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UNIVERSIDAD MARIANO GÁLVEZ DE GUATEMALA

Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales


Filosofía del Derecho
Licenciada: María Mercedes Tuna Aguilar
Decimo Semestre: Sección A

TEMA: LAS PERSONAS

Berta Liliana López Santos 5018-19-9101

Antigua Guatemala 30 de Julio del 2023


INTRODUCCION

En el presente trabajo desarrollaremos el tema denominado la persona y sus


distintos aspectos a desentrañar, desde el punto filosófico hasta el funcionamiento
en la sociedad.

La etimología de la palabra persona es debatida. Casi siempre es referida a las


máscaras que solían utilizar los actores (per-sonare). La máscara es una
apariencia que cubre el despliegue de una individualidad compleja e insondable.
En la persona se presenta el fraccionamiento de una enorme complejidad
cósmica.

La noción de persona es utilizada desde tiempos remotos. En los campos

filosófico y teológico, La persona humana significa al universo y es significada por


él. Cada perspectiva de la cultura desde los enfoques fácticos, lógicos y
axiológicos y desde cada materia, espacio, tiempo y persona hace a una faceta de
cada persona. En cuanto a la materia es relevante, por ejemplo, considerar la
composición de la persona en relación con la Biología, la Economía, la Religión, la
Lengua, la Ciencia, el Arte, la Educación, etcétera. Uno de los mayores debates
actuales es el del comienzo y el fin de la existencia de la persona. Importa el
análisis cultural de cada persona.

Por tal razón este trabajo trata de ahondar sobre la persona desde lo más
profundo del ser y responder ¿que soy?
Definición conceptual de persona

Según la RAE: “f. Individuo de la especie humana.”

¿Qué es Persona?

Es un individuo de la especie humana, hombre o mujer, que, es


considerado desde una noción jurídica y moral, es también un
sujeto consciente y racional, con capacidad de discernimiento y
de respuesta sobre sus propios actos. Como tal, es un concepto
opuesto a animal o cosa, pues se le atribuyen la racionalidad y
la vida, y, en este sentido, cumple un desarrollo biológico y
psíquico, desde que nace hasta que muere.

¿De donde proviene la palabra persona?


Persona proviene del latín persōna, que significa ‘máscara
de actor’ o ‘personaje teatral’, y este del etrusco phersu, que
a su vez viene del griego πρόσωπον (prósōpon), que
traduce precisamente ‘máscara’.

Persona, pues, se refiere a la máscara que se ponían los


actores griegos o romanos en las representaciones teatrales, y que contaba con
una bocina para darle mayor resonancia a la voz, de modo que llegara a todos los
espectadores. De allí que muchas veces se profundice sobre su significado en un
sentido filosófico y se diga que ser persona es representar un rol ante el mundo,
en la sociedad, así como tener voz.
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 38 Cfr. Aristóteles, Metafísica, VII, c. 1, 1028a 10-1028b 7. Sigo la


traducción de V. García

En sus usos cotidianos, como persona denominamos a un hombre o mujer de


quien no sabemos el nombre: “Dile a aquella persona que te ayude”. Así como
también se puede referir al hombre o mujer distinguido con un cargo público
importante.

Persona es también una forma de denominar a un personaje de una obra literaria.

LA PERSONA COMO
SUSTANCIA
“Persona es la sustancia individua de la naturaleza racional.”
La renuencia personalista hacia la noción de
sustancia parece deberse principalmente a Max
Scheler, quien denuncia con fuerza la concepción
cosista de la sustancia aristotélica. En su última
obra, El puesto del hombre en el cosmos, afirma
sin ambages que la doctrina sustancial del alma
se basa en la incorrecta aplicación de la
categoría externa de cosa o, en su forma más
antigua, en la distinción, inspirada en lo orgánico,
y posterior aplicación de las categorías de
“materia” y “forma” a la relación de cuerpo y alma
(santo Tomás de Aquino). Ambas aplicaciones de categorías cosmológicas al
centro del ser del hombre son desacertadas».23 En todo caso, para Scheler, «el
centro de la actividad espiritual, la persona humana, no es una sustancia, sino una
ordenación.
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 38 Cfr. Aristóteles, Metafísica, VII, c. 1, 1028a 10-1028b 7.


Sigo la traducción de V. García

monárquica de actos, uno de los cuales hace las veces de dirección y guía y se
dirige al valor y la idea con los que el hombre se “identifica” en cada caso.

