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Las Bondades Del Cuy
Las Bondades Del Cuy
No es tóxico.
Se adhiere RAPIDAMENTE a las paredes del organismo que tiene
heridas, y llega a las partes más inaccesibles.
Su capacidad de cubrimiento en las heridas, es prolongado y
eficaz, de mayor duración que tienen ciertas medicinas.
Inclusive más amplio que la Violeta Genciana, que si es tóxica,
motivo por el cual, la violeta es de uso externo.
Su recubrimiento, permite protección a las heridas durante el
proceso de ebullición y tratamiento de los alimentos dentro del
tracto estomacal.
Se desprende de las heridas cuando están cicatrizadas totalmente.
Evita que las heridas tengan contacto con el jugo gástrico durante
su proceso, permitiendo así que su cicatrización sea más rápida y
eficaz, reduciendo el dolor y molestias que estas causan.
Al ingerir diariamente una o dos hieles, una a dos horas antes de
ingerir nuestros alimentos, va a renovar el recubrimiento en las
heridas o úlceras estomacales, lo que va a permitir su cicatrización
definitiva.
“(La actividad) consistía en consumir dos veces por semana cuy. Cada gestante
recibe un módulo con tres cuyes y se compromete a entregar la misma cantidad a
las nuevas ingresantes”, dijo Irma Rivera Ynga, obstetriz del puesto de salud Juan
Parra del Riego del Tambo.
“Al empezar el trabajo tomamos en cuenta el peso de la madre, la hemoglobina y
el peso del recién nacido. El consumo de cuy combatió la anemia de la madre y
evitó que nazca un niño desnutrido”, aseguró Irma Rivera.
En ese sentido, la carne de cuy no es dañina incluso para dietas de enfermos, ancianos y
niños. Por ende, un caldo de cuy sirve para combatir el resfrío, las infecciones de la
garganta, enfermedades pulmonares, debilidad, orzuelos e insomnio. Es ideal también
para diabéticos, personas con obesidad, enfermedades cardiovasculares y problemas de
digestión.
Para el Maestro curandero Jacobo Reyes, es un aninal que permite detectar a tiempo
algunas enfermedades, mediante la radiografìa del cuy, que es un procedimiento de
diagnóstico, pronóstico y curación de enfermedades, que se realiza frotando con un cuy
todo el cuerpo del paciente, sacrificando luego al animal para examinar su organismo.
El reconocido médico naturista ancashino Jacobo Reyes Paredes, nos dice como se
realiza “La radiografía del cuy”; este consta de dos partes: inspección de la parte
externa del animal y examen de los órganos internos. En nuestras regiones andinas que
antes pertenecieron al Imperio de los Incas, es muy extendida la costumbre de utilizar a
este roedor, el cuy (Cavia tschudii), de la familia de los conejillos de indias, para
realizar curaciones, rituales de limpieza de “Daños” y el tratamiento de enfermedades.
Esta tradición muy arraigada las llamadas “limpias con cuy”, que básicamente
constituyen un procedimiento terapéutico popular con la finalidad de restablecer la
salud de las personas que se sienten aquejadas por algún mal.
Los beneficios del cuy son tantos, que Perú se prepara para exportar carne de cuy a
Alemania, Suecia y Noruega.
Detalló que Perú exportó 17 toneladas de carne de cuy a Estados Unidos en 2012 y que
ese cifra aumentará progresivamente en la medida que aumente la producción de ese
alimento y el desarrollo de presentaciones con valor agregado.
Hay 12 millones de cuyes y las regiones que concentran la mayor crianza son
Cajamarca, Arequipa, Ancash, Cusco, Junín y Ayacucho, de acuerdo a los resultados
del Censo Nacional Agropecuario realizado el año pasado.
La sopa de cuy, asimismo, es consumido con fines curativos, para prevenir y detener la
neoplasia, porque en su preparado se mantiene sus propiedades nutracéuticas.
El caldo está compuesto por papa amarilla, apio, cebolla, zapallo, poro, zanahoria, nabo,
fideo cabello de ángel, muña y un diente de ajos chancado en mortero. Su preparación
es sencilla y su cocción se da en 15 minutos.
Luego en otra olla se hace hervir el cuy y, según transcurre los minutos, reposadamente
se va destapando la olla de rato en rato para añadir el apio, zapallo, ajos chancado, poro,
zanahoria, nabo, papas amarillas, muña y fideo cabellos de ángel, su cocción se da entre
12 a 15 minutos de burbujear el líquido, cuy y otros ingredientes en la olla, quedando
listo para servir al comensal el exquisito caldo.
