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El concepto clásico de episteme

Para Platón y Aristóteles episteme es un concepto de conocimiento universal que es verdad


por necesidad. En este sentido, los objetos de la episteme no pueden cambiar. Para Platón, estos
objetos existen en el mundo de las ειδοι o ideas. Para Aristóteles, la episteme es el resultado de un
razonamiento lógico a través del silogismo. En contraste con el conocimiento cierto que es
la episteme, la doxa puede ser cierta en algunos casos, pero falsa en otros. Episteme en este
sentido clásico, a menudo se traduce al español castellano (así como en otros idiomas como el
inglés) como ciencia o conocimiento científico.

La episteme en Platón

Platón expone su teoría del conocimiento en el diálogo La república, subdividiendo todos los varios
niveles de conocimiento del siguiente modo:

conocimiento sensible u opinión (δόξα) conocimiento inteligible o ciencia (ἐπιστήμη)

imaginación creencia o fe pensar discursivo intuición


(εἰκασία) (πίστις) (διάνοια) (νόησις)

La episteme para Platón representa la forma más cierta de conocimiento, la que asegura un saber
verdadero y universal. Esto puede ser obtenido de dos modos: a través del razonamiento (dianoia) o,
a través de la intuición (noesis), que son en cierto modo complementarios entre ellos, sin
embargo Platón considera a la intuición o noesis como superior a la primera.
Se trata, en efecto, de un saber interiorizado, no trasmisible a las palabras (se notan los ecos de
la mayéutica socrática), que tiene su fundamento, pero también su límite, en la esfera ontológica e
intuitiva de las ideas. Por esto es accesible solo a unos pocos.1

La episteme en Aristóteles

Como en Platón, también para Aristóteles la episteme representa la forma de conocimiento más
cierto y veraz, contrapuesta a la opinión o doxa. Sin embargo Aristóteles distingue dos líneas
cognoscitivas: en el nivel más elevado se encuentra la intuición intelectual, capaz de lo universal de
las realidades empíricas, esto se da cuando el intelecto humano, dejando de limitarse a solo recibir
pasivamente las impresiones sensoriales desde los objetos, desarrolla un papel activo que le permite
avanzar más allá de sus particularidades y así captar la esencia en acto.
El segundo procedimiento es aquel de la lógica formal, del cual Aristóteles ha sido el primer
teorizador en Occidente, y por él enunciada en la forma deductiva del silogismo. Sin embargo es
menester precisar que Aristóteles colocaba al intelecto por sobre la misma racionalidad silogística:
solo el intelecto, en efecto, está capacitado de proveer los principios válidos y universales, de los
cuales el silogismo obtendrá conclusiones coherentes con las premisas. Según Aristóteles la lógica
por sí sola no puede dar la epistème, porque no da garantía de verdad: en efecto, si las premisas
son falsas también la conclusión será falsa.

[...] principio de todo es la esencia: de la esencia, en efecto, parten los silogismos.

Aristóteles - Metafísica VII, 9, 1034a, 30-31

Aquel que define, entonces, ¡como podrá también probar [...] la esencia? [...] no se puede decir que
el definir algo consista en desarrollar una inducción a través de los particulares casos manifiestos,
estableciendo por esto que el objeto en su totalidad debe compartirse de un cierto modo [...] Quien
desarrolla una inducción, en efecto, no prueba qué cosa es un objeto, aunque muestra que eso es, o
sino que no es. En realidad, no se demostrará cierta la esencia con la sensación, se la mostrará con
un dedo [...] más aún, parece que la esencia de un objeto no puede llegar a ser conocida ni mediante
una expresión definitoria ni mediante una demostración .

Aristóteles - Analíticos segundos II, 7, 92a-92b

Y renegando del innatismo de Platón, Aristóteles afirma que

la sensación en acto tiene por objeto cosas particulares, mientras que la ciencia tiene por objeto
los universales y estos son, en cierto sentido, en el alma misma.

Aristóteles - Sobre el alma II, V, 417b

De estos pasos emergen como los primeros principios sobre los que Aristóteles entiende se funda el
conocimiento y que no son abordables por la experiencia ni por un razonamiento demostrativo;
desde este punto de vista son similares a las ideas de Platón. La inducción de la que Aristóteles
habla, la epagoghé, parece no tener el mismo significado que ha tomado la epistemología
contemporánea (según la cual ella daría garantía de verdad por el hecho de saber formular leyes
universales partiendo de casos particulares). Para Aristóteles la inducción es por ende un grado
preparatorio hacia la intuición intelectual, no siendo para Aristóteles un pasaje lógico necesario que
conduzca desde los (objetos) particulares a los universales. La lógica aristotélica, en efecto, es solo
deductiva, una "lógica inductiva" sería para él una contradicción en términos.

