Está en la página 1de 32

El homicidio de la

democracia

M. Alejandro Bravo Morejón

Ediciones La Social
El homicidio de la democracia by
Ediciones La Social is licensed under
a Creative Commons
Reconocimiento-NoComercial
CompartirIgual 4.0 Internacional
License.
El homicidio de la
democracia
M. Alejandro Bravo Morejón

Ediciones La Social
Abstract

A través de la analogía de que el sistema


político y la democracia fueron asesinados;
se desenredaran diversos subtemas como
lo son: partidos políticos; la cultura
democrática; la participación ciudadana;
los institutos electorales, entre otros. De
estos subtemas se buscara comprender
como fue que murió la democracia.
Key words: democracia; sistema político; sistema de
partidos; cultura política; elecciones.

1
Introducción
El sistema político y la democracia en
México han muerto; y en este doble
homicidio, los ciudadanos somos cómplices
al ser testigos de esta muerte anunciada y
no hacer nada.
Ante esta declaración me siento con la
obligación de plantear la primer pregunta
de este análisis ¿realmente existe o ha
existido la democracia en México? pues
¿cómo podemos hablar de la muerte de la
democracia si nunca existido?, ¿por qué
alarmarnos por la pérdida de esta si no la
hemos vivido?, ¿cómo confiar en los
veladores y árbitros de la fiesta de la
democracia cuando los actores políticos
los señalan de fraudulentos y el ciudadano
desconfía de ellos? Ante tantos
cuestionamientos; será de vital importancia
entonces empezar a desglosar algunos
temas para así descubrir ¿quiénes fueron
los verdaderos culpables de este
homicidio?
3
Hablamos de que el sistema político fue
asesinado pero qué tal y solo qué tal si el
sistema político fue culpable del homicidio
de la democracia y este ante la culpa
sentida y el propio derrumbe de
instituciones “democráticas” que no
velaban por el interés del “demos” termino
por suicidarse. Estaríamos entonces
hablando ya del primer fallo de estas
instituciones dentro del sistema político y
es la falta de preocupación por incentivar la
cultura democrática; un pueblo condenado
a la ignorancia por sus propias
instituciones, por sus propios
representantes ¿a qué futuro puede
aspirar ese pueblo donde los partidos
políticos les han negado el conocimiento?
Dichos partidos que surgen como
organizaciones de un grupo de ciudadanos,
agrupados entre sí con ciertos objetivos,
una ideología y la aspiración de llegar al
poder público; pero en esa aspiración
encontramos que el día de hoy sólo
responden a intereses de corporativos, a
4
intereses de las cúpulas y las élites ¿dónde
queda entonces la representación popular
cuando se representa a la minoría que
ostenta el poder económico y político?;
algunos incluso abiertamente dejan de
representar al pueblo al que aspiran
gobernar para volverse unas marionetas
que representen los intereses de la
hegemonía cultural burguesa, los intereses
de perpetuarse y enriquecerse mediante el
poder a través de los aparatos ideológicos
que brinda el Estado.
En el análisis de este homicidio
necesitamos percatarnos de que en esta
gran fiesta de la democracia, es decir en las
elecciones, estas se vuelven un cóctel de
mala praxis, pues se juntan partidos
políticos que no representan al pueblo e
instituciones arbitro que se acusan de
fraudulentas, pero que los intelectuales
orgánicos le dan baños de pureza aunque
en la realidad si juegan un rol en el partido y
muy irónicamente para los partidos
políticos; y por último plantearnos una
5
pregunta nuevamente ¿cómo incentivamos
que el ciudadano que ya no se siente
representado por estas élites, por estas
instituciones, vuelva a confiar y salga a las
calles a festejar? A festejar en la fiesta de la
democracia; que salga a las calles, que
salga a las calles a ejercer las herramientas
y mecanismos de participación ciudadana
que tienen escondidos los institutos
electorales, ayuntamientos y congresos;
que el ciudadano a pesar de estar en un
constante estado de sobrevivencia bajo las
dinámicas actuales del necrocapitalismo
salga a las calles y participe; esa será la
pregunta más importante para descubrir
cómo murió la democracia y cómo
podemos revivirla.

