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¿Qué es el Ayuno según la Biblia

Primeramente, la palabra ayuno proviene del griego “nestheia” que significa “no comer”
o “abstenerse de alimentos”. En términos generales el ayunar consiste en abstenerse
de comer alimentos en un periodo de tiempo completo o parcial.

Un significado más espiritual sobre ayuno es que puede definirse como una disciplina
que ejerce un cristiano para fortalecer su espíritu, apartándose de las rutinas diarias y
del consumo de la comida, para dedicar ese tiempo en la búsqueda de Dios en oración
y considerar su pecado.

El significado básico de la palabra ayuno es la abstención completa o parcial de comida


y/o bebida por un período de tiempo. Quiere decir que cuando decidimos ayunar por un
tiempo específico, se sobrentiende que dejaremos de comer o beber completa o
parcialmente.

Es importante mencionar que ayunar NO es:

1) Un proceso de dieta

2) Perder una comida o dos porque estamos muy atareados para comer

3) Estar sin comida porque somos muy pobres para comprarla

4) Una huelga de hambre para conseguir que alguien o el gobierno haga algo

5) Un acto para obtener salud física. Aunque el ayuno es saludable, ayunamos por
otras razones; esto es un beneficio secundario.

Ayunar es:

1) Una declaración mental y vocal de abstenerse de comida a fin de alcanzar fortaleza


espiritual, respuestas y dirección para nosotros mismos y para otros.

2) Ayunar puede y sí ayuda para recibir el Espíritu Santo (Hechos 10:1-48)

3) Ciertos tipos de demonios no pueden ser echados fuera sino con ayuno y oración
(Marcos 9:14-19)

4) Nuestro ayuno debe ser hecho ante Dios (Zacarías 7:5; Mateo 6:18)

5) El ayuno ayudó a Daniel y sus compañeros a obtener habilidades, entendimiento y


sabiduría (Daniel 9:2-3; 21-22
¿PARA QUÉ AYUNABAN ALGUNAS PERSONAS DE TIEMPOS BÍBLICOS?

 Para buscar la ayuda y la guía de Dios. Quienes viajaron de regreso a Jerusalén


ayunaron para demostrar que pedían la ayuda de Dios con sinceridad (Esdras
8:21-23). Pablo y Bernabé a veces ayunaban antes de nombrar ancianos en las
congregaciones (Hechos 14:23).

 Para concentrarse en el propósito de Dios. Después de su bautismo, Jesús


ayunó cuarenta días a fin de prepararse para cumplir con la voluntad de Dios
durante su ministerio (Lucas 4:1, 2).

 Para demostrar que se arrepentían de sus pecados. Mediante el profeta Joel,


Dios les dijo a los israelitas infieles: “Vuelvan a mí con todo su corazón, y con
ayuno y con lloro y con plañido” (Joel 2:12-15).

 Para celebrar el Día de Expiación. La Ley que Dios le dio a la nación de Israel
ordenaba ayunar una vez al año en el Día de Expiación (Levítico 16:29-31). a En
aquella ocasión, era apropiado ayunar porque les recordaba a los israelitas que
eran imperfectos y necesitaban que Dios los perdonara

¿CUÁL DEBE SER LA MOTIVACIÓN DEL AYUNO?

El motivo principal del ayuno debe ser acercarnos a Dios, mostrarle nuestro
amor, obediencia y sumisión. No debemos marcar un día de ayuno por motivos
egoístas o para conseguir algo que deseamos que Dios nos conceda a cambio.

(Zacarías 7:1-6) "En el cuarto año del reinado del rey Darío, en el día cuatro del mes
noveno, que es el mes de quisleu, la palabra del Señor vino a Zacarías. El pueblo de
Betel había enviado a Sarézer y a Reguen Mélec, y a sus hombres, a buscar el favor
del Señor y a preguntarles a los sacerdotes de la casa del Señor Todopoderoso y a los
profetas: «¿Debemos observar en el quinto mes un día de duelo y abstinencia, tal
como lo hemos hecho todos estos años?» Vino entonces a mí esta palabra de parte del
Señor Todopoderoso: «Dile a todo el pueblo de la tierra, y también a los sacerdotes:
“Cuando ustedes ayunaban y se lamentaban en los meses quinto y séptimo de los
últimos setenta años, ¿realmente ayunaban por mí? Y, cuando ustedes comen y
beben, ¿acaso no lo hacen para sí mismos?”

Vemos cuán importante es que examinemos nuestro corazón y entendamos bien


qué nos motiva a ayunar. Dios conoce nuestros corazones, él sabe si lo hacemos por
motivos egoístas o si realmente ayunamos como ofrenda a él con el deseo de
experimentar su presencia de una forma especial. El ayuno debe ser un acto de
humildad y sacrificio ante Dios, un gesto que expresa lo mucho que le necesitamos a él
en nuestras vidas.