En la cima de la episteme, para Aristóteles, se encuentra por lo tanto solo la intuición intelectual, tipo
de intuición que no solo es capaz de dar un fundamento universal y objetivo a los silogismos sino
que conlleva también a una experiencia contemplativa, típica de un saber en sí mismo que para este
filósofo constituía la quintaesencia de la sabiduría.2

Aristóteles define la episteme con estas palabras:

Lo que la ciencia [episteme] es ... va a quedar claro desde el siguiente argumento: Todos asumimos
que lo que sabemos no puede ser de otra manera que la que es, mientras que en el caso de las
cosas que pueden ser de otra manera [doxas], cuando han pasado de nuestro ver ya no podemos
decir si existen o no. Por lo tanto, el objeto del conocimiento científico es por necesidad. Por lo tanto,
es eterno ... La inducción nos introduce en los principios básicos y universales, mientras que
la deducción se inicia desde los universales ... Así la episteme es un estado demostrativo, (es decir,
un estado de ánimo capaz de demostrar lo que sabe) ... es decir, una persona tiene el conocimiento
científico [episteme] porque los primeros principios son conocidos por ella y así su creencia está
condicionada en cierta manera, y , porque si ya no son más conocidos por ella, por la conclusión
extraída de ellos obtendrá sólo incidentalmente conocimiento [serán doxa] -. Esto puede servir como
una descripción de los conocimientos científicos.3

La concepción del saber hasta Hegel

El concepto griego de episteme fue sustancialmente identificado por los filósofos occidentales con la
"ciencia": la palabra epistemedevino como sinónimo de un saber cierto y absoluto al cual solo el
conocimiento científico podría acceder.
Durante la escolástica y luego de ella, hasta Nicola Cusano (Nicolás de Cusa) y Baruch Spinoza, tal
tipo de conocimiento era considerado posible merced a un acto intuitivo de naturaleza suprarracional.

También Fichte y Schelling hicieron del Yo el principio absoluto al cual conduce la entera realidad,
que para la razón podía así devenir objeto de la ciencia. Sin embargo en estos la razón se limitaba a
reconocer pero no a reproducir el acto creativo con el cual el sujetodisponía al objeto, lo cual
quedaba entonces como prerrogativa de una suprema y transcendente intuición intelectual,4 será en
cambio con Hegel que la razón misma deviene creadora, atribuyéndose el derecho de establecer
qué cosa es real y que cosa no lo es. «Aquello que es real es racional»5 6 será la suma del pensar
hegeliano: vale decir que un objeto existe en la medida en que es racional, aquello que es incluible
en una categoría lógica.

El inmanentismo de Hegel expresaba una concepción del saber como autoconsciencia y


conocimiento de sí de parte de EspírituAbsoluto que implicaba la transcendencia y en el cual el
humano y la divinidad se confundían y se identificaban. Este proceso de autoconocimiento, que parte
de la Idea adviene en la Historia, entendida la misma como una sucesión de etapas y eventos
históricos que señalan y caracterizan la utoconciencia del Espíritu (Geist) a través de tres
momentos dialécticos: tesis, antitesis y síntesis-o para decirlo más propiamente, con vocablos
no fichtianos que Hegel nunca usó en su obra: afirmación, negación y negación de la negación-.
Se trata entonces de un proceso en espiral en el cual la consciencia absoluta o episteme se
encuentra al final, no al inicio, y es el resultado de una mediación y de una interacción lógica. La
última etapa de la evolución y del progreso del Geist o Espíritu y que Hegel consideraba
implícitamente era el estado prusiano "que se autoconoce como identificación entre
hombre, Estado y Geist, autoconocimiento a cuya semblanza final llega la Idea".

