corrupción masiva en la petrolera estatal Petrobras, en Brasil. Involucra a ejecutivos de la petrolera y políticos, quienes recibieron coimas a cambio de grandes proyectos de infraestructura para las principales constructoras de ese país. La investigación inició a mediados del 2013 pero recién estalló en el 2016, cuando el Departamento de Justicia de Estados Unidos difundió las primeras confesiones de una de las principales constructoras beneficiada por la red de sobornos: Odebrecht. Esto también tuvo efecto en el Perú en varios proyectos tanto nacional como en las provincias y fueron involucrados presidentes peruanos como Alejandro Toledo, Alan García y Ollanta Humala y en Lima en el gobierno de Castañeda.
Además de Odebrecht, el Ministerio Público
investiga las concesiones que obtuvieron en el Perú las constructoras OAS, Camargo Correa, Andrade Gutierrez y Queiroz Galvao, también involucradas en el caso Lava Jato. Por ejemplo, Camargo Correa ganó la buena pro de la Interoceánica Sur Tramo 4, en consorcio con Andrade Gutierrez y Queiroz Galvao. Según el fiscal anticorrupción, Hamilton Castro, dinero presuntamente vinculado a Camargo Correa fue transferido a una cuenta inglesa de la empresa Trailbridge Ltda. que le pertenece al empresario y financista del ex presidente Alejandro Toledo, Josef Maiman. La transferencia sería una coima de Camargo Correa por la Interoceánica. OAS desvió US$6.150.000 a través de contratos ficticios en la ejecución del proyecto Línea Amarilla o Vía Parque Rímac, presuntamente para el pago de sobornos.
Odebrecht y la peruana Graña y Montero integraron
consorcios para adjudicarse obras de gran envergadura en el Perú, como la carretera IIRSA Norte y Sur, la línea 1 del Metro de Lima, Chavimochic y el Gasoducto Sur Peruano. El presidente Pedro Pablo Kuczynski anunció la modificación de la Ley de Contrataciones para que el Estado no contrate con empresas condenadas por corrupción y la muerte civil para los funcionarios corruptos. Además, dijo que Odebrecht no podrá participar en nuevas licitaciones y que las empresas corruptas tendrán que pedir permiso al Estado para vender sus activos. En resumen este caso trajo perdidas para el estado peruano ya que bajo el PBI algo de 283 millones de dólares, aparte nos dimos cuenta que todo este tiempo los políticos han estado sumergido en las coimas y dejando de lado a otras empresas formales en el concurso de las licitaciones. Al final el dueño de la empresa Marcelo Odebrecht confeso todos los actos ilícitos en el país y nos dimos cuenta que clases de autoridades tenemos.