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Anatomía dental
Sumario:
1. Embriología.
2. Erupción dentaria.
3. Tejidos dentales y periodontales.
4. Morfología dental.
5. Nomenclatura dental.
6. Oclusión dental.
7. Inervación de cabeza y cuello.
8. A.T.M.
9. Glándulas salivales y tiroides.
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Embrión: en los seres vivos de reproducción sexual, óvulo fecundado en las primeras
etapas de su desarrollo. Ser vivo durante la segunda etapa de la gestación, el periodo
embrionario, a partir de la segunda semana.
Queratina: queratina es una proteína con estructura fibrosa, muy rica en azufre, que
constituye el componente principal que forman las capas más externas de la epidermis
de los vertebrados y de otros órganos derivados del ectodermo.
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La cara se forma entre las semanas cuarta y octava, gracias al desarrollo de 5 mamelones o
procesos faciales, derivados de los arcos faríngeos (estructuras formadas en el cuello del
embrión). Estos procesos son:
- 1 frontonasal.
- 2 maxilares.
- 2 mandibulares.
La boca se formará a partir del estomodeo, el cual es una depresión que existe en el embrión
y que está separado del intestino anterior por la membrana orofaríngea. Cuando se rompe
esta membrana orofaríngea, sobre las 4 semanas y media, se ponen en contacto el intestino
anterior con el estomodeo y se forman la cavidad bucal y la orofaringe.
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La odontogénesis es el proceso embrionario mediante el cual las células del estomodeo o boca
primitiva se diferencian para dar lugar a los dientes. Este proceso se produce bajo un estricto
control genético que determina la posición, número y forma de las diferentes piezas dentarias.
Este ciclo vital de los órganos dentarios comprende una serie de cambios químicos,
morfológicos y funcionales que comienzan en la sexta semana de vida intrauterina y se
originan a partir de brotes epiteliales, pero no todos inician su desarrollo al mismo tiempo; es
decir, los primeros gérmenes aparecen en la región mandibular anterior, luego aparecen en la
región maxilar anterior. A partir de ahí, los dientes van apareciendo en sentido posterior en
ambos maxilares.
Poco a poco este engrosamiento crece, formando una lámina epitelial que describe el
contorno de lo que serán las dos arcadas dentarias. A esta formación se le llamara lámina
dental.
Posteriormente la lámina dental se divide en una porción labial o vestibular, que separa labio
y encía, y en una porción dentaria en la que aparecerán los dientes.
Una vez formada esta última lámina, comienzan a aparecer una serie de evaginaciones (forma
de copa invertida), diez en cada maxilar, que darán lugar al germen dental, uno para cada
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diente temporal. Estos esbozos o gérmenes dentarios de los dientes temporales darán lugar a
los futuros dientes temporales.
a) Fase de inicio: Por debajo del epitelio ectodérmico de la cavidad bucal comienza una
condensación de células del mesénquima que condiciona una proliferación celular
dando lugar a un engrosamiento junto al mismo ectodermo, la lámina dental.
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f) Fase del desarrollo del ligamento periodontal y del hueso alveolar: Esta es la fase
final del completo desarrollo de los tejidos dentales y de los periodontales, tejidos
éstos últimos responsables del sistema de sostén del diente en la cavidad oral. El tejido
óseo se va diferenciando y las trabéculas óseas van tomando forma y consistencia
alrededor del germen; el ligamento periodontal va poco a poco rodeando la raíz en
formación de la futura pieza dental.
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La dentición humana presenta dos tipos: dentición temporal y dentición permanente; entre
las dos hay un largo periodo, conocido como dentición mixta en el que se sustituyen los
dientes temporales por permanentes y aparecen dientes adicionales, los molares, que se
sitúan a distal del segundo molar temporal. De modo que se pasa de una dentición de 20
dientes a otra de 32, con lo que se incrementa la capacidad masticatoria del individuo.
La erupción de los dientes temporales se inicia, aproximadamente, a los seis meses de edad.
Conforme la raíz del diente va formándose, va empujando a la corona hacia el exterior. La
formación completa de la raíz, es decir, cuando se cierra el ápice radicular, no finaliza hasta
un año después de su erupción en los temporales y hasta entre 3 años después de su erupción
en los permanentes.