LA INTERPRETACIÓN DE LA SUSTANCIA ARISTOTÉLICA DESDE EL


PANVITALISMO
Si la hipótesis apuntada por Jonas fuera cierta, la interpretación de la sustancia
aristotélica debería hacerse desde esa misma perspectiva «panvitalista». Por
consiguiente, cuando el Estagirita habla de sustancias no se referiría en primer
lugar a cosas o artefactos materiales sino a sustancias vivas, y desde ellas, como
con cierta impropiedad, se pasaría a designar a los seres inertes. Un estudio
exhaustivo de la cuestión excede con mucho los estrechos límites de estas
páginas; me limitaré a indicar tan solo algunos pasajes del mismo Aristóteles que
permiten avanzar en esa línea interpretativa. Para el Estagirita, el ser se dice de
muchas maneras: ser en acto y ser en potencia; ser sustancial y ser accidental;
etc.

Consiguientemente, también la sustancia se puede, predicar en diversos sentidos,


unos más propios y principales que otros. En la Metafísica, Aristóteles se pregunta
qué es la sustancia y le otorga las propiedades de la separabilidad (posibilidad de
existir en sí y no en otro) y la determinación de ser un «esto». Así, vendría a ser
equivalente a la «esencia» o «quididad» de los seres. Poco después distingue
distintos tipos de sustancias: «dos naturales y una inmóvil».Entre las naturales hay
sustancias sujetas a movimiento, que son corruptibles como los cuerpos
terrestres, y sustancias eternas o incorruptibles como los cuerpos celestes. Y
además hay una sustancia inmóvil: Dios, que es acto puro de entender, que
entendiéndose a sí mismo es perfecto y feliz. Este sería el modelo más
perfecto de sustancia, un viviente siempre pensante.
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 Yebra, Madrid: Gredos, 19923 . Sobre esta cuestión, cfr. C. Rossito,


«Metafisica». Guida ad Aristotele, E. Berti (ed.). Bari: Laterza, 20074 ,
pp. 224-239.

LA PERSONA COMO SER


PENSANTE

El hombre es un ser pensante, porque es persona.


Ese poder proceder de lo más íntimo, y de ahí
ilumina su alma (en la facultad de la inteligencia), su
cuerpo (cerebro, sentidos internos y externos). Y el
mundo se le hace claro y luminoso, lo entiende,
porque es inteligible, no cerrado y caótico. Y puede
conocerse a sí mismo, gran tarea, siguiendo el
necesario y antiguo “conócete a ti mismo” en la reflexión, que podemos llamar
autoconciencia. Además, puede conocer a Dios, la Verdad plena y total por
diversos caminos. Como es corporal conoce a través de los sentidos; también por
la razón, sin olvidar la memoria y la inteligencia del Ser y la iluminación mística,
tantas veces experimentada por los seres humanos en la cumbre de su ser
personal.

El ser humano es, desde su origen, un ser pensante, un ser abierto a la Luz de la
Verdad. Puede entender, leer dentro de la realidad. Pero sobre todo puede
conocer a Dios por la razón, por la fe y por los dones. Es un ser abierto a la luz.
Este pensamiento no es algo que surja del interior en un despliegue de lo que ya
tiene dentro, sino que es un reconocer y un descubrir. Reconocer porque el Logos
La Verdad habita en un cierto grado en su interior más íntimo, es una luz interna
en el hombre. Y descubrir porque conoce realidades distintas a sí mismo: el
mundo creado y Dios en su infinitud inagotable.
El conocimiento sapiencial llega más allá que el lógico, que tiende a cerrarse en
ideologías, llega a estar unido al amor y a la experiencia viva divina y humana. Ser
pensante y ser amoroso se exigen mutuamente, como también el ser abierto a la
belleza.

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 Yebra, Madrid: Gredos, 19923 . Sobre esta cuestión, cfr. C. Rossito, «Metafisica».
Guida ad Aristotele, E. Berti (ed.). Bari: Laterza, 20074 , pp. 224-239.

