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El texto que vamos a estar analizando se encuentra en el libro

de Génesis desde los capítulos 6 al capítulo 8. En este texto


nos encontramos con el relato del Diluvio.
Hay una posición dentro de la comunidad científica y dentro
de algunos cristianos liberales que afirman que el diluvio no
fue un fenómeno global, sino que estuvo limitado a un área
pequeña, de lo que hoy es conocido como la Mesopotamia.
A modo de cuestionar esa afirmación, nosotros simplemente
podríamos plantearnos: ¿Por qué Dios no le dijo a Noé que
simplemente se fuera a otro lugar en vez de quedarse en
aquel lugar y construir un arca? Si el diluvio iba a ser un
fenómeno local era suficiente con simplemente salir de
aquella región e ir a vivir a otro lugar. ¿Y por qué también no
hizo que los animales se fueran, migraran hacia otra región,
en vez de hacer que Noé construyera un arca tan grande
como para poder contener a esos animales?
Entonces, vemos que el simple hecho de que Dios le pidiera a
Noé que construyera un arca es un gran indicativo para
nosotros, para poder comprender que el diluvio realmente fue
de proporciones globales, que no estuvo limitado a una sola
región, sino que alcanzó a todo el mundo, a todas las
personas que están en la tierra.
Si el diluvio de hecho hubiera estado limitado a un área
reducida y no hubiera sido un fenómeno global, la humanidad
hubiera podido continuar sin ningún problema por medio de
otras familias, por medio de otras etnias, de otros pueblos,
pero no fue así.
El simple hecho de que Dios tuviera que elegir a Noé y a su
familia para salvarlos del juicio venidero es un gran indicativo
de que toda la humanidad, el resto de las personas de la raza
humana, iban a morir en el juicio del diluvio.
El único medio para que las personas pudieran salvarse fue el
arca que Noé construyó, y eso es una gran indicación de que
el diluvio tuvo proporciones inmensas, de que alcanzó a todo
el mundo y que impactó profundamente a todas las personas,
al punto de que solamente se salvaron Noé y su familia.
Así como en el diluvio solamente pudieron salvarse Noé y su
familia por medio del arca, ahora también nosotros solamente
podemos encontrar salvación por medio de Jesucristo.
Solamente por medio de Jesucristo las personas pueden
encontrar su salvación, pueden encontrar al Salvador.
Entonces, así como en el Antiguo Testamento el arca sirvió
como el medio por el cual Dios ofreció una nueva oportunidad
a la humanidad, ahora Dios está ofreciendo una nueva
oportunidad para todos, para poder salvarse del juicio
venidero, y esa oportunidad es por medio de Jesús.
Pero vos me podés decir: “pero yo no soy malo, yo no hice
nada malo, ¿qué hice yo para merecer esto? ¿Qué hice yo
para merecer ese juicio futuro que viene sobre la
humanidad?”
La Biblia dice que todos pecamos y que todos estamos
destituidos de la gloria de Dios. También dice la Biblia que
todos nosotros hemos hecho cosas malas, que no hay ni
siquiera un justo, ni tan solo uno, que todos necesitamos que
Dios nos salve y es por eso que Dios envió a Jesús por
nosotros, para morir, para recibir el castigo en nuestro lugar y
que nosotros, confiando en él como nuestro Señor y Salvador,
confesando nuestros pecados y arrepintiéndonos de nuestros
pecados, nosotros pudiéramos recibir esta salvación y, así
como Noé y su familia entraron en el arca para poder salvarse
del juicio del diluvio que cayó sobre toda la humanidad,
nosotros también podamos ahora aceptar a Jesús en nuestra
vida, como nuestro Señor, como la única persona que puede
realmente acercarnos a Dios, y que nosotros podamos recibir
la salvación.
En conclusión, el Diluvio fue el juicio de Dios sobre toda la
humanidad en los tiempos de Noé. Todos los seres humanos
que estamos vivos ahora, lo estamos por el simple hecho de
que Noé escuchó la voz de Dios y obedeció. Entonces
nosotros podemos ver que nuestras decisiones son
importantes, que hay un impacto en nuestras decisiones, que
nosotros debemos tomar nuestras decisiones con cuidado,
que nosotros debemos escuchar la voz de Dios.
Entonces, lo que aprendemos en la historia de Noé es que
nosotros debemos obedecer a Dios incluso en los detalles
más insignificantes.

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