6
Desarrollo
¿Cómo podríamos decir que nace el Estado
mexicano moderno? y será acaso que en
este nacimiento nos faltó lo más
necesario… la democracia.
Del partido único, al hegemónico
y al multipartidismo.
Tras el triunfo de la revolución y el exilio del
dictador Porfirio Díaz Mori a Francia en 1911
México se sumió a falta de cabecillas y
dirigentes con conocimiento y experiencia
política en una guerra civil que terminaría
al final en 1921; quedando en el poder un
grupo de generales sonorenses; ante este
escenario donde no existía una oposición
política verdadera pues los allegados al
viejo régimen porfirista habían sido
asesinados o exiliados; Madero, Zapata,
Carranza, Villa y demás caudillos ya habían
sido asesinados o eran perseguidos, y ante

7
el gran aglutinamiento de diversas fuerzas
allegadas pero muy pequeñas el general
Plutarco Elías Calles en 1929 fundaría el
Partido Nacional Revolucionario (PNR), con
el objetivo de contener las divisiones del
grupo revolucionario e instaurar un sistema
encargado de conseguir las metas de la
revolución mexicana. A través de estos
objetivos lograrían irónicamente
(entendiendo la ironía en que habían
luchado por la no reelección en una
revolución y el asesinato del ex presidente
Álvaro Obregón que buscaba la presidencia
nuevamente) el perpetuarse en el poder;
no abiertamente como lo intento Obregón,
sino como el titiritero que estaría detrás del
periodo histórico que conocemos como
“maximato”.
Para romper con lo que representaba el
callismo y por ende el maximato, el General
Lázaro Cárdenas del Río durante su
presidencia exiliaría a Calles y para 1938 le
cambiaría las siglas al partido, para
convertirlo en el Partido de la Revolución
8
Mexicana (PRM) de corte de izquierda y
políticas sociales, causando que algunos
empresarios al no ver apoyo hacia ellos y
líderes religiosos que habían sido
perseguidos durante el maximato buscaran
crear una nueva alternativa política en 1939,
fundando así al Partido de Acción Nacional
(PAN); pasando el pais y su sistema de
partido único después de una década a un
sistema "bipartidista", que se traduciría en
la practica en un sistema de partido
hegemónico que duraría hasta finales del
siglo XX.
Las siglas PRM únicamente estarían
durante dos administraciones (1938-1946).
En 1946 el presidente entrante Miguel
Alemán Valdés reformaría nuevamente el
nombre del partido al Partido
Revolucionario Institucional (PRI) como lo
conocemos hasta nuestras fechas. Ya para
1977 y a consecuencia del desgastamiento
de un partido hegemónico con el cual la
ciudadanía ya no se sentía representada,
sumado a la persecución política y brutal
9
represión a los opositores al régimen
priista; la colusión y unión del panismo con
las practicas priistas; y como cereza del
pastel tenemos que en las elecciones
presidenciales de 1976 sólo hubiera un
candidato (el candidato del PRI). Todos
estos elementos orillarían a José López
Portillo en 1977 en búsqueda de legitimar su
administración, junto con Jesús Reyes
Heroles quien era su Secretario de
Gobernación a desarrollar la Ley Federal de
Organizaciones Políticas y Procedimientos
Electorales (LOPPE) y la Ley de Amnistía en
1978 dándole la amnistía a los presos
políticos y la “posibilidad” de que las
minorías pudieran tener jugada política;
aunque la practica dicha posibilidad
aunque abrió y permito la creación de más
partidos como lo fueron el Partido
Comunista Mexicano, el Partido Demócrata
Mexicano y el Partido Socialista de los
Trabajadores; en la practica el sistema
político y de partidos seguía bajo un
modelo de partido hegemónico.
10
Alternancia no significa
democracia
A lo largo de este recuento histórico sobre
los acontecimientos que fueron forjando
tanto al sistema político y de partidos en
México como también a los elementos que
causarían el homicidio de la democracia;
nos hayamos en un punto donde es
importante definir que entendemos por
democracia para así entender cómo fue
que las instituciones la asesinaron.
Aunque no existe una acepción universal
sobre “¿qué es la democracia?” si podemos
entender en primer lugar de donde
proviene etimológicamente y en segundo
lugar podemos identificar algunas de sus
características para así ir entendiendo a
que nos referimos. La etimología de
“democracia” proviene del griego “demos”,
que significa "pueblo" y “kratos” que
significa "poder"; por lo que la democracia
pueda ser definida como “el poder del
pueblo"
11
o “el poder en las manos de la mayoría”;
logrando así que una de sus características
más importantes y que no se cumplen en el
escenario mexicano cabe recalcar, es que
la democracia se opone en búsqueda de la
igualdad y representación de la mayoría, a
la monarquía y a oligarquía.
¿Cómo entender que nuestros actores políticos
defienden a la democracia cuando provienen en su
mayoría de las cúpulas económicas, políticas y
sociales del pais y piden para ellos y los suyos
trato y vida de monarca? ¿Cómo se atreven a
hablar de democracia e incluso declaran que la
promueven y defienden cuando representan todo
lo que se opone a esta?

