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Universidad de San Buenaventura

Facultad de Ciencias Humanas y Sociales


Licenciatura en Filosofía
Giovanni Púa
Cristian J. Alonso

21 de octubre, 2020

EL EUROCENTRISMO

En la conferencia primera de “El encubrimiento del otro” del año 1942, Dussel trata
con un componente que determina como enmascarado. Tal elemento se encuentra
cimentado bajo la reflexión filosófica y otras corrientes del pensamiento, tanto de
Europa como de América. Este componente, que subyace el ethos europeo es
precisamente el “eurocentrismo” que, en un primer momento, se puede entender
como que el origen del pensamiento moderno es Europa. Sin embargo, Dussel nos
presenta unos argumentos por los cuales nos devela en qué sentido uno de los
componentes del eurocentrismo es la “falacia desarrollista”. En este sentido, trae a
colación los argumentos de algunos pensadores modernos como Kant, quien
presenta la Ilustración como “la salida de un estado de inmadurez culpable” (Dussel,
El encubrimiento del otro, p.14). No obstante, aquí surge una cuestión con respecto
a todo aquel que no es o que no hace parte de Europa. Pues la inmadurez o lo que es
lo mismo, la minoría de edad, representan la constitución del ethos Europeo, y por
ello, Dussel pregunta a Kant: “¿un africano en Africa o como esclavo en los Estado
Unidos en el siglo XVIII, un indígena en Mexico o un mestizo latinoamericano
posteriormente, deben ser considerados en ese estado de culpable inmadurez?”
(Dussel, El encubrimiento del otro, p.14).

En esta instancia, son palabras de Hegel las que responden esta cuestión. En las
conferencias sobre la filosofía de la historia mundial, muestra cómo la historia
mundial es el desarrollo de la autorrealización de la razón, de la libertad, en suma,
de Dios, en el que todas estas son en realidad un proceso que se dirige hacia la
iluminación. “La historia universal representa el desarrollo de la conciencia (…)
implica una serie de fases, una serie de determinaciones de la libertad (…) de la
naturaleza de la libertad al hacerse consiente de sí” (Dussel, El encubrimiento del
otro, p.14). Dussel nos presenta que la noción de “desarrollo” cumple un rol central
dentro de la ontología de Hegel, pues “es el que determina el movimiento o el
despliegue mismo del Concepto hasta culminar en la Idea” (Dussel, El
encubrimiento del otro, p.14). Es una noción “dialécticamente lineal”, en esencia
ontológica, pero Dussel retoma su origen filosófico. Sumado a esto, dicho
“desarrollo” parece tener una dirección en el espacio que difumina de la historia
universal tanto a América Latina como a África, dejando que la historia universal va
de oriente a occidente, concluyendo que Europa es absolutamente el Fin de la
historia universal. Se distingue entre el viejo y nuevo mundo, donde de manera
externa, el nuevo mundo proviene del hecho mismo de que América no había sido
conocida desde hace poco tiempo para los europeos; de manera interna, sus
características propias eran absolutamente distintas, como en lo político y lo físico.
Latinoamérica, por el hecho mismo de ser Latinoamérica, tanto en lo intelectual
como en las condiciones naturales de vida es subdesarrollada para el europeo. De
esta manera, Hegel concluye que –en palabras de Dussel- “la Europa cristiana
moderna nada tiene que aprender de otros mundos, otras culturas. Tiene un principio
en sí mismo y es su plena realización” (Dussel, El encubrimiento del otro, p.19).

Podemos ver cómo la ilustración, la época que gira en torno a la razón padece algo
así como el “giro copernicano”. Con esto entiendo que todo pensamiento deja de ser
válido para cualquier persona y que la única forma correcta de pensar es siguiendo el
hilo histórico de Europa. Giramos ya no según un ethos Asiatico, Africano o
Latinoamericano, sino según el ethos de Europa: Alemania, Inglaterra, Francia,
Russia, entre otros… Ninguna forma de pensar, ningún sistema que no sea Europeo
podrá ser ilustrado.

Bibliografía:
Dussel, E. (1992). El encubrimiento del otro. El eurocentrismo. La Paz: Plural

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