La reacción comprensible ante el racionalismo que reduce todo a la lógica y el


materialismo –que reduce todo a la materia- sería defender el irracionalismo. Esto
es lo que ha hecho la gnosis antigua en oriente y en el seno del cristianismo que la
rechazó, y que se ha reproducido siglo tras siglo con diversos nombres. En la
actualidad se advierte en el conglomerado de la New Age, pero el fondo es un
intento consciente de conocimiento irracional por muy diversos caminos
(espiritismos, magias, sentimentalismos religiosos, pseudocientifismos, etc). Esto
no es aceptable ni para una mente cristiana, ni para una mente natural. De todos
modos, no se puede dejar de lado el conocimiento por con naturalidad, ni que la
intuición y la afectividad lleven a conocer realidades existentes, como vamos a ver
a continuación.

Volviendo a las causas podemos decir que la causa eficiente del conocer es el
acto de ser que constituye a la persona. La causa formal la inteligencia como
potencia del alma que recibe la luz de su intimidad e ilumina y hace accionar todo
el conocimiento, incluido la acción cerebral y la de los sentidos. La causa material
es el cuerpo y principalmente el cerebro, la causa final es conocer como es
conocido por el mismo Dios según su propio ser personal y natural.

LA PERSONA COMO SER


ETICO
Para examinar la naturaleza humana desde el punto de vista ético, veamos
previamente lo que es la ética. La palabra ética es de origen griego, viene de f)
Oixa, derivado de r\doi;, cuya traducción aproximada en castellano sería la de
actitud, la de comportamiento, etc. En el alfabeto griego de tipo jónico con el que
escribieron sus obras inmortales los grandes pensadores griegos, se distinguía la
he breve (e) llamada epsilón de la e larga (YJ) denominada eta.

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 Yebra, Madrid: Gredos, 19923 . Sobre esta cuestión, cfr. C. Rossito,


«Metafisica». Guida ad Aristotele, E. Berti (ed.). Bari: Laterza, 20074 , pp. 224-
239.

Los helenos al pronunciar la palabra


ética, algunas veces pronunciaban la
primera sílaba en forma larga y otras
veces en forma corta, con objeto de
diferenciar el simple uso, de la
inclinación natural de hacer algo. El
filósofo Aristóteles, al indagar a qué
ciencia o arte pertenecen las costumbres, en su obra la Grtm ética, discurriendo
que la ética.

La ética no se contenta con saber cómo ha sido la humanidad en el pasado ni cuál


es su comportamiento en el presente, lo que anhela es indagar cuál debe ser el
ideal de nuestro comportamiento. La ética no consiste solamente en la descripción
de las costumbres, ni en la ordenación o catalogación de las virtudes, de los
defectos o de los vicios de los hombres, ni en la simple teorización de los hábitos y
de las costumbres. La acción de la ética va más allá, llega hasta el plano ideal de
lo que deberían ser las acciones humanas frente a lo que son. La ética es el
estudio de la conducta ideal de los hombres. La ética es la reflexión sobre el obrar,
es el pensar sobre la conducta humana; en otros términos, la ética es la
interpretación valorativa del comportamiento humano en la vida social.
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- Bernabé, A. Los filósofos presocráticos. Madrid: Ediciones Evohé. - Mosterín J. (2013) La


Hélade. Madrid: Alianza Editorial), Historias de la Filosofía.

LA PERSONA COMO
ENTE JURIDICO

Sujeto de derecho, bien lo sabemos, es un ente al


cual se le imputan situaciones jurídicas subjetivas, es
decir, derechos y deberes. Y, como está dicho, en la
doctrina generalmente se trata ambos conceptos
como sinónimos en tanto no hay más sujeto de derecho que la persona ya sea
natural o jurídica y, por consiguiente, toda persona es sujeto de derecho. ¿Sigue
siendo esto exacto en la actualidad? ¿Sólo la persona natural y la jurídica son los
únicos sujetos de derecho? ¿Y el concebido, y la organización de personas no
inscrita, no son acaso sujetos de derecho? En la actualidad, a diferencia del
pasado inmediato, no se suelen confundir, por lo general, las nociones de «sujeto
de derecho>> y de «persona». Ellas se distinguen solamente desde un punto de
vista técnicojurídico, desde una perspectiva puramente formal. Aunque en la
codificación comparada no aparece todavía otro sujeto de derecho que no sea la
persona natural y la persona jurídica por lo que sujeto de derecho y persona son
conceptos que se superponen, en los tiempos que corren se advierte una nueva
tendencia con la que se pone de manifiesto una diferencia conceptual entre ambas
nociones"

En la actualidad podemos sostener, por consiguiente, que el concepto de «sujeto


de derecho) es el ente al cual el ordenamiento jurídico atribuye situaciones
jurídicas subjetivas, es decir, deberes y derechos. En la realidad, en la experiencia
jurídica, el concepto formal de sujeto de derecho) se refiere, siempre, al ser
humano. Es decir, al ser humano en sus cuatro maneras de presentarse en el
mundo, desde su concepción hasta su muerte. Cuatro «maneras de ser)) que son
asumidas y

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- Bernabé, A. Los filósofos presocráticos. Madrid: Ediciones Evohé. - Mosterín J.


