Está en la página 1de 3

Vicentin, por ahora, un paso atras.

Lic. Juan Francisco Rasso.

Hay tres nodos donde la riqueza generada en Argentina es apropiada en pocas manos y
extranjerizada que pueden identificarse: el comercio exterior, el sistema financiero,
regulado para un lado o para el otro por el Banco Central, y los servicios públicos.

Con estos últimos, de momento se ha optado por mantener “congelado” el plan de


negocios puesto en marcha durante el macrismo, y que básicamente dolariza las tarifas.
Es cierto que en un organismo clave como ENERGAS, el interventor Federico Bernal1,
avanza con la investigación y esclarecimiento general de los términos en los que se
organizó esa monumental estafa, documentada, que fue el tarifazo, la nula inversión y
fuga de las ganancias obtenidas. Sin embargo, no es claro que esa sea una política
definida para todo el sector de producción y distribución de energía. En el Ministerio de
Producción pareciera que no se tiene bien definido un plan de desarrollo para el sector
energético, luego de que factores exógenos hayan vuelto al proyecto de Vaca Muerta,
menos viable. Hay mucha interna en la Secretaria de Energía donde tiene fuerte
presencia el Frente Renovador, y por lo tanto el sector privado y extranjero.

Lo mismo puede señalarse respecto de las comunicaciones, cuando al frente del


ENACOM, también se anota el Frente Renovador, con Claudio Ambrosini, un hombre en
muy buenos términos con el Grupo Clarín.

En cuanto al Banco Central, su presidente Miguel Pesce es Radical, de estrechos y


cordiales vínculos con el establishment, debajo de él está lleno de directores y
funcionarios macristas. Todos esos, de momentos se han mostrado impotentes o poco
voluntariosos de regular el sistema financiero en favor de los intereses nacionales.

Y luego, el comercio exterior. Nos referimos aquí principalmente al mercado de


exportación de granos y producción agropecuaria. Un mercado, cartelizado y opaco,
donde los pocos actores que dominan el sector a sus anchas, triangulan de sus
exportaciones (e importaciones tb) vía Uruguay, o Paraguay, sobre y sub facturan según
el caso, apretan con el precio a los productores, y una cuota de la transacciones con
estos últimos se hacen en negro. Cuentan con empresas de acopio y puertos propios.
Evaden los impuestos, fugan al exterior la plata aquí ganada, y finalmente: controlan el
precio del dólar y de los alimentos.

Respecto a la propiedad privada, se puede señalar que quizás no haya peor atentado
contra esta, sobre todo la pequeña y mediana, que la gran concentración del capital:

1
https://www.pagina12.com.ar/274428-denuncian-a-aranguren-por-pactar-precios
“Las diez principales comercializadoras de granos del país concentran el 91% del
total del mercado, estando la mitad de ellas en manos de capitales extranjeros,
como Cargill (EEUU), COFCO (China) o Dreyfus (Francia). En 2019 Vicentin ocupó
el sexto lugar en el ranking de exportadoras de granos, harinas y aceites, siendo
responsable de una cuota del mercado que asciende al 9%; además, es la mayor
productora de biodiesel del país.

La concentración del mercado se agrava por el hecho de que las compañías más
grandes gozan de un alto grado de integración vertical entre producción, acopio,
transporte y comercialización, que incluye la concesión portuaria. Estas
características posibilitan posiciones dominantes de principalmente empresas
multinacionales, que influyen desproporcionadamente sobre los intereses de los
productores y, por ende, afectan la cadena de industrialización de alimentos en su
conjunto.”2

La expropiación de Vicentin representaba, por un lado, una oportunidad única que le


quedó servida al Gobierno Nacional, por los estafadores y vaciadores que controlaban la
empresa, y que básicamente, pensaban que iban a seguir gobernando la Argentina. Por
otro lado, aparecía como una medida necesaria, y prácticamente defensiva, ante el
complejo escenario que se avizora al salir de la pandemia. Pudiendo tener al menos una
empresa que funcione como testigo en el sector, dentro de las reglas que impone el
ámbito privado, pero principalmente desde la legalidad, con la lógica del bien común y el
interés nacional. Contando con la información de 1ra mano, maximizando la cuota de
inversión, el aporte impositivo y de divisas que podría realizar la cerealera bajo control
estatal. ¿Por qué razón va a ser más legítimo que el sector sea totalmente controlado por
4 corporaciones extranjeras y alguna “nacional” extranjerizante?

