Se explica en el PGC de la siguiente forma: “Se considerará, salvo prueba en contrario, que la gestión de la empresa continuará en un futuro previsible, por lo que la aplicación de los principios y criterios contables no tiene el propósito de determinar el valor del patrimonio neto a efectos de su transmisión global o parcial, ni el importe resultante en caso de liquidación”. Es habitual que el valor de la liquidación de una empresa sea distinto del valor contable, por lo que habrá que introducir diferentes modificaciones para obtener el valor real. La empresa aplicará las normas de valoración más adecuadas para recoger una imagen lo más fiel posible de su situación. Principio de devengo. Las transacciones o hechos económicos se registrarán en el momento en el que éstos ocurran, no en el momento en el que ocurra su pago o cobro. Así, puede ocurrir que una empresa con un gran beneficio contable finalmente tenga unos malos resultados si no es capaz de cobrar sus deudas. Principio de uniformidad. El plan contable permite utilizar diferentes criterios a la hora de registrar las transacciones o hechos económicos. Una vez adoptado uno, debe de mantenerse en el tiempo. No obstante, puede cambiarse el criterio en caso de que se alterasen los supuestos que motivaron su elección. Si esto ocurriese, debe hacerse constar las circunstancias que han propiciado el cambio, así como el impacto cualitativo y cuantitativo en las cuentas anuales. Principio de prudencia. Establece la prudencia en las estimaciones y valoraciones cuando se den condiciones de incertidumbre. Únicamente deben de contabilizarse los beneficios obtenidos hasta el cierre del ejercicio. Así mismo, deben reflejarse todos los riesgos una vez sean conocidos, tanto si han tenido lugar en el ejercicio o en uno anterior. Principio de no compensación. A no ser que una norma disponga de forma expresa lo contrario, no podrán compensarse las partidas del activo y del pasivo o las de gastos e ingresos. Por otra parte, se valorarán de forma separada los elementos integrantes de las cuentas anuales. Con este principio la contabilidad refleja la realidad de una forma más amplia. Principio de importancia relativa. Mediante este principio se acepta la no aplicación estricta de alguno de los principios y criterios contables. Esto se permite cuando el impacto en términos cuantitativos o cualitativos sea poco significativo y, por lo tanto, no altere la imagen fiel de la empresa.
Estos 6 principios son de obligado cumplimiento para las empresas. En
el caso de que exista conflicto entre ellos, deberán prevalecer aquellos principios contables que permitan reflejar las cuentas anuales de forma más fiel.