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Cómo Enseñar A Leer y A Escribir Del Argentino Hugo Salgado
Cómo Enseñar A Leer y A Escribir Del Argentino Hugo Salgado
oralidad a la escritura
Resumen: El autor lleva a cabo un sucinto repaso de lo que habitualmente se suele hacer en
nuestras aulas para logra la alfabetización inicial; se analizan varias propuestas y
fundamentalmente, se desarrolla una en particular que, de acuerdo con las experiencias
realizadas, puede ser la más afectiva.
Cómo enseñar a leer y a escribir del argentino Hugo Salgado. El mismo autor escribe que la
temática de su libro es alfabetizar. Abordar el problema de la lectura y escritura desde una
serie de propuestas metodológicas que se van reflexionando con sus fundamentos teóricos. En
este libro el autor expone una serie de propuestas o estrategias curriculares para dar
respuesta al problema de cómo alfabetizar en los primeros años de edad escolar. Estas
estrategias se fundamentan en aspectos teóricos cónsonos con los métodos actuales de
enseñanza y a su vez son una reacción contra los métodos tradicionales.
Este libro se divide en tres capítulos, en los cuales se destacan los siguientes contenidos:
enseñar las letras en orden alfabético, usar palabras icónicas, enseñar por unidades mínimas y
no por sílabas, construcción de hipótesis silábicas, acceso a la fuente primarias de maneras
espontánea para escribir las primeras palabras, identificar los fonemas para relacionar la
cadena sonora con la cadena escrita y producir palabras y frases a partir de estas experiencia
para ir consolidadando la conciencia ortográfica.
Este diario de doble de entrada, como bien se explica, se redacta en dos espacios paralelos
uno mayor que otro en extensión, primero la temática, fecha, el resumen del libro, la opinión
sobre su contenido, las citas provocativas y sus justificaciones, igual las preguntas reflexivas
con sus respuestas correspondientes más la bibliografía. Cada una colocada respectivamente,
o sea, del espacio izquierdo (el mayor), al espacio derecho (el de menor extensión).
Hugo Salgado inicia presentando su libro Cómo enseñamos a leer y a escribir, como una
diversidad de propuestas en torno al problema de alfabetizar. Su principal crítica está dirigida a
la falta de formación profesional de los docentes en este sentido, y puntualiza que a pesar de
la diversidad de docentes, alumnos, entornos, hay un elemento común que es el contenido.
Para esto crea un personaje o sujeto de aprendizaje que estará presente en todo el libro
llamado Ina.
El primer capítulo lo titula, La gran tentación. Y cuenta con 16 subcapítulos, y le da este rótulo
porque, justamente, la primera tentación es graficar el idioma que hablamos. De esto se reviva
qué se debe aprender a leer y a escribir primero son las letras. Por lo tanto sugiere que sea
desde la A hasta la Z, orientándose por el alfabeto, y que cada una debe mostrarse en todo
momento con una imagen que contenga en la palabra esa letra inicial.
Plantea ir mostrando durante el proceso combinaciones entre ellas, tanto para sílaba como
para palabras; sin embargo, advierte que se puede caer en un deletreo carente de sentido
donde se conocen las letras pero no se sabe leer y escribir.
Algo que puntualiza y que nunca abandona durante todo el libro es el uso de ilustraciones
mediante dibujo, especialmente con la letra o sonido inicial de la palabraSugiere también no
hacer diferencias entre el nombre de las letras y los fonemas; el autor entiende que esto no
ayuda, aunque si debe vincularse la relación entre uno y otro, es decir, la pronunciación de los
valores sonoros de las letras.
También hace la diferenciación entre letras y grafismo, ya que dos grafismos pueden constituir
una letra, pero no para que los niños lo aprendan en la alfabetización sino para los lectores. En
sentido, define letras como la representación gráfica que puede contener dos más grafismos.
Otra estrategia que propone es iniciar con las 5 vocales, ya que estas están presentes en la
pronunciación de las letras y siempre con imágenes y dibujos. También propone recortar las
letras en periódicos y revistas, dibujar sus bordes o unir puntos para formar letras.