Los dientes permanentes permanecen inactivos aproximadamente hasta los 6 años de edad,
y cuando erupcionan no suelen dar problemas importantes, exceptuando los terceros molares
debido a la habitual falta de espacio en las arcadas para ellos (son los últimos que erupcionan,
cuando ya todo el espacio ha sido repartido) y a su erupción más lenta.
Aproximadamente entre los 18 años y los 25 años erupciona el tercer molar (cordal o “muela
del juicio”) completando las arcadas de manera definitiva.
La dentición permanente comienza a aparecer hacia los 6 años de edad y viene marcada por
la aparición del primer molar permanente en la boca del niño. Se da por completada con la
erupción de los terceros molares o cordales que suelen erupcionar en boca coincidiendo con
la mayoría de edad del individuo, más o menos entre los 18 y los 21 años. Los dientes
permanentes aparecen por pares homólogos generalmente, en el siguiente orden:
- Primeros molares
- Incisivos centrales inferiores
- Incisivos centrales superiores
- Incisivos laterales inferiores
- Incisivos laterales superiores
- Caninos inferiores
- Caninos superiores
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- Primeros Premolares
- Segundos Premolares
- Segundos molares
- Terceros molares
El patrón normal de brote o erupción dental es variable tanto en la dentición temporal como
en la permanente, observando mayores modificaciones en la actualidad en la cronología que
en la secuencia, la cual sigue un orden más estricto de aparición en las arcadas dentarias.
La aparición de los dientes en la cavidad oral puede verse influenciada por múltiples factores:
desarrollo esquelético, edad radicular, edad cronológica, sexo, raza, desórdenes genéticos
(síndrome de Down, osteogénesis y dentinogénesis imperfecta), sistémicos (infecciones, VIH,
herencia, anemias, quimioterapia) y locales (anquilosis, maloclusiones, traumatismos, caries,
tumor, quiste, dientes supernumerarios). Por otro lado, los condicionantes socioculturales y
factores ambientales pueden alterar el proceso de erupción dentaria. Estudios
epidemiológicos acerca de la erupción, aportan información de las características de estas
variaciones según la región o lugar donde se realicen, hecho que demuestra la influencia de
factores externos que obligan a cambios en los estilos de vida, que actúan como agentes
funcionales estimulantes de crecimiento y desarrollo dentario.
- Erupción prematura, cuando algún diente emerge antes del final del tercer mes.
- Dientes natales: Cuando ya han hecho emergencia en el momento del nacimiento.
- Dientes neonatales: Los que emergen durante el primer mes. Los niños con dientes
neonatales tienen en general un brote más precoz del resto de los dientes temporales
y la erupción de los primeros dientes permanentes sucede antes de los 6 años.
Los estados nutricionales influyen en la calcificación y brote dentario, así como también la
calidad de la nutrición de las madres y/o enfermedades en el embarazo aumenta cinco veces
más las probabilidades de retardo del brote o erupción dentaria. En cuanto a las diferencias
entre sexos muchos estudios coinciden en una emergencia adelantada en las hembras
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(asociado a factores hormonales). Sin embargo, otros encuentran diferencia entre sexo
insignificantes.
A grandes rasgos, distinguimos la corona dental y la raíz dental, unidas por el cuello del diente.
Corona. la corona se podría definir como la porción del diente que sobresale de la
encía y queda visible, aunque esta afirmación sería matizable ya que existen dos
conceptos de corona diferentes, podemos distinguir la corona anatómica y la corona
clínica:
- La corona clínica hace referencia a la porción del diente que sobresale de la encía y
que se visualiza en la cavidad bucal en un momento determinado,
independientemente de dónde se encuentre el cuello dentario. En un diente que
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esté erupcionando, la corona clínica será más pequeña que la corona anatómica,
mientras que en un diente con recisión gingival (retracción de las encías) la corona
clínica será mayor a la anatómica.
Raíz. Porción del diente que se encuentra oculta en el hueso, en el alveolo dental. En
función del tipo de diente puede presentar una raíz o varias. Dentro de estas raíces se
encuentran los conductos radiculares, espacios donde se encuentra la pulpa dental
(vasos sanguíneos y nervios).
