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ISBN 978-987-1496-32-7
1. Filosofía. I. Titulo.
Pr esen t ación
C D D 190 zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
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en t rar en las variables circun stan cias casu íst icas. A este res-
pecto siguen siendo válidos sus plan t eam ien t os y yo n o sa-
bría m ejorarlos. Pero me ha parecido in teresan te dialogar
ahora con alum n os y profesores de bach illerat o sobre temas
m orales concretos de in t erés act ual, de u rgen cia práct ica,
para ver cóm o podemos aplicar los razon am ien tos y p r in ci- Vein t e añ o s de zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJI
Éticapara Am ador
pios de que t rat an aquellas obras. ¿Cuáles son las cuestiones
ét icas o polít icas que m ás preocupan a los jóven es y adoles-
centes de h oy? ¿Cóm o razonan ellos las altern ativas m orales? Éticapara Am ador n un ca t u vo ot ro propósit o que ayudar a los
¿Qué nuevos retos plan t ean In t ern et y las redes sociales?... profesores que daban clases de ética en los in st it u t os, una
El presente lib r o n o es una obra direct am en t e escrita por asignatura nueva que se in t r od u jo al acabar la d ict ad u ra,
m í, sin o la t ran scripción cuidadosa y selectiva de coloquios cuando la democracia daba sus prim eros pasos, com o ú n ica
que he m an t en id o en dos centros de en señ an za de n uestro altern ativa posible a la asignatura de religión . Ya de entrada n o
p aís. Conserva a todos los efectos la espontaneidad e in m e- parecía una alternativa demasiado sensata porque la ética no ex-
diatez del gén ero oral y quizá tam bién sus ocasionales im p r e- cluye la religión : los temas que trata la ética deberían interesar
cisiones. Por supuesto, n o pretende su st it u ir n i revocar a zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
Éti- t an t o a las personas religiosas como a las que n o lo son.
capara Am ador y Política para Am ador, sin o constatar el efecto Tam poco exist ían t em arios n i m an uales, de m an era que
de su propuest a de reflexión sobre valores y libert ad en la ge- m uch os profesores de in st it u t o estaban desesperados porque
n eración act ual y vislu m b rar los nuevos debates ét icos que no sabían cóm o enfocar la asignatura. Cogían el periódico y
apu n t an h oy entre quienes t ien en la edad del «Am ad or» de d iscu t ían las n ot icias, pon ían sobre la mesa temas com o el
hace vein t e añ os. Así sirve como com plem en t o y prolon ga- abort o, la en ergía nuclear, las elecciones... Después se deba-
ción de aquellos lib r os, espero que reforzando t an t o su in t e- t ía, cada alu m n o decía lo que le parecía, y n o se avanzaba ape-
rés com o su u t ilid a d en tre quienes ahora deben educar o ser nas, ten ía b ien poca gracia.
educados. Sólo me queda agradecer su colaboración a los Por esas fechas una amiga m ía que era profesora en u n
alum n os de los in st it u t os San Isidro y Mon t serrat de Mad r id in st it u t o de Barcelona me pidió si podía escribir u n lib r o para
y Virgen d el Pilar de Zaragoza por sus pregun t as y objecio- in sp ir ar las discusiones. Com o yo t en ía u n h ijo de qu in ce
nes, así com o a Gonzalo Torné por su t rabajo de fijar en u n añ os, que ahora va a cu m p lir los t rein t a y cin co, pen sé en t o-
texto la vivacidad a veces atropellada de las palabras. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
m arlo com o m odelo de la clase de ch ico al que quería d ir igir -
m e. M i idea fue poner por escrito n o t an t o lo que se debía
FERNANDO SAVATER pensar sobre los d ist in t os problem as ét icos, sin o m ás b ien ,
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exponer los m ot ivos por los que es t an valioso dedicar u n den t em en t e, ya no ocurre hoy. Cuando las personas mayores
t iem p o a pensar en ellos. No es u n lib r o que ofrezca solucio- dicen que ya n o hay valores, se refieren a que las m ujeres sa-
nes, su propósit o es explicar por qué es m ejor prot agon izar len a la calle en lu gar de ir a m isa, o que llevan las faldas m ás
u n a vid a deliberada y razonada que actuar de m anera auto- cortas, que se puede comer todos los d ías, o a todas horas. Lo
m át ica. que cam bian son las supersticion es. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUT
Su fun ción era m eram ente in st r u m en t al, estaba pensado Ética para Am ador fue el p r im er lib r o que escribí en u n
para cu b r ir un a necesidad educativa; lo curioso es que n o orden ador que, si lo viéram os ahora, nos parecería un a pieza
exist ía u n ensayo pensado para jóven es. Los adolescentes de m useo; los anteriores los había escrito en un a m áqu in a
pueden escuchar m ú sica, leer novelas, ver pelícu las, filmadas eléct rica, y antes, en m áqu in as de escribir que parecen irrea-
y com puestas pensando en sus intereses, pero n o pod ían leer les de t an viejas que son . La tecn ología que nos rodea es m u y
u n ensayo sin sen t ir a cada págin a el alien t o de u n ad u lt o, d ist in t a y eso afecta m u ch o n uestro día a día. Cuando en una
posado sobre su h om b ro como u n cuervo, con el propósit o de pelícu la de hace unos añ os vem os al prot agon ist a alterado
in d icarles lo que t en ían que pensar en cada m om en t o. No porqu e tien e que hacer una llamada m u y urgen te de teléfono,
exist ía u n lib r o que p u d ieran abrir y avanzar t ran qu ilam en t e y no en cuen tra una cabin a, o no tien e fichas, o cuando la en-
p or los razon am ien t os, com o si fuese una novela de Stephen cu en t ra está ocupada p or u n pesado que n o parece ten er in -
Kin g. Ad em ás de ser ú t il a los profesores y a los alu m n os d u - t en ción de salir, todos nos im pacien t am os y pensamos: «Que
ran t e la clase de ét ica, el lib r o pret en día ser t am bién un a ayu- llam e p or el m óvil». Ya no nos id en t ificam os con la época en
da para los padres. Porque a m en udo los padres queremos que u n a cabina estropeada podía fast idiar u n n egocio o un a
h ablar con nuestros h ijos pero es difícil enfocar el t em a, n o relación person al.
vas a decirle: «Sién t at e ah í que vam os a h ablar de m oral». En Tam bién se ha redu cido m u ch ísim o el t iem p o que in ver-
cam bio, u n lib r o puede establecer u n p u n t o de p ar t id a, y u n t im os en ir de u n sit io a ot ro, la velocidad con la que se m u e-
acercam ien to. ven las n ot icias. Una persona del siglo xix sabía lo que pasaba
H a n pasado dos décadas, y, eviden tem en te, ten er qu in ce en su b ar r io, en la com arca, pero poco m ás, del m u n d o sólo
añ os h oy n o se parece demasiado a los quince añ os de en t on - con ocía aspectos generales. Chateaubriand cuenta en sus m e-
ces. La percepción de los com port am ien t os que los jóven es m orias que duran t e la batalla de W aterloo, él estaba en Bélgi-
con sideran n orm ales es m u y d ist in t a. Disfru t am os de m ás ca, m u y cerca de donde ocurría la bat alla, pero t u vo que guar-
lib er t ad , de m ás con fort , y muchas circun stan cias se h an al- dar cama p or culpa de un a enfermedad. Como se h abía ocu -
terado n ot ablem en t e. H oy somos m u ch o m ás desenfadados, pado y h abía escrito m u ch o sobre la figura de Napoleón , en
cuando yo era joven éram os m ás cerem oniosos. En m i cole- cuan to se recuperó salió a dar u n paseo y le pregu n t ó a u n
gio, cada vez que entraba u n ad u lt o en el aula, aunque fuese cam pesino que estaba trabajan do la t ierra: «O iga, ¿t ien e n o-
para repon er la t iza, toda la clase nos pon íam os de p ie, y ade- t icias de Napoleón ?». Y el campesino le respon dió que n o;
m ás, h abía que decir: «Ave María Purísim a)), algo que, evi- estaba a menos de dos kilóm et ros del sit io donde se libraba
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añ os, en u n m u n d o radicalm en t e d ist in t o al n u est ro, dejó es-
u n a bat alla que iba a decidir el dest in o de Europa duran t e u n
cr it o u n poema breve que dice: «Una n ube que pasa por de-
siglo, pero él ñ o se había enterado. H oy todos h abríam os vis-
lan t e de la lu n a, y en este m om en t o yo estoy sola en la cam a».
t o la batalla zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
on Une o en televisión . Muchas veces el n ervio dra-
Un poema que nos habla de la soledad del m om en t o com o si
m át ico de un a h ist oria está basado en algo que es un a cues-
hubiese estado escrito por u n con t em porán eo. Las cost u m -
t ión t écn ica ya resuelta. En las novelas de Jane Au st en , el fac-
bres, la sociedad y la m or al h an cam biado m u ch ísim o, pero
t or desencadenante de la acción es el lío t rem en d o que se
la soledad, la n ost algia, la com pañ ía del am ado... son sen t i-
arm a cuando un a señora n o recibe a t iem p o la carta del n ovio.
m ien t os que conocemos perfectam ente.
Por eso nos cuesta entender las situaciones don de alguien
pierde a u n am igo o a un a amada porque tarda ocho días en Cam bia la epiderm is del m u n d o, pero debajo h ay u n n ú -
recorrer un a distan cia que h oy en día apenas nos llevaría m e- cleo que sigue vivo. La estética se ocupa de lo que pasa en la
dia h ora cu brir. Las mejoras t écn icas afectan a la n arración : superficie, de las m odas, los gén eros art íst icos... Todo eso
si en su época se hubiese pod id o llam ar por t eléfon o, el argu - está m u y b ien , pero pasados unos añ os lo que estuvo vigen te
m en t o de Orgullo y prejuicio sería m u y diferen t e, y t am bién ya n o nos sirve: aunque las obras de Rem bran dt sean ad m ira-
deberían volver a escribirse las novelas de Sherlock H olm es. bles, es u n sin sen t ido em peñ arse en seguir p in t an d o com o lo
Au n q u e lo accesorio cambie m u ch o las cosas básicas de h acía él. La estética es u n arch ivo, u n cat álogo, y la gracia es
la vid a, los sen t im ien t os elementales, las am bicion es, los con ocerlo en p rofu n d id ad para poder hacer cosas nuevas a
m ied os, se m an t ien en in alterables. Cuando ves que cam bian p ar t ir de lo que lograron los artistas del pasado. Y allí donde
m uch as cosas accidentales, aprendes a d ist in gu ir las que son la estética t rat a de la m odificación y nos habla de las cosas
esenciales y sí perm anecen: el respeto, la cort esía, la idea de que nos van pasando y se suceden, la ética se ocupa de las
que los seres h um an os nos podemos alegrar la vid a los un os cosas que d u ran , que n o se van del t od o, que perm an ecen , de
a los ot ros. Si ahora entrase por la puert a u n con t em porán eo aquello que siglo tras siglo sigue siendo im p ort an t e para los
de Arqu íloco o de Safo, o de cualquier ot ro poeta griego del seres h u m an os.
siglo ni o iv a.C, el m u n d o en que vivim os le parecería u n sue- Si h oy todavía leemos con provecho la Ética a Nicóm aco,
ño o u n a pesadilla, algo irreal, en cualquier caso. Nuestros que lleva por el m u n d o m ás de vein t e siglos, es porqu e sigue
aparatos, n uestros in st ru m en t os, n uestros coches, n uestros t rat an d o cuestiones que todavía nos son ú t iles. Si ese lib r o
aviones, nuestros m óviles, nuestras pan t allas, el fluido eléc- sigue in t erpelán don os es porque el fu n dam en t o y el sentido
t r ico. .. t odo sería nuevo para él, le sobrepasaría. Sin em bargo, de la pregu n t a ética n o h an variado. Si me pregun t asen cuál
en cuan to nos diera por empezar a conversar, nos d aríam os es ese fu n dam en t o y ese sentido diría que radica en la obliga-
cuenta de que la idea de los celos, la idea del am or, de la am - ción de atender a los deberes que los seres h um an os tenemos
bición , del m iedo a la m uert e le serían perfectam ente fam i- hacia el resto de los seres h um an os. Al ejercitarse, la ética
liares, n o h abría que pon erle en antecedentes. renueva el im p u lso de considerar al ot ro com o u n fin y n o
La p rop ia Safo, que vivió en Lesbos hace m ás de dos m i l com o u n in st ru m en t o de nuestros apetitos. Au n qu e todo lo
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ext erior cam bie, aunque se alteren profun dam en t e los h ábi-
t os, aunque la técn ica altere nuestra percepción del espacio o
nos t raiga hasta nuestra casa caudales de in form ación , aun -
que la sociedad se t ran sform e, para m ejorar o empeorar, hasta
volverse irrecon ocible, m ien t ras seamos h um an os n o podre-
m os dejar de pregun t arn os cóm o debemos relacion arn os con
los ot ros, porque somos hum anos gracias a que otros h u m a-
nos nos dan h u m an id ad y nosotros se la devolvemos a ellos. Pr im er a p ar t e
ElzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCB
m u n d o que viene
Razon es p ara la ét ica
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ción correcta. Decirnos n uestro m on ólogo y antes de enterar- vien en im puestas por la naturaleza, por el código gen ét ico,
nos de cóm o acabará t od o, nos vuelven a em pujar, y nos sacan por el diseñ o de la especie. Tam poco puedo elegir el año en
del escenario, esta vez n i siquiera nos dejan quedarnos entre que he n acid o, n i que el m u n d o sea com o es, n i el país n at al,
bam balin as. n i los padres que ten go. Los hom bres n o son om n ipot en t es,
Pero n o nos pon gam os t ét ricos, n o siem pre tenem os u n no les ha sido dado el poder de hacer y deshacer a volu n t ad .
papel relevante en la obra. Podemos pasar días actuando Pero si nos com param os con los anim ales enseguida vemos
com o figurantes en escenas pensadas y escritas por ot ros. que dispon em os de u n campo de elección bastante am plio. El
Pero h ay veces que nos apetece ser prot agon ist as de n uestra resto de los seres vivos parecen programados para ser lo que son ,
vid a, y pensar en las razones por las que actuamos com o ac- lo que la evolución les ha deparado. Nacen sabiendo qué de-
t u am os. No se trata de vivir de manera m u y or igin al n i de ben hacer para sobrevivir, saben cóm o ocupar su t iem p o. No
hacer cosas m u y extravagantes, sino de exam inar los m ot ivos hay anim ales t on t os. Muchas veces hemos vist o las im ágen es
p or los que actuam os, nuestras metas y si deberíam os buscar de los ch im pan cés y los m onos cam in an do cada vez m ás er-
objet ivos m ejores, o cam biar la manera de proceder. guidos y al final u n in gen iero de cam in os con su som brero, y
La ética n o nos interesa porque nos entregue u n código o ésa es la idea que tenemos nosotros de la escala: pasamos de
u n con ju n t o de leyes que baste con aprender y cu m p lir para los anim ales in feriores al ser h u m an o; pero segú n cóm o lo
ser buenos y quedarnos descansados con n osotros m ism os. m ir em os, los animales son m u ch o m ás perfectos que los h u -
Hay un a película de los Mon t y Pyt h on en la que Moisés baja m an os. Observa el brazo de u n gibón o de cualquier m on o
del Sin aí con tres tablas de la ley entre los brazos, se detiene arborícola: es u n in st ru m en t o de p recisión , de un a flexibili-
ante su pueblo y les habla: «Aqu í os t raigo los quin ce m an da- dad y un a pot en cia t an asombrosas que puede su bir u n enor-
m ien t os...», entonces se le resbala un a de las tablas, cae al me peso hasta lo alto de u n árbol. O piensa en la zarpa de u n
suelo y se rom p e, y ahora les dice: «Buen o, los diez m an da- león , eso sí es u n aparato ú t il para desgarrar la carne de sus
m ien t os». Pues la ética n o va de aprenderse diez n i quin ce víct im as, o la aleta de u n pez, etcétera, son apén dices ad m i-
m an d am ien t os, n i u n o o dos códigos de buena con duct a. La rables, que sirven m u y b ien a su propósit o. La lim it ación de
ética es la práct ica de reflexion ar sobre lo que vam os a hacer los anim ales es que sólo puede hacer un a cosa cada especie,
y los m ot ivos por los que vam os a hacerlo. están especializadísim os. Unos n adan , otros vu elan , éstos ca-
¿Y por qué debería yo razonar, vivir deliberadam en te, en- zan con el p ico, los otros hacen agujeros en el suelo. Por eso
t ren arm e en la ét ica? Se me ocurren dos buenos m ot ivos para cuando cam bia el ecosistema em piezan a m o r ir y desapare-
no hacer la vista gorda. cen , porqu e n o se pueden adaptar.
