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El término de “Aparato psíquico” será inaugurado por Freud en el texto de “La interpretación

de los sueños” (1900), donde habla de cierta disposición u organización interna de una

persona, además atribuye diferentes funciones a “Lugares psíquicos” específicos y le asigna un

orden en termino de sucesión temporal.

Desde la teoría Freudiana, se habla de dos tópicas que la divide en tres tipos de instancias o

sistemas:

 Primer tópica: inconsciente (Icc), Preconsciente (Prcc), Consciente (Cc).

 Segunda tópica: Ello, Yo, Súper yo (Ideal del Yo).

En el caso de la primera tópica es más especificado en el material “Lo inconsciente” de 1915.

En los inicios de este edificio psicoanalítico, como ya sabemos, Freud primero partió del

material clínico que iba recolectando de sus pacientes, y esto lo llevo a una clara decisión en

cuanto al objeto de estudio de su teoría científica. A diferencia de la psicología (y es aquí

donde parte la mayor diferencia) el psicoanálisis tiene como objeto de estudio el Inconsciente

o sus manifestaciones (Sueños, chistes, histeria, olvido de nombres propios, lapsus, etc.).

Entonces la mayor hipótesis teórica seria la existencia de procesos inconscientes, tener un

sueño bastante recurrente que va cambiando de elementos, estar con tu pareja y llamarlo por

otro nombre, estar frente a un lugar que pasaste toda tu vida y no poder recordar su nombre,

o incluso el decir un chiste no muy inocente; dentro de lo que sería el inconsciente tendremos

muchos mecanismos formadores de estas manifestaciones, pero, ¿que se haya en el

inconsciente? En palabras de su descubridor, podríamos decir que se encuentra lo más crudo

de una persona, nuestro primer objeto de amor, y también de odio, la rivalidad, el chupeteo,

etc.; allí se haya todo lo reprimido de la infancia, y demás cosas que podrían perturbar a la

conciencia del individuo.


¿Ahora, cual es la relación de la consciencia y lo inconsciente? Bueno, algo bastante particular

es que muchos procesos reprimidos van a tratar de devenir conscientes, van a tratar de salir a

la luz, y para eso existe la censura, deniega ciertos procesos que si deviniera, dañarían o harían

pasar un mal momento a el humano en su vida cotidiana (como un sentimiento de amor hacia

alguien prohibido por cuestiones sociales), así que esas cosas denegadas serán reprimidas y

permanecen inconscientes.

Si esos procesos logran pasar la censura pasan a la Cc, no consciente aun, pero susceptible a

ella (o sea que podemos recuperar eso de una manera más fácil, por ejemplo ahora, si te

pregunto el nombre de tus padres, no era algo que tenías en tu mente en primera fase, pero

realizas una examinación en tu memoria y podes recordarlo) Esto, permeable a la consciencia

es lo que llamamos el Preconsciente.

Entonces si quisiéramos poner de una manera lineal: Icc-Censura-Prcc-Cc.

Los procesos icc no tienen ningún orden, son atemporales, no son modificados, es un

contenido puro y neto, sometido al principio de placer-displacer, no hay consideración a la

realidad.

El Prcc mantiene relaciones con los otros dos sistemas, mientras que el Cc se encuentra

sometido al principio de realidad, realidad que va a ser adquirida con la interacción en la

sociedad o la cultura.

Ya para nuestra segunda tópica utilizaremos el texto “El yo y el Ello” (1923-1926) aquí, desde

mi punto de vista, se deja muy en claro la evolución de Freud en términos de redacción y de

también la experiencia que fue ganando a lo largo de su consultorio.

Aquí como en todos los textos de Freud diría yo se nos van presentando incógnitas a medida

que avanzamos, que podría decirse que van respondiéndose mientras más nos adentramos.
Todo nuestro conocimiento está ligado a la consciencia, y lo inconsciente puede hacerse

conocido solo si deviene consciente, nos deja pensando ¿Cómo es esto posible?

Sabemos que la consciencia es la superficie de nuestro aparato anímico, como para ubicarnos,

sería lo primero a partir del mundo exterior, como una superficie perceptora (sensorial) pero,

también de percepciones provenientes del interior, las sensaciones y sentimientos son

conscientes. Entonces la clara diferencia entre el Icc y el Cc es que el primero su material,

permanece oculto, mientras que la segunda puede enlazarse con representaciones verbales,

mientras que lo Prcc se encuentra siempre en intercambio.

Todo esto nos llevara a una clara idea de la conformación de la idea del Yo, será un nódulo

entre las relaciones con las percepciones externas e internas, que parten de nuestro sistema

Prcc. Pero, el Yo es en cierta parte Inconsciente también.

Entonces tendremos a nuestro Yo, que parte de nuestro Prcc y a lo restante se considera al Ello

que sería lo Incc. Desde un inicio, nuestro nacimiento, el cachorro humano diría Lacan, somos

puro ello, todo desconocido e inconsciente, que luego podemos ver en la superficie emerger el

Yo, que se desarrolla partiendo del Prcc. Ambos en una parte inferior. En el Ello se haya lo

reprimido, constituye una parte de él, pero a diferencia en el Yo funciona la represión.

De una forma más fácil, el Yo parte del Ello pero ya está modificado por la influencia del

mundo exterior, no está dominado por el principio de placer (como si lo está el Ello) sino que

en este, funciona el principio de realidad.

El Yo es la razón o la reflexión, mientras que el Ello son las pasiones. El Yo rige la parte motora,

incluso hay un ejemplo muy bueno en relaciona su relación con el Ello: posiciona al Yo como el

jinete que rige y refrena la fuerza pasional del Ello, pero esto lleva a una gran gasto de

energía, por el a veces debemos dejarnos llevar por nuestro caballo, a veces el Yo se deja

dominar por la voluntad del Ello.


Esto nos lleva a nuestro tercer sistema, a donde reside al sentimiento de culpabilidad

inconsciente, llamado Súper Yo o Ideal del Yo.

Este tercer sistema partirá también en nuestra primera infancia, es el “Debes ser, o, lo que no

debes ser”, un sistema rígido y severo, cargado de consciencia moral y cierto sentimiento

inconsciente de culpabilidad (un buen ejemplo seria cuando nosotros sabemos que debemos

hacer un trabajo importante, podemos estar en cualquier lugar y haciendo cualquier otra cosa

pero, tenemos ese destello de conciencia, esa opresión, ese pensamiento de “Debemos hacer

la tarea”).

Entonces tendremos un sistema de puro instinto (Ello), uno receptor de los impulsos internos y

externos que lleva la parte motora (Yo), y por ultimo tendremos a nuestro juez de las acciones

que tomamos (Súper Yo).

Estos tres sistemas conviven en el individuo y lo más sano seria poder llegar a un equilibrio de

estos, nunca un extremo, no podemos vivir bajo los impulsos del Ello, así como tampoco

podemos llevar una vida rigurosa como lo plantea el Súper Yo, el Yo lleva la tarea de tratar de

mantener ambos lados equilibrados, como una balanza, esto lleva a un individuo “Sano” y

capaz.

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