Está en la página 1de 5

DEONTOLOGIA POLICIAL

Alondra Brizeth Guzman Renteria


Indicaciones

CUESTIONARIO 5

Realizar resumen sobre el tema: DEONTOLOGIA POLICIAL

Contiene:

1) Carátula (nombre del tema y nombre del estudiante)

2) Exposición del trabajo

3) Comentarios del estudiante

Arial 12 texto, Arial 14 para títulos y subtítulos.

Extensión: Mínimo 2 cuartillas - máximo 4 cuartillas.


La deontología del Cuerpo Nacional de Policía, así como la ética de principios y
deberes profesionales inexcusables de esta organización fundamental del
Estado.La ética policial tiene por esencia el carácter teológico de los actos
profesionales policiales que buscan el interés general medianteel principio de la
ley natural -bonum est faciendum et prosequendum et malum vitandum-. También
pretende la realización personal del propio funcionario, necesariamente vinculado
a una vocación de servicio y relación de especial sujeción con el Estado donde
están latentes la norma de conducta profesional. Para reflexionar acerca de la
trascendencia filosófica y jurídica que atesora la labor policial, amén de presentar
variadas referencias bibliográficas específicas, genéricas y normativas,
proponemos un itinerario investigativo conformado por un índice de seis partes o
líneas de trabajo que culminan con una reflexión final, coincidente con la
conclusión, sobre el futuro deontológico de nuestra Policía.La primera de esas
líneas es una presentación general del tema -a modo de status quaestionis- en el
que asumimos el principio de que el hombre vive en sociedad y que ésta sirve a
las necesidades de aquél. Las vinculaciones que así aparecen denotan la
preponderancia del concepto relacionista del Derecho de Jaime Guasp Delgado y
una coincidencia comunitarista entre sus dos fundamentos: el de la conservación
social -la paz- y el de mejoramiento social -la justicia-, con la misión de todo
cuerpo policial. En la segunda parte se hace un recorrido por la historia policial
española que descubre pinceladas éticas que corroboran lo antedicho.La
vinculación entre la Policía y la sociedad no es el único y excepcional lazo que va
a tener aquélla. También mantiene una especial vinculación con los derechos
humanos, según declaramos en la tercera etapa de este trabajo; lejos de
convertirse en un obstáculo para su labor, son objetivo de aquella y garnatía de
eficacia profesional.El término profesional va a tener un protagonismo especial
para la deontología policial, tal y como se patentiza en la cuarta parte. Va más allá
de la mera destreza que un policía goza tras recibir una instrucción sobre las
técnicas operativas o razones jurídicas que pueden amparar su intervención. La
profesionalización tiene una dimensión ética que acompaña a otra, la práctica, y al
igual que ésta, debe ser aprendida por el funcionario, pues la técnica sin ética
conduce a la barbarie y es perversa. Pero además que la ética debe gozar de una
estética, de un parecer atrayente que exhiba su esplendor a través de códigos que
patrocinen el ideal de -nulla ethica sine aesthetica- y demuestren que esa ética no
es épica.Tales ideas no son propias de la Policía española sino que están
presentes en otras organizaciones policiales de países desarrollados (Portugal,
Francia, Reino Unido, Eslovenia y Europol), bien por tratarse de profesiones
nacionales relacionadas con el mundo de la función pública y el derecho
(judicatura, fiscalía y abogacía). En la quinta etapa se analiza el contenido de sus
interesantes códigos éticos y ver qué principios sustentan a este derecho
comparado del que, a buen seguro, puede nutrirse la ética policial.En la sexta
parte se delibera acerca del futuro deontológico de nuestra Policía, de sus
amenzas y esperanzas, de sus riesgos y garantías. Descubrimos que ambas
nociones no son nuevas, sino que ya un sistema político y jurídico de hace más de
dos mil años, el de la Roma clásica, padecía o disfrutaba, según, dentro de su
meritoria organización militar lo que hoy acontece en el Cuerpo Nacional de
Policía. En concreto, las siete amenazas que consideramos se ciernen sobre la
deontología policial son el uso ilegítimo de la fuerza, el corporativismo, la
corrupción y la ambición, la infidelidad, la obediencia debida, la burocratización y
la objeción de conciencia.

Ciencia que estudia las acciones humanas en cuanto se relacionan con los fines
que determinan su rectitud. En general toda ética pretende determinar una
conducta ideal del hombre.

1. Corresponde a todos los funcionarios de Policía cumplir los deberes que le


impone la Ley, protegiendo a sus conciudadanos y a la colectividad contra las
violencias, los actos deprecatorios y los otros perjudiciales definidos por la Ley;

2. Todo funcionario de Policía debe actuar con integridad, imparcialidad y


dignidad. En particular, debe abstenerse de todo acto de corrupción y oponerse a
ésta resueltamente,

3. Las ejecuciones sumarias, la tortura y las otras penas o tratos inhumanos o


degradantes quedan prohibidos en todas circunstancias. Todo funcionario de
Policía tiene el deber de no ejecutar o de ignorar toda orden o instrucción que
implique estos actos;

4. El funcionario de Policía debe ejecutar las órdenes legales


reglamentariamente formuladas por sus superiores jerárquicos, se abstendrá
siempre de ejecutar cualquier orden que él sepa o deba saber que es ilegal.

5. Es deber de todo funcionario de Policía oponerse a las violaciones de la


Ley. Si estas violaciones son de tal naturaleza que impliquen un perjuicio grave
inmediato o irreparable, debe actuar sin dilación para prevenirlas lo mejor que
pueda.

6. Si no es de temer un perjuicio grave inmediato o irreparable, el policía debe


esforzarse por evitar las consecuencias de esas violaciones o su repetición
avisando a sus superiores. Si esta acción queda sin resultado, puede acudir a una
autoridad superior.

7. No será aplicada medida alguna penal o disciplinaria al funcionario de policía


que haya rehusado ejecutar una orden ilegal.

8. Es deber del funcionario de Policía rehusar el participar en la búsqueda,


arresto, custodia o traslado de personas buscadas, detenidas o perseguidas sin
ser sospechosos de haber cometido un acto ilegal debido a su raza o de sus
convicciones religiosas o políticas.

9. Todo funcionario de Policía es personalmente responsable de los actos u


omisiones que haya ordenado y que sean ilegales.
10. La vía jerárquica debe ser claramente establecida. Debe ser siempre
posible acudir al superior responsable de los actos u omisiones de un funcionario
de Policía.

Comentarios

Es necesario dar a los funcionarios de Policía instrucciones claras y precisas


sobre la manera y las circunstancias en las cuales deben hacer uso de sus armas.

El funcionario de Policía debe guardar el secreto acerca de todas las cuestiones


de carácter confidencial de las cuales él tenga conocimiento, a menos que el
ejercicio de esas funciones o las disposiciones de la ley le manden actuar de otra
manera.

Todo funcionario de Policía que se conforme a las disposiciones de la presente


declaración tiene derecho al apoyo activo, tanto moral como material, de la
colectividad en la cual ejerce sus funciones.

La legislación debe proveer un sistema de garantías y de recursos legales contra


los perjuicios que puedan resultar de las actividades de la Policía.

También podría gustarte