El p r im er o es que n o tenemos m ás rem edio. Hay una serie Los hom bres ven im os al m u n d o con u n bu en zyxwvutsrqponmlkjihgf
hardware,
de aspectos en la vid a donde n o se nos p erm it e razon ar n i dar del que nos ha provist o la naturaleza, pero n o tenem os el pro-
n uestra opin ión : n o depende de nosotros tener corazón , ha- gram a establecido, tenemos que procurarn os u n software
cer la d igest ión , respirar oxígen o... Son actividades que me para orien t ar nuestras acciones sociales, los proyectos crea-
t ivos, nuestras aventuras in telectuales. Los h um an os no es- decir, somos libres pero no disfrut am os de libert ad para re-
tamos especializados en nada, y esta característica tien e su re- n u n ciar a la libert ad . Esta necesidad de elegir es característica
flejo en el diseñ o an at óm ico: el brazo h u m an o sirve para t re- del ser h u m an o, y no podemos desdecirnos de ser h um an os.
par, pero m al; puede dar algú n golpe, pero nada com parable Estamos destinados a in ven t ar n uestro dest in o, sin segundas
con los del león ; podemos nadar, pero t am poco com o el del- oport u n id ad es. Por eso los hom bres nos equivocam os y nos
fín ; pero podemos hacer todas esas cosas y t am bién tocar el defraudam os, y cometemos atrocidades, pero t am bién , gra-
p ian o, disparar u n m isil, señ alar a la lu n a, m etern os en u n cias a eso, podemos t ran sform ar n uestra vid a, in ven t ar sus
barco para cruzar el océan o sin saber adonde vam os, y t am - con t en idos. Y reflexion ar sobre esta naturaleza y buscar los
poco puede descartarse que u n día destruyam os el m u n d o, m ot ivos adecuados y las mejores explicaciones por las que
algo que b ien seguro n o podrán hacer los anim ales. Gracias a hacemos un a cosa en lugar de ot ra es part e de la tarea de la
que n o estamos circu n scrit os a un a sola tarea, los h um an os ética.
podem os elegir entre cosas d ist in t as, y hemos desarrollado La segunda razón es m u y sencilla de entender. Los h u m a-
estrategias y cult uras que nos p er m it en h abit ar el desierto, nos somos un a especie vuln erable, nos rom pem os y m o r i-
reprod u cirn os en el polo. Ese cam po abiert o de elección t an m os, es m u y fácil hacernos dañ os físicos, m orales y sen t i-
am p lio es una ext raordin aria ventaja evolu t iva. m en tales, no podemos hacer lo que se nos an toje con los de-
Por con t rapart id a, esta in defin ición conlleva u n a serie de m ás, debemos tener cuidado con ellos. La deliberación ética
responsabilidades. La p r in cip al es que tengo que elegir qué se im p on e porqu e somos m ort ales. Si fuésem os in m ort ales
voy a hacer con m i vid a, qué voy a aceptar y qué voy a recha- p od ríam os hacer lo que nos diese la gana. Los p rim eros cris-
zar. Tengo que escribir m i papel en la fun ción de la vid a. Ten- tian os leían y escuchaban escandalizados las h ist orias prot a-
go que elegir lo que hago y ju st ificar m i decisión ; si qu iero gonizadas por los dioses griegos. Ellas eran lascivas y arro-
vivir h um an am en t e y no com o u n an im alit o es buen o que gantes, ellos eran unos t ipos bravucones y feroces, y los dos
sepa p or qué creo que me ven drá m ejor hacer u n a cosa y n o sexos eran unos m en tirosos que se entregaban a toda clase de
ot ra. A veces la explicación es b ien sen cilla; por ejem plo, si perrerías que n osotros con den aríam os com o in m orales. Lo
vivo en u n octavo piso y quiero bajar a la calle puedo opt ar que n o en ten dían estos prim eros crist ian os es que los dioses
por m et erm e en el ascensor o t irarm e p or la ven tan a; a menos no eran in m orales, sin o que estaban fuera de la m oralid ad . Si
que viva en u n entresuelo o que haya decidido acabar con m i eres in m o r t a l, com o n o te haces dañ o, n i haces dañ o a los
vid a, en u n caso así ten go buenas razones para defender ante ot ros porqu e son t an in vuln erables com o t ú , para qué vas a
qu ien sea m i decisión de optar por el ascensor. Pero hay deci- tener m iram ien t os; si todos fuéram os in m ort ales, podríam os
siones m ás difíciles de t om ar y de ju st ificar, y n o puedo esca- com port arn os los unos con los otros com o qu isiéram os,
b u llir m e , pues se t rat a de una serie de elecciones obligadas. com o pasa en las leyendas de los dioses, que un os m ueren y
El filósofo Jean-Paul Sartre lo d ijo en el siglo pasado con un a luego resu cit an y es com o si t odo pasase en un a realidad vir-
frase con t u n d en t e: «Est am os condenados a la libert ad ». Es t u al, com o si fuese de m en t ira, com o si viéram os un a pelícu-
la. En realid ad los dioses no se m at an n i se am an , sólo ju egan Se t rat a, ad em ás, de u n lenguaje (el de los gestos) y un a
a m atarse yfin ge n el amor. capacidad (la em patia) universales. Alvar Núñ ez Cabeza de
Y, com o b ien sabéis, la vida h um an a no es así, n o es rever- Vaca, u n person aje que vivió unas aventuras trem endas (des-
sible, sigue un a dirección y no podemos volver at rás. La nues- cu brió el Misisip i, llegó a ser el ch am án de u n a t r ib u , y cuan-
t ra es un a vid a irrepet ible y frágil, ún ica para cada u n o de do m u rió le en t erraron con el m ayor h on or que u n o puede
n osot ros, protagon izada por seres vulnerables que a cada m i - im agin ar: desviaron el lecho de u n río, le d ieron sepult ura y
n u t o est án en peligro de m u ert e. Amenazados n o sólo por la despu és volvieron a rect ificar el caudal para restablecer el
m u ert e física, sin o t am bién por otras m uertes: la m u ert e so- curso n at u r al, de manera que las aguas resbalasen por en ci-
cial, la m u ert e sen t im en t al, la m u ert e de la salud, t odo lo que ma de la t u m b a), escribió u n lib r o que se lee com o u n a novela
se aleja y nos deja abandonados, t od o lo que nos h iere y nos de acción , que se t it u la zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHG
Naufragios y com entarios, porque el
deja t rist es, solit arios, frustrados. Ése es el m ot ivo por el que h om bre naufragaba cada dos p or tres. En un a de las h ist orias
he d ich o antes que debemos tener m iram ien t os con n uestros que cuen t a, siem pre rodeados de un a selva in creíble, él y u n
conciudadanos. gru p o de españ oles avanzan p or los rápidos de u n río con un a
«Miram ien t os» es una palabra españ ola m u y sign ificat i- balsa, m u y precaria, de tron cos atados a toda prisa por m iedo
va, que expresa m u y bien la d isposición ét ica. Presupone que a las t r ib u s can íbales que supuestamente vivían en los m ár-
vam os a m ir ar a los ot ros, que vam os a fijarnos en cóm o son genes d el río, y cuya ferocidad h abían m agn ificad o; navega-
y qué n ecesitan . Una de las caract eríst icas zoológicas que t e- b an espantados. En u n m om en t o det erm in ado, llegan a unos
nem os los h um an os es que somos capaces de leer en la cara rom p ien t es, la balsa choca con unas rocas y se deshace; va-
de los dem ás. Mu y pocas especies de animales son capaces de m os, que naufragan como de cost um bre. Dos o tres de ellos
h acerlo, la m ayoría n o t ien en expresión . U n t igr e, por ejem - se ahogan allí m ism o, y el resto llegan destrozados a la orilla,
p lo, arm a u n a expresión feroz cuando va a atacar, y cuando arrast rán dose por la arena, y cuando se quedan allí t u m b a-
está t r an q u ilo pon e ot ra cara, una que n o dice n ada. No tien e dos, exhaustos, in t en t an d o recuperar el alien t o, se abre la
m ás rost ros n i m ás expresiones. Los h om bres y los m on os selva y aparecen los can íbales. Los n áufragos se m ir a n entre
superiores sí podem os expresar con las facciones u n a can t i- ellos, est án t an agotados que ya t od o les da lo m ism o y se
dad im p or t an t e de emociones, de m an era que podem os leer echan a llorar en la arena. Cuando llevan así u n ra:o, Alvar
la m en t e de los ot ros gracias a las caras que p on en , in t erp re- levan ta la m irad a y ve que los can íbales se h an dispuesto en
t ar si est án t rist es, alegres, bu rlon es, si desean o en vid ian o u n sem icírcu lo a su alrededor, en cu clillas, les est án m iran d o,
detestan ... Lo com prendem os porque somos capaces de i n - y t am bién lloran .
t erpret ar las facciones y ponernos en el lugar del ot ro, porqu e
Este recon ocim ien t o de la desgracia y del desamparo es
som os em pát icos. Esta capacidad es la raíz del d ich o que h an
p r op io del ser h u m an o. Cuando decim os de alguien : «Es una
adoptado tantas religion es y propuestas m orales: «No le h a-
persona m u y h u m an a» (lo que en p r in cip io es un a bobada
gas a los dem ás lo que no quieres que te hagan a t i».
porqu e todos somos igu al de h u m an os), sign ifica que es sen-
ta que nos lo exp liqu en , entendemos el d olor y la fragilid ad
ajena p orqu e todos somos vulnerables. Son los dioses in m or -
tales los que t en drían problem as para com pren dern os, ése es
el sen t id o de la leyenda de la en carn ación de Crist o: u n dios
que ?e quiere volver h u m an o para entender qu é sien t en los
In t e r n e t y r ealid ad
seres m ort ales y vuln erables.
La lib ert ad de elección y la vu ln erabilid ad de n uest ra con -
dición son las bases de la ética, y nos im p o n en unas obliga-
No estoy t an seguro de que In tern et haya atrofiado nuestra sen-
ciones. La reflexión ética pretende ayudarn os a entender
sibilidad. Si tú ves a u n n iñ o m uñ én dose delante de t i , sigues
cóm o podem os ayudarnos los unos a los ot ros a con vivir m e-
sintiéndote con m ovido, estableces u n vín culo afectivo con él,
jor , a d isfru t ar de la m ejor vid a posible. Y aunque n o exista u n
no quieres que le pase nada m alo, quieres que viva. No creo que
código, podem os acu d ir a unas ideas ú t iles y consolidadas,
los seres humanos nos hayamos vuelto de piedra ante la realidad
em plearlas com o in st ru m en t os que nos ayuden a pen sar qué
cuando la tenemos delante. El problema es que ahora tenemos
clase de vida preferim os. Y com o los problem as se ren uevan
que elegir entre una realidad virt u alzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONML
y una realidad presente y,
casi a d iario, debemos reflexion ar con stan tem en te, la vid a
muchas veces, la realidad virt u al, que tam bién es realidad por-
razonada no t erm in a n u n ca, y dura lo que du ra la existen cia.
que está ocurriendo en algún sitio determinado, pero lejano, nos
va acostumbrando a ver la realidad como u n espectáculo.
Estamos t an habituados a esa distancia que si estás en casa
y oyes grit ar a un a m u jer, la m ayoría de las veces vas a pensar
que se t rat a de la t elevisión o de la radio. Du ran t e m u ch o
t iem p o si algu ien escuchaba u n grit o en casa sabía que sólo
pod ía tratarse de u n vecino. Al sen t ir el m u n d o com o u n es-
pect ácu lo algunas cosas que antes nos parecerían alarmantes
o espeluznantes las con fun dim os ahora con un a pelícu la, con
u n decorado. En tre la persona que pide ayu d ay n osotros im a-
gin am os una pan t alla en m edio. No es que los sen t im ien t os
se h ayan en t u m ecido y haya aum entado la friald ad , sino que
se ha vu elt o m ás com plicado id en t ificar lo que es real, d ist in -
gu ir lo de lo vir t u al.
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Platón en u n o de sus diálogos dice: «Nadie aplica la m or al ¿Que piensa de las redes com o Facebook, cóm o pueden influir en
m ien t ras su eñ a». Cuando estás d or m id o n o puedes ser m o - nuestra ética?
ral n i in m or al porque no estás actuando en la realidad, sin o en
u n m u n d o donde lo que estás vien do son creaciones t uyas, Bueno, la m or al fun cion a en m uch os ám bitos d ist in t os.
donde nada de lo que hagas tendrá consecuencias. Y sería ab- Todo lo que aumenta n uestro poder, redim en sion a n uestro
surdo tener problem as morales porque m ien t ras soñ abas le cam po m oral. Por ejem plo, Aristóteles dedicó m uchas p ági-
diste u n a patada en la n ariz a u n a señora a la que le tienes m u - nas y grandes reflexiones a la ét ica, pero no se h izo n un ca una
cha m an ía. En cam bio, si lo haces en la vida real, t u lib re deci- sola pregu n t a sobre biogen ét ica, porque en su m u n d o no se
sión sí tendría consecuencias, perten ecería a la esfera de lo sabía qué era. La biogen ética ha abierto muchas posibilidades
m or al y lo legal. y nos ha planteado problemas morales nuevos. Tenemos que
Los seres h um an os siem pre hemos prot agon izado exis- reflexion ar m oralm en t e sobre nuestras responsabilidades.
ten cias virt u ales adem ás de las reales, ya que la m it a d de El p r in cip a l problem a m o r a l que plan t ea In t er n et es la
n uestra vid a t ran scurre en sueñ os. El p r op io pen sam ien to es veracidad. Decir la verdad o no se ha con vert id o en un a
u n a m an era de explorar virt u alm en t e la realidad. Pero la d is- cu est ión m ás com plicada que en el pasado. Ah ora desde
t in ción en tre realidad y sueñ o, que ha dado lu gar a obras fa- casa podem os hacer llegar mensajes falsos, errón eos, in clu -
m osas, com o zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
La vida es sueño de Calderón , estaba antes m ás so n ocivos, a con ocidos y a desconocidos. Esta p o sib ilid ad
acotada, m ejor d elim it ad a, era sen cillo saber en qué lado es- es n ueva, supone u n n uevo ret o m o r a l, p orqu e m uch as ve-
tabas. Ah ora la realidad vir t u al está por todas partes y la fron - ces es cu est ión de darle o n o a un a t ecla, y t od o sucede en
tera se ha desdibujado, es b ien fácil con fun dirse. casa, sin que n adie n os vigile, sin que se nos pueda acusar,
y sin ten er que r en d ir cuen tas a n ad ie. Nu est ro pod er ha
Yo pienso que Internet sinos ha cam biado. Ahora cuando llegas a au m en t ado, y si nos t om am os en serio la vid a, t am b ién au-
casa tienes m il inform aciones que no puedes canalizar. Antes no m en t a n uest ra respon sabilidad.