(2013) La Hélade. Madrid: Alianza Editorial), Historias de la Filosofía.

reguladas por el derecho a través del ordenamiento jurídico. Es decir, corno ser
humano por nacer concebido, corno ser humano nacido -persona natural, corno
organización de personas sin inscribirse ni ser reconocida por el Estado y,
finalmente, corno organización de personas que, por el hecho formal de su
inscripción, se convierte en lo que, impropiamente, se le designa corno «persona
jurídica». A la persona jurídica, en cuanto organización de personas que persigue

fines valiosos se le conceden ciertos privilegios que supone el atribuirle un


régimen de «excepción» que la sustrae de la regulación del derecho común que
regula a cualquier otra organización de personas «no inscrita)). En esto consiste el
útil invento de la pandectística.

PERSONA COMO
SER RELIGOSO

Al estudiar la persona humana, dentro de su misma


totalidad, se nos presenta con carácter de preeminencia
su perspectiva hacia Dios, lo que pudiéramos llamar con
una palabra impropia, pero que expresa bastante bien lo que se busca: la
dimensión religiosa del hombre. Siendo la primera, es natural que se le dé un lugar
preeminente, cuando se trata de hacer un estudio, lo más completo posible, de la
persona humana. encuadramiento del tema dentro de la filosofía contemporánea,
no puede ser

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Kenny, A. (2019). La filosofía moderna. Una nueva historia de la filosofía occidental
(vol. 3). Madrid: Tecnos.

tampoco más oportuno. La moderna filosofía de la existencia no es, ni lógicamente


puede ser, una filosofía atea, pero puede tener, y de hecho tiene, omisiones
injustificables. Por una parte, el existencialismo atrayendo decididamente la
atención de los filósofos hacia el hombre concreto “el hombre que trabaja y juega",
ha puesto un nuevo punto de arranque al filosofar, opuesto por una paite al
idealismo trascendental, y por otra a la excesiva abstracción de un realismo
decadente. Sobre este punto de partida se conviene en estructurar toda la
ontología, pero bien pronto en lo que a la religión se refiere las tendencias se
separan apareciendo el ateísmo fuertemente afirmado (Sartre), la abstención del
problema de lo trascendente (Heidegger) o la afirmación decidida de religiosidad,
como en Marcel, Lavelle, etc., y otros muchos que figuran hoy entre los
defensores de la nueva filosofía, o mejor, del nuevo método de filosofar. Se
presenta, pues, al estudio de los filósofos con inquietud irritante el problema
religioso. Eliminarlo, prescindiendo del mismo, es una actitud cómoda, pero que
nada resuelve, aparte de su poca lógica, cuando se trata de uno de los problemas
fundamentales de la persona humana como tal.

CARACTERISTICAS
ESCENCIALES DE LA
PEARSONA
Los investigadores psicológicos suelen definir a la personalidad en términos de
cinco características nucleares, que se pueden considerar como disposiciones
estables que se relacionan con diferencias en el comportamiento. El modelo de
personalidad en cinco factores engloba estas características extensas, cada una
de las cuales engloba a características más específicas:

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Kenny, A. (2019). La filosofía moderna. Una nueva historia de la filosofía occidental


(vol. 3). Madrid: Tecnos.

1. Apertura a experiencias (aspectos que incluyen curiosidad intelectual e


imaginación creativa)
2. Escrupulosidad (organización, productividad, responsabilidad)
3. Extroversión (sociabilidad, asertividad; opuesto a la introversión)
4. Amabilidad (compasión, acatamiento, confianza en otros)
5. Neuroticismo (tendencias hacia la ansiedad y depresión)

Estas características, con frecuencia son


consideradas como "los cinco grandes". Se cree
que los individuos presentan cada una de las cinco
dimensiones de la personalidad hasta cierto punto,
algunas personas califican más alto en algunas
características que en otras. La variedad infinita de
maneras en las que difieren los individuos en
cuanto a la manera en la que expresan las
características es parte de lo que hace tan
fascinante al estudio de la personalidad.

