Está en la página 1de 12

Andando Nuestros

Espacios:
Alumna: Nicola Padua Shalom
FACE: 10088
Comisión: 3
Cátedra: Psicología del Niño
Introducción:

En el presente trabajo voy a presentar como los niños y las niñas viven,
sobreviven y modifican los espacios en los que se mueven, claramente y como
veremos a continuación, de diferente manera a lo que hacen o piensan los adultos
que los rodean. Todo observado desde una perspectiva donde me preguntaré
como se pueden modificar esos espacios cotidianos, o como es la interacción con
una zona que quizás no esté en las más óptimas condiciones de operatividad.

Además, hablaremos de como a partir de la construcción subjetiva del sujeto,


sabremos la importancia del objeto en el desarrollo motor y psíquico de lxs niñxs.
Como también la importancia de la relación con las familias, de cómo están
constituidas y como esto afecta al desenvolvimiento y/o las relaciones vinculares
de los más pequeños, y los no tanto.

Sin intentar caer en estereotipos estandarizados comentaré algunos del los


lugares transitados y transformados por los niños en mi ciudad, General
Fernández Oro. Algunos ejemplos son, la Plaza del Barrio Bancario, las orillas del
Canal Grande, las bardas, o el “Espacio Verde”.
I. El Espacio Ideal:

A lo largo de la niñez, los padres o familias con las que conviven los niños y niñas,
van criándolos y educándolos para jugar en espacios “ideales”, es decir,
estereotípicos, donde no haya ningún tipo de peligro como juegos en mal estado,
o un terreno donde puedan encontrarse elementos punzantes y cortantes. Pero lo
que quizás a los adultos les resulte algo muy peligroso, para los más pequeños no
lo es. Por ejemplo, acá, en la ciudad de General Fernández Oro, a orillas del canal
grande se encuentra el Barrio Costa Linda, donde vive una gran cantidad de
familias, algunas numerosas, otras no tanto. Pero lo importante a resaltar es que
mientras los adultos pueden preocuparse por la integridad de los niños y de las
niñas, estos en verano lo primero que hacen para refrescarse es meterse al canal,
y estos niños y preadolescentes tienen entre 5 y 14 años. Ellos y ellas, habitan y
disfrutan la realidad en la que están, ya que también y detrás de este mismo barrio
se encuentran las bardas y el basurero municipal, donde familias arrojan sus
desperdicios u otros buscan que les sirve y se los llevan a su casa. En algunos
hogares esto se lo tomaría, quizás, como ir al
“shopping”, hablando luego, de lo que han encontrado. Entonces en este entorno
crecen y se crían los niños, saliendo en bici, corriendo, con amigos, vecinos o con
sus propias familias.

En este mismo barrio cuando llega el invierno, se les suministra de troncos de


leña, ya que no llega la obra de gas hasta este sector de la ciudad como a muchos
otros. Entonces deben tener cuidado, más los que poseen casas de madera o, por
ejemplo, lo que aíslan con bolsa de consorcio. Además en esta época es en la que
más se ayuda a las familias con comida, como en la iglesia que se encuentra allí,
donde todos los sábados se les entrega el desayuno a los niños y preadolescentes
que se acerquen, algunos muy callados y otros que después de comer están tan
felices que se ponen a correr en el lugar, bajo el cuidado de las señoras a cargo
del lugar y de ellos, le brindan contención y cariño si es que lo necesitasen.
Pero todas estas ayudas llegaron a hasta este sector porque los vecinos,
primeramente, pidieron ayuda entre los pobladores de otras zonas de la localidad,
pero como no alcanzaba con la gran cantidad de hogares, a partir de una reunión

con el intendente, se creó el “Plan Calor” donde llevan camionadas de leña.