había tanta inform ación, era m ás im portante lo que veíam os y lo Precisamente, como el poder siem pre conlleva responsa-
que tocábam os. bilid ad es, debemos exigirles m u ch o a las personas que lo
ejercen y t ien en au t orid ad . Ya que, en dem ocracia, les hemos
An t es la gente se emocionaba cuando veía u n paso de Se- con cedido el poder de hacer cosas que no podem os hacer los
m ana Santa, lloraban porque la Virgen llevaba pu ñ ales. H oy dem ás. Por eso nos in d ign a cuando u n a persona que ocupa
estamos acostumbrados a ver tan tos h orrores, en las series de u n puesto destacado actúa de manera nefasta, porqu e está
ficcióny en los in form at ivos, que es m u y raro que un a perso- abusando de n uestra confianza.
n a se eche a llorar p or lo que le pueda pasar a u n a estatua, por Con In t ern et el poder de actuar im p u n em en t e se ha re-
dram át ica que nos parezca su sit u ación . p ar t id o, cada u n o de nosotros puede hacer su ración de daño
sin apenas su frir las consecuencias. Las nuevas t ecn ologías
nos p er m it en saber m ás, estar en m ás sit ios, y dañ ar a m ás con cara de sorpresa, desde luego vam os a ten er u n con flict o
personas (aunque n o de manera irreparable, p or fort u n a) que de pareceres. Supongo que es u n eslabón m ás de un a serie de
los prín cipes de hace unos siglos. In t ern et supone u n enorm e cam bios que afectan a la id en t id ad person al que con el t iem -
desafío m o r al para todos sus usuarios. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
po se ha id o t ran sform an do m u ch o. A m edida que avanza la
civilización u n o t ien e m ás iden tidades d ispon ibles, al alcan-
¿Los m últiples alias que usam os en Internet pueden term inar afec- ce de la m an o p or así decirlo.
tando a nuestra identidad"? La vid a m odern a —com parada con la del señ or del pue-
b lo, que vive en un a aldea p equ eñ a, que práct icam en t e n o
Bueno, la p r op ia id en t id ad , la m anera de representarse a puede tener m ás iden tidad que la que leprocura su trabajo, pue-
u n o m ism o, ya era u n problem a antes de In t ern et , in clu so de ser past or o zapatero, y ser el m ar id o de fu lan it a y el pa-
cuando u n o trataba de ser lo m ás n or m al posible. dre de m en gan it o— te da la op or t u n id ad de tener m uch as
Ah ora se escuchan casos delict ivos que u n o n o com pren - m ás iden t idades. Cambiamos de oficio, cam biam os de id en -
de b ien . Parecen haberse abolido n o sólo las fron t eras, sin o t id ad fam iliar... Y ahora m ism o la id en t id ad que te da la ideo-
que t am bién se h an atrofiado los sentidos m ás elementales de logía, lo que piensas, y la religión , lo que crees, es m u ch o m ás
recon ocim ien t o. ¿Cóm o es que u n t ip o puede hacerse pasar com pleja que antes, cuando éram os señ ores que íbam os a la
p or u n a señ ora y llevarse a un a serie de in caut os a u n h ot el y iglesia, a u n a, a la que h abía y se acabó.
violarlos? ¿Cóm o es que n o se en teran las víct im as? ¿Cóm o Ah ora tenemos cientos de ideas para escoger, decenas de
pu eden estar t an d ist raíd os? iglesias, de iden tidades sexuales, n o somos los m ism os por la
M i im p resión es que la su st it u ción de iden tidades ha lle- m añ an a cuando acudim os a la oficin a que cuando salimos de
gado a u n grado de enredo m u y sofisticado, y que adem ás se ju erga. Un o de los atractivos de la ciu d ad m od ern a, sobre t odo
acepta com o algo com pletam en te n or m al. Ah ora m ism o en cuando eres joven , es precisamente la posibilid ad de m u lt ip li-
Twit t er h ay u n señ or que se hace pasar por m í, yo n o digo que car t u s iden tidades. Si te quedas en t u pueblo eres lo que eres
el Twit t er esté b ien o m al, pero sí he in t en t ad o aclarar que ese y se t erm in ó. Y lo que eres probablem ente n i lo h abrás escogi-
señ or pon e m i n om b re, pero n o soy yo. Y result a que a la p ro- do t ú . La ciudad te da una ración de an on im at o que te ayuda a
p ia gente de Twit t er le cuesta entender t u reclam ación . Es cam biar de pelaje, a ser m ás cam aleón ico. A m í cuando en u n
com o si algu ien se presenta en un a fiesta d icien d o que es Fer-
bar m e dicen : «¿Lo de siem p re?», pues ya n o vuelvo.
n an do Savater, buen o, aunque t e ju r e n que se haya p ort ad o
Y en ese sen t ido In t ern et es com o un a ciu d ad en orm e,
estupen dam en te, que n o se ha em borrach ado, y ha dejado en
con barrios in m en sos, am orfos, en la cual puedes estar cam -
paz a las cam areras, pues, h om b re, aun así m e gu st aría dejar
bian d o con stan tem en te. Este vért igo t e abre u n gran abanico
claro que ese señ or n o soyyo.
de posibilid ad es, pero t am bién t ien e m u ch o m ás riesgo que
Pero si n i qu ien se hace pasar por m í n i la empresa que lo acatar u n a vid a serena, donde los papeles están b ien repart i-
aloja lo ven com o algo ext rañ o, si cuando reclam as te m ir a n dos y claros, y sabes quién eres y lo que se espera de t i . An tes
t en ías pocas iden tidades pero seguras, ahora tienes m uch as que queremos seguir siendo como somos. En u n a obra de
m ás, pero t am bién son m ás precarias, y m u y vuln erables. Shakespeare, hay u n rey, Ricardo III, que com ete u n crim en
tras ot r o, sin rem ord im ien t os, hasta que en u n m om en t o de-
tuviese un anillo que le concediese hacer lo que le viniese en gana
SizyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA t erm in ad o dice: me doy cuenta de que m e he con vert ido en
sin que nadie pudiera verle, ¿qué haría? enemigo de m í m ism o, porqu e ahora cuando me quedo solo
en un a h abit ación estoy a solas con u n asesino.
El autén tico n om bre de ese an illo es irrespon sabilidad. La
pregu n t a que me haces puede afinarse: ¿qué h arías si estuvie- En Internet es sencillo que nadie sepa quién eres, así que la m oral
ses seguro de que nadie te podría ped ir responsabilidades? depende sólo de ti.
Rousseau se in ven tó u n cuento que se basa en el m ism o su-
puesto, el del m an d arín ch in o. Rousseau nos in vit a en ese re- La m oral no entra en juego cuando n o tienes m ás rem edio
lat o a im agin ar que en China hay u n m an d arín de m ás de n o- que hacer un a cosa, porque entonces todos nos port am os
venta añ os de edad, cr u ely m alvado hasta extrem os in t olera- bien . Cuando llegas al sem áforo y está el guardia con la agen-
bles. De repente t e dan u n botón que si lo tocas h ará que el da m irán d ot e, todos respetamos la lu z roja. Cuando no hay
m an d arín m uera y que a t i te toque la lot ería. Al día siguien te sem áforo y están los n iñ os cruzando por la calle, y t ú vas con
serás rico y el m an d arín estará m u ert o, nadie podrá relacio- p risa, ah í es cuando decides si respetas o n o. E In t ern et te
n art e n i acusarte de nada, n o tienes n in gu n a relación n i con abre u n m u n d o en el que puedes t om ar decisiones de t od o
Ch in a n i con el m an darín . No lo conoces, no le has vist o n u n - t ip o , la m ayor part e lú d icas, pero t am bién de hacer cosas que
ca, y sólo t ú sabes que hay u n vín cu lo entre u n p rem io de lo - n o están b ien , que pueden provocar en gañ os o su frim ien t o.
tería y la m u ert e de u n anciano déspota en alguna part e de la
rem ot a Ch in a. La pregun t a de Rousseau es: «¿Qué h arás, vas Me gustaría saber qué entiende usted por la palabra «realidad»,
a pulsar el bot ón ?». qué es la realidad.
Nosotros no m atam os gente porqu e sabemos que hay le-
yes y conocemos el castigo que su pon dría t ran sgred irlas, La realidad es lo que nos ofrece resisten cia. Para saber si
pero qué sucedería si pu d iésem os m at ar sin que la ley se die- tienes delante un a farola, para saber si la farola es un a alu ci-
se cuen t a, sin que nos p id ier an explicaciones. El problem a es n ación o es un a farola de verdad, pégale con la cabeza; si es de
cuando somos los jueces ú n icos de n uestra acción , estamos verdad te dolerá la cabeza, y si n o lo es, n o te dolerá. La reali-
ante u n caso de con cien cia, ante un a decisión m o r al casi dad es lo que no cam bia sim plem en t e por efecto de n uestro
pu ra. Una buena respuesta al ret o de Rousseau sería negarse deseo. Los sueñ os no son reales porque están fu n cion an do de
a pulsar el bot ón porque m e tengo a m í m ism o en u n a con si- alguna manera en asociación con nuestros deseos. En cam-
deración t al que no puedo aceptarme m at an do personas para b io, la realidad es lo que siem pre está ah í, queramos o n o, y
ganar u n p rem io de lotería. Hay cosas que no hacemos por- t ien e unas condiciones que nosotros no podem os m od ificar,
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r e a l.yp o r e so n o sd a t a n t o sp r o b le m ^ .p o r q u e n o se a iu .t .a
= , d e s e o , no esta" sano a voiu n t ad , ¿ s e c u r a ^
La ed u cación
A n ivel u n iversit ario los medios técn icos h an cam biado sobre
todo la m anera de docum en t art e, ahora puedes buscar un a
bibliografía de lo que quieras en In t ern et . Claro que t am bién
puedes usar un a pan t alla en lugar de un a p izarra, y seguir las
clases a dist an cia, pero esto no son ma's que in st ru m en t os, no
m e parece relevante. El verdadero problem a que las nuevas
t ecn ologías plan t ean a los profesores u n iversit arios es cóm o
m an ten er vivo el espírit u de in vest igación , que es lo que in -
teresaba desarrollar duran t e la licen ciat u ra.
En cualquier caso, la m ayor t ran sform ación la experi-
m en t an los n iñ os. An tes el n iñ o acudía a la escuela para que
le d ieran con ocim ien t os sobre las m aterias que en su casa n o
d om in aban , com o la geografía, la gram át ica, la h ist oria, la
lit er at u r a, la m ú sica... Todo el con ocim ien t o ven ía p or la vía
de la escuela. La enseñanza en general con sist ía en eso: en
in for m ar a los n iñ os de las cosas que n o sabían . El n iñ o llega-
ba a la escuela y descon ocía las verdades de la m u ert e, el sexo,
la am bición o el crim en polít ico, y, poco a poco, se le iban
revelando.
H oy en d ía, con la televisión y con In t ern et , la p riorid ad ya
n o puede ser in form ar, sino orien t ar al alu m n o través del la-
berin t o de in form ación que le está bom bardeando constante-
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m en t e. Así que la educación ya no puede centrarse en in for- es aprender y en señ arles a navegar en ese m ar. No se trata de
m ar, sin o que tien e que hacer u n trabajo de orien t ación ; el descubrir cosas, sin o de jerarqu izar y orden ar lo que se les
educador es cada vez m ás una especie de brú ju la para orien - vien e en cim a.
tarse en u n flujo de in form acion es donde está mezclado lo t r i -
vial, lo necesario, lo im p ort an t e, lo falso y lo verdadero... El Se dice que conlnternet la inform ación se recibe com o cuando hace-
n iñ o t ien e que educarse ahora para aprender a d ist in gu ir la m os zap p in g en la televisión. ¿Nos va a costar cada vez m ás con-
calidad de estos m ateriales, porque lo que está claro es que los centrarnos?
n iñ os van a estar sum ergidos en In t ern et , n o t ien e vuelt a de
h oja, n o vamos a volver atrás, así que no tien e sen tido prot e- Cuando yo estaba en la Un iversidad todavía no se aprecia-
gerle d el que será su h abit at para obligarle a que escuche a la
ba ese supuesto problem a de con cen t ración . Algu n os profe-
abuelit a. Así que estamos obligados a aprender cóm o ren t abi-
sores t en ían esa apren sión cuando veían a u n alu m n o que
lizar estos m edios a favor de la educación y del ciudadano.
manejaba In t ern et , pero no pasaba de ser algo subjet ivo.
Un a amiga me contó hace poco que su h ija le d ijo: «Mam á, Au n qu e h abía in d icios, por ejem plo, cada vez se ten día m ás
cuan do sea m ayor no quiero tener h ijos». M i am iga se quedó a exám en es de t ip o test, en d et rim en t o de la argu m en t ación ,
m u y sorpren dida p or esa decisión t an repen t in a y t axat iva, el razon am ien t o, el discurso...
hasta que descubrió que la n iñ a acababa de ver u n part o en Esta su st it u ción es u n reflejo de lo que sucede en la socie-
t elevisión , y h abía decidido que de aquella experien cia, p or dad. Mart h a Nussbaum , a la que acaban de conceder el Pre-
in teresan te que fuese, se podía p rivar perfectam en te. No m io Prín cipe de Ast u rias, ha in sist id o m u ch o en que estamos
hace t an t os añ os esta h ist oria hubiese sido im pen sable, las perdien do el m étodo socrát ico, de im p licación person al, en
cosas te las explicaban los padres y los profesores a su debido la en señ an za. Un m ét odo que está basado en la argum en t a-
m om en t o, zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA ción . Segú n este m odelo, n o im p or t a que el alu m n o sepa o no
que Arist ót eles n ació en Estagira, sin o atender a qué piensa
Pero si la niña ve el vídeozyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
y rechaza ser m adre, ¿no le está cam bian- o qué le sugieren las reflexiones de Arist ót eles.
do su punto de vista, no deberíam os protegerla? A m edida que el PowerPoint sust it uye a la argum en t a-
ción , este m odelo va vacián dose de con t en ido. Lo m ism o pa-
Lo que está cam bian do es el papel del educador, porqu e sará si vam os a u n examen t ip o Twit t er, donde t od o se pueda
t u ya no puedes soltarle sin m ás a la n iñ a que los h ijos los t rae resu m ir en un a frase o en u n apotegma. Cuando un a persona
u n a cigü eñ a, tienes que buscar ot ra m anera de plan t ear el se con figu ra para expresarse en 140 caracteres, cuando se ha-
asun to. El educador no puede negar la realid ad , y la realidad bit ú a al d ict erio o al in su lt o, pierde capacidad para la argu-
es que existe ese flujo de in form ación constante que mezcla m en t ación , que es la m édula del pen sam ien to.
