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Introducción

El Tribunal de Cuentas ha sido parte de la administración de justicia de nuestro

país desde que Panamá se convirtió en república el 3 de noviembre de 1903,

aunque sus orígenes más antiguos se remontan a la época colonial y al período

posterior a la unificación de Colombia.

Una vez constituida la República de Panamá, sus fundadores crearon el Tribunal

de Juzgamiento de Cuentas de Empleados y Gerencias, Institución Especial de

Singular Importancia para la Salud de las Finanzas Públicas que lamentablemente

desapareció a finales del siglo XX y resurgió en 1984.

Aunque nunca entró en funcionamiento y fue abolida en los primeros meses de

1990, se creó la Dirección de Responsabilidad Patrimonial dentro de la

Procuraduría General de la República. Le correspondía investigar y decidir sobre

casos de daño patrimonial en perjuicio del Estado cometido por servidores

públicos o privados.

Debido a las reparaciones que ha interpuesto la Contralora General de la

República, entidad que aún depende de los tres poderes del Estado y es

responsable de fiscalizar los fondos y bienes públicos, por presuntas

irregularidades, es responsabilidad exclusiva de este Tribunal de Cuentas, el cual

se encuentra amparado por todas las salvaguardias constitucionales y legales.


Objetivos

 Analizar los antecedentes del Tribunal de Cuentas

 Identificar las funciones de la Jurisdicción de Cuentas, la creación del

Tribunal de Cuentas y de la Fiscalía de Cuentas

 Examinar los principios básicos del Tribunal de Cuentas

El Tribunal de Cuentas

El desarrollo de la nueva Jurisdicción de Cuenta se ve facilitado por la Ley 67 de

14 de noviembre de 2008, la cual da cumplimiento a las normas establecidas en

los artículos 280, Número 13, 281, 304 y 327, Número 4 de la Constitución

Política. Entre sus aspectos más importantes se encuentran la organización de la

Jurisdicción de Cuenta, el establecimiento del Tribunal de Cuenta y la Fiscalía de

Cuentas, así como el diseño de un procedimiento contable eficiente y rápido.

La primera regla (artículo 280, número 13), que se encuentra en el capítulo tercero

del título de (La Contraloría General de la República), del Título IX (La Hacienda

Pública), establece que cuando se pretenda reparación por presuntas

irregularidades, la Contraloría General de la República presentará las cuentas de

los agentes y empleados del gobierno al tribunal a través del Tribunal de Cuentas.

Bajo el epígrafe “Tribunal de Cuentas”, se insertan disposiciones adicionales en la

cláusula cuarta de dicho título. Al respecto, el artículo 281 establece que se crea la

Jurisdicción de Cuentas, que tiene autoridad y jurisdicción nacional, para conocer

de los recursos de apelaciones de cuentas de los empleados y agentes de la


administración cuando existan denuncias de irregularidades. El Tribunal de

Cuentas está compuesto por tres magistrados, cada uno designado por un período

de diez años: uno por la Asamblea Legislativa, uno por la Asamblea Ejecutiva y

uno por la Corte Suprema de Justicia. El establecimiento y funcionamiento del

Tribunal de Cuentas se regirán por la ley (Ministerio Público Procuraduría General

de la Nación , 2016, pp. 109-110).

El artículo 304 corresponde al Capítulo 2.° (Principios Básicos de la Administración

de Personal), del Título XI (Los Servidores Públicos) menciona que, entre otros

altos funcionarios, los Magistrados del Tribunal de Cuentas están obligados a

presentar una declaración jurada de su situación patrimonial al inicio y al final de

sus funciones.

Esta declaración deberá realizarse mediante escritura pública y deberá

presentarse dentro del plazo de diez días siguientes a la toma de posesión del

cargo y a los diez días siguientes a su separación.

Las disposiciones más recientes (Artículo 327, Numeral 4) se encuentran en el

Capítulo 2 del Título XV: Disposiciones Finales y Transitorias y señalan que al no

haber sido promulgada y entrar en vigor la nueva ley que crea el Tribunal de

Cuentas, se aplicarán todas las normas y reglamentos existentes. Los

procedimientos que rigen la jurisdicción de las cuentas han estado en vigor.

Una vez que entró en funcionamiento el Tribunal de Cuentas, asumió todas las

acciones legales que involucraban a la Dirección de Responsabilidades

Patrimoniales de la Contraparte. Agregue que para asegurar el escalamiento de


nombramientos, los primeros magistrados del Tribunal de Cuentas son designados

por períodos de seis años por el Órgano Judicial, ocho años por el Órgano

Ejecutivo y diez años por el Órgano Legislativo, respectivamente.

Las Fuentes Nacionales de esta Ley 67 de 2008 son el Código Judicial, el Código

Fiscal, el Código Penal, la Ley 32 de 8 de agosto de 1984, que aprobó la Ley de la

Contraloría General de la República, el Decreto de Gabinete No. 36 de 10 de

febrero de 1990, que creó la Dirección de Responsabilidad Patrimonial dentro de

la Contraloría General de la República, y el Decreto No. 65 de 23 de marzo de

1990, que estableció su procedimiento (Asamblea Nacional , 2008).

Otras fuentes nacionales incluyen las jurisprudencia del Pleno de la Corte

Suprema de Justicia sobre constitucionalidad y acciones violatorias de derechos

fundamentales, la Sala Tercera de esta Corte sobre acciones administrativas que

cruzan la línea hacia otra jurisdicción, las sentencias de la Dirección de

Responsabilidad Patrimonial y las experiencias de abogados en investigación,

academia, práctica profesional y administración.