Cuello. Es el estrechamiento del diente que se encuentra entre la corona y la raíz, que
marca la frontera anatómica entre ambas. En esa zona de transición de tejidos, donde
se pasa de esmalte a cemento, encontramos la línea amelocementaria, que es una
línea visible (se aprecia un cambio de coloración) que delimita la línea de separación
exacta entre los dos tejidos. A nivel del cuello es donde se sitúa, en condiciones de
normalidad, el límite de la encía.
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Los dientes están formados por tejidos que se disponen en forma armónica entre sí para
cumplir los objetivos de sus funciones. Estos tejidos son un tejido blando, la pulpa y tres tejidos
duros: el esmalte, la dentina y el cemento dentario.
3.2.1 ESMALTE.
El esmalte es el elemento más duro del cuerpo y puede resistir grandes fuerzas compresivas.
Debido a que está formado por prismas minerales y carece casi por completo de sustancia
orgánica, es traslúcido.
Está localizado por completo en la corona. Su superficie externa se halla en contacto con el
medio bucal y sigue a nivel cervical hasta llegar al cemento, formando la unión cemento-
esmalte (UCE). Por dentro limita con la dentina coronal mediante el límite amelodentinario
(LAD) o unión dentina-esmalte (UDE). No es propiamente dicho un tejido, pues existe una
ausencia completa de células, lo que impide su reparación biológica, por lo que no puede
regenerarse. Su función principal es la de proteger a la corona dentaria de todas las posibles
amenazas exteriores
Está constituido por millones de unidades estructurales básicas del esmalte, llamadas prismas,
las cuales son producidas por células de origen ectodérmico llamadas ameloblastos, formando
un epitelio cilíndrico simple el cual secreta sustancias inorgánicas y poco material orgánico sin
contenido colagenoso.
El esmalte puede ser evaluado clínicamente, ya que es visible y representa toda la superficie
de la corona del diente, su mayor espesor lo encontramos en la cara incisal, mesial y cúspides,
el cual disminuye conforme se aproxima a la región cervical. Página 18
- Los compuestos proteicos que la forman la matriz orgánica son los siguientes:
El agua es el tercer elemento que presenta el esmalte, pero es escaso y solo constituye
el 3%, el cual disminuye con forme la edad avanza, y está presente sobre la superficie
de los cristales, creando una capa de hidratación.
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Cada prisma o varilla está constituida por numerosos cristales de apatita. Los cristales
apatíticos incluyen hidroxiapatita, fluorapatita y fluorhidroxiapatita en distintas
proporciones según el contenido de flúor en cada individuo.
El número de prismas varía en relación al tamaño de la corona y se encuentran
estrechamente asociados entre sí dando un aspecto de engranaje lo que le
proporciona mayor resistencia. La cabeza soporta el choque y la cola la distribuye
durante la masticación.
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3.2.2 DENTINA.
La dentina es el tejido más abundante del diente. Se encuentra revestida por el esmalte en la
corona y por el cemento en la raíz. Constituye la pared de la cavidad pulpar. La dentina no
cumple todos los requisitos para ser considerada un tejido individualizado, pues carece de
células completas, ya que solo contiene las prolongaciones odontoblásticas de células
(odontoblastos), cuyo cuerpo celular o polo nuclear constituyen la primera capa o zona
odontoblástica de la pulpa dental. Es por ello que se prefiere hablar de tejido o complejo
dentinopulpar, como unidad estructural y funcional.
- Fracción orgánica (20%): está constituida por fibras de colágeno (porción más
abundante), y otras proteínas no colágenas (osteocalcina, osteopontina,
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sialoproteína, fibronectina...).
- Agua (13%).
- Zona del manto o dentina periférica: se denomina zona del manto a la capa de
dentina que se forma inmediatamente por dentro de los límites dentina-
esmalte y dentina-cemento. Es una capa muy delgada, constituida por haces
de fibras de colágeno.
Predentina: Capa no mineralizada que forma la matriz que va a dar lugar a la dentina
mineralizada.
Dentina primaria: Se forma por la mineralización de la predentina durante el periodo
embrionario.
