle por que me rompo, sí…. (sonríe) me caigo, y me rompo la
pierna, o la mano, … me rompo toda, así que en casita estoy feliz con
mi Pablito”, coge mi mano, y me lleva a la sala, la abre, en ella un
enorme cuadro de Pablo en un mesa con flores frescas, y me dice “Mira
Pablo, quien ha venido la ingrata, la guagua de Luz, que viene a vernos,
hoy estamos en el cielo”… y sonreía, yo sólo atine a llorar.

Luz Vilca (Arequipa 1969),


Premio Regional de Poesía del Instituto Nacional de Cultura, Arequipa
1990.
Mención Honrosa en el Premio Regional de Huánuco 2002.
Considerada en varias antologías de poesía y narrativa de carácter
nacional e internacional, integró el movimiento literario de la hornada
del 90, de gran connotación en el Perú. Pertenece a la Casa del Poeta
Peruano y al Centro de Escritoras de Arequipa. Promotora de las
industrias culturales en la región Sur del Perú. Como periodista fomenta
la creación literaria, la investigación sobre identidad nacional y el
desarrollo de las habilidades en los niños de menos recursos
económicos en la sociedad peruana.
Actualmente labora en la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado.

Publicaciones:
- Retrato de una mujer malvada
- Directorio Cultural de Arequipa
- Retrato de una mujer malvada y otros hilos de lascivia
- Los espacios culturales de la Municipalidad Provincial de Arequipa
- El trapo y otros cuentos de condenados
- Mi abuelita me contó
- Carnaval loncco de Cayma
- Vitor, Cuna de Viñas y Bodegas

Ha logrado el reconocimiento por parte del Congreso de la


República, como patrimonio vivo, a las manifestaciones culturales:
Carnaval Loncco de Acequia Alta, Bodegas de del Valle Vitor y Bodegas
del Valle de Majes.

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