La episteme en Foucault

Michel Foucault reintroduce el concepto de episteme en su célebre libro Las palabras y las
cosas (1966),7 es Foucault quien le da la connotación posmoderna y aún más vigente a la
palabra episteme, en tal concepción la episteme aparece como el marco de saber acorde a la
determinada "verdad" impuesta desde un poder8 en cada época (de este modo sugiere que es
muy difícil que la gente pueda entender o concebir las cosas y las palabras fuera del marco de la
episteme epocal en que tal gente existe). 9 El argumento fundamental de la interrogación de Foucault
son los códices fundamentales que están en la base de una cultura, códices que influencian
nuestra experiencia y nuestro modo de pensar.10

Foucault dice que la arqueología de las ciencias humanas estudia los discursos de las varias
disciplinas que son interrogadas proponiendo teorías sobre la sociedad, sobre el individuo y sobre
el lenguaje.
El análisis de la arqueología de las ciencias humanas no está basado sobre la historia de las ideas o
sus modelos científicos sino que es, sobre todo, un estudio que busca qué cosa ha hecho posible
conocimientos y teorías y sobre cuáles bases se ha constituido y sobre cuáles a prioris históricos han
salido a la luz ciertas ideas, se han desarrollado ciertas ciencias y se han creado ciertas filosofías.

Entonces cuando Foucault habla de episteme entiende que es hablar de cuáles a prioris históricos y
cuáles códices fundamentales11 se han desarrollado en una cierta cultura y cuáles conjuntos de
relaciones se encuentran en la base de una época dada.

El objetivo que se propone Foucault es aquel de descubrir qué sistemas epistémicos se


"contradistinguen" en el pensamiento occidental. Según Foucault existe una discontinuidad entre las
épocas históricas occidentales e individualiza las tres principales: Edad Clásica,Renacimiento,
y Modernidad.12

Episteme y escrituras
Tras la develadora relación que Foucault hace entre las escrituras y sus "códices", códices que
establecen epistemes de varias culturas como formas relativas de la verdad (y del saber)
mediatizadas según los poderes de turno varios otros pensadores se han dedicado a estudiar la
relación de la escritura con la epistémica:

Desde la psicología, Gordon Wells (1987) explora el concepto de lo escrito e identifica cuatro niveles
de uso, que no se deben considerar exactamente funciones en el sentido lingüístico: ejecutivo,
funcional, instrumental y epistémico.n. 1

 El más básico es el ejecutivo, que se refiere al control del código escrito, a la capacidad de
codificar y descodificar signos gráficos.
 El funcional incluye la comunicación interpersonal y exige el conocimiento de los diferentes
contextos, géneros y registros en que se usa la escritura.
 El instrumental corresponde al uso de la lectoescritura como vehículo para acceder
al conocimiento científico y disciplinario.
 Y el epistémico se refiere al uso más desarrollado cognitivamente, en el que el autor, al escribir,
transforma el conocimiento desde su experiencia personal y crea ideas.

La taxonomía (clasificación científica) de funciones lingüísticas de M.A.K. Halliday (1973) distingue


dos categorías en el nivel epistémico: el uso heurístico y el imaginativo.
Florian Coulmas (1989, Págs.13-14) se refiere a esta última función como estética, además de incluir
otra con la denominación de control social. Después de estas consideraciones, podemos distinguir y
clasificar los siguientes tipos de funciones:

La primera distinción será entre usos individuales (intrapersonales) o sociales (interpersonales):

 Intrapersonales: el autor del escrito y su destinatario son la misma persona. Las principales
funciones son:
 Registrativa: la escritura permite guardar información sin límite de cantidad o duración. Se
trata de la función mnemotécnicamás básica que utilizamos corrientemente cuando
anotamos direcciones y teléfonos, compromisos en agendas o ideas que se nos ocurren en
un momento imprevisto. Requiere dominio del código escrito y su correspondencia con los
sonidos.
 Manipulativa: al ser bidireccional y planificada, la escritura facilita la re-formulación de los
enunciados, según las necesidades y las circunstancias. No siempre reproducimos
literalmente lo escuchado, leído, visto o pensado. Escribir permite elaborar lainformación. Así
preparamos el guion de una charla, etc.
 Epistémica: subiendo otro peldaño del desarrollo cognitivo, la manipulación de datos permite
al autor generar opiniones e ideas que no existían antes de iniciar la actividad escritora.
Escribir se convierte en una potente herramienta de creación y aprendizaje de conocimientos
nuevos. Todos hemos experimentado el poder epistémico de la escritura en situaciones
cotidianas. Al tener que explicar por carta a un amigo una situación complicada o
comprometida.

Aunque ha de considerarse siempre que tal o cual episteme puede existir sin escrituras, pero sí
desde grandes relatos (por ejemplotradiciones orales), aunque las escrituras han sido y son un
medio para reforzar las epistemes (las epistemes según la acepción foucaultiana).

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