Para garantizar la calidad de los productos alimenticios, es fundamental realizar un
recuento de mesófilos aerobios. Este proceso ayuda a identificar y medir la cantidad
de UFC y otros microorganismos dañinos presentes en los alimentos, reduciendo así las posibilidades de contaminación y previniendo enfermedades transmitidas por los alimentos. Además, este proceso no sólo estudia los microorganismos que causan el deterioro de los alimentos sino también aquellos que son esenciales para la producción de alimentos fermentados, como el queso, el yogur, el pan y el vino.
MÉTODOS
Esterilización del material
Por medio de calor húmedo en autoclave se esterilizó el material utilizado durante
la práctica. Dentro de un vaso de precipitado de 500 ml se colocaron 8 tubos bacteriológicos con tapa de acero, una espátula acanalada, unas pinzas pequeñas, dos bisturí y una varilla de vidrio para siembra; luego en una bolsa se colocaron el cuchillo y las dos espátulas acanaladas. Posteriormente en el portapipetas se introdujeron 3 pipetas de 10 ml y 3 de 1 ml. Se vertió agua destilada en la autoclave desconectado hasta que llegara a la superficie del soporte que cubre la resistencia. Una vez introducido el recipiente interno de la autoclave nuevamente, en él se colocó el vaso de precipitado de 500 ml, la bolsa con el cuchillo y las espátulas, dos vasos de precipitado de 250 ml, un rack para puntas de micropipeta, un frasco bacteriológico de 500 ml con agua destilada y el portapipetas. Una vez cerrado la autoclave con el procedimiento indicado, se conectó y se ajustó a perilla gradualmente a “Máximo”. Fue necesario dejar que escapara aire de la autoclave para que dentro solo hubiese vapor de agua, esto se logró abriendo ligeramente la válvula de control. Cuando marcó el manómetro 15 lb/in2, comenzaron a contarse 15 minutos. Si la válvula de escape indicaba exceso de vapor se giraba la perilla a “Medio” o “Mínimo” según se necesitase. Transcurrido ese tiempo, y cuando la válvula de escape se cerró, entonces la autoclave fue abierta, primero levantando la tapa tomando distancia para evitar el vapor, y después completamente.
Uso del Stomacher
Todos los procedimientos descritos a continuación se realizaron con guantes
esterilizados con alcohol al 70%. Se creó una zona estéril de aproximadamente 30 cm de radio con un mechero Bunsen, para luego sacar el material del autoclave y ponerlo sobre papel destraza dentro de la zona estéril. Con una balanza granataria digital se pesó una bolsa para homogeneizador y se presionó la tecla tara. Haciendo uso de las pinzas pequeñas y el bisturí se tomaron por medio de la división en 4 partes, 10 g de la primera muestra (taco de pollo con rajas y arroz blanco), aproximadamente 2.5 g de cada cuarto. Después, se pesó un vaso de precipitado de 250 ml en la misma balanza, se presionó la tecla tara y se pesaron 90 ml de agua estéril del frasco bacteriológico de 500ml, previamente enfriado (hasta una tolerancia sensorial) a chorro de agua continuo, y se vertieron en la bolsa para homogeneizador con la muestra. Se retiró el exceso de aire manualmente, y se cerró haciendo dos dobleces de arriba hacia abajo en la abertura, y dos horizontales sobre los sobrantes de la cerradura en sentido contrario. Posteriormente se introdujo la bolsa al Stomacher durante 30 segundos. Al retirarla se repitió el mismo proceso para la segunda muestra (taco de jamón empanizado con arroz rojo). Se dejaron reposar ambas bolsas en vasos de precipitado de 250 ml para que se precipitara la mayor parte de muestra sólida.
Dilución de las muestras
Previamente, al agregar 90 ml de agua estéril a los 10 g de cada muestra, se obtuvo
una solución con factor de dilución 1:10. Dentro de la zona estéril, se colocaron los tubos bacteriológicos con tapa de acero. En uno de ellos se vertieron 9 ml de agua estéril con una pipeta, y 1 ml de la primera solución (taco de rajas con pollo) ya precipitada, usando la micropipeta; obteniendo así un factor de dilución 1:100. De la solución resultante se tomó 1 ml con micropipeta y se vertió en otro tubo con 9 ml de agua estéril, para tener un factor de dilución 1:1000. Se repitió el mismo procedimiento para la segunda solución precipitada (taco de jamón empanizado), utilizando diferente punta para la micropipeta.
Inoculación mediante extensión en placa
Con la micropipeta se tomaron 100 microlitros de la primera solución (taco de rajas
con pollo) con factor de dilución 1:10 y se vertieron en una caja de Petri, para luego distribuir con la varilla de vidrio utilizando la técnica descrita por el profesor (de forma circular, vertical y horizontalmente, 9 veces en cada sentido). Una vez tapada la caja, se volteó (tapa hacia abajo). Se repitió el proceso para las soluciones con factor de dilución 1:100 y 1:1000 (de ambas soluciones se vertió 1 ml debido a un error al momento de interpretar la lectura de la micropipeta). El mismo procedimiento fue aplicado para las tres soluciones de la segunda muestra (taco de jamón empanizado); de igual manera se cometió un error de lectura para la dilución 1:10, vertiendo así 1 ml en la caja de Petri, mientras que sí se vertieron 100 microlitros de las diluciones 1:100 y 1:1000. Las 6 cajas de Petri (3 de cada muestra) se colocaron dentro de la estufa de secado, sin embargo, tuvieron que ser cambiadas de lugar (no cerca de la superficie interna) para mantener una temperatura adecuada de las cajas (calentamiento por radiación, no conducción)
Uso del contador de colonias
Se encendió el contador de colonias, y las cajas de Petri invertidas (tapa
hacia abajo) se colocaron sobre la zona iluminada, con la base orientada hacia la lupa. Solo algunas cajas tuvieron colonias contables. Otro método utilizado fue poner las cajas de Petri a contraluz y marcar manualmente las colonias una por una con plumón Sharpie.