Esta es una de las tantas realidades que se viven en la localidad, realidades en las
que están inmersos y también hasta acostumbrados los más pequeños de la
familia. Muchas veces pensamos que una zona es peligrosa, como por ejemplo las
canchitas de fútbol, acá en el barrio Matadero, hay una que esta cercada, y posee
dos arcos, muchas veces y a lo largo del año, a los niños se los ve yendo en
horario tarde-noche, ya sea porque volvieron de alguna actividad o salieron de la
escuela, aunque el lugar no cuente con una luz. Entonces, hace unos días los
vecinos se vieron sorprendidos y molestos por una nueva cartelería que indicaba
los horarios de la canchita, desde las 10hs hasta las 20hs, y que sí no se cumplía
con los horarios establecidos podrían adquirir una multa. Pero fueron tantas las
quejas, por redes sociales como Facebook, que fue retirado el mismo tanto por la
molestia de los adultos como porque los chicos seguían quedándose después de
ese horario.
Canchita del Barrio Matadero
Por último, en este apartado, hablaré de otro de los lugares concurridos de la
ciudad, las plazas, muchas de ellas están “bien”, en términos de infraestructura,
principalmente las dos centrales donde hay juegos con sonidos, tatetí, o hamacas
para niños y niñas con movilidad reducida. En cambio, si miramos las plazas de
los barrios, algunas no existen como en los barrios “casi nuevos”, son más bien
terrenos vacíos donde podría haber una plaza. En uno de estos lugares vacíos,
uno de los jardines de infantes de la localidad, decidió plantar árboles, pensando
en el futuro y yo creo que, de alguna manera, concientizar a los niños y a las
familias de los mismos a cuidar y conservar los espacios verdes. En otra de las
plazas, como la del barrio Bancario, son dos esquinas enfrentadas que antes de
tener juego eran terrenos baldíos, con pastizales muy altos y juegos oxidados y
rotos como un sube y baja, y un tobogán. Muchos padres de niños que jugaban
allí, se quejaron por años de la situación, hasta que modificaron el espacio.
Aunque para muchos niños era aún más divertido jugar entre pastizales, aunque
sus familias se asustaran de eso. Como dice Tammarizio en su texto “(…) donde
algunas personas advierten espacios “vacíos”, otros ven espacios de diversión
con amigos, donde unos ven “basura” o “peligro”, otros ven peces de colores o los
asocian con seres queridos, describiendo no solo espacios físicos, sino también
espacios imaginados, deseados y recordados.” (Tammarazio, 2016, pág. 148) Por
esta razón es tan importante el juego y la imaginación en el mundo del niño, para
apropiarse de sus entornos.

II. Lxs Niñxs y el juego:

Muchas veces cuando intentamos imaginar cual sería el lugar más “lindo” para
que los niños y niñas jueguen, imaginamos una plaza verde y correcta
estructuralmente, pero nos olvidamos que a lxs niñxs les sobra imaginación. Ellos
y ellas crean un mundo imaginario donde una palangana puede ser la piscina para
sus muñecos o que con la escoba para barrer pueden volar. Aunque como dice el
texto de Bouzas “los objetos les imponen algunas acciones y no otras” (Bouzas,
2004, Pág. 54). Es decir, que se guiarán al principio por la forma del objeto para
asociarlo a otra acción u objeto parecido, no al azar hasta acostumbrarse a las
situaciones imaginarias. Bueno, esto pasa en los espacios “públicos”, en los
espacios que mayormente se comparte con otros, quizás un poco de tierra junta
en alguna esquina sea una nueva montaña o cuando en medio de los pastizales
se crea un laberinto donde corren tratando de alcanzarse. Entonces esto quiere
decir que si los niños y las niñas adquieren este nuevo proceso psicológico, que
es la imaginación, podrán satisfacer ese deseo en cualquier lugar donde
encuentren una motivación visual, de algún objeto parecido a lo que tenían
pensado. Pero ellos tampoco olvidan que todo juego tiene reglas, y deben
saberlas para decidir si quieren o no jugar, además de tener más de tres años si
hablamos de juegos del “como si” o imaginarios. Y por medio de este juego,
recordemos que los niños ingresan a la cultura, obviamente de mano de los
adultos. Esta participación en sociedad no tiene porque ser futura, ya que es ahora
cuando debemos preguntarle a los más pequeños que les gustaría en alguno de
los espacios que comparten los habitantes de una ciudad, de un barrio. Hay que
saber escucharlos, acompañarlos y ayudar a transformar y cuidar lo que pueda
construir. Aunque hay veces que ellos y ellas, saben mucho más del manejo del
barrio que sus propios familiares adultos. Por lo que es más que importante, el
contexto social, histórico y cultural en el que se desarrollen estas infancias. Por
eso como exponen Galende y Abraham “(…) es precisamente a través del hacer,
de la manipulación y de las representaciones lúdicas, como el niño descubre las
diferentes características de la realidad y las integra a su estructura cognitiva.”
(Galende y Abraham, 2010, Pág. 92). De esta manera los niños comienzan a
conocer además las reglas que los rodean, porque hasta esos espacios que se
dicen ser “públicos”, tienen limitaciones que como vimos en el apartado anterior se
rompen, es como que la rebeldía del juego de la pelota, los hace “dueños” de ese
espacio cotidiano.

III. Contexto Vincular:

Me parece importante realizar este apartado ya que el encuentro con otros, ya sea
un objeto, una persona, un espacio, etc. Pueden generar experiencias
significantes. Pero para que esto suceda el niño o niña deberá tener control y
saber, sobre su cuerpo y sobre el de los otros, ya que sin esta función
corporizante, es decir, la compañía de un adulto guía que brinde cariño y
protección, no sería posible delimitarnos ni fortalecer un desarrollo integral como
sujeto autónomo. Ya que “el cuerpo forma parte de la mayoría de aprendizajes no
solo como enseña sino como instrumento de apropiación del conocimiento”
(Calmels, 2009, Pág. 17).

