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Denostar a la "Política"

Una deriva peligrosa


Por Alejandro Tizón (x)

De las recientes elecciones primarias presidenciales se desprende que una de las principales
"ideas fuerzas" enarboladas por varios candidatos, es el agotamiento de la llamada "Política", concepto
que va acompañado por el supuesto alumbramiento de un "nuevo tiempo", en el que se dejarían de lado
"prácticas y costumbres" en desuso, las que serían causantes de la crisis económica y social por la que

atraviesa nuestro país.


Con la finalidad de que simplificaciones de este tipo no terminen afectando la democracia
representativa que tanto nos costó recuperar, y mantener, es que trataré de rebatir dicha postulación.
Cabe aclarar que el agregado de representativa a nuestra democracia es intencional, para diferenciarla
de la democracia plesbicitaria, más típica de regímenes autoritarios que de las verdaderas repúblicas en

donde impera el Estado de Derecho.


Dicho lo anterior, anticipo que el presente artículo no pretende defender la actuación de
representantes políticos que pudieron haber defraudado la confianza pública al ejercer distintas
funciones de gobierno. Por el contrario, la idea es reivindicar a la actividad "Política" con mayúscula.
Es decir, la que se podría definir como "El arte del gobierno en el que se resuelven pacifica y
razonablemente los conflictos, buscando el bienestar general y el mejoramiento de la vida de la
gente". Por otra parte, y en la idea de explicar las motivaciones de este artículo, entiendo que en
momentos de tanta desazón o desilusion social, sobre todo de parte nuestros jóvenes, es necesario
alertar sobre los peligros que conlleva la mención disvaliosa de esta actividad y de sus canales de

expresión, los Partidos Políticos.