lo necesario con lo caprichoso, lo verdadero y lo falso, lo rele- Cioran d ijo en un a ocasión que le hubiese gustado haber-
van te y lo irrelevan t e, t od o ju n t o . Lo que tenem os que hacer se form ado en un a sociedad dom in ada p or el aforism o y el
epit afio; pues b ien , ahora la gente ya se com u n ica y se ali- leve... esto sí es algo grave, que afecta a m uch os aspectos de la
m en t a in t elect u alm en t e de epitafios. Y creo que sí, que sería vida y de la sociedad. Pero como estamos hablando de educa-
bu en o que la educación presentase cierta resisten cia, que si- ción , lo m ás im p ort an t e es recuperar la aten ción . Y, de entra-
guiese form an d o a los alum n os en la argu m en t ación . da, se m e ocurre n o ceder t an fácilm en te, n o hacer concesio-
En cuanto a la pérdida de aten ción , creo que n o es sólo u n nes, conseguir que el profesor recupere el centro de la aten-
problem a en tre los n iñ os, n i u n problem a sólo para los edu- ción . Hay que enseñar al alum n o que duran t e unos periodos
cadores: la diversidad de reclamos a los que hay que atender de t iem p o debe concentrarse en lo que le están en señ an do,
está con virt ien d o la d ificu lt ad de prestar at en ción al ot ro en aprender que hay m om en t os en que el m óvil e In t ern et son
el problem a cen t ral de la vid a m odern a. Lo puedes com p ro- in st ru m en t os de dispersión . En este sen tido, el reto cen tral de
bar a d iario. Si hace años in vit abas a algu ien a alm orzar y a la educación a día de h oy es recuperar la aten ción del alum n o. zyxwvu
m edia com ida abría el periódico y se pon ía a leerlo delante de
t i , pues te levantabas y te ibas, y eso si antes n o le rom pías Internet facilita m ucho la especialización. Antes, si querías espe-
un a bot ella en la cabeza. En cam bio, ahora m ism o, si protes- cializarte en algo, tenías que ir a la biblioteca, form ar un grupo.
tas porqu e la persona que está com ien do con t igo le presta Ahora todo lo podem os hacer en Internet, allí tienes foros, inform a-
m ás aten ción al m óvil que a la con versación , pareces u n i n - ción.., Esta especialización, sin salir de casa, ¿puede ser unprobk-
t em peran t e, u n t ip o escrupuloso, cargado de pu ñ et as. m apara abordar cuestiones generales, de interés universal, com o
En Estados Un id os, la con federación de d ist ribu id ores de las que plantea lafüosofía o la ética?
cin e se está pensando dejar en trar a ver las pelícu las en los ci-
nes de Nueva York con el m óvil, porque est án perdien do al En ciert o sen tido la especialización está b ien . A m í me
pú blico joven : los chicos ya no en t ran a ver un a pelícu la si les gu st an m u ch o las carreras de caballos, soy m u y aficion ado.
proh ibes tener el m óvil encendido. Ya no le puedes decir a Y en In t er n et he en con t rado p ágin as y foros don de con cu -
algu ien que duran t e un a o dos horas va a tener que prescin d ir r r im o s todos los que estamos locos p or el asu n t o,y nos pode-
de su m óvil, es un a batalla perdida. ¿Cóm o va a concentrarse m os pasar t od o el día charlando de algo que al resto del m u n -
en la pelícu la? ¿Cóm o va a concentrarse nadie? do n o le interesa lo m ás m ín im o.
El cam bio es m ás relevante de lo que parece, porqu e t od o Esta p osib ilid ad está m u y b ien , lo que se pierde es el es-
lo que es im p ort an t e en la vida exige aten ción . El con ocim ien - fuerzo person al que antes de In t ern et t en ías que hacer para
t o, el am or... In cluso para t ran sform ar la realid ad , para llevar llegar a ese m u n d o de especialización , o para crearte u n gru -
a b u en pu ert o cam bios polít icos o avances sociales es im pres- po de afines. Cuando hablo de esto me acuerdo siem pre de u n
cin d ible concentrarse. Sin un a aten ción adecuada n o hay am igo m ú sico que vive en Alem an ia, y que ahora consigue en
progreso, n i civilización , n i desarrollo h u m an o. In t ern et p art it u ras de todo. Él me ha contado que antes los
Esta idea de aten ción meramente flot an t e, suspendida en aficionados ib an a los archivos con papel p au t ad oy copiaban
el aire, constantem ente amenazada por la ráfaga de aire m ás ellos m ism os la p ar t it u r a.
Era m u ch o m ás costoso, claro, menos cóm odo, pero t em a Ah ora los n iñ os, por decirlo así, ya nacen con las calcula-
u n valor, y es que adem ás de la d ificu lt ad (que es lo p r im er o doras bajo el brazo, pero si n o supiesen n i sum ar n i restar, por
que ves) era t am bién u n elemento de t ran sform ación perso- buen o que fuese el aparato, t en dríam os la im presión de que
n al. Copiar n o era sólo la paliza de copiar, t am b ién contaba la se ha p erd id o algo, un a destreza elem en t al, que saber hacer
experiencia de hacer t u ya la p ar t it u r a con el esfuerzo. Asim i- las cosas por u n o m ism o, saber cóm o se h acen , y p or qué se
larla. Un o puede decir: «Qué t on t os debían ser esos eru d it os hacen así, son con ocim ien t os im port an t es para u n a persona.
que n ecesitaban un a tarde para conseguir lo m ism o que aho- Algo parecido pasa con la especialización : está b ien que
ra yo puedo ten er si pulso un a tecla con este d ed o». Pero hay sea fácil, siem pre que n o te sim p lifiqu e hasta t al p u n t o la vida
u n con ocim ien t o que arraiga m ejor si pasa p or la experiencia que t e arran que toda d im en sión de b ú squ ed a, de aventura
y t ran sform a a la persona. Mejor que si t e lim it as a m eter da- person al. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
t os, canciones o lib r os en un a bolsa. Lo tienes ah í, pero n o te
t oca, n o t e t ran sform a. ¿En qué otras cosas ha cam biado la tarea del educador por culpa de
Ést e es el lado n egativo de u n cam bio en la m anera de ob- Internet zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
y la televisión?
tener in form ación que nos h a afectado a t odos, de la que t o -
dos n os hemos beneficiado. Yo, si estoy escribien do u n ar- En este cam bio de escenario el educador t am bién riene
t ícu lo, y n o me acuerdo de la fecha de la batalla de W at erloo, que pregun t arse qué sen t ido t ien en expresiones com o «soli-
pues com o puedes im agin ar, ya n o me levan t o y voy a buscar daridad» o «piedad». Ya que vemos cosas espantosas que ocu-
la en ciclopedia. Me m et o en W ikip ed ia, y se acabó. Esos ata- r r en lejísim os, pero que gracias a las pan tallas las sen tim os
jos los u t ilizam os t odos, y son m u y ú t iles. Pero n o es lo m is- com o si estuviesen b ien cerca, ¿p od em os reaccionar igu al
m o u t ilizar los cuando ya tienes un a base de con ocim ien t o, que cuando el desastre afectaba a nuestros vecinos o a nues-
fr u t o de t u esfuerzo, o cuando el alu m n o ya corre por sí m is- t ros com pat riot as? Darle sen tido a unas virt u d es que nacie-
m o, que cuando u n o n o sabe nada de nada, o m u y poco. El r o n cuan do las n ot icias afectaban sólo a los seres h um an os
p eligro es que la confianza en que los datos están allí su st it u - que vivían ju n t os y que h oy pretendem os aplicarlas a t odo el
yan al esfuerzo y la experiencia, porqu e, para d ecirlo con u n plan eta es u n ret o ético de n uestro t iem p o ante el que el edu-
ejem plo elem en t al, por m u ch o que las calculadoras te facili- cador debe ser sensible.
t en las operaciones com plicadas, pues está b ien saber las cua- Tam poco tien e sentido rebelarse con tra esta sit u ación . La
t r o reglas arit m ét icas básicas. En t re otras cosas, para que n o n iñ ez es un a etapa deliciosa pero t ran sit iva, a los n iñ os de
t e en gañ en , pero t am bién porque el desarrollo m en t al que sesenta añ os los consideramos retrasados m en tales, n o n i -
u n o t ien e al aprender a calcular y al ejercit ar ese cálculo es ñ os. El p r op io n iñ o hace pregun tas sin parar, son los p r im e-
p osit ivo. Y esto lo digo yo, que fu i u n m al estudian te de m a- ros filósofos, n o están conform es con la ign oran cia, quieren
t em át icas, y que siem pre he pensado que la calculadora era salir de ella cuan to antes. Es rarísim o que encuentres a u n
algo así com o un a venganza a t an t os esfuerzos. n iñ o que te diga que n o le cuentes nada, que n o quiere saber,
que se tape los oídos cuando h ablan los m ayores, porqu e no los ejem plos y las in fluen cias negativas están con stan tem en -
va a con sen t ir ser n iñ o toda su vid a. Así que la tarea d el edu- t e a la vist a de t odos, exh ibien do sus at ract ivos.
cador n o puede con sist ir en vendarle los ojos n i en apagar la
Por eso no t ien e sen tido resignarse y ju st ificar nuestra
t elevisión , sino en en señ arle a con su m ir la in form ación ade-
falta de em puje porque me ha tocado vivir un a m ala época.
cuada y a reconocer la que es p er ju d icial o íalsa.
Hay personas que creen que serían m ejores si h ubiesen n aci-
do en el siglo zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFE
XXII, que entonces se ib an a enterar de lo que
Pero zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
nos están infundiendo el criterio con el que tenem os que-pen- valían . Y n o es así, si hubieses n acido en el siglo xxn, te queja-
sar. No nos enseñan a pensar por nosotros m ism os, sino que nos rías de lo m ism o y h ablarías de lo buen o que hubiese sido
dicen cóm o tenem os que hacerlo. A m ím epreocupa que las genera- nacer en el siglo an t erior. Woody Alien con viert e esta sit u a-
ciones siguientes todavía lo tengan peor, que ni siquiera disfruten ción en el m o t o r cóm ico de su película Midnight inParis; todos
de la oportunidad de aprender apernar. Si seguim os así, a los niños los personajes creen que la buena época para d isfru t ar del
del futuro les dirán cóm o tienen que hacer las cosas, lo que tienen verdadero París, del autén tico, hubiese sido la in m ed iat a-
que ser, qué aspecto físico han de tener para ser aceptados por la m en t e an t erior, a la que ya no pueden acceder, que ellos viven
sociedad. Incluso los valores que nos transm itieron nuestros padres en u n p eriod o decadente.
dejarán de tener efecto.
Ésa es la constante: pensar que antes era m ás fácil y me-
jor. ¿Por qué pensamos eso? Porque los problem as del pasado
Por m u ch o que m ires at rás, da igu alla época, en con t rarás ya est án resueltos, m ien t ras que los del presente los tenemos
siem pre las m ism as quejas. Este añ o, p or ejem plo, estamos que arreglar n osot ros, y, claro, es m u ch o m ás difícil hacerles
celebrando el centenario de Charles Dicken s; pues Dicken s fren te que con t em plar las soluciones de los ot ros. Por eso em-
t ien e dos obras m ás o menos sobre educación , David Copper- pecé el lib r o de Política para Am ador con un a cit a del p r im er
fieldy OliverTwist, dos novelas sobre adolescentes que t ien en acto de Ham let. H am let se entera de que h an m atado a su pa-
que crecer en u n m ed io u rban o, y las quejas son exactamente d re, que su m adre es un a fresca, que su tío es u n in t rigan t e y
las m ism as que señ alas. Bueno, n o, son peores, ya que la In - que t od o el p aís está patas arriba, y dice: vaya gracia haber
glaterra vict orian a era bastante m ás despiadada, te pod ían ven ido a este m u n d o para tener que cam biarlo, con lo b ien
cortar u n a m an o por robar un a manzana. A los n iñ os les t ra- que viviríam os si lo hubiesen arreglado antes de llegar. Noso-
t aban de un a manera que ahora no p od ríam os t olerar, y n o t ros no somos prín cipes, pero es un a sen sación que a nuestra
digam os ya si eran de clase baja, entonces eran trabajadores escala todos hemos t en id o: «¿Por qué no h an p in t ad o k esca-
b ajit os, sin derechos. lera o arreglado la fachada antes de darm e las llaves del
Si te vas m ás atrás en el t iem p o, te en con t rarás con Juve- p iso?». Est arábien , claro, pero no es así como fu n cion a, siem -
n al, cuyas Sátiras están infestadas de quejas con t ra la educa- pre tienes que p in t arla t ú , con todas las dificult ades que en-
ción en Roma. Juvenal se lam en ta de que lo buen o n u n ca se t rañ a.
recom ien da con én fasis suficien te, y que, en cam bio, los m a-
¿Qué clase de dem ocracia puede haber en unpaís donde alos niños, Antes decía que no estam os program ados por naturaleza, pero en la
que serán los futuros votantes, se les enseña a pensar de una form a época en que vivim os ¿usted cree que nos program a la sociedad?
determ inada? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
En la época en que vivim os pasa lo m ism o que ha pasado
Es que para en señ ar a los n iñ os a pensar n o tien es m ás en todas. Decir que no estamos program ados por naturaleza
rem edio que en señ arles a pensar de un a m an era d et erm in a- es com o decir que todos los seres h um an os nacemos dos ve-
da. La idea de que los n iñ os pueden empezar a pensar por sí ces: un a del útero m at ern o, y otra del útero social. Por ejem -
m ism os es un a t on t ería, porque n o se les va a ocu r r ir nada. Si p lo, si a t i de pequeñ it a, en lugar de criart e con t u fam ilia te
pudiesen pensar solos no h abría educación . h ubiesen raptado unos m on os, como le pasa a Mo wgli en El
libro de la selva, la novela de Kip lin g, n o h abrías desarrollado el
Pero el problem a de la educación es que es m uy sectaria. len guaje. Es decir, la h u m an id ad es un a poten cia que tienes,
pero si n o estás envuelto en u n en t orn o h u m an o, no la vas a
Es que la educación no es n eut ral, la educación t om a p art i- desarrollar. H oy sabemos que las personas que por desgracia,
do por una o por otra cosa. Si alguien in t en t a enseñarte que el por u n abandono, porque se m u r ier on sus padres... h an t en i-
canibalism o es un a variedad gastron óm ica exótica tienes que do que vivir abandonados, sólo son h um an os en la form a, n o
decirle que no. No somos neutros respecto a los valores. Por eso t ien en len guaje, no t ien en sen t im ien t os h um an os...
es im p ort an t e que los educadores aceptemos que, a veces, nos La sociedad nos con dicion a, claro, pero la convivencia
toca ser an tipáticos. En u n m u n d o donde todos quieren ser nos ayuda a desarrollarnos m u t u am en t e com o h um an os. De
como el presentador de televisión que vive con un a sonrisa de ah í la im p ort an cia de la educación y d el t rat o person al. Todo
oreja a oreja, el educador tiene que ir contracorriente y ser an t i- puede con d icion art e com o in d ivid u o, y con t r ib u ir a conver-
pático porque su trabajo consiste en frustrar. An t e las p osibili- t ir t e en algu ien que, te guste o n o, no esperabas ser. Forma
dades in fin it as que se le abren al niño o al joven , el educador parte de la vu ln erab ilid ad del ser h u m an o. Por eso, iodos t e-
tiene que frust rar las malas, las negativas y las indeseables. El nem os que tener m iram ien t os con los d em ás, para in t en t ar
educador tiene que ofrecer resistencia al chico que está educan- desarrollar lo m ejor de los ot ros, y que ellos, a cam bio, nos
do, porque todos crecemos como la h iedra, apoyándonos en ayuden a ser m ejores. Ese con dicion am ien t o existe ah oray ha
algo firme, que nos ofrece resistencia. Es un a tarea difícil, por- exist ido siem pre en las sociedades; de hecho, es la razón p r in -
que nadie la quiere aceptar, n i los padres n i m uchos profesores. cipal p or la que vivim os en grupos am plios.
