Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CONFERENCIA 1
CONFERENCIA 2
CONFERENCIA 4
CONFERENCIA 5
CONFERENCIA 6
CONFERENCIA 7
CONFERENCIA 8
CONFERENCIA 9
CONFERENCIA 10
CONFERENCIA 11
Hemos llegado al final de este curso de conferencias, aunque no al final del tema. Pero eso
no se puede evitar. Sólo puedo añadir algunas palabras más, a saber, que he dado este curso
de conferencias sobre aquellas cuestiones muy humanas que son capaces de conmover el
corazón humano tan profundamente, y que a su vez están conectadas con el mayor destino,
incluso de los seres superiores. Cuando digo que he dado este curso realmente desde lo más
profundo de mi alma y me alegro de que por una vez haya sido posible hablar de estas
cosas en un círculo antroposófico, entre amigos antropósofos, que han venido aquí desde
todas las direcciones para dedicarse a estas consideraciones, estas palabras vienen del fondo
de mi corazón. Aquellos que tengan la oportunidad de escuchar más cursos, verán que
mucho se responderá de lo que alguien pueda tener en su alma en relación con este curso.
Pero aquellos que no puedan escuchar los cursos de verano, tendrán la oportunidad de
discutir algo así conmigo. Por eso puedo decir en esta ocasión que me he esforzado por
hablar de las cosas que se han discutido de tal manera que no sean meros conocimientos
abstractos, sino que pasen a nuestro pensamiento, sentimiento y voluntad, a nuestra vida
entera, de manera que uno pueda ver en los antropósofos que están en el mundo una
semejanza y una imagen de lo que podemos llamar las verdades antroposóficas más
profundas. Esforcémonos por llegar a esto completamente, pues sólo así tendremos un
movimiento antroposófico que en nuestro pequeño círculo existe para el estudio del
conocimiento espiritual. Sin embargo, este conocimiento debe - en primer lugar en el
círculo de nuestros miembros - convertirse en vida y alma para nosotros, y como tal pasar
al mundo. Y el mundo verá gradualmente que no fue en vano que en el punto de inflexión
del siglo XX había antropósofos honestos y rectos - personas que honesta y directamente
creían en el poder de los poderes espirituales. Y cuando ellos mismos creyeron en ello, se
llenaron de la fuerza con la que trabajar para ello. La civilización avanzará cada vez más
rápido en nuestras vidas, si transformamos dentro de nosotros mismos lo que oímos en
vida, en acción y en hechos - y no tratando de convencer a otras personas. La era actual no
está todavía preparada para eso. Sólo se convencerán aquellos que lleguen a la
Antroposofía desde el impulso más profundo de sus corazones; los demás no se
convencerán. También tenemos karma en la esfera mental, fue algo provocado por el
materialismo; y debemos considerar estos defectos como aquello contra lo que la
Antroposofía debe mostrarse como un poder espiritual.
Por lo tanto, lo que tenemos que dar al mundo debe ser dado por la convicción de que es lo
más importante. Cada uno que ha transformado la Antroposofía en una fuerza interior de su
alma será una fuente espiritual de fuerza. Y quien crea en lo suprasensible puede estar
absolutamente convencido de que nuestros conocimientos y convicciones antroposóficas
actúan de manera espiritual, es decir, se difunden invisiblemente en el mundo si nos
convertimos realmente en un instrumento consciente, lleno de la vida de la Antroposofía.