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ISSN: 1132-0559
pi@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España
DOSSIER
Beatriz CORTÉS*
Juan Ignacio ARAGONÉS**
María AMÉRIGO*
Verónica SEVILLANO**
RESUMEN
Múltiples y complejos son los procesos implicados en el progresivo deterioro del medio
ambiente que comprometen la degradación de la biosfera, el bienestar de la población, el
agotamiento de los recursos... Múltiples son también las voces que denuncian los mecanis -
mos sociales subyacentes y demandan nuevas formas de percibir, pensar, actuar y trans -
formar la sociedad. Desde la Psicología Ambiental, y a lo largo de la última década, se han
revisado los presupuestos epistemológicos del paradigma científico dominante, y contrasta -
do las creencias y valores del paradigma social actualmente prevalente con la estructura
de un emergente "Nuevo Paradigma Ambiental". En este trabajo se asume el progresivo
cambio paradigmático que va del “problema objetivamente definido” al “problema social -
mente construido”, se invita a volver la mirada sobre los problemas ambientales para ana -
lizarlos en términos de relaciones, procesos y contextos. Un problema ambiental asume
entonces formas diferentes en función de las dimensiones espacio-temporales implicadas,
las perspectivas de análisis (marcos de referencia o encuadres) y las modalidades de
actuación.
PALABRAS CLAVE
Problemas ambientales, ambientalismo, creencias y valores medioambientales,
ABSTRACT
Numerous and complex are the processes related on the gradual damage of the environ -
ment which commit the biosphere degradation, welfare of population, natural resources
depletion… Numerous are also the voices proclaiming the underlying social devices and
demanding new ways of perceiving, thinking, acting and transforming society. From Envi -
ronmental Psychology and during the last decade, epistemological bases of the dominant
scientific paradigm have been revised during the values and believes of the present social
paradigm have been contrasted to the structure of an emergent “New Environmental Para -
digm”. In this work we assume the progressive paradigmatic change going from the “objec -
tive definition of the environmental problem” to the “social construction of the environmen -
tal problem”, inviting to turn one’s look to the environmental problems in order to analyse
them in terms of relations, processes and contexts. The environmental problem assumes
then different ways depending on time-spatial dimensions, analysis approaches (reference
frameworks or background) and acting ways.
KEY WORDS
Environmental problems, environmentalism, environmental beliefs and values.
admitiendo que en este último nivel la ecofeminismo sugiere escuchar "las nue-
cultura ha sustituido a la naturaleza vas voces que se manifiestan sobre cómo
hasta tal punto que ésta está "reconstrui- definir los problemas ambientales." (Puy
da" como una forma cultural. y Romero, 1996, p. 298). La intercone-
xión de estas dimensiones de análisis de
En definitiva, dependencia, domina - la Naturaleza y la movilización social que
ción e integración serían los contenidos las acompaña lleva a los analistas
fundamentales que han protagonizado ambientales a demandar un modo de
las relaciones entre el ser humano y su pensar holístico, reñido quizá con el
medio ambiente natural. Aunque en la abordaje atomizador del medio ambiente
actualidad se podría afirmar que la ten- que habitualmente realiza la ciencia.
dencia es a considerar al ser humano
como integrado en la naturaleza, lo cierto Todos estos elementos inducen a pre-
es que todavía se está lejos de alcanzar guntar cuál es la aportación que puede
una visión de plena integración. Este ofrecer la investigación psicosocial al
momento histórico, en el que la tecnolo- estudio de los problemas medioambien-
gía reduce el espacio y el tiempo, exhibe, tales; interrogante difícil de responder
a través de los medios de comunicación, porque esta cuestión, por su propia
un escenario mundial interdependiente y "naturaleza", exige múltiples niveles de
desequilibrado. Las acciones y decisiones análisis y abordajes multidisciplinares.