Constituyendo parte del tejido o complejo dentinopulpar, la pulpa del diente se ubica en la
cavidad pulpar. En esta cavidad distinguimos:
- Cámara pulpar: Porción de la pulpa alojada en la porción coronal del diente. Son
característicos los cuernos pulpares de la misma, que son prolongaciones hacia el
esmalte de la misma cámara pulpar.
3.2.4 CEMENTO.
El cemento es una delgada capa de tejido mineralizado que recubre la región radicular del
diente, separado de la dentina por una delgada membrana basal: la unión cementodentinaria
(UCD). Es un tejido dental, pero también forma parte del periodonto, tal como veremos en el
siguiente apartado.
Su espesor no es uniforme, siendo muy delgado en la región cervical, aumentando su grosor
hacia apical, encontrándose el mayor espesor de cemento en la zona apical. Su dureza es
similar a la del tejido óseo pero menor que la dentina y esmalte.
Está compuesto en un 46% por materia inorgánica, predominando cristales de apatita, un 32%
de materia orgánica (colágeno, proteínas no colágenas, y sustancia fundamental) y un 22% de
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El periodonto forma parte del sistema masticatorio o estomatognático y los tejidos que lo
conforman son: la encía, el ligamento periodontal, el cemento radicular y el hueso alveolar. El
cemento es considerado por algunos autores como parte del periodonto dado que, junto con
el hueso, sirve de soporte para las fibras del ligamento periodontal.
Es un tejido peridentario que ocupa el espacio comprendido entre la raíz dentaria y el hueso
alveolar. Está formado por fibras de colágeno que se disponen en distintas direcciones y que
van del hueso al cemento. Es un tejido muy vascularizado y rico en terminaciones nerviosas.
Su función es conectar el diente con el hueso alveolar, mantener sujeto al diente en el alveolo
dentario y amortiguar el efecto de las fuerzas de la masticación.
Fibras primarias. Son las que soportan la fuerza de masticación, por su dirección se
agrupan en distintos tipos. Las porciones de las fibras principales que están incluidas
en el hueso alveolar y el cemento se denominan fibras de Sharpey, también llamadas
fibras perforantes. Página 29
3.3.2 ENCÍA.
Es un tejido peridentario, blando y que rodea el cuello del diente para proteger al mismo y al
resto de las estructuras peridentarias más internas del medio bucal.
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Encía libre o marginal: Es la parte de la encía que se sitúa alrededor del cuello del
diente y que no se encuentra adherida al mismo, sino suelta. Esta encía, en su parte
más coronal recibe el nombre de margen gingival. La encía libre, al estar suelta y
despegable, forma un surco alrededor del cuello del diente que se denomina surco
gingival. Este surco es un pequeño espacio cuya profundidad oscila entre 0´5 y 3mm.
El surco gingival contiene en su interior una pequeña cantidad de líquido llamado fluido
gingival o crevicular.
En la zona interproximal de los dientes, la encía libre tiene forma de pirámide o
triángulo isósceles y forma una estructura que se denomina papila interdental.
La encía libre, justo al fondo del surco gingival, termina en una pequeña parte de tejido
que se une al diente en el esmalte en la zona de la línea amelocementaria. Ese tejido
recibe el nombre de epitelio de unión o de inserción, inicio de la encía adherida.
- Epitelio oral: es la parte de la encía libre que mira hacia la zona vestibular.
- Margen gingival: es el borde de la encía que se proyecta sobre la pieza dental.
Es el límite hacia oclusal o incisal donde el epitelio oral cambia de dirección y
se orienta hacia la pieza.
- Epitelio dental: es la parte del epitelio de la encía que, desde el margen
gingival, profundiza dirigiéndose hacia la raíz y mirando hacia la superficie
dental, sin tener ningún tipo de unión con el diente. Termina al comenzar la
unión del epitelio con el diente.
- Surco marginal: marca la línea límite de unión de la encía libre con la encía fija.