Y lo entiendo. Es duro frustrar a alguien para que pueda crecer,
y que después se vaya y prescinda de m í. Porque es que ésa es la Yo creo que el com pañero no se refiere tanto a lo que todos aprende-
tarea de la educación: form ar personas autónom as e in depen - m os los unos de los otros, sino a cóm o influyen con su ejem plo en las
dientes. Los h ijos que se quedan hasta los cuarenta en casa, es- decisiones m ás relevantes de nuestras vidas. Muchos, por ejem plo,
clavos de los cariñ os de sus madres, no están educados. em piezan a beber porque ven a otros que lo hacen.
La im it ación es esencial para todos ios seres sociales, es d isfru t e h izo cosas que a la m ayoría de n osotros se nos esca-
fu n d am en t al para aprender. Todos los seres que viven en so- p arán siem pre, pero, en general, las personas disfrut am os de
ciedades organizadas, por ejem plo, los m on os superiores u n m argen de lib er t ad , aunque n o es excesivo. zyxwvutsrqponmlkjihgfe
(que son los animales que m ás se nos parecen) y los ch im p an -
cés, viven im it án d ose un os a ot ros, es la ú n ica m anera de que Pero ¿qué podem os hacer cuando el entorno en el que convives te
u n a sociedad se sostenga. Si cada ser fuera t ot alm en t e o r igi- encierra en su m anera de pensar?
n al n o pod ríam os vivir en sociedad porque n o seríam os re-
ceptivos a los dem ás n i ellos a n osotros. Dices que no piensas porque el en t orn o no te deja pensar,
Cuando somos pequeños (pero también de mayores) apren- estás convencido de que te van a educar de t a l m anera que no
demos a vivir observando cómo viven los dem ás. Los dem ás pod rás d ecid ir por t i m ism o, que n o pod rás desarrollar t u
siem pre nos in sp iran . De ah í la im p ort an cia que t ien e en la p rop io pen sam ien to. Pero sí el en t orn o nos m ot ivara a pensar
ed u cación el contacto con el profesor. No basta con que t e de u n a determ in ada m anera, no nos d aríam os cuenta; en
den t oda la in form ación que necesitas con u n ordenador. La cam bio, t ú sí te das cuen ta, así que, ¿por qué no van los de-
con viven cia con maestros vivos, de carne y hueso, y con su m ás a darse cuenta t am bién ? Si el en t orn o nos m ot iva a t o -
person alidad, pese a todas las lim it acion es, es im p r escin d i- | dos, ¿p or qué hay opin ion es discrepantes?
ble, porqu e u n o se prepara para vivir in vestigan do a personas [ Es halagador pensar que a t i no te afecta lo que I s pasa a
que est án m ás avanzadas en ese em peñ o. los d em ás, que t ú estás por encim a. Es com o cuando la gente
Claro que los ejemplos de los que aprendemos unas veces dice que la t elevisión im beciliza a la gente, m ir a que lo habré
pu eden ser buen os, y otras veces pueden ser t on t os o p er ju d i- oído veces, pero n u n ca he escuchado a n adie que diga: «Soy
ciales. Por eso es m u y im p ort an t e quién te educa, porqu e na- I im bécil perd id o porque veo la t elevisión todas las t ardes».
die va a quedarse sin educación . Si n o te educa u n profesor ¡ Es posible que a quienes osten tan el poder, a las empresas
responsable en u n bu en cen t ro, te educará la banda del b arrio o a los ban cos, si quieres, les interese que pienses u n a serie de
o la t elevisión o In t ern et . Una de las tareas m ás im p ort an t es cosas, y que te in d u zcan a ello. Pero si puedes resist ir esa m o-
de los educadores, en nuestra época, es llegar antes a los ch i- t ivación , darte cuenta e in vert irla, los d em ás t am bién van a
cos que los m alos educadores y protegerles de su p ésim a in - ser capaces, y a los que no lo logren por sí solos se les podrá
fluencia, o cort arla de raíz. ; convencer si nos em peñ am os. Cada u n o de n osotros t ien e in -
Por ot ro lado, aunque aprendemos a vivir h u m an am en t e ; t eligen cia y recursos suficientes para in flu ir sobre las perso-
observando cóm o se las arreglan los ot ros, t am poco hay t an - nas de su en t orn o.
tas clases d ist in t as de educación básica. Cuando alcanzamos Si quieres cam biar las cosas, es preferible que estés rodea-
cierta m adurez, in t r od u cim os elementos m ás personales en do de personas con un a m ente flexible, receptiva a ios argu-
n uestra m anera de vivir , pero aun así todas las vidas se pare- m en t os, que n o esté dom inada por el m iedo. Yo n o digo que la
cen m u ch o. Hay casos como el de Mozart , que para n u est ro educación resuelva todos los problem as, pero en latsolución
de cad aproblem a hay u n in gredien t e que u n a buena educa- la pena t om ar p art id o. Por eso el papel d el educador es t an
ción te puede su m in ist rar. La educación es el ún ico m ecanis- im p or t an t e, porqu e te dota de con t en idos. Te enseña cosas
m o de revolución pacífica que hay. La educación es el an tídoto que n o puedes aprender t ú solo. El aprendizaje siem pre p r o-
con t ra la fat alidad. La fat alidad provoca que el h ijo del pobre viene de sit ios y de personas que n o pertenecen a n u est ro in -
siem pre sea pobre, que el h ijo del ign oran t e siem pre sea ign o- t erior, y debemos tener la volu n t ad de ordenar lo que viene de
ran t e, un a buena educación hace saltar estas barreras por los fuera.
aires. La educación es lo m ás subversivo que hay. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
Está claro que necesitam os a los otros hum anos para educarnos,
Los profesores tam bién se dan cuenta de que tenem os que aprender para vivir, y quepodem os aprender avivir observando a los dem ás,
a pensar por nosotros m ism os. Ahora m ism o está todo patas arriba, pero m epreocupa lo que decía de los m alos educadores, siem pre va
y en el colegio nos dicen que si querem os m ejorarlo tenem os que en- a haber alguien quepueda educarnos m al, ¿cóm opodem os evitarlo
contrar nuestras propias soluciones. oprotegernos de estepeligro?
Claro, es que ésa es la idea. Pero t am bién hay que tener en Es que sin ese riesgo n o h aría falta educar. Im agín at e que
cuenta que para poder pensar por t i m ism o , necesitas tener viviéram os en un a sociedad en la que todos los adultos fueran
u n a serie de con ocim ien t os sobre los que pensar. Pensar es com o San Francisco de Asís o la Madre Teresa de Calcuta, en-
com o orden ar una h abit ación . Tú puedes orden ar una h ab i- tonces le dirías a t u h ijo: «Niñ o, sal a la calle, y haz lo que
t ación de diversas form as, lo que n o puedes es ordenar u n a veas», porque est arías seguro de que t odo lo que va a encon-
h abit ación vacía. Las cosas de la h abit ación pueden estar trarse será excelente, generoso, solid ario...
am on ton adas, desordenadas, puestas sin sen t id o, puede fal- Desgraciadam ente, sabemos que n o es así, por eso es i m -
t ar algo o sobrar algo, pero si n o h ay nada d en t ro, olvídat e de port an t e que existan sitios donde te su m in ist ren an ticuerpos
poder orden arla. para en fren tarte a la in fección de la vida en sociedad, para
La educación sirve para est im u lart e a pensar, pero t am - que n o t e d om in e lo que t e espera fuera, porqu e si llegas sin
b ién para p rop orcion art e con ten idos que luego vas a tener esas defensas desarrolladas estás perd id o.
que ordenar t ú . Una educación que preten de dártelo t od o or- Estos problem as n o se pueden evitar, n o vivim os en el
denado para que n o pienses será m al a, desde luego, pero ot ra m u n d o que querem os, sino en el m u n d o que hay, en el de
que n o t e da nada, que preten de que pienses desde el vacío, siem pre. Si la vir t u d y las cosas que consideram os valiosas
t am bién lo será. Au n qu e tengas m u ch a volu n t ad y d et erm i- fueran las m ás comunes y corrien t es, n o h abría n in gu n a ne-
n ación para pensar por t i m ism o, sin con t en idos, sin cosas cesidad de recomendarlas. Las defendemos porqu e de alguna
sobre las que razonar, n o con seguirás nada de nada. m an era siem pre h an estado en peligro, enfrentadas a corrien -
Tan im p or t an t e para el debate sano es atreverse a fo r m u - tes opuestas. A n adie hay que darle clases de respirar, n i con -
lar las propias ideas com o aprender las cosas p or las que vale sejos n i án im o para hacerlo. La gente respira sin m ás, aunque
t am b ién es verdad que en Mad r id es cada vez m ás difícil. En Sobre los recortes en educación qué opina. ¿Beneficia a la sociedad
cam bio Hay que recom endar las cosas que t ropiezan con d ifi- reducir el dinero de la educación?
cultades sociales, pero es in evit able. El in u n d o es com o es y
segu irá h abien do m en t ir a, explot ación , h orror, agresion es... Ah ora m ism o estamos atravesando u n periodo de crisis, y
En el prólogo de u n o de sus cuentos, Borges, h ablan do de u n empezamos a darnos cuenta de lo cara que vamos a pagar la
antepasado suyo, dice: «Le t ocaron , com o a todos los h o m - mala educación que hemos tenido en nuestro país. Estoy con-
vencido de que las mejoras en la educación son lo ún ico que nos
bres, m alos t iem pos en los que vivir». zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
puede sacar del atolladero, pero no de manera in m ediat a, es una
¿No cree que la hum anidad aún no ha salido del todo de la caver- apuesta a m edio plazo. Pasa u n poco como cuando vemos a
na, que sigue habiendo m uchas personas que viven com o aneste- un a persona que cae al agua y empieza a hun dirse: no sirve de
siadas? m u ch o que le digas que le vas a enseñar a nadar, debiste hacerlo
antes, ahora ya se está ahogando. Si queremos que sirva para u n
Los que en t ien den de estas cosas dicen que las fases p or fut uro in m ediato es ahora cuando tenemos que enseñar a la gen-
las que pasa el feto h u m an o hasta su desarrollo se correspon - te a nadar. Así que los recortes en educación en u n país donde ya
den con las fases evolutivas que ha atravesado la especie está m ás recortada que en n in gún otro sit io de Europa, excep-
m ien t ras evolucionaba. Al p r in cip io es una especie de lagart o tuan do Greciay Portugal, sólo pueden considerarse u n desastre.
o pececit o, y después va adquirien do el aspecto de u n m am í- El presupuesto es m u y im p ort an t e. Aq u í som os u n gru po
fero... abarcable, con el que se puede hablar, pero si m u lt iplicáse-
Al final nacemos com o crías h um an as, pero creo que en m os p or tres el n úm ero de alu m n os, y la m it a d n o entendie-
cada u n o de n osotros hay estratos y fases m entales que refle- sen el españ ol, si las diferencias de con ocim ien t os fueran
ja n esas etapas p r im it ivas. Todos som os, p or ejem plo, u n abism ales... No te digo que fuese im p osib le dar clase, pero
poco rep t ilian os, y pensamos el m u n d o en t érm in os de am igo p o r buen o que fuese el program a diseñ ado en el m in ist er io
y en em igo. Tenemos días donde gracias a n uestros actos m e- n o ibas a poder cu m p lir lo.
recemos sen t irn os orgullosos de pertenecer a u n a especie Lo m ism o ocurre con los profesores. No pueden seguir
evolucion ada, y ot ros en los que n i siquiera rozam os la alt u ra en señ an do lo que les en señ áron la ellos, porqu e el m u n d o
del ch im pan cé. Por eso un a excusa recurren t e cuando hace- cam bia, y la sociedad demanda d om in ar nuevos con ocim ien -
m os algo m al es: «No me juzgues por esto, n orm alm en t e n o t os. Así que hay que seguir form án dolos, y esta form ación
soy así». No queremos que nos encasillen en u n a de n uestras con t in u a t am bién es cara. Todo lo relacionado con un a buena
facetas, sobre t od o si es de las peores. Queremos que nos den educación es caro, pero a la larga sale m u ch o m ás caro m an -
la op or t u n id ad de dem ostrar que n o n os correspondem os ten er u n sistem a barato y m alo. Los países que est án saliendo
con lo que h icim os duran t e u n día m alo, que som os capaces antes de la crisis, como Alem an ia o Francia, son los que sos-
de cosas m ejores. t ien en u n bu en sistem a educativo.
Si la base de todo es la educación, ¿está de acuerdo con el sistem a d ecía, es el que en señ a para que el que aprende pueda pres-
cin d ir u n día de él. Los buenos padres educan al h ijo para que
educativo que hay ahora? zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
u n día pueda irse, y el profesor para que su alu m n o sea m ás
Eso es com o pregu n t ar si se está de acuerdo con el siste- list o que él. Eso es lo d u ro de la educación : el propósit o final
m a digest ivo general del p aís. es que se in depen dicen , que n o te necesiten m ás. De manera
En Españ a t od o lo confiam os a lo que pon en los papeles. que la educación va a con trapelo de los polít icos y de sus es-
Sí la ley dice un a cosay la ley es estupenda ya parece que t odo t am en t os, que prefieren seguir con t rolan do a los ciudadanos,
quede resuelt o, pero guardas el papel, sales fuera y descubres seguir cobran do, seguir dicién doles lo que hay que pensar en
que t odo sigue estando com o estaba. Todos los planes educa- cada caso.
t ivos t ien en cosas que están b ien y cosas que están m al, el Por eso es la sociedad la que tien e que reclam ar un a buena
problem a es cóm o se están aplican do. educación . Hay que decirles a los polít icos que ellos se van a
ir, pero que nosotros nos vam os a quedar, p or eso queremos
Pero ellos no quieren que estem os educados. educación . Somos los ciudadanos los que tenem os que exigir
un a ed u cación que nos p rot eja, que nos ofrezca m ejores po-
In vert ir en educación n o es un a p r ior id ad para u n polít i- sibilidades para el fu t u ro, porque para los polít icos n un ca
co. No creas que n o se dan cuenta de lo que decim os aqu í, lo será u n a p r ior id ad .
en t en derían perfectam ente. El problem a es que es u n a solu -
ción a largo plazo. Im agín at e que a p ar t ir de m añ an a en este
p aís se empieza a educar como nos gu st aría. ¿Cu án t o t iem p o
t ard aríam os en darnos cuenta de los efectos, en d isfru t ar de
los beneficios? ¿Q uin ce añ os? No hay polít ico en el m u n d o
que piense a quin ce añ os vist a, los que son capaces de levan -
t ar la cabeza y ver que t ien en quin ce días por delan te, adem ás
de la fecha en la que viven , ya son de los buenos. No le dan
im p ort an cia porqu e n o van a ver el resultado. Es pedirles que
in vier t an en algo cuyo p rem io lo van a cobrar otras genera-
ciones, ot ros polít icos. Así que con fían en los parches y en la
educación en u n sen tido am plio; la fam ilia, los m edios de co-
m u n icación , las relaciones hum anas, las cosas que aprende-
m os al ju gar, al t rabajar...
Ad em ás, la educación tien e cierta d im en sión suicida que
el profesor conoce m u y bien . El verdadero educador, com o os
¿Q u e es u n p r o b le m a de filosofía?