Una preocupación muy seria para Salgado es el trazado de los grafismos pues lo niños tienden
a escribir de izquierda a derecha y rompen la lateralidad y la direccionalidad. No obstante,
reconoce que esto no impide aprender a leer y a escribir porque la falta de destreza motriz no
es un impedimento.
Aprendida las vocales se sigue con las consonantes del alfabeto en el orden que están sin las
vocales. Se observan las variantes caligráficas empezando por las más fáciles hasta las más
difíciles y se colocan láminas donde se repitan consonantes, o ir a revistar y periódicos para
hacer ejercicios similares a los que se hicieron con las vocales.
Otras estrategia para leer y reconocer las sílabas es mediante las vocales- Al agregar las
vocales a cualquier consonante se va permitiendo no solo conocer las vocales sino también las
palabras, pues los niños mediante esta acción asociativa pueden ir leyendo sin caer en acto
mecánico. Las estrategia en este sentido es mediante lámina: de un lado las vocales y del otro
las consonantes, luego se presentan palabras para que los niños la reconozcan.
Una crítica muy importante hecha por Salgado en su libro tiene que ver con la enseñanza de la
escritura y la lectura por sílabas, basándose en que el sistema es alfabético y no silábico.
Este libro va develando errores del sistema de enseñanza, critica el hecho descifrar sonidos y el
deletreo y propone enseñan con unidades del sonido que tenga significados, como son las
oraciones “Nada de silabas ni sonidos sueltos”. El niño va descubriendo las palabras mediante
la memorización de oraciones.
Además, Salgado insiste en leer unidades con significados, como palabras acompañadas de
una buena ilustración. Y a partir de ahí ver las unidades más pequeñas siempre relacionando
las consonantes con las vocales.
El docente de su parte, solo debe suministrar lo que el autor llama los portadores de textos
(revistas, libros, envases) y conducir el proceso. Sin embargo el estudiante observando la
relación la relación dibujo-palabra debe construir sus hipótesis y en ese transcurso identificar
losfonemas ; aunque claro la palabra no viene dada escrituralmente, luego mediante las
estrategias que plantea el autor Ina llegará a esa parte para entrar a la conciencia
ortográfica.Es aquí, entonces donde nacen mis críticas, el proceso es muy cognitivo para la
edad del niño, debe hacer procesos mentales, asociaciones de tipo racional, y de manera
espontánea. Con la mínima intervención del docente. Aunque debo reconocer que Salgado,
como especialista en estos temas parte de experiencias, de logros en este sentido con
En el primer apartado, Salgado parte del hecho de que algunos individuos conocen las letras y
no saben leer y escribir. Salgado no culpa a los métodos tradicionales por su acción mecánica,
sino que hubo más atención en el objeto de conocimiento que en el sujeto de aprendizaje.
El tercer capítulo se intitula De la Oralidad a la escritura y es el más extenso del libro con 29
subcapítulo, (A propósito hay un libro del mismo autor con este mismo rótulo donde él
pondera más este tema con más ejemplificaciones, [Salgado, 2000]). Aquí el autor continúa
ofreciendo su propuesta de estrategias curriculares y experiencia académica, en este sentido,
junto a Ina, su sujeto de aprendizaje. En esta oportunidad, Salgado busca que establecer o
más plantear pedagógicamente la relación entre la cadera sonora y las letras que grafican esta
relación mediante la escritura y como las mismas cobran sentido en el mundo de los adultos.
En todo el proceso de aprendizaje, Ina ha descubierto que existen segmentos o unidades que
no son indivisible, acción y conciencia que debe ir concretando con otras prácticas.
Sobre el alfabetizador o sujeto que enseña, Salgado puntualiza que lo primero para ir haciendo
este proceso más efectivo es que sujeto de aprendizaje vara disponiendo de la mayor cantidad
de material impreso y fortaleciendo su experiencia comunicativa en la consecución de la
lectoescritura. Estas deben ir siempre acorde con los intereses y necesidades del alumnos y
que estas experiencias sean llevadas a la producción, luego de la lectura.
Salgado también interpela a las autoridades educativas, en los sentidos de que son ellos, y no
tarea exclusiva del docente, de proveer el material de lectura y escritura en las aulas e irlos
actualizando.