No debemos olvidar que estos niños y niñas que se apropian de loes espacios
cotidianos tienen familias y que las mismas ayudan, o quizás no, en esta tarea.
Por eso es importante conocer cómo ha cambiado el contexto familiar en torno al
goce y disfrute del juego. Esta aclaración es debido a que en la Edad Media era
muy común que los niños varones que ya habían pasado aproximadamente los 7
años, eran llevados a aprender los labores que realizaban los hombres adultos,
mientras que las niñas quedaban en casa aprendiendo a ser buenas en ese
espacio y con el cuidado de los niños como hacían sus madres. Ambos tenían que
servir a Dios. Esto ocurrió hasta que una transición a la Edad Moderna donde se
comenzó a pensar a la infancia como tal, ya no eran adultos en miniatura, ni
tampoco las familias era exclusivamente nucleares. Y en esto lo relacionamos en
cuanto a los espacios, porque el primer lugar que los niños y las niñas del cual
tienen conocimiento, en el cual aprende y adquiere conocimiento es en el hogar.
Obviamente este conocer está ligado exclusivamente con la realidad de cada
familia ya sea mono nuclear o ensamblada, porque ya no se visibiliza una única y
verdadera infancia, ahora todas las infancias son válidas. Pero hay visiones que
simplemente no se pueden obviar, aún quedan vestigios del pasado, como, por
ejemplo, aunque ya no se vea, en algunas ocasiones, a los niños como frágiles,
que hay que proteger de todo, lo siguen siendo de alguna manera, porque deben
crecer acompañados, no “limitados”. Un claro ejemplo donde se los ve frágiles es
cuando están corriendo por algún descampado donde pueden encontrarse vidrios,
chapas, etc. Que los pueden lastimar, pero como tienen la libertad de poder jugar,
el arriesgarse los llama. Pero como recupera Eva Giberti de los conceptos de
Freud “este reconocimiento de las fragilidades posibles de los sujetos es
fundamental para ilustrar modalidades de acción personales, intersubjetivas e
intrafamiliares” (Giberti, 2005, Pág. 90) Es decir que, tanto familias como niños
deben conocer y conocerse, en cuanto a posibilidades psíquicas y físicas ayudará
en las relaciones con los miembros de la familia, con otros y de sí mismo/a. Es
debido a esta complejidad que en la vida cotidiana como en las familias hay que
crear pactos de convivencia si se quiere conservar y mejorar el vínculo.

IV. Construyendo un espacio entre todos:

Muchas veces cuando se planea o diseña un nuevo plan de viviendas con el fin de
que las familias de la ciudad tengan su techa propio, se olvidan de planificar algún
espacio verde o de juego. Dichos espacios deberían tener una gran importancia ya
que no sería exclusivamente de niños, el poder disfrutar sentados en una plaza
tomando mate, por ejemplo, beneficiaria a todos los agentes familiares. Ya que, en
la actualidad, muchas familias alquilan y en estos lugares no hay casi nunca un
patio para disfrutar. Por eso desde una propuesta entre el jardín de infantes y la
familia, comenzaría esta construcción, o mejoramiento del lugar.

Primero se debería crear una propuesta didáctica en la que primeramente los


niños y las niñas de la sala conozcan la zona del jardín y porque no, el camino
hacia la institución, esto con el fin de reconocer los espacios que transitan para
poder planificar el lugar más óptimo donde llegue a faltar un espacio verde y/o una
plaza con diversos juegos. Entonces primero estaría bueno que los/las chicos/as
de la sala cuenten lo que para ellos es una plaza y que les parece que no podría
faltar en alguna de ellas. Algunos conocerán perfectamente las calles porque
caminan y juegan allí, y otro quizás no lo tienen tan claro. Pero así empezaremos
a conocer juntos los caminos que llevan al jardín y el barrio.

