Capítulo 10

Unidades, convenciones y ¿Por qué no podemos llevarnos todo bien?

Resumen

El hecho de entender erróneamente las unidades puede cambiar drásticamente el

significado de un número, por lo que existen toda clase de ejemplos fantásticos de
tales errores. Hay algo en la confusión de unidades que le encanta a la gente.
Puede que sea porque es un error muy familiar. Y si lo combinamos con el
regodeo que produce el hecho de que la NASA cometa un error de matemáticas
básicas, lo convierte en una historia muy atractiva.

La NASA lanzó la nave espacial Mars Climate Orbiter, que tardó nueve meses en
llegar a Marte. Una vez allí, una confusión entre unidades métricas e imperiales
provocó un fracaso completo de la misión y la pérdida de la nave espacial. Las
naves espaciales utilizan volantes de inercia, que, básicamente, son peonzas
enormes, para su estabilidad y control. El efecto giroscópico significa que, incluso
en el vacío del espacio donde no hay fricción, la nave puede empujar contra algo y
desplazarse. Pero, con el tiempo, los volantes pueden acabar girando a
demasiada velocidad. El problema que derribó una nave espacial moderna
también hundió un barco de guerra del siglo XVII. El Vasa se hundió en aguas que
eran ideales para conservar la madera. Poco después de su hundimiento, se
recuperó la mayoría de los preciados cañones de bronce y el resto del naufragio
fue olvidado. A pesar de haber pasado tres siglos en el fondo del océano, el Vasa
está increíblemente bien conservado.

Si no puedes con el calor, sal de la conversión

Las unidades de distancia están todas de acuerdo en dónde empezar a medir. En

cuanto a la longitud, es evidente que existe un punto cero: aquel en el que no
tienes nada de nada. Los metros y los pies pueden diferir en el tamaño de sus

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intervalos, pero todos ellos empiezan en el mismo lugar. En cambio, con la
temperatura no está tan claro. No hay un punto claro en el que empiece una
escala de temperaturas, ya que siempre puede hacer más frío (según la
experiencia humana). Dos de las escalas de temperaturas más populares son la
de Fahrenheit y la de Celsius, y cada una de ellas utiliza un enfoque diferente para
elegir una temperatura inicial de cero.

Problemas masivos

El combustible de un avión se calcula en base a su masa, no a su volumen. Los

cambios de temperatura pueden hacer que las cosas se expandan y se
contraigan; el volumen real que ocupa un combustible depende de su temperatura,
por lo que es una medida poco fiable de cantidad. La masa sigue siendo la misma.
Seguro que los aviones tienen indicadores de combustible que les indican cuánto
les queda. Los coches lo tienen y, si un automóvil se queda sin gasolina,
simplemente se detiene y provoca un pequeño inconveniente: nos hace tener que
ir caminando hasta la gasolinera más cercana. Si un avión se queda sin
combustible, también se va a detener, pero solo después de caer miles de metros
(tres mil pies). Los pilotos deberían ser capaces de echar un vistazo al indicador
de combustible y ver que está excesivamente bajo.

No se olvide de la etiqueta con el precio

Es fácil olvidar que las monedas de cada país son unidades. 1,41 dólares es una
cantidad muy diferente a 1,41 centavos, pero, a menudo, algunos entienden
intuitivamente el punto decimal como una marca de puntuación para separar los
dólares de los centavos, por lo que consideran que son equivalentes.

Hay una complicación añadida cuando se trata de grandes sumas de dinero. Los
múltiplos que nos resultan prácticos son unidades por derecho propio, pero,
cuando se trata con algo como metros y kilómetros, mucha gente tiende a pensar

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que se trata de unidades diferentes. Los kilómetros son realmente una
combinación de la unidad de distancia de un metro con la «unidad de tamaño» de
un millar. Pero con el dinero, estas unidades causan problemas.

Mejor dale a cada ciudadano un millón de pavos

Es fácil ver cuál es su fallo. 360 millones de dólares entre 317 millones de
personas no sale 1 millón de dólares para cada uno, es apenas 1 dólar por
cabeza. No un millón. Un mísero pavo. A pesar de ser bastante fácil desacreditar a
alguien dividiendo un número por otro, este meme circuló como cálculo legítimo.
Se es consciente de que las personas son mucho menos críticas cuando se trata
de una evidencia que respalda sus creencias políticas, pero debemos creer que
incluso las pruebas que confirman lo que piensas deben pasar al menos alguna
comprobación rudimentaria antes de ser puestas en circulación.

A contracorriente

Intervienen las libras, aunque en este caso se trata de una fracción más pequeña
de la libra: el grano. En el sistema de unidades de peso de los boticarios, una libra
se puede dividir en 12 onzas, cada una de las cuales equivale a 8 dracmas. Una
dracma tiene 3 escrúpulos, cada uno de los cuales tiene 20 granos. Espero que
eso tenga sentido. Un grano es una 5.760ª parte de una libra. Pero no de una libra
normal, sino de una libra de troy. Un kilogramo son 1.000 gramos, los cuales se
pueden dividir en 1.000 miligramos cada uno. Un grano es una unidad arcaica que
equivale a unos 64,8 miligramos.

El problema es que, en Estados Unidos, el sistema de unidades de los boticarios

todavía se utiliza como uno de los sistemas para pesar las medicinas. En la larga
lista de lugares en los que no le gustaría estar en el extremo receptor de los
errores producidos por tener sistemas de unidades que entran en conflicto, la
medicina ha de estar en los primeros lugares. Y, para colmo de males, la

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abreviatura de grano es «gr», que puede confundirse muy fácilmente con un
gramo.

Análisis y aplicación a la vida profesional

En pocas palabras, los sistemas de unidades son importantes porque nos

permiten medir y comparar objetos y fenómenos del mundo físico, garantizar que
nuestras mediciones sean precisas y uniformes, y facilitar nuestras actividades
tecnológicas, industriales y comerciales en todo el mundo.

Los Estados pueden ratificar, aceptar o adherirse a las convenciones

internacionales. Las convenciones definen las normas a que lors Estados aceptan
someterse. La lista de los Estados partes incluye los Estados membros que han
firmado o han aceptado someterse al convenio.

El sistema internacional de unidades es el sistema de unidades de medida que se

utiliza en todo el mundo y es el lenguaje universal de la metrología. Su revisión
significa un gran avance en la ciencia y la tecnología, y permitirá mediciones más
precisas y consistentes. Además, los sistemas de unidades uniformes y precisos
nos permiten evitar errores peligrosos y costosos en nuestras actividades
cotidianas. Los sistemas de unidades son una parte esencial de nuestra vida y un
conocimiento importante en nuestros campos de estudio y trabajo. Es importante
entender su relevancia para apreciar profesiones como la metrología que trabajan
en la creación de estándares uniformes que nos permiten medir todo con precisión
y uniformidad.

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