Los actuales controlantes de Vicentin, son dignos exponentes del “empresariado


nacional”, desde el ‘76 a la fecha, haciendo lo que mejor saben: endeudar las empresas,
sin dejar nunca de distribuir dividendos, y fugar la plata al exterior, valiéndose de cuentas
off shore y de sofisticados mecanismos para eludir al fisco y a los distintos acreedores. El
principal socio de Vicentín es Glencore, las cuentas no son claras, pero hay versiones que
indican que la firma Suiza posee en realidad ya 2/3 de la cerealera3. Un dato: Marc Rich,
fundador de Glencore llegó a estar entre los diez hombres más buscados del FBI, por
evasión tributaria y lavado de dinero, hasta que Bill Clinton lo indultó4. No hay dudas de
que esa multinacional, es un socio a medida de los Nardelli, Paduan y cia.

Vicentin factura 4 mil millones de dólares por año, pero quedó debiendo mil quinientos. En
noviembre de 2019, le ingresaron desde el Banco Nación, 95,5 millones de dólares de
fondos líquidos, para prefinanciación de exportaciones. El 2 de diciembre, otros 122
millones, por la venta de Renova, una planta de la firma dedicada a la producción de

2
https://ocipex.com/recuperar-vicentin-un-asunto-estrategico-para-el-desarrollo-nacional/
3
https://www.ambito.com/economia/glencore/caso-vicentin-la-sociedad-vs-el-temor-juicio-el-ciadi-
n5109470
4
https://contraeditorial.com/el-maldito-bribon-y-canalla-de-vicentin/
biocombustible. 220 millones de dólares recibidos en un mes, y a los dos días se
declaraba en stress financiero, abriendo el concurso de acreedores, justo antes de que
Macri dejara la rosada5.

Sin embargo la Expropiación de Vicentin, se anunció tímidamente, dando paso luego a


negociaciones palaciegas. Nadie del gobierno salió a comunicar y a defender los
fundamentos y el sentido de una media que puede ser trascendental en la nueva etapa
del capitalismo que ya estamos cursando. El Presidente funcionó como única voz
autorizada, tratando de evitar la confrontación, hablando con eufemismos, o reduciendo la
discusión a una interpretación jurídico-normativa. No hubo articulación política, gremial y
empresarial en apoyo. Con el Pueblo en asilamiento, guardando los cuidados que impone
la pandemia, los operadores de la oligarquía, sueltos, ocuparon el espacio vacío con
titulares, editoriales, un cacerolazo trucho, el habitual fallo judicial, y “ganando la calle”
con una manifestación escuálida, en autos y a los bocinazos.

Luego apareció la “propuesta superadora” de Perotti, desistiendo de la Expropiación,


intentando avanzar a partir de la IGPJ de Santa Fe, dentro el concurso de acreedores,
pero con los Directores designados por el Gobierno nacional al mando la empresa en el
transcurso, y negociando con los privados, hasta alcanzar la mayoría accionaria necesaria
para controlar la empresa. Desde ya, este camino presentaba riesgos, dado que nada
aseguraba que los privados no optasen por unirse entre ellos para lograr la mayoría,
antes que negociar y ceder su participación al Estado. Por otro lado, la estrategia del
gobierno, pasaba a incluir dentro de su armado a otros actores privados, “nacionales” y
extranjeros que se pretendía dejar afuera en un comienzo.

De cualquier manera esta vía parecería haber quedado obturada, desde que el Juez de
Avellaneda (Santa Fe) a cargo del concurso, rechazó el pedido de la IGPJ, posponiendo
la solicitud, abriendo una causa aparte, que podría demorar su tratamiento, aun hasta que
se haya resuelto el concurso de acreedores entre Vicentin y los privados, o bien, cuando
los actuales directivos de la firma haya terminado de vaciarla y borrar al máximo posible
sus huellas.

De esta forma la posibilidad de hacer efectivo el control estatal en Vicentin, parecería


alejarse. Claro que podría avanzarse desde el congreso, con el proyecto de expropiación
(nunca presentado), pero ese no parecería ser ahora el clima político imperante, y a 100
días de cuarentena. Si desde el inicio los votos en diputados no estaban asegurados, hoy
luego de los hechos aquí narrados, esa ecuación se complica algo más. Y el gobierno no
parecería mostrar el ímpetu necesario para salir a conseguir esos votos en las bancas.

Mientras trascurre el momento más severo de la pandemia, resuena el lema sanitarista


que se aplica a la cuarentena: Si aflojamos, ¡Retrocedemos!

5
https://www.pagina12.com.ar/272751-vicentin-vendio-renova-por-u-s-122-millones-y-los-oculto

También podría gustarte