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Juanita Baracaldo Gutiérrez

Sistemas emergentes, autoorganización y emergencia


Treinta años después de que Keller desafiara la hipótesis del marcapasos, los estudiantes reciben cursos
de "estudios de autoorganización", y el software ascendente organiza las comunidades virtuales más
dinámicas de la Web. Pero el desafío de Keller fue más allá de la conformación de una serie de tendencias
intelectuales. Desenterró una historia secreta11 de pensamiento descentralizado, una historia que había
quedado sepultada durante muchos años bajo el peso de la hipótesis del marcapasos y de los
compartimentos tradicionales de la investigación científica. Durante siglos, si no milenios, se había
pensado en la conducta emergente en todas sus variantes; sin embargo, aquel pensamiento fue ignorado
sistemáticamente como corpus unificado de trabajo, porque no había nada unificado en su cuerpo. Había
células aisladas en busca de los misterios de la emergencia, pero no había agregación.
Ese sistema define la forma más elemental de comportamiento complejo: un sistema con agentes
múltiples que interactúan en forma dinámica de múltiples maneras, siguiendo reglas locales e
independientes de cualquier instrucción de un nivel superior. Sin embargo, este sistema no sería
considerado emergente si las interacciones locales no fueran, en alguna forma, de macro conducta
observable. Digamos que las reglas de comportamiento local de las bolas de billar terminan dividiendo la
mesa en dos grupos de bolas: uno de números pares, otro de números impares. Eso indicaría el comienzo
de la emergencia, un patrón de un nivel superior que surge de interacciones complejas paralelas entre
agentes locales. Las bolas no están programadas de forma explícita para reunirse en dos grupos; están
programadas para seguir reglas mucho más aleatorias: girar a la derecha cuando chocan con una de color;
acelerar después del contacto con la bola tres; detenerse en su trayectoria cuando tocan la bola ocho, y así
sucesivamente. Sin embargo, a partir de esas rutinas simples emerge una forma coherente.
Sistema de relaciones múltiples que surge por diversas interacciones dinámicas, bajo un marco de reglas
locales e independientes. Es emergente ya que siguen una lógica de macro conducta observable, es decir
que se articulan rutinas simples, generando patrones de una forma coherente, sin ente rector, ni
organización van formando cosas. Redes complejas evolutivas, autoorganización, fluctuaciones,
emergencia, creación En lo urbano no se pueden separar las partes, es una red sistemática en la cual las
partes dependen de todo l conjunto. Es lo que se entreteje.
La complejidad emergente sin adaptación es como los intrincados cristales que forman un copo de nieve:
un bello diseño que no tiene ninguna función. Las formas de comportamiento emergente que
examinaremos en este libro exhiben la cualidad peculiar de hacerse más inteligentes con el tiempo y de
responder a necesidades cambiantes y específicas de su entorno. En este sentido, la mayoría de los
sistemas que veremos son más dinámicos que nuestra mesa de billar adaptadora: rara vez se establecen en
una forma única y fija; forman patrones en el tiempo y en el espacio. Un mejor ejemplo sería una mesa
que se autoorganiza en función de un dispositivo temporal basado en el billar: la bola de arranque golpea
la bola ocho sesenta veces por minuto, y las bolas restantes cambian de lado a lado de la mesa una vez por
hora. Puede parecer difícil que emerja un sistema como éste a partir de interacciones locales entre bolas
individuales, pero nuestro cuerpo contiene numerosos relojes orgánicos diseñados a partir de células
simples que funcionan de maneras notablemente parecidas. Un número infinito de configuraciones
celulares o de bolas de billar no producirá un mecanismo de precisión; sólo un pequeño número de ellos
lo hará. Entonces es pertinente la pregunta: ¿cómo orientar un sistema emergente
En la zona identificar lo que se encuentra todos los barrios es una zona con oferta y demanda. En cuanto a
primera infancia
El Codito es un sector caracterizado por ser un barrio emergente que se configuró a través de un sistema
de autoorganización. Debido a este proceso, varios grupos de población han quedado excluidos y carecen
Juanita Baracaldo Gutiérrez

