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Documento A4 Reporte de Literatura Vintage Scrapbook Beis
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TRAUMATOLOGIA.
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El rol de las células satélite en la
fisiopatología muscular
¿Qué son?
Las células satélite son un grupo de cuerpos
celulares que están indiferenciados, es decir, que
carecen de especialización tisular, como la
mayoría de células de nuestro cuerpo. De todas
formas, estas enigmáticas estructuras pueden
convertirse con el estímulo apropiado en una
célula diferenciada, en este caso muscular. Estas
curiosas estirpes celulares fueron descubiertas
por el biofísico Alexander Mauro hace más de 50
años (1961), cuando observó un grupo de células
mononucleadas indiferenciadas en la periferia de
las fibras del músculo esquelético humano.
son precursoras de los cuerpos celulares
formadores del músculo esquelético (voluntario),
pero además, son capaces de añadir núcleos
adicionales a sus células parentales (recordemos
que las fibras de los músculos tienen varios
núcleos) y de entrar en estados quiescentes
cuando no son necesarias.
Histología
Las células satélite se forman en las extremidades durante el desarrollo embrionario, después de
la formación de las primeras fibras musculares (miofibras). Dichas células están estrechamente
asociadas con la membrana plasmática de las células musculares (sarcolema), pues residen entre
esta y su lámina basal.Son fácilmente distinguibles debido a su ubicación y morfología, aunque se
trata de poblaciones celulares muy heterogéneas, es decir, con células muy diferentes.
Esta heterogeneidad se basa no solo en su división asimétrica, sino también en la expresión de
distintas proteínas y factores de transcripción,
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en su organización, etc.
A nivel microscópico a) Células satélite inactivas: Las
células satélite inactivas se caracterizan por tener un
espacio nuclear-citoplásmico grande con pocos
orgánulos (pocos ribosomas, retículo endoplásmico,
mitocondrias y complejos de Golgi);
b) Células satélite activas: las células satélite son más
fácilmente identificables porque morfológicamente se
observan como un abultamiento en la miofibra con
procesos citoplásmicos que se extienden a uno o a los
dos polos de la célula.
Los resultados en relación al contenido mionuclear por
sección transversal de músculo también fueron son
mejores en los culturistas, observándose un número de
núcleos musculares un 35% y un 31% mayor en fibras tipo
I y tipo II respectivamente. Esto último sugiere una clara
relación entre el contenido mionuclear mejorado y la
hipertrofia extrema de los culturistas.
Es imposible no preguntarse cómo se vinculan todos estos mecanismos a la realización de
actividades físicas, pues está claro que diversos grupos musculares pueden verse dañados con
un ejercicio mal hecho o una caída especialmente desagradable.
Se ha postulado que el ejercicio fomenta la liberación de moléculas de naturaleza inflamatoria,
citoquinas y factores de crecimiento (como el HGF antes citado), lo que activaría la salida de
quiescencia de las células satélite y fomentaría que empezaran a funcionar.Mientras que algunos
factores concretos se encargan de “despertar” a las células satélite, otros igual de esenciales
fomentarán la diferenciación, pero siempre con un fin concreto: reparar y mejorar la musculatura del
organismo. Así pues, la propia realización de actividades físicas pondría sobre aviso a las células
satélites de que estas deben prepararse, en caso de que algo salga mal.
Bibliografía