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¿Qué es la continuidad cinematográfica?

Contenidos
1. Qué es el raccord
2. La relación entre planos
3. Tipos de continuidad cinematográfica
4. Los saltos de eje
5. Un trabajo fundamental
En entradas anteriores, con motivo del montaje alterno y paralelo, vimos que
puede constuirse un tiempo fílmico interno a toda película. Para ello, es
indispensable que el público sepa qué está viendo y cómo se le está mostrando.
Es decir, es necesario compartir un código cinematográfico entre espectador y
realizador.
Normalmente, este código lo hemos interiorizado de manera que no lo percibimos,
es algo “natural” a nuestros ojos. Pero si se rompe… ¡vaya si se nota! En esta
línea, hoy os enseñaremos una regla fundamental que todo cineasta debe
conocer: la continuidad cinematográfica o raccord. ¡Veamos!
Qué es el raccord
La continuidad cinematográfica o raccord es el nexo que existe entre los
diferentes planos de una secuencia, a fin de conseguir la fluidez del relato y la
identificación con la trama por parte del espectador. Es decir, el raccord busca la
integración narrativa del público en lo que ve, de manera que su mirada no se
pierda en la sucesión de imágenes, y reconozca la relación entre ellas.

El raccord busca que la mirada del espectador no se pierda en la imagen.

En sus orígenes, cuando el cine aún estaba consolidando su lenguaje, la


preocupación fundamental era que el ojo no se perdiera en la imagen. Si
segmentas una escena en varios planos (pasando de un plano general a un plano
medio, por ejemplo) necesitarás aclarar al espectador que sigues contando la
misma escena. Es decir, que continuas en el mismo lugar, con los mismos
personajes, en un mismo momento… Así, el relato fluye y todos los cambios
encuentran su causa lógica en lo mostrado.
Pero, ¿cómo hacemos saber eso?
La relación entre planos
Los planos de una misma escena o secuencia deben tener relación los unos con
los otros. Un plano debe estar vinculado con el anterior y debe servir de base para
el siguiente. Si no… ¡menudo lío para el que lo ve!
Si vamos a lo obvio, existen elementos que nos sirven de indicio de esta relación.
Por ejemplo, entre plano y plano, los personajes tienen la misma ropa, los
muebles de una sala son los mismos, el día sigue siendo día (y no noche), si canta
un pájaro, sigue cantando… No podemos hacer del cambio de plano un corte
brusco de los elementos de la escena. Si así lo hiciéramos, el espectador
acabará perdiéndose y desconectando de la película.
En este cómico sketch del cómico José Mota, vemos lo desconcertante que
resulta saltarse el raccord:
https://www.youtube.com/watch?v=WLNPKVKLuwY&feature=emb_logo

Estos elementos comunes podrán modificarse, pero solo si se enseña el momento


del cambio. Por ejemplo, si un personaje se quita la chaqueta, deberé mostrarlo en
un plano para que no choque a la vista. Imaginaos, sino, cuánto desconcertaría
ver que en un plano lleva sombrero y gabardina y en el otro está en pijama… ¡qué
disparate!
No obstante, la cámara también está sujeta a ciertas reglas de continuidad. Es
decir, no solo estos elementos (vestuario, maquillaje, posiciones…) han de
cuidarse, sino que la dirección y orden de los planos necesita respetar una norma.
Hablamos ahora de la técnica cinematográfica, la pura realización.
Tipos de continuidad cinematográfica
Podemos diferenciar tres raccord fundamentales que tenemos que saber:
Raccord de mirada: nos referimos a la dirección en la que la mirada de un
personaje se dirige a un punto concreto. Normalmente, se da entre personaje que
se miran/hablan (¡ya que los ojos siempre miran hacia un lado!). Si el individuo A
mira hacia la derecha, el individuo B (con quien habla) debe mirar a la izquierda.
Así, conseguimos que se devuelvan miradas: entendemos la conversación.
En este video podéis comprobar la importancia de la dirección de la mirada. Sin
ella, no estableceríamos la relación lógica entre personajes y se perdería toda la
magia:
https://www.youtube.com/watch?v=jUjGBVTpdtA&feature=emb_logo