El modelo de cinco factores es ampliamente utilizado entre investigadores de la


personalidad, pero no es el único modelo. Recientemente se introdujo un modelo
de seis factores que añade el factor de honestidad-humildad a las cinco
características originales.
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Kenny, A. (2019). La filosofía moderna. Una nueva historia de la filosofía occidental (vol. 3). Madrid: Tecnos.

PRINCIPIOS Y VALORES
DE LA PERSONA

PRINCIPIOS

Son reglas o normas que orientan la


acción de un ser humano cambiando las
facultades espirituales racionales. Se trata
de normas de carácter general y universal,
como, por ejemplo: amar al prójimo, no
mentir, respetar la vida de las demás personas, etc. Los principios morales
también se llaman Máximas o precepto constitucional.

1- RESPONSABILIDAD

Cada individuo debe responder por sus actos y sus decisiones.

2- HUMANIZACIÓN

Brindar un servicio con calidez, respeto, amabilidad que responda a las


necesidades y expectativas físicas, psicológicas, sociales, emocionales, culturales
y espirituales de los usuarios, orientándose al trato digno, respetando los derechos
y deberes.

3- SOLIDARIDAD
La solidaridad es la adhesión o apoyo incondicional a causas o intereses ajenos,
especialmente en situaciones comprometidas o difíciles en la atención en salud

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Mosterín J. & Torretti, R. (2010). Diccionario de Lógica y Filosofía de la Ciencia. Madrid: Alianza
Editorial.

4- TRANSPARENCIA

Es una cualidad de la actividad pública que consiste en la apertura del sector


público a la divulgación de información acerca de su gestión.

5- INTEGRIDAD

Actuó con dignidad, equidad y honestidad de forma justa y cortes, reconociendo


que la humanidad tiene una dignidad inherente e inviolable y que sus derechos
humanos deben ser respetados por encima de todo.

6- CELERIDAD

Realizo con agilidad en el cumplimiento de las obligaciones a cargo de los


servidores públicos, va coligado al constante y cambiante desarrollo de las nuevas
tecnologías.

VALORES

Son aptitudes o cualidades individuales que se definen la conducta de un individuo


en la sociedad dichos valores derivan de los principios éticos universales de allí su
objetivo sea guiar a los individuos a orar correctamente de forma individual y
colectiva.

ASÍ DEFINIMOS NUESTROS VALORES INSTITUCIONALES.

1. HONESTIDAD
Es un valor moral fundamental para establecer relaciones interpersonales basadas
en la confianza, la sinceridad y el respeto mutuo.

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Mosterín J. & Torretti, R. (2010). Diccionario de Lógica y Filosofía de la Ciencia. Madrid: Alianza Editorial.

2. JUSTICIA

Es un conjunto de valores esenciales sobre los cuales debe basarse una sociedad
y el estado. Estos valores son el respeto, la equidad, la igualdad y la libertad.

3. RESPETO

Es un sentimiento positivo, que se refiere a la acción de respetas, es equivalente


a tener veneración, aprecio y reconocimiento por una persona o cosa.

Es la consideración y valoración especial que se le tiene a alguien o a algo, al que


se le reconoce valor social o especial diferencia.

4. COMPROMISO

Asumo los lineamientos y políticas institucionales, cumpliendo con empeño,


profesionalismo e imparcialidad; garantizando el cumplimiento de los derechos
delas personas con equidad, justicia y si discriminación.

Es un valor que le permite y le lleva a vivir la vida que desea aunado con la
voluntad que posee el individuo para cumplirlo.

5. DILIGENCIA

Es el cuidado o el esmero en ejecutar o realizar algo. Es esa prontitud de ánimo,


agilidad interior y exterior, esa prisa pacifica e hacer el bien, en hacer con amor,
en hacer con alegría lo que tengo me corresponde en ese momento.

6. RESPONSABILIDAD SOCIAL
Compromiso individual y colectivo que busca el cumplimiento de la misión y visión
institucional.

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Mosterín J. & Torretti, R. (2010). Diccionario de Lógica y Filosofía de la Ciencia. Madrid:


Alianza Editorial.