En estas reflexiones, también se nos plantea, los 4 caminos del alfabetizador, los cuales son
simultáneos y convergentes: presencia de portadores de textos, experiencias de escrituras
comprometidas, experiencias de lecturas compartidas y actividades específicas para la
construcción del conocimiento.
En sus críticas a los métodos tradicionales, el autor pondera el hecho de que primero se
enseña a leer y luego a escribir; sin embargo leyendo a Cassany, Luna Y Sanz (2002) pensaba
que era lo contrario y que los métodos modernos priorizaban la lectura a la escritura.
No obstante, entiendo que la conciencia fonológica resulta un proceso difícil y que salgado no
explica con toda claridad, ya que el plantea enseñar la cadena oral desde los fonemas, que los
niños vaya identificando el sonido articulatorio de cada fonema para lograr reconocer las
unidades significativas.
Sobre las palabras icónicas, Salgado reconoce todas las estrategias planteadas en el primer
capítulo pero para el logro de la conciencia fonológica sugiere que estas sean solo imágenes
en un primer momento, a fin de que el niño “reflexione sobre su propia articulación oral”.
El autor también puntualiza que este proceso no se trabaja descontextualizado, sino que
deben respetar los dialectos las características individuales de la pronunciación, tal es el caso
del fonema Z, no se habla en Hispanoamérica debido a que con el seseo no hay diferenciación
fonológica.
También insiste en el sonido inicial al momento de reconocer a palabra que indica la lámina y
propone diversas actividades, como: pronunciar la palabra de la primera imagen, articular el
sonido inicial de esa palabra y luego localizarlo en las demás palabras que formen parte de esa
columna de imágenes. Hay varias acciones lúdicas en este sentido, como recortar imagines y
luego unir aquellas que tienen sonidos similares a partir del fonema inicial de una palabra.
También colorear las que comparten sonidos consonánticos luego de la articulación adecuada
de los mismos, también se puede utilizar muñecos, títeres, para ir articulando los sonidos por
separados y seguir trabajando con las unidades mínimas, que de acuerdo a Salgado son la base
de la conciencia fonológica. Por eso insiste en trabajar la palabra dibujo sin la escritura del
vocablo.
Un aspecto muy importante tratado por el autor, es cuando es cuando los niños descubren
que en la pronunciación de las palabras, se articular sonidos susceptibles de ser aislados,
asimismo se va dando cuenta que las letras son dibujitos que representan esos sonidos y que
por supuestos también se dividen y estructuran palabras. Con este logro se puede afirmar que
se ha llegado a la madurez de la conciencia fonológica y que el sujeto de aprendizaje es capaz
de construir sus propias hipótesis en este sentido.
Esto solo es posible a través de los tres caminos primarios propuestos por Salgado: Presencia
de portadores de textos, experiencia de lectura compartida y experiencia de escritura
compartida. Así descubre la relación fonema-letras a través del conocimiento reflexivo y
consciente de los sonidos.
Los llamados portadores de libros siempre serán las fuentes de información primaria (libros,
carteles envases). Por ejemplo, para escribir una frase adecuada a su nivel, ella irá dicho
buscadores de manera espontánea a conseguir las letras que necesita para lograr dicha
escritura.
Ina (sujeto de aprendizaje) debe contar con portadores de textos con todas las letras
necesarias y suficientes, ahí entra el docente pues debe suministrar la fuente de información
necesaria, incluso tomando en cuenta las características dialectales. Como es argentino,
Salgado cita muchos ejemplos con el caso del yeísmo (Lluvia/yuvia) en el código ortográfico de
Ina.
También hay que puntualizar que las palabras o frases que se suministren para ser
desarticuladas fonológicamente y construida en la parte escritural deben formar parte del
mundo del sujeto de aprendizaje, o sea, propios de su registro cultural.
Las fuentes de información además de suficiente, debe ser racional, esto significa, que el
sujeto de aprendizaje puede encontrar, por ejemplo distintos grafema para un mismo sonido y
así puede ir discerniendo que para un mismo sonido pueden haber distintas letras. Por
ejemplo, la palabra quiosco, da dos usos escriturales del fonema /k/. También, el autor, a
través e un recuadro va mostrando los grafemas que él considera adecuado para cada fonema;
por ejemplo para el fonema /b/, el grafema b ya que este en la ortografía convencional tiene
esta posibilidad y la V a inicio de palabra. Así quedaría para ser explicado luego.