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Esta encía se inicia desde el epitelio de unión, donde finaliza la encía libre y termina
hasta donde inicia la mucosa alveolar. Conforme el epitelio baja, varía el nivel o grado
de queratina hasta desaparecer y quedar como un epitelio de revestimiento. Presenta
abundantes papilas altas (invaginaciones del tejido conjuntivo laxo dentro del epitelio)
lo que le permite una buena vascularización en la zona. Algunas de estas papilas
pueden observarse macroscópicamente como arrugas o con la apariencia de piel de
naranja. Las fibras de colágena son distribuidas en diferentes direcciones logrando un
mejor sistema de fijación a niveles de inserción en relación con el diente, hueso
alveolar, y encía de protección.
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Las apófisis alveolares, denominadas también procesos alveolares y bordes alveolares, forman
parte de los maxilares superior e inferior. El hueso alveolar corresponde a las porciones de
los huesos maxilares que rodean y contienen los alveolos dentarios.
Los alveolos se desarrollan al mismo tiempo con la formación de los dientes y adquieren su
arquitectura definitiva cuando estos erupcionan.
Se puede decir que la única misión y finalidad de esta parte ósea es mantener los dientes en
su sitio; cuando los dientes se pierden, este hueso se reabsorbe y desaparece. Están revestidos
por una capa de periostio que permite la inserción del ligamento periodontal e integración
con fibras de Sharpey, en dirección al cemento.
- Lamina externa o cortical externa: Está formada por tejido óseo compacto. Es la
porción de hueso duro que se encuentra en la parte vestibular y lingual o palatina
del hueso maxilar y de la mandíbula, se podría describir como la “corteza” de
ambos huesos.
- Lamina interna o cortical interna: Está formada por tejido óseo compacto. Es el
hueso que forma las paredes del alveolo dentario y por lo tanto está
relacionándose con la raíz del diente (y con su ligamento periodontal).
- Zona de hueso esponjoso: Está formada por tejido óseo trabeculado que se sitúa
entre las láminas externas y las internas. Es una zona muy rica en vasos
sanguíneos.
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Incisivos. Del latín incisus (corte). Son piezas destinadas al corte de los alimentos.
Tanto en dentición temporal como permanente, su número es de cuatro en el maxilar
superior y cuatro en el maxilar inferior, situados 2 a 2 a ambos lados de la línea media
en la zona anterior del arco dental. Presentan una raíz. Su forma es afilada,
presentando un borde longitudinal cortante, paralelo a la línea del arco dental.
Molares. Son las piezas propias de la trituración. Presentan unas amplias superficies
paralelas al plano oclusal, con cúspides y fosas que se relacionan antagónicamente
(superior contra interior) y que trituran los alimentos introducidos entre ambos
maxilares. En dentición temporal, su número es de cuatro en cada maxilar. En
dentición permanente hay seis en cada maxilar, tres a cada lado, y son las piezas más
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Para empezar a describir la morfología dental, es preciso conocer y aprender una serie de
definiciones de diferentes partes y características anatómicas y que ayudarán a identificar las
diferentes partes y formas de los mismos. En primer lugar, hay que decir que en los dientes
casi no existen superficies perfectamente planas o líneas rectas, la mayoría de las superficies
están curvadas. El contorno de una corona dental es una combinación de curvas y superficies
convexas y cóncavas. Una superficie cóncava es aquella que está curvada hacia el interior, una
superficie convexa es la que está curvada hacia el exterior.
- Proximal: un diente tiene dos superficies proximales, una orientada hacia la línea
media del arco odontológico (mesial) y otra orientada en sentido opuesto, alejándose
de la línea media (cara o superficie distal).
- Vestibular: es la superficie del diente que está orientada hacia los labios o las mejillas.
Más específicamente, se utiliza labial cuando es la superficie de un diente anterior (de
incisivo a canino) que mira hacia los labios y se usa bucal en los dientes posteriores, la
cara que mira hacia las mejillas (o vestíbulo bucal).
- Lingual: es la superficie de los dientes dirigida hacia el interior bucal, hacia la lengua.
Específicamente, en la arcada superior se utiliza también la denominación de palatino.
En sentido horizontal
Tercio cervical.
Tercio medio.
Tercio incisal (en anteriores)
u oclusal en posteriores.
En el vertical:
Tercio distal.
Tercio medio.
Tercio mesial.
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- Cúspide: son elevaciones cónicas sobre las superficies oclusales de los premolares y
molares y en el borde incisal del canino. Las cúspides se describen como “puntiagudas”
o “planas”, dependiendo del “ángulo cuspídeo”. Tienen forma de pirámide
cuadrangular.