Conforme lo expuesto, corresponde reafirmar que la hoy tan denostada "Política", con sus
defectos y errores, pero también con todas sus virtudes, ha sido la única manera de dirimir
pacíficamente nuestras controversias desde que nuestros próceres proyectaran la República Argentina.
En aras de ser mas claro, y con el afán didáctico de todo docente, intentaré señalar algunos de los
momentos en que esta noble actividad contribuyó a forjar lo que hoy nos une como nación.
Iniciaré este breve raconto con tres hitos fundacionales de nuestra historia: la Revol_ución de
Mayo, la Declaración de la Independencia y la sanción de nuestra Constitución Nacional. En efecto,
basta analizar quiénes formaron parte de los grupos que intervinieron activamente en esos eventos para
advertir que fueron representantes de la llamada "Política". Concomitantemente, o con posterioridad,
aparecen dedicándose a esta actividad los integrantes de la "La Generación del 37", con el "Dogma
Socialista" a la cabeza y las ideas vinculadas a la libertad, la igualdad y la fraternidad, como los
hombres de la "La Generación del 80", gestores de un modelo de país, con el que se podrá, o no, estar
de acuerdo, pero que dedicaron su vida a lograr una educación pública igualitaria que permitiera a
todos los habitantes beneficiarse del incipiente desarrollo económico y social de ese entonces.
Continuando con esta reseña, debo mencionar al gobierno radical de principios de siglo veinte,
el que logró con su prédica relacionada con el voto que, por primera vez, los sectores populares
accedieran al gobierno. También, las figuras del Socialismo Argentino o de la Democracia Progresista,
notables dirigentes políticos que impulsaron la justicia social, defendiendo los derechos de los
trabajadores, de las mujeres, de los niños, de la ancianidad y fueron pioneros en la incipiente lucha
contra la corrupción alertando sobre el gravo daño que ésta le irroga a la República. Hombres y mujeres
de la política que con defectos y virtudes, pero con su su lucha lograron la sanción de inmumerables
leyes sociales, verdaderas precursoras del "Estado de Bienestar", concepto éste, que muchos años
después sería implementado por los países más desarrollados. También debo mencionar a los gobiernos
justicialistas, los que encabezados por su líder consolidaron esta idea de Justicia Social, logrando que
los sectores obreros accedieran al gobierno y participaran en sus administraciones y sus decisiones. Y,
por supuesto, y más allá de que ya algo mencioné, tengo que darle un lugar destacado a las mujeres de
distintos partidos políticos, precursoras en la instalación de sus derechos, entre ellos, el voto femenino
logrado gracias a su prédica y a su lucha en democracia.
Como se advierte, un camino de progreso social logrado a través de la democracia
representativa, el que consolidó nuestra educación pública logrando el ascenso de vastos sectores
sociales con su correspondiente movilidad. También debo mencionar los avances en la salud pública,
tan cuestionada actualmente, pero envidiada por los países vecinos, situación que aparece demostrada
por los miles de extranjeros que diariamente viajan a atenderse en nuestros hospitales. Nada de esto se
hubiera logrado sin la presencia de los Partidos Políticos, verdaderos canales de expresión de la
voluntad popular los que, más allá de una necesaria modernización, deben ser reivindicados.
En este recorrido debo agregar un tema que merece destacarse. Fueron los Partidos Políticos los
que se hicieron cargo de la grave situación en que quedaba el país luego de cada una de las
interrupciones constitucionales ocasionadas por el Poder Militar. Principalmente después de la última
dictadura militar, donde ante su retirada desordenada, fue la "Política" y sus representantes los que
tuvieron que reconstruir todo el tejido social luego de las graves violaciones a los Derechos Humanos
cometidas y a la derrota en una guerra inútil en la que fue embarcada nuestra nación. Es aquí donde los
partidos políticos de entonces, representados en la "Multipartidaria", restauraron la democracia y
canalizaron el apoyo constitucional y legislativo al juzgamiento de los mandos militares que
protagonizaron esa noche oscura. Dura tarea de consolidación de los valores republicanos, encabezada
por el Partido Radical, pero acompañada notablemente por los principales representantes de las otras
agrupaciones, los que apoyaron firmemente al gobierno frente a las asonadas militares que pretendían
derrocarlo.
Finalmente corresponde mencionar los logros en materia de reconocimiento de derechos de los
últimos años, conseguidos a través de la sanción de numerosas normas en el Congreso, discutidas y
sancionadas a instancias de representantes del partido de gobierno pero con el acompañamiento de la
mayoría de las fuerzas opositoras. Me refiero a las acciones positivas en favor de la mujer, el
matrimonio de personas del mismo sexo, los derechos de paternidad relacionados con el tema, la
normativa relacionada con los distintos colectivos, muchas veces censurados y perseguidos por las
autoridades, la ley que permite a la mujer disponer de su propio cuerpo interrumpiendo
voluntariamente un embarazo y la sanción de un Código Civil y Comercial modelo en el orden del
derecho comparado, fruto del acuerdo y la participación de los legisladores y de los actores vinculados
con el tema. Todas estas leyes fueron sancionadas por los Partidos Políticos con representación
parlamentaria, terminando con discusiones que llevaban muchísimos años. Debo resaltar que, como
toda la legislación que se sanciona luego de un debate amplio, libre y democrático, ya adquirió la
legitimidad que le otorga el consenso social derivado de su aplicación sin ningún tipo de
inconvenientes.
Como vemos claramente, hablar de la "Política" despectivamente conlleva el peligro de
desconocer la existencia de nuestra República desde sus albores y a una actividad que, vuelvo a repetir,
con aciertos y errores, ha ido incorporando paulatinamente al pueblo en las grandes decisiones que nos
han ido formando como país.
Finalmente, y para graficar lo expuesto, acudiré a la magia del cine con una película que debería
ser de exhibición obligatoria en los colegios secundarios de nuestro país. Me refiero a "La Caída", film
alemán en el que se retrata fielmente el derrumbe del régimen nazi y las consecuencias nefastas para la
población civil que ello implicó. Mientras caían sobre el centro de Berlín las bombas de la artillería
rusa que se encontraba a pocos kilómetros, Hitler reúne al Estado Mayor de su ejército para despedirse.
En un momento, mientras le daba la mano a Himmler, uno de sus principales colaboradores, éste le
dice al oído: "Führer" es hora de hacer política.. .me puedo contactar con los aliados ". El Dictador le
contesta seriamente; "Nunca hice política, ni lo haré. La política es para los débiles y los traidores.
¡Háganla ustedes cuando yo esté muerto! ". Allí, se dio media vuelta y se fue. Huelga decir que al
pueblo alemán le llevó casi cincuenta años recuperarse de este desdén por la actividad política
Entiendo que este artículo puede traer críticas, controversias y, porque no, descalificaciones.
Principalmente desde el anonimato que permiten las redes sociales. Bienvenidas sean. Despertarán las
conciencias y formarán parte del derecho de opinión reconocido constitucionalmente que debemos
defender. Tanto, como la palabra que sintetiza el espíritu de este artículo y que nos costó mucho a los
argentinos conseguir. Me refiero a la "Libertad". Aquélla que permite a las personas ser "Dueñas de sí
mismas".

(x) Profesor de Derecho Constitucional


Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales
(Universidad Nacional del Litoral)

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