75
ver u n program a de t elevisión a las siete. Im agin a que has Si sea cu al sea la respuesta que le dem os a las pregun tas
salido ala calle y te has dejado el reloj en casa. Si has p erd id o filosóficas vam os a seguir vivien d o igu al, ¿cu ál es entonces
la n oción del t iem p o, entonces buscas a algu ien a qu ien po- su p rop ósit o?
der pregu n t arle: «¿Qué h ora es?». En cuan t o t e dicen que son Cada vez que nos hacemos u n a pregu n t a filosófica esta-
las seis y m ed ia, t e desentiendes, cesa t u in t erés por la h ora y m os t rat an d o de averiguar algo m ás sobre n osot ros. En lugar
te dedicas a preparar la cit a, a ir a la est ación , o a casa para de vivir r u t in ar iam en t e, por im it ación , porqu e n o hay m ás
encender la t elevisión . La h ora ha dejado de in t eresart e, p or- rem ed io, porque nos h an dado u n em pu jón y tenem os que
que la pregu n t a era puram en t e in st r u m en t al, ya ha cu m p lid o seguir, hacemos el esfuerzo de vivir deliberadam ente. En
con su fu n ción , así que puedes olvid art e. ciert o sen t ido, nos ponemos a andar m irán d on os los pies, n o
Pero si en lu gar de pregu n t ar por la h ora, m e p regu n t o levan tam os la vist a, y eso es problem át ico, y t ien e riesgos,
qué es el t iem p o, ya n o estoy relacionando m i in terés con algo claro, porqu e podemos tropezar. Pero es que la filosofía no
con creto que qu iero hacer. Y la respuesta t am poco revert irá sirve para salir de dudas, sino para en t rar en ellas.
sobre m i vid a d iaria. Sea lo que el t iem p o sea, voy a seguir Las personas que n o dudan n un ca son las que n un ca filo-
com ien do igu al, bebiendo igu al, paseando, t om an d o el t r en , sofan, son personas serias, incapaces de asombrarse. En cam-
conversando... No va a alterar m i vid a, porqu e la pregu n t a no b io, el padre fun dador de la filosofía, Sócrat es, se pasaba el
t ien e nada que ver con lo que voy a hacer, sin o con lo que soy. día pregu n t án dole a la gente t on t erías, com o hacen los n iñ os.
Cuando m e p regu n t o qué es el t iem p o, lo que m e estoy En u n o de sus diálogos m ás famosos, Platón pon e a Sócrates
pregu n t an d o es qué supone vivir en el t iem p o sabiendo que a d iscu t ir con Calicles. El adversario de n uest ro filósofo es u n
el t iem p o existe, me estoy pregu n t an d o qué sign ifica desper- joven arrogan te, que exhibe su espada, y que defiende que los
t arm e p or las m añ an as, saber que m e voy a m or ir . Me estoy fuertes t ien en derecho a im pon er sus leyes a los débiles, y co-
pregu n t an d o p or el sign ificado de ser h u m an o. sas parecidas. Es un a de las prim eras veces que acusan a Só-
Un gran filósofo, m u y com plejo, Hegel, d ijo en u n a oca- crates de ser u n viejo que hace pregun tas m ás propias de u n
sión que la gran tarea del h om bre era pensar la vid a. Y todos n iñ o que de u n ciudadano m adu ro; pregun tas que n o in t ere-
sabemos m uch as cosas de la vida: sabemos cóm o nos n u t r i- san a n ad ie, que n o conducen a nada; pregun t as del t ip o:
m os, cóm o respiram os, cóm o nos reprod u cim os... Pero ¿qué «¿Por qué no se caenlas estrellas?». Pese a que Calicles piensa
debem ospensar de todos estos procesos?, ¿qué podemos pen - que está in su lt an d o a Sócrat es, en realidad, lo que el joven
sar de que la vida nos pase a n osotros, de que seamos así, de hace es d efin ir m u y acertadamente la act it u d filosófica: ju gar
que tengam os u n aparato digestivo, genitales, pu lm on es, ce- a hacerse pregun tas igu al que los n iñ os, pero hacerlas com -
rebro?, ¿de que vivam os en el t iem po, den tro de una sociedad, plet am en t e en serio, sin ot ro propósit o que salir lo antes po-
que nos enamoremos y convivamos en pareja? ¿Qué sign ifi- sible de la ign oran cia, porque las personas que filosofan son
ca? ¿Por qué nos pasa eso? Ésas son las pregun tas que hace la las que est án deseosas e im pacien tes p or abandonar la ign o-
filosofía, n o t ien en nada que ver con las cosas práct icas. ran cia.
fía dicho zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
que las preguntas filosóficas no influyen en las acciones
futuras, pero quizá silo hagan las respuestas que les dem os a estas
preguntas. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
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lim p ieza, n i program as de t elevisión o rad io. Sería algo in go- ta. Lo que n o puedes es pedir paella. El m en ú está im p u est o,
bern able. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA y t u elección está lim it ad a por la decisión previa (y libre) de
sentarte a cenar en u n ch in o. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIH
Pero si la sociedad m e dice lo que tengo que hacer, ¿nunca serélibre?
Me gustaría preguntarle por la relación entre el individuo y la so-
No debemos caer en el error de con fu n d ir la lib ert ad con ciedad, ¿quépueden aportarse m utuam ente?
la om n ip ot en cia. El ser h u m an o es libre para decidir, pero n o
puede hacer lo que quiera, nuestra lib ert ad no viene acompa- El in d ivid u o es u n p rod u ct o de la sociedad; m ás concre-
ñada de la facult ad de conseguir que t odo lo que deseamos se t am en t e, es la sociedad urbana la que produce in d ivid u os.
cu m p la. Ser lib r e sign ifica que tienes la p osib ilid ad de esco- Las t r ib u s am azón icas, por ejem plo, son m u ch o m enos in d i-
ger en tre d ist in t as posibilidades, en decidir lo que quiero in - vidualist as que las sociedades in d u st rializad as. En las t r ib u s
t en t ar en tre el abanico de actividades propias de los h u m a- todos t ien en que repet ir una serie de rit u ales, desem peñ an
nos. Yo soy lib re de decidirm e a in t en t ar su bir el Everest, pero papeles que ya están escritos: el curan dero, el zapatero, las
dado m i estado físico lo m ás probable es que poco después de m ujeres...; no hay vidas «diferen tes», «n ovedosas», no t ien en
dar el p r im e r paso ya me haya caído. Esta in capacidad m a n i- un a n oción de in d ivid u o. La idea de u n t ip o que va diferen -
fiesta n o m erm a para nada m i libert ad . cián dose del resto es relativam en te m odern a. In clu so en Gre-
cia, al ciudadano que se sen tía demasiado superior, or igin al
El problem a es que tam poco podem os escoger lo que querem os. De- o d ist in t o se lo som etía al ostracism o, que era un a práct ica u n
pende de las circunstancias. poco cru el. Todos los ciudadanos atenienses vot aban con
unas conchas de ostras, un a ostra por person a, h abía blancas
Eso es verdad. El problem a de la libert ad es que nos vemos o negras; si el h om bre perdía en la vot ación se le expulsaba de
em pujados a escoger en unas circun stan cias que n o hemos la p olis, por considerar que h abía escogido u n cam in o dema-
elegido. Que nos vien en dadas por la cu lt u ra del p aís donde siado p art icu lar para una sociedad que le daba u n gran valor
hemos n acido, por el n ivel econ óm ico y social de n uestra fa- al m an t en im ien t o de unas semejanzas y un os parecidos que
m ilia , p or las circun stan cias de la época... Nin gu n o hemos garantizasen que todos los ciudadanos t em an algo en com ún .
elegido p ar t ir desde donde p art im os, pero un a vez hemos t o - Son las sociedades las que van favoreciendo el desarrollo
m ado conciencia de cuál es el juego de circun stan cias que nos de la in d ivid u alid ad . Una cosa curiosa de las pelícu las que se
rodean , podem os elegir. In cluso podemos decidirn os a actuar rod aron en los añ os cuarenta es que todos los h om bres pare-
para cam biar algunos de estos con dicion an tes. Y tam bién es cen ir vestidos igu al. Las m ujeres solían vestir m ás variadas
verdad que unas decisiones in flu yen sobre las siguientes: si (aunque no t an t o como ahora), pero los varones hace sesenta
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zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSR
zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJI
V v o a o i^ut» ^ J i a u v»ii l a j i / v i c u a u g j
U U I U I I J U U H . w LJ .t ío j_"wi
Ah ora tenem os un a variedad de in d u m en t arias m u ch ísim o sonas. Si m añ an a te dijeran que t e van a desterrar a un a isla
m ayor. A m edida que las sociedades se h an vu elt o m ás com - desierta y te pregun t aran qué quieres llevart e,,. respon derías
plejas, se h an id o diversifican do las tareas y los roles, y ahora que com ida, bebida, unos libros, a Catherine Zeta-Jones, unas
es m u ch ísim o m ás sen cillo diferenciarse de los dem ás. H oy cuantas cosas ú t iles..., pero seguro que n o se te pasa por la
en día h ay grupos sociales a los que puedes reconocer p or cabeza llevarte d in ero, n i siquiera u n m illón de euros. In cluso
cóm o se vist en , y personas que t rat an de d efin ir y destacar su algo que deseamos t an t o como el d in ero, lo deseamos en la
person alidad por las prendas que eligen , por el corte o los co- m edida que podemos usarlo en la sociedad. Y es que el din ero
lores. Y la ropa es sólo u n ejem plo de las posibilidades que es lo m ás social que podemos im agin ar, fuera de la sociedad
tenem os h oy de sin gularizarn os. no sirve absolutam ente para nada, n o t ien e n in gú n in terés.
La sociedad apuesta por desarrollar in d ivid u alid ad es De algun a m anera los in d ivid u os estamos buscando
porqu e cree que así t erm in ará m ejoran do al con ju n t o. Los siem pre recon ocim ien t o y com pañ ía. ¿Q uién quisiera vivir
in d ivid u os ayudan a la sociedad aportan do cosas que nos be- rodeado de objetos caros y m aravillosos sin n in gú n sujeto a
n efician al resto. A m í me alegra que Mozart fuese un a perso- su alrededor? El m it o del rey Midas t rat a de eso, era u n h om -
na t an d ist in t a, y que la sociedad, en lu gar de con den arlo al bre t an am bicioso que sólo deseaba oro, y cuando su deseo se
ostracism o o de r ep r im ir su sin gular person alidad, favorecie- volvió realidad quedó encerrado en la t ram pa de su p rop ia
se el desarrollo de su t alen t o, porque así p u d o escribir un a am bición . Com o t odo lo que tocaba se con vert ía en oro, al
m ú sica de la que t odavía nos ben eficiam os. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
cabo de u n t iem p o ten ía m ás oro que n adie, pero n in gu n a
persona duraba a su lado sin con vertirse en m et al. Lo que el
A día zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
de hoy, ¿qué pueden aportarm e los individuos que form an el m it o cuen ta n o es real, n o es u n relato h ist órico, pero sí es
resto de la sociedad que nutra o enriquezca m i vida? m u y veraz. Creemos que podemos pasar sin los d em ás, nos
halaga sen t irn os in depen dien tes, pero t od o lo que con t ien en
Para empezar, t u h u m an id ad . Todas las cosas que t e per- nuestros deseos, todas las aspiraciones que hacen que la vid a
m it e n vivir com o u n ser h u m an o las recibes de los ot ros, p or- valga la pena: el poder, la belleza, el d in ero... lo queremos
que t ú eres u n ser sim bólico, eres un a criat u ra que piensas para in flu ir sobre los d em ás, para im pact arles. Si te q u it an a
con palabras, que hablas, que empleas u n len gu ajey u n id io - los d em ás, con el t iem p o, te dará igu al ser pobre que ser feo.
m a para com u n icart e que n o has in ven tado t ú , de manera que Lo ú n ico que t e puede interesar a t i m ism o, con in depen den -
t u p rop ia m en t e pertenece a la sociedad, es la p rop ia sociedad cia de si est án allí ot ros o n o, es la en ferm edad, cualquier otra
in t eriorizad a. cosa t e relacion a con t us vecinos y con t u s con ciudadan os.
La sociedad t am bién te ofrece recon ocim ien t o. ¿Por qué
queremos din ero? Prim ero porque hemos im it ad o el deseo de
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Me parees que no vivim os nuestra vida, que vivim os una inspirada de u n h u m or ist a gallego, Julio Camba, que t ien e u n lib r o m a-
desdefuera. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA ravilloso sobre cocin a que se t it u la La casa de Lúculo, don de
Camba explica, entre otras cosas, la h ist oria del lon gu eirón ,
Pero es que la d ist in ción n o es lim p ia . Nadie se alim en t a u n cru st áceo de las playas de Galicia. El lon gu eirón vive den -
sólo con las ideas que su cerebro prod u ce, n uestra m en t e está t r o de u n agujero en la arena, cuando sube la marea entra
poblada de ideas ajenas, que vien en de t u fam ilia, de rus am i- agua por el agujero y entonces el lon gu eirón sale. Cuando la
gos, de los escritores, de las personas que h ablan en la r a d io y m area baja y la arena se seca, el lon gu eirón se queda den t ro
de la t elevisión , de t u s rivales... Tu cabeza está llena de cosas de su agu jero,y n o asoma. Para pescarlo sebuscan los aguje-
qu e n o provien en de t i , pero que haces t u yas, porqu e el cere- ros, y se les echa u n poco de agua para que el lon gu eirón sal-
b r o es u n a especie de m apa en m archa del m u n d o; con tien e ga. Camba cuenta cóm o él se en treten ía en gañ an do a los lo n -
t od o lo que hemos vist o, las palabras escritas o pron u n ciad as gueiron es, echando agua una y otra vez, para que saliesen y
volviesen a en trar. Tan to los m areó que al final los bich os se
p or los d em ás, las sensaciones, las im presion es... El m u n d o
equivocaban , com o sí fueran h um an os. Porque eso es lo p ro-
n os en tra d en t ro a chorros y después tenemos que organ izar-
p io de los h u m an os, en trar y salir con t in u am en t e, y n o de
lo en u n sen t id o o en ot ro, pero n uestra m en t e está form ada
m an era aut om át ica, sin o cuando queremos o nos parece. Por
p o r m at eriales que absorbemos de fuera.
eso n os equivocamos m u ch o m ás a m en udo que los anim ales,
Por ot r o lad o, ser n osotros m ism os t am poco creas que es
porqu e somos libres de asomar la cabeza a volu n t ad .
t an beneficioso para n uestra lib ert ad com o parece. Si a algo
estam os forzados es a ser n osotros m ism os, y, p or t an t o, es-
t am os in clin ad os a desear de acuerdo con lo que somos. ¿La libertad debe supeditarse a los intereses generales de la sociedad ?
Schopenhauer se preocu pó de este problem a: somos libres de
desearlo que queram os, sí, pero siem pre d esd eu n car áct er y Sí, y es lógico que así sea. Una cosa es que tengamos un a
un a person alidad qu en o elegimos: los n uestras. No podem os buena d isposición a respetar las diferentes elecciones que
escoger ser ot r o d ist in t o a quienes som os, eso nos vien e dado, cada u n o hace d en t ro de los m árgen es que cada u n o tien e
im p u est o. Sólo p art ien d o de esa lib er t ad lim it ad a podem os para d ecid ir. Pero, p or ot ra part e, quieras o n o , para poder
actuar lib rem en t e. con vivir en una sociedad que fun cion e hay m uch os aspectos
que n o pu eden estar sujetos a la origin alid ad de cada u n o, a
lo que a cada u n o se le an toje en ese m om en t o.
Pero uno no elige elegir.