Cerca del Jardín 109 de la Localidad de Fernández Oro se encuentra un terreno


vacío que por el momento no está destinado para viviendas. Por ende, parece
interesante planear y crear entre todos, los niños del jardín, las maestras y las
familias de los más pequeños, un entorno más habitable. Esta propuesta nacería
como una posible solución a los espacios por los andan los niños, intentando
volverlo un espacio verde. Como dijimos, es un espacio público, pero sigue
teniendo reglas y pautas para su modificación, por lo que habrá que elevar una
nota sobre el proyecto a la municipalidad o como hacen algunas personas, ir a
hablar con el intendente.
Si esta nota fuera aprobada, no solo lo disfrutarían los niños y niñas del jardín, y
sus familias, sino que todo el barrio y calles aledañas podría acercarse. Es un
largo proceso ya que no hay árboles, cordones cunetas y el terreno no está de
todo aplanado. Pero se empezaría con la plantación de vegetación, se le pediría
ayuda a algún o alguna ingeniero/a agrónomo para saber que árbol plantar ya que
algunos se los planta por épocas y como plantar las semillas de césped. Para este
proceso será importante maquinaria que remueva la tierra y camionetas que
acerquen los arboles y semillas a plantar. Cuando todo este proceso este listo,
desde la institución se invitará a las familias a un día de trabajo para comenzar
con la plantación acompañando a sus pequeños niños y niñas. Previo a esta
salida comentaremos que podemos hacer a futuro para embellecer esa plaza,
algunas respuestas pueden ser: unos toboganes muy coloridos, o para escalar, o
quizás una calesita. Luego de escucharlos y anotar sus preferencias deberemos
trabajar en la sala el tema de las plantas y cuanto saben de ellas, de como se
plantan, se riegan y como se cuidan a lo largo del tiempo. Porque si, aunque sea
un día de colocar los arboles y plantar semillas de pasto, es un trabajo en
conjunto, y porque no, de la comunidad ya que es un bien para el pase por ahí. Se
espera de esta manera, que toda la comunidad comprenda la importancia de crear
y cuidar nuestros espacios verdes, como, por ejemplo, evitar tirar basura, ya que
en la planificación se planea poner cestos de basura. La plaza y cualquier espacio
de la ciudad es de todos y para todos.
Conclusión:

Lo que se espera destacar con este trabajo es como desde que nacemos,
formamos parte del mundo, lo que quiere decir que nuestro entorno es muy
importante y las relaciones que formemos en él. No somos simples individuos,
aprendemos y crecemos con un contexto histórico, social y cultural que no define
desde nuestros hogares hasta un jardín de infantes o una plaza. Somos seres con
subjetividades, que cuando vamos creciendo necesitamos espacio de despegue
del seno familiar, y eso se crea a partir del juego como mencionamos
anteriormente. Es decir, que a partir de las relaciones sociales o con un objeto,
internalizamos esos conocimientos de acuerdo a nuestras necesidades psíquicas.
Ya que como dice Piaget a partir de “la adquisición del lenguaje van a cambiar las
relaciones del niño con el mundo”. (La Piagetceta, Pág.9) Es decir que, a partir de
adquirir el lenguaje, cambia las relaciones del niño con si mismo y con su entorno.
Entonces a partir de las diferencias nombradas anteriormente, con las que cuenta
cada sujeto, las mismas son las que explican el abanico de diversidades de
infancias que podemos encontrar en una sala del Jardín. Por ende, debemos
escuchar a los y las niñas que quedan bajo nuestro cuidado en el jardín, no
obturar preguntas ni respuestas como comenta Beatriz Janin, ya que así
homogeneizamos e invalidamos lo que puedan llegar a sentir los infantes.
Bibliografía:

- 2004. Bouzas, P. “El constructivismo de Vigotsky”. Longseller, Buenos


Aires. Cap. III: El juego
- 2009- Calmels, D. “Infancias del cuerpo”. Ed. Puerto Creativo. Bs. As
- 1998. Colas, J. Aportes del psicoanálisis al conocimiento de la mente del
niño: el Juego.
- 2005- Giberti, E. “La familia a pesar de todo”. Primera parte, cap II, III, IV.
Ediciones Novedades Educativas. Buenos Aires.
- 2010. Galende, B.; Abraham, M. Cap. VI “El juego y los primeros años de
vida” en Taborda, A.; Sosa, G. “Un recorrido por el nivel inicial desde la
psicología educacional”. Ed. Cátedra abierta. UNSL
- 2017-Lorena Gallosi, Ximena Novellino. “Sobre el concepto de infancia”.
Ficha de Circulación Interna, FACE, UNCo
- 2019- Janin, B. Intervenciones subjetivantes. Actas IV. Coloquio
Internacional y Prácticas socioeducativas. Flacso
- Piagetceta. Los Estadíos del Desarrollo.
- 2018- Roussy, L. Amor, N. Paisajes recreativos para la niñez. Talleres
infantiles de diseño participativo para dos plazas de barrio fonavi del gran
Rosario. Proyecto de extensión UNL. Convocatoria Ordinaria 2018.
- 2016. Tammarazio, A. Ciudades a Pie. Cap IV y conclusión. Miño y Dávila
Editores. Buenos Aires.

También podría gustarte