CONSUMO. El hábito del consumo del caldo de cuy en el valle del Mantaro, es poco, a
sabiendas que consumir un plato de la sopa es beneficioso por sus propiedades y
bondades nutricionales, curativos y digestivos, y para elevar sus niveles de consumo
debe divulgarse y promocionarse. Ancestralmente, la mujer gestante campesina,
consumía el caldo y la carne de cuy sancochada para el período de recuperación después
del parto.
La carne y la sangre del cuy poseen una enzima denominada asparaginasa, que
ayudaría a prevenir y controlar las enfermedades cancerígenas como la leucemia, según
lo dieron a conocer especialistas de la Universidad Nacional Agraria La Molina.
José Sarria, jefe de la granja de animales menores de dicha casa superior de estudios,
indicó que existen investigaciones y publicaciones respecto a que el cuy posee
aminoácidos y enzimas que en algunos casos controlan el desarrollo de neoplasias.
"La asparaginasa es una enzima que ataca a la asparagina, proteína que la convierte en
ácido aspártico, que es inocuo. La asparagina está, por ejemplo, en la leucemia, y es una
de las proteínas más comunes en dichas neoplasias que se reproducen de manera
rápida", anotó.
La sangre y la carne de cuy ayudarían a controlar la enfermedad, y evitan que la
aspargina se siga convirtiendo en tumor, apuntó en vísperas del Día Nacional del Cuy.
Asimismo, dijo, la carne de cuy, que posee entre 18 y 20 por ciento de proteínas,
contiene ácidos grasos que no están presentes en otras carnes, por lo que ayuda a elevar
las defensas del organismo.
El cuy posee sustancias vitales para el ser humano. Su carne es altamente nutritiva,
digestible y cero colesterol. Tiene alta presencia de sustancias esenciales como el
AA (Ácido Araquidónico) y el DHA (Ácido Docosahexaenoico), que no existen en
otras carnes y son importantes para el desarrollo de las neuronas (especialmente
cerebrales).
El caldo de cuy, fuente de energía, es consumido con fines curativos, para prevenir y
detener la neoplasia, porque en su preparado se mantiene sus propiedades nutracéuticas.
El cuy tiene 20.3% de proteínas frente a otras especies, posee menos porcentaje de
colesterol que otras carnes. Tiene una alta concentración de colágeno, que ayuda a la
coagulación de la sangre, facilita buena cicatrización de las heridas y ayuda a desarrollar
las neuronas.
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Todavía en algunas zonas las mujeres gestantes, consumen el caldo y la carne de cuy
sancochada para el período de recuperación después del parto.
PREPARACIÓN. Doña Juanita cuyo puesto está ubicado en el interior del mercado
modelo refirió que el caldo de cuy, además de rico, esnutritivo. Dice que su preparación
empieza haciendo hervir el agua con el cuy trozado. El primer hervor lo bota para
quitarle ese peculiar olorcito. Vuelve hacer hervir el cuy para añadirle ajos chancado,
papas, fideos y perejil, dejádolo cocinar hasta probar y comprobar que los ingredientes
estén listo.
A diferencia de otros caldos y sopas, solo los que conocen sus bondades la solicitan,
comenta doña Juanita.
El cuy debe ser de preferencia macho para que el caldo esté sustancioso, además debe
hervir hasta que el color del caldo esté blanquecino, refiere, añadiendo que lo sirve
acompañado de habas sancochada (shinti) o canchita serrana y su infaltable ají.
“El cuy es un alimento rico en proteínas y de alto valor biológico (21%), es muy baja
en grasas (7%) y por tanto también en colesterol a diferencia del pollo y las carnes
rojas. Posee gran cantidad de colágeno, vitaminas y minerales#, indicó.
Para Jimena del Pozo, la mejor forma de prepararla es como guiso , al horno o
sancochado con poco aderezo, ya que consumirlo asado o a la parrilla disminuye el
grado de absorción de sustancias positivas en un 20 o 30 por ciento, en cambio en frito
se pierde hasta 60% de propiedades benéficas.
“Es una buena alternativa para criar en casa debido a su rápida reproducción y fácil
alimentación, en promedio debe consumirse una vez por semana o más veces si se
padece de las enfermedades antes referidas”, agregó.
EL CÁNCER
Médicos oncólogos recomiendan su consumo y la sabiduría
popular lo reafirma. Estudios revelan que la carne de cuy y su
sangre pueden lograr un fortalecimiento de una persona que se
ha sometido a una quimioterapia, y es capaz de detener el tumor
de algunos canceres. Asimismo, es un alimento permisible para
personas que sufren de colesterol, por ser bajo en grasas y es
muy recomendado para aumentar la fertilidad en una pareja.
EXPLICACIÓN CIENTÍFICA
Paciente en Quimioterapia
Conserva de Cuy Natural