7. LEALTAD

Sentimiento de respeto y fidelidad hacia una persona, compromiso, comunidad,


organizaciones, principios morales, entre otros.

8. PERTENENCIA

Es la oportunidad, adecuación y conveniencia de una cosa. Es algo que viene a


propósito, que es relevante, apropiado o congruente con aquello que se espera.

9. TRABAJO EN EQUIPO

Es el esfuerzo integrado de un conjunto de personas para la realización de un


proyecto.

10. SERVICIO

Tenemos convencimiento y pasión por el ejercicio de nuestras actividades,


manteniendo una actitud de empatía hacía los demás.
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Mosterín J. & Torretti, R. (2010). Diccionario de Lógica y Filosofía de la Ciencia.
Madrid: Alianza Editorial.

IDENTIDAD DE
LA PERSONA
Se refiere al conjunto de rasgos, características, valores, creencias y experiencias
que nos definen como individuos y como personas. La identidad personal
responde a la pregunta: ¿quién soy yo? Pero también implica otras cuestiones
como: ¿qué me hace diferente de los demás? ¿Cómo me relaciono con el mundo?
¿qué sentido tiene mi existencia? ¿Cómo puedo cambiar o mejorar mi identidad?

A lo largo de la historia, diferentes filósofos han intentado dar respuesta a estos


interrogantes desde distintas perspectivas y enfoques. Algunos han destacado el
papel de la razón, la memoria, la conciencia, el alma o el cuerpo en la constitución
de la identidad personal. Otros han enfatizado la importancia de los factores
sociales, culturales, históricos o políticos en la conformación de nuestra identidad.
Y otros han cuestionado la posibilidad misma de tener una identidad fija,
coherente y perdurable.

La identidad personal desde la filosofía clásica

La cuestión de la identidad personal ha sido abordada por los filósofos desde la


antigüedad clásica hasta nuestros días. A continuación, vamos a repasar algunas
de las principales ideas que se han propuesto al respecto desde la filosofía griega
y la filosofía moderna.

La filosofía griega: el conocimiento de uno mismo


Los filósofos griegos fueron los primeros en plantear la importancia del
conocimiento de uno mismo como base de la identidad personal y de la sabiduría.
La máxima “conócete a ti mismo” estaba inscrita en el templo de Apolo en Delfos y
era considerada como el principio fundamental de la filosofía.

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Jacobo Muñoz & Velarde J. (Coord.). (2000). Compendio de epistemología. Madrid: Trotta.

Para los griegos, el conocimiento de uno mismo implicaba tanto el conocimiento


de las capacidades y limitaciones de la propia naturaleza humana, como el
conocimiento de las virtudes y vicios que orientan la conducta moral. El objetivo
era alcanzar un equilibrio entre el cuerpo y el alma, entre la razón y la pasión,
entre el individuo y la comunidad.

Entre los filósofos griegos que se ocuparon de la identidad personal podemos


destacar a:

 Sócrates: fue el maestro de Platón y el iniciador del método dialéctico, que


consiste en interrogar al interlocutor para hacerle descubrir sus propias
contradicciones y verdades. Sócrates defendía que el conocimiento de uno
mismo era el camino para llegar al conocimiento de lo bueno y lo justo, y
que solo el que se conoce a sí mismo puede ser feliz y virtuoso.

 Platón: fue el discípulo de Sócrates y el fundador de la Academia, la


primera escuela filosófica de Occidente. Platón sostenía que el ser humano
está compuesto por un cuerpo material y perecedero y un alma inmaterial e
inmortal. El alma es la sede de la identidad personal, ya que es la que
contiene las ideas innatas y eternas que nos permiten acceder al mundo
inteligible, el verdadero mundo de la realidad.

 Aristóteles: fue el discípulo de Platón y el creador de una vasta obra


filosófica que abarca todos los campos del saber. Aristóteles criticaba la
teoría platónica de las ideas y afirmaba que el conocimiento se basa en la
experiencia sensible. Para Aristóteles, el ser humano es una sustancia
compuesta por materia y forma, por cuerpo y alma. El alma es el principio
vital que anima al cuerpo y le confiere unas funciones específicas. La
función propia del ser humano es la razón, que le permite alcanzar la
felicidad mediante la práctica de las virtudes.

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Jacobo Muñoz & Velarde J. (Coord.). (2000). Compendio de epistemología. Madrid: Trotta.