tecnológicas y económicas influyen en Al prologar un número monográfico
todos los ámbitos de la actividad humana sobre ambientalismo publicado por el
traspasando las fronteras nacionales. Los Journal of Social Issues, Zelezny y
efectos negativos en el medio ambiente Schultz (2000) lo inscriben en el contexto
así lo ilustran: la deforestación y la de una preocupación sobre las cuestio-
desertificación, el efecto invernadero, la nes medioambientales que se remonta,
contaminación de mares y océanos son en la mencionada publicación, a la déca-
algunas de sus más alarmantes manifes- da de los sesenta. La mirada retrospecti-
taciones. Junto al uso desconsiderado de va ofrecida por estos autores permite
los recursos naturales también se hace postular la sucesión de tres perspectivas
patente el desequilibrio entre países ricos diferentes en la teorización psicosocial
y pobres, las diferencias sociales entre sobre los problemas ambientales. La pri-
ricos y excluidos dentro de cada país. La mera, centrada en la influencia del
mayoría de los informes internacionales ambiente físico (tanto natural como cons-
evidencian que los países menos desarro- truido) sobre la conducta, habría queda-
llados son los que más padecen las con- do reflejada en el número editado por
secuencias negativas de la globalización. Kates y Wohwill en el año 1966. La
(Al Mufti, 1996). segunda, representada por los volúmenes
editados por Seligman y Becker (1981) y
En el análisis del deterioro de la natu- Seligman y Syme (1989) enfoca, por el
raleza se imbrican dimensiones como contrario, la influencia de la conducta
globalización, pobreza y exclusión social, sobre el ambiente natural y sugiere
tecnología y seguridad; se incorporan al estrategias para modificar el comporta-
concepto de desarrollo las nociones de miento humano. La tercera habría
sostenibilidad y, últimamente, de desa- comenzado a fraguarse en la década de
rrollo humano que modifican su sentido los 90 con los números de Clayton y
original. Se fortalecen, además, los movi- Opotow (1994) y McKenzie-Mohr y
mientos sociales de lucha por la paz y de Oskamp (1995), a partir de la introduc-
lucha por la integridad del medio ción de temas transversales a la proble-
ambiente (Milbrath, 1990); mientras, el mática ambiental como la "justicia verde"
ambientales ha tenido diferentes tradicio- en los treinta años que se lleva trabajan-
nes, desde la modificación de conducta, do permite fijar al menos algunas direc-
el cambio de actitudes, hasta la genérica trices de por dónde debe discurrir la
educación ambiental. El éxito de inter- intervención psicosocial.
vención de cada uno de estos enfoques
ha sido desigual y se ha aplicado con El debate de los apartados anteriores
diferente nivel de rigurosidad. concluye en una forma de aproximarse a
los problemas ambientales centrada fun-
Los programas de intervención am- damentalmente en tres puntos de aten-
biental desde la perspectiva conductual ción que deben ser tenidos en cuenta en
han cosechado un interesante éxito a el momento de realizar una intervención.
pesar de sus limitaciones tal y como vie-
nen recogidos en monografías como las En primer término, se trata de contex-
de Corral Verdugo (2001) o Geller, Winett tualizar el problema ambiental sobre el
y Everet (1982). No obstante, los intentos que se pretende intervenir. Para ello debe
de encontrar variables intervinientes que ser entendido como si de un problema
expliquen el deseado comportamiento social se tratase (Cortés, Aragonés, Sevi-
proambiental han hecho que los enfo- llano y Amérigo, en prensa), aceptando
ques que alcanzaran mayor éxito en los que la experiencia ambiental está
últimos años fueran de carácter cogniti- “mediatizada” (Graumann y Kruse,
vo-afectivo. Por ello, los estudios sobre 1990), que la “toma de conciencia” se
las actitudes y después sobre los valores hace en un contexto social (Milbrath,
han sido los más abundantes en la litera- 1986), y que resulta imposible deslindar
tura, baste con ello echar mano de los actitudes y creencias ambientales de los
numerosos artículos que aparecen bajo el contextos sociales, temporales y cultura-
descriptor mayor “environmental attitu - les en los que se pretende intervenir. En
de”en la base de datos Psycinfo. Sin el momento de contextualizar el proble-
embargo, las intervenciones siguiendo ma ha de tenerse en cuenta si éste es
estos modelos deben ser realizadas con definido como una causa o como su con-
cautela habida cuenta de las lagunas que secuencia, porque es frecuente encontrar
aún no han sido resueltas por la investi- que tanto la contaminación atmosférica
gación básica. Baste recordar, para ilus- como el efecto invernadero son proble-
trar esta llamada de atención, lo que mas ambientales. Y esto es cierto, pero
señalan Berenguer, Corraliza, Martín y también lo es que responden a dos for-
Oceja (2001) tras revisar diferentes tra- mas diferentes de definir el problema.