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- Fisura: una fisura es una falla lineal que a veces se produce en un surco de desarrollo.
Es una falta de unión entre las paredes inclinadas de un surco.
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INCISIVOS.
Tienen una corona amplia con forma de pala, en especial los superiores. Su cara vestibular es
convexa y su cara lingual o palatina presenta una fosa ancha y un cíngulo a nivel del cuello del
diente, especialmente marcado en los superiores. Los incisivos centrales y laterales superiores
suelen presentar los característicos mamelones, reflejos de los tres centros de calcificación de
las etapas de formación de la corona, que suelen ser tres y se disponen de mesial a distal
apareciendo más o menos marcados según el paciente y su edad.
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Los incisivos presentan una sola raíz, larga y con forma cónica, su longitud es superior a la de
la corona. La raíz suele estar todas inclinadas levemente hacia distal siendo esa inclinación
más evidente en la arcada superior.
CANINOS.
La corona de los caninos presenta un borde incisal en forma de “V”, y es característico por
presentar dos vertientes que determinan un vértice, que termina en punta redondeada
levemente inclinada hacia mesial. También presenta una cara vestibular en forma pentagonal
en la superior y hexagonal en el inferior. Su superficie es convexa y una cara lingual o palatina
cóncava hacia el exterior, pero con la misma forma que la vestibular. En el superior aparecen
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dos canales longitudinales entre ambos rebordes, mientras que el inferior presenta una
depresión poco marcada (igual que los rebordes).
PREMOLARES
Presentan una cara oclusal, dividida en dos tubérculos correspondientes a una cúspide por
vestibular y otra por lingual o palatino. Es frecuente que el 2º premolar inferior presente tres
cúspides, en este caso presentaría una por vestibular y dos por lingual.
La cara vestibular de los premolares superiores tiene forma pentagonal. Las caras proximales
de forma trapezoidal y el lado oclusal presenta dos vertientes, siendo más larga la vestibular
en el primer premolar e iguales (palatina y vestibular) en el segundo.
Los premolares presentan una sola raíz con una excepción, el 1º premolar superior que suele
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presentar dos raíces, una orientada hacia vestibular y otra hacia palatino. El resto son todos
monorradiculares y su raíz suele ser plana y ancha vestíbulo-lingualmente. Suele presentar lo
MOLARES
Son las piezas que presentan mayor tamaño. Tienen una cara oclusal con forma rectangular
con los lados más largos del rectángulo orientados mesio-distalmente. Presentan cuatro
tubérculos o cúspides, dos por vestibular y dos por lingual o palatino, a excepción del 1º molar
inferior que presenta cinco cúspides, dos por lingual y tres por vestibular, la quinta cúspide
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Los molares superiores presentan tres largas raíces, una por palatino, y dos por vestibular, y
de éstas una orientada hacia distal y la otra hacia mesial. En el primer molar superior es mucho
más potente la palatina y tienden a separarse las tres raíces. En el segundo las raíces tienden
a acercarse, siendo frecuente observar fusión de las dos vestibulares. El tamaño del segundo
molar superior es algo inferior al del primero.
Los molares inferiores presentan tan solo dos raíces, dirigidas una hacia mesial y la otra hacia
distal. Ambas se encuentran inclinadas hacia el lado distal. En el primero tienen ligera
tendencia a separarse, mientras que en el segundo tienden a unirse, siendo bastante común
encontrar una sola raíz con surco longitudinal. El segundo molar inferior suele ser más
pequeño que el primero.
Los terceros molares se caracterizan por ser de irregulares características entre un sujeto y
otros. Sus raíces pueden uni, bi, tri o plurirradiculares.
Aunque el tamaño del tercer molar puede variar, suele ser menor que el del primer y segundo
molar. En muchas ocasiones encontramos pacientes que no tienen uno, varios o todos los
terceros molares debido a la no formación de su germen (agenesia), en otros casos, vemos
cómo los terceros molares no pueden erupcionar debido a su posición incorrecta o a la
ausencia de espacio en la arcada.