La Ley 12 de 12 de mayo de 1982, Orgánica del Tribunal de Cuentas de España,

la Ley 8.443 de 16 de julio de 1992, Orgánica del Tribunal de Cuentas de Brasil, y

el Decreto No438 de 6 de septiembre de 1995, por el que la Asamblea Legislativa

de El Salvador promulgó la Ley del Tribunal de Cuentas de El Salvador, son las

fuentes extranjeras.
Principios Básicos de esta Jurisdicción y al nuevo Tribunal de Cuentas

1. La conservación de los fondos y bienes públicos. La Procuraduría General de

la República, el Tribunal de Cuentas y la Dirección Fiscal de Cuentas

conformarán los cortafuegos institucionales para la salvaguarda y defensa del

patrimonio de la nación. El objetivo inmediato de la maquinaria judicial

disuasiva y correctiva del Tribunal de Cuentas es preservar los fondos y bienes

públicos que integran el patrimonio colectivo de todo el pueblo panameño.

Disuasivo porque ayuda a prevenir la comisión de irregularidades y a

sensibilizar sobre el respeto de los derechos públicos. Además, esta ley es

correctiva porque tiene todas las herramientas necesarias para juzgar y

condenar a cualquier persona declarada culpable de apropiación indebida de

bienes del Estado, ejecutar su sentencia y recuperar los bienes y fondos

perdidos.

2. La lucha contra la corrupción. Al transformar la Dirección de Responsabilidades

Patrimoniales en un Tribunal de Cuentas independiente, el Gobierno de los

Estados Unidos ha implementado plenamente su compromiso de fortalecer las

organizaciones enfocadas en la lucha de primera línea contra la corrupción

tanto a escala nacional como internacional. Esto ha facilitado los procesos para

determinar los daños monetarios cometidos contra Era y eliminar la

responsabilidad.

3. Independencia del sistema de justicia. El Tribunal de Cuentas tiene

independencia presunta, funcional y administrativa. A diferencia del Tribunal de

Cuentas establecido por la Ley 32 de 8 de noviembre de 1984, que fue la


Dirección de Responsabilidades Patrimoniales, este Tribunal de Cuentas es un

órgano administrativo independiente de la Contraloría General de la República.

No forma parte de los poderes Legislativo, Ejecutivo o Judicial del gobierno.

4. Imparcialidad. Cuando se trata de determinar la existencia de irregularidades y

establecer quiénes son responsables del mal uso de recursos públicos y

privados, el Tribunal de Cuentas actúa como juez imparcial en el proceso

patrimonial.

5. Justicia expedita. El objetivo del proceso patrimonial de la nueva jurisdicción es

asegurar que la investigación, el proceso y la decisión se completen lo más

rápido posible sin sacrificar la búsqueda de la verdad material.

6. Garantía del debido proceso. Inequívocamente se destaca la garantía

constitucional del debido proceder con resultado incuestionable en el juicio

contable. En esencia, el Tribunal de Cuentas establece el derecho fundamental

de quienes son investigados o procesados a guardar silencio para poder

defenderse adecuadamente durante el transcurso de la investigación o de la

acusación, ya sea personalmente al inicio de la investigación o en las

instancias intermedias y finales. audiencias judiciales.

7. Igualdad ante la ley. El principio de igualdad ante la ley está asegurado porque

tanto el Fiscal de Cuentas como los procesados tienen iguales derechos y

oportunidades en cuanto a su capacidad para expresarse, rechazar u objetar

las afirmaciones realizadas en el curso del proceso. También se garantiza el

derecho a presentar todas las pruebas legalmente requeridas que sean

relevantes para el proceso contable, así como el derecho a oponerse o

rechazarlas.
Conclusiones

El Tribunal de Cuentas está integrado por tres Magistrados de Cuentas y sus

respectivos suplentes quienes son designados por los tres poderes del Estado

para un período de diez años, en el siguiente orden: uno por el Poder Legislativo,

uno por el Poder Ejecutivo y uno por la Corte Suprema de Justicia. La selección de

los magistrados iniciales aseguró que se produjeran períodos de tiempo cada vez

mayores. El Magistrado designado por el Cuerpo Legislativo tiene un mandato de

doce años; el Nominado por el Órgano Ejecutivo tiene un mandato de ocho años;

y el Nominado por la Corte Suprema tiene un mandato de seis años.

Para el desempeño de sus funciones, el Tribunal de Cuentas cuenta con el apoyo

de un Secretario General, un Secretario Administrativo y personal técnico que ha

sido integrado en los departamentos jurídico, administrativo y financiero y

nombrado por los magistrados que integran el órgano en la Sala de Acuerdos.

Estos servidores públicos son los destinatarios de los derechos, compensaciones,

deberes, responsabilidades e incompatibilidades que corresponden a los

servidores públicos del sistema judicial. Dependiendo de la norma que adopten los

Magistrados de Cuentas, podrán ser suspendidos de sus puestos de trabajo o

despedidos por falta grave.


Bibliografía

Asamblea Nacional. (2008, Noviembre 14). Ley 67.

https://www.oas.org/juridico/PDFs/mesicic4_pan_ley67.pdf

Ministerio Público Procuraduría General de la Nación. (2016, Septiembre).

Constitución Política de la República de Panamá.

https://ministeriopublico.gob.pa/wp-content/uploads/2016/09/constitucion-

politica-con-indice-analitico.pdf

Panamá Tramita. (2023). Tribunal de Cuentas (TC).

http://168.77.211.243/es/institucion/tribunal-de-cuentas

Rodríguez, C. (2019, Noviembre). DERECHO ADMINISTRATIVO. LA

COMPETENCIA Y JURISDICCIÓN DEL TRIBUNAL DE CUENTAS EN SU

PAPEL CONTRA LA CORRUPCIÓN.

https://revistas.up.ac.pa/index.php/anuario_derecho/article/download/

1116/932/

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