Jesús alentó en sus seguidores un enfoque intencional del ayuno como una
herramienta espiritual, no como una ley bíblica. Cuando un fariseo preguntó a Jesús
por qué sus discípulos no ayunaban como los fariseos, él ofreció su propia orientación
sobre el papel del ayuno. Comparando a sus discípulos con los invitados a una boda,
Jesús dijo Los invitados a la boda no pueden lamentarse mientras el novio esté con
ellos, ¿verdad? Pero llegarán días en que el novio les será quitado, y entonces
ayunarán" (Mateo 9:14-16). Esta guía puede aplicarse todavía a nosotros hoy. Cuando
nos sentimos lejos de Dios, el ayuno puede ayudarnos a lamentar nuestro alejamiento
de Dios y a acercarnos de nuevo.

AYUNAR POR INSPIRACIÓN

El Espíritu Santo nos impulsa a ayunar por alguna necesidad desconocida a nosotros
en el momento, solo sentimos una carga, necesidad o deseo de ayunar. Esta es la
forma más fácil de ayunar porque tenemos un fuerte sentir de hacerlo. Sin embargo, no
debemos depender completamente de este método. Si así lo hacemos, nuestras
temporadas de inspiración pueden presentarse muy distanciadas

AYUNAR POR COMPROMISO

La dedicación y consagración a Dios demanda que ayunemos simplemente porque


hemos sido mandados a hacerlo. Las disciplinas espirituales no pueden ser llevadas a
cabo en la vida del creyente solo por inspiración. El auto-control es un punto esencial
para el cristiano; esto es así especialmente en el llamado a ayunar. Regúlese a usted
mismo a ayunar y ayune cuando su líder le pida que así lo haga. No espere en otros;
haga sus propios compromisos y guárdelos. Le esperan bendiciones cualquiera que
sea el método que lo motive a ayunar

LO QUE NO DEBEMOS HACER CUANDO AYUNAMOS

1) Darse gusto en placeres y precisar toda su labor


Israel demandaba que los siervos trabajaran sin dejarles tiempo para orar, meditar o
estudiar la palabra de Dios. Deje a un lado el placer y lo más que pueda de trabajo o
negocio como le sea posible para obtener lo máximo del ayuno.

2) Ayunar para contender o debatir

Alabarse a sí mismo como el fariseo (Lucas 18:10-14), no es algo aceptable ante Dios

3) Herir con el puño inicuamente

Israel continuó en sus malas obras y maltrato a otros. El pecado debe ser erradicado
de nuestras vidas para que el ayuno sea agradable a Dios. Esto se aplica a un santo
que persiste en una conducta hipócrita. El ayuno puede ayudarle a conquistar
debilidades en su vida.

4) Tener una apariencia de tristeza

Mostrarse triste y provocar simpatía de otros destruye la efectividad del ayuno. En esto
tenemos nuestra recompensa.

5) Desfigurar el rostro

Características faciales distorsionadas para mostrar a otros que usted está ayunando
es incorrecto

6) Manifestar a los hombres que ayuna

Buscar impresionar a los hombres es el motivo incorrecto. Debemos buscar


impresionar a Dios.

LO QUE SÍ DEBEMOS HACER CUANDO AYUNAMOS

1) Desatar las ligaduras de impiedad

Desligarnos a nosotros mismos de lo que sea que estemos haciendo mal

2) Saltar las cargas de opresión

Dejar a un lado no solo cargas físicas sino también las espirituales

3) Dejar ir libres a los quebrantados

Dar a los hombres libertad, perdonar sus transgresiones y ofensas y tratar a nuestros
semejantes justamente.
4) Romper todo yugo

Dejar a un lado todo peso y el pecado que nos asedia, rompiendo todo yugo que nos
ata y nos detiene de ser espirituales.

5) Compartir el pan con el hambriento

Dar pan literal y espiritual a un mundo hambriento

6) Vestir al desnudo

Aplicaciones espirituales y naturales son consideradas aquí

7) No escondernos de nuestros propios hermanos

Restaurar la hermandad entre los santos así como también en los hogares y familias
separadas.

8) Ungir la cabeza y lavarse el rostro

Esa era una costumbre judía, Jesús está diciendo que en los días que usted ayune,
haga como en los otros días, no mostrando a otros que ayuna.

9) Ayunar a nuestro padre que está en secreto

Dejemos que nuestro ayuno sea a Dios, realizado discretamente, con una apariencia
normal

Para concluir, el libro de Isaías capítulo 58 nos enseña más sobre el verdadero
ayuno que agrada a Dios.

(Isaías 58:6-10) “¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de
impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que
rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres
errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas
de tu hermano? Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver
pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces
invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí. Si quitares de en medio de
ti el yugo, el dedo amenazador, y el hablar vanidad; y si dieres tu pan al hambriento, y
saciares al alma afligida, en las tinieblas nacerá tu luz, y tu oscuridad será como el
mediodía.”

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