En 1997 en el sexenio del entonces


presidente Ernesto Zedillo se lograría ver el
resultado de una serie de reformas
estructurales promovidas por este;
especialmente en el ámbito electoral ya
que por primera vez el régimen priista
perdería la mayoría en la Cámara de
Diputados en esas elecciones intermedias,
12
logrando que el sistema de partidos que
existía pasara de uno hegemónico a
predominante. Siendo también este
resultado la antesala de lo que ocurriría en
las elecciones presidenciales del 2000,
donde después de haber gobernado por
más de 70 años el pais, el PRI y su
candidato Francisco Labastida no podrían
hacerle frente al cansancio popular, al
discurso demagógico y las herramientas de
marketing político (algo novedoso en las
elecciones del país) utilizadas por el equipo
del candidato Vicente Fox Quesada del
PAN; y aunque muchos intelectuales
orgánicos (allegados a la administración
foxista) quieran hablar del triunfo de la
democracia, únicamente ese 2 julio del
2000 se vivió un ejercicio que permitiría la
alternancia política; más no la transición a
la vida democrática.

13
Mucho se ha recalcado que alternancia no
significa necesariamente democracia y es
justo el entender esto lo que nos permitirá
comprender como fue que el homicidio de
la democracia ocurrió y los ciudadanos no
nos percatamos. Como individuos
respondemos y nos vemos orientados
inconscientemente por lo que los Aparatos
Ideológicos del Estado dicten y he ahí el por
qué se han mencionado tanto a los
intelectuales orgánicos, pero también
tendríamos que hacer mención de otros
tipos de aparatos ideológicos como los
medios de comunicación o las escuelas,
son estos en su conjunto los que nos van
relatando una realidad oficialista que
funciona para las elites que gobiernan y
ostentan dichos aparatos. El hablar
constantemente de la relación que tienen
las diversas elites políticas, sociales y
económicas en el sistema político
mexicano es la clara muestra de cómo el
poder no reside en una mayoría, sino en
cambio continua fiel a la tradición histórica
14
de la minoría silenciosa pero poderosa.
Ante esta combinación de factores y
actores como lo son el uso de la maquinaria
estatal y sus aparatos ideológicos; la
colusión de las elites en pro de su status
quo y lógicas del mercado necrocapitalista,
terminan por orillar al ciudadano a la
máxima incertidumbre de un cambio en el
sistema, sumergiéndolo en la alienación de
un sistema regido por oligarcas que viven
como miembros de la familia real ´pero
presumen ser demócratas y del pueblo.
Así fue que murió la democracia, asfixiada
por el peso de instituciones burocráticas
que no respondían ante las demandas del
demos, ahorcada ha manos de quien
juraron en primer lugar instaurarla para
posteriormente protegerla; el destino
funesto de la democracia en este pais no
será otro que el relatado aquí, hasta que la
ciudadanía organizada y sin las cadenas de
la alienación del sistema se movilicen por
recuperar una forma de gobierno que
nunca han podido ostentar.
15
Conclusión
El renacimiento de la
democracia
Cómo entender a un país, donde a sus
políticos les encanta hablar de democracia
en el discurso, ya sea como gobierno
diciendo que la están fomentado o siendo
opositor diciendo que la están poniendo en
riesgo sus contrincantes; cuando en la
realidad más allá del discurso populista y
politiquero que a nuestras autoridades les
encanta emplear, lo único que hemos
vivido es la alternancia política; y una
alternancia que podemos poner en duda;
por los múltiples actores políticos que
llevan operando décadas cambiándose el
color que fingen abanderar o de
instituciones e iniciativas que han sido
creadas a modo para la permanencia de