Estamos acostum brados a asociar la origin alid ad y lo es-
Ya zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
lo dijo Jean-Paul Sarrre: «El h om b r e está condenado a pon t án eo con las personas positivas y creadoras, esto es así
la libert ad ». No se puede ren un ciar. hasta ciert o p u n t o, pero sólo h asta ciert o p u n t o. Para com -
Los an im ales n o se plan t ean ese problem a p orqu e n o son p rob arlo basta con pensar en algu ien que nos dijese; «Mire
libres. Ah ora se celebra el cin cuen ta an iversario de la m u ert e u st ed , a m í la espontaneidad me lleva a querer violar n in as de
cin co añ os en cuan t o las veo. A usted igu al n o le pasa, y p or ¿La libertad nos hace m ás felices?
eso pretende m eterm e preso antes de que actúe, pero es porque
no es u st ed t an or igin al com o yo, m i gu st o p o r las n iñ as de En Ética para Am ador citaba una an écdota de d on Man u el
cin co añ os es algo que brot a t an espon t án eam en t e de m i ca- Azañ a que viene al caso. Cuando le pregun t aban lo m ism o
ráct er com o su at racción hacia las m ujeres mayores de edad». que ahora te preocupa a t i , si la libert ad hace m ás felices a los
Hay m om en t os en los que la origin alid ad deja de ser u n factor h om bres, les respon día: «Yo sé que los hace m ás h om bres».
de creación y de en riqu ecim ien t o para con vertirse en u n ger- No es que al ser libres seamos m ás felices, es que nos volve-
m en n ocivo para la sociedad. m os m ás h um an os.
En algu n os países n órdicos están p roliferan d o gru pos
que t ien en u n concepto de la religión bastante sorpren den te. Hay películas donde se ve a un soldado que com ete una atrocidad,
Unos adoran n o pagar im pu est os y ot ros t ien en com o dogm a incluso durante el com bate, y después se siente m enos hum ano. ¿Es
no pagar n u n ca n i u n euro de las cosas que te bajas de In t er- que un hom bre que actúa de m anera salvaje pierde su esencia?
n et . H an registrado estas creencias y aseguran que si nos opo-
nemos estamos ofendiendo su «origin al» lib er t ad religiosa. Bueno, n osotros n o tenemos ot ro rem edio que ser h u m a-
En casos así h ay que cortar de raíz con la t oleran cia h acia la nos. Somos h um an os como los geranios son geran ios, claro.
Pero cuando decimos que algu ien es h u m an o n o nos referi-
«espon t an eid ad ».
Pienso que todos debemos estar dispuestos a ser t oleran - m os sólo a que pertenece a una especie n at u r al, t am bién nos
tes en aquellos campos donde la elección es lícit a. Tú eres ve- estamos refirien d o a u n ideal, algo que nos propon em os
getarian o, n o quieres comer carn e,bien , es una opción perfec- com o m et a. Y ese ideal consiste en que el resto de los h u m a-
tam en te lícit a. Se te pueden dar consejos n u t ricion ales, los nos nos reconozcan com o m iem bros de su gru p o. En Mac-
escuch arás o n o, pero n o veo n in gú n problem a. Ah ora b ien , beth, Shakespeare im agin a un a escena donde lad y Macbet h
p or m u ch o que te guste comer carne, n o tienes lib ert ad para está t rat an d o de convencer a su m arid o para que suba al piso
dart e u n atracón de carne h u m an a, n i siquiera u n bocado. de arrib a, donde el rey Du n can , su h u ésped , duerm e plácida-
Un a sociedad fu n cion a cuando se p er m it e a cada in d ivi- m en t e. Lady Macbet h le dice que ha llegado el m om en t o que
duo ser él m ism o y desarrollar su person alidad siem pre que esperaban, que su bay lo m at e, así le proclam arán después rey
cu m p la con aquello con lo que tenem os que cu m p lir todos a él (y rein a a ella). Y Macbet h le responde que Du n can n o es
para que la sociedad n o se colapse. Un o puede ser él m ism o sólo su rey, es t am bién u n anciano que ha confiado en él, y
siem pre que asuma que hay un a serie de deberes y responsa- que ahora duerm e bajo su p rot ección y su techo. Macbet h n o
bilid ad es que son para t od os, n os gu st en m ás o n os gusten sabe si será capaz de h u n d irle u n p u ñ al en la carne, tien e m ie-
m en os. Sobre esta base com part id a p or todos los ciudadanos do de que en el m om en t o de la verdad el viejo abra los ojos y
los clave en él, t ien e m iedo de que las dos h um an idades que-
cada u n o puede ir con struyen do una person alidad part icu lar. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
den con fron tadas en el m om en t o del asesinato. Lady Mac-
b et h le reproch a que u n soldado com o él, que h a p art icip ad o
en tan tas guerras y h a m at ado a tantas person as, ten ga ahora
m ied o de u n an cian o indefenso que duerm e en u n a cama. Y
Macbet h responde algo m u y sagaz: «Yo m e atrevo a lo que se
atreva u n h om b re; qu ien se atreva a m ás, ya n o será u n h o m -
bre». Pues ésa es la idea: existe u n lím it e que n o nos atreve-
m os a sobrepasar por m iedo de salim os de la h u m an id ad , p or
m ied o a cruzar el lím it e m ás allá del cu al ya n o se n os reco- Sobre la belleza
nozca com o parte del colectivo.zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
Macbeth cuen t a la h ist oria de
u n a persona que em pujada por la am b ición t er m in a salién -
La belleza es u n d on , eviden tem en te, y es u n d on que todos
dose de lo h u m an o y con virt ién dose p or sus obras en u n ene-
podem os ad m irar porqu e las personas, los objetos y los p ai-
m igo de sí m ism o. Ése es el peligro.
sajes herm osos embellecen el m u n d o , y t ien en algo de id eal,
de in alcan zable. Por eso u n gran poeta fran cés decía: «La be-
lleza es lo que nos desespera».
Pero es verdad que, de u n t iem po a esta part e, la belleza se
ha con vert ido en un a especie de obligación . Y, ad em ás, se t ra-
ta de un a belleza dictada por u n can on det erm in ado, de m a-
nera que ya n o es algo que enriquezca el m u n d o , sino que lo
empobrece. Se crean presiones para alcanzarlo que provocan
situacion es como la an orexia, y la exclu sión de grupos de
edad o de personas con det erm in ado aspecto; in d ivid u os t a-
lentosos o con m érit os en otros órden es pueden pasarse la
vid a sufrien do porque su cara y su cuerpo n o se adaptan al
can on . Lo m on st ru oso n o es lo que se queda fuera de la cate-
goría de belleza, sin o la idea m ism a de belleza com o un a i m -
p osición externa y que puede con vertirse en un a t or t u r a.
El m ied o a envejecer y a perder la salud y la belleza n o es
n uevo, se ha dado siem pre, hay cientos de relatos y novelas
sobre ese asunto. Lo que sí parece u n fen óm en o n uevo es que
en n uestra época n o existe u n m odelo p osit ivo para las perso-
nas m ayores. Los viejos tenemos que fingir que somos jóve-
nes porqu e el que n o es joven está enferm o en n uestra socie-
dad. La ju ven t u d , p or razones sociológicas, de con sum o, et-
cétera, se ha con vert ido en la t ot alid ad de la vid a; si n o quieres
ser exclu id o, debes fingir que eres joven h asta la t u m b a.
Una act it u d así t ien e sus peligros. No es sólo que todos
vayam os a ser viejos, si tenem os la suerte de vivir lo su ficien -
t e, sin o que com o decía Volt aire: «Quien n o t ien e las virt u d es
Religió n , Dios y m u e r t e
de su edad, t en drá que cargar sólo con sus defect os». Todas
las ép ocas, la ju ve n t u d , la m adurez, la vejez, t ien en algú n
t ip o de vir t u d que sólo se da en ese m om en t o. Si no d isfru t a- Filósofos m u y finos com o Spinoza h ablan del am or de Dios,
m os de ellas, entonces sólo arrastrarem os loszyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
defectos co m u - pero hay que entender la expresión com o un a acept ación del
nes al rest o de las edades. Un iverso t al y como es. Existe u n am or hacia la t ot alid ad de
las cosas que existen que equivale a un a afirm ación , equivale
a decir «sí» a lo que hay, a ren un ciar al an tagon ism o perpet uo
con lo que hay, aunque después sigamos lu ch an d o por refor-
m ar los aspectos que m ás nos disgust an .
El am or que n osotros conocemos es aquel que sen tim os
p or ot ros seres h um an os y por algunos seres vivos. Es u n
am or que está m arcado por la preocu pación de conservar a la
persona que quieres, que no se nos vaya, que n o desaparezca.
El am or es querer que alguien siga exist ien do, p or eso n o se
puede am ar a u n ser in dest ru ct ible. De manera que en u n sen-
t id o lit er al n o en tien do la expresión «am or a Dios». Dios es
precisam en te nuestra idea de lo etern o, n o se puede ir , n i lo
podem os perder. Por eso a Dios no le podemos amar, como n o
se puede am ar al Everest, t e puede gustar, pero es absurdo
am arlo, porqu e va a seguir allí cuando t ú m ueras.
Todo lo que conocemos sobre la m u ert e lo aprendemos
observando la ausencia de los dem ás. Nuestra p r op ia m u ert e
person al es im pen sable, se nos escapa. Freud escribió que
pese a que todos decimos que vam os a m or ir , en el fon do na-
d ie se lo cree. Pero la m u ert e de los d em ás es m u y creíble y ¿Las religiones están por encim a de la m oralidad? ¿Debem os acep-
real, p orqu e la experim en t am os. De m an era que la m u ert e es tar que una religión m usulm ana desprecie a las m ujeres por respeto
una suerte de reverso de la vid a en general, y reflexion ar sobre a unas creencias culturales que no son las nuestras?
ella nos ayuda a entender nuestra con dición y el am or que
sen t im os p or la vid a. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA La m o r a ly la religión son cosas d ist in t as. El problem a es
que hemos vivid o durante años con la idea de que la m oral está
¿Quépiensa sobre Dios? supeditada a la religión , com o pret en den los curas. Pero lo
ciert o es que desde el obispo hasta el párroco de lo que h ablan
Nun ca he en t en dido m u y bien lo que es, ten go poca fam i- es de religión , u n asunto m u y respetable para qu ien crea, pero
liar id ad con Dios. O igo las cosas que dice la gente sobre Dios, sólo para q u ien crea. Mien t ras que la autén tica m o r a l es algo
h ablan com o si lo con ocieran person alm en te, pero yo n o en- que vale para los creyentes y los no creyentes, y apela a la ca-
t ien d o lo que es. N i siquiera puedo decirte que n o existe p or- pacidad de raciocin io de cualquier persona del m u n d o.
que no sé qu é su pon dría eso. Conozco h ist orias, leyen das... En Éticapara Am ador señalé u n a diferen cia básica entre
pero t od o m e parece u n poco etéreo. La t r i b u africana de los religión y m or al que sigue siendo válid a: la m or al persigue
m asai u t iliza la m ism a palabra para d ecir «Dios» y «n o sé», u n a vid a m ejor y la religión busca algo m ejor que la vid a. Son
pues a m í m e pasa u n poco lo m ism o, para t od o lo que se re- objet ivos bastan te diferentes.
fiere a Dios soy u n poco m asai. A m í port arse b ien porqu e después algu ien te va a dar u n
p r em io n o m e parece u n a act it u d m u y m or al. Im agin a que
ves a u n n iñ o que se h a caído a u n río y se está ahogando y te
Ha dicho que no entiende cóm o se puede am ar a Dios zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
por qu e n o
puede am ar algo que no se va a acabar. Pero yo creo que la gente arrojas al agua para salvarle, pues n o t ien e el m ism o valor
am a a Dios precisam ente porque saben que son ellos los que van a m o r al si in t en t as rescatarle a sabiendas de que su padre es u n
m orir. m illo n a r io que te va a recompensar generosamente. No es lo
m ism o saltar sólo p or salvar u n a vid a que p or cobrart e u n
Entonces, se t rat a de u n am or interesado. H ay que tener d in ero. Con la religión pasa algo parecido, el soborn o del cie-
amigos en todas partes. H u bo una época en que yo estaba liado lo será santo, pero t am bién es u n soborno. Y eso es lo que p ro-
con temas del t errorism o, vivía amenazado, con escolta... Un pon en las religion es: u n pago p or p ort art e b ien .
día salí a la calle en Mad rid y una señora se m e acercó y me d ijo: Las religion es, m ien t ras no sean obligat orias, son u n de-
«Ya sé que n o es usted creyente, pero yo rezo m u ch o por us- recho p rivad o de cada ciudadan o, pero no pu eden pret en der
t ed ». Yyo le respondí: «Señ ora, siga rezando por m í, p orqu eyo con st it u irse en u n deber para n adie, y t odavía m en os, de la
n o creo en Dios, pero com o t odo bu en españ ol creo en las reco- sociedad entera.
m endaciones, así que, por si acaso, siga recom en dán dom e». Hay que defenderlas como derecho in d ivid u a l siem pre
que n o p erju d iq u en a n in gu n a persona. Me parece m u y b ien
que, si una m u jer cree que no puede con ducir u n coche porque
es pecado', n o lo con duzca, pero que algu ien la obligu e a n o
con d u cir el coche porque él crea que es pecado y se lo p r o h i-
ba, eso ya n o se puede p er m it ir . zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
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m et o en p olít ica», «Qué m ala es la p olít ica», «No, n o, yo n o Nos hacen creer que tenem os derecho a votar y que som os nosotros
m e qu iero pon er en polít ica». Los ciudadanos descubrieron los que elegim os pero cuando se acaban las elecciones hacen lo que
t
Yo creo zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
que no todos som os políticos, porque hay gente queprefiere Pero ¿cóm o podem os hacer para que la gente se im plique m ás enpolí-
dedicar su tiem po a estar con sus hijos, con sus fam ilias... No se tica? En Grecia sabem os que los esclavos m antenían el sistem a, por-
m eten en lapelea, ya les viene bien que les som etan unpoco. que les dejaban a los ciudadanos tiem po librepara dedicarse a los am i-
gos y a los asuntospúblicos. Pero hoy en día lagente tiene que trabajar.
Por desgracia, yo t am bién creo que eso es lo que hace la
m ayoría. Lo que pasa es que por m uch o que t ú quieras pasar de La m ayoría de los ciudadanos atenienses tam bién traba-
la polít ica, la política no tiene n in gun a intención de pasar de t i . jaba. Sobre t odo los m ás pobres, ésos n o podían pasarse el día
con t em plan do el cielo. Les ret ribuían para que no p u d ieran t arn os en tre n osot ros, con lo que los atenienses n o pod ían n i
excusarse. 1 soñ ar.