LA PERSONA Y
LA SOCIEDAD

La esencia de la persona humana tiene dos características fundamentales de las


que no puede despojarse.

La persona en sociedad es una


totalidad metafísica autónoma. Señala
Quiles con insistencia que la persona
ha de formarse un plan propio e
individual, que debe cumplir y del que
debe responder personalmente ante
Dios. Este plan de vida constituye para la persona una obligación absoluta a la
que no puede en forma alguna renunciar. La persona queda mutilada, sin
desarrollo, truncada cuando permanece aislada, encerrada, limitada en la esfera
de su pura individualidad o subjetividad. Ante la esencial deficiencia de la persona
sólo se satisface y complementa en la sociedad, en la intersubjetividad. Por tanto,
la persona incluye en todo su ser y su obrar una doble función: la individual y
social.

EL INDIVIDUO PARA LA SOCIEDAD, LA SOCIEDAD PARA LA PERSONA

El individuo es para la sociedad, y la sociedad es para la persona. La explicación


que hace Ismael Quiles de esta afirmación es diferenciar los conceptos de
individuo, de persona y sociedad. Así el individuo lo concibe como parte de la
sociedad y lo asocia a lo material y lo temporal en el ser humano. Quiles afirmará
que: “Las relaciones entre el individuo y la sociedad suelen fundarse en la
consideración de que el individuo es parte de la sociedad; y como parte está
subordinada al todo, así el individuo está subordinado a la sociedad.

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Jacobo Muñoz & Velarde J. (Coord.). (2000). Compendio de epistemología. Madrid:
Trotta.

Si suponemos que al individuo pertenece lo material y lo temporal en el hombre,


estos bienes, propios del individuo, están subordinados al bien del todo (la
sociedad) pues ésta, como tal, es superior a aquel”.

A la persona la asocia con lo espiritual, así dirá que: “Por otra parte, si se
identifican con la persona los intereses espirituales y eternos; a la persona pues se
han de subordinar los intereses materiales, temporales, de los que se ocupa la
sociedad”.

Pero estas subordinaciones de los intereses materiales de la sociedad no afectan


a todos los intereses materiales en general, sino que: “Esta 6 subordinación sólo
es indispensable cuando entra en juego el bien espiritual absoluto o último de la
persona humana”. En los restantes casos se han de analizar con cuidado las
circunstancias.
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Jacobo Muñoz & Velarde J. (Coord.). (2000). Compendio de epistemología. Madrid: Trotta.

CONCLUSIO
NES

 Que la persona es un ser evolutivo y que con forme el pasar del tiempo
se ha ido descubriendo así mismo.

 Que el hombre está fecundo en dos destinos simultáneos, que


determinan el sentido de su existencia. Un destino colectivo como
miembro de una sociedad y un destino individual como persona humana.

 Que una característica propia del hombre, que lo distingue del resto de
los animales, es que tiene sentido de su propia muerte y tiene conciencia
de su inmortalidad.

 Que la religión al fin de cuentas permite al hombre encontrar el sentido


profundo de la propia vida, y es en la interioridad del hombre donde se
fragua su propia felicidad.
 Que el ser humano se reconoce como un ser dotado de razón (capaz de
obrar según un determinado fin) y además posee una voluntad o apetito
racional, que le permite desear aquello que se le presenta como objeto

BIBLIOGRAF
IA

 38 Cfr.
Aristóteles,  Yebra, Madrid: Gredos, 19923 . Sobre esta
Metafísica, VII, cuestión, cfr. C. Rossito, «Metafisica».
c. 1, 1028a 10- Guida ad Aristotele, E. Berti (ed.). Bari:
1028b 7. Sigo la Laterza, 20074 , pp. 224-239.
traducción de V.
García
 56 Guido Gonclla, La persona nella Filosojia
del Diritto, p. 4.

 Dígesio Libro. 1. Tit. L. Ley 1. Parr. inicial. -' Digesto Libro. 1. Til. 1. Ley
10.

 Jacobo Muñoz & Velarde J. (Coord.). (2000). Compendio de


epistemología. Madrid: Trotta.

 Yebra, Madrid: Gredos, 19923 . Sobre esta cuestión, cfr. C. Rossito,


«Metafisica». Guida ad Aristotele, E. Berti (ed.). Bari: Laterza, 20074 ,
pp. 224-239.

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