una clase política en el poder.
Nos toca entonces asumir que en las
elecciones presidenciales del 2000 no
vivimos
17
como dicen los intelectuales orgánicos la
apertura y el comienzo a la transición
democrática en el ejecutivo federal; sino en
cambio, podemos incluso afirmar que
empezamos a vivir el proceso de la
alternancia política, un proceso de
alternancia que como hemos manejado
anteriormente no requiere necesariamente
de democracia; la dictadura de la mayoría
no se vive se aparenta. Ahí es donde se
encuentra la gran complicación, pues
entonces en un país donde el pueblo ha
sido condenado al analfabetismo y a la más
vil ignorancia ¿cómo lo volvemos parte del
aparato político y de toma de decisiones?
Antonio Gramsci dijo que ”la conquista del
poder cultural debería de ser previa al
poder político” y en el entorno de la
creación e incentivación de la participación
ciudadana es de carácter urgente, ya no
para salvar al sistema político que como
comentamos desde la introducción
terminó muriendo por el propio peso
instituciones burocráticas que no atendían
18
ni atienden las demandas ciudadanas y que
no responden, tampoco a la necesidad de
gobernabilidad y gobernanza tan urgente
en este pais; elementos necesarios para
que la democracia pudiera tener
oportunidad de aparecer dentro de los
elementos que conforman al Estado
mexicano; ocupamos regresar a la
participación comunitaria, a la idea de esas
ágoras griegas donde los problemas de la
vida privada se reunían de manera que se
buscaban esas conexiones y soluciones
que colectivamente aplicadas, resultaban
tan poderosas en la vida pública que
lograban llevar a los individuos de sus
desdichas individuales a un espacio donde
pudieran hacer y cobrar forma ideales tales
como el “bien público”, “la sociedad justa” o
“los valores comunes”. Regresar a esos
espacios públicos y privados a la vez,
perdidos y abandonados bajo las lógicas
del capitalismo contemporáneo; la
incidencia en esos espacios la podremos
encontrar en las toma de decisiones en
19
colonias, barrios o la forma de agrupación
vecinales que la ciudadanía ostentaba
previo a la instauración de las lógicas
individualizadoras generadas por las
políticas neoliberales. De querer revivir a la
democracia será importante el rol que los
institutos electorales jueguen en brindar
capacitaciones y enseñanza de las
herramientas de participación que
tenemos como ciudadanos, pues de qué
sirve que a día de hoy en el estado de
Michoacán tengamos como herramientas
el presupuesto participativo o iniciativa
ciudadana si carecemos de las
herramientas para llevarlas a cabo; o
incluso aún peor desconocemos su
existencia.
Si queremos hablar de democracia en
este país primero necesitamos lograr la
conquista del poder cultural en México, del
triunfo del apoderamiento de los aparatos
ideológicos del Estado que beneficien a la
ciudadanía y no solamente a una parte que
históricamente se ha beneficiado de estos.
20
Sólo así, sólo a través de dichas conquistas
podremos empezar a encaminarnos no a la
transición democrática pero sí a la
construcción de los pilares para empezar a
circular en esa vía.

Fuentes de Consulta
Bobbio, N. (2018). Liberalismo y democracia.
México: Fondo de Cultura Económica .
Cosío Villegas, D. (1982). El sistema político
mexicano. En D. Cosío Villegas, El sistema
político mexicano (pág. 35). México:
Cuadernos de Joaquin Mortiz.
Junquera, R. (Junquera, Rafael). La reforma
política. Xalapa: Universidad de Veracruz.

21
1° Edición
Este titulo fue publicado en
Ediciones La Social
octubre, 2021
...Así fue que murió la democracia, asfixiada por el
peso de instituciones burocráticas que no
respondían ante las demandas del demos...

También podría gustarte