Con el n ivel de vida que hemos alcanzado en Europa aho-
ra m ism o , eso de que n o puedo in t erven ir en polít ica porqu e Pero aquíno podem os m eter a cuarenta m illones para que discutan
ten go que t rabajar es un a excusa. Es com o la gente que se dis- uno o varios tem as, de m anera que la dem ocracia ya no es un siste-
culpa de no leer porque n o encuentra el m om en t o. Para pen - m a válido.
sar, para in t erven ir en polít ica, hay que buscar ese t iem p o,
sacarlo de cualquier sit io. Las cosas m ás im port an t es de la Por eso se h an in ven tado los part id os polít icos. Los grie-
vid a n o est án escritas en el h orario de la agenda, no las vas a gos n o t en ían part id os polít icos porque todos los ciudadanos
en con t rar en el p lan del día. El h orario y el p lan te dicen : «de- eran agentes p olít icos, así que n o h acía falta. Los part idos
sayu n o», «prim era lección », «reun ión con los d irect ivos»... h an n acido porque part en la sociedad en vision es polít icas
pero n un ca te van a in d icar a qué hora tienes que en am orarte, generales, y así t od o se vuelve m ás m an ejable.
en qué fran ja del día te irá m ejor reflexion ar sobre la vid a... El Tú no conoces a todos los polít icos que se presen tan , pero
t iem p o para dedicar a las cosas verdaderam ente im p ort an t es com o se presen tan bajo unas siglas determ in adas, con u n
para n osot ros hay que arran carlo a las obligacion es corrien - program a polít ico detallado, tienes un a idea clara de quiénes
tes, y la polít ica es un a de esas cosas decisivas para las que son y lo que piensan hacer. Los part idos sirven para orien t art e,
n u n ca en con trarem os u n aviso en la agenda. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
te señ alan la ideología básica que t ien en las personas que
con cu rren a las eleccionesy de las que puedes desconfiar por-
En Grecia ha dicho que eran veinticinco m ilzyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
h abitan tes, en España que n o las conoces person alm en te,
som os cuarenta m illones y lapoblación va a m ás. Es cierto que dis- Claro que ahora te puedes in form ar m u ch o m ejor sobre
frutam os de m ejores m edios de com unicación que entonces, pero ellos. An t es todas las cam pañ as se basaban en los m ít in es en
ellos tenían representantes y portavoces que se ajustaban m ás a la las plazas de t oros, en los pueblos; ib an personas con ideas
realidad porque al ser un grupo m enor de personas... b ien d ist in t as, el polít ico decía lo que le parecía, y podía con-
vencer a un os, y a ot ros, n o. H oy en día, con la p osib ilid ad de
Bueno, n o siem pre ten ían representantes. La boulé era darse a conocer por In t ern et parece absurdo seguir convo-
la que t om aba decisiones, sí era m ás represen t at iva, pero la cando m ít in es en las plazas de t oros, la prueba es el volu m en
ekklesía era de todos, se reu n ían los vein t e m i l . t an escaso de gente que acude, se sigue hacien do p or in ercia;
Ad em ás, h oy tenem os m ejores m ecan ism os que n u n ca hay tan tas cosas en la sociedad y en la polít ica que sólo se
para la p art icip ación . En Atenas eran sólo quin ce o vein t e hacen ya p or m ot ivos sim bólicos... ¿Tú crees que puede in t e-
m i l person as, pero t en ían que hacerse oír sin m edios para resar algo de lo que dice el can didato en la plaza o en el teatro
proyect ar la voz al aire lib r e, así que daban berrid os. H oy so- cuando todos los que h an id o allí son amigos y afiliados que
m os m illon es, pero disfru t am os de t ecn ología para conec- vien en a apoyarle? La verdad es que pod rían su p r im ir estos
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dejan ser. Si algu ien cree en algú n m om en t o que puede hacer u n a, porqu e nadie quiere vivir en u n m u n d o don de todos ro-
algo para sacar ven taja, y si est á com plet am en t e seguro de basen), pero n o siem pre quieren cu m p lirlas. En este sen tido
que n o van a poder echárselo en cara, pues lo h ará. n o son t an d ist in t os a n osot ros, claro que es m ás sen cillo ver
La tarea dem ocrát ica n o es corregir la n aturaleza h u m a- lo m alos que son los d em ás y hacer la vist a gorda an te las co-
n a, n i su in clin ación a las t ram pas, sin o crear un a sociedad rru pcion es propias. Hay m uch os ciudadanos que se p on en
que nos asegure que los com port am ien t os antisociales n o en ferm os cuan do ven que los polít icos rob an , pero que se pa-
van a quedarse sin castigo. Kant se d io cuenta de un a cosa san la tarde t ran qu ilam en t e en In t ern et roban do p elícu las,
m u y im p or t an t e m ien t ras investigaba la m oral: in clu so aquel lib r o s, can cion es... Y com o les ben eficia, y les vien e b ien se-
que m ien t e y roba prefiere que los d em ás cu m p lan las n or - gu ir así, n o creen que su corrupción sea equiparable a la de
mas; desde luego que las personas in m orales qu ieren seguir los p olít icos. Y ése es u n verdadero problem a m oral: que la
h acien do t ram pas, pero exigen que los d em ás respeten ías crít ica a la que somos t an aficionados bien pocas veces la p r o-
n orm as. El m en t iroso prefiere que el resto d el m u n d o diga la yectam os hacia n osotros. La aut ocrít ica es un a especie m u y
verdad, porqu e si todos m ien t en , nadie va a creerse n ada, y él rara de ver.
n o p od rá sacar ventaja. Lo m ism o podem os decir del que n o
paga im pu est os, ¿cóm o va a querer que t odos h agan com o él Lo que ha dicho de las personas que hacen algo inm oral sabiendo
y se h u n d a la seguridad social? Mu ch ísim as person as, en u n que no las van a castigar m e ha hecho pensar en la cum bre de las
m om en t o det erm in ado, in t en t am os esquivar las n orm as para Azores. ¿Lo que allí se decidió puede ser juzgado com o inm oral'?
sacar algo de ven taja, pero nadie quiere vivir en un a sociedad
sin n orm as. Porque en u n sit io donde todos m in t iesen , roba- La m o r al trata sobre opciones in d ivid u ales, sobre lo que
sen y asesinasen, todos y cada un o de n osotros est aríam os en cada u n o hace con su propia libert ad . Pero podem os d ist in -
p eligro perm an en t e. gu ir dos niveles. Hay u n n ivel general, que se refiere a las ob li-
Una de las grandes aportaciones de Kan t a la ética fue en- gaciones que tenemos con los otros p or el m ero hecho de ser
señ arn os que para reconocer u n a n orm a m o r al h ay que pre- h u m an os. Por ejem plo, n o m at ar al vecin o. Son cuestiones
guntarse: ¿qu iero yo que todo el m u n d o haga esto? Si yo veo m orales válid as para todos n osotros.
a u n n iñ o que se h a caído al agua, aunque yo sea in capaz de Despu és est án las obligaciones, qu e se d erivan de ocupar
t ir ar m e para salvarlo, lo que quisiera es que todas las perso- u n cargo pú blico det erm in ado, de la fu n ción profesion al de
nas adult as que pasasen p or allí t uviesen el valor de in t en t ar- cada u n o . De m an era que h ay unas cuestiones m orales espe-
lo. Salvar a u n n iñ o que se ahoga es u n a n orm a m or al, sea yo zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
cíficas segú n el papel que desem peñ em os en la sociedad. Los
capaz o no de cum plirla, porque aunque n o pudiese t ir ar m e griegos t en ían un a palabra m u y ú t il, tadeonta, que sign ifica
sé que me gu st aría que todos los adultos fuésem os capaces de «lo que correspon d e», lo que debe ser, lo que toca en cada
ayudar a los niños. m om en t o. A la h ora del aperit ivo podem os hacer ' rom as,
Los polít icos saben que hay n orm as m orales (no robar es con t ar an écd ot as, falsedades, ideas que nos h an pasado por
la cabeza... hablam os irreflexivam en t e porqu e estamos con co t ien e unas obligaciones propias de su puesto; debe hacer
am igos, pero cuando en tram os en el aula y nos ponem os en el las cosas de manera h on rada, p or supuesto, pero también
papel de educadores, faltaríam os a n uest ro deber si dijése- debe ten er m u ch o cuidado en n o equivocarse. Un político
m os cosas en las que n o creemos sólo por caer sim p át icos. En que se equivoca puede hacer m u ch o dañ o. La m or al es buena
un a clase t en go la obligación , por respeto a m is alu m n os, de in t en ción , pero a u n polít ico, com o a u n cir u jan o, como a
decir lo que creo que es verdad. Hay cosas que, en u n a reu n ión cu alqu ier especialista en el desem peñ o de su cargo, h ay que
o en u n a t er t u lia, pueden ser hasta agradables, pero en un a ped irle algo m ás, n o basta con que t en gan las m ejores in t en -
clase n o se pueden p er m it ir . No pasa nada p or d ifu n d ir u n ciones si después te destrozan el cuerpo o t e h u n d en el p aís.
r u m o r o u n a falsedad entre am igos, n i por con t ar m en t iras Esa es la gran diferen cia entre la m oral y la polít ica. Al polít i-
para gastar u n a b rom a, pero si trabajas en u n m ed io de co- co h ay que exigirle una preparación específica.
m u n icación ya n o deberías d ifu n d ir ru m ores falsos, t u t raba-
jo debería im p on ert e m ayor cuidado. Entonces, desde esepunto de vista, ¿lo de las Azores sepudo decidir
Vosotros m ism os sois conscientes de que pod éis recib ir con buena intención?
u n a ed u cación que la m ayor parte de los seres h um an os de
vuestra edad n o podrán disfru t ar, que está vedada a los jóve- No lo sé, yo n o puedo d ict am in ar si esa gente ten ía buena
nes en m u ch os p aíses, y eso os im p on e un as obligacion es o m ala in t en ción , que es el d o m in io p r op io de la ética. Los
p rop ias, específicas de vuestra edad, que ya n o os afect arán resultados ya sabemos cuáles fu eron , y es ciert o que a u n po-
cuando cu m p láis los cuarenta añ os, pero que ahora es im p or - lít ico se le ju zga p o r sus resultados.
t an t e que respet éis. Como veis, hay responsabilidades m ora- El presiden te Lyn d on Johnson de Estados Un id os in t r o -
les segú n la edad, el r o l o el trabajo. d u jo un a serie de m edidas de prot ección social m u y im p or -
Lo que ocurre con los cargos polít icos es que las respon - tan tes. Con la idea de m ejorar la vid a en los guetos, se decidió
sabilidades de su cargo vuelven in m orales actitudes que en la a ayudar con din ero a las madres solteras, que eran m u y n u -
vida corrien t e n o lo son . A todos nos gusta recib ir regalos, m erosas, para que pudiesen alim en t ar a sus h ijos... La in t en -
pero si eres u n polít ico con u n puesto im p or t an t e, recib ir re- ción del presiden te n o podía ser m ejor, pero los resultados
fu eron bastante regulares, porqu e lo que con sigu ió con esas
galos puede ir con tra la zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
tadeonta. Tienes que pagarte t u s trajes
y t u rop a, porqu e dado el cargo que ocupas n in gú n regalo va m edidas fue que la m ayoría de los afroam ericanos n o se casa-
a salirt e grat is, después te van a ped ir t u apoyo, van a in t en t ar sen n u n ca. El h om bre vivía del din ero d el su bsidio que reci-
aprovecharse de t u in flu en ciab as a perder la n eu t ralid ad que bía la m adre soltera, así que t am poco se sen tía obligado a
exige la gest ión del d in ero pú blico. trabajar. De esta m an era, unas décadas m ás t arde, el esfuerzo
Ya sé que he d ich o que en una democracia t odos som os de los coreanos, los griegos o los viet n am it as les h abía ayuda-
p olít icos, de n osotros depende at rib u irles el poder, pero do a progresar socialm ente, m ien t ras que los afroamericanos
cuando u n a persona ocupa a título in d ivid u al u n cargo p ú bli- se quedaron at rás. Este desastre econ óm ico y social se debió
en buena m edida a un a ayuda bien in t en cion ada que salió Yo d ist in gu iría ese querer m ás con el propósit o de mejo-
m a l. rar, del querer m ás en el sentido de acum ular, que puede ter-
Tam bién es ciert o que Lyn don Joh n son acabó con la dis- m in ar m u y m al. No sé si h abéis vist o la película Ciudadano
crim in ación en las escuelas, y que gracias a su em peñ o, h oy Kane, va de u n h om bre que se pasa la vid a acum ulan do, poseí-
tenem os u n presidente n egro en la Casa Blanca, pero en cuan- do p or el deseo de tener m ás, y al final t ien e tantas cajas llenas
t o a resultados aquel p lan fue u n desastre. Cuando se t rat a de de cosas, puestas las unas encim a de las otras, que n i siquiera
evaluar la acción polít ica hay que pensar en los resultados, en puede abrirlas para ver qué hay den t ro.
A u n polít ico le puede pasar com o a Kane, con u n a dife-
los beneficios que obtien e el p aís. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
ren cia: los polít icos n o t ien en poder. El polít ico puede creer
An tes zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
ha dicho que, por naturaleza, los seres hum anos cuanto m ás que el poder es suyo, pero ese pen sam ien to es t an real com o
tenem os, m ás querem os. Entonces los políticos, com o lo que tienen si se le an t oja creer que tien e tres ojos. De hecho, es un a ocu-
es poder, tam bién querrán m ás poder. rren cia que hay que qu it arle de in m ed iat o de la cabeza (la d el
poder, n o la de los ojos). El polít ico t ien e el poder que le da-
Sí, pero me refería, sobre t od o, a que queremos m ás liber- m os los ciudadan os, y sólo duran t e el t iem p o que acordemos
t ad p olít ica, m ás con fort abílidad... que cuando hemos con - dárselo.
seguido un os derechos, n o nos apetece retroceder...
Por pesim ista que sea u n o, tien e que reconocer que se ha ¿Quéperfil cree que debería tener unbuenpolítico?
p rod u cid o un a m ejora de las condiciones de vid a. In cluso en la
democracia ateniense, que t an t o adm iram os, h abía esclavos a Recuerdo que me in vit aron a part icipar en u n com ité de
los que no se Ies perm itía votar. Y todas las m ujeres estaban ética a cuyos m iem bros se nos pidió que determ in ásem os las
excluidas de la vid a polít ica porque se consideraba que perte- condiciones que debía reu n ir una persona para que se le con -
n ecían al ám bit o déla fam ilia, como los an im alesy las plan tas. cediese un a autorización especial para tener perros peligrosos,
Las mujeres estaban bajo el d om in io de la jerarquía dom ést ica, porque u n perro así no puede caer en manos de cualquiera.
que era opuesta a la esfera de la lib er t ad y los iguales, el agora, Cuando me tocó el t u r n o de hablar dije que la prim era con di-
donde reinaba el debate. H oy la m u jer se ha id o in corporan do ción para tener u n perro peligroso era no querer tenerlo porque
al m u n d o de la polít ica, de hecho es u n t riu n fo reciente, m u y me parecía un a m alísim a señal que alguien quisiese tener en
reciente. Y tam bién los pobres disfru t an ahora del derecho al casa u n arma canina.
voto. Estas mejoras provien en de u n prolon gado progreso en En La República, Platón dice, n o t an irón icam en t e como
el t iem po. Y ahora queremos m ás libert ad , y m ejorar la manera parece a p rim era vist a, que lo m ejor para ser u n bu en polít ico
como el ciudadano puede part icipar en las decisiones polít i- es n o querer serlo, porqu e la experiencia nos dice que querer
cas. Nadie se con form a con lo que tien e; parece u n fast idio, ser polít ico es un a m alísim a señ al. El polít ico ideal sería aquel
pero tam bién es el im p u lso que nos p erm it e m ejorar. que t u viésem os que i r a buscar n osot ros, que lo llevásem os a
í zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA
rastras al Congreso, y que se pasase la legislat u ra soñ an d o en vada, sería u n escán dalo. Hemos vist o a u n presidente de Es-
el día que lo vam os a dejar en paz. El poder corrom p e, y el tados Un idos n egro, m ás tarde o m ás t em pran o lo presidirá
poder absoluto corrom pe absolutam en te, de esto sí que estoy un a m u jer, pero n o creo que veamos a u n presidente ateo o que
con ven cido. zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA reconozca que n o es religioso, n i tam poco soltero. Y la razón
es que ése es el con ten ido que le da la gente del p aís, porque la
¿Qué es para usted la dem ocracia, entonces!' democracia depende de lo que los ciudadanos quieren .