Raccord de dirección: similar al de la mirada, pero referido a los


desplazamientos entre planos. Si un personaje sale caminando del plano por la
derecha, en el siguiente plano deberá entrar por la izquierda. Como veis, siempre
responden a esta relación: de izquierda a derecha; de derecha a izquierda.
Igualmente ocurre con coches, pelotas, disparos… todos deben seguir esa
dirección.
Si vemos en este video de escenas de Buster Keaton, veremos que sus planos
siempre guardan relación de continuidad: si cae por abajo en un plano, en el
siguiente cae desde arriba.
https://www.youtube.com/watch?v=frYIj2FGmMA&feature=emb_logo

Raccord de posición: referido a la disposición de los elementos en la escena, es


importante que no hay cambios en la distribución de los mismos. Es decir, que si
en un plano sale un reloj de pared, en el siguiente se mantenga y no desaparezca
o se transforme en un cuadro. Igualmente, si un personaje está con la mano
levantada, en el siguiente plano no la tenga bajada. Como vemos, este raccord es
el más cantoso de todos ya que afecta directamente a la lógica espacial.
En este vídeo podéis ver algunos de los fallos más cantosos de la historia:
https://www.youtube.com/watch?v=f9oDJspw-mc&feature=emb_logo

En línea con estos tres principales, podemos diferenciar también raccord de


iluminación (que la luz no cambie entre plano y plano), raccord de sonido (los
cortes de sonido deben justificarse siempre), racord de maquillaje, peluquería,
atrezzo… Hay quien habla incluso de raccord de interpretación: si un intérprete
está llorando en un plano, que en el siguiente no salga riendo. La idea al final
siempre es la misma: no romper la continuidad de elementos entre planos.
¿Conocéis algún fallo de raccord cantoso de alguna película? ¡Os leemos!
Los saltos de eje
Además de todo lo mencionado, cabe detenerse en una última regla muy
relacionada con la continuidad. Así como hemos visto que la posición y dirección
de los personajes están sometidas a reglas narrativas, ¡la posición de la cámara
también lo está!
Cómo sitúo la cámara en una conversación, por ejemplo, responde a una lógica
muy concreta. Surge así la conocida como ley de los 180º. Para explicarla,
imaginemos una conversación entre dos personajes cara a cara, alrededor de los
cuales dibujamos un círculo.
El eje es el centro de acción de conversación, la línea central que divide el círculo
en dos. Si para el personaje A sitúo la cámara a la derecha del eje, y para filmar al
B la sitúo a la izquierda, lo que me encuentro es que los fondos y la dirección de
las miradas cambian llamativamente. Nos encontramos con un salto de eje, es
decir, un fallo de raccord en el eje.
El raccord lo que busca es suturar los planos, invisibilizar el montaje. Si el fondo
cambia entre plano y plano, y parece que los personajes no se miren… ¡vaya
caos!
Por ello, en el caso de las conversaciones, los planos deben tomarse desde un
mismo lado del eje (o izquierda o derecha). Es decir, abarcando solo los 180º (la
mitad) de esa circunferencia imaginaria. De esta forma, ni el fondo cambia ni las
miradas se opondrán: todo resultará natural.
Échale un ojo a este divertido cortometraje: ¡Tía, no te saltes el eje! para terminar
de entender el salto de eje:
https://www.youtube.com/watch?v=svejkenpjJU&feature=emb_logo

Un trabajo fundamental
La idea básica de la realización de cualquier película es la de unir y relacionar
fragmentos buscando la continuidad espacio-temporal ya vista. Tan importante es
el raccord para un film, que una o varias personajes se encargan en los rodajes de
cuidar la continuidad.

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