bajos sobre este campo. Estos autores Además, debe contemplarse en qué
reconocen la ausencia de un modelo contexto espacial se presenta: local,
claro para abordar la preocupación regional o global, ya que las percepciones
ambiental, la dificultad de aceptar un de las personas varían atendiendo a esta
único criterio de qué es una actitud y los dimensión. Como señala Uzzell (2000), a
problemas que se derivan de la instru- la vez que se asume mayor responsabili-
mentación para medir estas variables dad sobre lo que sucede en el ambiente
intervinientes. próximo, se estima que los problemas
Una situación como la descrita hace ambientales producidos en este espacio
difícil la capacidad de intervención sobre son mínimos. Es decir, problemas
las cuestiones ambientales desde una ambientales más serios se perciben en
perspectiva psicosocial; sin embargo, los espacios globales y en ellos, las per-
también es cierto que la acumulación de sonas se perciben con menor responsabi-
conocimiento adquirido sobre este tema lidad y sin posibilidad de influir.
Otra dimensión que contextualiza el poder así obtener los valores que tienen
problema ambiental es el tiempo y como las múltiples dimensiones que afectan a
ponen de manifiesto Fischhoff, Slovic, la preocupación ambiental. Este enfoque
Lichtenstein, Read y Combs (1978), la hace más válida que nunca la idea del
inmediatez del riesgo percibido correla- “espacio vital” de Lewin, ya que se trata
ciona negativamente con la aceptación de definir el problema ambiental, conocer
del riesgo, lo que permite asumir que si las características y valencias de las
los problemas ambientales se consideran regiones que definen “el aquí y el ahora”,
en términos de daño a largo plazo –o lo y evaluar las características de las perso-
que Castells (1998) llama en un “tiempo nas implicadas en la acción pretendida.
glacial”- entonces es probable que la res-
ponsabilidad personal sobre el problema Otra perspectiva que tiene impacto en
sea percibida como baja. la bibliografía sobre este campo es el
desarrollo fundamentado en la teoría de
Una vez contextualizado el problema Schwartz (1970) sobre el sentimiento de
en las dimensiones espacio-temporales obligación moral, que ha llevado a Stern,
tal y como se refleja en la figura 1, es Dietz y Kalof, (1993) a diferenciar tres
necesario optar por una perspectiva de posiciones diferentes ante el medio
análisis para intervenir con arreglo a una ambiente: biosférica, altruista, y egoísta.
concepción teórico-conceptual determi- Esta visión fundamentada en la norma
nada. Hay que definir bien los objetivos puede resultar de interés en muchos
de la intervención porque cada perspecti- campos aplicados que favorezcan la apro-
va llevará a una solución diferente; se ha piación personal de una norma social.
de renunciar a la idea de una única solu-
ción. El tercer y último componente señala-
do en la figura 1 se corresponde con la
Una perspectiva de análisis frecuente perspectiva de actuación que Castells
en la literatura es la que se centra en los (1998) articula en los cinco tipos señala-
valores, creencias y actitudes que subya- dos más arriba. La capacidad de inter-
cen para entender la relación entre la vención desde los desarrollos comenta-
persona y la sociedad con el medio dos en estas páginas, queda limitada a
ambiente. Pero estas variables intervi- las perspectivas de actuación relaciona-
nientes pueden entenderse en términos das con los estudios de diagnóstico y de
de formas diferentes de ver el mundo, así colaboración en el establecimiento de
se defienden posiciones egocéntricas o programas para la conservación de la
antropocéntricas (Thompson y Burton, naturaleza o la política de los “verdes”.
1994) espiritualistas o instrumentalistas Así mismo, se puede actuar con los
(Stokols, 1990), próximas al NPA o al modelos comentados en aquellos proble-
PSD ( Dunlap y Van Liere, 1978). mas ambientales más inmediatos a los
ámbitos cotidianos de las personas.
Las numerosas posibilidades de anali-
zar el proceso pueden llevar al cliente a La capacidad de intervención propues-
demandar implícita o explícitamente un ta en este apartado no deja de ser más
enfoque determinado y, por tanto, “de- que una evaluación de las posibilidades
seado” que por lo general estará en conso- que tiene este campo, porque práctica-
nancia con una alta deseabilidad social. mente toda la investigación desarrollada
Sin embargo, para que una intervención sobre el mismo, que ha sido cuantiosa,
sea eficaz debe tener en cuenta también ha tenido un propósito básico o a lo
paradigmas sociales de baja deseabilidad sumo de diagnóstico. De esta forma, de
social tales como el paradigma de la lo que se trata en numerosas ocasiones
excepcionalidad humana y el PSD, para es de generar hábitos de consumo nue-
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