Sobre el uso de la letra manuscrita, Salgado llama a la atención por el hecho esta puede
impedir el aprendizaje ya que para dibujar las letras es más difícil que la caligrafía impresa,
además no es el mismo referente ya que viene en letra cursiva y no script. En este sentido Fons
Esteve (2006) plantea que no es la prioridad a la hora de enseñar a leer y escribir.
En fin, el autor se plantea un versátil camino, que va desde el reconocimiento de las unidades
mínimas fonológicas hasta llegar a la ortografía convencional para así poder lograr
aprendizajes significativos en el arduo trabajo de la alfabetización o lectoescritura.
años para la consecución de estas estrategias y determinar así su efectividad. Debe ser por eso
que él critica duramente la formación profesional de los docentes en este sentido. Es por eso
que se reconoce que muchos maestros y maestras no saben manejar estas situaciones (IDIE,
2008) y que necesita capacitación continua en este sentido.
Pues bien, aunque es un libro de fácil lectura, hay que seguir leyendo y ponderando sus
planteamientos para poder asimilar estas propuestas tan revolucionarias en la enseñanza de la
lengua. Materna, o más de la lectura y la escritura.
Citas Provocativas:
Tenemos que enseñar las letras, pero buscaremos otra estrategia distinta: la enseñaremos
como elementos constitutivos de la sílaba.
Lo mejor será trabajar con unidades del lenguaje que tengan significado, nada de andar
descomponiendo sonidos (fonemas, sílabas) que limiten o hagan perder valor a la lectura o a la
escritura.
-Lo fundamental de esta primera cita se atribuye al proceso educativo; si una estrategia no
funciona que hay que detenerse a revisarla y estos constituye una reflexión.
-Es el meollo del libro: enseñar desde las unidades mínimas que son los fonemas y no desde la
sílaba.
-Estas estrategias deben conducir a la palabra que son las unidades mínimas de significado. Se
alfabetiza para construir palabras, no para fragmentarlas.
Escribir no es representar un conjunto de sonidos sino para darle cuerpo a un significado. Leer
es captan lo que las letras materializan.
En la propuesta de Salgado , la ortografía convencional es un proceso que se va definiendo, por
eso a cada sonido debe asignársele la letra que mejor lo representa aunque exista más de un
grafema para igual sonido, luego el niño irá descubriendo la que corresponde.
Para lograr una fuente de información racional que favorezca ese proceso de regularización
que el sujeto llevar a cabo en todo momento inicial de un aprendizaje, conviene presentar la
misma letra como posible representación del mismo sonido.
Escribir no es representar un conjunto de sonidos sino para darle cuerpo a un significado. Leer
es captan lo que las letras materializan.
Preguntas reflexivas:
En este caso se refiere, cómo se van mostrando las letras y el orden alfabético da respuesta a
este inconveniente. Pero es para un primer momentos de presentación, luego para su
conocimiento se sigue con las vocales, luego las consonantes más fáciles hasta las que
generen cierto grado de dificultad.
Entre los métodos tradicionales, se encuentra el silábico que es duramente cuestionado por
Salgado, por ser fragmento y falto de significación; por lo tanto se rechaza este método,
porque las sílabas no son unidades de sentido sino fónicas y lo importantes es conocer las
letras para que combinarlas en distintas palabras.
En primer lugar no es una palabra sino una imagen que evoca la articulación oral de la palabra.
Es muy importante porque permite desarrollar distintas actividades en la consecución de la
llamada conciencia fonológica.
Las fuentes de información primaria son muy importantes en la alfabetización inicial, pues son
aquellas que le proporcionan las letras que necesita para construir sus primeras palabras.
Deben ser halladas espontáneamente en los diversos portadores de textos, en la grafía de su
propio nombre o de los compañeros o amigos.
Lo adecuado es que sean impresas porque las letras manuscritas pudiera ser una obstrucción
al aprendizaje en estos primeros años ya que necesita un modelo caligráfico que le permita
dibujar sus primeros letras y lo ideal en este sentido e s la letra impresa.