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Para nombrar dientes permanentes se necesitan dos dígitos, separados por un punto, aunque
algunos autores prefieren no separar los dígitos. Es el sistema propuesto por la Federación
Dental Internacional (FDI) y el más empleado.
En dentición permanente
1= Superior derecho
2= Superior izquierdo
3= Inferior izquierdo
4= Inferior derecho
1= Incisivo central
2= Incisivo lateral
3= Canino
4= Primer premolar
5= Segundo premolar
6= Primer molar
7= Segundo molar
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8= Tercer molar
En Dentición temporal
Primer dígito: en este caso, para que no exista confusión con la dentición
permanente, las arcadas dentarias se enumeran del 5 al 8, continuando la
numeración permanente. Así, los cuadrantes serían:
5= Superior derecho
6= Superior izquierdo
7= Inferior izquierdo
8= Inferior derecho
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1= Incisivo Central
2= Incisivo Lateral
3= Canino
4= Primer Molar
5= Segundo Molar
Por tanto, se unen el primer dígito y el segundo, creando una cifra de dos dígitos (separados
o no por un punto punto), que será el diente que se desee nombrar.
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Usa valores del 1 al 32 para designar a los dientes permanentes comenzando por el
tercer molar superior derecho (1) hasta llegar al tercer molar superior izquierdo (16).
Luego se continua desde el tercer molar inferior izquierdo (17) para terminar con el
tercer molar inferior derecho (32).
De este modo, por ejemplo, el primer molar inferior derecho, según ADA, sería el
número 30.
Dentición temporal
De este modo, por ejemplo, el primer molar superior izquierdo según ADA, sería la
letra “I”.
Dentro del ángulo o de la “caja” formada, habrá que poner un número (en caso de dentición
permanente) o una letra (en caso de dentición temporal), de la siguiente manera:
Dentición permanente
Se enumeran, al igual que para obtener el segundo dígito en FDI, del 1 al 8 Hace las
piezas que componen la hemiarcada, partiendo de la línea media.
Dentición temporal
En dentición temporal se introduce dentro del ángulo o de la “caja” una letra. En este
caso no hay analogía con otros sistemas y la manera de atribuir la letra es de la “a” a
la “e” en cada hemiarcada. De manera que la letra “a” serán incisivos centrales, “b”,
incisivos laterales, “c” caninos, “d” primeros molares y “e” segundos molares.
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El sistema Haderup se asemeja a Palmer en cuanto a la manera de llamar a los dientes (del 1
al 8 por hemiarcada adulta y de la “a” a la “e” por hemiarcada temporal), sin embargo, para
saber en qué cuadrante estamos, en vez de emplear el ángulo que forma la cruz de división,
emplea un sistema de signos, de la siguiente manera:
6. OCLUSIÓN DENTAL
La evolución y el seguimiento del crecimiento y desarrollo del complejo orofacial de los niños
constituye uno de los pilares fundamentales para el diagnóstico clínico que el odontólogo
debe realizar en el control de la salud bucal, debiendo detectar y valorar microsíntomas, que
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Los pediatras y odontopediatras son los que deben detectar y eliminar las causas que produce
la maloclusión, evitando en la dentición permanente las malformaciones dentales y
maxilofaciales, las cuales desde todo punto de vista son difíciles de resolver para un
odontólogo general u odontopediatra, y de alto valor económico para el paciente.
La forma en que ocluyen los dientes debe examinarse en los 3 planos del espacio:antero-
posterior, vertical y transversal.
Clase III: El canino y primer molar superiores ocluyen más atrás de la posición
normal. En las clases III de origen esquelético (óseo), la mandíbula estará
adelantada o el maxilar atrasado.
Resalte incisivo: es la distancia antero-posterior entre la cara lingual del incisivo central
superior y la cara vestibular del inferior. La norma dicta que siempre haya contacto
entre las superficies palatinas superiores y las vestibulares inferiores. Tendremos
resalte aumentado cuando haya un espacio anteroposteriormente entre incisivos
superiores e inferiores, motivado por adelantamiento del maxilar o por retraso de la
mandíbula. Tendremos resalte negativo y mordida cruzada anterior cuando los
incisivos inferiores se presenten posicionados por delante de los superiores.
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