de atención, principalmente niños y personas de la tercera edad. En la actualidad, en la zona existe una
alta demanda y una escasa oferta de educación para la primera
Históricamente, desde el año 1886, comenzó un auge en la creación de jardines infantiles motivado por
mujeres que buscaban trabajo para apoyar a sus esposos, y esta iniciativa fue impulsada por Ángel
Cabrera, ex ministro de trabajo. Esta propuesta se fue consolidando y aunque al principio era
prácticamente un trabajo voluntario, resultaron establecidas 57 unidades, siendo cada mujer responsable
de 20 niños. En su rutina diaria, debían cuidar a los niños desde las 8 a.m. hasta las 4 p.m., enseñarles
pedagogía, llevar a cabo actividades educativas, preparar almuerzos, mantener la limpieza del lugar,
realizar tareas administrativas, entre otras responsabilidades. Hoy en día, se evidencia una disminución de
jardines debido a dificultad del trabajo y papeleo. Sin embargo, la educación de primera infancia sigue
siendo una necesidad del sector,
Año 1886 77 unidades en la zona del codito, viene bienestar familiar. Ángel cabrera, ministro de trabajo.
Era la mano derecha e impuso la iniciativa. Toca capacitar a las mujeres para que tengan su instituto. Eran
20 niños, ahora son 14. Le bajaron. Tantas cosas que nos toca hacer a nosotras. Enseñarles pedagogía, ser
la maestra, enseñarles actividades rectoras, secretarias, chefs, mantener el lugar desinfectado. Todo eso
solo nosotras. De 8am a 4pm Por eso ha bajado.
Inicio a raíz de tanto niño que los dejaban encerrados. Poca oferta y mucha demanda. Antes no les
pagaban el mínimo, les pagaban la beca, como 200.000 pesos mensuales. En ese entonces fue
prácticamente voluntario. Después cabrera gestiono para que estas mujeres lo dieran. Se fue mejorando la
situación, pero se desmejoro la situación también. ¿Mucho papeleo?
En su obra "Sistemas emergentes", Steven Johnson explora las fascinantes similitudes entre diversos
sistemas complejos, como las colonias de hormigas, el cerebro humano, las ciudades y el software, desde
una perspectiva de sistemas emergentes. A lo largo de la introducción, Johnson nos invita a considerar
cómo estos sistemas aparentemente dispares comparten propiedades comunes sorprendentemente
reveladoras. Johnson establece que la característica central de los sistemas emergentes es su habilidad
para generar complejidad y orden a partir de interacciones simples entre sus elementos constituyentes. En
otras palabras, estos sistemas se construyen a través de la interacción y autoorganización de partes
individuales, dando como resultado un comportamiento colectivo sorprendentemente sofisticado.

Un ejemplo ilustrativo que Johnson presenta en la introducción es el comportamiento de las colonias de


hormigas. Si bien las hormigas individuales siguen patrones simples, su cooperación y comunicación
permiten que la colonia como un todo realice tareas complejas, como encontrar alimentos y construir
estructuras elaboradas. Tecnologías digitales pueden ser considerados como extensiones de la mente
humana. Al igual que las hormigas y sus interacciones, el software se desarrolla a través de una red de
contribuciones individuales, lo que resulta en sistemas de software cada vez más complejos y poderosos.
En resumen, la introducción del libro de Steven Johnson nos introduce al emocionante mundo de los
sistemas emergentes, donde diferentes elementos se combinan para crear fenómenos sorprendentemente
complejos y ordenados. A lo largo del libro, Johnson explora cómo estas ideas se aplican a campos tan
diversos como la biología, la tecnología y la sociedad, ofreciendo una nueva perspectiva sobre cómo
surgen y evolucionan los sistemas en nuestro mundo.
Juanita Baracaldo Gutiérrez

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